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II Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología

XVII Jornadas de Investigación Sexto Encuentro de Investigadores en Psicología


del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos
Aires, 2010.

Carácter: cicatriz en el yo del


núcleo pulsional o el problema
freudiano de la fijación al
trauma.

Dal Maso Otano, Silvina.

Cita:
Dal Maso Otano, Silvina (2010). Carácter: cicatriz en el yo del núcleo
pulsional o el problema freudiano de la fijación al trauma. II Congreso
Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XVII
Jornadas de Investigación Sexto Encuentro de Investigadores en
Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de
Buenos Aires, Buenos Aires.

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CARÁCTER: CICATRIZ EN EL YO DEL En cuanto a su presentación en transferencia, en diferencia con
los síntomas y su carácter resistencial, cabe preguntarse por la
posible relación con aquello que Freud había conceptualizado co-
NÚCLEO PULSIONAL O EL PROBLEMA mo repetición en acto (Agieren).
En este texto Freud se propone reconducir a su origen algunos de
FREUDIANO DE LA FIJACIÓN AL esos sorprendentes rasgos de carácter. No siempre se trata de
aquellos rasgos que el paciente reconoce o que le atribuyen quie-
TRAUMA nes lo rodean. Se trata de “propiedades del enfermo” que se acre-
cientan con intensidad insospechada en la transferencia, o, inclu-
Dal Maso Otano, Silvina so, “salen en él actitudes que no se habían traslucidos en otros
UBACyT, Universidad de Buenos Aires vínculos de la vida”[iv]. En los tres casos se puede destacar la fi-
jeza, lo inconmovible de la posición de esos sujetos como una
característica de lo que se denomina su carácter. Es decir que
podemos suponer que llamar a esas manifestaciones carácter po-
RESUMEN dría estar en el lugar de la noción de posición subjetiva, la cual
En “Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoana- implica una dimensión más extensa que la de síntoma, que alude
lítico”, Freud opuso la noción de carácter a la de síntoma, en tan- aparentemente a algo más localizado.
to el primero hacía obstáculo al trabajo del análisis. En ese texto En el caso de Las excepciones, se trata de sujetos que reclaman
podemos leer la relación de lo que denomina carácter con respec- un resarcimiento a causa de una grave injusticia, por lo cual se
to a la demanda que desconoce o aplasta la dimensión de la cas- declaran con derecho a ser una excepción. Ser una excepción
tración y al imperativo superyoico que, vía la culpa, empuja a los debería eximirlos de posteriores impedimentos, como verse limi-
sujetos al pasaje al acto criminal. Este trabajo buscará interrogar tados por alguna legalidad que los restrinja en relación a sus de-
esa oposición propuesta por Freud y la relación del carácter con seos y búsquedas de satisfacción. Ricardo III nos da una ocasión
la estructura del yo y de la pulsión, para lo cual nos serviremos de de ubicar hasta dónde pueden extenderse los efectos de esa po-
la noción de fijación al trauma tal como la retoma en 1939 en sición si se combinan con el poder. En el ámbito acotado de un
“Moisés y la religión monoteísta”. análisis, el analista puede encontrarse con alguien como aquel
joven que “vivió de sus reclamos de resarcimiento como de una
Palabras clave pensión por accidente”[v]. Pero más allá de los casos excepciona-
Carácter Síntoma Pulsión Trauma les donde se ha sufrido un particular golpe del destino, como la
joroba de Ricardo, Freud nos dice que todos querríamos ser tra-
ABSTRACT tados como una excepción pues “exigimos total resarcimiento por
CHARACTER: SCAR IN THE DRIVE´S CORE OF THE EGO; tempranas afrentas a nuestro narcisismo, a nuestro amor
OR THE FREUDIAN PROBLEM OF THE TRAUMA FIXATION propio”[vi]. Aquí podemos recordar la dolorosa desilusión que
In the article “Some types of character elucidated by analytic acompaña y promueve el sepultamiento del complejo de Edipo.
