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Clínica Psicoanalítica Freudiana

-Naparstek “Tres momentos en Freud. Teórico 4”


-Naparstek “Nuevos cuerpos, nuevos goces” (en ‘Nociones de introducción al psicoanálisis’): Goce y nombre del padre
-Freud “Intro al narcisismo”: Introversión de la libido y fantasía. Retracción libidinal. Delirio, alucinación, etc.
-Freud “16º conferencia: Psicoanálisis y psiquiatría”: Acción sintomática, delirio.
-Freud “26º conferencia: La Teoría de la Libido y el Narcisismo”: Primer dualismo pulsional. Delirio de grandeza,
narcisismo. Paranoia (delirio de grandeza, persecutorio, de amor, de celos, etc).
Clínica Psicoanalítica Lacaniana (Los tres registros)
-Lacan “El seminario 5: Las formaciones del inconsciente”: Forclusión del nombre del padre, tiempos del Edipo.
-Lacan “El seminario 3”: Paranoia, fenómeno elemental. Significación del delirio, narcisismo.
-Lacan “El estadio del espejo como formador de la función del yo”
-Naparstek “Función paterna en Freud. Teórico 5”
-Naparstek “Función paterna en Lacan. Teórico 11”

INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA PSICOANALÍTICA


CLÍNICA PSICOANALÍTICA FREUDIANA
-Naparstek “Tres momentos en Freud. Teórico 4”
NOSOLOGÍAS FREUDIANAS
✱PRIMERA NOSOLOGÍA (1893-1900)
-Distingue: Neurosis actuales ≠ Neuropsicosis de defensa.
-Conflicto psíquico entre el Yo y Representación intolerable de índole sexual, entra en conflicto con la conciencia.
-Vivencia sexual prematura traumática.
-Trauma en dos tiempos (retroactivamente se resignifica el primero a partir de una segunda vivencia).
-No hay sexualidad infantil.
-Las contingencias del trauma son efectivamente acontecidas.
CLASIFICACIONES

NEUROSIS NEUROPSICOSIS DE DEFENSA (hay mecanismo)


ACTUALES

-Histeria: carga la representación en el cuerpo.


-Neurosis obsesiva: falso enlace o conversión. Frente al reproche arma una defensa
secundaria.
-Neurosis de -Fobia
Angustia -Psicosis Alucinatoria / Amentia de Meynert: defensa más enérgica. No se separan
-Neurastenia representación y afecto, se rechazan (Verwerfung). Queda desgarrado algo de la vida
psíquica.
-Paranoia: hay represión. Similar a neurosis obsesiva (reproche contra uno mismo), pero el
reproche queda afuera. Hay un ahorro, no vive con el autorreproche. Proyección: el sujeto lo
reprime y proyecta al otro. No se sabe que se trata de él por la represión (desconocimiento).

✱SEGUNDA NOSOLOGÍA (1900-1920)


-Intento de distinción entre Neurosis ≠ Psicosis.
-La defensa no reprime recuerdos sino fantasías (realidad psíquica). El síntoma no es causado por el trauma sino
causado por la fantasía.
-Concepto de PULSIÓN: fronterizo entre lo anímico y lo somático. Es la energía psíquica que dirige la acción hacia
un fin, descargándose al conseguirlo. Pulsiones sexuales y yoicas
-Fases de la libido (autoerotismo; narcisismo; elección de objeto).
-Descarta los dos tiempos del trauma. Podría no haber ocurrido una vivencia sexual prematura traumática.
-Sexualidad infantil (perverso polimorfo).
-Agrega el sentimiento inconsciente de culpa en el neurótico obsesivo.
-Primera tópica (preconsciente, inconsciente, consciente).
-Hipótesis del psicoanálisis: el síntoma tiene un sentido (consciente) quiere decir algo (inconsciente) y es
descifrable.

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-Delirio de grandeza (a modo de narcisismo secundario), extrañamiento respecto del mundo exterior.
-Introversión de la libido en la neurosis: el vínculo con el objeto exterior se conserva en la fantasía.
-Núcleo de investidura que se conserva en el yo, que no se cede a los objetos. prolongaciones que emite y puede replegar
sobre sí mismo).
-En la psicosis hay regresión al yo (no sirve el análisis, no hay transferencia). Se retira la libido,que vuelve al yo.
-Delirio como intento de volver a enlazarse con el mundo (curacion). Modo de tramitar la libido yoica.
-Parafrenia: regresión, vuelta al autoerotismo
-Schreber: hipótesis de protesta, defensa contra la libido homosexual.
-Lo sofocado interiormente no se proyecta en el exterior, sino que lo cancelado retorna al exterior. Lo cancelado en
relación a lo rechazado. (según Lacan lo rechazado sería lo real, que retorna).
CLASIFICACIONES

NEUROSIS ACTUALES NEUROPSICOSIS DE NEUROPSICOSIS NARCISISTAS


TRANSFERENCIA

-Neurosis de angustia -Histeria -Esquizofrenia


-Neurastenia -Neurosis obsesiva -Paranoia
-Fobias (histeria de angustia) -Melancolía - Manía

✱TERCERA NOSOLOGÍA (1900 en adelante)


-Segunda tópica (yo; ello; superyó; realidad psíquica/mundo exterior)
Freud construye la pulsión de muerte.
-Compulsión a la repetición de experiencias displacenteras: hay actitudes que se repiten más allá del placer, es decir
que, aunque generen displacer se siguen repitiendo.
-Diferencia tajante entre Neurosis ≠ Psicosis.
-Realidad psíquica del Edipo: la importancia recae en el relato psíquico del paciente.
-Yo vs síntoma (egosintónico: se refiere a los comportamientos, valores y sentimientos en armonía o aceptables para las
necesidades del yo; ego distónico: se refiere a los pensamientos, valores, sentimientos y conductas (por ejemplo, sueños,
impulsos, compulsiones, deseos, etc.) que están en conflicto o son disonantes, con las necesidades y objetivos del yo).
-Hipótesis del psicoanálisis: El síntoma tiene sentido (lo egosintónico, lo imaginario) quiere decir algo metafóricamente
(lo egodistónico revela un conflicto psíquico icc, lo simbólico) y se satisface en algo que se fija, resiste como piedra,
grano de arena (fantasías icc fijadas por las pulsiones, lo real).
CLASIFICACIONES

NEUROSIS ACTUALES NEUROPSICOSIS DE NEUROPSICOSIS NARCISISTAS


TRANSFERENCIA

-Neurosis de angustia -Histeria -Esquizofrenia


-Neurastenia -Neurosis obsesiva -Paranoia
-Fobias (histeria de angustia) -Melancolía - Manía
Como segunda cuestión, en relación a la elaboración freudiana de la psicosis, en un segundo momento, Freud apela a su
texto de 1914 para explicar la regresión al narcisismo en la paranoia, y las conferencias que explican la teoría de la libido.

-Naparstek “Nuevos cuerpos, nuevos goces” (en ‘Nociones de introducción al psicoanálisis’)


Freud: pulsión de muerte. Más allá del principio de placer. Sueños que tienden a más que la realización del deseo.
Repetición. Lo ineliminable del síntoma. Malestar que se repite, satisfacción paradojal del síntoma, satisfacción que produce
sufrimiento.
El sujeto padece porque no se apropia, algo se satisface a pesar de esto. Permanencia del síntoma, inercia, fijeza.
Componente pulsional del síntoma que hace que se repita. 1894 Diferenciación entre:
-Neurosis actuales (neurastenia, neurosis de angustia): el sentido no está incluido, noxa sexual que actúa patógena
mente.
-Neuropsicosis de defensa (histeria, neurosis obsesivas y fobia): hay una operación psíquica, un mecanismo que
defiende de algo sexual patógeno.
1900 en adelante. Síntoma compuesto por la pulsión y el sentido. Solicitación somática, zona erógena que se presta a
ser revestida por los sentidos. Lo pulsional y el núcleo del síntoma es de naturaleza tóxica. Se necesita un tratamiento

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simbólico para atenuar la toxicidad pulsional. Sentido y fantasía, repetición y temporalidad. La pulsión no encuentra
satisfacción. El placer tiene que ver con un mínimo de excitación, que no haya tensión en el aparato.
Lacan: el Goce asociado a la pulsión de muerte freudiana. El goce no sirve para nada, no tiene utilidad y puede ir en contra
del sujeto. El goce es el encuentro del cuerpo con la palabra. Hay un goce imposible (castración, objeto perdido), hay una
temporalidad en el goce y una espacialidad (cuerpo). Es consecuencia del cuerpo con la palabra (significante).
(Freud: en ese encuentro si solo hay pulsión de muerte lleva a la alucinación)
Goce: pulsión de satisfacción. Es acéfalo, anárquico, cada pulsión se satisface parcialmente en su recorrido.
El nombre del padre (intervención edípica) localiza el goce. Como efecto de la castración. Opera con un efecto de
vaciamiento del goce. De la metáfora paterna se desprende la significación fálica (ecuación donde algo viene a ese lugar
que tiene que ver con el deseo). El falo permite hacer una significación del deseo de la madre. A partir de la castración se
puede significar a través del falo. El goce en principio es asexual. A partir de la significación del deseo es fálica. El falo
(ausencia que posibilita investir algo) le da significación al goce. El goce es tramitado por el falo. Goce perdido que se
encuentra en el partenaire. Hacer del otro la metáfora de lo perdido.

