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Puntos de Lectura para Imaginar
Puntos de Lectura para Imaginar
2012
2012
Laura Blanco
Mila Cañón
Carina Curutchet
Rocío Malacarne
Cintia Pellegrini
Natalia Ramallo
Iris Rivera
Elena Stapich
Claudia Zagame
Ilustradores
Claudia Degliuomini
Istvansch
María Wernicke
Puntos de lectura para imaginar: voluntariado de promoción de la lectura /
compilado por Mila Cañón y Rocío Malacarne.
1ª ed. – Mar del Plata: Jitanjáfora, 2013. p.: il. E-Book.
ISBN 978-987-22911-6-7
1. Promoción de la Lectura. I. Cañón, Mila, comp. II Malacarne, Rocío, comp.
CDD 371.3
Los artículos y las ilustraciones de este libro se distribuyen bajo una Licencia
Creative Commons 3.0
Para acceder al texto de la licencia acceda a:
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/
Pueden ser copiados, distribuidos y modificados bajo la condición de reconocer a
los autores y mantener esta licencia para las obras derivadas.
A todos los niños a quienes se les roba
el derecho de ingresar plenamente en la cultura escrita.
Índice
1. Proyecto de promoción de la lectura. El voluntariado en el 7
voluntariado.
Hace muchos años ya, un grupo de expresa su Estatuto. Bajo esta forma sigue
graduados y docentes universitarios, desarrollando sus actividades de
preocupados y ocupados en todos los promoción en la comunidad en el mismo
niveles del sistema educativo del que la sentido, siendo desde 2009 filial de
Universidad es parte, imaginamos por esa A.L.I.J.A. (Asociación de Literatura Infantil y
misma razón, que quienes habíamos tenido Juvenil Argentina. Sección nacional de
la oportunidad de concurrir a sus aulas- IBBY); por las que, a lo largo de su historia,
frente a tantos que no la poseen- , ha sido distinguida con los premios
teníamos la obligación y la ocasión de Pregonero (Fundación El Libro), Vivalectura
ofrecer parte de nuestro tiempo a la (Fundación Santillana), entre otros 1.
comunidad a través de acciones que Es así como año a año se planifican
imaginamos por aquellos años. acciones en torno a los ejes del Estatuto de
Preocupadas por el tema del la Organización y desde el año 2011 se
lenguaje, los niños y los adolescentes, las suma el proyecto del Voluntariado: Puntos
prácticas sociales de lectura y escritura, de lectura para imaginar, apoyado en
conformamos el Grupo Jitanjáfora durante experiencias previas comunitarias que
los años 1999-2005, como Grupo de sostienen este enfoque: el voluntariado
Extensión del Departamento de universitario, organización de acciones
Documentación y la Secretaría de como jornadas para mediadores, talleres
Extensión de la Facultad de Humanidades, en zonas urbanas y rurales, asesoramiento
de la Universidad Nacional de Mar del en comunidades diversas, entre otras.
Plata. La iniciativa parte, en ese momento,
del equipo docente de la cátedra Literatura
Infantil y Juvenil, de la carrera Bibliotecario
Escolar, perteneciente al Departamento de
Documentación (UNMDP).