work” Freud opposed the notion of character to symptom. The first Dolorosas ocasiones que se repetirán en trasferencia como una
one represents an obstacle in the analytical work. In this text it is de las expresiones del más allá del principio del placer[vii]. Esas
possible to find a relation between character and the demand, afrentas son ligadas en Pegan a un niño a la constitución del se-
which ignores the castrative dimension. It is also related with su- gundo momento de la fantasía, ese que es inconciente desde
perego imperatives that might push subjects to criminal acts. This siempre y por lo tanto se construye en análisis, el que se corres-
work will seek to question the opposition proposed by Freud and ponde a lo que Lacan llamará fantasma fundamental. Momento
the relation between character and the structure of the self and de pasaje, vía la represión, del Edipo “vivido” a la constitución in-
drives. We will use the notion of fixation to trauma such as it shows conciente de la fantasía enmarcada edípicamente, la cual se pro-
in1939 “Moses and Monotheism.” duce, al igual que el superyó, como cicatrices: marcas de la caída
de “his majesty the baby”, por lo tanto del falo supuesto al Otro
Key words materno[viii]. Pero también marcas de la soldadura de la pulsión
Character Symptom Drive Trauma con la fantasía como modo de satisfacción.
Las excepciones reclaman al Otro por lo que no tienen. La falta
renovada en ocasión del encuentro transferencial no los mueve a
una implicación que les permita analizar su posición con respecto
En Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoana- a lo que falta por estructura, más allá de las contingencias de ca-
lítico Freud opuso la noción de carácter a la de síntoma, en tanto da historia. Su posición los hace no querer saber nada de esa
el primero hacía obstáculo al trabajo del análisis. En este trabajo falta estructural, más allá de lo que aparece como falla en la ima-
se buscará interrogar esa oposición propuesta por Freud y la re- gen especular. Aquí podemos situar la diferencia entre Complejo
lación del carácter con la estructura del yo y de la pulsión, para lo de Castración[ix] y Castración estructural que le permite al analis-
cual nos serviremos de la noción de fijación al trauma tal como la ta situar el horizonte de su intervención más allá del fantasma
retoma en 1939 en Moisés y la religión monoteísta. neurótico. Los que fracasan al triunfar y Los que delinquen por
conciencia de culpa ponen en acto una satisfacción paradojal que
En 1916 Freud escribe Algunos tipos de carácter dilucidados por el cabe adjudicar al superyó, aunque Freud aún no lo denominó
trabajo psicoanalítico. Allí nos advierte que en el tratamiento psi- así[x]. En relación a los primeros, Freud nos refiere su sorpresa al
coanalítico de un neurótico el carácter no constituye el primer ma- haberse enfrentado con pacientes que han enfermado no a causa
terial sobre el que ocuparse. El interés del trabajo se dirige a los de la denegación sufrida con respecto a una satisfacción pulsio-
síntomas, su significado, y “las mociones pulsionales que se ocul- nal buscada[xi], sino que se trata de “ciertos hombres (que) enfer-
tan tras ellos y que por su intermedio se satisfacen, y las estaciones man cuando se les cumple un deseo hondamente arraigado y por
del secreto camino que ha llevado de aquellos deseos pulsionales mucho tiempo perseguido”[xii]. Los síntomas de la enfermedad
a estos síntomas”[i]. Pero las resistencias salen al cruce del trabajo que aparecen como manifestaciones de derrumbe y melancolía
de análisis (y de investigación del analista[ii]). Freud ubica que donde hubiera sido esperable una manifestación de júbilo, se ha-
esas resistencias pueden imputarse al carácter del paciente. Es cen presentes de forma subsiguiente “al cumplimiento del deseo
entonces que el carácter cobra primacía en la escena del análisis. y aniquila el goce de éste”[xiii]. Freud nos ofrece la respuesta de
Nótese que se describe como “eso que se muestra renuente al que “son poderes de la conciencia moral los que prohíben a la
empeño del médico”[iii]. Conviene tener presente la dimensión re- persona extraer de ese feliz cambio objetivo el provecho larga-
sistencial del analista, la cual puede consolidar erradamente la di- mente esperado”, y quiere averiguar “la esencia y el origen de
mensión imaginaria de la transferencia, pero veremos que el pro- esas tendencias correctoras y punitivas”[xiv]. Más adelante nos
blema del carácter no se agota en esa dimensión. ubicará que “el trabajo psicoanalítico enseña que las fuerzas de la

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conciencia moral que llevan a contraer la enfermedad por el triun- la lectura del objeto (a) del i(a) como real y del concepto de goce.
