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Sencillas
Semillas

REGADAS POR

LUIS M. ORTíz

RECOGIDAS POR

PRISCILLA ORTíz DE lISCHIN


j

PUBLICACIONES CONTACTO, INC.


MIAMI, FLORIDA, USA.

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DEDICATORIA

Este libro nos guía por viñedos del huerto sembrado por Luis M. Ortíz y los dedicamos en
memoria de ese gran Ortíz-cultor de la semilla evangelizadora huerto del Maestro.

Según recorremos este vergel de sermones, podríamos distraernos imaginando forasteros


visitantes ir y venir…, pero nos atrae mucho más el movimiento de la savia corriendo por
los troncales, abriendo brecha a la esencia de su simiente.

Podríamos también ofuscarnos imaginando zorrillos tras las enredaderas, pero más bien
nos embriaga el solaz que existe en sus banquillos.

También podríamos distraernos con aquellos frutos que no nos asientan nos interesa mucho
más aquellas Sencillas Semillas que sí logran producir impacto fructífero.

O sea, nos despojamos de toda distracción y nos proponemos saborear e paseo por las hojas
de este libro. Queremos disfrutar no sólo de su letra también de la elocuencia del silencio
en la entrelínea.

Sabemos que el secreto del néctar está en su resina..., y nos proponemos saborear de este
refrigerio espiritual en "Añejo de pura cepa".

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CONTENIDO
Dedicatoria Agradecimientos Introducción Prólogo

Capítulo I
ALBORADA HISTÓRICA
-Instrumento escogido y pulido
-David y Goliat 1
-Dirección espiritual 14
-¿Qué haces aquí Elías? 18
-El mártir Policarpo 21
-Falsos maestros 24
-¿Dónde estás tú? 27

Capítulo II
CREACIÓN DEL HUERTO
A) "El origen del mundo y la creación de la raza humana"
-El Divino labrador y sus viñas humanas 33
-El soplo de Dios 38
-La más sublime obra 43
-Redención humana con sangre divina 50
-El primer y el postrer Adán 55
-El eterno propósito de Dios 59

B) "La naturaleza de Dios"


-La existencia de Dios 65
-El cuidado de Dios 70
-Los nombres de Dios 74
-¡Grande es Dios! 79
-Hacedor de maravillas 82
-Dios no puede mentir 86
-Amor y fuego 89

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Capítulo III
CULTIVO DEL HUERTO
A) “Fertilizantes espirituales”
- El poder de la fe.
- Por fe andamos
- El ayuno bíblico
- El verdadera adoración cristiana
- La oración: Necesidad de intercesores
- Cuando ascendemos en oración, Dios desciende con poder y gloria
- El genuino avivamiento
- ofrenda: Historia de Caín y Abel
- La exactitud de la Palabra de Dios
- El verdadero amor

B) Herbicidas para abrojos del Espíritu


- Pues, que muera el Rey
- Cadenas rotas
- La palabra sanadora y la sanidad Divina.
C) Reconociendo cardos silvestres
- Cautiverio y liberación del ocultismo
- falso ecumenismo
- El cielo, una gloriosa realidad.
- infierno, una horrenda realidad

Capítulo IV
FOMENTANDO EL HUERTO IDEAL
- La verdadera Iglesia de Jesucristo
- Haciendo vana la cruz de Cristo
- El verdadero evangelio
- La supremacía del cristianismo
- Jehová señoreará
- Con mi Espíritu
- Investidura de poder
- El bautismo del Espíritu Santo
- El tribunal de Cristo
- Las puertas del infierno no prevalecerán

Capítulo V
HUERTOS ALLENDE
A) "Esparciendo a otros campos"
-¿Dónde está tu hermano Abel? ............................................................................183
-El valor de un alma ..............................................................................................185
-Ganadores de almas ..............................................................................................187
-Puertas abiertas .....................................................................................................189
-El gran mandato, conflicto y triunfo .....................................................................190
-Dad le vosotros de comer .....................................................................................193
-Gloria de ser misionero ........................................................................................196
-Pasa a Macedonia y ayúdanos ..............................................................................199

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B) "Irrigación Evangelística"
-La evangelización
-Me seréis testigos ..................................................................................................202
-Hace falta un hombre ............................................................................................207
-El alfarero celestial ................................................................................................211
-y no quieres venir a mí para que tengáis vida ......................................................214
-El hijo pródigo ......................................................................................................218
-¿Podrá la Iglesia evangelizar a todo el mundo en nuestros días? .........................222
-Evangelísmo personal ..........................................................................................224
-Evangelísmo apostólico ........................................................................................225