Más tarde, Jitanjáfora. Redes
sociales para la promoción de la lectura y la
escritura, inicia una nueva etapa en 2006,
bajo la forma institucional de una
Asociación Civil sin fines de lucro
(Personería Jurídica N° 30.399), con socios
de diversas orientaciones disciplinares
relacionadas con los libros, la lectura, la
formación docente y bibliotecaria, la
capacitación, unidos por los objetivos que
1
http://www.jitanjafora.org.ar/
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Vivimos hoy una sociedad globalizada, con otras palabras” (Petit, 1999: 119)
diversa y multicultural, en la que
disponemos de mucha información, Los Derechos del Niño constituyen
pero de insuficiente interpretación. en sí mismos un marco para razonar estas
Como aquella sugerente metáfora del cuestiones, por lo que es indispensable
título de la inolvidable novela del pensar la diversidad y la equidad como un
escritor peruano Ciro Alegría, nuestro modo de democratizar y un modo de
mundo, cada vez más global y más democratizar es hacer posible que la
desigual, sigue siendo “ancho y ajeno”. adquisición y el desarrollo del lenguaje, la
(Lobo, 2008 :41) simbolización y el ensanchamiento del
imaginario lleguen de la mano de adultos
En este sentido, Michèle Petit responsables; al menos los que puedan, en
(1999) expresa que ante estas presiones este mundo también desigual para los
externas, cuando “el lector es trabajado padres o referentes de estas infancias; al
por sus lecturas” conquista un capital menos, los que puedan tomar la decisión
simbólico y descubre el poder del lenguaje de vincularse con las infancias con estos
escrito como así también los efectos y propósitos:
posibilidades que le sugiere. Descubre el
poder social y personal que detenta la Y vincularnos con la infancia es muy
lectura y lo que implica la no/lectura. difícil si no encontramos un sentido, al
Según Petit, son numerosos los miedos que fin de cuentas la crianza ha sido
cercenan la constitución del sujeto lector. siempre eso: el traspaso del sentido de
Desde el temor individual a la privacidad la vida ¿elegiremos la responsabilidad
que implica la lectura, inclusive el silencio social y el gesto solidario, o
que supone, hasta las distintas adoptaremos la forma de vida que nos
modalidades - familiares, sociales o de los propone la ley del rédito máximo…?
grupos de pertenencia -, que rechazan al (Montes, 2001: 51)
lector y lo excluyen de diversas maneras,
pasando por las estrategias de resistencia También Graciela Cabal, en medio
de la escuela, es difícil escapar del miedo, de otra coyuntura histórica pero en medio
sobre todo cuando las posibilidades del mismo proceso social que empezó a
sociales - pobreza o inmigración -, son investigar, no hace tanto, los cambios y
parte de la vida de los sujetos: rasgos de estas nuevas infancias y
juventudes, con su mirada aguda y
“Las historias, las ensoñaciones perspicaz, enfatiza:
subjetivas de los novelistas, en especial,
son incontrolables, y por lo tanto son El derecho de los chicos a leer: no sólo
inquietantes para quien pretende a decodificar, no sólo a comprender, no
controlarlo todo [...] Y las historias son sólo a juzgar, no sólo a elegir lo que
tanto más inquietantes cuanto que las leen, sino el derecho de los chicos a
palabras tienen la característica peculiar querer leer, a tener ganas, necesidad,
de quedar fuera del alcance de cualquier urgencia de leer. A encontrar la
policía de los signos, desde el momento felicidad –esa “felicidad tan accesible”
en que cada quien puede cargarlas de su de la que hablaba Borges – en la
propio deseo y asociarlas, a su manera, lectura (2001: 137)
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Mirando con ojos ajenos. Narración de tanto, abría las palmas sobre mi cabeza y la
una mediadora 2 movía para un lado y para otro. Los chicos,
de menos de tres años, reían, miraban, se
En uno de los primeros encuentros escondían en los brazos de las maestras,
mi cabeza se llenó de animales… salían corriendo y se ponían a jugar a la
Preparando la primera visita a la Salita pelota o a lanzar cosas. Tal vez, esta
maternal Natalia y Cintia, mis compañeras, canción podría funcionar como eje de los
se pusieron a hablar de ratones… Unos que encuentros con los bebés: apelar a todos
estaban debajo de un botón (“ton, ton” y, los sentidos, correr por aquí, correr por
también, “tin, tin” si se hablaba de Martín); allá…
otro que fue a una despensa a pedir un En este sentido, Yolanda Reyes
quesito; algunos que dormían felices en valora algunos libros de bebeteca como
cajones… Pero ninguno era de los que yo “los más mordidos”, justamente, por
conocía, pocas veces había cruzado uno percibir que existen muchas formas de ver
por la calle; en mis botones no cabían y el mundo, de ver los libros, y la de los
jamás les había guardado quesitos; pero sí bebés es una, como todas, particular. Por
recuerdo, de chica, que algún vecino ejemplo, en uno de los encuentros una
hubiera perseguido alguno a escobazos, nena que ya caminaba se abalanzó, con
que mi tía pusiera tramperas y que me una gran sonrisa, sobre varios libros de
compararan con uno por comer mucho cartoné que habíamos dispersado por el
queso de rallar. piso: se puso de panza, los miró de atrás
hacia adelante, dados vuelta y bailó sobre
Los veinte ratones uno, porque estando éste abierto y ella con
Arriba y abajo,/por los un pie sobre cada hoja, si se zapateaba, se
callejones/pasa una ratita/con veinte podía sentir un “clap, clap” sobre el piso.