fo, y no, como es lo corriente, por la frustración, se entraman con El significante impone una división, un desgarro entre cuerpo y
el padre y con la madre, como quizá lo hace nuestra conciencia goce, que nunca será salvado, ese desgarro es el fundamento de
de culpa en general”[xv]. Ese factor será la “causa” de la comisión la herida narcisista, herida que no se agota en los espejismos del
del delito en el tercer “tipo”: Los que delinquen por conciencia de yo especular, de la imagen. Esta reformulación plantea interro-
culpa. El trabajo analítico pudo ubicar que “tales fechorías se con- gantes sobre lo que habitualmente se llama carácter, sobre su
sumaban sobre todo porque eran prohibidas y porque a su ejecu- análisis”[xxv]. Más adelante, en el mismo texto dirá que al consi-
ción iba unido un cierto alivio anímico para el malhechor. Este derar al objeto a en su vertiente de plus de gozar, se “introduce el
sufría de una acuciante conciencia de culpa, de origen descono- goce en el centro mismo del yo, y lleva a que nos preguntemos
cido, y después de cometer una falta esa presión se aliviaba. Por sobre el papel posible del goce en la inercia del yo, en su inercia
lo menos la conciencia de culpa quedaba ocupada de algún misma, que no se agota, creo, en lo especular. (…) El yo incluye
modo”[xvi] . Es decir que la conciencia de culpa actúa promovien- en su centro ese trozo de real que es el objeto (a), real que resis-
do la realización de un acto punible con el fin de encontrar una te a la interpretación significante”[xxvi].
suerte de argumento con el cual ligarse secundariamente. Como En Freud mismo el tema del carácter había aparecido en íntima
en el caso del pálido delincuente de Nietzsche: “(…)¡Mirad ese ligazón a los avatares pulsionales del sujeto[xxvii]. Pero la fijación
pobre cuerpo! Lo que sufría y codiciaba, esa pobre alma lo inter- pulsional que redunda en la formación del carácter requiere con-
pretaba para sí, lo interpretaba como placer asesino y como ansia siderar una noción más, fundamental en la obra de Freud y en la
de la felicidad del cuchillo”[xvii]. Tenemos en estos casos una fe- clínica psicoanalítica, la noción de trauma. En las líneas que que-
roz interpretación superyoica de la falta. dan de este trabajo no me explayaré en los aspectos habitual-
Al volver sobre el conjunto de estos tres tipos de carácter, pode- mente más considerados en relación al pasaje del trauma como
mos retomar la idea freudiana de diferenciar el carácter del sínto- realmente acaecido al valor constitucional de la fantasía como
ma y preguntarnos: por qué el sufrimiento de estos sujetos no marco de lo traumático de la sexualidad misma, sino que traeré
podría nombrarse como sintomático? En principio, Freud los opo- algunas referencias de Freud con respecto al problema clínico
ne por considerar a los síntomas no sólo como formaciones sus- que nombró como fijación al trauma y que lo había llevado a su
titutivas en la línea del desplazamiento y la condensación de re- formulación del más allá del principio del palcer[xxviii].
