Está en la página 1de 3

DESARROLLO DE SESIONES

ETAPA DE DESPERTAR

DESPERTAR 3 MOISES, EL LIBERTADOR DE ESCLAVOS

1. PARA ABRIR BOCA... (10 min.)

Nos ponemos en presencia del Señor.


Explicarles que siempre, al inicio de catequesis, vamos a comenzar poniéndonos en presencia del Señor
mediante una oración cortita. Hoy nos podría servir decir: “Jesús, gracias por nuestra familia, la Iglesia.
En especial, gracias por mi nuevo grupo de catequesis, y todo lo que voy aprendiendo en él.”.

Aprendemos o repasamos oraciones.


Repasamos la Señal de la Cruz e introducimos “Por la señal de la Santa Cruz...”. Les explicamos que se
trata de un signo especial que lo hacemos en momentos importantes, como por ejemplo prepararnos para
escuchar el Evangelio. Explicamos la rutina y el significado de cada cruz:

Por la Señal de la Santa Cruz,


de nuestros enemigos
líbranos Señor, Dios nuestro.

Les explicamos que el signo consiste en hacer tres cruces:


- Una en la frente, para que las palabras de Jesús las llevemos siempre en nuestro pensamiento y
sepamos entenderlas.
- Otra en la boca, para que nuestras palabras siempre comuniquen a Jesús.
- Ya la ultima en el corazón, para que en nuestros actos se vea a Jesús.
La practicamos un par de veces, sin insistir demasiado para que no se bloqueen. Les proponemos que lo
practiquen en casa y les expliquen el significado a los familiares.

2. SIENTE (10 min.)

Preguntas para dialogar antes de empezar el tema del catecismo.


Hacemos algunas preguntas para generar diálogo antes de empezar el tema (no hay que hacerlas todas,
son una sugerencia):
• Piensa en alguna persona que conozcas que confíe en Dios y ayuda a los demás. Cuenta a quién
ayuda, que hace, etc.

Dinámica.
Dinámica “El llamamiento de Dios”. Moisés tuvo dudas acerca de su capacidad para liderar al pueblo de
Dios. Resistía el llamado de Dios dándole sus "razones" o "excusas" de por qué no lo podía hacer.
Nosotros también pensamos en excusas con tal de no hacer lo que Dios nos pide. Hay que recordar que
Dios no llama únicamente a personas preparadas sino a personas dispuestas que luego Él prepara. Los
niños reconocerán las excusas que usan y aprenderán a decir sí a Dios cuando les llama a ser héroes en
su reino.
Antes de que los niños lleguen al aula, poner en una mesa tres cosas (alimento) para cada niño. Al llegar,
les decimos que van a comer esas tres cosas. Pero no pueden servirse a sí mismos ni pueden hablar
durante la actividad. Solamente pueden comer lo que el catequista les sirva. (No les damos a comer las
tres cosas, a algunos se les da dos cosas, a otros solamente una). Recuerda que no pueden hablar, ni
pedir lo que les falta, tampoco pueden servirse ellos mismos.
Luego, nos sentamos en un círculo y hablar de su experiencia. ¿Fue difícil la actividad? ¿Por qué? ¿Cómo
se sintieron cuando no recibieron toda su comida? ¿Todos comieron tres cosas? ¿Por qué? ¿Cómo se
sintieron los que no recibieron las tres cosas? ¿Qué habría pasado si hubieran hablado para expresar su
necesidad? El juego enseña algo de la manera que Dios nos guía. ¿Cómo? Dios habló con sus hijos antes
de que tuvieran las Escrituras. Él quería decir lo que pide de la humanidad.

3. DALE UNA VUELTA CON JESÚS (20 min.)


Lectura y explicación del tema.
Llevamos a cabo la lectura de la Biblia (Éxodo 3, 1-22), dándole un tono diferente a la lectura (podría
hacerlo el catequista en vez de un niño, o poniéndonos de pie…) resaltando que es Palabra de Dios, y que
cuando leemos su Palabra, Dios siempre nos está diciendo algo especial a cada uno.

