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La nutrición…
La nutrición:
Pensar, caminar, recordar, escuchar, mover un dedo son algunas de las
actividades que realizamos constantemente. Todas ellas, aun las más sencillas, requieren
de un gasto de energía. Incluso sentados o dormidos gastamos energía, necesaria para
que el corazón siga funcionando, la respiración no se interrumpa, la temperatura
corporal se mantenga constante.
El siguiente esquema muestra cuánta energía “gasta” nuestro cuerpo en la
realización de diferentes actividades:
800
1- dormir.
600 2-escribir.
actividad
400
3- hablar.
4- caminar.
200 5- cavar un
pozo.
0
6- cortar leña.
1 2 3 4 5 6 7
7- correr una
energía (kcal/h) carrera.
Por otra parte, las células de nuestro cuerpo están constantemente renovándose:
mientras unas mueren, otras se están generando para reemplazarlas. Esta renovación
continua necesita de energía, y también de materiales a partir de los cuales se puedan
construir las células.
¿De dónde obtiene el organismo esa energía y esos materiales? La respuesta está
dada por los alimentos, que sufren una serie de transformaciones una vez ingeridos, para
poder ser utilizados.
Se denomina nutrición a la capacidad de obtención de materia orgánica e
inorgánica del ambiente, y su posterior incorporación y transformación en el
organismo.
La nutrición transforma y aprovecha la energía química que almacena la materia.
Por lo tanto este proceso incluye no sólo la ingestión del alimento, sino también todos
los mecanismos bioquímicos que se requieren para su asimilación y aprovechamiento.
El proceso de nutrición comprende las funciones de alimentación, respiración,
circulación y excreción.
El término nutrición se utiliza frecuentemente como sinónimo de alimentación.
Sin embargo, aunque existe una relación entre ambos procesos, no son lo mismo. La
alimentación es parte de la nutrición; la respiración, la circulación y la excreción son
las otras funciones que complementan el proceso de nutrición. Todas estas funciones
actúan en forma integrada, y como resultado se obtiene materia (material de
construcción) y la energía que el organismo necesita para construir su cuerpo, para
moverse, para reproducirse, para seguir respirando, etc.
Para poder nutrirse el organismo incorpora sustancias del entorno. Dentro del
organismo estas sustancias se transforman y se utilizan como fuente de energía y como
materia prima; algunas de ellas actúan como reguladoras, es decir que controlan que los
procesos se lleven a cabo.
Intercambio de sustancias:
Los alimentos que ingerimos son el combustible necesario para obtener energía.
Pero, como toda combustión, la liberación de la energía encerrada en los alimentos
necesita del oxígeno como comburente. Éste está contenido en el aire, e ingresa al
organismo a través de los pulmones, por el proceso de respiración mecánica. La
combustión propiamente dicha se efectúa en cada una de las células, y más
específicamente en las mitocondrias de las células.
Para llegar a la célula, los alimentos y el oxígeno son transportados por la
sangre: en los eritrocitos viaja el oxígeno, mientras las moléculas orgánicas lo hacen en
el plasma. Estas moléculas debieron ser previamente “reducidas” a formas capaces de
atravesar la membrana celular, proceso efectuado a lo largo del tracto digestivo.
Una vez en la célula, las moléculas aún complejas son oxidadas en las
mitocondrias, a través de un proceso llamado respiración celular. Los productos de esta
combustión controlada por enzimas, son: dióxido de carbono, agua, energía encerrada
en los ATP y otras sustancias no útiles para el organismo.
Una vez más la sangre es la encargada de transportar las sustancias no utilizadas
o dañinas fuera del organismo. Lo hace a través del sistema excretor, filtrando
previamente el agua que aún será utilizada.
Esto no significa que estos cuatro sistemas sean independientes del resto del
organismo, ni siquiera para el proceso de nutrición. De hecho, el proceso sería
imposible si no actuaran todos los sistemas restantes: mientras el sistema osteo- artro-
muscular hace posible la ingestión, el movimiento del alimento dentro del sistema
digestivo, el ingreso y la salida de aire, etc., el sistema nervioso coordina todos los
procesos y “ordena” cuáles son los pasos a seguir, y el sistema endocrino regula el ritmo
y la efectividad de los procesos metabólicos.
