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En el mundo del derecho, por ser se entiende el conjunto de objetos

del mundo material que se relacionan con las normas jurídicas


susceptibles de ser captadas mediante los sentidos; por su parte el
deber ser es un mandato expresado mediante el lenguaje que
prescribe una obligación a cargo de un ser humano. Los mandato
concretos del deber ser se denominan reglas de conducta. El mandato
supone una autoridad cuyo deseo es el objeto de un deber; de esta
forma, el deber expresa el sentido de querer, de un acto de voluntad.

1. 1. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO SER" Y


"DEBER SER" 1.1 Las normas. Las normas, cuya transitoriedad
pregona sus limitaciones temporales, forman parte de la cultura y
pueden ser conocidas exhaustivamente. 1.2 Forma de existencia
de las normas. Empero, tienen una manera muy propia de existir
que consiste en postular un "deber ser", mediante la prescripción
– ordenar, determinar algo - de acciones y omisiones –
Abstención de hacer algo o decir algo -. Estas imposiciones que
fluyen de ella, las caracterizan básicamente. Su esencia es el
imperativo con que se enfrentan al hombre requiriéndole ajuste
sus actos a esquemas de conducta, predeterminados por ellas, y
consecuentemente sirven también para juzgar de la conducta
obediente o renuente a sus mandatos. 1.3 Comparación entre el
“ser” y “deber ser”. La exigencia contenida en la norma,
concisamente, su "deber ser", parangonaremos – Hacer
comparación una cosa con otra, justificar - con el "ser". Tal
propósito nos depara un momento culminante. Enfrentamos la
incógnita mayúscula del hombre y de la filosofía. Abrimos un
interrogante sin respuesta: ¿Qué es el ser? 1.4 Primero ¿Que es
el Ser?. El ser es infinito, sin límites, inconmensurable – No
puede medirse - . Su idea cubre la máxima y total extensión en
más vasta acepción de la palabra. Y porque el ser abarca todo,
sin dejar residuo alguno, en principio es indefinible, pues, toda
definición, para determinar con exactitud su objeto,
necesariamente, lo delimita y
2. 2. aísla de los demás 1 y aquí se da el caso singular de que "lo
demás" también es el "ser". Circunscribirlo es una operación
verdaderamente inconcebible: el ser es todo, y todo cae dentro
del ser. Por consiguiente, a falta de otro concepto inclusivo que
contenga el ser, el método definitorio del género próximo y la
diferencia específica, es impracticable. El intento de explicar al
ser por la enumeración de sus inagotables caracteres, uno tras
otro, no es hacedero porque como género supremo, en verdad,
carece de notas distintivas y, en consecuencia, de él puede
predicarse todo, absolutamente todo, lo que, paradójicamente,
equivale a no enunciar nada2. Una vía de aproximación es el
circunloquio sugestivo: el ser abarca todo, lo conocido y lo no
conocido, lo actual y lo posible, lo concreto y lo abstracto (ser
ideal), lo inmediato y lo ignoto, lo transitorio y lo eterno. Sin
embargo, no carecemos por entero de alguna noción del ser.
Aunque indefinible, trabamos contacto directo con él. Además de
percibir la presencia con que los objetos externos delatan su
existencia, cada uno de nosotros en una intuición introspectiva y
radical se siente así mismo como algo, algo que es, como un
ser, y postula y confirma su existencia al decir: "yo soy". El ser lo
llevamos en nosotros. 2 El “Deber”. También el "deber" es una
idea renuente a la determinación con-ceptual. Rebasa cualquier
intento de encerrarla en una definición3. Mas, nuestra conciencia
capta 1. 1 Francisco Romero y Eugenio Pucciarelli, Lógica, pág.