presentaciones, sino que considerando su núcleo real, se trata de En su texto Moisés y la religión monoteísta, Freud recuerda que
satisfacciones pulsionales sustitutivas. Si reducimos la argumen- “llamamos traumas a esas impresiones de temprana vivencia, ol-
tación a este punto, el carácter pareciera quedar exento de rela- vidadas luego (…) que se han sustraído a una tramitación nor-
ción con la pulsión pero enseguida veremos que no es así. Por mal”, “la vivencia cobra carácter traumático únicamente a conse-
otro lado, el síntoma tendrá para Freud el estatuto de cuerpo ex- cuencia de un factor cuantitativo”[xxix]. Los fenómenos de la neu-
traño, algo localizado que entra en conflicto con el yo[xviii], mien- rosis son consecuencia de ciertas vivencias e impresiones, a las
tras que el carácter, aunque se nombre a partir de rasgos, no que, justamente por ello, reconocemos como traumas etiológi-
aparece como algo acotado, sino que comanda la conducta y la cos”. Finalmente, especifica que “los traumas son vivencias en el
vida del sujeto. cuerpo propio o bien percepciones sensoriales, las más de las
Si nos apoyamos en la lectura de Miller, podemos considerar que veces de lo visto y lo oído, vale decir, vivencias e impresiones”[xxx].
el síntoma representa una localización del goce, de la satisfacción Ahora bien, a partir de haber situado la noción de trauma, va a
paradojal que el sujeto sufre. Por el contrario, el carácter se pre- referirse a sus efectos, como positivos y negativos. Los primeros
senta como algo que enmarca y anega toda su existencia: la vida “son unos empeños de devolver al trauma su vigencia, recordar la
de estos sujetos se rige por el reclamo de resarcimiento, por fra- vivencia olvidada o, todavía mejor, hacerla real-objetiva (real), vi-
casar cuando triunfan y por delinquir por conciencia de culpa. Es venciar de nuevo una repetición de ella”. El nombre de tales em-
decir que “el carácter se presenta como una patología de la con- peños será: fijación al trauma y compulsión de repetición. “Pue-
ducta extendida a veces a las dimensiones del destino”[xix]. Pro- den ser acogidos en el yo llamado normal y, como tendencias de
pone que los analistas que seguían a Freud intentaron teorizar lo él, prestarle unos rasgos de carácter inmutables…”[xxxi]. Por su
que se presentaba en la clínica de un modo diverso a la presen- parte, “las reacciones negativas persiguen la meta contrapuesta;
tación sintomática (formaciones del inconciente), prefiriendo las que no se recuerde nada ni se repita nada de los traumas olvida-
conceptualizaciones alrededor del carácter. Constituyó, entonces, dos”. Se trata de reacciones de defensa, entre las que se encuen-
un intento de dar cuenta teórica y clínicamente de una experien- tran las evitaciones, inhibiciones y fobias. Pero, también estas
cia de lo real. El problema es que dejaron de lado el concepto reacciones negativas contribuyen a la acuñación del carácter; en
central de pulsión de muerte y la clínica se aplastó en los callejo- el fondo también son unas fijaciones al trauma, sólo que unas fi-
nes sin salida del registro imaginario. “Su obstáculo epistemológi- jaciones de tendencia contrapuesta”. Y aquí nos encontramos
co (es que) razonan según la repartición del interior y del exterior con una sorpresa: Freud ofrece una definición de síntoma que
- y así elaboran el carácter como lo opuesto al síntoma…”[xx]. Es incluye las dos tendencias: las que pugnan por revivir el trauma y
allí donde toma la posta Lacan y, “al postular al síntoma como las que pugnan por evitarlo, pero paradójicamente, ambos lo fijan.
proceso social como todas las formaciones del inconciente, que Todas sus expresiones, positivas y negativas, poseen naturaleza
son impensables sin relación al Otro”[xxi], resuelve la dicotomía compulsiva. La defensa deja, en todos los casos, alteraciones del
entre carácter y síntoma, al extender la caracterización de neuro- yo comparables a unas cicatrices[xxxii].
sis al conjunto de la conducta del sujeto. Según Miller, “Freud in- Para finalizar, y siguiendo la distinción sostenida por Freud, me
tentó satisfacer esa extensión de la neurosis que experimentaban formulo la siguiente pregunta: será el síntoma la cara “mejor tra-
los analistas, con la noción de superyó y otros conceptos deriva- table” analíticamente, de la posición del sujeto con respecto a la
dos, con las paradojas de la satisfacción, las paradojas del goce”, exigencia de la pulsión, mientras que el carácter pone en juego lo
y le contestó a quienes intentaron abordar el problema de la repe- imborrable de una cicatriz que, cuanto mucho podrá reducirse, y
tición como carácter, respondiendo con El yo y el ello y Más allá pasar de comandar un destino a constituir algunos “rasgos de
del principio del palcer.[xxii] expresión” pulsional en el sujeto?
