Está en la página 1de 15

Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD

Programa de Filosofía
Filosofía de la tecnología

Fase 2: Formulación de ideas para construir pensamiento desde la filosofía de la


tecnología.

JOSÉ LUIS ARELLANO ROJAS


CC. 1.103.692.241
Grupo: 407033_1

CELSO GUSTAVO REYES


Director

Zona: Centro Oriente - CEAD: Bucaramanga


Piedecuesta, Santander Mayo de 2021
Actualmente la guerra cuenta con varias evidencias que la justifican a nivel

mundial, como es el caso de la concepción política que se

denomina dictadura y democracia.

Por estas razones, en Colombia existen algunos sectores que se oponen a las

negociaciones de paz que conlleven al posconflicto. Dado que, el narcotráfico, la guerra y

la dominación estratégica de diversos territorios geográficos de la nación son un negocio

lucrativo, por ejemplo, la guerrilla como grupo ilegal comercia con drogas y armas, los

paramilitares relacionados con algunos grupos políticos de extrema derecha dominan

regiones enteras que muchas veces han colocado a disposición de empresas nacionales y

multinacionales, además de un ejército nacional que depende de la guerra para subsistir.

Como prioridad a la segunda clase de gobierno, Es decir, el uso de las armas es

aceptado legalmente cuando se trata de la defensa de la libertad pública, libre expresión,

oposición política y el respeto a las garantías constitucionales. Claro está, todo lo anterior

es una cuestión que podría ponerse en tela de juicio cuando se analiza el conflicto armado

colombiano, sus causas, consecuencias y acontecimientos más representativos.

Además se resalta que esta negociación se plantea con unos términos diferentes a la

primera que se realizó en el gobierno de Pastrana. Se benefició la experiencia de la última

negociación para aprender sobre lo sucedido, de esta manera se mejoraron las propuestas y

la forma de negociar con el fin de no fracasar. Uno de los principales cambios se encuentra
en la realización de estas negociaciones en otro país con el fin de no hacer despejes del

territorio colombiano.

El conflicto es un fenómeno inherente a la sociedad, donde los obstáculos e

intereses confrontados no son ajenos a la existencia de vida en el universo, son una realidad

constante en ella y por tanto su superación (gestión) será vital para su subsistencia. Esa

superación del conflicto o gestión, se da teniendo en cuenta la actitud tomada por los

actores, la cual puede ser positiva manifestada a través del diálogo, conciliación o acuerdos

de paz entre otros; o negativa, agresión, violencia, guerra, sin embargo, esa concepción

negativa del conflicto ha ido cambiando, surgiendo como una oportunidad de

reconstrucción de tejido social, y formación de cultura de paz. El presente avance de

investigación se orienta a reflexionar sobre la concepción de conflicto y sus características,

así como la importancia de los procesos de paz y el posconflicto, realizando lectura crítica

tendiente a profundizar en el tema y que fundamente posteriormente un análisis referente al

conflicto y un posible acuerdo de paz en Colombia.

Tras más de cinco décadas de conflicto armado, Colombia se encuentra ante la

posibilidad de construir una paz estable y duradera que más allá del silenciamiento de los

fusiles de actores armados al margen de la ley, representa el inicio de grandes

transformaciones sociales y políticas, y el fortalecimiento del estado desde y con la

participación de los territorios. Para desarrollar este proceso de construcción de paz

territorial necesitaremos por lo menos una fase de transición de 15 años que transcurrirá de
manera diferenciada en cada territorio. Para esto se tendrán en cuenta los temas acordados

en las negociaciones de paz, el reconocimiento de las particularidades de cada territorio (su

vocación económica, conflictividades, cultura y presencia de poblaciones étnicas) y el

trabajo que vienen adelantando de tiempo atrás diferentes actores y sus aprendizajes. Ante

este escenario de transición en el que se encuentra Colombia, será fundamental la visión

compartida que se logre acordar entre autoridades locales, comunidades, academia, iglesias,

sector empresarial, jóvenes, mujeres y la ciudadanía en general sobre cómo debe ser la

construcción de paz. Para esto será necesario contar con la presencia del estado y sus

instituciones en todos los territorios, en un ejercicio constante de diálogo y

corresponsabilidad entre los actores locales y el nivel central. Adicionalmente, tendremos el

desafío de reconstruir el tejido social, superar la polarización y recuperar la confianza entre

actores sociales, públicos y privados en el país.

