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Clase 16 Santo Tomás

Vamos a trabajar a Tomás siempre en relación con lo que venimos viendo. En las clases
anteriores estuvimos estudiando los problemas inherentes a la recepción de De Anima. Lo que
vimos fueron dos ejemplos clave e su recepción. Alejandro y Averroes.
Para Averroes todas las instancias de fundamentación del conocimiento como universal y
necesario, es decir, como eterno tiene lugar en dos entidades suprasensibles, estas dos entidades
forman parte de una cadena de inteligencias que emana desde el primer principio y son el
intelecto agente y el intelecto posible y material. Según Averroes el proceso de conocimiento
sucede de esta manera: el intelecto pasivo de un individuo, es decir, la forma sustancial que lo
define como un ser humano, su acto primero que es la capacidad de conocerlo todo, Ese
intelecto pasivo individual es afectado por los objetos externos a partir de las sensaciones.
Inmediatamente una imagen de estos objetos se forma en la imaginación o en la fantasía del
individuo, o sea, se forma en su facultad interna de formarse imágenes. Hasta aquí no hay
diferencia con el modo en que esta tradición supone que un animal se forma las imágenes, es
decir, es un conocimiento particular.
Para que tenga lugar el conocimiento propiamente dicho, es decir, ese movimiento por medio
del cual los seres humanos conocen la verdad y construyen ciencia, es necesario que intervenga
el intelecto agente y que actúe sobre las imágenes sensibles que se encuentran en la fantasía o en
la imaginación de cada individuo. Por medio de esta acción el intelecto agente separa las
imágenes materiales del elemento espiritual en ellas, es decir, aquello que en las imágenes que
es susceptibles de ser inteligido o conocido por medio del intelecto.
En términos aristotélicos, el intelecto agente por medio de la abstracción o de la separación de
lo sensible hace pasar al acto aquello que en las imágenes era inteligible solo en potencia. El
resultado de ese proceso es el concepto que se forma cuando el intelecto agente comunica o
participa el efecto de su actividad a una segunda entidad extramental que está subordinada a él y
que también es común a todos los hombres que es el intelecto posible o material. Se llama
material por su potencialidad no por estar ligado a lo sensible. A su vez, el intelecto posible que
ha recibido el concepto comunicado a él por el intelecto agente se lo participa por comunicación
también a los seres humanos individuales.
Cada individuo recibe los conceptos en su imaginación y al recibirlos su imaginación deviene
en intelecto teórico que es una facultad individual y en tanto es una facultad individual ella es
corruptible.
Este intelecto teórico individual solo participa del mundo eterno de la verdad en la medida en
que lo fecunda la acción conjunta del intelecto agente y del intelecto posible material. La forma
substancial del hombre, este intelecto pasivo no es capaz de trascender por sí solo el orden
sensorio imaginativo. La conclusión es que el alma humana de cada individuo está sujeta a la
generación y a la corrupción y que muere cuando muere el individuo.
La inmortalidad en la que piensa Averroes no es la del hombre individual sino de la especie
humana y tiene lugar en los planos de los intelectos posible y agente. Ahora bien, el problema
que esto le plantea al occidente latino medieval es doble. Por un lado, hay problema por ver
quién es el sujeto del conocimiento y esto no es solo un problema epistemológico sino que es un
problema que afecta al ser humano como tal porque el fin del ser humano, por el medioevo
latino occidental cristiano, es la unión con la verdad, es decir, con el lógos divino , pero si
no hay sujeto del conocimiento humano no puede darse esta unión. Por el otro lado, hay otro
problema que si el alma no es inmortal entonces no hay premio ni hay castigos después de la
muerte, o sea, que vale todo.
El gran comentario de De anima de Averroes fue traducido al latín hacia el 1230. Lo único que
nos queda de ese texto es esta traducción. Y en la segunda mitad del siglo XIII ósea 20 años
después ya había alcanzado mucha notoriedad. Tomás nace en 1225, muere a los 49 años, 1275.
Tomás discutió contra la teoría de Averroes en varias obras.
Esta obra que vamos a leer nosotros la pueden leer entera si quieren. Tiene algunas discusiones.