Volvamos ahora al punto de considerar si el carácter guarda o no
relación con el problema de la pulsión. En el caso de considerar
al carácter sólo en la vertiente de las identificaciones del yo, su
estatuto se vería restringido al registro imaginario. Pero Diana Ra- NOTAS
binovich nos alerta con respecto a la constitución misma del yo en [i] FREUD, S., Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico.
tanto su núcleo lo constituye, para Lacan, el objeto a[xxiii]. No Pág. 317.
hace sino retomar la idea freudiana del yo del narcisismo fundado [ii] El trabajo del análisis se acompaña, para Freud, del interés investigador del
por un núcleo de reserva libidinal intransferible al objeto de analista. La resistencia parece presentarse como un obstáculo a ambos. Pero
amor[xxiv]. Nos aclara que “en Lacan el concepto de herida narci- si el analista no sostiene la distancia entre ambos intereses, se presenta la
resistencia del analista como obstáculo en la dirección de la cura. Cfr. con el
sista, tan meneado, sufre una reconceptualización inseparable de
caso Dora, por ejemplo.

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[iii] FREUD, S., Algunos tipos de carácter …, Id.
[iv] Id. SOBRE LA PRÁCTICA DE LA
REALIZACIÓN DE CORTES EN EL
[v] Id., Pág. 320
[vi] Id. Pág. 322
[vii] FREUD, S., Más allá del principio del placer, Pág. 20
[viii] DAL MASO, S., Fantasma y Superyó: cicatrices del Complejo de Edipo,
texto escrito para la Cátedra Psicoanálisis Freud I, Prof. Friedenthal. 2005.
CUERPO Y EL PROBLEMA DE SU
Inédito, y Encuentros, marcas: cicatrices. 2009. Grupos de trabajo, Extensión
del Posgrado Ameghino. Inédito
GENERALIZACIÓN
[ix] Ofrecer su castración como garantía del Otro, Seminario 10, Clase IV, pág.
56 Dartiguelongue, Josefina
[x] FREUD, S., Algunos tipos de carácter…, Pág. 323, 332 y 337: conciencia Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires
moral, conciencia de culpa.
[xi] La denegación de la satisfacción se entrama con la teoría del conflicto que
lleva a la represión. Cfr., por ejemplo, en la Conferencias de introducción al
Psicoanálisis 19, 22 y 23 , Pág. 274, 314/5, 333. RESUMEN
[xii] FREUD, S., Algunos tipos de carácter…, Pág. 323 El presente trabajo se basa en la distinción de un fenómeno clíni-
[xiii] Id., Pág. 324 co que se extiende en el espacio social y se presenta repetida-
[xiv] Id., Pág. 325 mente en varios dispositivos de atención en Salud Mental. Dicho
[xv] Id. Pág. 337 fenómeno consiste en sujetos que se realizan cortes en el cuerpo.
[xvi] Id. Pág. 338 Provocarse tajos en la piel se ha constituido como práctica y com-
[xvii] NIETZSCHE, F., Así habló Zaratustra, pág. 42 a 44. Buenos Aires.Ed. prende al discurso. Adquirió nombre propio “cutters” y habita en la
Libertador, 2003. realidad a través de innumerables páginas, foros y blogs de, entre
[xviii] Versión del síntoma que trabajará extensamente en Inhibición, síntoma y sobre “cutters”. Sin embargo no se trata de un campo homogé-
y angustia. neo. El objetivo del trabajo es identificar diferentes modalidades
[xix] MILLER, J-A., La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, Pág. 140. de este uso del cuerpo que responden a distintas funciones y ope-
[xx] Id., Pág. 143. raciones psíquicas, partiendo, desde la dimensión de la estructu-
[xxi] Id. Pág. 142 ra subjetiva, ya sea en su desencadenamiento o como suplencia;
[xxii] Id., Pág. 142 su relación al goce, la forma de relación al Otro y la incidencia de
[xxiii] RABINOVICH, D., La teoría del yo en la obra de Jaques Lacan, Pág. 73 lo social contemporáneo.