-Freud “Introducción al narcisismo” (1914)


Este texto sirve para introducir la segunda nosología que distingue:
-Neurosis narcisísticas: hay un retiro de la libido objetal, que se dirige al yo (retracción libidinal). Delirio, alucinación,
hipocondría (para domeñar la libido a través del lenguaje de órgano)
-Neurosis de transferencia: hay una introversión de la libido objetal. Se conserva el vínculo con el objeto en la
fantasía.
Narcisismo: Conducta por la cual un individuo da a su cuerpo propio un trato parecido al que daría al cuerpo de un objeto
sexual. Lo mira con complacencia sexual, lo acaricia, lo mima, hasta que alcanza la satisfacción plena. Cobra el significado
de una perversión, pero vendría a ser el complemento libidinoso del egoísmo inherente a la pulsión de autoconservación.
Narcisismo originario: compulsión de atribuirle al niño toda clase de perfecciones y a cubrir y olvidar sus defectos. El
niño no debe estar sometido a esas necesidades cuyo imperio en la vida hubo de reconocerse: enfermedad, muerte,
renuncia al goce, restricción de la voluntad propia no han de tener vigencia para él. Debe cumplir los sueños irrealizados de
sus padres. Esa inmortalidad del yo que la fuerza de la realidad asedia duramente, ha ganado su seguridad refugiándose en
el niño.
MOTIVO PARA SU CONCEPCIÓN:
1) Incluir bajo la premisa de la teoría de la libido el cuadro de la esquizofrenia (parafrenia). Esta muestra dos rasgos
fundamentales de carácter: el delirio de grandeza y el extrañamiento de su interés respecto del mundo exterior
(personas y cosas), pero sin sustituirlas por otras en su fantasía como lo harían en la histeria o en la neurosis obsesiva.
Los esquizofrénicos parecen haber retirado su libido de las personas y cosas del mundo exterior, pero sin
sustituirlas por otras en su fantasía. Cuando esto último ocurre, parece ser algo secundario y corresponder a un intento
de curación que quiere reconducir la libido al objeto.
El delirio de grandeza, nació a expensas de la libido de objeto. La libido sustraída del mundo exterior fue conducida al yo,
y así surgió una conducta que podemos llamar narcisismo, amplificación y el despliegue de un estado que ya antes había
existido. El narcisismo que nace por replegamiento de las investiduras de objeto como un narcisismo secundario que
se edifica sobre la base de otro primario oscurecido por múltiples influencias.
2) Introversión de la libido, que vemos en la neurosis obsesiva y la histeria. Han resignado (hasta donde los afecta su
enfermedad) el vínculo con la realidad. Pero no han cancelado el vínculo erótico con personas y cosas, lo conservan en
la fantasía. Han sustituido los objetos reales por objetos imaginarios de su recuerdo o los han mezclado con estos por un
lado, y por otro, han renunciado a emprender las acciones motrices que les permitirían conseguir sus fines en esos objetos.
3) De la TEORÍA DE LA LIBIDO. Nos formamos así la imagen de una originaria investidura libidinal del yo, cedida
después a los objetos. Vemos también a grandes rasgos una oposición entre libido yoica y libido de objeto. Cuanto más
gasta una, tanto más se empobrece la otra. Al comienzo están juntas en el estado del narcisismo y son indiscernibles. Sólo
con la investidura de objeto se puede diferenciar una energía sexual, la libido, y una energía de las pulsiones yoicas.
Es un supuesto necesario que el individuo no nace con una unidad comparable al yo, sino que debe construirla. Las
pulsiones autoeróticas son iniciales, primordiales. Ahora bien, las pulsiones autoeróticas son iniciales, primordiales;
por tanto, algo tiene que agregarse al autoerotismo, una nueva acción psíquica para que el narcisismo se constituya.
La separación de la libido en una que es propia del yo y una endosada a los objetos es la prolongación de un primer
supuesto que dividió pulsiones sexuales y pulsiones yoicas.

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El individuo lleva una existencia doble, en cuanto es fin para sí mismo y eslabón dentro de una cadena de la cual es
tributario contra su voluntad. La separación de las pulsiones sexuales respecto de las yoicas refleja esta función doble
del individuo.

El caso Schreber lo forzó a ampliar el concepto de libido, a resignar su contenido sexual y hacerlo coincidir con interés
psíquico en general.
La introversión de libido sexual lleva a una investidura del “yo”, y por esta vía se produce el efecto de pérdida de la
realidad. Pudo haber extrañado enteramente de los seres humanos su interés sexual, sublimándolo en un interés
acrecentado por lo divino, lo natural, lo anima, sin que ello le hiciera caer en una introversión de la libido sobre sus fantasías
ni en un regreso de ella a su yo. Parece que esta comparación desdeña el distingo entre un interés desde de fuentes
eróticas y otras.
- Afecciones orgánicas: Libido puesta en el órgano sufriente. Retira del mundo su interés, cesa de amar. Libido e interés
yoico tienen aquí el mismo destino y se vuelven otra vez indiscernibles.
- Dormir, también implica el retiro narcisista de las posiciones libidinales sobre la persona propia.
- Hipocondría: Retira interés y libido de los objetos del mundo exterior y los concentra sobre el órgano que le atarea. Hay
una diferencia entre hipocondría y enfermedad orgánica: en el segundo caso las sensaciones penosas tienen su
fundamento en alteraciones comprobables, en el primero no.
A cada una de estas alteraciones de la erogeneidad en el interior de los órganos podría serle paralela una alteración de la
investidura libidinal dentro del yo. Llamemos a la actividad por la cual un lugar del cuerpo envía a la vida anímica
estímulos de excitación sexual su erogeneidad.
Probablemente una partícula de hipocondría es, constitutiva de las otras neurosis. Lo vemos en la neurosis de angustia y
en la histeria edificada sobre ella. La hipocondría es a la parafrenia, aproximadamente, lo que las otras neurosis
actuales son a la histeria y a la neurosis obsesiva, depende de la libido yoica, así como las otras dependen de la libido
de objeto, la angustia hipocondríaca sería, del lado de la libido yoica, el correspondiente de la angustia neurótica.
El displacer en general es un aumento de tensión. La elaboración psíquica está al servicio del desvío de excitaciones no
susceptibles de descarga. Al principio es indiferente que ese procesamiento interno acontezca en objetos reales o
imaginados. La diferencia se ve cuando la vuelta de la libido sobre los objetos irreales (introversión) conduce a una
detención libidinal.
En las parafrenias, el delirio de grandeza, quizás solo después de frustrado, la estasis libidinal en el interior del yo se
vuelve patógena y provoca el proceso de curación que se nos aparece como enfermedad.
La diferencia entre estas y las neurosis de transferencia, es que en estas la libido liberada por frustración no queda
adscrita a los objetos en la fantasía, sino que se retira sobre el yo.
La parafrenia a menudo trae consigo un desasimiento meramente parcial de la libido respecto de los objetos, dentro de su
cuadro pueden distinguirse tres grupos de manifestaciones:
1) Las de la normalidad conservada o la neurosis (manifestaciones residuales)
2) Las del proceso patológico (del desasimiento de la libido respecto de los objetos, de ahí todas
las regresiones);
3) La de la restitución, que deposita de nuevo la libido en los objetos al modo de una histeria o
neurosis obsesiva.
La represión parte del Yo. Mociones pulsionales libidinosas sucumben al destino de la represión patógena cuando entran
en conflicto con las representaciones culturales y éticas del individuo.
Las mismas impresiones y vivencias, los mismos impulsos y mociones de deseo que un hombre tolera o procesa
conscientemente, son desaprobadas por otro con indignación total o ahogados ya antes que devengan conscientes.
La formación de ideal sería la condición de la represión. Sobre este Yo ideal recae ahora el amor de sí mismo de que
en la infancia gozó el yo real. El narcisismo aparece desplazado a este nuevo yo ideal que posee todas las perfecciones
valiosas.
La sublimación es un proceso que atañe a la libido de objeto y consiste en que la pulsión se lanza a otra meta, distante
de la satisfacción sexual. La idealización es posible tanto en el campo de la libido yoica cuanto en el de la libido de
objeto es una idealización de este, puesto que la sublimación describe algo que sucede con la pulsión y la idealización algo
que sucede con el objeto, es preciso distinguirlas en el plano conceptual.
La sublimación es un proceso cuya iniciación puede ser incitada por el ideal, pero cuya ejecución es por independiente
de la incitación. La formación de ideal y la sublimación contribuyen en proporciones diversas a la causación de la neurosis.
La formación del ideal aumenta las exigencias del yo y es el más fuerte favorecedor de la represión. La sublimación
constituye aquella vía de escape que permite cumplir esa exigencia sin dar lugar a la represión.

