Moisés estaba en una extraña posición.

Había crecido en la casa del faraón, pero

era hebreo de nacimiento. Él sentía pena
por el maltrato de los egipcios hacia su
gente. Lamentaba que fueran esclavos
y tuvieran que trabajar muchas horas y
duramente cada día.

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Un día salió a verlos. Sucedió que vio a

un egipcio golpeando a un trabajador
hebreo. Moisés se enojó tanto que mató
al egipcio. Luego escondió el cuerpo en la
arena. Cuando el faraón se enteró, decidió
matar a Moisés. Por eso Moisés huyó al
desierto de Madián. Encontró una esposa
y vivió en ese lugar como un pastor.

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Pasaron cuarenta años, y un día, mientras

Moisés pastoreaba sus ovejas, llegó al
monte Horeb. Allí, en el monte, vio un
arbusto fuera de lo común. ¡Estaba
encendido pero no se consumía! Moisés
se acercó para ver más de cerca, y una voz
salió del arbusto y le dijo: –¡Moisés, Moisés!

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 Él contestó: –Aquí estoy. La voz del arbusto
le respondió: –Quítate las sandalias porque
estás parado sobre tierra santa. Yo soy el
Dios de tus ancestros, Abraham, Isaac y
Jacob. Moisés tapó su cara con las manos,
porque tuvo miedo de mirar a Dios. –Mi
pueblo está sufriendo –continuó Dios– y he
visto la forma cruel en que los egipcios los
tratan. Así es que he venido a rescatarlos
para llevarlos a una tierra rica, donde hay
leche y miel. Te he elegido, Moisés, para ir a
faraón y sacar a mi pueblo de Egipto.
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–¿Por qué yo? –se quejó Moisés–. Yo no soy

nadie. ¿Por qué tengo que ser el que haga esto?
Dios le prometió: –Estaré contigo, y un día,
cuando mi pueblo sea libre, te reunirás
conmigo en este monte otra vez. Moisés no
estaba seguro y preguntó: –¿Y si no creen que
tú me enviaste? –Lanza tu vara de pastor al
suelo –le dijo Dios. Moisés lo hizo y la vara se
convirtió en serpiente. –Ahora toma la serpiente
–le ordenó. Y Moisés hizo lo que Dios le mandó.
¡Nuevamente fue una vara! –¡Muéstrales eso! –
dijo Dios–. Eso probará que yo te envié.
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Dios pudo ver que Moisés aún no estaba

seguro y le dijo: –Pon tu mano dentro de
tu manto. Moisés lo hizo y, cuando sacó la
mano, estaba cubierta de una enfermedad.
Dios le dijo: –Vuelve a meterla. Cuando Moi-
sés miró su mano de nuevo, ya estaba sana.
–Muéstrales estos dos milagros –dijo Dios–,
y si ellos todavía no te creen, saca un poco
de agua del Nilo, derrámala sobre el suelo y
¡se volverá sangre!

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 –Pero yo no hablo muy bien –dijo Moisés–,
y no siempre sé las palabras correctas que
debo decir. Dios le contestó: –¿Quién hizo
tu lengua? ¡Yo! Yo te daré las palabras que
necesitas. Y finalmente Moisés dijo: –¿Pero
no podrías encontrar a alguien más...?
Ahora Dios comenzó a enojarse. –¡NO! –le
respondió con firmeza–.Yo te he elegido
a ti para esto. Puedes llevar a tu hermano
Aarón contigo si quieres. Él es bueno con las
palabras. Él hablará por ti.
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Cuando Moisés se dio cuenta de que se

habían agotado sus excusas, aceptó hacer
lo que Dios le pedía. Se despidió de la
familia de su esposa y se fue a Egipto para
decirle al gran y poderoso faraón que debía
liberar al pueblo de Dios.

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1. ¿Qué entristeció a Moisés? 6. ¿Qué quería Dios que hiciera Moisés?
a. Que maltrataran a su pueblo y su condición de a. Que sacara al pueblo de Dios de Egipto.
esclavos. b. Que construyera un puente sobre el río.
b. Que los egipcios amaban a su pueblo. c. Que subiera a la cima de la montaña.
c. Que los egipcios trataban muy bien a su pueblo. d. Que sacrificara un cordero.
d. Estaba triste por ser hebreo.
7. ¿Qué pasó cuando Moisés lanzó su vara al piso?
2. ¿Qué hizo enojar mucho a Moisés un día? a. Se convirtió en serpiente.
a. Que un egipcio estaba golpeando a un trabajador b. Se quebró en muchos pedazos.
hebreo. c. Se encendió con el fuego.
b. Que un hebreo estaba golpeando a un egipcio. d. No pasó nada.
c. Que faraón le quitó su carruaje.
d. Que su perro se había escapado. 8. ¿Por qué Moisés no quería hacer lo que Dios le pidió
que hiciera?
3. ¿Por qué el faraón decidió matar a Moisés? a. No era bueno para hablar y pensaba que él no era
a. Porque Moisés había matado a un egipcio y nadie.
escondido su cuerpo. b. Tenía otros planes con su esposa y su familia.
b. Porque Moisés le contestaba mal a su madre. c. No le importaba lo que pasaba con el pueblo de
c. Porque el faraón estaba cansado de tenerlo en su Dios.
palacio. d. Estaba demasiado ocupado para hacer tiempo
d. Porque Moisés robó las joyas de la familia. para Dios.

4. ¿Qué le pasó a Moisés después de huir a las 9. Ana tiene que hablar ante su clase, sobre un libro. Está
montañas? muy asustada y nerviosa.
a. Vio una zarza ardiendo y oyó una voz que lo a. ¿Cómo puedes ayudarla?
llamaba. b. Diciéndole que ore y pida a Dios que le ayude.
b. Un oso lo atacó. c. Diciéndole que ese día se quede en casa y no vaya
c. No pudo encontrar nada para comer. a la escuela.
d. Los soldados del faraón lo capturaron. d. Diciéndole a sus amigos que ella es una tonta.

5. ¿Qué le dijo Dios a Moisés? 10. ¿Qué aprendemos de esta historia?

a. “Tú estás parado sobre tierra santa”. a. Que Dios usa a la gente que piensa que no puede
b. “No deberías haber matado al egipcio”. hacer nada.
c. “El faraón quiere que vuelvas”. b. Que hay que tener cuidado cuando vemos un
d. “El arbusto puede estar muy caliente”. arbusto ardiendo.
c. Que la vara de un pastor puede transformarse en
una serpiente genial.
d. Que Dios nunca nos pide hacer lo que pensamos
que no podemos.