57 2 . Manuel García Morente: Lecciones Preliminares de
Filosofía, págs. 50, 51 y 52. A. Pescador, Ontología, págs. 18 y
19. 3 "Si se pregunta a la ciencia la definición del deber
considerado como el valor absoluto deberá limitarse a
responder: Tú debes lo que debes'. Esta tautología a la cual se
ha dado formas variadas y disfraces laboriosos, aplica el
principio de identidad, dado que se limita a la comprobación de
que el bien es el bien y no el mal, que lo justo es lo justo y no
injusto, que A es A y no, no - A". Hans Kelsen, Teoría Pura del
Derecho (traducción de la edición francesa de 1953 de Moisés
Nilve), 11a. ed., Eudeba, Buenos Aires, 1973, pág. 61.
3. 3. intuitivamente los deberes, cada uno de los cuales al ser
apropiado implica la exigencia inexcusable de su realización en
la conducta humana. Esta impulsión apremiante hacia su
efectividad en obras, expresan los términos "deben ser". Nuestra
vivencia interna nos persuade de cuan reatados estamos a
ciertas reglas de conducta obligatoria: cuando una persona nos
solicita un falso testimonio, la petición choca con nuestra
conciencia, vale decir, con una actitud previa que nos impone la
veracidad. Así tenemos experiencia íntima del "deber ser"
veraces. "Lo que es característico de la experiencia del deber es,
precisamente, que aprehendemos en ella un impulso a la acción,
que se presenta como una demanda independiente de todo lo
que nuestros deseos, inclinaciones e intereses nos sugieren"4.
2.1 El hombre en contacto con el “ser” y “deber ser”. De esta
manera, aunque indefinibles, el "ser" y el "deber ser" no son
ignorados completamente. Un instantáneo movimiento intuitivo
nos pone en contacto con ellos. Todos, en un modo u otro, nos
sentimos partícipes en el ser y obligados a actuar o inhibirnos –
tr. Impedir o reprimir el ejercicio de facultades o hábitos - en
situaciones específicas. 2.2 Características del “ser” y “deber
ser”. Estas dos categorías "ser" y "deber ser", a más de
heterogéneas – compuesto de partes de diversa naturaleza -,
son primarias porque cada una constituye el fundamento de
estructuras completamente diversas, la una de todo lo que es
-del ser real e ideal-y la otra del orden normativo con sus
imperativos que se traducen en deberes u obligaciones. 4 Alf
Ross. Sobre el Derecho y la Justicia, pág. 353.
4. 4. 2.3 Relación entre el “ser” y “deber ser” Desde el punto de
vista lógico son independientes e irreductibles: del "ser" no se
puede inferir válidamente el "deber ser", ni viceversa. Dadas
ciertas condiciones, de lo que "es" concluimos que algo "será" en
el futuro, pero no cómo "debe ser"; por ejemplo, verificamos que
en pasado, próximo y lejano, algunos hombres victimaron a
otros, y esto nos lleva a pensar, coherentemente, que en el
futuro, mientras no cambien los factores sociales y humanos,
habrá homicidios; pero no podemos sentar que el hombre, mejor
dicho, que algunos hombres "deben ser" homicidas5. Tampoco
del "deber ser" se puede deducir correctamente el "ser"; por
ejemplo, partiendo de la norma "el hombre debe ser bueno" es
inaceptable enunciar que el género humano, sin exceptuar a
nadie, es bueno; correlativamente, un "deben ser" que nunca fue
del todo obedecido, pese a su reiterada violación, afirma
incólume la obligación de cumplirlo: "no matarás". A este
respecto, fuera del plano lógico, cabe recordar que el hombre,
como realizador de valores, tiene el privilegio de convertir un
deber concreto en auténtica realidad: admite la asistencia como
un deber de la amistad y en aras de ella protege al amigo
desvalido. 2.4 diferencias entre el ser y el deber ser.Dentro de lo
que llamamos el mundo del "ser" encontramos la realidad
objetiva, es decir, las cosas u objetos materiales e inmateriales,
las personas y los seres vivos en general. Fuera de esta realidad
del "ser" que es estudiada por la ontología, 5 "Cuando un hecho
se da en la realidad natural, de ello no resulta que debe existir o
no. Del hecho de que los peces grandes se coman a los
pequeños no es posible deducir que su conducta es buena o
mala. Ningún razonamiento lógico permite pasar de lo que es a
lo que debe ser, de la realidad natural al valor moral o jurídico"
Hans Kelsen, ob. cit, pág. 105.
