Mi discurso de graduación, Keysi

Ureña

Hoy llega a su fin una etapa importante en mi vida: la etapa en la que dejé de jugar,
para aprender a leer, a pensar y analizar, la etapa en la que aprendí a diferenciar lo
bueno de lo malo, el valor de la responsabilidad, y la verdad, aprendí a ser
autosuficiente, dejo atrás la etapa del estudiante de secundaria para pasar a ser
estudiante universitaria.
Hoy, con el corazón en las manos, con el rostro entristecido, pero con una felicidad
enorme, me despido del lugar que fue mi hogar por muchos años y de las personas
que me ayudaron a formar esta estructura de mujer de bien.
Doy gracias, principalmente a Dios, por darme la dicha de poder estar aquí, de
poder mirar a mis padres y familiares, y con orgullo en los ojos decirles que lo
logre.
Agradezco a las personas que están hoy aquí acompañándome y a las que su
propósito en mi vida era efímero.
Recuerdo como si fuera ayer, cuando recibí mis primeras felicitaciones de parte de
Mayelin, cuando me autoproclamé princesa de los esquemas y más tarde Rubileydi
lo hizo verídico, recuerdo la lucha que pase con el dossier de Cristi, la vez que
Manuel Antonio y yo nos dormimos a las 2 am llenando el cuadernillo de sociales
y siendo llamados 7 años consecutivos por excelencia académica.
Le agradezco personalmente a Mayelin, Raida, Rubileydi y Nadege, gracias por
haber dejado una huella, tanto en mi corazón como en mi subconsciente, pues
gracias a sus consejos, me convertí en la mujer que hoy soy, le agradezco a
Rubileydi haberme enseñado a hacer esquemas porque no es solo la estética que
importa, sino la información filtrada del mismo y esto también sirve para la vida,
lo importante es lo de adentro, no lo que está afuera, le agradezco a Raida haberme
enseñado a ser critica de mi trabajo y a autoevaluarme y a Mayelin por haberme
enseñado a confiar en mí, en mi trabajo y mi capacidad. A Nadege por nunca dudar
de mi entendimiento, se puede decir que me se defender en el francés. Gracias a
ustedes soy una estudiante excelente y un ejemplo a seguir.
Le mando mis agradecimientos al cielo a Tía Rosa, la profesora que me enseñó a
leer y escribir, y la primera que confió en mí.
Gracias a Xavier, Luis, Luisanny, Luis Ángel y demás profesores, gracias a ustedes
tuve los mejores años de secundaria y las mejores experiencias.
Mi discurso de graduación, Keysi
Ureña

Gracias a mi abuelo Antonio EPD, gracias por las enseñanzas y los valores
inculcados.
Siempre vive en mi mente una frase que me enseño mi papa: uno solo trasciende
por lo que hace, sé que pasaran muchos años y mi nombre será recordado en estas
paredes.
Me despido de estos años de crecimiento y aprendizaje, dando inicio a una nueva
travesía.