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Conciencia moral, nos posibilita comprender el llamado delirio de ser notado, de ser observado, que con tanta nitidez
aflora en la sintomatología de las enfermedades paranoides y que puede presentarse también como una enfermedad
separada o entreverada con una neurosis de transferencia.
La incitación para formar el ideal del yo partió en efecto de la influencia crítica de los padres y educadores. Como
enjambre indeterminado e inabarcable de todas las otras personas del medio.
Grandes montos de una libido en esencia homosexual fueron así convocados para la formación del ideal narcisista
del yo, y en su conservación encuentran drenaje y satisfacción. El desarrollo del yo consiste en un distanciamiento
respecto del narcisismo primario y engendra una intensa aspiración a recobrarlo. Esto acontece por medio del
desplazamiento de la libido a un ideal del yo impuesto desde fuera; la satisfacción se obtiene mediante el cumplimiento de
este idea.

-Freud “16º conferencia: Psicoanálisis y psiquiatría” (1916)


Mujer que sufre como si admitiera la total justificación de esos celos, cuando sólo tiene una carta anónima como prueba,
inaccesible a argumentos lógicos y tomados de la realidad, ideas delirantes. Delirio de celos.
Si una idea delirante no puede ser desarraigada refiriéndola a la realidad, no ha de provenir de esta.
Fue la propia paciente la que provocó la carta anónima comunicándole a la mucama que su máxima desventura sería que
su marido mantuviera amoríos con una mujer joven. Había en ella un enamoramiento por un hombre joven, ese mismo
yerno que la instó al análisis. Un enamoramiento así no puede devenir conciente, pero persistió, y ejerció una represión, y
el alivio lo ofreció el mecanismo de desplazamiento, entonces su conciencia moral se descargaba del peso de la
infidelidad.
- La idea delirante, deja de ser incomprensible, cobra pleno sentido.
- Es necesario como reacción frente a un proceso anímico inconsciente.
- La vivencia que hay tras la contracción de la enfermedad determina unívocamente que habría de
engendrarse una idea de celos y ninguna otra cosa.
Fenómenos neuróticos, acción sintomática: repetición de algo inconsciente que se muestra y es pasible de ser
interpretado. No es azaroso, es determinado psíquicamente. La idea delirante: obsesiona, hay una convicción.

-Freud “Lección 26º: La Teoría de la Libido y el Narcisismo” (1916)


Diferenciación entre Pulsiones yoicas (energía interés) y sexuales (energía libido). La represión muestra que pueden
entrar en oposición y entonces las pulsiones sexuales son sometidas y obligadas a procurarse satisfacción por rodeos
regresivos.
No recorren el mismo camino de desarrollo ni entran en vínculo con el principio de realidad. Las pulsiones sexuales se
enlazan con el estado afectivo de la angustia mucho más íntimamente que las pulsiones yoicas. Ambas se presentan como
unas designaciones de fuentes energéticas del individuo.
Al precio de un placer elevado le depara peligros que amenazan su vida y con bastante frecuencia se la cobran. En
neurosis de transferencia, las pulsiones sexuales entran en pugna con las de autoconservación.
Delirio de grandeza en la demencia precoz, lo compara con el enamoramiento, donde el objeto tiene una
sobrestimación sexual. En aquel, la libido es retirada de los objetos del mundo exterior y llevada al yo, que es
tomado como aquel objeto. Esto es el narcisismo. De la historia del desarrollo de la libido de objeto, tendríamos que
reconocer que muchas pulsiones al comienzo se satisfacen sobre el cuerpo propio, autoerotismo.
Suponemos que en condiciones normales, la libido yoica se traspone sin impedimentos en libido de objeto, y puede
recogerse de nuevo en el interior del yo.
-Narcisismo complemento libidinal del egoísmo. El egoísmo cuidará después de que la aspiración de objeto no traiga
perjuicios al yo.
-Enamoramiento: El objeto atrae una parte del narcisismo del yo y se produce la llamada sobrestimación sexual del
objeto. Si en cambio, se produce la trasmisión altruista del egoísmo al objeto sexual, este cobra máximo poder, deglute al
yo.
-Sueño: Es posible que los restos diurnos deban a un enlace preexistente con lo inconsciente reprimido una parte de la
resistencia que oponen al recogimiento de la libido dispuesto por el deseo de dormir.
-Enfermedad orgánica: Desasimiento de la libido respecto de sus objetos, esta es recluida al yo como investidura
reforzada de la parte enferma del cuerpo. Comprensión de la hipocondría.
El supuesto de que la libido de objeto puede transponerse en libido yoica y que por tanto es preciso tener en cuenta
una libido yoica, se nos presentó como el único que podía solucionar el enigma de las llamadas neurosis narcisistas.

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La libido, convertida en narcisista, no puede entonces hallar el camino de regreso hacia los objetos, y es este
obstáculo a su movilidad lo que pasa a ser patógeno. Parece que la acumulación de esta no se tolera más allá de cierta
medida.
La diferencia entre las neurosis narcisistas y las neurosis de transferencia, es la fijación en el desarrollo libidinal,
permitirá la irrupción hasta la formación de síntomas. Probablemente sea en el estadio narcisista primitivo al que la
demencia precoz vuelve atrás en su desenlace final. El intento de poner la libido nuevamente en los objetos responden a
un intento de curación o de restitución. En la demencia precoz pareciera que en ese intento de recoger nuevamente los
objetos del mundo exterior solo pudiera recogerse la sombra de estos, las representaciones-palabra que les corresponden.
Paranoias, sus formas son descritas según el contenido del delirio:
- Delirio de grandeza, consecuencia directa de un aumento del yo por recogimiento de las investiduras libidinales de objeto.
- Delirio de persecución, el perseguidor es del mismo sexo que el perseguido, normalmente una persona antes amada.
Defensa ante un avance de libido homosexual hiperintensa. Mudanza de amor en odio. Se produce una trasposición de
mociones libidinosas en angustia, resultado regular del proceso de la represión.
- Delirio de amor (erotomanía), delirio de celos, etc.
La imposibilidad de abordar la idea delirante mediante argumentos lógicos y experimentos reales se explica, por el vínculo
inconsciente que es representado y sofrenado por la idea delirante.
Melancolía, ha retirado del objeto su libido y vuelta al yo pero por una identificación narcisista con ese objeto, este se
erige dentro del yo y se lo trata al yo como a aquel. Sale a la luz la ambivalencia, se dirigen a una misma persona
sentimientos contrapuestos, de ternura y hostiles. Además existe una identificación histérica
Por el delirio de observación, se ve que en el interior del yo existe realmente una instancia que de continuo observa,
critica y compara, y que de tal modo se contrapone a la otra parte del yo, mide su yo actual y cada una de sus actividades
con un yo ideal, que él mismo se ha creado en el curso de su desarrollo. A la instancia de observación de sí la llamamos
conciencia moral, que por las noches ejerce la censura sobre los sueños, y de las que parten las represiones de las
mociones de deseo no permitidas. En el caso del delirio de observación esta se descompone y da a conocer que proviene
de los padres y figuras con las cuales se ha identificado en la vida.