5. 5. encontramos una realidad que denominamos la del "deber
ser" que es estudiada por la "deontología" y que se ocupa de
determinar cómo debe ser la conducta humana. Partiendo de
esta diferenciación entre la realidad del "ser" y la realidad del
"deber ser", podemos ubicar el mundo de las normas, y
concretamente de las normas jurídicas, dentro del mundo del
"deber ser". No podemos confundir las normas de conducta con
las denominadas leyes de la naturaleza. Estas últimas, por
ejemplo la ley de la gravedad o la ley de la conservación de la
energía, lo que hacen es describir fenómenos naturales. Por esta
razón las leyes de la naturaleza se encuentran dentro del mundo
del "ser", son leyes descriptivas, y se diferencian de las normas
del "deber ser" que establecen prescripciones sobre la conducta
humana. Es así como las denominadas leyes de la naturaleza no
contienen prescripciones sobre cómo debe ser la conducta
humana para el logro de determinados fines y por lo tanto, para
este caso, no se enmarcan dentro de nuestro objeto de estudio.
3 PROPOSICIONES ENUNCIATIVAS Y NORMATIVAS.Al "ser"
y al "deber ser", radicalmente diferentes, corresponden juicios y
proposiciones de distinta especie: El "ser" se expresa en
proposiciones enunciativas y el "deber ser" en proposiciones
normativas. 3.1 Proposiciones enunciativas. Proposiciones –
proponer, manifestar con razones algo para conocimiento de
alguien, o para inducirle a adoptarlo – enunciativas – enunciar,
Expresar breve y sencillamente una idea. Las proposiciones
enunciativas nos dicen lo que fue, es o será; por ejemplo, Bolívar
independizó de España seis repúblicas; la pizarra es negra; se
concluirá la línea férrea Cochabamba-Santa Cruz. Las
proposiciones normativas, en cambio, no mentan lo que fue, es o
será sino lo que "debe ser", aunque la realidad contradiga sus
exigencias; por ejemplo, todos los hombres deben ser veraces.
6. 6. Un conjunto selecto de proposiciones enunciativas,
trabajosamente logrado por el lento desarrollo de las ciencias, es
el constituido por las leyes naturales. Aparte de la perseverancia
en la investigación y del genio creador, la entereza ante la
diatriba y el escarnio fue, en ocasiones, el precio del portentoso
auge de las ciencias. Rememoremos a Galileo que acusado de
sostener la teoría heliocéntrica de Copérnico, considerada
herética, fue enjuiciado y obligado a retractarse. De entre las
reglas de conducta observadas por el pueblo y las formuladas
por la especulación moral, un proceso inmanente al curso de la
historia decanta el prontuario de preceptos que forman el acervo
ético de la humanidad. El reconocimiento de derechos que hoy
parecen obvios, fueron victoriosas conquistas. Pueblos y
hombres inmolados, muchos de ellos anónimos, jalonan esta
promoción normativa. Sin mencionar la formidable significación
del Sermón de la Montaña, hagámonos cargo de los miles de
años de contienda y sangre que posibilitaron la abolición de a
esclavitud, la todavía no superada totalmente discriminación
racial 6 y, también, ha de preocuparnos la tardanza en
desenclaustrara la mujer del gineceo griego para equipararla al
varón. Al terminar esta aleccionadora hojeada, compararemos el
respeto a la vida, hoy sacralizada, con el deber del buen hijo de
matar a su padre cuando empezaba a mostrar síntomas de
extrema decrepitud, en el antiguo Fiji, porque "la condición del
alma en el otro mundo correspondía a la del individuo en el
momento de su muerte"7. 4 LEYES NATURALES Y
NORMAS.Comencemos por una distinción. No todas las reglas
de conducta humana son obligatorias, muchas de ellas se las
sigue por decisión libérrima y según el talante 6 "Cuando se
preguntó a Huckleberry Finn si la explosión de la caldera de un
barco había herido a alguien, contestó: 'No, mató a un negro'. El
comentario de la tía Sally, 'Qué suerte porque a veces la gente
resulta herida', resume toda una moral que a menudo ha
prevalecido entre los hombres". H.L.A. Hart, El Concepto del
Derecho, pág. 247. 7 Ralph Linton, Estudio del Hombre (versión
de Daniel F. Rubín de la Borbolla), 1a. ed. Fondo de Cultura
Económica, México, 1942, pág. 189.
