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Este discurso de campaña política alienta a las mujeres a creer en el cambio que pueden lograr como presidentas de la campaña y como líderes políticas. Argumenta que las mujeres pueden ser agentes de cambio para acabar con las injusticias y mejorar las oportunidades educativas para todas las mujeres dominicanas. Concluye instando a las mujeres a demostrarle al mundo que pueden lograr grandes cosas con la ayuda de Dios.
Este discurso de campaña política alienta a las mujeres a creer en el cambio que pueden lograr como presidentas de la campaña y como líderes políticas. Argumenta que las mujeres pueden ser agentes de cambio para acabar con las injusticias y mejorar las oportunidades educativas para todas las mujeres dominicanas. Concluye instando a las mujeres a demostrarle al mundo que pueden lograr grandes cosas con la ayuda de Dios.
Este discurso de campaña política alienta a las mujeres a creer en el cambio que pueden lograr como presidentas de la campaña y como líderes políticas. Argumenta que las mujeres pueden ser agentes de cambio para acabar con las injusticias y mejorar las oportunidades educativas para todas las mujeres dominicanas. Concluye instando a las mujeres a demostrarle al mundo que pueden lograr grandes cosas con la ayuda de Dios.
Si están aquí, distinguidas mujeres, es porque creen en lo que nos motiva a nosotras como presidentas de esta campana política: que nosotras si podemos. Podemos ser el cambio que el país necesita, el cambio que los ciudadanos aclaman y más importante que merecemos. Para que se acaben las injusticias, los maltratos y las malas vibras. En sus rostros veo el brillo de la esperanza, del cambio y el orgullo de haber sido elegidas para este plan lleno de propósitos, tanto buenos para el país, como para nuestras carreras y nuestras hijas que son el futuro, las hijas de sus hijas y demás. Protesten con la frente en alto todo lo que nos merecemos, por lo que hemos luchado, estudiado y anhelado. La vida que todas las mujeres dominicanas luchadora se merecen, poder darle oportunidad a las que no tuvieron, de estudiar, de formarse profesionalmente y las que, si pudieron, darles el chance de demostrar que valió la pena, el esfuerzo, las lágrimas. y las injusticias. Hagámosle ver al mundo que si podemos y que lo haremos, en manos de Dios.