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Psicoanálisis y muerte digna: el cine como vía para singularizar un derecho

Psychoanalysis and Death with Dignity Law: A Film as a Singular Dimension of Right

Florencia González Pla

Resumen

La Ley de Muerte Digna, promulgada en Argentina en 2012 y aplicada por primera vez en 2015,
integra el grupo de los llamados “nuevos derechos”. Su adecuada comprensión y aplicación requiere
conocimientos del campo jurídico y psicológico. Este artículo presenta un episodio de la serie PS!
(Calligaris, HBO, 2014) en el cual se puede apreciar esta complejidad. Se trata del caso de una
anciana que padece un cáncer terminal y sus hijos no se ponen de acuerdo respecto de cómo encarar
la fase final de su vida. La entrada de un psicoanalista en la situación permite un movimiento que
ejemplifica el valor singular del concepto de “muerte digna”.

Palabras claves: Cine Derechos Ética

Abstract

The Death with Dignity Law, enacted in Argentina in 2012 and first applied in 2015, is part of the
group of so-called "new rights". Their proper understanding and application requires knowledge of
the legal and psychological field. This article presents an episode of the series PS! (Calligaris, HBO,
2014) in which we can appreciate this complexity. This is the case of an old woman suffering from
terminal cancer and her children fail to reach agreement on how to approach the final stage of the
life of this woman. The entry of a psychoanalyst in the situation allows a movement that
exemplifies the unique value of the concept of "death with dignity".

Keywords: Film Rights Ethics

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“¿No sería mejor dejar a la muerte, en la realidad y en nuestros pensamientos, el lugar que
por derecho le corresponde, y sacar a relucir un poco más nuestra actitud inconciente hacia
ella, que hasta el presente hemos sofocado con tanto cuidado? [Esto tendría] la ventaja de
dejar más espacio a la veracidad y hacer que de nuevo la vida nos resulte soportable.”
Freud, 1915i.

El noveno episodio de la serie PS! realizada por ContardoCalligaris,ii lleva como título “La vida en
mis manos”. Se inicia con la toma de exteriores de una casaresidencial de Sao Paulo, frente a la que
se encuentra estacionada una ambulancia. En el interior, el médico conversa con tres personas
jóvenes, dos hombres y una mujer. Al fondo, se ve una cama de hospital con una anciana que
reposa con los ojos cerrados. Rápidamente advertimos que se trata de una familia que atraviesa una
situación dolorosa. La madre, postrada en el lecho está enla etapa terminal de un cáncer y los hijos
discuten con el médico acerca de cómo proceder ante el fin, que resulta inminente.Los dos varones
se inclinan por una sedación terminal con el argumento de que lo que su madre está viviendo no es
verdaderamente vida. La mujer, en cambio, se niega a tomar cualquier iniciativa en esa dirección,
considerándola una crueldad.

¿Qué nos dice ContardoCalligaris con esta escena inicial? Que en la entrada situacional la decisión
sobre el fin de la vida se presenta siempre atravesada por una lógica bivalente. Se trata de una
situación conocida y relativamente anticipable por la que atraviesan muchas familias. Estamos ante
un dilema, es decir un problema que tiene dos soluciones posibles, lo cual se expresa en las
“posiciones” de los hermanos frente al destino de una madre agonizante.

En términos de Ignacio Lewkowicz:

Opinar a favor o en contra no cesa de constituir la operación básica de identificación


imaginaria. El comentario circula sin rozar la superficie de lo comentado; agrupa y disuelve
conjuntos fácilmente encuestables. Hoy ganan los a favor; mañana los en contra. El tema
que ocasionalmente los divide carece de significación por sí; vale por su función imaginaria
de demarcación de una diferencia pequeña, de una diferencia opinable.Si la discusión es a
favor o en contra, no hay margen para el pensamiento ético(Lewkowicz, 2004).

Pero lo interesante de la propuesta del episodio es que la situación está allí justamente para ser
destituida. Para poner en evidencia sus límites, para ponerla en cuestión. No se trata de confirmarla,
reforzando los argumentos a favor o en contra de una decisiónsino de generar condiciones analíticas
para pensar la situación misma.