ratones:/unos sin colita/y otros muy Las lecturas estuvieron
colones;/ unos sin orejas/y otros atravesadas por esos sonidos, por sabores
orejones;/unos sin patitas/y otros de tomar el té, de una torta de vainilla para
muy patones;/unos sin ojitos/y otros acompañar, por movimientos lejanos que,
muy ojones;/unos sin narices/y otros igualmente, siempre sostenían una mirada
narigones;/unos sin hocico/y otros sobre lo que se estaba leyendo. Siempre
hocicones./Arriba y abajo,/por fueron historias con animales: los ratones,
los/callejones/pasa una ratita/con gatos (sin rivalidad alguna con los
veinte ratones. primeros), un elefante y una rana, y otro
(Canción popular) elefante, pero, esta vez, multicolor. Para
cada uno había un gesto, un sonido, una
Arriba, abajo, moverse, forma de reconocerlo, una posible mascota
colas, orejas, patas, ojos, narices, hocicos… o una forma de jugar a ser de otra especie.
Todos los sentidos del cuerpo humano Cuanto más secretas eran las escenas
parecían estar reunidos en la canción que animales, un poco más de comodidad, sin
cantaron las mediadoras en el primer la necesidad, tal vez, de mostrar y decir
encuentro; yo miraba cómo crecían las “estamos haciendo esto” a un observador
narices, las orejas (casi tanto como las de adulto, sino simplemente hacerlo y jugar:
un lobo en casa de una abuelita, en algún por ejemplo, ocultarse debajo de una
lejano bosque) al ritmo de la música y, cada “carpa” construida pacientemente entre
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dos cunas con ladrillos de sábana. tocó vivir junto a mis compañeras de
En este rol de mediar una Jitanjáfora. Hasta el momento, la lectura
lectura en la sala maternal de una escuela había sido una práctica que yo trataba de
secundaria, mantener escenas secretas instalar en lectores de a partir de trece
resultó un poco complejo. Justamente, años. Con vaivenes, con dificultades, con
éstas debían ser “públicas”, la intención era gratas sorpresas, con escuchas atentas, con
que fueran replicadas, por ejemplo, por interesantes intervenciones por parte de
una mamá o un papá en casa. Entonces, los chicos, pero también con momentos de
mis palmas de ratones orejones se desinterés manifiesto, desmotivación y
escurrían y, disimuladamente, se carencia de capital simbólico por parte de
guardaban en los bolsillos para que los alumnos, que dificultaba el acceso a la
ninguna persona de más de tres años viera construcción de sentido, mi rol como
rastro de roedor alguno. Es que la mediadora de lectura comenzó a
mediación me resultaba extraña, como en encontrarse en encrucijadas, en replanteos
cualquier otro contexto y en una búsqueda que
donde hay un observador apuntaba a pensar y repensar
ajeno a la lectura misma: mi práctica y a plantearme
¿hablar para quién?; ¿mirar qué es lo que hace que un
que a uno lo miran?; ¿dejar niño, ávido lector, ávido
crecer la nariz de narigón escucha y ávido constructor
para una mamá adolescente de relatos, se transforme, en
que está por ingresar a su muchos casos, en un
clase de Historia, por adolescente, en un principio,
ejemplo? Si la respuesta reticente y esquivo al mundo
fuera “sólo para los chicos, de la ficción.
escondidos debajo de la tela Vi, formé parte,
de la carpa que uno de ellos sentí y viví momentos llenos
solía armar entre las cunas”, tal vez, de magia, sí, sentí cómo un bebé o un niño
hubiese resultado más natural, un juego pequeño entraba por primera vez al mundo
realmente jugado y elegido. Pero, lo más de los sueños convertidos en palabras;
rico, en realidad, era posicionarse como vivencié momentos fundacionales en sus
mediador provisorio, uno que, vidas, en el que los cuentos se quedarían
especialmente, buscaba la mirada de otro para siempre.
