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Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 82, 2021, pp.

199-228 199
ISSN: 1130-0507 (papel) y 1989-4651 (electrónico)

WALLS, Laura Dassow (2019). Henry David Thoreau: Una vida. Madrid: Cátedra. 624 pp.

Durante el siglo XIX, Estados Uni- variedad de propuestas, entre las que desta-
dos experimentó una gran crisis interna. caban diversas concepciones del idealismo
El joven país, fundado tras la Guerra de (principalmente con influencias de Platón,
Independencia de 1776, pronto se encontró Kant y Fichte) y del romanticismo. Entre
con múltiples contradicciones internas que sus miembros había numerosos pastores y
enfrentaban la independencia de los Esta- predicadores religiosos, pensadores utópicos
dos con la autoridad de la Unión, la legis- como Amos Bronson Alcott, poetas y nove-
lación esclavista con la ética abolicionista listas como Nathaniel Hawthorne, y filóso-
y la defensa de la libertad, el desarrollo fos naturalistas como Henry David Thoreau.
industrial con la celebración de la tierra Thoreau fue, quizás, el miembro más
virgen y de la vida de los nativos, etc. Y, extravagante del círculo transcendentalista.
en medio de estos conflictos, en Boston, Desarrolló un pensamiento dirigido hacia
nació la primera filosofía estadounidense: el los temas comunes de este movimiento: la
transcendentalismo. Éste, que tenía una gran libertad, la auto-cultura, la poesía, la natu-
influencia europea y específicamente ale- raleza..., pero pronto adoptó una perspectiva
mana e inglesa, se presentaba como una vía que cuestionaba los pilares fundamentales
para reflexionar sobre la nueva cultura de del transcendentalismo expuesto por Emer-
Estados Unidos, sobre sus aspectos sociales son. Éste, que se convirtió hacia 1837 en
y políticos, y también sobre su religión. Su un mentor para Thoreau, había defendido
fundador, Ralph Waldo Emerson, había sido el transcendentalismo como una forma de
pastor unitario y se había desligado de esta idealismo y propuso que la verdad sólo
fe para profundizar en algunos aspectos filo- podía alcanzarse mediante una iluminación,
sóficos de su doctrina. El unitarismo no era siendo irrelevante la experiencia e incluso
solamente una doctrina religiosa, sino que sus contradicciones con las ideas (espe-
ya en los primeros años del siglo XIX empe- cialmente en su ensayo “The Over-Soul”,
zaba a constituirse como un movimiento 1841). Thoreau adoptó, por el contrario, lo
político abolicionista y feminista, por medio que Laura Dassow Walls ha denominado un
de predicadores como William Ellery Chan- “holismo empírico” (Seeing New Worlds,
ning. Por ello el transcendentalismo también 1995), que desarrolló especialmente a partir
estuvo especialmente unido a las acciones de la década de 1850 con el aumento de su
políticas y sociales en contra de la escla- interés en la historia natural y los estudios de
vitud; vinculadas a esta corriente encon- Alexander von Humboldt y Charles Darwin.
tramos a algunas de las primeras autoras En su obra más conocida, Walden (1854),
feministas estadounidenses, como Margaret titulaba uno de sus capítulos “Higher Laws”,
Fuller o Louisa May Alcott. Pero dentro la misma expresión con la que Emerson se
del transcendentalismo hubo una inmensa había referido a las verdades reveladas por

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la Over-Soul, pero proponiendo, en contra con la ciencia de su época, y en particular