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En una segunda escena, suena el teléfono en el consultorio del psicoanalista Marco Antonini, quien
es convocado por estos hermanos para una consulta familiar. En la entrevista se profundiza la
discrepancia manifestada previamente. Paula, que está en una etapa avanzada de su embarazo,
insiste en mantener a su madre con vida, ofreciendo incluso alojarla en su casa para cuidarla junto al
bebé que nacerá pronto. Los hermanos varones insisten a su vez en poner fin a esa agonía. La
situación parece repetir la escena inicial con el médico, con la familia dividida frente a la decisión.
Pero cuando finaliza la entrevista Paula acompaña al analista hasta la puerta y antes de despedirse
Antonini le pregunta si no le parece que deben volver a conversar sin la presencia de los hermanos.
Inmediatamente Paula pregunta si considera que sus argumentos no son válidos, el analista contesta
que le parece extraño que estando su embarazo tan avanzado quiera cuidaral mismo tiempode su
madre y del bebé. Frente a esta intervención, ella acepta un próximo encuentro.

Eutanasia, autonomía, consentimiento, sedación

Hagamos un pequeño paréntesis para recordar la noción de eutanasia, cuya etimología deriva del
griego euthanasía, que significa ‘buena muerte’. Tanto por acción como por omisión, la eutanasia
supone la decisión médica de provocar la muerte de una persona con el propósito de evitar el dolor
y poner fin al sufrimiento. Según las concepciones clásicas se habla de eutanasia activa cuando la
muerte es causada a través de una acción, por ejemplo administrando medicación en dosis
considerables. Y de eutanasia pasiva cuando se precita la muerte por no proveer los cuidados
necesarios, por ejemplo privando de alimento o agua al paciente (Michel Fariña, 2012).
Enla primera escena en que los tres hermanos están reunidos con el médico debatiendo sobre la
decisión “correcta”, uno de ellos sugiere dejar de alimentarla, mientras que el otro hermano aclara
que estaría sedada, que no sentirá nada. En ambos casos la hermana se niega a dar curso a sus
propuestas, preguntándoles si sus conciencias les permitiríandormir…Como vemos los hermanos
proponen dar fin al sufrimiento mediante lo que se podría considerar eutanasia pasiva y activa
respectivamente, mientras que la hermana desacredita ambas posturas insistiendo en mantenerla con
vida todo lo posible.

Las dos escenas, ante el médico y ante el analista,giran aparentementesobre la misma decisión. Pero
su tratamiento circula por carriles diferentes. En la primera vemos a los hermanos dirigirse al
médicopara saber si su madre podrá tener una vida digna –si escucha lo que le dicen, si sufre–
interrogantes que el médico responde por sí o por no, expresando compasión desde su saber. En la
segunda en cambio, ocurre algo diferente. Luego de que cada hermano expone sus argumentos, uno
de ellos interroga al analista para saber si él está de acuerdo. Antonini contesta que no está allí para
convencer a nadie de cambiar de opinión. Les dice que se trata de una decisión que tendrán que
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tomar entre los tres, sustrayéndose así de tomar partido. ¿Qué nos está queriendo mostrar el
personaje? Que no se trata de lo que el analista piense o sepa al respecto, en términos de lo que sería
correcto o incorrecto, sino de generar las condiciones de posibilidad para que otra cosa allí suceda.

¿Cómo ingresa en este contexto la noción de “muerte digna”?La expresión muerte digna se refiere
al derecho a no prolongar la vida de un paciente que se encuentra en la fase final de una enfermedad
terminal, limitando los esfuerzos médicos y terapéuticos que pudieran dilatar el inevitable
desenlace.

El 9 de mayo de 2012 se sancionó en la Argentina la ley 26.742 de Muerte Dignaiii, la cual modificó
la ley 26.529 de los Derechos de los Pacientes en su Relación con los Profesionales de la Saludiv.

