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I. INTRODUCCIÓN
La conducción de calor es un proceso de transmisión de calor que se basa en el contacto
que existe entre cuerpos sin intercambio de materia si no solo de energía y esta es la
transferencia de calor o los gradientes de temperatura que fluye desde una superficie con
mayor temperatura hacia otra superficie con menor temperatura. [1]
La conducción de calor en un fluido depende principalmente de las colisiones aleatorias
de las moléculas que estén en contacto entre sí, cabe recalcar que gracias a que las
moléculas están más cercanas entre sí, ejercen un campo de fuerza intermolecular más
intenso, también tenemos que las conductividades térmicas de un fluido al elevar la
temperatura este va decreciendo. [2]
Los metales líquidos se emplean como medios para transferencia de calor ya que estos
poseen ciertas ventajas sobre otros líquidos comunes usados para fines de transferencia
de calor. Algunos metales como el sodio, mercurio, plomo y aleaciones de plomo-bismuto
poseen puntos de fusión relativamente bajos en comparación a otros metales además estos
combinan altas densidades con presiones de vapor bajas a altas temperaturas, así como
conductividades térmicas, que varían de 10 a 100 W/m °K [1]
II. DEFINICION
Estos metales pueden ser empleados en intervalos grandes de temperaturas, tienen una
capacidad térmica demasiado grande por volumen unitario y además poseen coeficientes
de transferencia de calor por convección demasiado grandes.
Su uso principalmente esta adecuado para plantas de energía nuclear, ya que aquí se
liberan grandes cantidades de calor que deben ser removidos de un volumen pequeño. [1]
Los metales líquidos son fluidos que poseen una alta rapidez de transferencia del calor
debido a que los metales poseen una alta conductividad térmica en comparación con otros
fluidos por esta razón son adecuados en donde se tengan situaciones en las que debamos
extraer cantidades grandes de energía, como puede ser el caso de un reactor nuclear. [2]
Además, los metales líquidos permanecen en estado liquido a temperaturas mayores que
tienen los fluidos convencionales, como el agua, aceites y otros enfriadores de tipo
orgánico. Esto además nos ayuda a poder realizar un posible diseño de cambiadores de
calor más compactos.
Debido a su naturaleza corrosiva los metales líquidos son de difícil manejo y también por
la reacción violenta que se puede provocar cuando entran en contacto con el agua o aire;
pero gracias a estas desventajas se a podido tener varias consideraciones para
aprovecharnos de esas desventajas y poder desarrollar técnicas adecuadas para el manejo
de este como es el caso de bombas electromagnéticas que elimina algunos de estos
problemas.
En una corriente altamente turbulenta, el efecto de los remolinos en metales líquidos es
de importancia secundaria en comparación con la conducción. Para aplicaciones
comunes, la suposición de un perfil de velocidad uniforme (denominado “flujo den
trozos”) puede dar resultados satisfactorios, aunque la evidencia experimental es
insuficiente para evaluar cuantitativamente de la desviación posible de la solución
analítica para el flujo en trozos. [1]
Para explicar de mejor manera vamos a considerar una placa plana y fluye metal líquido
a través de ella. Para el número de Prandtl en metales líquidos es bajo el orden de 0,01,
de tal manera que para el espesor de la capa limite térmica deberá ser con un espesor
considerablemente superior al espesor de la capa límite hidrodinámica. Gracias a esta
situación podemos tener como resultado los valores de conductividad térmica para
metales líquidos y los podremos ver en la siguiente figura como una razón de 𝛿/𝛿𝑡, es
pequeña, el perfil de la velocidad tiene una forma muy obtusa sobre la mayor parte de la
capa limite térmica.
Fig. 1. Régimen de capa límite de transferencia de calor para metales líquidos [1]
Para una primera aproximación se puede suponer un modelo de flujo viscoso para el
calculo de la transferencia de calor entonces tomamos:
𝜇 = 𝜇∞
Resolviendo las ecuaciones diferenciales de transferencia de calor forzada en convección,
para una placa calentada en toda su longitud, obtennos la siguiente ecuación.
−𝑘 ∗ (𝜕𝑇/𝜕𝑦)𝑤 3𝑘 3√2 𝑢∞
ℎ= = = 𝑘∗√
𝑇𝑤 − 𝑇∞ 2𝛿𝑡 8 𝛼𝑥
Esta ecuación también se puede expresar de manera adimensional de la siguiente
manera:
ℎ𝑥 𝑥 1
𝑁𝑢𝑥 = = 0,530 ∗ (𝑅𝑒𝑥 ∗ 𝑃𝑟)2 = 0,530 𝑃𝑒 1/2
𝑘
Sabemos que la ecuación de la capa limite hidrodinámica es:
𝛿 4,64
= 1/2
𝑥 𝑅𝑒
𝑥
Una ves desarmado todo hace la aplicación del metal liquido en los chips y en parte de
los ventiladores por donde circula el calor, ya que este metal liquido no puede ser aplicado
sobre aluminio u otros metales, porque esto generaría un cortocircuito sobre la maquina
solo tiene excepción del cobre ya que con este no tiene reacción el metal líquido y ayuda
a una mejor disipación del calor.
Como se puede ver le agrega una capa fina de metal liquido y comienza a ensamblar de
nuevo la maquina para corroborar que el metal liquido ayuda con la disipación de calor
que se genera en el procesador y procesador gráfico.
Después con las mismas especificaciones de uso, pero con la adición del metal liquido
nos da valores entre 72°C y 75°C, esto quiere decir que el uso de metal liquido ayuda en
gran cantidad a reducir la cantidad de temperatura del procesador de las computadoras.
IV. CONCLUSIONES
• En el experimento se puede ver que el uso de metal liquido es un gran aporte para
la transferencia de calor ya que los metales líquidos gracias a su capacidad de
tener una gran conductividad térmica pueden transferir el calor de una manera
rápida a la superficie con la que se encuentre en contacto.
• Se puede apreciar claramente que el metal liquido es peligroso y corrosivo por eso
las aplicaciones se limitan, pero estas limitaciones ayudan a generar mejores usos
y aplicaciones como es en el ámbito de la energía nuclear.
• El uso de metal liquido también es costoso ya que es de difícil procedencia por las
limitantes de que estos pueden reaccionar con otros elementos.
VI. BIBLIOGRAFÍA
[1] F. Kreith, PRINCIPIOS DE TRANSFERENCIA DE CALOR, MÉXICO: EDITEC S.A. DE C.V., 2012.
[2] J. Holman, Transferencia de calor, Mexico: Continental, S.A. de C.C: MEXICO , 1999.