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CAPITULO II

MARCO TEÒRICO

Este capítulo contempla resúmenes de investigaciones previas

relacionadas con las variables objeto de estudio: Condiciones de Trabajo y

Seguridad en Puestos de Trabajo; contiene, además, las bases teóricas que

sustentarán la investigación, la definición de términos básicos y se presenta

el sistema de variables, donde se indica la definición conceptual y

operacional de las categorías objeto de estudio.

1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

Seguidamente, se hará referencia a una serie de investigaciones

previas que constituyen un valioso aporte a los fines del presente estudio

referido a las Condiciones de Trabajo y Seguridad en Puesto de Trabajo del

Docente en Instituciones Educativas, especificando a su vez el tipo de apoyo

o contribución que coadyuvaron al sustento teórico-metodológico del mismo.

En relación con las Condiciones de Trabajo, Bravo (2010) titula su

estudio: Ergonomía del Ambiente Físico y la Salud Laboral del puesto de

trabajo Docente de Educación Inicial del Municipio Jesús Enrique Lossada,

Parroquia la Concepción, como trabajo de grado para optar por el título de

MSc. en Gerencia Educativa, en la Universidad Rafael Belloso Chacín. Como

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base teórica la investigación se basó en autores como Modelo (2000); Viña

(2007); OIT (2008); Ramírez (2006); Fernández (2005); Estrada (2004);

Bestrants (2007); Luna (2006); entre otros.

Teóricamente la investigación fue descriptiva con un diseño no

experimental, transversal, de campo. La población estuvo constituida por 10

directivos y 115 docentes pertenecientes a estas instituciones, con una

muestra de 97 sujetos; se utilizo como técnica la encuesta apoyada en un

cuestionario versionado a directivos y docentes con escala de tipo Likert de

42 ítems para ambas variables. La validación estuvo a cargo del juicio de

expertos y su confiablidad fue encontrada a través de la aplicación de la

formula de Alpha de Cronbach, cuyo resultado fue de 0.76 indicando que el

instrumento fue altamente confiable.

Los resultados se analizan según Baremo previamente establecido. Se

pudo concluir que es necesario una profunda revisión y redimensionamiento

de la ergonomía del ambiente físico y la salud laboral de los docentes de las

instituciones objeto de estudio por lo cual se recomienda una ampliación en

las posibilidades de mejora de las condiciones térmicas, evitar las lesiones

musculoesqueleticas, adecuarse a adoptar una posición de trabajo adecuada

para evitar accidentes laborales y por ultimo adaptar dentro del aula de clase

un ambiente luminoso adecuado a las actividades a desarrollar

Como aporte de esta investigación se tomó en cuenta las fuentes

bibliográficas, normativas y bases legales utilizadas en relación con aspectos

característicos de condiciones de trabajo, factores organizativos y riesgos

laborales. Además sus conclusiones son pertinentes, para este estudio, al


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permitir conocer las realidades de los nuevos avances científicos y

tecnológicos que influyen en el trabajo, cualesquiera que sea el ámbito

laboral; pudiendo deducirse que, en Venezuela, la Ley Orgánica de

Prevención y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT), vino a sentar las

bases para asegurar un ambiente de trabajo adecuado y propicio para el

ejercicio de las facultades físicas y mentales del trabajador.

Asimismo, Romero (2007), tituló su trabajo de investigación Gerencia

Educativa desde una Perspectiva Ergonómica; tesis doctoral de la

Universidad Rafael Belloso Chacín. El propósito de esta investigación fue

comprender la gerencia educativa desde una perspectiva ergonómica,

considerando la praxis de sus actores, para conocer la forma en que tratan la

ergonomía dentro de sus instituciones. Su enfoque es fenomenológico y el

paradigma cualitativo, apoyado en el interaccionismo simbólico. Las teorías

de entradas fueron, arquitectura escolar, criterios técnicos de confort,

gerencia educativa y, como teoría de servicio se presentó la ergonomía y la

salud ocupacional.