adulto para que replicara, para que el juego Los libros fueron tocados,
no acabara aquella vez, sino que siguiera mordidos, dados vuelta, tirados al suelo,
(como aquel “ton, ton” para el ratón) ofrecidos a los demás, reservados,
sonando, retumbando, con eco y con todos elegidos, dejados de lado. El mundo del
los sentidos que hicieron de esa escena niño le abría sus puertas al mundo de las
algo, justamente, sentido. palabras, ambos fueron indivisibles, se
retroalimentaron y tomaron sentido
Una experiencia de aprendizaje intenso y aquellas mañanas.
desafiante. Narración de una mediadora 3 ¿Qué sucede en la vida del niño,
en el camino que le toca transitar que, en
La primera vez que entré a una muchos casos, adormece el placer por leer
sala maternal fue esta experiencia que me o escuchar un buen texto?
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“El imaginario no es algo con lo que se nazca. Es algo que se elabora, crece, se enriquece,
se trabaja con cada encuentro, cada vez que algo nos altera.
Cuando siempre se ha vivido en un mismo universo de horizontes estrechos,
es difícil imaginar que existe otra cosa (…) Se trata, entonces, de tender puentes…”
Michèle Petit
Una de las experiencias del 12:30 hasta las 16:30 con dos pausas de
Voluntariado 2012 se desarrolló en la quince minutos y una merienda.
Escuela Primaria Nº 43 ubicada en la calle Tanto el cuerpo directivo como los
Tetamanti 6496, en el Paraje Valle docentes son personal estable del
Hermoso, camino a la ciudad de Batán, es establecimiento que, compartía un
decir, a las afueras de la ciudad de Mar del proyecto literario junto con la bibliotecaria.
Plata. Concurrimos: Claudia Zagame, Laura
La población del lugar pertenece en Blanco y Mariana Basso Canales, desde
gran medida a la comunidad boliviana que abril hasta noviembre, una vez por mes,
trabaja temporariamente en las quintas de como parte del Programa de voluntariado
la zona. Muchas de la Asociación Civil
familias residen Jitanjáfora. Redes sociales
alternativamente una para la promoción de la
temporada en Bolivia y lectura y la escritura.
otra en Argentina, de Si bien al principio
acuerdo al calendario habíamos planteado
agrícola. Por esto, los realizar un recorrido de
niños no tienen una asistencia regular dado terror, nos fuimos corriendo de esa premisa
que viajan con sus padres. Estas continuas para presentar textos más desafiantes que
mudanzas provocan que dicha comunidad abordaran algún aspecto relacionado a este
viaje con la menor cantidad de objetos género pero que no necesariamente
posibles por lo cual los niños no suelen podían enmarcarse en él. Uno de los
poseer juguetes, libros, u objetos que motivos para cambiar el recorrido pautado
podrían estimular su aprendizaje; siendo la inicialmente es que los textos
escuela el lugar que le permite el contacto preseleccionados estaban en biblioteca y
con estos estímulos. muchos habían sido ya leídos por la
El establecimiento escolar está bibliotecaria en “La hora del cuento”,
compuesto por un patio exterior jornada que se realiza con todos los grados.
rectangular rodeado por seis aulas, un
gimnasio cubierto, la biblioteca, el Entre palabras
comedor y la dirección. Tiene las
características propias de una escuela rural: El punto de partida estaba marcado
el mástil en el centro del amplio patio y la por edificios, calles asfaltadas, ruidos,
tradicional campana. bocinas, nervios, semáforos:
Durante el turno tarde funciona rojoamarilloverderojoamarilloverde…
una división por cada año: de primero a A medida que nos alejábamos de la ciudad,
sexto con un bajo índice de matrícula: íbamos dejando nuestras mochilas
alrededor de veinte chicos por curso. Los cargadas de responsabilidades, del trabajo
niños pueden compartir el almuerzo a las diario. El viaje hacia la escuela era también
doce horas, comenzando la jornada escolar un despojarse del cansancio del turno
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mañana y una preparación para la hora del de abril con las sugerentes imágenes de
disfrute: un trabajo parecido al cotidiano Donde viven los monstruos de Maurice
pero distinto, con gusto a otra cosa. Sendak, ofreciéndoles momentos para la
Ensayábamos voces de personajes, escucha, el disfrute y la palabra. A partir de
planificábamos silencios, creábamos este libro, los chicos nos pusieron el apodo
ambientes, repasábamos los momentos del de “las chicas monstruo”.
