Está en la página 1de 11

AMAR ES PARA VALIENTES – LECCION 8.

CATALIZADOR DE UNIDAD.
Juan 13:1-15 RV60
Jesús lava los pies de sus discípulos

13 Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que
pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo,
los amó hasta el fin.


Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo
de Simón, que le entregase,


sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había
salido de Dios, y a Dios iba,


se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.


Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos
con la toalla con que estaba ceñido.


Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies?


Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás
después.


Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás
parte conmigo.


Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.

10 
Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio;
y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

11 
Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.
AMAR ES PARA VALIENTES – LECCION 8.

12 
Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les
dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?

13 
Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.

14 
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis
lavaros los pies los unos a los otros.

15 
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.

¡Esta es la última cena de Jesús ¡


Jesús sabía que le quedaba tan solo unas pocas horas para ser crucificado y presentarse
ante el padre y por eso me imagino esta escena:
- Jesús mirando con ternura a sus discípulos, y viene a sus recuerdos discusiones
absurdas entre ellos, cada actitud competitiva, y cada ofensa retenida en sus
corazones. Probamente el recuerdo de tantos momentos en los que los discípulos
friccionaron los unos contra otros le hizo pensar: “En cuanto ¡Yo! Ya no este con
ellos, este equipo se dividirá.
Jesús sabia el grupo de sus discípulos estaba por romperse, porque había demasiado
orgullos en algunos, demasiada critica en otros y hasta rencores había.
¡El grupo de los 12 estaba en peligro!
Y fue cuando Jesús se decidió hacer algo. Y ese algo en acción iba ser tan estremecedora
que estaba convencido de que después de ser testigos de algo así ya no había excusas
para la división.
Juan 13: 4-5. RV60


se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.


Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos
con la toalla con que estaba ceñido.

Me atrevo a afirmar que ese acto salvo la unión de los 12 discípulos. Fue capaz de catalizar
una unidad aparentemente imposible.
AMAR ES PARA VALIENTES – LECCION 8.

CONTEXTO.

En los días que Jesús, camino sobre la tierra, las personas calzaban sandalias de cuero y
estas dejaban gran parte de sus pies al descubierto. Además, era común recorrer grandes
distancias a pie, por caminos llenos de polvos en verano y de barro en invierno. Por lo
tanto, después de una jornada pisando tierra, charcos y estiércol de animal, los pies
quedaban hechos un espectáculo. Definirlos como sucios es decir poco.

Cuando los judíos llegaban a una casa solían tener comunión con los demás miembros de
la familia, sentados alrededor de una mesa; estas mesas eran levantadas a escasos
centímetros del suelo y se recostaban sobre unos cojines o reclinatorios.

Por esa razón, en la entrada de toda casa judía podía encontrarse un platón con agua y
una toalla para que todos se lavasen sus propios pies antes de acceder a la mesa de la
comunión. Sin embargo, en las casas de la gente rica había esclavos que servían a las
necesidades de la familia y el señor de la casa designaba al esclavo de menor rango de
autoridad la tarea de ser el lavador de pies.

Es importante añadir que lavar los pies de alguien se consideraba un acto tan humillante
que debía hacerlo el esclavo mas pequeño del hogar, aquel que se consideraba el menor
en responsabilidad e importancia.

PIES SUCIOS.

En esa ultima cena con Jesús, había un grupo de discípulos sentados a la mesa con los pies
sucios, sin embargo, no había ningún esclavo para lavar los pies de los comensales. Lo que
si había era un platón de agua y una toalla. Pero ninguno de los discípulos se ofreció a
hacer la humillante tarea de lavar los pies de ningún otro.

Escucha, piensa y no contesta.

¿has estado alguna vez en una situación que te haya provocado vergüenza ajena? Vez a
alguien haciendo algo que no debería hacer, porque rompe el protocolo y viola el orden
AMAR ES PARA VALIENTES – LECCION 8.

social. Es tan escandaloso que evitas mirar lo que esta ocurriendo. Disimulas, pero sientes
profundamente incómodo.