Las teoría de entrada estuvo sustentada en los postulados de Lepeley

(2004); Romero (2004); Gómez y col. (2003); Romero (2000); Plazola (1996);

Niebel (1988); Currie (1979); entre otros. Las teoría de Servicios se basó en

los postulados de Eduteka (2006); González (2003); Rasicot (2003);

Betancur (2001); Romero (2000); Niebel (1988) ; Maynard (1985); Currie

(1979); entre otros.

La recolección de datos se realizó con entrevistas no estructuradas y

los actores fueron docentes directivos con experiencia y postgrado. La


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técnica de análisis fue la sugerida por Strauss y Corbin (2002), dentro del

método de la teoría fundamentada. Los resultados permiten comprender la

gestión gerencial educativa, desde el significado dado al bienestar y confort.

Las categorías que emergieron fueron confort educativo, bienestar escolar,

calidad de servicio, planificación educativa, espacios escolares, cursos-

talleres; lo que mostró una visión de esta gerencia, que tiende a considerar

aspectos ergonómicos en su gestión.

Este estudio sirve de apoyo dada su coincidencia en la misma línea de

investigación, así como, sus fundamentos teóricos sirvieron para estructurar

la base teórica propia de este estudio. También, su similitud en cuanto a la

aplicación de ciertos indicadores relacionados con las condiciones

ambientales del trabajo; su pertinencia actual y el carácter científico

observado.

De igual manera, Paz (2006), desarrolló la investigación titulada:

Gestión de seguridad, higiene y ambiente en las empresas del sector

hotelero de 4 y 5 estrellas de la ciudad de Maracaibo, como trabajo de grado

en MSc. en Gerencia Empresarial, en la Universidad Rafael Belloso Chacín.

Las bases teóricas se fundamentaron en Koontz/Weihrich (2004); Barrios

(2001); Corzo (2001); Comisión Venezolana de Normas Industriales

(COVENIN) Nº: 2260:88; 2226:90; 2260:88; 1565; 2254; 2249:93; 2253:93;

2273; 2742; 4004:2000; Normas e instrucciones emitidas por: Sociedad de

Ingenieros y Técnicos en Seguridad, higiene y Ambiente (SOITSHA),

Asociación Americana de Higiene Industrial (AIHA); entre otros.


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La investigación se realizó con el propósito de determinar la gestión de

seguridad, higiene y ambiente en los hoteles de 4 y 5 estrellas de la ciudad

de Maracaibo. La investigación fue desarrollada bajo una metodología de tipo

descriptiva, cuantitativa. Con un diseño no experimental, transeccional

descriptivo. La población estuvo conformada por todos los hoteles 4 y 5

estrellas de la ciudad de Maracaibo, Edo. Zulia, se aplicó un muestreo

estratificado en el personal que labora en estas empresas, el cual conformó

las unidades de observación.

Para la recolección de datos se diseñaron tres (3) cuestionarios de tipo

dicotómico cerrado, el primero dirigido al personal gerencial conformado por

54 preguntas, el segundo dirigido al personal administrativo conformado por

13 preguntas y el tercero dirigido al personal obrero conformado por 22

preguntas. La confiabilidad de los instrumentos aplicados se determinó.

La confiabilidad de los instrumentos aplicados se determinó mediante el

cálculo del coeficiente Kuder-Richardson 20, donde se observa que el

cuestionario para el personal gerencial tiene una confiabilidad de 0.96, el

cuestionario para el personal administrativo de 0.85 y el cuestionario del

personal obrero una confiabilidad de 0.81. El análisis de los datos se realizó

utilizando estadísticos no paramétricos de Kruskal-Wallis y la Prueba de U de

Mann Whitney.

Por otra parte, los resultados obtenidos revelaron que la Gestión de

Seguridad, Higiene y Ambiente (SHA) en los Hoteles estudiados es

moderadamente alta, por lo que se recomienda que la gestión, debe estar


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más orientada al conocimiento y aplicación de políticas y normas , las cuales

deben ser revisadas y actualizadas conforme a los entes reguladores y a los

fundamentos legales que las respaldan, ya que las mismas son

determinantes en las acciones y procedimientos que se tomen para

estructurar adecuadamente un Sistema de Gestión de SHA, el cual se logra

implantando lineamientos hacia la educación en dichas áreas.