CLÍNICA PSICOANALÍTICA LACANIANA


LOS TRES REGISTROS. Permiten presentar la manera en la que Lacan aborda la psicosis.
• IMAGINARIO: Dimensión por la cual se desarrolla el pensar en imágenes. Registro que da cuenta de la constitución
del yo a través de la experiencia del estadio del espejo donde se origina una identificación imaginaria a partir de la
imagen especular que es tomada como modelo y le permite al bebé tomarse como una totalidad frente a su incoordinación
motriz (fragmentación). Esto da lugar al YO IDEAL.
La alienación como proceso inaugural, en donde el yo es otro, y es necesario que se experimente así. Hay un Otro
previamente reconocido que acompaña la alienación imaginaria con el lenguaje, momento de reconocimiento, nominación.
Lacan lo aborda en su comparación con los animales y ciertos estudios respecto de la gestalt y la buena forma; que es la
importancia y la impronta que tiene la imagen. Lo que introduce que lo imaginario no funciona en el ser humano como los
animales es lo simbólico. Es decir, que en el ser humano lo imaginario tiene un valor crucial para tener una imagen de sí
mismo y del mundo. Esto se logra a partir de que estamos tocados por el lenguaje. Además Lacan plantea, siguiendo a
Freud, que eso no está dado de antemano, se trata de algo que hay que conquistar.
Lo imaginario tiende a cerrar el agujero de lo simbólico, tiende a tapar el vacío propio de lo simbólico. Allí donde falta el
significante aparece la imagen de lo que no puede nombrar (por ejemplo cuando Freud olvida los frescos y ese vacío en
la cadena está por la imagen del fresco) hay una tendencia a llenar el vacío significante con lo imaginario, pero no
quiere decir que se llene, es un intento. [La significación es de la índole de lo imaginario. El
sentido.]
• SIMBÓLICO: Es el registro de la palabra (interviene el lenguaje, signos). Se termina de instaurar la instancia psíquica
por donde el niño atraviesa en el estadio del espejo, ya que además de adquirir una imagen especular adquiere
identificaciones simbólicas por medio de significantes que pronuncian sus padres. Incorporará las palabras que oye y
generará su identidad, lo que impedirá que el sujeto quede atrapado sólo en el mundo imaginario. Este rasgo devendrá el
núcleo del IDEAL DEL YO.
“Lo simbólico es un conjunto de elementos covariantes”. Es un conjunto y no una totalidad, conjunto en matemática
implica que no necesariamente se tienen todos los elementos. En esta covariación de los elementos se produce algo
novedoso. Cuando los hacemos covariar ponemos un significante detrás del otro lo cual implica una diacronía, que no es
lineal y de esta covariación significante obtenemos un sentido.

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Rompe la relación directa entre el significante y el significado. A partir de que dos significantes se juntan, a partir de así se
obtienen sentidos o significados diferentes. Relación de significantes (s1, s2… s5.)
La idea de Freud, que Lacan retoma, es el inconsciente estructurado como un lenguaje, simbólicamente, es el
inconsciente el que tiene por excelencia un sentido sexual para Freud y Lacan lo retoma en términos del falo.
Para diagnosticar una psicosis debe haber presencia de un trastorno del lenguaje. Entonces, si se habla de lenguaje,
se habla del registro simbólico.
•REAL: En el seminario II “Introducción del Gran Otro” Lacan refiere algunas afirmaciones
-Lo real es lo que no habla: Los planetas no hablan porque son reales, son completos, pueden ser
hablados, pueden ser objeto del lenguaje.
-Lo real es lo que vuelve siempre al mismo lugar: Lo real no se puede poner en palabras (la
angustia, el trauma, lo inimaginable), carece de representación inconsciente. Es el punto donde el saber
hacer agua por lo tanto se produce la repetición. Es aquello de lo cual no se sabe nada.
Más adelante lo define como aquello que no es imaginario ni se puede simbolizar. Lo define como lo que queda por
fuera de lo simbólico y que a la vez lo imaginario intenta cubrir. Como lo simbólico no puede nombrar todo, algo queda
por fuera, y si queda fuera lo definimos como real, siempre va a haber real. Lo que queda fuera es una paradoja, porque
si pudiéramos nombrarlo ingresaría al registro de lo simbólico.
Es diferente del concepto de realidad que es una entrecruzamiento entre lo simbólico y lo imaginario. Lo real aparece en el
campo de la sexualidad, la muerte, el horror y el delirio, aquello del orden de lo desconocido y de lo cual el sujeto se
interroga. Es lo que no podemos pensar, imaginar o representar, la dimensión de lo que no podemos situar.
Cuando Lacan dice “significante en lo real” quiere decir que el significante se introduce en lo real del lenguaje, en
cuanto se habla o se empieza a contar. Introducir el lenguaje hace que se pierda algo de lo biológico.
Cuando a uno lo toca algo de lo real, se da cuenta de la ficción en la que vive o tiene ese sentimiento de que todo es
una ficción, pero pasa el tiempo y si puede, navegará nuevamente en la ficción de todos los días. A veces lo real es tan
impactante que ya no puede navegar en la misma ficción y tiene que inventarse una nueva, es cuando la gente dice: “mi vida
es antes y después de ...”
La definición de trauma en Freud tiene que ver con lo que está por fuera de lo simbólico. La realidad psíquica en la
neurosis siempre tiene algo de incertidumbre, el neurótico vive la vida vacilando, siempre la duda y la incertidumbre están
presentes. En cambio, lo real nos da certeza aunque no sepamos cómo nombrarlo; ello se verá en la PSICOSIS.
[-La psicosis puede explicarse a través de este regreso de lo forcluido que retorna
alucinatoriamente (retorno que se expresa “en lo real”).
-Lo que retorna desde lo real se impone al sujeto con sufrimiento. Entonces, el
desencadenamiento de la psicosis se produciría cuando el sujeto recibe, desde el campo
del Otro, un llamado a responder desde un significante que no posee.
-Lo que es rechazado no retorna en lo simbólico ya que nunca fue aceptado. Aquello que no
tiene inscripción solo puede retornar en otro lugar esto es en lo real.]
Lo real es aquello que queda por fuera de lo simbólico y otra, es pensar lo real como lo imposible lógico. Lo Imposible
es distinto de la impotencia, la impotencia es aquello que no se puede, aunque no hay razones que lo expliquen. Hace 200
años alguien podría decir que era imposible llegar a la luna y en realidad era la impotencia de la época, no se podía lograr
pero no era imposible. En cambio, lo imposible no es por demostración lógica y esa imposibilidad depende del
sistema simbólico en el que estemos parados.
Cada sistema simbólico generar sus propios imposibles, cada realidad psíquica genera su propio imposible, por
ende, genera su propio real. Cada sujeto cuenta con un conjunto de elementos covariantes y en cada uno esos
elementos se relacionan de un modo específico, eso genera su propio imposible, su propio real . Lo real no deja de
ser singular también aunque para todo el mundo una muerte tiene este aspecto, habrá que ver cómo es la muerte en cada
sujeto.