cuento. Mientras esto pasaba dentro del La selección de este texto surgió
auto, afuera nos invadía la serenidad de porque se centra en personajes
otro espacio, el asfalto relacionados con el terror –
se transformaba en los monstruos- pero
tierra, los edificios en presenta una perspectiva
campos sembrados, los diferente. A su vez, plantea
semáforos en pájaros, un desafío interesante en la
las bocinas en ladridos, vinculación entre texto e
los nervios en suspiros y imagen.
risas. Este pasaje también nos En el encuentro siguiente llegamos
transformaba porque cuando llegábamos con una caja negra con un solo agujero y el
ya éramos “Las chicas monstruo”. relato de “Sensaciones horribles” de
En el punto de llegada nos recibían Ricardo Mariño. Lo importante en este
caritas sonrientes, preguntas por la historia cuento era crear un efecto de lectura
del día, el olor dulce y penetrante del terrorífico para lo cual lo acompañamos
abono de los campos vecinos, las pizzas de con un objeto: una caja de sensaciones
las chicas de sexto que juntaban dinero horribles en la que los chicos debían meter
para el viaje, la campana, las corridas, el la mano, formulando diferentes hipótesis
calor de un patio lleno de sol, los mates de acerca del contenido de la caja. Esta
la auxiliar de la cocina, el olor a actividad disparó miedos, risas, sorpresa y
bizcochuelo, y, principalmente, la ansiedad preparó para la lectura del cuento.
de los chicos que nos inyectaba un golpe de La proyección de Irulana y el
energía: sólo quedaba entrar al aula y dejar ogronte, de Graciela Montes, junto a la
que la magia de las palabras nos uniera. narración de la mediadora Laura Blanco,
Como nuestros encuentros eran invitó a disfrutar de diferentes
mensuales, para que nos tengan presentes, herramientas para acercar la literatura. En
creamos una cartelera donde los chicos este cuento aparece el miedo tematizado
dejaban mensajes con sus opiniones sobre en la figura del ogronte y el poder de la
nuestras intervenciones. Allí las tapas de palabra para vencerlo. La participación de
cada uno de los textos que les acercamos las maestras y la bibliotecaria enriqueció
ilustraban los diferentes momentos junto las interpretaciones dado que es un texto
con algunas palabras relacionadas con el muy simbólico.
terror. En cada visita trabajábamos con La magia de La escoba de la viuda,
todos los cursos de la escuela: de primero a junto con el poder evocador de las
sexto uniendo generalmente dos grupos. imágenes de Van Allsburg fue utilizado para
hipotetizar sobre el contenido del relato.
Un itinerario de miedo Con el libro álbum Oscuro, muy oscuro de
Ruth Brown trabajamos el concepto de
Fue así que comenzamos en el mes intriga a partir de la formulación de
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Más allá de que el proyecto del Ese “gustito a otra cosa” que tiene
voluntariado se centre en brindar estímulo esta participación que es trabajo pero no
a comunidades vulnerables, no sólo los redituable económicamente tiene que ver
niños aprovecharon esos momentos sino con eso: recibimos mucho más de lo que
también nosotras y sus maestras, que damos porque con cada visita a una nueva
intercambiábamos referencias literarias, escuela, volvemos con las mochilas
bibliográficas, pareceres acerca de los cargadas de sonrisas, de palabras, de
grupos, interpretaciones de la realidad y preguntas que nos siguen motivando para
posibilidades de trabajo. seguir buscando y seguir trabajando.
