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Galarza, Javier

Chanson Babel.
Buenos Aires Poetry, 2017.
50p. ; 20x13 cm.
ISBN 978-987-4197-00-9
1. Poesía Argentina.

©Javier Galarza . Reservados todos los derechos.


Primera edición.
Corrección ©Silvia Camerotto

Editorial ©Buenos Aires Poetry.


Colección ©Pippa Passes dirigida por Juan Arabia.
Diseño editorial ©Camila Evia.

Hecho el depósito que previene la ley 11.723.


Para sugerencias o comentarios acerca del
contenido de esta obra, escríbanos a:
editorial@buenosairespoetry.com
www.buenosairespoetry.com
ÍNDICE

p. 14
p. 15

p. 16
p. 17
p. 18
p. 19
LA DIÁSPORA p. 13
p. 20
CRISIS DE AUSENCIA p. 15
p. 21
SILESIUS p. 17
p. 22
PÉRDIDA DE LA INTENCIÓN p. 19
p. 23
BAJELES p. 21
p. 24
EFECTO INVERNADERO p. 23
p. 25
HERÁCLITO p. 25
p. 27
SIN DIRECCIÓN ÚNICA p. 27
p. 28
VIAJAR DE NOCHE p. 29
p. 29
DISOCIACIÓN p. 31
p. 30
[06]
p. 31
p. 32
p. 33
p. 34
p. 35
p. 36
p. 37
p. 38
p. 39
p. 40
p. 41
p. 43
p. 44
p. 46
p. 49
p. 51
ESTADOS DE EXTRAÑEZA p. 33
p. 52
SISTEMA EN DESEQUILIBRIO p. 35
p. 53
ECOLOCACIÓN p. 37
p. 54
DARWIN p. 39
p. 55
CUANDO ESTAMOS ENFERMOS p. 41
p. 56
DECANTAR p. 43

LA CAMINATA p. 45
p. 52
POEMA PARA Miroslav Tichý p. 47

SOBRE EL AUTOR p. 59

[07]
[08]
CHANSON

BABEL

[09]
[10]
[11]

[12]

L A DIÁ SPORA

No sé si fue una decisión,


las hermanas hablaban,
no de la paz,
sino de la espada del mundo,
y los círculos que los amigos
dibujaban en la tierra
borraban los caminos de retorno.
Me incorporé y te supe a salvo,
estabas tan linda
que hasta los pájaros se avergonzaron.
Fue hora de partir.
La diáspora alude a ese lugar común
que se abandona en forma forzada.
Como ‘semillas al voleo’,
dicen algunos,
la dispersión acontece,
y cada etimología nos lleva a otro ‘texto’,
tejido, entramado o escritura.
Pronuncio ‘simiente’ pero digo ‘semen’,
del latín ‘seminis’: ‘semilla’,
diseminación.
Busco la raíz de ‘exilio’
y llego a ‘insilio’ o ‘exilio interior’:

[13]

así llama Nadiezhda al período de silencio


que sufrieron Osip Mandelstam
y Anna Ajmátova en la década del 20,
encuentro esta anécdota
tras el rastro de Celan.
No siempre es posible escribir:
derivaciones, desplazamientos,
poemas de amor,
las relaciones de uno con su lengua
o con la lengua del otro,
hablemos ya de idioma o de saliva
o de cualquier otra cosa.

[14]

CRISIS DE AUSENC IA

‘Después de haberme descubierto,


no es gran cosa encontrarme,
ahora lo difícil será perderme’
escribió Nietzsche.
El síntoma principal de las crisis de ausencia
es el deterioro repentino de la conciencia.
Suele durar pocos segundos.
Durante el episodio,
la persona interrumpe sus actividades.
Al finalizar la crisis
continúa con lo que estaba haciendo
sin recordar lo sucedido.
Para Zhiangzu solo la nada
o el desconocimiento de sí mismo
hallan la perla perdida del Emperador.
¿Es esa la raíz del problema,
comprender que el pensamiento
y el conocimiento
de nada sirven
a quien no aprende a perderse?
¿Que solo se halla lo que trasciende
la ficción del yo
y luego de eso,
nadie necesita de ninguna perla
y menos aún aquí en el sur?

