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Cuán hermosas y cuán poderosas son tus palabras oh Dios, cuán grande es
nuestra necesidad de que penetren en nuestras almas como preciosa semilla que
lleva el gran Sembrador.
En San Juan cap. 5: 39 el Señor Jesús dijo lo siguiente: Escudriñad las Escrituras;
porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
El Salmo cap. 1: 2-3 enseña acerca del poder y la gran bendición de meditar en la
Palabra de Dios de día y de noche.
Dios nos indicará su voluntad y nos revelará sus caminos a través del estudio de
su Palabra.
La gracia y los favores de Dios son nuestro sustento diario. Así como para un
árbol lo son las corrientes de aguas, la gracia y el poder de su Palabra nos
mantienen siempre siendo fructíferos y terminan provocando que nuestra vida sea
una vida aprobada por Dios.
Josué cap. 1: 8 dice: Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Este versículo nos enseña, que la manera más simple y precisa de prosperar y de
que todo lo que hagamos nos salga bien, es guardando y haciendo conforme Dios
nos indique en su Palabra.
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