Nosotros vamos a leer el capítulo 1, el capítulo 4 y no está aún decidido si el 5 también.
En 1270 Tomás publica acerca de la verdad del intelecto contra los averroístas. Este año se
habían condenado a 13 errores y a aquel que lo enseñara o defendiese. El primero es que el
intelecto de todos los hombres es uno y numéricamente idéntico. Se supone que el autor que a
que se señala la prohibición es sigerio de bravante.
Nosotros vamos a leer el proemio o el prefacio en donde Tomás enuncia las dos tesis averroístas
que él va a refutar. Una es que el intelecto material es una sustancia separada, es decir, no se
mete con el agente. La segunda es que el intelecto material es uno numéricamente para todos los
seres humanos. Entonces, en contra de que es una sustancia separada en contra de que es común
a todos los seres humanos. Esto anuncia en el prefacio.
Después en el capítulo 1, los primeros 5 parágrafos. Ahí lo que argumenta es que según
Aristóteles el alma es la forma sustancial del cuerpo y el intelecto es una parte del alma. En el
prefacio como ustedes van a ver empieza con la enunciación del problema que a mi gusto es
muy atractiva porque dice así: “si el deseo de conocer la verdad es natural a todos los seres
humanos entonces el peor error que se puede cometer es empezar la búsqueda con una noción
equivocada acerca de la herramienta que vamos a utilizar, es decir, acerca del intelecto.” Se trata
de un error inicial que comprometería a toda la búsqueda, es como cuando uno empieza una
caminata corriendo, por ejemplo, y después en la mitad está agotado y quiere corregir el paso.
Él considera que empezar con un error inicial hace que todo el resto de nuestro razonamiento
sea erróneo., Por eso es tan importante resolverlo.
Y según él dice el error sobre el intelecto que se propone resolver proviene de 2 equivocaciones
de Averroes al leer De anima. La primera la creencia de que el intelecto material es una
sustancia separada del cuerpo humano y que no se puede unir a este cuerpo de ninguna manera
y la segunda equivocación es que el intelecto posible es un intelecto único o una capacidad
única para todos los hombres o común a todos los hombres.
Una vez que estableció las dos tesis que va a refutar Tomás aclara la perspectiva metodológica
desde la cual lo va a hacer. Y ahí es donde el dice, esto va a ser desde el punto de vista de la
razón filosófica., porque desde el punto de vista de la fe es obvio que es un disparate lo que dice
Averroes. El objetivo del capítulo uno es demostrar que estas tesis no pertenecen a Aristóteles.
Todo el capítulo está centrado en mostrar que el intelecto posible es parte del alma y que el
alma es la forma del cuerpo. Cosa que además pueden encontrar en Aristóteles y que está en
la selección de textos que leímos.
La segunda tesis, a que el intelecto no puede ser único, esa la va a abordar en el capítulo 4. En el
1 sus argumentos están en función de demostrar que según la definición de alma que da
Aristóteles el intelecto no está separado, es decir, es la parte intelectiva del alma con la cual el
alma piensa y conoce.
E el parágrafo 3 el combina las dos definiciones de alma que da Aristóteles en el primer capítulo
del libro 2 de De anima. Una es que el alma es entelequia o el acto primero de un curepo
natural organizado y por otro lado el dice que el alma es la entidad definitoria, esto es, la
esencia de tal tipo de cuerpo. Y combinado estas dos definiciones Tomás concluye que para
Aristóteles el alma es la forma sustancial del cuerpo físico.
Ahora bien, Aristóteles dice en este mismo pasaje esta es una definición general de la naturaleza
del alma. Uno podría decir no está hablando del alma humana, simplemente una definición
general y de hecho Tomás lo usa para dar otra vuelta de tuerca. Porque dice este carácter de
universal y general de la definición de alma demuestra que no excluye a ningún tipo de alma y
si no excluye a ningún tipo de alma tampoco excluye a la intelectiva. También el alma
intelectual es forma sustancial del cuerpo y esto nos llevaría a concluir que para Aristóteles no
hay ningún intelecto separado. Pero el pasaje que Tomás mismo cita mismo parecería poner en
peligro su hipótesis

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