[15]
[16]

SILESIUS

No indagues la naturaleza del vínculo


que como la rosa de Silesius
florece sin porqué,
una pregunta puede permanecer abierta
para evitar la clausura del sentido,
el misterio entonces
aguarda en los signos,
está en ‘lo abierto’,
en el campo de ‘la percepción pura’
(8ª Elegía de Rilke),
‘florece porque florece’,
toca la penumbra del Medioevo
y las visiones de las místicas.
El sentido: eso ‘tapona’, dijo Lacan
pero quien pierde su verdad
aún conserva la chance de hallar algo.
El perfume se creó para tapar
el olor de los cadáveres,
la palabra ‘humo’ está contenida
en su etimología (del latín per, ‘por’
y ‘fumare’, ‘a través del humo’),
lo cinerario es la base de lo que huele bien.
Escribe Silesius que la rosa
no es consciente de su belleza
ni se pregunta si alguien la mira.
Y todo un caudal de mundo
se despliega allí
sin explicaciones.

[17]

P

P ÉRDIDA DE L A INT ENCIÓN

Tendemos a repetir
los lugares que habitamos,
porque cuando perdemos las señales
no sabemos volver.
Las valijas nos hacen en silencio,
así dejamos sitios, calles o cuerpos.
Quizás empobrecernos implica atención,
¿cómo si no haríamos tesoros en el cielo?
‘Atento’, del Lat. ‘Attentio’,
es quien concentra la mente
hacia un estímulo determinado,
‘la atención como oración natural del alma’
escribió Celan vía Benjamín vía Malebranche.
Nosotros creamos este ‘no lugar’
donde dejamos de encontrarnos,
atisbamos cada día la renuncia
a la voluntad y al deseo,
pero si perdemos toda intención,
ya no sabemos volver.
‘Intención’ se origina en el latín ‘intentïo’
refiere a la determinación
de la voluntad hacia un fin.
Las supresiones abren lugar,
pero si lo perdemos todo
¿en quiénes podríamos volver?
Y ¿a qué lugar llamado casa?

[19]

[20]

BAJELES

Fuimos otros al perder


cada cosa que nos sostuvo alguna vez,
lo que dejamos nos sigue como un perro
y relumbra también el óxido bajo la lluvia.
Aquí los restos del espantajo:
roto para lo que quieras,
errado para lo que gustes,
‘un cuerpo muerto
no venga injurias’,
dice un proverbio de Blake.
Pero ya no sabemos
quien sobrevive en este cuarto;
no calces las botas de este olvido
ni te abrume el silencio de las tardes,
ya no somos los que fundaron este acuerdo,
no te ate la tormenta a sus maderos,
como a Turner el pintor,
ni acalle los besos el alba;
o se enrede la mañana entre cobijas,
precipite o no estalle el cuerpo
bajo miligramos del calmante,
lo que espera en vendavales
para nuestra sed en hoja o desnudez.

[21]

E

E F ECTO INVERNADERO

Con el cambio climático,


las especies migratorias
se ven afectadas,
porque los indicadores varían
y confunden los períodos
en los que deben partir,
‘así estás vos’, me dice N., ‘como los pájaros
cuando se derriten los polos’,
porque sufrí una caída mientras
intentaba subir por un callejón
y mi cuerpo quedó dislocado,
listo para no dejar de caer.
Es cierto, pierdo mi brújula,
dejo de hibernar en forma prematura
o doy frutos fuera de estación,
esto lo debí cantar en primavera,
pierdo mi norte,
las cosas caen por su propio peso,
del verbo ‘cadere’ (caer o suceder),
similar al verbo ‘caedere’ (matar
o hacer morir),
la caída en el Génesis
es lo que nos priva de un lugar seguro,
reptar, arrastrarse sobre el propio vientre,
tentarse y sufrir el castigo
o tomar conciencia de la desnudez,
solo lo prohibido
nos alienta a continuar

[23]

o hace lugar al deseo


y cada uno pone un precio
a la medida de su transgresión.
Decenas de pájaros colisionan cada día
contra los cristales de los edificios.

[24]

H ERÁC LITO

Heráclito reprocha a Homero


el verso ‘¡Ojalá se extinguiera
la discordia entre los dioses
y los hombres!’ (Ilíad., XVIII, 107)
pues para ‘el Oscuro’
‘pólemos’ [la guerra] es padre de todas las cosas,
lo opuesto a la concordia.