de su mentor, una comunicación entre la con la historia natural. Ha publicado varios
parte ideal y la parte instintiva que compo- trabajos investigando la relación de la filo-
nen la existencia humana y la ética. Hacia el sofía thoreauviana con la ciencia natural,
final de su vida, Thoreau comenzó a escribir atendiendo especialmente a sus conexiones
una serie de textos dedicados a la historia con las obras de Alexander von Humboldt
natural de su ciudad natal, Concord, y a la y Charles Darwin, que el autor de Concord
defensa de la teoría evolutiva mediante el leyó con gran pasión.
estudio de la propagación de la vida vegetal. Entre los escritos de Walls podemos des-
Estos escritos, sin embargo, quedaron casi tacar: “Believing in Nature: Wilderness and
por completo en el olvido hasta la década Wildness in Thoreauvian Science”, en 2000
de 1990, cuando se comenzaron a editar y (en el volumen Thoreau’s Sense of Place,
analizar los manuscritos. editado por Richard Schneider), “Articu-
Esta faceta de su filosofía, creciente- lating Huckleberry Cosmos: Thoreau’s
mente empírica y crítica con el idealismo Moral Ecology of Knowledge”, en 2012 (en
emersoniano, ha sido muy poco analizada Thoreau’s Importance for Philosophy, edi-
hasta hace apenas dos décadas. Hasta enton- tado por Anthony Furtak), y su libro Seeing
ces Henry Thoreau, nacido en Concord, New Worlds:Henry David Thoreau and Nine-
Massachusetts, el 12 de julio de 1817, había teenth-Century Natural Science, en 1995.
sido casi siempre descrito como un discípulo Esta autora también ha estudiado la con-
y seguidor de Emerson, dedicado a intentar cepción de la ciencia expuesta por Emerson
poner en práctica lo que éste había teori- (Emerson’s Life in Science: The Culture of
zado. Su obra Walden, fruto de su estancia Truth, 2003) y el impacto de Humboldt en el
durante dos años y dos meses en los bos- entorno estadounidense del siglo XIX (The
ques, ha sido comentada en consecuencia Passage to Cosmos: Alexander von Hum-
como una crónica de su experiencia y como boldt and the Shaping of America, 2009).
una práctica idealista, individualista y solita- Con esta biografía, publicada en inglés
ria, un prejuicio que sucesivos estudios han en 2017 y traducida al castellano en 2019
ido rechazando, llegando a afirmar, como por Javier Alcoriza y Antonio Lastra, Laura
hace Mary Elkins Moller, que el filósofo de Walls nos presenta una magnífica síntesis de
Concord fue un autor profundamente inte- estas investigaciones con la vida y el con-
resado en los aspectos sociales de la vida texto histórico de Thoreau, muy notable por
humana (Thoreau in the Human Commu- su profundidad y el contraste de múltiples
nity, 1980). Numerosos críticos han encon- fuentes y estudios. Esto permite a la autora
trado en Walden una propuesta original por capturar facetas del filósofo que han pasado
parte del autor dentro de la corriente trans- inadvertidas para la mayoría de biógrafos y
cendentalista, y otros un importante antece- críticos. Walls ha tenido el suficiente inge-
dente de las propuestas ecologistas actuales, nio para realizar una biografía verdadera-
incluso de la ecología como ciencia. Entre mente renovadora, en la que no solamente
ellos destacan Philip Cafaro, Joan Burbick, va más allá de los datos y las fechas (algo
Stanley Cavell, Antonio Casado, o Lewis que ya hizo Robert Richardson en Henry
Mumford. Laura Dassow Walls ha sido, por Thoreau: A Life of the Mind, 1986), sino en
otro lado, quien con más coherencia y deta- la que además nos proporciona una visión
lle ha analizado la relación de esta obra de conjunto del filósofo y del ambiente en

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el que está inmerso, de sus antecedentes rámica de la situación política y religiosa