[xxiv] Cfr. FREUD, S., Introducción del narcisismo
[xxv] RABINOVICH, D., Op. Cit, pág. 80. Palabras clave
[xxvi] Id., Pág. 84.
Cortes Cuerpo Modalidades Operación
[xxvii] Recordemos El carácter y el erotismo anal y Sobre las trasposiciones
de la pulsión, en particular del erotismo anal, sin olvidar las articulaciones del ABSTRACT
carácter y lo pulsional también con respecto al hombre de los lobos y el hom- THE CUTTING PRACTICE AND THE PROBLEM OF ITS
bre de las ratas, etc. GENERALITY.
[xxviii] FREUD, S., Más allá del principio del placer, Pág. 13. This research paper is based on the distinction of a clinical phe-
[xxix] FREUD, S., Moisés y la religión monoteísta, Pág. 70 nomenon, which extends in the social space, and presents repeat-
[xxx] Id., Pág. 72. El subrrayado es mío. edly in several Mental Health attention disposals. This phenome-
[xxxi] Id., Pág. 72/73. non consists of subjects that cut themselves in their body. To pro-
[xxxii] Id., Pág. 74.
voke cuts in the skin has constituted as a common practice and
has been embedded in the speech. Has acquired a given name,
the cutters, and inhabits in reality through thousands of blogs, In-
BIBLIOGRAFÍA
ternet sites, and forums, about and among cutters. Nevertheless,
DELGADO, O., La subversión freudiana y sus consecuencias. JVE.
it is not a homogenous field. The objective of this research is to
FREUD, S., Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico. identify different forms of using the body that responds to diverse
Tomo XIV. O.C. Amorrortu Editores. 1992.
functions and psychic operations, starting, from the dimension of
FREUD, S., Introducción del narcisismo. Tomo XIV. O.C. Amorrortu Editores.
the subjective structure, either being in its unleashing or as a sub-
FREUD, S., Pegan a un niño. Tomo XVII.
stitute; its relationship with enjoyment, the form to relate with the
FREUD, S., Más allá del principio del placer. Tomo XVIII. Other and as the contemporary incidence of the social.
FREUD, S., El fetichismo. Tomo XXI.
FREUD, S., Moisés y la religión monoteísta. Tomo XXIII. Key words
LACAN, J., Seminario 10. Paidós. Cuts Body Forms Operation
MILLER, J-A., La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica.Paidós.
NIETZSCHE, F., Así habló Zaratustra. Buenos Aires. Ed. Libertador, 2003
RABINOVICH, D., La teoría del yo en la obra de Jaques Lacan. Manantial.
I- UN FENÓMEN EN GENERALIZACIÓN
El presente trabajo es parte de la investigación teórica-clínica, ac-
tualmente en curso, para la tesis de Maestría de Psicoanálisis de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, y se
basa en la distinción de un fenómeno clínico que se extiende en
el espacio social.
Existen problemáticas de la clínica que por sus particularidades y
por su generalización pueden llegar a configurarse como proble-
máticas sociales. Y es de estricto interés su identificación y análi-
sis desde la práctica psicoanalítica para contribuir a su abordaje.
En esta perspectiva, esta presentación se aboca a tomar en con-
sideración un fenómeno que insiste en la clínica y se presenta
repetidamente en varios y distintos dispositivos de atención en
Salud Mental, tales como guardias psiquiátricas, servicios de in-
ternación, hospital de día, consultorio, etc.
Dicho fenómeno consiste en sujetos que se realizan cortes en el
propio cuerpo. Ahora bien, no se trata de intervenciones en el

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