Capítulo VI
EL HUERTO DEL FUTURO
A) "Preparando el terreno".
-Apocalipsis: un libro abierto para hoy .................................................................231
-Avanzando mientras el día dura ...........................................................................234
-Las setenta semanas de Daniel .............................................................................244
-El misterio de la iniuidad y los postreros días ......................................................248
-Aceite suficiente para los postreros días ..............................................................250

B) "Pronosticando el tiempo"
-Dios de señales............................................................................................. 254
-Señales del fin .......................................................................................................256
-Panorama profético: Antiguas profecías convertidas en historia contemporánea

Capítulo VII
EL GRAN HORTELANO
A) Nacimiento, Muerte y Resurrección
- El nacimiento de Jesús fue así
- Gloria a Dios en las alturas!
- La navidad y los sabios
- No había lugar en el mesón
- Meditación de año nuevo
- La resurrección de Cristo: Caso único
- Conquistas del Cristo moribundo

B) Vida del Maestro


- La Deidad de Jesucristo
- Aprended de Mí.
- El eterno campeón de nuestra redención.

C) Virtudes Cristocéntricas
- Tiniebla y Luz
- Venciendo la tentación
- El ministerio del sufrimiento
- El maravilloso nombre de Jesús
- Cristo es el todo
- Cristo siempre triunfante

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Capítulo I

ALBORADA HISTÓRICA

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Esta sección nos encamina por vereda de árboles representativos
de hombres plantados por Dios a través de la historia
con un propósito específico.
"Se llenan de savia los árboles de Jehová,
los cedros del Líbano
que Él plantó".
"Y el varón cuya delicia es Jehová es como árbol plantado junto a corrientes de
aguas".
Salmos 104:16; 1:3
INSTRUMENTO ESCOGIDO Y PULIDO

Dios tiene sus hombres ...

Leemos en el libro de los Hechos de los Apóstoles 9:15, como sigue: "Ve, porque
instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de
reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi
nombre". Estas palabras fueron dichas por el Señor Jesucristo a Ananías mientras éste
claudicaba con relación a la conversión de Saulo de Tarso. La primer mención de Saulo de
Tarso la encontramos en Hechos 7:58, en ocasión del martirio de Esteban, y dice: "Y
echándo le fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de
un joven que se llama Saulo". Entre los judíos en ese tiempo una persona era joven hasta
los cuarenta años. Saulo de Tarso era doctor de la ley, era rabí. Para dar el voto para el
martirio de Esteban debió haber sido miembro del Sanedrín (concilio o consejo), pues dice

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que "Saulo consentía en su muerte", y para ser miembro de este cuerpo que era el más
elevado entre los ud íos, debía tener más de treinta años.

Era la costumbre que los que tenían que iniciar el apedreamiento de un ea eran los testigos
en su contra; y para apedrear a Esteban, estos quitaron su . nica exterior y la pusieron a los
pies de Saulo de Tarso, lo cual le señalaba como el dirigente de la oposición al Evangelio y
de la persecución a los crisanos. "Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e
hicieron gran lIana sobre él" (Hch. 8:2).

Después del martirio de Esteban, la persecución encabezada por Saulo de Tarso arreció,
pues nos dice el texto sagrado que "hubo una gran persecuión contra la iglesia que estaba en
Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las rras de Judea y de Samaria ... y Saulo asolaba a
la iglesia, y entrando casa r casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la
cárcel" (Hch. :3,4).

Puesto que miles de cristianos se esparcieron por doquier, Saulo, no satisfecho con
perseguirlos en Jerusalén, quiso ampliar su radio de acción, y espirando amenazas y muerte
contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas
de Damasco, a fin de que si hase algunos hombres y mujeres de este camino (o sea, del
Camino de Cristo), trajese presos a Jerusalén" (Hch. ·9:1-3). Y nos sigue diciendo el relato
bíbli: "Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, entinamente le
rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó a voz que le decía: Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién es, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quién
tú persigues; dura cosa te es dar coses contra el aguijón".

Él, temblando y temeroso, dijo: "Señor, ¿qué quieres que yo haga?". Y el Señor le dijo:
"Levántate y entra en la cuidad, y se te dirá lo que debes hacer". y los hombres que iban
con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie.

Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, lIevándole
por la mano, le metieron a Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor le dijo en
visión: "Ananías", y él respondió: "Heme aquí, Señor". y el Señor le dijo: "Levántate, y ve
a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso;
porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone
las manos encima para que recobre la vista".

Entonces Ananías respondió: "Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuantos
males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí tiene autoridad de los principales
sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre".

El Señor le dijo: "Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en
presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto
le es necesario padecer por mi nombre".

Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo "Hermano

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Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para
que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los ojos
como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado. Y habiendo
tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que
estaban en Damasco".

y verdaderamente, Saulo de Tarso, cuyo nombre en su conversión fue cambiado a Pablo,


fue un verdadero "instrumento escogido" en las manos del Señor. En el camino de
Damasco, de las cenizas del terrible perseguidor se levantó el gran paladín del evangelio, el
intrépido apóstol de los gentiles, el gran intérprete de Cristo, el más grande misionero,
evangelista, maestro, pastor de toda la historia de la Iglesia.

Amados, el ministerio cristiano es la ocupación más noble y digna debajo del sol. El
verdadero hombre de Dios es un "instrumento escogido" en las manos de Dios, y es la
persona más necesaria en la comunidad. Hay instrumentos de Dios más necesarios:

- Que el comerciante que compra y vende, porque el hombre de Dios "compra la verdad y
no la vende" (Prv. 23:23).
- que el electricista, porque éste conecta los cables para el servicio eléctrico pero el hombre
de Dios conecta al creyente con Dios.
- Que el ingeniero, porque éste diseña y construye puentes, pero el hombre de Dios señala
al Camino y el puente de la fe hacia Cristo.
- Que el abogado, porque éste defiende causas justas e injustas, pero el hombre de Dios
defiende la causa más justa, la expiación del alma.
- Que el juez, porque éste juzga en cuestiones temporales de la ley humana, pero el
hombre de Dios juzga en cuestiones eternas, espirituales de la ley divina.
- Que el médico, porque éste diagnostica y receta, enfermedades físicas,
- Que el hombre de Dios se especializa en el alma y el espíritu.
- Que el banquero, porque el capital de éste es material y transitorio; as riquezas del
hombre de Dios son eternas.
- Que el publicista, porque éste propaga anuncios y noticias buenas y . pero el hombre de
Dios propaga las buenas nuevas de la salvación en Cristo Jesús.
- Que el catedrático, porque éste enseña materia y conceptos de ciencia en pocos años ya
resultan obsoletos, pero el hombre de Dios enseña el mensaje de Dios que permanece
para siempre.
- Que el agricultor, porque éste siembra y cultiva la semilla para el sustento de la vida
humana, pero el hombre de Dios siembra y cultiva la simiente de la Palabra de Dios que
sustenta la vida espiritual y eterna.
- Que el político, porque éste procura mejorar las condiciones de la patria terrenal, pero el
hombre de Dios promueve la transformación del .individuo para ser mejor ciudadano aquí
y en la patria celestial.

La humanidad ha podido, y puede subsistir sin la desintegración del astronautas, sin


cohetes, naves espaciales y satélites, sin rayos computadoras y sin ingeniería genética; pero
de no haber habido un Dios obediente como Noé, la raza hubiese sido exterminada ...

- De no haber habido un Abraham ... el plan de redención no se hubiese iniciado.

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- De no haber habido un Moisés ... el pueblo del cual habría de venir el Mesías hubiese
perecido en el desierto.
- De no haber habido un DanieL .. no hubiese recibido la revelación de la cesión de
imperios mundiales hasta el último de los dictadores terroristas, o sea, el Anticristo.
- De no haber habido hombres de Dios llenos del Espíritu Santo como os apóstoles y los
mártires, el Evangelio hubiese muerto en Jerusalén. - De no haber habido un hombre de
Dios valiente como Lutero, la Biblia hubiese permanecido enclaustrada y prohibida para
el pueblo, y la fe evangélica hubiese sido ahogada en los ríos de sangre de los mártires. -
De no haber habido un hombre de Dios decidido y consagrado como Juan Wesley,
Inglaterra se hubiese abocado a la anarquía.
- De no haber habido hombres de Dios anhelantes del poder y del fuego del Espíritu Santo,
como Parham y Seymour a principios del presente siglo, no hubiese surgido en el mundo
el actual movimiento de Pentecostés con su resultante impulso de la obra misionera.