El siguiente párrafo, agregado en la nueva legislación, destaca la diferencia más sustancial y


controvertida entre ambas leyes. El mismo aparece en el artículo 1°, refiriéndose a laAutonomía de
voluntad y luego en el artículo 2° sobre Consentimiento Informado:

El paciente que presente una enfermedad irreversible, incurable o se encuentre en estadio


terminal, o haya sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación, informado en forma
fehaciente, tiene el derecho a manifestar su voluntad en cuanto al rechazo de
procedimientos quirúrgicos, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital
cuando sean extraordinarias o desproporcionadas en relación con la perspectiva de mejoría,
o produzcan un sufrimiento desmesuradov. También podrá rechazar procedimientos de
hidratación o alimentación cuando los mismos produzcan como único efecto la
prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible o incurable.

Más adelante agrega que, en caso de que el paciente no esté en condiciones de dar su
consentimiento, la decisión quedará a cargo de sus representantes legales. Punto que nos lleva al
corazón del episodio. ¿Se trata de tener la vida del otro en las manos, o de soportar la propia vida
sin los otros que amamos?

Quienes están de acuerdo con la ley afirman que se trata de evitar el empecinamiento médico de
salvar vidas a cualquier precio, del derechodel paciente a poner fin a su vida y que este sea con el
menor sufrimiento posible. Calidad de vida y muerte serían los argumentos principales. Quienes se
oponen ala aplicación de la ley sostienen que el hecho de que no se los asista con alimento o agua, y
en su lugar se lo haga con suero, alarga la agonía y el sufrimiento, volviendo tortuoso dicho
accionarvi.

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La sedación terminal o paliativa, que consiste en facilitar a los pacientes terminales en agonía la
posibilidad de recibir medicación que los duerma profundamente mientras esperan la muerte, es la
iniciativa más frecuente que adoptan los médicos para cumplir con el espíritu de la ley.

Derechos del paciente, autonomía, consentimiento informado, revocabilidad, sufrimiento, vida,


agonía, muerte, son significantes que insisten y que no logran encadenarse para encontrar una salida
respecto de qué se debe hacer o de qué se debe evitar en ese punto de no retorno. Se vuelve evidente
que a pesar del intento de modificación de las leyes vigentes no hay consenso respecto de su
interpretación, cuando se trata tanto de la propia muertecomo de la de un ser amadovii.

La singularidad de una muerte digna

Volvamos al episodio. En la escena siguiente, Paula está frente a su madre acompañando a la mujer
que la higieniza, cuando súbitamente rompe bolsa y debe salir urgida al hospital, auxiliada por la
enfermera… Hay un corte, y cuando finalmente el terapeuta acude a la entrevista, el bebé ya ha
nacido. Nuevamente vemos a Paula pidiendo asistencia a la enfermera para que se lleve a su hijo
mientras ellos conversan. Frente al llanto que se escucha en la casa, decide comenzar la sesión en el
jardín. Paula retoma el tema de la charla con sus hermanos. Dice que ellos no entienden por qué
quiere mantener con vida a su madre. Antonini pregunta si ella entiende por qué lo hace, a lo que
Paula responde que hace lo que toda hija haría. Quiere que viva todo lo que pueda…

Aparece una primera cuestión donde Paula diferencia entre “ser hija” y “ser hijo”; afirma que con
ella su madre era más controladora que con sus hermanos. Comienza entonces a hablar de la
ambivalente relación madre-hija. De chica solía escaparse de su casapara encontrarse con un
noviecito, gracias a la complicidad de la criada. Al volver, la madre acostumbraba olerla para saber
si fumaba o tomaba. También leía sus diarios íntimos y así la tenía controlada. Además la obligaba
a contarle todo. Antonini pregunta si ella la obedecía y Paula responde que le mentía porque se
sentía intimidada. En cambio con su padre no podía hacerlo. Con su madre “era una locura”, tenía
sentimientos encontrados por haberle mentido y por haberse divertido. Contradicción que la
sorprende dejando entrever que algo de eso le pertenece.A continuación recuerda la anécdota en que
la madre le leyó sus diarios íntimos. EntoncesAntonini redobla la apuesta respondiendo queahora es
ella quien controla a su madre.Más sorprendida todavíaPaula le responde –y se pregunta– ¿Le
parece…? Otra vez el llanto del bebé que ahora anuncia el corte de la sesión.