[Con respecto a la Psicosis, debemos entender qué es la Metáfora paterna y cuestiones relacionadas al Sem. 5]

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-Lacan “El seminario 5: Las formaciones del inconsciente”
CLASE VIII: LA FORCLUSIÓN DEL NOMBRE DEL PADRE
Lacan toma el Edipo y lo reelabora en términos lingüísticos. “La metáfora paterna concierne la función del padre” afirma
Lacan. Se le da el nombre de FUNCIÓN PATERNA a una función que LIMITA EL DESEO DE LA MADRE escindiendo la
unidad que inicialmente forman la madre y el infante. El padre lacaniano es una función simbólica. Los tres registros del
padre participan en el Complejo de Edipo pero lo que determina la estructuración del sujeto es ese aspecto simbólico.
En la psicosis el Edipo está ausente, NO OPERA LA METÁFORA, HAY FORCLUSIÓN.
Por la operación del nombre del padre es como que queda significado el sujeto. Como efecto del nombre del padre
(aparato simbólico que opera sobre el deseo materno y viene a significar algo en el niño) hay significación fálica.
El nombre del padre es un significante privilegiado que permite el ordenamiento, la organización, la sustitución.
Deseo materno (de recibir un niño por ecuación simbólica): falta significada como deseo de hijo. El nombre de padre
ordena el deseo materno. Que el deseo materno se articule al nombre del padre permite una COORDENADA
LEGALIZANTE. Si no opera, queda como un goce materno. Cuando opera, hace que el deseo materno no sea un
capricho, sino algo articulado a la ley (lo que se puede o no). Lo que el padre transmite es la falta o castración, como un
modo de estar sujeto a una ley, en donde no todo se puede. Se transmite un imposible, cómo arreglárselas con la falta.
Padre como agente para localizar lo imposible, que no prohíbe, aunque el niño cree que sí.
Si no operó la metáfora paterna hay FORCLUSIÓN (rechazo, no hay represión). El nombre del padre como coordenada
legalizante que marca a la madre como castrada. El padre prohíbe lo que ya es imposible, con cierta falla o fracaso.
-Padre imaginario: Las distintas versiones del padre que ejerció esa función
-Padre simbólico: El padre que en algún momento resulta amenazante para el hijo para poder separarlo de la madre, es
decir, donde el niño encuentra al padre en la madre, el deseo de la madre va más allá de él.
-Padre real: Persona que encarna la función.
Lo que crea la función del padre es el Significante del Nombre del Padre. Dicha metáfora tiene como objetivo hacer
valer la prohibición del incesto en el lazo madre-hijo articulando ley y deseo. Introduce el deseo en el campo de la ley,
entonces, es fundante de la ley, ordenador de los significantes del Otro, introduce la falta en la madre.
La metáfora paterna es la sustitución de un significante (Deseo Materno, DM) por otro significante (Nombre del
Padre, NP) que produce un efecto de significación nueva (-e falo imaginario). Es un significante que viene a ocupar el
lugar de otro significante (viene a sustituir el deseo de la madre). Lo que había en el lugar del deseo de la madre como
incógnita ahora es ocupado por la Ley de la prohibición incestuosa. A esto es a lo que Lacan denomina metáfora paterna y
culmina a partir del declinamiento del proceso edípico, momento máximo de introyección de los valores culturales.

(ф = falo)

La ley establece el límite a la demanda y el niño se encuentra con un tope a la omnipotencia de la madre, inscribe que el
otro no está completo, lo que le falta es el falo. Esto produce una sustitución del DM por el NP, el cual se simplifica. Al
simplificarse aparece la significación fálica, aquello que se desea que da vueltas como enigma es el falo, la madre busca
el falo que tiene el padre (su falta, su deseo). Dicha instauración de la ley abre el campo objetal exogámico.
La metáfora paterna es la vertiente sincrónica del Complejo de Edipo.
CLASE X: LOS TRES TIEMPOS DEL EDIPO
Es la vertiente diacrónica del Complejo de edipo, es decir, el despliegue en el tiempo de la metáfora paterna. Se
presenta como una sucesión en tiempos lógicos, no cronológicos, cada tiempo es condición de posibilidad del siguiente.
-PRIMER TIEMPO: Supone como acción previa el pasaje de la necesidad a la demanda, donde el infante se encuentra
con el Otro codificando el llanto, poniendo un código (“tiene hambre”) y ofreciendo un objeto que en principio es real
(pecho) y luego simbólico (como signo de amor del Otro) lo cual instaura la demanda de amor.
El bebé se identifica a imagen y semejanza de lo que a la madre le falta, siendo lo que el Otro necesita (le falta). Lo que
está en juego es el falo (lo que le falta a la madre) lo cual representa el primer encuentro del sujeto con la falta del
Otro, esto se encuentra presente en tanto la madre inscribió la falta y construyó la ecuación simbólica y es por eso que
puede tener un vínculo con el niño, en busca del falo y sostener así la ilusión de completud (tríada imaginaria).
El falo en este momento es un objeto imaginario al cual el niño anhela identificarse viene a cubrir aquello que falta, es
un señuelo que obtura la falta en la madre.
El niño es el falo de la madre y ésta por tenerlo a él es la madre fálica. El niño desea ser el objeto de deseo de su madre y
para esto toma de la madre su deseo, se convierte en lo que la madre desea. Se trata del falo imaginario, el niño es el falo,

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la madre tiene el falo, el padre (real) no aparece, en esta instancia aparece velado, se encuentra ubicado como portador
del falo, como padre simbólico. Se arma la dupla completa madre-niño, ambos fálicos, uno lo tiene y el otro lo es.
-SEGUNDO TIEMPO: Ambos dejan de ser el falo y de tenerlo respectivamente pero hay personaje que lo es: el padre.
En este tiempo el niño ya no completa a la madre, el falo se independiza del niño y el padre aparece como falo omnipotente
que puede privar al deseo de la madre en una doble dirección: priva al niño de su objeto de deseo y a la madre de su
objeto fálico. El padre irrumpe como prohibidor, privando al deseo de la madre y apoyándose en la ley del incesto que
tiene doble vertiente: (1) no yacerás con tu madre (al hijo) (2) no reintegrarás tu producto (a la madre).
En este momento se produce la caída de la madre fálica privando a la madre de ese objeto que encarna el hijo (falo
simbólico). El padre en este momento es imaginario porque el niño lo imagina como la ley, representa al padre terrible que
logra que el niño se siente amenazado. Para que la privación sea efectiva es imprescindible no sólo que la madre se dirija al
padre sino que el padre no quede dependiente del deseo de la madre.
TERCER TIEMPO: El padre dona algo que le permite al niño abandonar a la madre e ir hacia la exogamia diciendo que
NO al objeto incestuoso pero sí a los demás. Cara prescriptiva de la ley: articula deseo y ley, es porque se está
dispuesto a perder que se va a poder desear.
En este momento el padre es real, es el padre de la castración, transmite la ley porque él mismo está atravesado por
ella, eligió abandonar el objeto incestuoso para estar con otra mujer y transmitir la ley.
Ahora también el padre pierde su valor fálico, se lo reconoce al padre dependiente de una ley exterior a él mismo, el
falo se tiene pero no se es, el falo se encuentra por fuera del padre y queda instaurado en la cultura.

-Lacan “El seminario 3” (1955)


[Presentación Seminario 3:
Psicosis ≠ Demencia (deterioro de funciones psíquicas). Retoma la paranoia (dejada de lado a partir de la demencia precoz). Concepto
de personalidad. Justifica el planteo en relación a un único caso, separándose de la psiquiatría. Lacan vs. Psiquiatras franceses (Genil-
Perrin, Janet)
CARÁCTER PARANOICO constituido por cuatro rasgos:
-Orgullo. -Juicio desviado (cómo interpreta la realidad)
-Desconfianza (sensación de extrañeza, desdén) -Inadaptabilidad (reacción ante una situación)

Genil-Perrin: el carácter es constitucional. Si está el rasgo, va a haber delirio. Lacan: No tiene que desarrollarse
necesariamente. No es constitucional, el carácter no determina.
Kretshmer: lo primario para el desencadenamiento es una reacción frente a una situación vital. La personalidad es
secundaria.
Retoma a Jaspers: discontinuidad, noción de proceso. Crítica a la comprensión, ya que en la paranoia (psicosis) hay algo
disruptivo, anideico, sin lógica.
CASO: intuición delirante de que algo la invade o parasita. Según Lacan es apresada. La sanción ayuda a estabilizar.
Se habla del significante en lo real, retorna una certeza autorreferencial, aunque se desconozca la significación.]
Seminario 3: restituye el valor a la paranoia que había caído en desuso. Freud (Schreber, paranoico), delirio
sistematizado.
Lo “anideico”. No hay sucesión lógica de ideas. Algo que invade al sujeto. El problema radica en la comprensión.
Comprender implica suponer, hay prejuicio. Se trata de no comprender. Lo imaginario engaña (es necesario para constituir
el cuerpo en el estadio del espejo).
Crítica a postfreudianos por reducir la psicosis a un exceso de lo real (alucinaciones, delirios) y un déficit de lo imaginario.
Recupera a Klein (enchapa lo simbólico). Se trata de lo simbólico (único modo de diagnosticar psicosis). Signo
lingüístico: algoritmo saussuriano, prevalencia de lo simbólico.
Se trata de sostener el malentendido, no comprender, recortar lo simbólico. Ejemplo del auto rojo: todo significa, no
parte de una lógica, no sabe el sentido pero es autorreferencial, sabe que le concierne (certeza) pero no sabe qué
significa. El significante de lo real llama a la significación, a dar sentido.
-Critica la paranoia de Kraepelin (desarrollo insidioso…) porque: es anideico, no insidioso, asensorial, lo invade, se
instala; y porque no se trata de causas internas (impreciso). Consideración de situaciones vitales externas
(coordenadas, punto de desencadenamiento, punto fecundo, coyuntura dramática) y cómo el sujeto responde frente a
eso que resulta abrupto.
Toma el Automatismo de De Clérambault, lo llama FENÓMENO ELEMENTAL (queda relegado a lo orgánico). Según
Lacan el delirio también es elemental. En presencia de fenómenos de automatismo: diagnóstico de psicosis.