Colombia se encuentra ante la transformación de un país con un conflicto armado de

más de 5 décadas en una nación con un estado fortalecido y presente en todo el territorio,

que garantice los derechos de toda su población, tanto en el campo como en las ciudades, y

donde prevalezca una cultura de la inclusión y la convivencia pacífica. Si bien en este

contexto se trata de un cambio social, la curva de la gestión del cambio organizacional es

de utilidad para comprender la importancia de las emociones en los procesos de

transformación y lo natural que pueden resultar para las personas las resistencias ante lo

nuevo o lo desconocido. En el contexto de Colombia se hace referencia a las emociones,

sentimientos y percepciones que tiene una sociedad que ha vivido durante generaciones en

un conflicto armado. Según esta curva, los procesos de cambio despiertan sentimientos y
emociones que pueden analizarse a través de tres momentos, y que será necesario reconocer

y gestionar positivamente para permitir un cambio. Sentimientos y emociones que pueden

analizarse a través de tres momentos, y que será necesario reconocer y gestionar

positivamente para permitir un cambio.

El conflicto armado Colombiano se ha caracterizado por ser uno de los más largos

del mundo que ha dejado miles de víctimas a su paso, la búsqueda de la paz ha sido en

diferentes momentos y escenarios históricos el principal objetivo del estado, a través de

varios intentos de negociación con la guerrilla de las fuerzas armadas revolucionarias de

Colombia-ejército del pueblo (FARC-EP) que han terminado sin ningún éxito.

Ejemplo de ello son los diálogos de paz del Caguan en 1997, durante la

administración Pastrana, que fueron infructuosos. Una vez más en Colombia se realiza un

nuevo intento por alcanzar la paz, con el inicio del proceso de paz entre las FARC-EP y el

gobierno Colombiano encabezado por el presidente Juan Manuel Santos. Diálogos que

poco a poco han avanzado en la discusión de seis puntos en la agenda que se acordó

discutir en la Habana-Cuba.

La transformación material de la sociedad debe ser a partir de la educación, desde la

concepción de un desarrollo social. Ahora bien, para explicar el conflicto a partir del

análisis de los desajustes estructurales de la sociedad y de la macroeconomía, el desempleo,

la desigual distribución de ingreso y la inflación generan penuria económica. También


influye la incapacidad política de los gobiernos para satisfacer las demandas de la

población y las variables socio-psicológicas relacionadas con la frustración de los

individuos generada por el entorno siendo utilizadas para explicar en forma holística otras

causas del conflicto.

En un país como Colombia donde el conflicto armado se ha extendido por más de

cuarenta años, el desarme es fundamental, no solo para superar la confrontación armada

sino para minimizar los riesgos de un posible relapso, así como los brotes de nuevos tipos

de violencia en el periodo que le siga al fin de la guerra. El desarme no suele pensarse ni es

un componente particular y aislado dentro de un proceso u operación de paz, va incluido

con los programas del desarme, desmovilización y reinserción donde se evidencia que el

desarrollo económico de Colombia es insuficiente porque no lo sostienen instituciones que

reflexionen sobre la estructura social.

El papel del Gobierno frente hacer cumplir el acuerdo de paz, ha sido pausado pero ha

estado encaminado a comenzar por hacer valer los Derechos Constitucionales de sus

ciudadanos, prevaleciendo la incorporación ciudadana, exceptuando discriminaciones

raciales y de género, alcanzando así las buenas relaciones humanas y por ende, propiciando

la paz en conjunto.