¿Qué es lo que ha sucedido aquí? Hasta este momento la situación para Paula se presentaba en
términos de posiciones mutuamente excluyentes A/-A. Sus hermanos, vencidos por la situación que

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atraviesa su madre, quieren poner fin a su vida, mientras que Paulase dispone a cuidar de ellapara
que viva todo el tiempo que sea posible. Posición sacrificial que la enfrenta a la frialdad de sus
hermanos.

En este contexto, ¿qué movimientos introduce el analista a partir de sus intervenciones? Diremos
que en una primera intervención, aquella en la que responde queél no está allí para convencer a
nadie, da lugar a que surja alguna pregunta, alguna grieta que ponga en jaque la completud del
universo de posibilidades de Paula. Luego, durante la sesión, se produce otro movimiento, algo del
relato infantil se le vuelve ominoso. De niña, Paula era el objeto vigilado y controlado por su
madre; y ahora, devenida madre, es ella quien cuida celosamente de su propia madre como objeto.
Inversión de lugares en donde lo que se juega es lo idéntico de la duplicidad. Tensión agresiva entre
la imaginen especular y el cuerpo real, en donde lo especular aún no está dispuesto a ceder, pero
comienza a traslucirse bajo los galas narcisistas de la venganza…

Una escena más viene a reforzar esta hipótesis clínica. Se trata del momento en que Paula decide
maquillar a su madre. Se encuentran en la habitación Paula, su madre y su bebé, quienoficiará de
“interlocutor”. Paula le dice a su madre que alguien vino a visitarla, mientras le presenta a su
abuelael bebé que lleva en brazos. Al verla agotada y pálida se le ocurre que sería oportuno
maquillarla. Mientras comienza a hacerlo le dice que quiere verla saludable y bonita, que le trajo
los maquillajes quetanto le gustaban, y que la va dejar hecha una belleza. Interrumpe la escena la
criada, para avisarle que ha llegado el doctor Carlo.La enfermera, sorprendida por el aspecto de la
anciana le pregunta a Paula qué le ha sucedido... La toma concluye con una elocuente escena
duplicada. Paula le cambia los pañales al bebé mientras le pide a la criada que le cambie los pañales
a la madre. Entretanto, Antonini espera fuera de la habitación en silencio.

Recordemos que en el Seminario de La Transferencia Lacan hace referencia al discurso de Diotima


en relación a la belleza y la búsqueda de la inmortalidad. El deseo de lo bello oculta el deseo de
muerte. A partir de este mito Lacan propone pensar el concepto de belleza como la última trinchera
del sujeto frente a la angustia. En este sentido la belleza opera como velo frente a la propia
castración. Enseguida volveremos a este punto.

Una última escena. Carlo recibe un llamado telefónico de Paula y acuerdan una entrevista al día
siguiente. Se produce entonces un movimiento que obliga a Paula a volver sobre sus pasos y
responderpor su propia separación. Decide que ya no quiere mantener a su madre de esa manera,
que es demasiado cruel. Recuerda la última sesión y le dice a Carlo que tiene razón, que se está

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vengando de su madre al controlar su vida.Él le pregunta de qué manera lo está haciendo. Se da el
siguiente dialogo:

P:Porque ahora ella [su madre]sabelo qué es ser controlada.


A: Podrías vengartedejándola morir.
P: Sí, pero es más vengativodejarla como está.Y ayer hice algo tan raro.Tú fuiste testigo. La
maquilléde forma tan grotesca. No sé, no sé qué debo hacer, ¿entiendes? No sé si dejarla
así,o si dejar que se muera, no sé.
A:Creo que solo debes saberpor qué decides una cosa u otra.
P:Creo que es mejor dejarla ir.También sería extrañodejarla como está.¿Tú crees que...si
decidimos dejarque se vaya,podrías acompañarnos?

