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Un ciclo lunar es el lapso de 29.5 días durante los cuales se observan todas
las fases. Al término de la última fase, el ciclo se repite y así sucesivamente,
siempre en el mismo orden. Las 4 formas más conocidas son la Luna nueva, la
Luna llena, el cuarto menguante y el cuarto creciente, pero existen otras
intermedias. Su apariencia varía de 0% de iluminación durante la Luna nueva
hasta el 100% cuando es Luna llena.
Cada una de estas fases principales dura aproximadamente 7.4 días
aunque varían ligeramente ya que la órbita de la Luna es elíptica. Esto significa
que todas las partes de la Luna tienen 14.77 días con luz y la misma cantidad de
tiempo de oscuridad.
Es importante mencionar que dado que las fases de la Luna son solamente
una percepción para el observador, son diferentes en el hemisferio norte y el sur
ya que en el primero se ve el movimiento de la luz de derecha a izquierda,
mientras en el segundo es al revés.
FASES DE LA LUNA
Cuarto creciente.
Durante esta fase está iluminada la mitad del disco lunar; el lado derecho
en el Hemisferio Norte y el lado izquierdo en el Hemisferio Sur. Es observable
desde el mediodía hasta la medianoche, y ya durante la puesta del Sol se ve alta
en el cielo. Durante el cuarto creciente, la Luna recorre entre 90 y 135° de su
órbita. La parte visible de la Luna es entre 35%-65% o sea, en algún momento se
ve media Luna iluminada durante esta fase.
Cuarto menguante.
Es la fase contraria al cuarto creciente. Se ve iluminada solo la mitad de la
Luna; el lado izquierdo en el Hemisferio Norte y el derecho en el Hemisferio Sur.
Sale a la medianoche y se observa más alta al amanecer. La parte visible de la
Luna es 65%-35%.
Luna menguante.
Fase también conocida como creciente menguante y Luna vieja. A estas
alturas, solo un delgado segmento de la superficie es visible. En el Hemisferio
Norte es el izquierdo, y el derecho en el Hemisferio contrario. Sale después de la
medianoche, por lo que es más notoria al final de la madrugada y durante la
mañana. La parte visible de la Luna es 34%-3%.
Después de la Luna menguante, un ciclo lunar de fases ha sido completado y
comienza la Luna nueva. Al intervalo de 29.530589 días terrestres en promedio
que transcurre entre una Luna nueva y otra, se llama mes sinódico.
Las fases de la luna tienen significado espiritual, astrológico, incidencia
sobre la naturaleza (mares) e incidencia en la agricultura.
CUARTO CRECIENTE
La Luna comienza a hacerse visible durante esta segunda fase. El aumento
de luz reflejada incide en mayor grado sobre las plantas y la savia comienza a
ascender desde las raíces. Al mismo tiempo se producen un mayor movimiento de
agua en el suelo que favorece la absorción por parte de los cultivos. Durante el
tiempo que dura esta fase, las plantas experimentan un desarrollo muy equilibrado
entre sus raíces y su parte superior.
LUNA LLENA
La Luna se encuentra ahora en su momento de máxima visibilidad y la luz
reflejada en ella incide al máximo sobre la Tierra. La savia termina de ascender y
se concentra en la parte superior de las plantas, en las hojas. Los movimientos de
agua son asimismo superiores y, gracias a todo ello, las cosechas pueden crecer y
desarrollarse con mayor facilidad. Por otra parte, esta fase marca también un
momento propicio para la aparición y extensión de plagas.
Durante la Luna llena es recomendable llevar a cabo algunas tareas como
la poda, el trasplante o la plantación de especies perennes.
CUARTO MENGUANTE.
Se trata de la fase contraria al Cuarto creciente, aunque sus efectos sobre
la agricultura son similares. La Luna va perdiendo visibilidad y la savia comienza a
desplazarse de nuevo hacia las secciones inferiores de las plantas. Este hecho
provoca un desarrollo irregular, con mayor incidencia en las raíces que en las
hojas.
Algunas de las tareas recomendadas durante esta fase son el abonado, la
plantación de árboles de hoja larga o la siembra de hortalizas de raíz.