Sin embargo, entre otras directrices, le corresponde evitar a toda costa el desarrollo de

nuevos episodios que siembren terror en la ciudadanía, estableciendo un sólido modelo de

seguridad nacional.
El Gobierno tiene en esta oportunidad, la voluntad de trabajar a la población que fue

víctima de controles de grupos armados, rediseñando sus esquemas ante la posibilidad de

comenzar a vivir dentro de un marco de legalidad ciudadana.

Se busca la reconciliación, la construcción de la paz en el país que por tantas décadas ha

sido víctima del conflicto armado y sus desdenes, sus consecuencias y el impacto ante la

población en general, y aun cuando no es tarea fácil, forma parte de los esquemas a cumplir

de parte del actual Gobierno, con miras de vislumbrar un futuro promisorio a la nueva

generación que no merece vivir en un ambiente hostil basado en la persecución y la guerra.

Parte de ese cumplimiento se basa precisamente en que aun cuando se han

implementado ya algunas políticas para la ejecución del pregonamiento de la paz, queda el

faltante de implementar políticas efectivas como la de trabajar a la población que durante

mucho tiempo fue víctima del control de los grupos armados, rediseñando sus esquemas

ante la posibilidad de comenzar a vivir dentro de un marco de legalidad ciudadana, que

parecía haber quedado solo en proyecciones.

El postconflicto no es más que la etapa que viene luego de la firma definitiva de los

acuerdos de paz y cuyo fin es producir alternativas en pro de la reconstrucción de la

sociedad, buscando siempre un equilibrio entre los ciudadanos y el Estado, de manera tal

que puedan formarse estructuras capaces de consolidar definitivamente la paz y eviten un

retorno al conflicto.
Sin duda alguna el Gobierno debe marcar la norma de forma efectiva, en virtud de

restablecer el Estado de Derecho, incoando acciones para evitar la economía ilegal y la

aprehensión de los criminales que aún se encuentren operando en las zonas de conflicto.

Concentrar unidad y llegar a acuerdos de índole político para llevar a cabo reformas del sistema

de justicia estipulados en los Acuerdos de Paz con las hoy desmovilizadas FARC, se

manifiesta por ahora como una ardua tarea para el presidente Iván Duque.

La política social que tiene el Gobierno frente a los acuerdos de paz, lleva inmersas

algunas características, por ejemplo, se afianza en acuerdos políticos que le permiten

afrontar y superar las dificultades surgidas con la extradición y otros temas vinculados a la

Justicia.

Conforma la generación de un único claustro de criterios dirigidos a la No impunidad, la

lucha contra el narcotráfico y la imperiosa necesidad de que la extradición siga siendo un

arma poderosa en la lucha contra el narcotráfico.


Es afianzadora en la educación como base para mejorar la readaptación del

colombiano a los esquemas normales de vida, rompiendo el paradigma de la violencia

como elemento que estuvo presente durante más de 5 décadas en la formación personal, y

cultural de los ciudadanos, siendo el único fin recuperar a la sociedad devolviéndole la paz.

Mantiene un enfoque hacia la solución del problema de las drogas ilícitas,

implementando una nueva política en materia de drogas con un nuevo y diferente enfoque.

La política social de Duque intenta ser diferente al no permitir que se continúen

cercenando los Derechos Humanos en Colombia, controlando los espacios y las

poblaciones, evitando los desplazamientos y las causas que los originan, y por ende

evitando la deserción escolar, así como la problemática emocional causada por los

conflictos, en los ciudadanos.

En virtud al análisis del desarrollo de la JEP, cabe resaltar los aspectos fundamentales

de ella, siendo los más relevantes, la contribución al desarrollo de una paz estable,

abarcando el cumplimiento de los derechos de la víctima y luchando siempre contra la

impunidad, garantizando la concesión de la seguridad jurídica a quienes han participado en

el conflicto armado.
La Fiscalía General de la Nación, en cuanto al cumplimiento del acuerdo final para

la culminación del conflicto cumple el rol de órgano de investigación efectivo en pro de

desmantelar organizaciones criminales dirigidas a la comisión de hechos punibles como

masacres y homicidios que vayan en contra de los defensores de los derechos humanos.
CONCLUSIONES