[25]

S

SIN DIREC CIÓN ÚNICA

La fascinación admite
una única luz,
la del deseo congelado
en un presente continuo,
el deslumbramiento no permite ver.
En cambio, matices y reflejos
posibilitan pliegues o dobleces
donde la vida sucede.
Deslumbran la paradoja, el peligro,
Beatrice o la destrucción,
ella o el poder que él le da,
lo que cae fuera del lenguaje,
eso que escapa al control,
inquieta y descentra como el canto
de las sirenas o su silencio.
La (i) lógica de tenerla
donde ella no se tiene a sí misma
le asigna un lugar vacío, irracional.
Según Blanchot el destino de Orfeo
no es poseer a Eurídice sino cantarle:
‘no en su verdad diurna
y en su encanto cotidiano
sino en su oscuridad,
no hacerla vivir,
sino tener viva la plenitud de su muerte’.
La tensión intenta mantener unidas
cosas que mejor andarían
si se las soltara,

[27]
pues lo desasido posibilita, cae, T
o sigue un curso natural de cosas. q
q
t

c
q
e
d
d
s
T
E
D

a
C
q
a
d
l
V
e
V
[28]

V IA JA R DE NOCHE

Trenes de noche,
qué buscamos qué hallamos
qué perdemos,
todo viaja
y deshace los compartimentos,
como una función de onda
que impacta
en el corazón de los sistemas
donde alguna de las caras
del hado o destino
se hubiera manifestado.
Todo ocurre en algún lugar.
En ningún lado.
Donde el amor.
Y si te pierdo en los deslindes
a quién escribirá mi voz
y si te llamo entre los ecos
a quién escribirá mi voz
y si te busco en los declives
a quién escribirá mi voz.
Cuando el silencio atruena
queda esta marcha
al corazón de lo extenuado,
dispersa la sombra,
la niebla, el candor.
Va de suyo, abrevar
en faltantes de la luz.
Va de suyo.
[29]

Dónde y en quién.
Hacia qué improbable.

[30]

D I S OCIAC IÓN

Los procesos de despersonalización


incluyen insomnio, ansiedad,
vértigo y extrañeza.
La sensación de estar viviendo en un sueño.
¿Es Zhiangzu soñándose mariposa
o una mariposa sueña que es Zhiangzu?
Enseña el Tao que el cielo es permanente
y la tierra durable.
Ambos perduran porque no viven para sí mismos.
Para preservar algo es mejor no aferrarse.
Todo filo se desgasta.
Cuando oro y jade cubren el vestíbulo,
más fácil es arrebatarlos.
Los bienes y los honores acarrean la destrucción.
Cuando hay puertas y ventanas en una casa,
es el espacio vacío
lo que nos permite atravesarlas.
Quien sabe, actúa sin actuar
y enseña sin palabras.
Esto enseña el Tao del cielo.

[31]

[32]

ESTADOS DE E X T RAÑE Z A

La memoria posee cierta cualidad espectral


donde el mundo conocido
amenaza con deshacerse
y trastabilla la identidad en cuestión.
La etimología de ‘persona’
es ‘máscara usada por un personaje teatral’,
la palabra fascinó a Ezra Pound,
quien tituló ‘Personae’ (1926)
su compilación de poemas breves.
Algunos dicen que ‘persona’
significa ‘resonar a través de una máscara’
y en tal caso la voz tendría prioridad
en el origen de esta palabra.
‘Sujeto’ suele contraponerse a ‘objeto’.
Pero la poesía altera la gramática,
a veces tiembla el sujeto del enunciado
o tropieza quien habla en la enunciación
como si el proceso de despersonalizarse
implicara una tormenta de nieve.
La memoria entonces es esa huella imprecisa
que se crea al no retornar.
Ser escrito o pensado o dicho
o una mariposa que se sueña Zhiangzu,
algo agazapado entre ‘los monstruos de la razón’.
¿Qué recuerdos nos sostienen?
Aquel camino de subida en el invierno de Trondheim.
Los colores de esa tarde robados a un cuadro
de Caspar David Friedrich.

[33]

Pero la memoria tiene cuartos que se deshacen


habitaciones como las del hotel que dejamos.
¿Te acordás?
Éramos nosotros los que bajábamos
corriendo de aquel monte nevado.
No, creo que no era un monte.
No, no estaba nevando.
No, no corríamos tanto.
No. No éramos nosotros.