Y de no haber nacido el Dios-Hombre, nuestro Señ humana en su totalidad, desde Adán


hasta el último mortal, cautiva y perdida por la eternidad. Los verdaderos hombres de Dios
"la sal de la tierra y la luz del mundo", que "resplandecen como luminarias en el mundo",
que son "columna y apoyo de la verdad", "linaje escogido, real sacerdacio, gente santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciemos las virtudes de aquél que nos llamó de las
tinieblas a su luz admirable, de los cuales el mundo no es digno". iGloria a Dios!

y tan necesarios son los verdaderos hombres de Dios, que aun los que les han ignorado y
despreciado, aun sus detractores y perseguidores, han tenido que ir donde ellos a reconocer
su error, a pedirles perdón, y a buscar ayuda espiritual.

El propio Saulo de Tarso que pensaba entrar a Damasco como el gran invencible campeón
de la persecución contra los cristianos, tuvo que entrar ciego, tomado de la mano, a buscar
ayuda espiritual de un hombre de Dios, Ananías, precisamente a quien él iba a perseguir.

Amados, el verdadero hombre de Dios, es también sufrido. Si alguien va a ser instrumento


en las manos de Dios, el tal tiene que ser preparado por las manos de Dios en las maneras
que Él crea necesario; como el alfarero que le da forma al barro; o como las manos de
Cristo partiendo el pan para alimentar la multitud; o como al propio Pablo, que habiendo
sido "criado en Jerusalén, instruido a los pies de Gamaliel" (Hch. 22:3), "circuncidado al
octavo día, del linaje Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos, en cuanto a la ley,
fariseo, en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible" (Fil. 3:4-6), "en el judaísmo
aventajaba a muchos de sus contemporáneos en su nación, siendo mucho más celoso de las
tradiciones de sus padres" (Gá. 1 :14); pero el Señor le llevó a un retiro de varios años en
Arabia para moldearlo y prepararlo, de modo que él pudiera decir, "pero cuantas cosas eran
para mi ganancia, las he estimado como perdida por amor de Cristo. Ciertamente, aún
estimó todas las cosas como perdida por el conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por
amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, para ganar a Cristo" (Fil. 3: 7, 8).

Pablo comprendió que todos sus títulos y credenciales no eran lo que realmente necesitaba
para la labor que el Señor le había encomendado; y cuando reconoció esto, fue entonces
que recibió las grandes revelaciones del misterio de la Iglesia. El Señor le dijo a Ananías,

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refiriéndose a Pablo: "porque yo le mostraré cuanto le es necesario padecer por mi nombre"
(Hch. 9:16).

Y el apóstol, en plena labor escribió: "Estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en


apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados, derribados, pero no
destruidos" (2 Co. 4:8-10); "en tribulaciones, en necesidades, en angustias, en azotes, en
cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos, en pureza, en ciencia, en
longanimidad, en bondad, en el 'Espíritu Santo, en amor sincero, en palabra de verdad, en
poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; por honra y por deshonra, por
mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; como desconocidos, pero
bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no
muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a
muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo" (2 Co. 6:4-10). "En trabajos más
abundante; en azotes, sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De
los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado
con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he
estado como naufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros
de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad,
peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en
muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de
otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias" (2
Co. 11 :23-28).

Escudriñando una sola de sus epístolas, encontramos que los enemigos gratuitos del
apóstol, le acusaban de ser voluble, carnal, que se enseñoreaba, que era duro e insensible,
que no perdonaba, que falsificaba la Palabra, que no evaba cartas de recomendación, que
era incompetente, mediocre, que adulteraba la Palabra, que se predicaba a sí mismo, que se
desalentaba, se gloriaba, que estaba loco, que no tenía ministerio, que era un tropezadero,
que agraviaba, que paseaba mucho, que era un dictador, que solicitaba ofrendas, que era
exigente, que andaba según la carne, que amedrentaba a los hermanos, que se extralimitaba,
que era tosco en la palabra, que despojaba las iglesias, que era una carga, que no se ocupaba
de los hermanos, que no era apóstol, que era engañador, que era débil, que estaba
reprobado. El apóstol resume todo lo que padecía por el nombre de Cristo en una frase: "Yo
traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús" (Gá. 6:17).

