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UNNE – Universidad Nacional del Nordeste

FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE LETRAS
CÁTEDRA: Literatura Iberoamericana II
PROFESOR ADJUNTO: Pageau, Christian
INTEGRANTE: Carrió, Rodrigo (Profesorado en Letras)
AÑO: 2020
LA RESISTENCIA DE LOS, LAS Y LES MARRONES QUEER
Teniendo en cuenta que nos encontramos en el mes de la Marcha del Orgullo TLGBIQNB+
en Argentina, me gustaría mencionar que los, las y les marrones existen, que no son solamente una
historia leída en un libro o una canción escuchada en Youtube, y esa misma existencia es
resistencia.
Durante siglos los procesos de colonización y capitalismo (conquista, explotación y
sometimiento) se impusieron y enseñaron una sola lengua, una sola religión, una sola cultura y
desterraron, no solo, las tierras y las identidades originarias, sino además el color, el deseo, el placer
y el afecto. A consecuencia de esto lo afectivo, y lo sexoafectivo, ha sido considerado como pecado,
falto de cultura, salvajismo o “bárbaro” durante demasiado tiempo, y también durante demasiado
tiempo a las mujeres indígenas las han consideraron brujas, sucias o atrasadas.
Fue así como la modernidad se dividió entre los binarismos heterosexualidad y
homosexualidad, clasificando lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo, y las personas con deseo y
personas sin deseo. Olvidando que para las culturas nativas originarias no existían dicho conjunto
de reglas, que tanto ni hombres como mujeres debían cumplir para ser consideradxs miembrxs de su
tribu.
Por ello, la única respuesta posible, hoy en día, debe ser la anticolonialidad, la
decolonización, el antirracismo y el orgullo político de nuestras ascendencias e historias (pero de
todas las historias, no solo las masculinas y femeninas, también las queer).
Pero, ¿y dónde quedan esos cuerpos marrones no binarios dentro de la historia moderna?
¿Dónde quedan las historias de lxs ‘Nádleehí’ (que para lxs Navajo significa: “uno que se
transforma”), de lxs ‘Winkté’ (que para lxs Lakota es el nombre dado a hombres que se comportan
como mujeres) o de lxs ‘Niizh Manidoowag’ (que para lxs Ojibwe significa literalmene “dos
espíritus”)? ¿Qué más fantástico y maravilloso que estas identidades?
Al ocultar estas historias queer obligan a que la historia contada indirectamente diga que la
homosexualidad, la transexualidad y otros tipos de sexualidades no heterosexuales sean
consideradas como rituales europeos, como si los colonizadores también hubieran inventado las
sexualidades no binarias. Cuando el caso es totalmente el contrario.
Si queremos hablar de interculturalidad, visibilización, memoria, antropofagismo, etc.
debemos incluir estas historias, buscarlas y contarlas, dejar de ocultarlas bajo libros y libros de
historias binarias heternormativas.
Porque estas historias, aún dentro de la descolonización, siguen siendo calladas, silenciadas,
sus cuerpos no figuran en los espejos que reflejan los arcoíris ni las historias de pueblos olvidados o
colonizados. A los libros de historia modernos les falta el color de estas pieles, de las pieles
marrones que predominan en este país, de las pieles de millones de historias.
Por eso, teniendo en cuenta lo anterior expuesto, es apropiado decir que la militancia
decolonialidad debe ser antirracista, y eso es una deuda histórica que la diversidad, también, debe
incluir los besos de las, los y les marrones (indígenas, afros y racializadxs) de la comunidad
TLGBIQNB+. Teniendo en cuenta el contexto en el que nos encontramos hoy en día deberíamos
empezar a hablar de un movimiento antirracista que descolonice no solo la cultura y la historia sino
también la sexualidad, que incluya estas identidades marrones TLGBIQNB+, para no seguir
cimentando ni imitando modelos represivos occidentales heteronormatizados, hegemónicos y
visibilizar las demás entidades raciales (no solo las masculinas o femeninas hetero-cis-binarias) que
predominan nuestro suelo.

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