No exagero al decir que fue eso exactamente lo que los discípulos sintieron cuando Jesús
se levanto de la mesa, se quito su manto de maestro.

¡Imagínate la tensión que había en ese momento y las miradas inquietantes entre los
discípulos!

De pronto, pedro interrumpió a Jesús y le dijo lo que todos estaban pensando: ¿Un
maestro lavado los pies de su discípulo? Ese no es el orden correcto, de hecho, es
exactamente el orden inversión. Amado maestro, no me lavaras los pies Jamás.

¡Pero Jesús lo exhorto!!

Juan 13:8


Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás
parte conmigo.

Lo que Jesús quiso decir fue:

Pedro, si te lavo los pies, estaré construyendo una plataforma sobre la cual podremos
tener una verdadera comunión, aunque no lo entiendas ahora, eso nos va unir, si te lavo
los pies, tu tendrás parte conmigo y yo tendré parte contigo.

¡Pedro si te lavo los pies seremos uno!

Jesús a través de ese acto, estaba invitado a sus discípulos a formar parte de él. Y al hacer
esto le estaba marcando el camino.

Juan 13: 14

14 
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis
lavaros los pies los unos a los otros.
AMAR ES PARA VALIENTES – LECCION 8.

¡Jesús le estaba mostrando la única manera de mantenerse unidos!

CATALIZADOR DE UNIDAD

Si había un grupo difícil de unir en todo el planeta tierra, esos eran los 12 discípulos. Jesús
puso en el mismo equipo a un patriota y a un funcionario de la Dian, Sumo a eso
agricultores, y gente del pueblo. Puso a hombres y mujeres a aprender juntos; incluso
invito a amos y esclavos a llamarse hermanos.

Somos diferentes a las personas con las que nos toca convivir. En tu casa, en tu trabajo o
en tu iglesia, te encuentras con personas que te resultan complicadas y, casualmente,
ellas piensan exactamente lo mismo de que tú. Pero no puedes huir de ellas, de hecho,
sabes que es importante estar juntos, pero te parece imposible estar realmente unidos.

Lo que quiero decir es que eres diferente a las personas que Dios te llama amar, de verdad
¿cierto? Dios espera que tu amor rompa las barreras de tu mente que te hacen clasificar a
todo el mundo en dos secciones: “ellos y nosotros”

Incluso, es posible que te sientas lejos de aquellas personas que supuestamente deberías
sentir cerca. Personas importantes en tu vida o que al menos lo eran hasta que algo
ocurrió. Quizás convivas en la misma casa con tus padres uno señores insufribles, unos
hermanos insoportables. Y podría ser que haya terminado justificando ese alejamiento
con un “Simplemente no te entendemos”. La relación esta rota y lo has asumido.
Consideramos que acercarnos sus corazones es tarea imposible.

El maestro enseño la manera de salvar una relación, y es no esperar que unidad surja.
Jesús provoco la unidad. Se convirtió en el catalizador de una unidad aparentemente
imposible.

¿Cómo lo hizo?

Tomando una toalla y un platón de agua, y disponiéndose a lavar los pies de sus
discípulos.
AMAR ES PARA VALIENTES – LECCION 8.

Enseñándonos que la unidad no surge, la unidad se construye. La unidad no es una idea, la


unidad al igual que amor es una Acción.

La unidad es una nueva manera de ver a las personas que te rodean.

La unidad es un cambio de perspectiva respecto a tu compañero, tus padres tus


hermanos. Es dejar de ver desde arriba hacia abajo, y comenzar a ver desde abajo hacia
arriba, mientras esta de rodillas frente a esa persona y tiene sus pies sucios en tus manos.
Es mirar desde los pies a la cabeza, mientras te dispone a lavárselos.