7. 7. del momento, sin que el omitirlas provoque ninguna secuela,
pues carecen de mayor significado; por ejemplo, los hábitos de
oír radio, ver televisión, tomar café con las comidas, etc. Otras
reglas sí, son perentoriamente impositivas; a éstas las
denominamos normas. "La norma es la expresión de la idea de
que algo debe ocurrir, especialmente la de que un individuo debe
conducirse de cierto modo"8. Lo expuesto nos permite
caracterizar las normas como reglas de conducta que prescriben
deberes: no matar, ayudar al prójimo, respetar el honor, ser leal,
etc. Las leyes de la naturaleza no enuncian el ser de los
fenómenos, su realidad profunda9, sino que describen
sintéticamente las relaciones de secuencia o simultaneidad que
se dan en ellos con probabilidades estadísticas de repetición y,
como tal, susceptibles de excepciones. Un amplio sector de las
leyes naturales está constituido por la ley de causalidad, la cual
afirma con cierto grado de probabilidad estadística que a un
determinado hecho o fenómeno (causa) sucederá otro también
determinado hecho o fenómeno (efecto)10; por ejemplo, "el calor
dilata los metales". Esquemáticamente la ley causal afirma: Si se
da "A" se dará "B". 8 Hans Kelsen, Teoría General del Derecho y
del Estado, pág. 42 9 Francisco Romero y Eugenio Pucciarelli,
ob. cit, pág. 170 "Ya no se dice que tal elemento Atiene como
resultado necesario la aparición de tal otro elemento B, sino 10
que la probabilidad de ver aparecer probabilidades B, como
consecuencia de A es de tal o tal orden. En la mayoría de las
ciencias físicas, esta probabilidad es extremadamente grande,
mientras que la probabilidad contraria es casi nula. No obstante
la situación es algo diferente a este respecto en ei nivel del
átomo. Resulta posible entonces que varias hipótesis puedan
realizarse (B,C,D, etc.), como consecuencia de un factor A, con
posibilidades respectivas bastante elevadas. La ciencia se
esfuerza en calcular con precisión las posibilidades de cada
una". Maurice Duverger, Sociología Política, (traducción de Jorge
Esteban), 1a. ed., Ediciones Ariel, Barcelona, 1968, pág. 14.