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Metáfora de la planta: hoja como el pequeño automatismo/fenómeno elemental para leer la psicosis, en donde hay algo
común que se reproduce en toda la estructura. Nervadura de la hoja como significante (simbólico, s1), desde la perplejidad y
desde la respuesta. A partir de los fenómenos se lee la estructura psicótica, en donde debe haber trastorno del lenguaje.

CLASE II: SIGNIFICACIÓN DEL DELIRIO


Kraepelin: La paranoia se distingue de las demás psicosis porque se caracteriza por el desarrollo insidioso de causas
internas, y según una evolución continua, de un sistema delirante, duradero e imposible de quebrantar, que se instala con
una conservación completa de la claridad y el orden del pensamiento, la volición y la acción.”
Lacan contradice todos los datos de la clínica:
-El desarrollo no es insidioso, siempre hay brotes, fases. Momento fecundo, siempre es sensible al inicio de una
paranoia;
-Hay una ruptura en lo que Kraepelin llama más adelante evolución continua del delirio dependiente de causas internas,
no puede limitarse su evolución a causas internas. Cuando se buscan las causas desencadenantes de una paranoia,
siempre hay un elemento emocional en la vida del sujeto, una crisis vital que tiene que ver efectivamente con sus relaciones
externas.
-El sistema delirante varía. La variación depende de la interpsicología, a las intervenciones del exterior, al mantenimiento
o no a la perturbación de cierto orden en el mundo que rodea al enfermo. Busca en el curso de la evolución de su delirio,
hacer entrar esos elementos en composición con este.
-Hay que saber qué son la claridad y el orden.
-El pensamiento, la volición, y la acción, hay que definirlos no a partir de ellos como nociones establecidas.
La ambigüedad de lo hecho en torno a la noción de paranoia se debe quizás a una insuficiente subdivisión clínica.
Crítica de Freud a Kraepelin: Freud muestra que hay una época que no está ligada a la enfermedad. En la Paranoia
podemos llamar este tiempo como un tiempo de salud aparente.
Lo que la psiquiatría nombra como abulia, falta de contacto con el exterior, etc, Freud, lo explica con el retiro de la libido
del mundo. Cuando Schreber dice “ hombrecitos hechos a la ligera”, es la forma en que indica que esos objetos, en el
sentido de objetos de amor, no tienen consistencia que les da la libido a las personas.
Freud dice: “En todo caso, para la paranoia, lo internamente suprimido, cancelado, rechazado, retorna desde el exterior”
Lacan resuelve el problema de lo exterior con lo interior. Se trata de si algo está inscripto en lo simbólico o si no lo está.

-Lacan “El estadio del espejo como formador de la función del yo” (1949)
Lacan se basa en el texto de Freud “Introducción del Narcisismo” donde el autor plantea que para que se genere un yo
hace falta un nuevo acto psíquico. El narcisismo es considerado por Freud como un proceso secundario, es decir, el yo no
existe desde el principio de la vida. A este acto Lacan lo va a denominar identificación. Tres tesis que propone:
- EL YO ES UNA CONSTRUCCIÓN IMAGINARIA
-Construcción: dado que el YO no existe desde sus orígenes, debe ser construido mediante operaciones psíquicas.
-Imaginaria: Se constituye en base a una imagen como modelo. El sujeto queda fascinada por esa imagen singular a la
que se quiere parecer. Aparece el registro S que determina esta constitución a partir de la inclusión de ciertos
significantes.
- EL YO ES OTRO
Primero el sujeto ve afuera la imagen del Otro (A) y éste deviene luego yo (A). El yo se basa en una alienación. Se trata
de una identificación imaginaria, el niño aprehende la noción se su cuerpo y su yo. El único modo de aprehender esa
noción es en relación al otro semejante. El espejo le devuelve una imagen de completud. Funciona como dominio
imaginario (en sentido psíquico). Un yo ideal, de completud, pero que todavía no es él. El sujeto toma la imagen del otro
para constituirse.
- EL YO TIENE UNA FUNCIÓN DE DESCONOCIMIENTO
El yo se constituye velando la fragmentación, nace velando la falta. El centro del análisis es el deseo y lo que revela el
psicoanálisis es que el yo trata de desconocer esa falta, la castración. El yo se desinteresa de la realidad, ama la
unificación de uno mismo y no quiere dar cuenta de la fragmentariedad.
[ESTADIO DEL ESPEJO como respuesta a introducción al narcisismo. Toma la óptica (relación imagen-objeto).
1º imagen: VIRTUAL. Con la que uno se encuentra en el espejo (puntos que se reflejan en un espejo plano). Solo hay inversión de
izquierda a derecha pero en el mismo plano. “Me veo allí donde no estoy”. El observador no queda engañado.
2º imagen: REAL. En un espejo cóncavo. La inversión es de arriba a abajo y de izquierda a derecho. La imagen es real en tanto
reproduce una imagen que se asemeja a un objeto y se comporta como él. El observador sí es engañado, hay sensación de realidad pero
también hay confusión. Se asemeja a lo real. Si se le agrega un espejo plano se reproduce una:
3º imagen: objeto VIRTUAL (a: objeto real. a’: objeto virtual).]

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PARTES ESTADIO DEL ESPEJO. Anteriormente a la experiencia del estadio del espejo la realidad del sujeto se presenta
como caótica, luego de esta operación la imagen del cuerpo le permite ubicar lo que es y lo que no es del yo.
1- RECORTE DE LA IMAGEN: El niño es capturado por una imagen con la cual se ve enfrentado y genera tensión entre
lo que ve (una totalidad) y lo que siente (fragmentariedad, incoordinación motriz), ya que aparece una imagen unificada de
sí mismo pero al mismo tiempo siente esa fragmentariedad. Resuelve esta tensión asumiendo la imagen que ve como
propia.
2- VUELTA HACIA EL ADULTO: Se produce en el sujeto la ilusión de ser una imagen unificada, pero para que esto se
vea posibilitado es condición la presencia del Otro (A). El niño entonces vuelve hacia el Otro buscando una referencia y este
lo introduce en la dimensión de lo simbólico (aparece el registro S) insertando los determinantes estructurales de la
constitución del yo, por medio de la afirmación “sí, sos vos”, a la cual se adhieren un conjunto de adjetivos que lo
caracterizan positivamente. Es así como el Otro introduce al sujeto en el campo del lenguaje.
A partir de estas palabras el sujeto da cuerpo a su identificación imaginaria. El niño recorta en ese momento gestos,
palabras, el sujeto va a querer garantizarse la presencia del Otro tratando de construirse a imagen y semejanza de lo que el
Otro desea, por tanto los dichos y mímicas de A tienen un poder enorme.
Mediante esa identificación simbólica se produce el rasgo unario (signo), que tiene que ver con contar para el Otro, tener
un lugar para el Otro, es un signo extraído del campo del Otro. Constituye el núcleo del IDEAL DEL YO. Es un signo del
amor del Otro. Este se incorpora a través del mecanismo simbólico de la introyección. Por lo tanto uno se unifica en el
espejo porque tiene la ilusión de encarnar el falo del Otro. El rasgo es la marca ágrafa que inaugura el lugar donde va el
ideal.
3- VUELTA AL ESPEJO. AJETREO LÚDICO: Luego de escuchar las palabras del adulto el niño vuelve al espejo y
muestra satisfacción frente a esta, asumiendo como propia una imagen que no le es i(A) e invistiéndola con un plus libidinal.
Es así como el niño muestra expresiones de júbilo que ponen en evidencia la IDENTIFICACIÓN acontecida (identificación
con un Otro, a imagen y semejanza) permitiendo el pasaje de las pulsiones parciales a la constitución yoica.
Se comienza a ejercer la motricidad pareciéndose a quien se quiere parecer, asume una identidad enajenante que marca
todo su desarrollo mental. Es necesario el narcisismo del Otro como condición de posibilidad del narcisismo propio.
El Otro es quien orienta de una forma determinada (proyección imaginaria) para que se unifique, identificándose a imagen y
semejanza de lo que al Otro le falta para garantizarse su presencia. Para que el niño pueda verse unificado en el espejo
debe haber sido previamente unificado por los padres, ocupando un lugar como ideal de los padres (lo que les falta): “su
majestad el bebé” (estado de completud imaginaria).
-YO IDEAL (lo que yo querría ser): Proyección imaginaria. Narcisismo perdido en la infancia.
-IDEAL DEL YO: Introyección simbólica. Ideales del Otro sobre mí. Determina que yo tengo mis propios ideales, una
exigencia impuesta por el Otro. Es en realidad el Ideal del Otro, son los que encarnan esa función.
-YO REAL: El yo tal cual es.
A: el Otro simbólico (padres). La madre introduce el lenguaje. No solo se trata de alienación o identificación imaginaria.
Alegría frente a la imagen del espejo. La madre sostiene, mediatiza. Hay alegria, jubilo. Se gira y busca a ese Otro
simbólico que sancione (afirme con palabras, nombre). Aparece la madre mediatizando el espejo.