Amados, es que en la medida en que Dios puede usar una vida, es la ida de sus
padecimientos por el nombre del Señor y de la obra de Dios. Y Dios escoge a veces
instrumentos que ni tú ni yo quizá escogeríamos. s mantiene a sus verdaderos
hombres alternando entre la tormenta y la anza; entre la mirra y la miel; entre el desprecio y
el reconocimiento. Al Apóstol Pablo "le fue dado un aguijón en su carne, el mensajero de
Satanás que abofeteó, para que no me enaltezca sobremanera" (2 Co. 12:7). Esto Dios
permite para que Su instrumento no olvide que "tenemos este tesoro en s de barro, para que
la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros" CO.4:7).

Por esto, puede que el hombre de Dios ascienda hoya las alturas del te de la
Transfiguración, y mañana puede que esté en el valle de la aflicción. El verdadero hombre
de Dios puede hoy levantar su voz y su predicación 'da, y mañana estar tembloroso siendo

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acusado como falso apóstol. Hoy e estar jubiloso por el éxito, mañana estar frustrado por la
adversidad; hoy s le buscan, mañana todos. le dejan. El verdadero hombre de Dios está
siempre en el yunque divino, en el cual Dios lo va moldeando, conforme la voluntad divina
y la necesidad y condición del pueblo. Aunque otros quieran y puedan hacer lo que
quieran, el verdadero hombre de Dios no puede. Pablo dijo: "Todo me es lícito pero no
todo conviene". Otros podrán buscar sus propios intereses; el verdadero hombre de
Dios, no. Otros podrán trazar y perseguir sus propias metas; el verdadero hombre de
Dios, no.

El patriarca Abraham después del gran conflicto en el Monte Moria en ocasión del
sacrificio de su amado hijo Isaac, por su obediencia, Dios le confirmó el pacto con
relación a su descendencia, y le llamó, "mi amigo" (Is. 41: 8). Moisés, abriendo y
cerrando el Mar Rojo, luego le vemos en angustia, con su rostro en tierra ante la
insolente rebelión de Core y su séquito. El poderoso profeta Elías, después de hacer
bajar fuego del cielo en el Monte Carmelo, le vemos luego en gran aflicción,
temblando como una hoja azotada por el viento, escondido en una cueva, y deseando la
muerte.

En toda la historia de la Iglesia no ha habido otro hombre de Dios que haya


interpretado mejor a Cristo y su Evangelio, que haya recibido la revelación del misterio
de la Iglesia, y que haya influenciado más en la vida espiritual de la Iglesia en toda su
historia, como el apóstol Pablo; pero a la vez, no ha habido otro hombre de Dios que
haya padecido más por el nombre de Cristo que el apóstol Pablo.

Quien quiera el ungido manto de Elías, juntamente van las amargas experiencias del
enebro, las angustias de la huida por el odio de Jezabel, el escondite en la cueva de
Horeb, la indiferencia de los abadías, la apatía y la desobediencia del pueblo. Quien
quiera el éxito del ministerio de Pablo, acepte los padecimientos del ministerio de
Pablo. Quien quiera la gracia y la unción dada a Pablo, acepte el aguijón que
abofeteaba a Pablo. Quien quiera la posición de Pablo en la historia de la Iglesia,
acepte las agonías y el martirio de Pablo en el trabajo de la Iglesia.

y desde luego, tenemos el ejemplo cumbre de nuestro Señor Jesucristo, que en un solo
capítulo de la Biblia, que solamente tiene doce versículos (Is. 53), se registran treinta y
nueve clases de padecimientos de nuestro Señor; y que luego el Espíritu Santo usando
al apóstol Pablo resume como sigue: "Haya, pues en vosotros este sentir que hubo
también en Cristo Jesús, el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios
como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo
hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz ... Por lo cual, Dios
también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la
tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para
gloria de Dios Padre" (Fil. 2: 5-11).

A veces Dios hace que sus instrumentos se sientan hasta solos, para que dependan

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solamente de Dios. Elías tuvo que estar a solas con Dios tres años y medio, para luego
poder enfrentarse a Acab y a Jezabel. David tuvo que estar huyendo de Saúl como
cuatro años, para que recibiera las profundas experiencias espirituales de la persecución y
del exilio, las cuales le desarroaron como un hombre "conforme el corazón" de Dios, y fue
además, cuando escribió gran parte de sus inspirados salmos; todo cual le capacitó para el
reino. ablo debió estar a solas varios años en Arabia, para recibir las grandes revelaiones
del misterio del Iglesia y de la doctrina de Cristo. Juan tuvo que estar exiliado en la
hinóspita isla de Patmos, para poder recibir las grandes revelaíones del libro de
Apocalipsis. Dios mantiene a sus verdaderos instrumentos en el yunque divino, en el cual
los va forjando para poder usarlos conforme a su ropósito y a la necesidad del pueblo.