Es justamente esta interdependencia lo que justifica hablar de sistemas y
subsistemas (sistemas dentro del sistema) cuando se trata de un organismo vivo, el
hombre en este caso. Por lo expuesto, queda claro que el gráfico es una versión
sumamente simplificada de uno de los procesos vitales ocurridos en el organismo.
Glucógeno
LOS LÍPIDOS:
Los lípidos son compuestos orgánicos formados por la esterificación de ácidos
grasos:
Alcohol + ácido éster + agua
El grupo de los lípidos abarca una serie de compuestos, todos ellos con
funciones muy importantes para los procesos biológicos. Se pueden clasificar en la
siguiente forma:
Grasas
Triglicéridos Aceites
Simples Céridos Ceras
(C, H y O) Esteroles y esteroides
Lecitinas
Fosfolípidos Cefalinas
Complejos
o lipoides Esfingomielinas
Esfingolipoides Cerebrósidos
Gangliósidos
Los triglicéridos pueden ser saturados (como los presentes en las grasas) o no
saturados (como en los aceites vegetales)
Los céridos forman capas protectoras como formaciones epidérmicas en las aves
y los mamíferos.
Los esteroides dan lugar a hormonas (como la testosterona o los estrógenos),
toxinas y algunas vitaminas (como la A)
Los fosfolípidos son de carácter hidrófobo y polar al mismo tiempo, lo que les
permite formar bicapas precursoras de las membranas celulares.
Los esfingolipoides forman parte del tejido nervioso, junto con proteínas y
colesterol. Pueden tener o no ácido fosfórico en su composición, o combinarse con
glúcidos (como en los cerebrósidos)
Funciones biológicas:
Los lípidos se comportan en el organismo como agentes energéticos de reserva,
aislantes térmicos y disolventes de algunas vitaminas, además de funciones estructurales
como algunas ya mencionadas. Las grasas se alojan en las células, como parte no
necesaria de las mismas.
LAS PROTEÍNAS:
La palabra “proteína” deriva del griego proteus, y significa lo fundamental, la
base o lo primero. Este nombre está justificado si se analiza las múltiples funciones que
desempeñan biológicamente estas versátiles moléculas.
Las proteínas son macromoléculas de alto peso molecular, formadas por cadenas
de aminoácidos. Una de las proteínas más pequeñas es la insulina bovina, con 51
aminoácidos; la hemoglobina humana posee 574, y la cubierta proteica del virus del
mosaico del tabaco tiene alrededor de 336500.
Aminoácidos:
Como su nombre lo indica, son ácidos que poseen un grupo amino. Los
aminoácidos importantes en el hombre son alrededor de veinte: glicina; alanina; serina;
cisteína; treonina; valina; leucina; isoleucina; prolina; fenilalanina; tirosina; asparagina;
glutamina; triptofano; aspartato; arginina; lisina e histidina.
El hombre no puede sintetizar todos los aminoácidos que necesita para la
elaboración de las proteínas. Estos deben ser provistos necesariamente por la
alimentación. Por esto se llaman “esenciales” a los que deben formar parte de la dieta, y
son: valina, leucina, isoleucina, treonina, metionina, fenilalanina, triptofano y lisina.
Los aminoácidos se unen entre sí mediante enlaces peptídicos, y según su
número forman:
Dipéptidos (2) Polipéptidos (≅ 10) Proteínas (más de 50)
Éstas últimas presentan una estructura primaria, y una secundaria. La primaria se
refiere al orden secuencial de los aminoácidos que la forman, y dará en definitiva las
bases del comportamiento que la proteína va a presentar. La secundaria se refiere a la
disposición que adoptan en el espacio, que será la que dará mayor o menor estabilidad a
la macromolécula.