6. Imágenes de infancia en los libros para niños (o como poner incómodos a los
mediadores)
Elena Stapich
crece y engorda, cada vez más saludable. El globo. En este libro, la escritora e
Fin. ilustradora Isol propone una historia cuyas
Terminado el cuento que nos sirvió protagonistas son una niña y su madre. El
para ver el camino recorrido, pasamos conflicto deriva del carácter de la madre,
ahora a pensar lo que ocurre con algunos que es gritona e iracunda. En un acceso de
libros concretos: los hay que parecen ira se hincha hasta convertirse en un globo.
hechos a contrapelo de lo que se espera de La hija juega con él, lo lleva a la plaza y, al
un libro para niños, libros que cuestionan ver a otras niñas con sus mamás,
los supuestos sobre la literatura infantil, experimenta una dualidad de sentimientos:
que inquietan el campo de la literatura por un lado, se divierte con el globo; por el
para niños. Un espacio en apariencia otro, le gustaría tener una mamá.
inocente y ajeno a las polémicas se tensa a Finalmente, reflexiona: “Y bueno... A veces
partir de estas voces disidentes que no no se puede tener todo”. Un desenlace sin
parecen someterse al mandato de enseñar dudas inquietante, que genera una
a través de historias amables, unívocas, multiplicidad de preguntas.
poco conflictivas. En otros no es tan clara
Secreto de familia. Aquí texto e imagen
esta ruptura con el tradicional mandato de
se van relevando en la construcción de la
“enseñar deleitando”.
historia. En el inicio la protagonista nos
Con este propósito, hemos
cuenta el secreto: “mi madre es un
seleccionado un corpus, necesariamente
puercoespín, en realidad”. A través de las
limitado, que organizamos en tres series.
imágenes podemos darnos cuenta de que
la mamá se levanta de la cama con todos
1. Madre hay una sola, pero aquí van tres
los pelos parados. La niña busca
La peor señora del mundo. Se trata de normalidad yendo a pasar un tiempo en la
un libro que produce un fuerte impacto, casa de su amiga y se lleva una sorpresa:
por estar centrado en un personaje que son osos. Una vez más, vemos en las
ejerce una gran violencia sobre su entorno, imágenes que todo deriva de su aspecto al
en el que se incluyen sus propios hijos. La levantarse: los cabellos enrulados, las batas
señora en cuestión no para de hacer peludas que visten al salir de la cama. Esto
maldades hasta que todos se ponen de la decide a volver con los suyos, que serán
acuerdo para fingir que disfrutan de sus unos puercoespines, pero son su familia. Al
agresiones y que sufren cuando ella tiene final, hay un paratexto interesante, con
algún gesto de consideración hacia ellos. retratos de familias semejantes a animales,
De este modo, consiguen que la señora en consonancia con los respectivos
actúe bondadosamente, creyendo que sus apellidos (Los Espinoza, Los Osorio, Los
acciones hacen sufrir a los otros. El registro Leonardi, Los Aguilar) y un espacio para
humorístico del texto y el estilo comic de que el lector dibuje a su propia familia. El
sus ilustraciones aminoran ciertamente el libro apela a la complicidad de los lectores,
impacto, pero es previsible que genere que pueden darse cuenta de los equívocos
resistencias en algunos lectores adultos un y de la razón que los provoca, mientras que
personaje tan opuesto al estereotipo de la la protagonista los sufre, acorde con su
madre buena y protectora. Aquí los niños personalidad un tanto neurótica. Humor y
se valen de “las tretas del débil” para juego en la propuesta que se ofrece a los
sobrevivir a la madre que les ha tocado. lectores, además de la posibilidad de
niño, Max, que tras una disputa con su –entre otras cosas- poner coto a nuestra
madre (que lo llama “monstruo” y lo envía fantasía?