[34]

SIST EMA EN DESEQUILIBR IO

La ruptura en el equilibrio de las cosas


produce resonancias,
así lo pensó Huan Yu,
poeta y ensayista chino (768 d.C.).
El pensador puso por ejemplo
a las ramas del árbol y la hierba:
solo se las escucha cuando el viento las agita.
El aire, la cascada o la percusión sobre un metal,
son perturbaciones que ocasionan movimientos.
Como los hombres,
que fabrican instrumentos musicales
con lo que mejor resuena
(madera, caña o piel),
así el cielo elige los pájaros,
el trueno y el viento.
La sucesión de estaciones
demuestra la ruptura
del equilibrio cósmico.
La literatura busca la palabra.
El cielo a quien pueda hacerla resonar.

[35]
[36]

EC OLOC AC IÓN

Intento saldar esa brecha


entre contemplar tu extrañeza
o pertenecer a ella:
habitar tu comprensión
o hacerme un lugar allí;
no quiero diferir
porque cuando lo hago me pierdo.
La ecolocación o biosonar,
es la capacidad que poseen algunos animales
de conocer el entorno
a través de la emisión de sonidos
o al descifrar el eco que producen los objetos
en torno a su desplazamiento.
Todas esas mañanas de desesperación
necesité que alguien me llamara
para decirme quién era yo.
Mis ojos fallaban y debía desarrollar adaptaciones.
‘desfalleciente,
abandonado en Dios’,
como hubiera escrito el peregrino Johann Scheffer,
‘más de mil veces nació aquel en Belén
pero nunca en mí’,
¿cómo no iba a estar perdido?
Vaciaba los blísteres
y la mañana invertía los espejos
hasta hacer confortable
la calma posterior al pánico.

[37]
Tropezaba, chocaba contra los objetos;
buscaba puntos de orientación por resonancia.
El sonar de los barcos está basado en este principio,
podría ser un medio de localización acústica,
allí donde el radar emite ondas,
el sonar utiliza impulsos sonoros.
Para Heráclito, cuando lo oscuro
marca el predominio de la humedad,
el invierno acontece.
Un golpe de luz
en la mañana de los días por venir.
La multiplicidad de caminos
extendida hasta la cancelación.

[38]

DARWIN

El naturalista Charles Darwin


sufrió ataques de pánico hacia 1837,
su hija Anne murió a los diez años, en 1851,
cuando la supervivencia del más fuerte
dejó de ser una teoría.

[39]

[40]

CUANDO ESTAMOS ENF E R MOS

Los calambres tensaban nuestras manos


y espalda contra espalda
escuchábamos el goteo
de la canilla del baño,
algo de aire entraba por la ventana
y sentimos que los pájaros
cantaban dentro del cuarto.
Las visiones de la fiebre
producen asociaciones violentas.
Era cuestión de esperar
que nuestros cuerpos sanen.
Juanele dice en un reportaje
que cuando estuvo enfermo,
vio a los árboles ir hacia él,
‘como Rilke en Muzot,
que sintió que cada árbol
respiraba con sus pulmones’.
Nos sorprenden las imágenes logradas
por los poetas árabes ciegos
como Al-A’shã (570-625)
que ve una mota en el fondo
de una vasija de vino
y la compara con una pupila.
Cuando el virus comienza a menguar
las fuerzas retornan
pero la rutina adormece las visiones.
El mismo Baššar Ibn Burd (714-783),
semeja a una perla el lunar en la mejilla

[41]

de una esclava negra.


Es Baššar Ibn Burd, no vidente,
quien escribió: ‘la gota en la punta
del caño de nuestro cántaro,
semeja a un pájaro con un rubí en el pico’.
Durante la enfermedad
no hubiéramos podido salir de ese cuarto,
no uno sin el otro,
la debilidad de nuestros cuerpos
cancelaba la posibilidad
de oponer resistencia
Conciliábamos los opuestos
en el abandono.

[42]

D EC A NTAR

Para Mijail Bajtin ‘la lírica solo vive


gracias a la confianza en un posible
refuerzo coral’,
lírica como espera de otra voz,
un movimiento hacia el otro,
lo ‘prosaico’ entonces
sería eso que carece de emoción.
Pero silbar solo en una calle
deshace los géneros literarios;
comer, dormir, caminar en invierno,
el deseo de abrigarse,
eso es tejer,
eso es escribir;
‘texto’ deriva del verbo latino ‘texere’:
tejer, trenzar, entrelazar.
En el principio escribir fue cifrar,
rasgar una piedra o el barro,
para grabar algo
de carácter religioso o funerario,
incisiones sobre el lodo fresco
o sobre tablas de madera,
pero un hombre que silba en un callejón
nos recuerda que ‘cantar’
significa ‘coser canciones’.