Jesús nos estaba mostrando la manera de unirnos entre nosotros, de mantener nuestro
corazón cera del corazón del otro.

Cuando los discípulos salieron de esa habitación seguían teniendo diferencias, pero
estaban unidos. Ese acto lo cambio todo, los cambio a todos.

La pregunta es: ¿estamos dispuesto a ser un catalizador de la Unidad en tus relaciones? El


verdadero amor lo demanda.

Para realizar el lavado de pies hay tres movimientos.

1. MOVIMIENTO PRIMERO: INCLINARSE FRENTE A OTRO.

El primer movimiento del lavamiento de pies es inclinarse frente al otro. Esto representa
una posición del corazón, más que una posición del cuerpo. Se trata de humillar tu orgullo
frente al otro, en favor de la unidad.

El orgullo es le mayor enemigo de la unidad.

Juan 13:3 RV60


sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había
salido de Dios, y a Dios iba,
AMAR ES PARA VALIENTES – LECCION 8.

En otras palabras, Jesús, sabiendo quien era, se ciño como un esclavo para servir a los
demás. Lo que pone de manifiesto el principio espiritual: El que sabe quien es, puede
humillarse. Y puede hacerlo primero. El que sabe quien es puede y debe llevar la iniciativa
de la humillación. Lo que nos demuestra que Jesús era el único en esa sala que sabia
realmente quien era.

Jesús sabía que era el rey del universo, pero no tuvo problemas al hacer la labor de
esclavo, y con esas mismas manos limpio los pies mugrosos de sus orgullosos discípulos.

¿Por qué?

Porque sabia quien era. Y quien esta seguro de quien es, no tiene la necesidad de
demostrar nada.

Con el tiempo me he dado cuenta de lo peligroso que es una persona con problemas de
identidad, porque, cuando no se esta definido por dentro, se quiere demostrar por fuera.

La mayoría de los conflictos familiares o iglesias, han sido producto de la terquedad de


personas que querían demostrar algo a los demás.

Demostrar quién manda, quien tiene la razón, quien es el bueno, demostrar y demostrar.

Y lo único que queda después de demostrar tanto, solo son sus complejos de alguien
hueco.

Es posible ponerme la corona de la razón y convertirte en el rey de tu reino. Un reino


solitario donde nadie más que tú soporta estar. Sin embargo, he descubierto que el reino
de Dios es mas importante tener amor que la razón, que el que pierde gana, y el que se
humilla será exaltado.

¡Humíllate para salvar una relación!

En una atmosfera de orgullo, no puede haber unidad por que la unidad requiere
humillarse con valor.
AMAR ES PARA VALIENTES – LECCION 8.

Según mi propia experiencia, creo que es más fácil humillarse delante de un extraño que
delante de un cercano. Porque, cuando te inclinas frente a tus familiares, esposa, o hijos,
te sitúas en una posición de vulnerabilidad.

Humillarse no es un acto de cobardía, humillarse es un acto de valor. Se necesita


seguridad, firmeza de carácter y una identidad solida para ponerte en esa posición de
vulnerabilidad, frente a otra persona. Hay que ser muy valiente para renunciar a tu
defensa.

Mateo 26:52-53 RV60

52 
Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada,
a espada perecerán.

53 
¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce
legiones de ángeles?

Jesús eligió humillarse, no para demostrar nada y no defenderse; lo hizo para unirnos a
Dios. La humillación de Jesús salvo nuestra relación con Dios. Jesús ofrece dos opciones
para preservar tus relaciones: ¡Te humillas o Dios te humilla!

Alguien orgulloso busca preservarse a si mismo y no le importa destruir el mundo entero.

A veces, Dios tiene que humillarte para salvar tu relación con otra persona.