8. 8. No obstante la relatividad anotada, la ciencia natural toma la
casualidad como un postulado de la razón que exige encontrar
conexiones de causa a efecto para explicar la realidad.11 En el
campo de las leyes naturales no menos importante que la ley de
causalidad es la ley de coexistencia que enuncia relaciones de
simultaneidad entre determinados hechos o fenómenos; por
ejemplo la Ley de Newton: "Los cuerpos se atraen en razón
directa de las masas e inversa del cuadrado de las distancias".12
5 DIFERENCIAS ENTRE LEYES NATURALES Y NORMAS.
Ahora que hemos conceptualizado leyes naturales y normas
concretamos sus diferencias: 5.1 Finalidad.La ley natural,
decíamos, es un juicio que enuncia las relaciones que
efectivamente hay entre los fenómenos. La caída de un cuerpo
es un hecho real; la ley de la gravitación de Newton es su
expresión científica. La Finalidad de la ley natural es explicar la
realidad, hacerla comprensible, inteligible. En el entendido de
que el hombre capta su sentido y seguidamente se siente
predispuesto a realizarlas, las normas tienden a regir su
comportamiento. Así, aquella que impone la caridad trata de
inducimos a que socorramos a nuestro prójimo. La finalidad de la
norma es dirigir la conducta humana. 11 12 Hans Kelsen, ¿Qué
es Justicia?, 2a. ed., Ariel S.A., Barcelona, 1992, págs. 119 y s.
Francisco Romero y Eugenio Pucciarelli, ob. cit, pág. 175.
9. 9. 5.2 Supuesto.El supuesto de las leyes naturales es la
concepción de un orden de la naturaleza según el cual los
fenómenos están concatenados de tal modo que, en cualquier
tiempo y lugar, dadas idénticas circunstancias, coexistirán unos
con otros o se producirán como efecto de las mismas causas. El
científico descubre esas relaciones de los fenómenos naturales y
las expresa en fórmulas que se llaman leyes naturales. El
supuesto de las normas es que los seres a quienes van dirigidas
tengan libertad para obedecerlas o infringirlas, pues sólo donde
el arbitrio individual señorea hay mérito en quien las cumple. Es
absurdo pensar en normas destinadas a seres que tienen de
antemano trazada una conducta imposible de ser alterada, es
decir, irrevocable, v. gr: la del animal que ciegamente obedece al
instinto. Por eso las normas se dirigen únicamente a la conducta
consciente y libre del hombre y no a aquellas de sus funciones
supeditadas a la necesidad biológica: digestión, muerte natural,
etc. 5.3 Validación.La ley natural arranca su verdad de la
realidad a la que se refiere, esta realidad ha de confirmarla en
los términos y límites en que ha sido enunciada. La norma toma
su validez no de la realidad a la que se dirige, pues podría serle
adversa, sino de los valores: bien, justicia, libertad, etcétera, que
el hombre siempre ha poseído. 5.4 Correspondencia con la
realidad.La ley natural se cumple continuadamente en los casos
y formas previstas. De no ser así deja de ser ley o tiene que ser
reformulada. Las normas pueden ser infringidas en casos
concretos, sin que estas violaciones destruyan su existencia;
muy al contrario, la transgresión repercute de tal manera
10. 10. que más se acusa su obligatoriedad, su vigencia: frente al
robo, la calumnia o el homicidio, sentimos con mayor intensidad
la imposición normativa de respetar la vida, la propiedad y el
honor de las personas. Es oportuno adelantar que cuando la
inobservancia sobrepasa ciertos márgenes y se generaliza,
compromete la vigencia de la norma y aun puede llegar a
aboliría. 6 ESQUEMA DE DEFINICIÓN DEL DERECHO.Ya
aludimos a la dificultad que presenta la definición del derecho y
en el intento de lograrla comenzamos por establecer que lo
jurídico pertenece a la cultura y dentro de ella al campo de las
normas. Asimismo, expusimos que las normas concretan las
exigencias de los valores éticos adaptándolos a una determinada
situación social, cultural e histórica de un pueblo y de sus
individuos. En particular, las normas jurídicas al trasmitir las
exigencias de los valores jurídicos crean deberes jurídicos.
Nuestra próxima tarea, a lo largo de las lecciones siguientes,
consiste en diferenciar las distintas normas, pues, además de las
jurídicas hay normas morales, del trabajo social, religiosas, etc.