El conflicto armado interno en Colombia ha sido un guerra desde el año 1960,

donde presenta una serie modificaciones desde su inicio; en cuanto a la intensificación

del mismo, la etapa más destacable fue la comprendida entre 1996 y 2005, debido a que

se presentó un incremento de los integrantes en los grupos guerrilleros y paramilitares,

así como la expansión territorial, por lo tanto fue la época donde se presentó el mayor

atropello contra la población civil, alcanzando un nivel violencia y de destrucción en la

sociedad colombiana. La significativa disminución que ha presentado el accionar

violento por parte de grupos al margen de la ley a razón de la política de seguridad

democrática contemplada en los planes nacionales de desarrollo del expresidente Álvaro

Uribe Vélez y actualmente, el logro alcanzado con la firma del acuerdo de paz entre las

FARC y el Estado colombiano.

Algunos de los departamentos con mayores índices de violencia fueron Antioquia,

Norte de Santander y Santander, los cuales en general la dinámica de violenta fue por los

lugares montañosos y falta de presencia significativa del gobierno, en la seguridad y la

parte social, dando lugar al paramilitarismo, que de acuerdo a un testimonio por un

paramilitar manifiesto que en Urabá la población estaba cansada y la fuerza pública

maniatada en su proceder, por lo tanto la comunidad vio a bien confiar en un grupo

irregular y abrir una brecha a la irregularidad, para ser un semillero de violencia, y tomando

justicia por sus propias manos, abriendo caminos a lo de hoy reflejado, como lucha de las

rutas del narcotráfico (Histórica, 2013).


Hace más de cuatro años, luego de que se firmara el acuerdo de paz (24 de

noviembre del 2016) ha ocurrido muchas cosas, para empezar a poco tiempo varios

congresistas que habían apoyado el proceso, cambian de posición convirtiéndose en firmes

críticos de lo que se había llegado a acordar con las FARC, lo que hacía dudar más a la

nación colombiana si dicho acuerdo luego de 52 años de guerra, había tenido resultados

satisfactorios y beneficiosos, dentro de un marco de justicia para las victimas e implicados.

Otro efecto de este acuerdo es generar la posibilidad a mujeres con hijos y

campesinos que por buscar su seguridad y tranquilidad quienes tuvieron que abandonar su

hogar y sus tierras por causas de la guerra, tengan la facultad para regresar a sus casas y

reclamar lo que es suyo, además de dar la oportunidad de que estas zonas den paso a una

vida digna, al turismo, a nuevos proyectos, entre otras cosas. Para que esto ocurra muchos

líderes sociales alzan su voz cuentan lo que está pasando y hacen que esas poblaciones

tengan visibilidad ante el estado, el problema es que muchos de estos son asesinados, otro

problema generado que debe combatirse tras el conflicto.

El efecto de la reincorporación de los victimarios a la vida civil, da cada vez un paso

más para acabar con grupos armados e ilegales, transformando y creando un panorama de

una Colombia sin ningún tipo de violencia, libre y en paz.


Las confrontaciones entre el Gobierno y la Justicia Especial para la Paz, puede ser

una de las causales para que el Post Conflicto en Colombia no sea un referente positivo

para que la otra organización guerrillera (ELN) vea una opción verdadera de sometimiento

a la justicia. Por otra parte el pueblo colombiano todavía no tiene claro como quedaron los

acuerdos de paz establecidos en la Habana, por la manera de actuar en la JEP y el reproche

del gobierno actual, donde da sensaciones que solo va existir impunidad con las víctimas

del conflicto y premios para los victimarios.

Otro escenario que se está observando es la muerte de líderes sociales, por ocasión

de los actos violentos de disidencias de las FARC. EP, en aquellos lugares que hay interés

económicos por la acción del narcotráfico o la restitución de tierras, callando voces

inocentes que desean un Colombia mejor, libre de dolor, libre de maldad, con justicia y

equidad.