Este estudio ayudó a la realización de la presente investigación por

medio de la fundamentación teórica, la cual brindó conocimiento sobre las

condiciones ambientales de trabajo. Aun cuando el estudio no está enfocado

en el ámbito educativo, sirve de punto de referencia, por cuanto analiza

también la importancia de las condiciones ambientales, como entorno, y su

influencia sobre el trabajador quien puede no verlas, pero percibe, siente y

asimila o rechaza.

En cuanto a la variable Seguridad en Puesto de Trabajo, Morán (2008),

desarrolló la investigación titulada: Ergonomía Escolar y Satisfacción del

Discente en Instituciones Educativas como trabajo de grado para optar al

título en MS en Gerencia Educativa, en la Universidad Rafael Belloso

Chacín. La investigación se realizó con el propósito de determinar la relación

entre la Ergonomía Escolar y la Satisfacción del Discente en las Instituciones

Educativas del Municipio Machiques de Perijá. Para ellos se revisaron los

postulados de Cañas (2001), Mondelo (2000), Viejo (2003), Estrada (2000),

en relación con la Ergonomía Escolar; y Robbins (2004), Márquez (2000) y

Rey (2000), para la Satisfacción del Discente.


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El estudio fue de tipo descriptivo-correlacional con un diseño de

campo, no experimental. La población estuvo constituida por 121 estudiantes

de las Instituciones Educativas: Machiques, Colegio Nuestra Señora del

Carmen y Colegio San Pablo, ubicadas en Machiques, Municipio Machiques

de Perijá del Estado Zulia, que se tomaron por ser instituidas que aplicaron

criterios ergonómicos. Para la recolección de información fue aplicado a los

estudiantes un cuestionario de respuestas cerradas con escala de tipo

Lickert de 42 ítems y una lista de cotejo para registrar la observación del

investigador con 27 ítems a los cuales corresponden un estado afirmativo y

otro negativo.

Ambos instrumentos fueron sometidos a la validez de contenido a

través del juicio de 5 expertos, y se midió su confiabilidad aplicando la escala

para la interpretación del coeficiente Alfa de Cronbch, la cual fue ubicada de

0,78 en la categoría alta es decir, adecuada. Los resultados se analizaron

según un baremo previamente establecido y se calculó la correlación

mediante el coeficiente de Pearson (r= 0,11) se pudo concluir que existe un

nivel de relación positivamente débil entre Ergonomía Escolar y la

Satisfacción del Discente en dichas Instituciones, lo que permitió proponer

unos lineamientos teórico-prácticos para el mejoramiento de la ergonomía

escolar y la satisfacción.

En relación al aporte de este trabajo de investigación, el mismo se

considera relevante dado que propone lineamientos teóricos –prácticos, lo

cual coincide con uno de los objetivos propuestos en el presente estudio;


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asimismo, las bases teóricas que sustentan esta investigación servirán de

guía en el desarrollo y cumplimiento de dichos objetivos. Igualmente, la

metodología empleada para analizar los resultados obtenidos servirá de base

para calcular la correlación, mediante el coeficiente de Pearson, entre las

variables: Condiciones de Trabajo y Seguridad en el Puesto de Trabajo,

objeto de estudio de la presente investigación.

En este mismo orden de ideas, Villarroel (2007), efectúo un estudio

titulado Programas de Responsabilidad Social en Materia de Seguridad e

Higiene Ocupacional aplicados en los Institutos Universitarios de Tecnología

Públicos del Estado Zulia, para optar al título de MSc en Gerencia

Empresarial, en la Universidad Rafael Belloso Chacín. El propósito esencial

de esta investigación es analizar los programas de Responsabilidad Social

que se aplican en materia de Seguridad e Higiene Ocupacional en los

Institutos Universitarios de Tecnología Públicos del Estado Zulia. Se

fundamentó teóricamente en los postulados de Tardito (2005); Vega (2005);

Fernández (2005); Carneiro (2004); Mercado (2004), entre otros.