a la cama sin cenar) se marcha al lugar
Lo que sé de mis monstruos. Aquí se
donde viven los monstruos y se convierte
introduce un elemento nuevo que perturba
en el rey de ellos; en el desenlace, Max
seriamente el movimiento detectado en los
retorna a su habitación y allí lo espera –aún
textos anteriores, en los que los monstruos
caliente- la comida preparada por su
quedan reducidos a una zona propia, sin
madre. Los monstruos encarnan lo
contacto con la realidad cotidiana del niño
dionisíaco, la fiesta y el desborde. No en
o son neutralizados por la presencia del
vano las imágenes que corresponden a
adulto que, al negar su existencia, queda
esta secuencia hacen callar al texto y
fuera del alcance de sus amenazas. La voz
ocupan páginas dobles hasta el borde. Pero
narrativa es la de un adulto: una tía a quien
el niño vuelve a la normalidad, a su cuarto
su sobrino le pregunta si ella tiene
infantil y a la cena que le había sido negada
monstruos. Si bien se apresura a negar,
antes por sus travesuras. Los niños suelen
más tarde y a solas comienza a escrutar la
comentar frente a este libro que Max soñó
oscuridad hasta que vuelven a ella los
con los monstruos. Sueño, ensoñación,
monstruos de cuando era una niña. La
fantasía o símbolo de sus impulsos más
vuelta de tuerca que introduce Lo que sé…
incontrolables, los monstruos se quedan en
es la siguiente: si bien el niño, con su
su país y Max regresa. Más allá de la
pregunta sobre los monstruos, nos
apertura a lo fantástico y la polisemia de la
devuelve a la imagen infantil que aparece
obra, lo cierto es que hay un regreso y un
en los textos anteriores –imaginativo,
restablecimiento del equilibrio perdido.
curioso- la tía, por su parte, implica una
¡Mamá! ¡Hay monstruos! La voz representación de adulto como alguien que
narrativa es la del niño asustado por la ha olvidado sus experiencias infantiles y
presencia amenazadora de monstruos, solo por eso puede afirmarse en su
fantasmas, brujas, ogros. En el diálogo con racionalidad y pensar que los monstruos no
la madre, ella argumenta con la existen. Por un movimiento de su voluntad,
racionalidad del adulto que esos seres no se vuelve a colocar en la posición infantil e,
existen. Mientras la mamá realiza las inmediatamente, recupera la experiencia
tareas hogareñas, no advierte algo que sí de “tener monstruos”. Es inquietante
pueden ver el protagonista y el lector: que pensar que nosotros podemos olvidarnos,
los monstruos van a parar dentro de la pero ellos no se olvidan de nosotros: están
aspiradora, los fantasmas son lavados en el ahí, listos para aparecer en cuanto los
lavarropas, las brujas acomodadas en invitemos. La línea que separaba con
estantes y armarios junto a los peluches, nitidez al sobrino y a la tía se desdibuja. La
etc. El libro parece decirnos que tal vez zona donde viven los monstruos ya no está
esos seres malignos existen, pero que no se prolijamente cercada. Ser adultos no nos
atreven a mostrarse a los adultos, y que coloca a salvo. ¿Acaso no se ve todo lo que
una mamá armada con enseres de limpieza existe ni existe todo lo que se ve?
y electrodomésticos es más poderosa que
ellos. ¿O que el adulto es el encargado de ¿Y los mediadores?
poner “en caja” los desbordes de la
fantasía infantil? ¿O que ser adulto implica A partir de estas lecturas, nos interesa
destacar que en los libros infantiles se
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explicarlo, por eso lo digo así. Los textos- porque no lo puedo explicar. Y esta manera
papa brotan desde la cáscara; los textos- de decir que no explica, pero que toca el
cebolla, desde el corazón. Lo digo así, lo corazón de la cebolla… ésta es la manera
sugiero, lo insinúo, lo dejo en la entrelínea de la literatura.
www.jitanjafora.org.ar
Mila Cañón tiene como áreas de interés la enseñanza de las prácticas del
lenguaje, las teorías de la lectura y la literatura para niños y jóvenes. Es
Maestra en Educación Primaria, Profesora y Licenciada en Letras,
Magister en Letras Hispánicas (UNMDP). Se desempeña como docente e
investigadora en la UNMDP, UNRN y en el Equipo Técnico de la Provincia
de Buenos Aires. Es miembro fundador del grupo Jitanjáfora (1999) y
coordina su Voluntariado. Obtuvo diversas becas y fue jurado en varias
oportunidades y en ALIJA 2010, 2012. Organizó, coordinó y expuso en
congresos y jornadas y ha publicado trabajos en libros, revistas académicas, de divulgación y
actas de eventos en Argentina, Perú, México, Brasil, Venezuela, España. http://livu.com.ar/mila
CLAUDIA DEGLIUOMINI
http://www.degliuomini.com.ar/
MARÍA WERNICKE
http://www.mariawernicke.com.ar/index.html
ISTVANSCH
http://www.istvansch.com.ar/