En medio de este acontecer de circunstancias y de experiencias camiantes, unas veces de


tristeza y otras de alegría, otras de lágrimas o de regoci, otras de revés o de victoria, a veces
vienen pensamientos negativos de quitar mano del arado, o de meterse en la cueva como
Elías, o de huir de la responsabilidad como Jonás, o de regresar a Jerusalén como Juan
Marcos, o de reiniiar la pesca como los apóstoles, o de vender el mensaje como Balaam, o
de alejarse de los compañeros como Demas, o de torcer la doctrina como imeneo, o de
mezclar el Evangelio como los judaizantes, o de rechazar la autoridad como Diotrefes, o de
ceder a la tentación como Sansón; ... pero, a los rdaderos hombres de Dios, de la estirpe de
los campeones de la fe, "Dios los va siempre en triunfo en Cristo Jesús", como al justo
Abel, como a Enoc que anduvo con Dios, como a Noé que salvó la raza, como a Abraham
el padre de la e y amigo de Dios, como a José que se conservó en pureza moral, como a
Moisés que rechazó las glorias del mundo, o como a tantos otros que "conquistaron reinos,
taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, sacaron erza de debilidad, se
hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos; y tras que aunque fueron
atormentados, vituperados, azotados, encarcelados, apedreados, aserrados, matados,
exiliados, angustiados, maltratados, perseguidos ... todos estos vencieron, alcanzaron buen
testimonio mediante la fe, y de los ales este mundo corrompido no era digno" (He. 11). Y
también nosotros, en uestra propia experiencia "sabemos que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados" (Ro.
8:28).

El "instrumento escogido" es llamado por Dios, forjado en la obediencia, enderezado con el


martillo de la Palabra, moldeado en las manos del divino Ifarero, fundido en el crisol de la
santidad de Dios, capacitado con el poder, los utos y los dones del Espíritu Santo; y
entonces se mantiene firme y puede afirmar su rostro", como Cristo para enfrentarse al
sacrificio; se "esfuerza y es aliente" como Josué para la conquista de las almas perdidas;
persevera en la obra como Nehemías sin acobardarse ante las amenazas de muerte, y dice, •
¿un hombre como yo ha de huir?"; reacciona decididamente como Ester en defensa de su
pueblo, diciendo, "y si perezco, que perezca"; o como Miqueas ante la avalancha de
mundanalidad, de pecado y de idolatría en el pueblo, que dijo, "aunque todos los pueblos
anden en el camino de sus dioses, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová
nuestro Dios eternamente y para siempre". Como Habacuc, que aunque no hubiera
alimento, ni abrigo, ni casa, él decía, "con todo, yo me alegraré en Jehová, mi salvación y
mi fortaleza", o como David que en medio de la persecución, decía, "aunque mi padre y mi
madre me dejaren con todo Jehová me recogerá", o como el gran paladín del evangelio,
Pablo, que dijo: "¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o
persecución, o hambre, o desnudez o peligro, o espada? Antes, en todas estas cosas somos

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más que vencedores por medio de aquél que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la
muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni
lo alto, ni lo bajo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es
en Cristo Jesús Señor nuestro" (Ro. 8:35-39); o como Policarpo, pastor en Esmirna, que en
el añ0155 D.C., al ser instado a que maldijera al nombre de Jesucristo y confesara el
señorío de Cesar, él prefirió morir en la hoguera, y contestó: "Ochenta y seis años le he
servido y todo lo que me ha hecho es bien; ¿cómo podría yo maldecirle? [Mi Señor y mi
Salvador!"; o como tantos millones de cristianos que murieron como mártires sin negar su
fe en Cristo, unos, bajo las persecuciones imperiales, y otros, bajo las inquisiciones
papales; o como aun en nuestros tiempos que se siguen produciendo mártires cristianos
bajo regímenes políticos ateos y materialistas, como también bajo regímenes religiosos,
idolátricos, exclusivistas e intolerantes.