A medida que consigamos conocer analíticamente los caracteres
relevantes de dichas normas, iremos bosquejando una definición
de las jurídicas. El SER Y EL DEBER SER SEGÚN HANS
KELSEN. La Teoría Pura del Derecho, como su nombre lo
indica, es una teoría del Derecho. La forma por la que se elabora
una teoría está determinada por su objeto. A fin de captar lo
peculiar de una teoría del Derecho, debemos conocer la
naturaleza de su objeto; en consecuencia, una teoría del
Derecho debe, antes que nada, contestar a la pregunta: ¿Qué es
el Derecho? Aún cuando la Teoría del Derecho o, como es
comúnmente llamada en la literatura angloamericana,
"jurisprudence", es una de las ciencias más viejas, no hay una
definición universalmente aceptada sobre el concepto de
Derecho.
11. 11. Existen dos puntos de vista diferentes en relación con esta
materia. De acuerdo con el uno, el Derecho es un hecho, una
conducta determinada de los hombres, que tiene lugar o se
realiza en el tiempo y en el espacio y puede ser percibida por
nuestros sentidos. Las relaciones jurídicas son relación de hecho
de la vida, especialmente las relaciones económicas, como lo
sostiene la doctrina marxista. Los hechos son el objeto de las
ciencias naturales: la Física, la Química, la Biología, la
Psicología, la Sociología. En consecuencia, de acuerdo con este
punto de vista del Derecho, la doctrina o ciencia del Derecho no
se diferencia esencialmente de estas ciencias naturales. A
semejanza de estas ciencias, la doctrina jurídica describe su
objeto con enunciados o declaraciones en el sentido de que algo
es o no es, es decir, mediante enunciados o manifestaciones de
ser. De acuerdo con el otro punto de vista, el Derecho no es un
hecho, sino una norma. En virtud de que el término "norma" es
utilizado para caracterizar al objeto de la ciencia del Derecho
significa: que algo debe ser o debe ser realizado, aún cuando en
realidad no sea o no haya sido realizado. Una norma tiene el
carácter de una orden o mandamiento y comúnmente se expresa
lingüísticamente en forma imperativa como, por ejemplo, los Diez
Mandamientos de Dios dados en el Monte Sinaí conforme a la
Biblia: "Honrarás a tu padre y a tu madre", "No matarás", y así
sucesivamente. Sin embargo, una norma puede no sólo tener el
significado de una orden, sino también el significado de una
autorización; por medio de una norma una persona puede
conferir en otra persona el poder o la facultad de expedir o dictar
mandamientos u órdenes. Dios autorizó a Moisés para dictar
órdenes o expedir mandamientos al pueblo judío, Dios confirió
en él la autoridad de un legislador. La Constitución de un Estado
faculta a un determinado individuo o a un grupo de individuos a
expedir códigos o leyes, o sea, normas generales; y esos
códigos o leyes autorizan a los tribunales y a las dependencias
administrativas a expedir normas individuales, es decir,
resoluciones judiciales o decisiones administrativas. Finalmente,
una norma puede tener el carácter de un permiso, esto es, para
decirlo en otras palabras, por
12. 12. medio de una norma puede permitírsele a una persona a
realizar algo que, sin este permiso, sería prohibido. Por ejemplo:
una norma general prohíbe matar, pero una norma especial
limita a la primera cuando otorga permiso a matar en legítima
defensa. En este sentido, el permiso viene a ser la función
positiva de una norma que restringe a una norma prohibitiva.