biográficos y sus influencias intelectuales, de Nueva Inglaterra antes y después de la
que muy pocas veces se habían conjugado guerra, en la que las familias de los dos pro-
antes en una única obra, y ninguna con tal tagonistas participaron. Además, nos ubica
extensión y riqueza de detalles. en el contexto de dos acontecimientos que
Laura Walls nos conduce desde el marcarían gran parte de la perspectiva tho-
comienzo a través de los antepasados de reauviana respecto a la situación de Estados
Thoreau, manteniendo un estricto orden Unidos: (1) el origen migrante de la pobla-
cronológico hasta la muerte del autor. No ción del Nuevo Mundo, con gran diversidad
obstante, los apartados no están divididos cultural y religiosa, y (2) el orgullo por la
en razón del transcurso de los años sino independencia, la importancia cultural de
de los acontecimientos (algo diferente, por este acontecimiento y del enfrentamiento
ejemplo, a la ya clásica obra de Walter Har- armado como símbolo de libertad.
ding, The Days of Henry Thoreau, 1965). Ambos factores aparecen en numero-
Esta división se adapta por un lado al inte- sas críticas políticas que el autor dirigió
rés central y tradicional en Walden como contra el mantenimiento de la esclavitud
obra fundamental para entender la vida y y la persecución de los esclavos fugados
el pensamiento de Thoreau, en torno a la incluso en los Estados que se denominaban
cual Walls desarrolla la segunda parte de libres, como Massachusetts. Su discurso
su biografía; y, por otro, a las investiga- y ensayo “Slavery in Massachusetts”, de
ciones de la autora sobre las relaciones de 1854, tanto como el más famoso “Civil Dis-
Thoreau con la ciencia de su época. Este obedience” (originalmente publicado con el
segundo aspecto, especialmente novedoso, título “Resistance to Civil Government”, en
se observa en varios apartados que, a lo 1849), contiene muchas de estas críticas,
largo del libro, van desarrollando la pro- mediante las que Thoreau acusó a sus con-
gresiva aproximación del filósofo a la cien- ciudadanos de una grave hipocresía e insen-
cia natural y el empirismo: de forma muy sibilidad moral. Ambos textos atacaban las
notable, durante el desarrollo de Walden, a políticas estadounidenses expansionistas y
través de la influencia del Cosmos de Hum- esclavistas, pero también la inactividad de
boldt (1845); y, con mayor profundidad, aquellos que obedecían la ley aunque esta-
en los dos últimos capítulos del libro, que ban moralmente en contra. Un importante
abarcan su carrera científica desde 1857 detonante fue el arresto de dos esclavos
hasta su muerte, en 1862, en la que destaca fugitivos en Massachusetts, Thomas Sims
su adhesión a la teoría evolutiva a partir de y Anthony Burns, pese a que éste era un
la publicación del Origen de las Especies de Estado libre, y a los que Thoreau se refiere
Darwin (1859). en su discurso el 4 de julio de 1854 (una
Es destacable que la autora dedique todo fecha especialmente representativa por la
el primer capítulo del libro a desarrollar las celebración del Día de la Independencia)
circunstancias por las que se conocieron los y en varias entradas de sus diarios. Ante la
padres de Henry, Cynthia Dunbar y John Ley de Esclavos Fugitivos, que obligaba a
Thoreau, quienes padecieron las consecuen- todos los ciudadanos a perseguir y detener
cias de la Guerra de Independencia. Su his- a quien fuera sospechoso de haber cometido
toria, lejos de ser una narración curiosa para este delito, forzaba a los abolicionistas a
el lector, nos proporciona una visión pano- renunciar a sus principios o a caer en la

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delincuencia. «Si no eras un cazador de numerosos capítulos de Walden), o entre su


esclavos, eras un criminal» (p. 318). profesión de escritor y su gusto por el paseo
Frente a ello, los transcendentalistas vie- (lo que en ocasiones se hacía incompatible
ron la necesidad de imponer el dominio de la al estar muchas horas al día escribiendo o
ética sobre la política. Esto intentaron tanto preparando conferencias).
Emerson como Thoreau: ambos se refirie- Pero el aspecto más novedoso y atractivo
ron de este modo a las leyes superiores, en de esta biografía se encuentra en la profun-
el sentido de principios morales necesarios dización sobre la relación de Thoreau con
para justificar nuestras acciones, incluyendo la ciencia humboldtiana, tema que la autora
las decisiones políticas y el cumplimiento ha investigado con gran profundidad y que
de las leyes. Para Emerson, la ley debía ahora expone en relación con el resto de la
tener un origen divino y supranatural; para vida del filósofo de Concord, analizando los
Thoreau, debía fundarse en los cimientos vínculos entre estos elementos y una visión
naturales de la vida, en el óptimo desarrollo de su pensamiento como una progresión
de nuestras facultades y la reflexión sobre hacia un mayor empirismo y aprecio por el
nuestros instintos salvajes. Desarrollando estudio científico (a lo que dedica especial-
esta propuesta compuso sus conferencias mente los capítulos séptimo, décimo y undé-
“Moonlight”, “The Wild” y “Walking”, a cimo). Tal desarrollo supuso una oposición a
lo largo de la década de 1850. Su filoso- la filosofía expuesta por Emerson y centrada
fía a partir de este momento se comenzó a en la búsqueda de lo supranatural mediante
definir como una defensa de lo salvaje, de una iluminación divina. Frente a ello, Tho-
los impulsos naturales y la actitud feroz, reau reclamaría más contacto sensible con el
que pone en duda los preceptos culturales entorno material, observando el paisaje com-
vigentes. No obstante, tal vez ésta sólo fue pletamente salvaje, inculto e inhóspito para
una manera de encauzar sus ideas con mayor la vida humana del monte Katahdin. Como
claridad y rigor: pues ya en Walden halla- indica Walls, «esto no significaba renunciar
mos no sólo un relato de su vida, sino toda al trascendentalismo, sino darle un nuevo
una crítica sobre las condiciones de la vida giro» (p. 281). Este cambio, que empezó
civilizada, un ejercicio crítico que se dirige a tomar forma entre 1849 y 1851, tal vez
mediante la renuncia a todo lo que no sea estuvo fuertemente marcado por sus expe-
indispensable para vivir, es decir, la pobreza riencias en el monte Katahdin y en el cabo
voluntaria. Cod, donde había naufragado el barco en el
Walls propone una sugerente relación que viajaba Margaret Fuller. Al comienzo
entre estas propuestas filosóficas y la situa- de Cape Cod, Thoreau describía la grotesca
ción social y política que vivió Thoreau. escena de los cuerpos sin vida en la orilla
A lo largo de su biografía encontramos, del cabo. Con su interés en los aspectos más
además, un desarrollo de las inquietudes y materiales de la vida, dio más relevancia a
controversias personales del autor: sus con- la experiencia de los cuerpos, a su desarrollo
flictos entre la amistad y la soledad (pro- y su degradación, que a las creencias sobre
ducidos por su carácter serio y lejano, y la existencia de un alma inmortal. Éste fue,
una especie de introversión que pocos de principalmente, un interés científico, que fue
sus conocidos pudieron apreciar), entre el intensificando a medida que leía a Humboldt
amor a la naturaleza y la importancia de y a Darwin. En su discurso de 1860 durante
la sociedad (contraste que observamos en la Feria Agrícola de Middlesex, se opuso a