Un día en que Moisés estaba cuidando el rebaño de Jetro, su suegro, que era sacerdote de Madián,
2
llevó las ovejas hasta el otro extremo del desierto y llegó a Horeb, la montaña de Dios. Estando allí, el
ángel del Señor se le apareció entre las llamas de una zarza ardiente. Moisés notó que la zarza estaba
3
envuelta en llamas, pero que no se consumía, así que pensó: «¡Qué increíble! Voy a ver por qué no se
consume la zarza.»
4
Cuando el Señor vio que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza:
—¡Moisés, Moisés!
—Aquí me tienes—respondió.
5 6
—No te acerques más—le dijo Dios—. Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa. Yo
soy el Dios de tu padre. Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.
7
Al oír esto, Moisés se cubrió el rostro, pues tuvo miedo de mirar a Dios. Pero el Señor siguió
diciendo:
—Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse de sus
8
capataces, y conozco bien sus penurias. Así que he descendido para librarlos del poder de los egipcios y
sacarlos de ese país, para llevarlos a una tierra buena y espaciosa, tierra donde abundan la leche y la
9
miel. Me refiero al país de los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. Han llegado a
10
mis oídos los gritos desesperados de los israelitas, y he visto también cómo los oprimen los egipcios. Así
que disponte a partir. Voy a enviarte al faraón para que saques de Egipto a los israelitas, que son mi
pueblo.
11
Pero Moisés le dijo a Dios:
—¿Y quién soy yo para presentarme ante el faraón y sacar de Egipto a los israelitas?
12
—Yo estaré contigo—le respondió Dios—. Y te voy a dar una señal de que soy yo quien te envía:
*
Cuando hayas sacado de Egipto a mi pueblo, todos ustedes me rendirán culto en esta montaña.
13
Pero Moisés insistió:
—Supongamos que me presento ante los israelitas y les digo: “El Dios de sus antepasados me ha
enviado a ustedes.” ¿Qué les respondo si me preguntan: “¿Y cómo se llama?”
14 *
—Yo soy el que soy —respondió Dios a Moisés—. Y esto es lo que tienes que decirles a los
israelitas: “Yo soy me ha enviado a ustedes.”
15
Además, Dios le dijo a Moisés:
*
—Diles esto a los israelitas: “El Señor, el Dios de sus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de
Jacob, me ha enviado a ustedes. Éste es mi nombre eterno; éste es mi nombre por todas las
16
generaciones.” Y tú, anda y reúne a los ancianos de Israel, y diles: “El Señor, el Dios de sus
antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: ‘Yo he estado
17
pendiente de ustedes. He visto cómo los han maltratado en Egipto. Por eso me propongo sacarlos de su
opresión en Egipto y llevarlos al país de los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. ¡Es
18
una tierra donde abundan la leche y la miel!’ ” Los ancianos de Israel te harán caso. Entonces ellos y tú
se presentarán ante el rey de Egipto y le dirán: “El Señor, Dios de los hebreos, ha venido a nuestro
encuentro. Déjanos hacer un viaje de tres días al desierto, para ofrecerle sacrificios al Señor nuestro
19 20
Dios.” Yo sé bien que el rey de Egipto no va a dejarlos ir, a no ser por la fuerza. Entonces manifestaré
mi poder y heriré de muerte a los egipcios con todas las maravillas que realizaré entre ellos. Después de
21
eso el faraón los dejará ir. Pero yo haré que este pueblo se gane la simpatía de los egipcios, de modo
22
que cuando ustedes salgan de Egipto no se vayan con las manos vacías. Toda mujer israelita le pedirá a
su vecina, y a cualquier otra mujer que viva en su casa, objetos de oro y de plata, y ropa para vestir a sus
hijos y a sus hijas. Así despojarán ustedes a los egipcios.

Palabra de Dios.

Preguntas para la reflexión a la luz de la Palabra.


Leemos todos juntos el párrafo de la ficha “Moisés era un pastor. Un día una ovejita se le perdió…”. A
continuación intercalamos diferentes tipos de preguntas que vayan ayudando a la comprensión del tema:
• En esta historia vemos a Dios preocupado por el pueblo de Israel. ¿Qué personas se preocupan
por ti?
• ¿Por qué personas te preocupas tú?

Colegio La Salle-El Carmen (San Fernando)


Este material es una adaptación propia del itinerario infantil de Acción Católica General. Última revisión: agosto de 2018.
DESARROLLO DE SESIONES
ETAPA DE DESPERTAR
Síntesis final.
Hacemos hincapié en lo más importante que hemos aprendido con este tema:
“Dios cuida y protege a su pueblo.”
Durante toda la sesión de catequesis tenemos que tener esta idea de fondo. Después de los patriarcas,
Dios siguió́ interviniendo en los acontecimientos del pueblo de Israel y en la vida de sus personajes,
especialmente a través de Moisés y los profetas. Dios lo hizo para mostrar su gran amor y para revelar su
mensaje de salvación.

4. CON TU VIDA (5 min.)

Preguntas para la reflexión.


• Para escuchar bien a Dios, primero tenemos que saber escuchar a los demás. ¿Cómo presto
atención a nuestros padres cuando nos hablan, a los profesores, a los compañeros...?
• ¿Hemos leído alguna vez la Biblia en casa? ¿Podríamos hacerlo? ¿En qué momento estaría bien?

Propuestas para elegir algún compromiso individual o grupal durante la semana.


Estas son sólo algunas sugerencias. Lo ideal es que poco a poco, con la ayuda del catequista y a la luz de
la reflexión anterior, los niños vayan buscando a qué quieren comprometerse.
• Le proponemos que le pidan a alguno de sus familiares que lean juntos algún fragmento de la
Biblia antes de ir a dormir.
• Iniciamos el compromiso de la oración diaria. Les proponemos que antes de ir a dormir le pidan a
Jesús y María por sus necesidades por medio de un Padrenuestro y un Ave María.

5. DESPEDIDA (5 min.)

Rezamos juntos la oración del Padre Nuestro, dejamos un breve silencio para que cada uno hable con
Jesús y les dejamos que espontáneamente (pero de manera sencilla y breve) le digan lo que quieran en
voz alta. Para facilitárselo, en las primeras oraciones, podemos orientarles, diciendo nosotros una frase y
que ellos la repitan. Pero más adelante, cuando vayan acostumbrándose, tenemos que ir dejándoles
espacio para que expresen ellos su oración. Terminamos haciendo la Señal de la Cruz

MATERIALES NECESARIOS

- Alimentos por niño.


- Ficha 3 Moisés, el libertador de esclavos.

OTROS RECURSOS PARA TRABAJAR EL TEMA

- Video “la historia de Moisés”: https://bit.ly/2X3pON4


- Canción “nos liberó”: https://bit.ly/2RyzHl3
- Dibujos para colorear.

También podría gustarte