Aquelloque en los encuentros a solas con el analista se presentaba como una posición “vengativa”
de Paula, del orden de lo especular, en la salida situacional emerge como un verdadero movimiento
subjetivo. Ya no se trata de lo que toda hija haríapor una madre, sino de lo que ella pueda hacer
con la muerte de su madre. Punto ineludible en el que nuevamente el sujeto se desvanece por la
torsión que significa una nueva separación. Ahora ya no causando al sujeto, sino asumiendo su
propia castración. Momento en el que ni la última trinchera, la belleza, puede velar lo real.

Bibliografía

Freud, S. (1915). "Nuestra actitud hacia la muerte", en Obras Completas. Buenos Aires:Amorrortu,
2008, XIX.

Gómez, M. et. al. (2014) Identidad y cuerpo en tiempos de la biopolítica. Aesthethika. Revista
Internacional de estudio e investigación interdisciplinaria sobre subjetividad, política y arte. 11
(1), Mayo 2015.

Lacan, J. (1956). El Seminario. Libro 8, “La Transferencia”. Buenos Aires:Paidós, 2011.

Lewkowicz, I (2004) Infinito, paradoja y negación de la negación. Mimeo, Facultad de Psicología,


UBA.

Michel Fariña y Solbakk (2012) (Bio)ética y cine. Tragedia griega y acontecimiento del
cuerpo.Buenos Aires: Letra Viva.

i
Citado en Gómez, M. et. al. (2014) Identidad y cuerpo en tiempos de la biopolítica. Aesthethika. Revista
Internacional de estudio e investigación interdisciplinaria sobre subjetividad, política y arte. 11 (1), Mayo
2015, p. 10.

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ii
Respecto de la serie PS! y su interés para el campo de la ética narrativa y en particular para el tema de este
artículo, ver Michel Fariña "La vida eterna sería insoportable: Un analista en la extimidad”. Disponible
en:http://www.eticaycine.org/article3234
iii
Ley 26.742. Ley de Muerte digna. Sancionada por el Congreso Nacional el 9 de Mayo 2012. Promulgada de
Hecho el 24 de Mayo de 2012
iv
Ley 26.529. Ley de Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de la Salud.
Sancionada el 21 de octubre de 2009 y promulgada de Hecho el 19 de noviembre de 2009.

v
El 7 de Julio de 2015, tuvo lugar la primera aplicación de la ley en la Argentina. Ver:
http://www.infojusnoticias.gov.ar/nacionales/la-corte-suprema-avalo-la-muerte-digna-9069.html

viAl respecto Jack Kevorkian, el médico que promovió en Estados Unidos el derecho al suicidio asistido,
cuestiona incluso la eutanasia pasiva, comparando la muerte lenta por inanición a la que se somete al paciente
con el largo tormento que debieron padecer los prisioneros en los campos de concentración. Ver Michel
Fariña, “Dr. Muerte, Eutanasia y suicidio asistido: Narrativa cinematográfica de la muerte que más duele”. En
Bioética y Cine. op.cit.

viiFreud se refirió en varios de sus artículos al tema del duelo y la muerte. En Nuestra actitud ante la muerte
encontramos el siguiente pasaje donde se refiere a la pregunta–y especialmente a la respuesta–en torno a la
posición de cada ser humano hacia su propia muerte.“No fue el enigma intelectual ni cualquier caso de
muerte, si no el conflicto afectivo a raíz de la muerte de personas amadas, pero al mismo también ajenas y
odiadas, lo que puso en marcha la investigación de los seres humanos. De este conflicto de sentimientos nació
ante toda la psicología. El hombre ya no pudo mantener lejos de sí la muerte, pues la había probado en el
dolor por el difunto. Pero no quiso admitirla, pues no podía representarse a sí mismo muerto”. En Obras
Completas (1915), Tomo XIV, 1915. p. 295.

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