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los defensores de la generación espontánea las que vivimos determinan nuestras posi-
y de la intervención divina sobre las espe- bilidades, así como los mejores ideales que
cies, sentenciando que ante tales afirmacio- podemos perseguir como civilización. He
nes debía imponerse la carga de la prueba aquí el mayor aporte de Laura Walls en la
(“The Succession of Forest Trees”, 1860). dilucidación de la propuesta filosófica tho-
«Más personas leyeron “La sucesión de los reauviana y su contexto histórico: el estu-
árboles del bosque” en vida de Thoreau que dio empírico de la realidad actual tiene para
cualquier otra cosa que publicara» (p. 470). Thoreau una importancia ineludible para la
Con este enfoque, Henry Thoreau desa- cultura, por encima de la obediencia a los
rrolló una filosofía fundada en la crítica ideales y a la tradición, y es una vía nece-
de la cultura y la civilización, y dirigida saria para desarrollar nuestras capacidades
hacia la construcción de ideas más sólidas humanas, nuestra libertad y nuestra autono-
sobre la realidad del mundo que habitamos. mía. Como escribió el autor en su diario, en
Esta idea queda radicalmente expuesta en 1851: «Obedece la ley que revela, y no la
«cómo las identidades personales y sociales ley revelada».
dependen de hechos y acciones materiales»
(p. 352), algo que el autor intentó expresar Diego Clares
a través de Walden. Estas condiciones en (Universidad de Murcia)

MARCOS, A. y PÉREZ MARCOS, M. (2018), Meditación de la naturaleza humana.


Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 393 pp.

Alfredo Marcos y Moisés Pérez Marcos busca la independencia humana de las leyes
inician su meditación desde las raíces de naturales (Locke, Condillac); finalmente
la filosofía, teniendo como pensamiento se acaba negando la idea de naturaleza
de fondo la corriente aristotélica. La obra humana (Fichte, Marx). A mediados del
tiene cinco partes. En la Primera parte, siglo XX, la negación de la naturaleza es
el hilo conductor busca responder quié- asumida desde el conductismo y los exis-
nes somos los seres humanos. Para ello, se tencialismos filosófico-literarios, o conver-
lleva a cabo una revisión de las propuestas tida en historia (Ortega y Gasset). Hoy, en
filosóficas en torno al concepto “naturaleza el siglo XXI, nuestra identidad se ha vuelto
humana”. confusa y domina el naturalismo.
La idea de naturaleza ha ido cambiando En el proceso de naturalización radi-
a lo largo de la historia de la filosofía. En cal de la naturaleza humana (naturalismo),
la antigüedad las posiciones más acepta- Hume deriva sus argumentos hacia el emo-
das fueron la de “esencia” (Platón) y la tivismo y el irracionalismo, y sus tesis
de “animal racional y social” (Aristóte- incidirán en Kant, Darwin y especialmente
les), esta última asumida especialmente Nietzsche. Frente a ellos, autores como N.
en el medievo (Alberto Magno, Tomás de Rescher y Th. Nagel se plantean hoy los
Aquino). En la modernidad, primero el límites del naturalismo y advierten que
mecanicismo produce una ruptura respecto éste se halla en crisis (p. 17). En este con-
a la concepción clásica de naturaleza, se texto, Marcos y Pérez se cuestionan “si una

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