La metodología es de tipo descriptiva, aplicando la técnica prospectiva,

bajo la modalidad de campo con diseño no experimental de tipo

transeccional o transversal. Se realizó el estudio utilizando censo

poblacional, el universo objeto de estudio está conformada por dos

Instituciones de Educación Superior ubicados en el Estado Zulia (Instituto

Universitario de Tecnología de Cabimas e Instituto Universitario de

Tecnología de Maracaibo) y las unidades informantes están constituidas por

20 personas que forman parte de las instituciones antes mencionadas.


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Los datos fueron obtenidos a través de un cuestionario basado en

dimensiones de Programas de Responsabilidad Social en materia de

seguridad e higiene ocupacional y sus acciones en cuanto a garantizar y

preservar la vida del trabajador, conservación del ambiente de trabajo y del

ambiente en general.

Se preparó un instrumento bajo la técnica de encuesta con 29 ítems de

acuerdo a la escala de frecuencia y se validó a través de expertos en el área,

la confiabilidad del mismo fue determinada por la metodología de Alfa

Cronbach obteniendo un r = 0.89, este indica que es muy confiable. Los

resultados de esta investigación, permitieron determinar entre sus

conclusiones, que en estas instituciones educativas no se implementan

programas ni acciones de responsabilidad social en materia de seguridad e

higiene ocupacional, irrespetándose las disposiciones legales que protegen

al empleado.

Este estudio resultó de gran utilidad, ya que se emplearon bases

teóricas y legales consistentes, de apoyo a la investigación propuesta.

Asimismo, se detallaron riesgos y factores de inseguridad, similares a los

descritos en las unidades de análisis observadas en el presente caso,

pudiendo inferir que las conclusiones obtenidas en este estudio podrían

guardar relación con aquellas que pueda arrojar la presente investigación.

Por último, es de hacer referencia a los estudios efectuados por Coletto

(2005), titulado Efectividad del Gerente Educativo en el mantenimiento de

los Factores Ergonómicos en los Ambientes de Aprendizaje, como trabajo de


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grado para optar al título de MSc en Gerencia Educativa, en la Universidad

Rafael Belloso Chacín. El propósito de este estudio fue determinar la

efectividad del gerente educativo en el mantenimiento de los factores

ergonómicos de los ambientes de aprendizaje, en las escuelas básicas,

tercera etapa, parroquia 3 y 5, Municipio Maracaibo.

Se fundamentó en las teorías de Toro (1996), Hall (1996), Chiavenato

(2001), en teorías sobre ergonomía de mercado (1995), Oborne (1999) y

teorías sobre psicología ambiental de Sanabria (1999). Se seleccionó el tipo

de investigación descriptiva correlacional por asociación y la población

abordada responde a tres grupos: 6 directivos, 90 docentes de tercera etapa

y 2.196 alumnos de tercera etapa. Se recolectaron los datos mediante

entrevista cara a cara utilizando: EGE-2004, con dos versiones, directivos y

docentes y FACERG-2004 aplicado a los alumnos. Se determinó la validez

por juicio de expertos y la confiabilidad por el coeficiente Alfa de Cronbach

para el primer instrumento (0.89) y Kuder Richardson para el segundo (0.85).

Los hallazgos indican: (a) los directivos evidencian bajo nivel de

efectividad al ser poco constantes en sus respuestas, sobre todo al

compararlas con las de los docentes; (b) grado de confusión entre los

docentes quienes no muestran tener información sobre esta responsabilidad

de los directivos considerándola poco efectiva; (c) según la percepción de los

estudiantes, hay evidencias de baja efectividad y una cierta resignación en

relación a las condiciones ergonómicas de los ambientes de aprendizajes,

posiblemente por ser las únicas condiciones que han conocido en sus

escuelas. Quedan por resolver varias interrogantes originadas en los


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resultados del trabajo, y que podrían generar nuevas líneas de

investigación.