Debe ser distinguido del permiso en un sentido meramente
negativo. En este sentido, una cierta conducta es permitida si no
existe una norma prohibiendo la conducta contraria, de acuerdo
con el principio: lo que no está prohibido está permitido. Estas
son las tres funciones normativas: orden o mandamiento,
autorización, permiso positivo. Si decimos: el significado de
norma es que algo deba hacerse, el término "debe" comprende
estas tres funciones; señala las funciones normativas. El
significado específico de la afirmación de que algo debe ser o
debe ser realizado, sólo puede explicarse refiriéndose a la
diferencia que existe entre esta afirmación y la aseveración de
que algo es o es realizado. De esta diferencia, la diferencia entre
"ser" y "deber ser" nos percatamos directa e inmediatamente. El
dualismo lógico del "ser" y "el deber ser", presenta la
imposibilidad de inferir de la afirmación de que algo es o es
realizado, la afirmación de que algo deberá ser o deberá
realizarse, y a la inversa. Nos percatamos especialmente del
"deber ser" como algo diferente del "ser", si el primero, el "deber
ser", es el significado de un acto de un individuo
intencionalmente dirigido a la conducta de otro individuo. Si, por
ejemplo, A ordena a B hacer algo, describimos el acto con la
expresión: A ordena que B haga algo. Esta es una afirmación de
ser. Pero el significado del acto sólo puede ser descrito por la
afirmación: que B debe hacer algo, no por una afirmación de ser
como: B hace o hará lo que le ordene A, porque, en realidad, B
puede no hacer lo que A le ordena. Que B debe hacer algo, es el
significado subjetivo del acto de ordenar; el significado que este
acto tiene desde el punto de vista del individuo que ordena. Pero
no es necesariamente también el significado objetivo del acto de
ordenar, esto es, el significado que tiene el acto desde el punto
de vista del ordenado o destinatario de la orden, así como de
una tercera persona que no participe. Si un asaltante me ordena
entregarle una cierta cantidad de dinero, creo que no debiera
hacer lo que me ordena, que no estoy
13. 13. obligado a acatar esta orden, que, si no obedezco, mí
conducta será tachada de indebida y que lo considerará así una
tercera persona. Que B debe hacer algo, es también el
significado objetivo del acto de ordenar, si este acto es
autorizado, si el individuo que expide la orden está facultado por
una autoridad superior, por una autoridad jurídica o moral
competente para expedir la orden de referencia. Esto parece
implicar un regressus in infinitum. Veremos más adelante cómo
este retorno tiene su fin. Si no es solamente el sentido subjetivo
del acto, sino también el objetivo de que algo deba hacerse, a
este significado se le llama norma. Es importante distinguir
claramente entre la descripción del acto cuyo significado es una
norma y la descripción de una norma qué es el significado del
acto. El uno es un enunciado de ser, el otro un enunciado de
deber ser. Haans kelsen coloca al hombre en el reino de la
naturaleza, en todo lo que le pertenece al ser, desde el trueno y
el relámpago hasta el simple acta psicológico volitivo. Deber ser
es todo cuanto es ideal, concepto, norma; la norma es la
categoría fundamental de este mundo lógico; pero este deber
ser, no tiene en principio ningún sentido de necesidad ética: no
es nada que deba ser porque se considere bueno, justo o
conveniente, sino que el deber ser, indica una forma de
imputación de hechos de conducta. La normatividad es una
categoría de la mente, toda la realidad ideal es solo realidad
conceptual; solo existe en la mente, no ya en cada mente
individual sino como una categoría de la mente en general13. No
se pregunta por la realidad del Derecho, o sea en que consiste
esa realidad , ni cuales son sus notas especificas . Kelsen parte
de la distinción radical entre ser y deber ser, en el pensamiento
de Kelsen no se entiende por ser otra cosa que la que
corresponde al mundo de la naturaleza , a lo que acontece de
hecho, siendo comprensible a través de leyes universales e
inexorables que nuestra mente concibe. El deber ser, en cambio,
es el orden de las normas, de lo que se preconiza como pauta
de una conducta libre y que puede suceder o no. Ser es lo que
consta como hecho; el deber ser lo que se preceptúa al
cumplimiento libre de LUIS LEGAZ LACAMBRA, Horizontes del
pensamiento Jurídico, pag. 449. Edit. Barcelona.
14. 14. los hombres. Para Kelsen el Derecho es un orden de deber
ser, en el sentido de que no es algo que de hecho acontece, sino
un sistema de normas. Bibliografía.1. Francisco Romero y
Eugenio Pucciarelli, Lógica, pág. 57 2. Manuel García Morente:
Lecciones Preliminares de Filosofía, págs. 50, 51 y 52. A.