2. MOVIMIENTO SEGUNDO: VER CORRECTAMENTE LA SUCIEDAD DEL OTRO.

El segundo movimiento del lavamiento de pies es ver correctamente la suciedad del otro.
Se trata de aprender a ver los pies sucios de tu compañero sin emitir un juicio contra su
corazón. Renunciar a la critica es vital para preservar nuestra relación.

Juan 13:8-11 RV60


Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás
parte conmigo.
AMAR ES PARA VALIENTES – LECCION 8.


Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.

10 
Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio;
y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

11 
porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.

Jesús le estaba diciendo prácticamente lo siguiente: Pedro tus pies están sucios, por le
polvo del camino, por los errores que has cometido al transitar por esta vida, pero solo
lavare los pies porque tú eres una persona limpia.

Los errores que cometes al caminar por esta vida no definen quién eres. Así que
aprendamos a separa los pies de nuestro corazón y los errores de nuestra identidad.

¡Que diferente es la mirada de Jesús a la Nuestra!

La sangre de Jesús nos ha limpiado de todos nuestros pecados, pero a medida que
caminamos por esta vida sentimos que el polvo de nuestros errores se me pega a los pies.
Me refiero a esas acciones egotistas que cometemos, esas verdades a medias que
pronunciamos, o esos pensamientos envidiosos que tenemos, hasta llegar a un carácter
inmaduro. Esos errores, que se adhieren a nuestros pies.

Es fácil consolarte viendo los pies sucios de los demás, sobre todo los de aquellas personas
que tenemos mas cerca. Jesús vio los pies sucios de pedro, pero no emitió un juicio contra
su corazón, sin embargo, cuando nosotros vemos una mancha en los pies de otro
emitimos un juicio contra esa persona. No decimos: Tu tuviste un error y debemos
mejorar, en cambio decimos: Tú eres un error y nunca mejorara nada a tu lado.

Nos convertimos en expertos críticos de pies ajenos.

¿Por qué hacemos esto? Porque es tan fácil hacer un juicio contra otro que disponerse a
ser su lavador de pies.

Y debemos salir con la siguiente expresión en mente: “El mundo necesita menos críticos y
mas lavadores de pies.
AMAR ES PARA VALIENTES – LECCION 8.

3. TERCER MOVIMIENTO: VERTER GRACIA SOBRE LOS ERRORES DEL FUTURO.

El tercer movimiento de lavamiento de pies es verter gracia sobre errores del futuro. Se
trata de tomar la decisión de perdonar a alguien antes de que te ofenda. Tomar una
determinación como esta; es la clave para darle futuro a nuestra relación.

¿Te has dado cuenta de que Jesús lavo los pies de unos discípulos que unas horas después
iba a usar esos mismos pies para correr y abandonarle? Jesús lo sabía.

Cuando Jesús lavo los pies de sus discípulos, no solo vertió agua sobre ellos, también
vertió gracia para sus ofensas futuras.

Jesús lavo los pies de Tomas, un hombre que iba a dudar de su resurrección y su identidad
divina. Jesús lavo los pies de Pedro, quien lo negó tres veces después de decir que nunca
lo negaría. Jesús lavo los pies de Judas, el hombre que lo vendería por unas cuantas
monedas de plata.

¿Qué hizo Jesús con el que dudo, con que el no cumplió su promesa, con el que le
traiciono? Le lavo los pies y vertió gracia sobre ellos.

¿Cómo vierto esa gracia hoy en día? ¡Simple! Aprende a perdonar a aquellos que nunca se
disculparon, que nunca te pidieron perdón.

Porque Perdonar será tu única opción cuando alguien te ofende.

CONCLUSIÓN:

Si realmente tu relación con tus padres, hermanos, amigos, familiares es importante.


Conviértete en ese catalizador de unidad. ¡Inclina tu orgullo, deja de Juzgar y vierte gracia
sobre las personas que amas!
AMAR ES PARA VALIENTES – LECCION 8.

Canción: Perdóname Barak

También podría gustarte