-Lacan “El seminario 3”


Capítulo 4, parágrafo 3:
“El lenguaje se aplica la repartición triple de lo simbólico, de lo imaginario y de lo real. El discurso concreto es el lenguaje
real y eso habla. Los registros de lo simbólico y de lo imaginario los encontramos en los otros dos términos con los que
articula la estructura del lenguaje, es decir el significado y el significante.
Luego está también la significación, que siempre remite a la significación. Obviamente significante puede quedar
metido ahí dentro a partir del momento en que le dan una significación. Por eso podemos hablar del lenguaje. La
participación significante-significado se repetirá siempre. No hay dudas de que la significación es de la índole de lo
imaginario.
Cuando habla, el sujeto tiene a su disposición el conjunto del material de la lengua, y allí se forma el discurso. Hay primero
un conjunto sincrónico, la lengua como sistema de oposiciones estructurados, y después lo que ocurre diacrónicamente, en
el tiempo, que es el discurso.
La existencia sincrónica del significante está caracterizada en el hablar delirante porque algunos elementos se aíslan, se
hacen más pesados, adquieren un valor, una fuerza particular, se cargan de significación.
Tomen una palabra como Nervenanhang, adjunción de nervios, palabra de la lengua fundamental. Schreber diferencia las
palabras que le surgieron de manera inspirada, precisamente por vía de Nervenanhang, que le fueron repetidas en su

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significación electiva que no siempre entiende exactamente. Por lo demás, habla de todo esto en un discurso que es en
verdad el nuestro, y su libro, debo decirlo, está escrito notablemente, claro y ágil.
Señala las palabras que adquirieron para el sujeto ese peso tan particular (erotización). Cuando el significante está
cargado de este modo, el sujeto se da perfectamente cuenta. Cuando Schreber emplea el término instancia para definir las
fuerzas articuladas del mundo que le ha tocado, dice: Instancia es mío, no me lo dijeron los otros; es mi discurso común.
¿Qué pasa a nivel de la significación? Que Marrana esté cargada de un sentido oscuro con ello ya tenemos la indicación
de la disociación. Esta significación como toda significación que se respete, remite a otra significación. Es precisamente
lo que aquí caracteriza la alusión. Diciendo “Vengo del fiambrero”, la paciente nos indica que esto remite a otra
significación.
“Usted comprende bien”, quiere decir que ella misma no está muy segura de la significación, y que ésta remite, no tanto a
un sistema de significación continuo, sino a la significación en tanto inefable, a la significación intrínseca de su realidad
propia, de su fragmentación personal. La palabra real, en tanto articulada, aparece en el otro, como elemento del mundo
exterior.
Existe la alteridad del Otro que corresponde al S, es decir el gran Otro, que no conocemos, el Otro que es de la índole de
lo simbólico el Otro al que nos dirigirnos más allá de lo que vemos En el medio, están los objetos. Y luego, a nivel del S
hay algo que es de la dimensión de lo imaginario el yo y el cuerpo, fragmentado o no, pero más bien fragmentado”.
CAPÍTULO 7: La tópica de lo imaginario. Parágrafo 1:
“... idea de una localidad psíquica, es decir, todo lo que sucede entre la percepción y la conciencia motriz del yo.
Necesitamos representaciones auxiliares que ayuden a conseguir una aproximación a algo desconocido.
Las imágenes ópticas presentan variedades singulares; algunas son subjetivas, son las llamadas virtuales; otras son
Reales y comportan como objetos y pueden ser consideradas como tales. Podemos producir imágenes virtuales de esos
objetos que son imágenes reales. El objeto que es la imagen real recibe, el nombre de objeto virtual.
Para que haya óptica es preciso que a cada punto dado en el espacio real le corresponda un punto, y solo uno, en otro
espacio imaginario. Es está la hipótesis estructural fundamental.
Espacio real y espacio imaginario se confunden. No impide que deban pensarse como diferentes. Un espejo esférico
produce una imagen real. Obtenemos sólo una aproximación. Si los rayos impresionan al ojo en sentido contrario, entonces
entonces una imagen virtual. Es lo que sucede cuando miran una imagen en el espejo: la ven allí donde no está. Aquí,
por el contrario, ustedes la ven allí donde ella está.
Parágrafo 2:
El dominio del yo primitivo, se constituye por distinción respecto al mundo exterior: lo que está incluido en el exterior se
distingue de lo que se ha rechazado mediante los procesos de exclusión, y de proyección . De allí el estadio primitivo
de la formación del yo. Por este motivo la relación entre el florero y las flores que contiene puede servir como metáfora.
En un momento determinado de la maduración fisiológica integra sus funciones motoras y accede a un dominio real de su
cuerpo. Pero antes el sujeto toma conciencia de su cuerpo como totalidad. La sola visión de la forma total del cuerpo
brinda al sujeto un dominio imaginario de su cuerpo, anterior al dominio real.
En esta aventura imaginaria por la cual el hombre experimenta que se ve, se refleja y se concibe como distinto, otro de lo
que él es: dimensión esencial de lo humano, que estructura el conjunto de su vida fantasmática.
En el origen la realidad puede ser caótica y absoluta, originaria. La imagen del cuerpo ofrece al sujeto la primera forma
que le permite ubicar lo que es y lo que no es del yo. La imagen cuerpo si la situamos en nuestro esquema es como el
florero imaginario que contiene el ramillete de flores real. Así es como se puede representar, antes del nacimiento del yo y su
surgimiento, al sujeto. Para que la ilusión se produzca, para que se constituya, ante el ojo que mira, formularlo, donde lo
real pueda incluir y a la vez, situar lo imaginario.
La relación entre lo imaginario y lo real, y en la constitución del mundo, depende de la situación del sujeto, caracterizada
por su lugar en el mundo simbólico, en el mundo de la palabra.

CAPÍTULO 20: Los dos narcisismos. Parágrafo 2:


“...Freud, las instancias psíquicas fundamentales deben concebirse como representantes de lo que sucede en un aparato
fotográfico: como las imágenes, virtuales o reales, producidas por su funcionamiento.
Mannoni hablaba de dos narcisismos. Un narcisismo en relación a la imagen corporal. Imagen idéntica para el
conjunto de los mecanismos del sujeto y confiere su forma. Ella hace la unidad del sujeto, proyectarse, fuente imaginaria del
simbolismo, aquello a través de lo cual el simbolismo se enlaza con el sentimiento que tiene de su propio cuerpo.
Este primer narcisismo se sitúa, a nivel de la imagen real, permite organizar el conjunto de la realidad en cierto
número de marcos preformados.
En el hombre la reflexión en el espejo introduce un segundo narcisismo. Su fundamental es de inmediato la relación
con el otro. El otro tiene para el hombre un valor cautivador, dado que representa la imagen unitaria tal como ella es