Pescador, Ontología, págs. 18 y 19. 3. "Si se pregunta a la
ciencia la definición del deber considerado como el valor
absoluto deberá limitarse a responder: Tú debes lo que debes'.
Esta tautología a la cual se ha dado formas variadas y disfraces
laboriosos, aplica el principio de identidad, dado que se limita a
la comprobación de que el bien es el bien y no el mal, que lo
justo es lo justo y no injusto, que A es A y no, no - A". Hans
Kelsen, Teoría Pura del Derecho (traducción de la edición
francesa de 1953 de Moisés Nilve), 11a. ed., Eudeba, Buenos
Aires, 1973, pág. 61. 4. Alf Ross. Sobre el Derecho y la Justicia,
pág. 353. 5. "Cuando un hecho se da en la realidad natural, de
ello no resulta que debe existir o no. Del hecho de que los peces
grandes se coman a los pequeños no es posible deducir que su
conducta es buena o mala. Ningún razonamiento lógico permite
pasar de lo que es a lo que debe ser, de la realidad natural al
valor moral o jurídico" Hans Kelsen, ob. cit, pág. 105. 6. "Cuando
se preguntó a Huckleberry Finn si la explosión de la caldera de
un barco había herido a alguien, contestó: 'No, mató a un negro'.
El comentario de la tía Sally, 'Qué suerte porque a veces la
gente resulta herida', resume toda una moral que a menudo ha
prevalecido entre los hombres". H.L.A. Hart, El Concepto del
Derecho, pág. 247. 7. Ralph Linton, Estudio del Hombre (versión
de Daniel F. Rubín de la Borbolla), 1a. ed. Fondo de Cultura
Económica, México, 1942, pág. 189. 8. Hans Kelsen, Teoría
General del Derecho y del Estado, pág. 42 9. Francisco Romero
y Eugenio Pucciarelli, ob. cit, pág. 170.
15. 15. 10. "Ya no se dice que tal elemento Atiene como resultado
necesario la aparición de tal otro elemento B, sino que la
probabilidad de ver aparecer probabilidades B, como
consecuencia de A es de tal o tal orden. En la mayoría de las
ciencias físicas, esta probabilidad es extremadamente grande,
mientras que la probabilidad contraria es casi nula. No obstante
la situación es algo diferente a este respecto en ei nivel del
átomo. Resulta posible entonces que varias hipótesis puedan
realizarse (B,C,D, etc.), como consecuencia de un factor A, con
posibilidades respectivas bastante elevadas. La ciencia se
esfuerza en calcular con precisión las posibilidades de cada
una". Maurice Duverger, Sociología Política, (traducción de Jorge
Esteban), 1a. ed., Ediciones Ariel, Barcelona, 1968, pág. 14. 11.
Hans Kelsen, ¿Qué es Justicia?, 2a. ed., Ariel S.A., Barcelona,
1992, págs. 119 y s. 12. Francisco Romero y Eugenio Pucciarelli,
ob. cit, pág. 175. 13. Eduardo García Máynez, Introducción al
Estudio del Derecho, 4a. ed., Porrúa, S.A., México, 1951, págs. 5
y 6. 14. "En una comunidad de ángeles, jamás tentados por el
deseo de dañar a otros, las reglas que prescriben abstenciones
no serían necesarias. En una comunidad de demonios,
dispuestos a destruir, y a pagar cualquier precio por hacerlo,
tales reglas serían imposibles". H.L.A. Kart., El Concepto del
Derecho, pág. 242. 15. "Toda norma es la expresión de un valor,
de un valor moral si se trata de una norma moral, de un valor
jurídico si se trata de una norma jurídica". Hans Kelsen, Teoría
Pura del Derecho, (traducción de la edición francesa), pág. 19.
16. "Es la existencia misma del derecho, es su validez, que se
afirma frente al hecho ilícito por la reacción del orden jurídico en
la forma de una sanción". Id. id., pág. 88.

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