Finalmente para construir paz en nuestro territorio, hay que hacer un cambio de

actitud en cada una de las acciones personales, dirigidas al trabajo en equipo y fortalecer las

relaciones interpersonales, para que desde el hogar le enseñe al niño o niña, que la mejor

forma de construir país, es dejando nuestras indiferencias de lado, pensado en hacer lo

bueno y no malo.
REFERENCIAS

Cuevas, C., & Salamanca, S. (2018). Proyecto de grado. Obtenido de


https://repository.usta.edu.co/bitstream/handle/11634/3620/Cuevascarlos2017.pdf?
sequence=1
Díaz, M., Galeano, J., & Gil, E. (2016). Posconflicto colombiano y sus efectos economicos.
Obtenido de
https://revistas.usantotomas.edu.co/index.php/cife/article/view/3210/3173
Garzon, J., Parra, A., & Pineda, A. (2003). El posconflicto en colombia: coordenadas para
la paz. Obtenido de
https://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/derecho/dere5/TESIS47.pdf
Gómez, C. (2003). El Posconflicto en Colombia: Desafio para la Psiquiatria. Obtenido de
http://www.imbiomed.com/1/1/articulos.php?
method=showDetail&id_revista=115&id_seccion=1782&id_ejemplar=2558&id_art
iculo=24831
Tania Giovanna Vivas Barrera (Ed.), Efrén Chávez Hernández, Jaime Cubides Cárdenas,
Otros. (2016). Derechos Humanos, paz y Posconflicto en Colombia.
Universidad de Santo Tomas (Bogotá́ , C. V. de U. A. y a D. (2011). Magistro : Revista de
la Maestría en Educación de la Vicerrectoría de Universidad Abierta y a Distancia,
Universidad Santo Tomas. In Magistro, ISSN-e 2011-8643, Vol. 5, No. 10, 2011,
págs. 129-150 (Vol. 5). Retrieved from. Obtenido de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3948593
Administrativo, E., María, P., Prada, M., Sánchez, I., & Restrepo, Z. A. (n.d.). Estrategia
de capacidades para la paz y la convivencia. Acción Capaz: Estrategia de
capacidades para la paz y la convivencia Liderada por: Oficina del Alto
Comisionado para la Paz Obtenido de
http://www.altocomisionadoparalapaz.gov.co/Documents/cartilla- accion-capaz-
2017-08.pdf
Johson Kyle. (2019). ¿En qué quedó la implementación del Acuerdo de Paz y qué esperar
para 2019? - ELESPECTADOR.COM. Retrieved June 15, 2019, from 3 de enero
Obtenido de https://www.elespectador.com/colombia2020/pais/en-que-quedo-la-
implementacion-del- acuerdo-de-paz-y-que-esperar-para-2019-articulo-857525
Fundación Paz y reconciliacion. (2018). Los datos de la violencia en la Colombia del
postconflicto - ELESPECTADOR.COM. Retrieved June 15, 2019, from 29 de
noviembre. Obtenido de https://www.elespectador.com/noticias/paz/los-datos-de-la-
violencia-en-la- colombia-del-postconflicto-articulo-826375
García, P. E. M., González, G. J. C., & López, C. J. A. (2005). Ciencia, Tecnología y
Sociedad: Una aproximación conceptual. (Leer 33-60) Recuperado
de: https://elibro-net.bibliotecavirtual.unad.edu.co/es/ereader/unad/52206
Sarsanedas, A. (2015). La Filosofía de la Tecnología. (Leer 11-19) Recuperado
de https://elibro-net.bibliotecavirtual.unad.edu.co/es/ereader/unad/57841

Jonás, H. (2004). El principio de responsabilidad: ensayo de una ética para la civilización


tecnológica (2a. ed.). (Leer 354-361) Recuperado de https://elibro-
net.bibliotecavirtual.unad.edu.co/es/ereader/unad/45712

OVI Unidad Uno: UNAD (2014) Técnica y Tecnología. En: Palabreando con Sofía,
programa Nº73. Recuperado
de http://ruv.unad.edu.co/index.php/academica/palabreando-con-sofia/2493-
programa-no-73-palabreando-con-sofia

También podría gustarte