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percibida en el espejo, o bien en la realidad toda del semejante. La identificación narcisista, la del segundo narcisismo, es
la identificación al otro que permite situar su relación imaginaria y libidinal con el mundo . Permite ver en su lugar, y
estructurar su ser en función de ese lugar y de su mundo. El sujeto ve su ser en una reflexión en relación al otro.
Es preciso diferenciar las funciones del yo; por una parte desempeñan un papel fundamental en la estructuración de la
realidad. Por otra, debe pasar por esa alienación fundamental que constituye la imagen reflejada de sí mismo.
CAPÍTULO 11, parágrafo 2:
El sujeto animal está como captado por una Gestalt. El sujeto se identifica literalmente al estímulo desencadenante.
En este momento el sujeto es totalmente idéntico a la imagen que dirige el desencadenamiento completo de
determinado comportamiento motor, el cual produce y remite al compañero, en determinado estilo, la idea que le hace
continuar la otra parte de la danza.
Mundo cerrado de dos nos ilustra la conjunción de la libido objetal y la libido narcisista. El apego de cada objeto para con
el otro está hecho de la fijación narcisista a esa imagen, porque esa imagen y solo ella es lo que él esperaba.
El fenómeno físico de la imagen real puede ser producida por el espejo esférico, ser vista en su lugar, insertarse en el
mundo de los objetos reales, ser enfocada al mismo tiempo que los objetos reales, aportar incluso a estos objetos reales una
ordenación imaginaria, incluirlos, excluirlos, situarlos, completarlos.
El ser humano sólo se ve su forma realizada, total, el espejismo de sí mismo, fuera de sí mismo.
Lo que el sujeto, que si existe, ve en el espejo es una imagen nítida o bien fragmentada inconsciente, incompleta. Esto
depende de su posición en relación a la imagen real.
La regulación de lo imaginario depende de algo que está situado de modo trascendente, siendo trascendente el vínculo
simbólico entre los seres humanos. El vínculo simbólico nos definimos por intermedio de la ley. Situamos a través de
intercambio de símbolos. La relación simbólica define la posición del sujeto como vidente. La palabra, la función simbólica,
define el mayor o menor grado de perfección, de completitud, de aproximación de lo imaginario. La distinción se efectúa en
esta representación entre el yo ideal e ideal del yo. El ideal del yo dirige el juego de relaciones de las que depende toda
relación con el otro. Y de esta relación con el otro depende el carácter más o menos satisfactorio de la estructuración
imaginarla. Lo imaginario y lo real actúan al mismo nivel.
Los objetos reales, que pasan por intermedio del espejo y a través de él, están en el mismo lugar que el objeto
imaginario. Lo propio de la imagen es la carga por la libido. Se llama carga libidinal a aquello por lo cual un objeto
deviene deseable, es decir aquello por lo cual se confunde con esa imagen que llevamos en nosotros, de diversos modos, y
en forma más o menos estructurada.
En el hombre no puede establecerse ninguna relación imaginaria, si no es mediante la intervención de otra dimensión.
¿Cual es mi deseo? ¿cual es mi posición en la estructuración imaginaria? Sólo puede concebirse mientras haya un guía
que está más allá de lo imaginario, a nivel simbólico. Que sólo puede encarnarse a través del intercambio verbal entre los
seres humanos. Ese guía que dirige al sujeto es el ideal del yo. Nos permite concebir lo que ocurre en el análisis en el
plano imaginario (transferencia).
Hay que comprender el amor; que ocurre a nivel de lo imaginario y que provoca subducción de lo simbólico, algo así como
una anulación, una perturbación de la función del ideal del yo.
El ideal del yo, es el otro en tanto hablante, el otro en tanto tiene conmigo una relación simbólica, sublimada, que en
nuestro manejo dinámico es a la vez semejante y diferente a la libido imaginaria. El intercambio simbólico es lo que vínculo
entre sí a los seres humanos, o sea la palabra, y en tanto tal permite identificar al sujeto. En el amor se ama al propio yo, al
propio yo realizado a nivel imaginario.

-Naparstek “Función paterna en Freud. Teórico 5”


Mito de la Horda primitiva: protopadre que tiene acceso a todas las mujeres (satisfacción total), no deja satisfacción a los
demás, entonces es asesinado. Pacto fraterno a partir del asesinato, se reparte el botín (satisfacción total del protopadre).
Se arma sobre una renuncia (no hay cultura sin renuncia), que permite repartir la satisfacción asegurando que una parte no
le toque a nadie, que nadie obtenga la satisfacción total. El asesinato del protopadre trae culpa. Solo queda el recuerdo, que
surge como un tótem que encarna lo que fue el protopadre. (El recuerdo del protopadre sería el nombre del padre)
En el esquema psíquico los recuerdos son los representantes que tenemos en la memoria. Lo que queda de eso es una
representación del protopadre. No es lo mismo una representación a que exista el protopadre.
En toda civilización hay una fiesta (totémica) en donde se puede infringir la ley. Si el animal que representa la autoridad no
puede ser tocado, debe ser venerado. En la fiesta no sólo es tocado, sino que es comido entre muchos. La ley es abolida por
un tiempo limitado. No es un hecho aislado, responde a una estructura, a una economía de la libido o de la satisfacción.
La fiesta totémica tiene tres características:
1) Aspecto obligatorio: nadie está excepto, si quiere pertenecer a la civilización, tiene que participar de la fiesta.
2) Aspecto excesivo: se puede exceder los límites establecidos a partir del inicio de la civilización (incesto y parricidio).

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3) Aspecto acotado: dura un lapso de tiempo.
Orden de la economía libidinal. Imposibilidad de que la pulsión logre su satisfacción total, pero es imposible que
deje de buscarla. La fiesta totémica revive el momento del asesinato del padre. Se le da rienda suelta a las pulsiones.
La autoridad de este padre es mucho peor una vez que se lo mata que cuando estaba vivo, hay una interiorización de la
autoridad (llevarla a todos lados). A partir de que uno la interioriza, se hace más exigente..
El padre transmite una ley que la toca a él también (incesto). La función paterna a partir de la civilización, es porque queda
como imagen de lo que fue el padre
Freud: El niño quiere a su madre desde los primeros cuidados. El padre interviene como castrador. Ante la amenaza, por
factor combinado (visión+amenaza). Genitales: papel rector, interés narcisista por conservarlo. Debe renunciar a la madre.
3º momento de Freud: el Edipo deja de ser simétrico. La niña empieza con investiduras hacia la madre (preedipo), igual
que el niño, pero se extraña de la madre al ver que ella no tiene falo/pene y le atribuye este prejuicio a la madre. En un
segundo momento se dirige al padre y entra al Edipo por no tener, a diferencia del niño, que sale por la amenaza. Promesa
de que lo recibirá del padre. Tres salidas para la niña.

-Naparstek “Función paterna en Lacan. Teórico 11”


Lacan parte del Edipo en Freud y lo reelabora en términos lingüísticos. “Metáfora paterna”. El Edipo está ausente en la
psicosis, no operó la metáfora, hay forclusión. Lacan hace una formula de la metáfora y elabora el Edipo. Dos
significantes (madre-niño, relación dual). Hay un tercer elemento que saca al niño de esa relación.
DM: deseo de la madre NP: nombre del padre GM: goce materno A: conjunto significante

(en neurosis y perversión) (en psicosis)


Por la operación del nombre del padre surge la X (manera en que queda significado el sujeto).
Conjunto significante: cómo el falo viene a significar algo. Como el efecto del nombre del padre, hay significación fálica.
El nombre del padre como aparato simbólico (viene a sexualizar algo en el niño) opera sobre el deseo materno.
El nombre del padre como significante privilegiado que permite el ordenamiento, la organización, la sustitución.
Ordena el deseo materno, porque si no opera el deseo queda como un goce materno.
Deseo materno (deseo de recibir un niño por ecuación simbólica). A alguien le falta algo, la falta significada como deseo de
hijo.
Que el deseo materno se articule al nombre del padre permite una coordenada legalizante. Hace que el deseo
materno no sea un capricho, algo articulado a la ley (lo que no/se puede).
El deseo materno viene junto con el nombre del padre. Lo que el padre transmite es la falta o castración. Modo de
estar sujeto a una ley (no todo se puede). Transmite un imposible, cómo arreglárselas con la falta. Padre como agente
para localizar lo imposible, no prohíbe. El niño cree que el padre prohíbe.
Si no opera la metáfora paterna, hay forclusión (rechazo, falta de represión). El nombre del padre es la coordenada
legalizante que marca a la madre como castrada. El padre prohíbe lo que ya es imposible, con cierta falla o fracaso.
Capricho materno: no está la coordenada legal.

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