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Los caracteres 日本 que componen el nombre tiene un origen chino ( 日 es la evolución de un círculo con un

punto central que representa al sol, y 本 representa la raíz de un árbol) y pueden significar ‘el origen del sol’ o
‘la base del sol’, motivo por el que el país también es conocido como la Tierra del Sol Naciente.
En el idioma malayo la palabra china se transformó en Japang y fue más tarde adoptada por los mercaderes
portugueses en el siglo XVI; estos últimos fueron los primeros en llevar el nombre a Europa.

El Imperio Chino definió su lenguaje, su escritura y, también, su cultura política. Asimismo, otra de las
influencias foráneas fue la de origen occidental, lo que convirtió al país en una nación industrial, ejerciendo
con ello una esfera de influencia y una expansión territorial sobre el área del Pacífico.

En 1192 el Japón, instauró la figura del shogunato como una institución militar (samurái) permanente que
gobernaría de facto durante casi 700 años. EL país se adentró en un largo período de guerra civil. En 1868 se
inició la modernización del país abandonando el sistema feudal y el de los samurái, así como también se inició
un fuerte proceso de occidentalización y Japón emergería como el primer país asiático industrializado. A la
muerte del emperador Meiji, Japón se había convertido en un estado moderno, industrializado, con un
gobierno central y como potencia dentro de Asia, rivalizando con Occidente. Tras el estallido de la guerra en
Europa, Japón aprovechó la situación para la anexión de otras zonas de Asia. Durante el año 1941 las
relaciones diplomáticas entre Japón y Estados Unidos eran tensas. El 7 de diciembre de 1941 Japón atacó
Pearl Harbor, con lo que este país entró a la Segunda Guerra Mundial como parte de las “Potencias del Eje”
(integrado y liderado por Alemania más el Imperio del Japón, el Reino de Italia y la ayuda de otros países,
contra los Aliados). Después de los terribles bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki Japón
presentó su rendición incondicional, por lo que estuvo ocupado por fuerzas estadounidenses. En 1952 Japón
recuperó su soberanía tras la firma del Tratado de San Francisco y creció económicamente con la ayuda de la
comunidad internacional. Políticamente, el Partido Liberal Democrático, de tendencia conservadora, estuvo
gobernando de manera casi ininterrumpida durante la posguerra.

Samurái 侍: guerreros del antiguo Japón, una élite militar que gobernó el país durante cientos de años. Los
guerreros se vieron fortalecidos cuando fue instituido un gobierno militar bajo la figura del shōgun. Su
momento cumbre tuvo lugar durante el período Sengoku, una época de gran inestabilidad y continuas luchas
de poder entre los distintos clanes existentes, por lo que esta etapa de la historia de Japón es referida como
“período de los estados en guerra”. Los privilegios y estatus social de la clase guerrera, culminaron con su
desaparición cuando el emperador retomó su papel de gobernante durante la Restauración Meiji en el siglo
XIX. La mayoría de los historiadores concuerdan en que tiene su origen en una variación del verbo, en
japonés antiguo, saburau que significa “servir”, por lo que el término derivado saburai se convierte en
“aquellos que sirven”. Históricamente la imagen de un samurái estuvo más relacionada con la de un arquero a
caballo que con la de un espadachín, y no fue sino hasta que reinó una relativa paz que la espada adquirió la
importancia con la que se la relaciona actualmente.

Desde el siglo XII hasta 1868 Japón estuvo gobernado por sucesivos shogunatos (poderosas cortes nobles,
regentes; gobiernos militares) que ejercían el poder en nombre del emperador. Después de casi dos décadas
de conflictos internos e insurrecciones se restauró al emperador Meiji como jefe del Estado en 1868 y se
proclamó el Imperio del Japón. Desde la adopción de la constitución revisada en 1947, Japón ha mantenido
una monarquía constitucional unitaria con un emperador y un órgano de gobierno democrático llamado Dieta.

Durante el siglo XVI, mercaderes de Portugal, de los Países Bajos, de Inglaterra y de España llegaron a Japón
y fundaron misiones cristianas. A comienzos del siglo XVII, el shogunato comenzó a sospechar de las
misiones cristianas, considerándolas precursoras de una conquista militar por fuerzas europeas y, como
medida de protección, ordenó el cierre de Japón a toda relación con el mundo exterior a excepción de
contactos restringidos con mercaderes chinos y neerlandeses en la ciudad de Nagasaki. Este aislamiento se
prolongó durante 251 años, hasta el año 1854, bajo el Tratado de Kanagawa.

Durante un largo período, el restablecido contacto con Occidente provocó cambios en la sociedad japonesa.
Tras un fuerte conflicto civil denominado Guerra Boshin, el shogunato fue obligado a renunciar y el poder fue
devuelto al emperador. La Restauración Meiji de 1868 inició varias reformas. El sistema feudal fue abolido y
numerosas instituciones occidentales fueron adoptadas, incluyendo un sistema legal y de gobierno occidental,
junto con otras reformas en lo económico, social y militar que transformaron a Japón en una potencia mundial
de nivel medio-alto. Luego de las sucesivas grandes guerras Japón anexionó Taiwán, Corea y otros territorios
a su imperio en expansión.

A finales del siglo XIX y principios del XX, los éxitos en la primera guerra sino-japonesa (entre la dinastía Qing
de China y el naciente Imperio de Japón por el control de Corea), en la guerra ruso-japonesa y en la Primera
Guerra Mundial permitieron a Japón expandir su imperio y fortalecer sus fuerzas armadas. La segunda guerra
sino-japonesa que se inició en 1937, acabó formando parte de la Segunda Guerra Mundial desde 1941,
conflictos que terminaron tras la rendición de Japón debido a los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y
Nagasaki en 1945.

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