Funciones biológicas:
a) Estructurales: forman parte de las membranas celulares, de los tejidos conectivos
(colágeno), de las formaciones como pelo, uñas, etc.
b) Transporte de sustancias: transporte de oxígeno (hemoglobina), de ácidos grasos
(albúmina) o lípidos (lipoproteínas).
c) Defensa del organismo: inmunoglobulinas (frente a agentes extraños) o trombina y
fibrinógeno (en los mecanismos de coagulación).
d) Movimiento: la miosina de los músculos.
e) Transporte de mensajes químicos: hormonas como la insulina o el glucagón.
f) Almacenamiento y reserva: ovoalbúmina y lactoalbúmina.
g) Catálisis: función ejercida por las enzimas.
Enzimas:
Las enzimas catalizan todas las reacciones metabólicas, las aceleran y permiten
que se realicen a temperaturas adecuadas para la célula.
Para que se produzca una reacción química, los reactivos deben experimentar un
incremento de energía hasta un valor llamado “energía de activación”. La función de las
enzimas es disminuir la energía necesaria para que la reacción se produzca.
Esta acción es específica, es decir que cada enzima cataliza sólo un tipo de
reacción, o actúa sobre un determinado sustrato. La enzima y la sustancia sobre la que
actúa (sustrato) “encajan” químicamente como una cerradura encaja con una única
llave. Se puede representar esta especificidad entre enzima y sustrato de la siguiente
manera:
VITAMINAS:
Son compuestos orgánicos complejos que el organismo requiere en muy bajas
cantidades. Actúan como cofactores o coenzimas, es decir como sustancias no proteicas
cuya presencia activa a algunas enzimas. También intervienen en la correcta absorción
de algunos minerales o en algunos mecanismos vitales como la visión.
Vitaminas liposolubles:
Vitamina Alteraciones por avitaminosis Requerimiento Alimentos que la contienen
A Ceguera nocturna, xeroftalmia 1,5 – 2mg Ricos en carotenoides (verduras,
yema de huevo)
D Raquitismo 0,025mg Se sintetiza por acción de rayos
UV
K Falta de coagulación Sintetizado por flora intestinal
E Distrofia muscular, esterilidad 5mg Germen de semillas de cereales
Metabolismo:
Se llama así al conjunto de las reacciones químicas que llevan a cabo las células
del organismo para transformar la materia y la energía, en formas asimilables por el
organismo. El metabolismo incluye reacciones de ruptura o degradación, y reacciones
de construcción o síntesis.
El proceso de degradación de las moléculas absorbidas del medio es llamado
catabolismo, y el de síntesis de nuevas biomoléculas se llama anabolismo.
En el primero las sustancias se fragmentan y oxidan, y se produce energía (es
decir que son reacciones exergónicas). En el anabolismo se reponen las estructuras del
organismo que han sufrido desgaste en el transcurso del tiempo, y se consume energía
(reacciones endergónicas)
Reacciones catabólicas:
Digestión:
Consiste en la transformación de los alimentos en unidades asimilables por la
célula. Consta de dos procesos:
Digestión mecánica: consiste en la trituración y mezcla de los alimentos. Se
lleva a cabo en la boca, a cargo de las piezas dentarias, los músculos que rodean al
sistema digestivo y la saliva.
Digestión química: los nutrientes son degradados y transformados en sustancias
más sencillas por acción de las enzimas. Las enzimas se encuentran en los jugos
digestivos que producen los distintos órganos del sistema digestivo. Según el sustrato
sobre el que actúan, pueden ser amilolíticas, lipolíticas o proteolíticas.
El cuadro resume los principales procesos digestivos, y sus productos:
Este último es típico de la fermentación llevada a cabo por ciertas bacterias, pero
también se produce en las células humanas (en los músculos esqueléticos) cuando la
disponibilidad de oxígeno es insuficiente. Puede o no haber producción de CO2.
C6H12O6 2 C3H6O3 + 2 ATP
(glucosa) (ácido láctico)
Respiración aeróbica:
La glucosa es transportada hacia las mitocondrias, donde se degrada
completamente en presencia de oxígeno. El resultado de la degradación es la obtención
de energía:
C6H12O6 + 6 O2 6 CO2 + 6 H2O + 38 ATP
Tres problemitas...
LEYES DE LA ALIMENTACIÓN