Aunque muchos rehuyen y hasta niegan al Señor para evitarse sufrimientos, está bien claro
en las Sagradas Escrituras, en la historia de la Iglesia y en la experiencia cristiana, que "no
debemos sorprendernos del fuego de prueba ... como si alguna cosa extraña nos
aconteciera" (1 P. 4:12), pues "si sufrimos haciendo lo bueno, y lo soportamos, esto
ciertamente es aprobado delante de Dios, pues para esto fuimos llamados; porque también
Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigamos sus pisadas" (1 P. 2:20,
21), "a fin de conocerle, y (conocer) el poder de su resurrección, y (conocer) la par-
ticipación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte" (Fil. 3: 1 O),
porque "si padecemos como cristianos, no nos avergonzamos, sino que glorificamos a
Dios", (1 P. 4:16),pues es una honra, y "nos gozamos por cuanto somos participantes de los
padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria nos gocemos con
gran alegría" (1 P. 4:13), como "herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados, pues
tengamos presente que las aflicciones (y padecimientos) del tiempo presente no
son comparables con la gloria venidera que en vosotros ha de manifestarse"
(Ro.8:17,18).
Es al verdadero hombre de Dios, al "instrumento escogido", que se le dice: "Tú, pues, sufre
penalidades como buen soldado de Jesucristo ... palabra fiel es ésta: si sufrimos, también
reinaremos con Él" (2 Ti. 2:12). Y a mayor padecimiento, más se glorificará el Señor en
nuestra vida aquí, y mayor será la gloria venidera cuando estemos con el Señor. De modo,
que, si no hay padecimientos por el nombre de Cristo y de su obra, no hay ministerio, pues
la medida en que Dios puede usarnos es la medida de nuestros padecimientos por el Señor.
Hay muchos supuestos ministerios sin padecimientos. Siempre ha habido ministros sin
ministerios; hoy también hay ministerios sin ministros. Hoy día, algunos creen, que para
tener ministerio todo lo que se necesita es adoptar pero amados, cuando se comienza a
construir un edificio no hacen a andamios, porque el trabajo inicial no se hace hacia arriba,
sino desde ajo. Hay que estudiar y preparar el terreno, hay que cavar las zanjas para los
cimientos y las columnas, hay que echar los cimientos, y luego de los cimientos sigue
construyendo el edificio sobre el terreno hasta la altura del hombre; entonces es que vienen
los andamios que facilitan proseguir construyendo hacia arriba hasta la altura deseada.
Nadie comienza a construir un edificio con andamios, de arriba hacia abajo. La mayoría de
estos llamados ministerios que proliferan hoy, lo que tienen es un andamiaje incorporado
con oficina, teléfono, vista, programa radial, promoción y publicidad, y a veces tratando de
hacer desde arriba hacia abajo, y desde luego, a veces no hay fundamento, no y cimientos.
Oiga bien. El Evangelio llegó a mí hogar en el año 1928 (yo nía diez años de edad). Eramos
muy religiosos. Mi hermano mayor había uerto; certificada su muerte por el médico de su
familia. Le avisaron a una tía e era una cristiana llena del Espíritu Santo. Ella llegó a mi
hogar. Mi hermano tenía seis horas de muerto. Mí tía se arrodilló ante el cadáver y
comenzó orar, y Dios le devolvió la vida a mi hermano, y vivió como 46 años más. Esto die
me lo contó; lo vi en mi hogar. Estas maravillas sucedían con frecuencia Usted ve? Una

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sencilla cristiana, solamente miembro de la iglesia, pero llena deI Espíritu Santo y de fe, sin
credenciales, sin oficina, lo único que ella tenía a amor y fe de que esto es todo lo que hace
falta. Esto es lo que realmente ace a una persona, un "instrumento escogido" en las manos
del Señor. ombres y mujeres así, son los que este mundo necesita en esta hora crucia!.
ombres y mujeres que sean la luz del mundo, la sal de la tierra, y columna de apoyo de la
verdad. Hombres y mujeres que sirvan de ejemplo e inspiración ra la búsqueda del rostro de
Dios, para ser llenos del poder del Espíritu Santo predicar el Evangelio por todo el mundo y
a toda criatura. Hombres y mujeres qe estén dispuestos a "padecer por el nombre del
Señor" (Hch 9: 16), y gozosos de ser tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del
Nombre de uestro Señor Jesucristo" (Hch 5:41). i Hombres y mujeres así son los que ahcen
falta¡ Estos son los instrumentos escogidos.

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