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La 

papa es lo primero que cualquier nutricionista saca de todo plan


para bajar de peso. Forma parte de las "prohibidas p" junto con el pan,
la pizza, las pastas y los postres, por lo que leer "dieta" y "papa" en la
misma genera duda: ¿realmente hace adelgazar la dieta de la papa?

"A los nutricionistas en la universidad nos enseñan que la papa


engorda, por lo tanto, si alguien quiere adelgazar, se la sacás de la
dieta", asegura el doctor Lucio Tennina, médico especialista en
nutrición que se propuso desmitificar esta creencia en su nuevo
libro La revolución de la papa (Grijalbo).

Según el especialista, durante mucho tiempo se metió a la papa en la


misma bolsa que a los cereales: "La papa es una hortaliza, es lo
mismo que la zanahoria o la remolacha. Los cereales sí son
concentrados calóricos".

La papa está compuesta en gran porcentaje por


agua y, además, tiene gran poder de saciedad,
resalta el especialista
A nivel calorías, una papa mediana tiene el mismo valor que dos
zanahorias; a nivel nutricional contiene gran cantidad de vitamina C,
hierro, potasio, magnesio, calcio y muy poco sodio.

Los carbohidratos que la forman son principalmente almidones, por lo


cual su asimilación lenta provee al organismo de energía de forma
pareja y constante, no como sucede cuando se incorpora azúcar. "La
papa en sí no engorda, lo que te hace subir de peso es el método
de cocción con que se haya preparado".

Una papa frita es pésima porque, al estar cocida en grasa, el efecto de


saciedad se revierte; por el contrario, da hambre. "Pero una papa
hervida con un chorrito de aceite –en frío– es un gran alimento,
ahí está la diferencia", asegura el doctor. De hecho, en su libro
propone comer papa en las tres comidas principales del día para bajar
de peso.

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