[43]
[44]

L A C A MINATA

Camino sin dirección definida,


por el borde industrial de la ciudad.
Llevo una mochila con ‘El camino del samurai’,
una máquina de fotos y un cuaderno.
El ‘Hagakure’ es una obra literaria japonesa
escrita en el siglo XVIII cuyo nombre significa
‘a la sombra de las hojas’ o
‘escondido en la vegetación’.
Cada objeto, despojado de su funcionalidad,
convoca o despierta una asociación impensada:
un parabrisas roto sobre la acera donde reposa
una hoja de otoño. Una paloma sobre los restos
de un televisor.
Dice el ‘Hagakure’ que la vida del samurai
reside en la muerte: ‘Cuando un guerrero
está dispuesto a morir, ha alcanzado
la maestría de la Vía’.
‘Estoy listo para morir’
le dijo Osip Mandelstam a Anna Ajmátova
en febrero de 1934,
doblando por el Gogol Boulevard.
Tal vez el eco de los siglos por venir
cayó entonces sobre la sombra de los poetas,
‘porque el que quiera salvar su vida
la perderá’ (Mateo,14:25).
Cuando los árboles dan sombra
las calles empedradas se extienden.
‘En cuanto uno funda su razonamiento sobre el ‘Yo’,

[45]
puede ser muy prudente y astuto,
pero no sabio’. Poner en cuestión
la primera persona del singular,
marchar hacia un ‘nosotros’.
Según el sabio confucionista Ittei Ishida,
‘todo calígrafo, incluso mediocre,
puede aprender a escribir de una manera correcta,
si sigue las líneas de un renglón’.
Solo resta la voluntad de caminar,
en uno, en algún otro o en nadie.
Dice ‘La vía del samurai’ que ‘la pureza
no se consigue sin esfuerzo’.

[46]

P OEMA PA RA MIROSL AV TICH Ý

La obra no consciente de sí misma.


Aquel consejo de Osip Mandelstam:
‘hacer a un lado el texto principal
y guardar lo escrito en los márgenes’.
La captura del instante,
algo del orden de lo que no perece
ni perdura. Estados de suspensión.
La consigna de Rimbaud: ‘fijar vértigos’.
No, no fue Miroslav Tichý un vagabundo
que construía sus máquinas de foto a mano,
con cartón, latas y cinta adhesiva;
no revelaba y enmarcaba las fotos
con desechos que juntaba de la calle.
No fotografió mujeres checas,
pequeñas postales voyeur del deambulador.
No agradezco su merodeo
en torno a las piscinas de Praga,
todas esas estampas imperfectas que el tiempo
y el anonimato hubieran arrebatado.
No vivió Miroslav Tichý entre 1926 y 2011.
Miroslav Tichý no ‘miró’. No ‘cartoneó’.
No es el arte un daño colateral.
Ni duele esta noche escribir estas palabras.

[47]
[48]
SOBRE EL AUTOR

J
-----avier Galarza. Buenos Aires 1968. Publicó los libros
Pequeña guía para sobrevivir en las ciudades (2001), El silencio
continente (2008), Reversión (2010, Tropofonia, Belo Hori-
zonte), Refracción (añosluz, 2012), Cuerpos textualizados (Le-
tra Viva, 2014, en coautoría con Natalia Litvinova), Lo
atenuado (audisea, 2014) y La noche sagrada (audisea, 2017).
Desde el año 2003 es Profesor Asociado de la Fundación
Centro Psicoanalítico Argentino donde dio cursos sobre
Hölderlin, Rilke y Paul Celan. Escribió notas y ensayos
sobre Alejandra Pizarnik y Osip Mandelstam, entre otros.
Se dedica a la enseñanza y a la investigación literaria.

[49]
M ayo 2 0 1 7
Impreso en Buenos Aires,

Buenos Aires Poetr y


w w w. b u e n o s a i r e s p o e t r y. c o m

Diseñado por Camila Evia


w w w. c a m i l a e v i a . t u m b l r. c o m

ä buenosaires
poetry

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