Puede decirse que el aporte de estos estudios está en la similitud que

guarda con respecto al tema objeto, puestos que los factores ergonómicos

están relacionados, en parte, con las condiciones de trabajo y la seguridad

en el puesto de trabajo, siendo estos dos últimos tópicos el objeto de estudio

de la presente investigación. A su vez, ambas investigaciones sustentan lo

planteado en el ámbito escolar, donde los hallazgos encontrados brindan un

conjunto de premisas que sirven de apoyo y complemento desde el punto de

vista teórico-práctico.

Así pues, todos estos estudios constituyen una fuente de conocimiento

explicito, información y marco teórico relacionado con las variables objeto de

estudio de esta investigación, lo que los convierte en apoyo bibliográfico y

metodológico, y que al sustentarlo con otros autores permite fortalecer las

bases teóricas de este estudio. También, las conclusiones y

recomendaciones son un soporte de datos a tomar en cuenta para el

desarrollo y alcance de los objetivos propuestos en la investigación.

2. BASES TEÓRICAS

Para estructurar las bases teóricas de esta investigación se realizarán

los planteamientos inherentes a Condiciones de Trabajo y Seguridad en

Puesto de Trabajo, tomando en cuenta la vigencia e importancia de estas

dos variables en la actualidad, muy especialmente, en el campo educativo.


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Estas razones, permiten establecer los fundamentos teóricos sobre los

cuales se basan estas variables de estudio, confrontando posiciones entre

los diferentes autores, a la vez que se emiten opiniones de la investigadora.

2.1. Condiciones de Trabajo

Las condiciones de trabajo pueden ser consideradas como el conjunto

de factores técnicos y sociales que participan en el proceso de trabajo y que

influyen sobre el bienestar físico y mental de los trabajadores. También, se

pueden considerar, como el resultado de la interacción entre los diversos

elementos, técnicos, organizacionales y humanos del complejo sistema que

constituye toda empresa, establecimiento o taller, elementos que están ellos

mismos en relación con el contexto económico y tecnológico. Según la

Organización Internacional del Trabajo (OIT, 1996), la expresión “condiciones

y medio ambiente de trabajo” abarca, por un lado, la seguridad e higiene en

el trabajo, y por otro, las condiciones generales del mismo.

Ahora bien, en el ámbito jurídico venezolano las condiciones de trabajo

están enmarcadas en el Reglamento Parcial de la Ley Orgánica de

Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT),

específicamente en el artículo 11, tácitamente expresa:

Se entiende por condiciones de trabajo: (1) Las condiciones


generales y especiales bajo las cuales se realiza la ejecución de
la tarea. (2)Los aspectos organizativos y funcionales de las
empresas, centros de trabajo, explotación, faena, establecimiento;
así como de otras formas asociativas comunitarias de carácter
productivo o de servicio en general; los métodos, sistemas o
procedimientos empleados en la ejecución de las tareas; los
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servicios sociales que éstos prestan a los trabajadores. (3) No


asegure a los trabajadores y las trabajadoras toda la protección y
seguridad a la salud y a la vida contra todos los riesgos y
procesos peligrosos que puedan afectar su salud física, mental y
social, de los trabajadores y trabajadoras, y los factores externos
al medio ambiente de trabajo que tienen influencia sobre éste.

De igual manera, Aranaga (2002), efectúo un estudio versado en

Comentarios a la Ley Orgánica de Prevención Condiciones y Medio

Ambiente de Trabajo, con el objeto de lograr una mejor comprensión de los

principios fundamentales que rigen este instrumento jurídico y tener una

visión amplia acerca de las disposiciones legales que regulan la prevención,

condiciones y medio ambiente de trabajo en Venezuela.

Los objetivos logrados en este trabajo coadyuvaron a mejorar la

comprensión de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio

Ambiente de Trabajo y a obtener herramientas de apoyo para una futura

reforma legal de la misma. Igualmente, constituyó un estudio y visión

necesarios tanto para los patronos como para los trabajadores venezolanos,

quienes forman parte de la relación jurídica-laboral que les otorga derechos y

deberes en esta materia.

En este mismo orden de ideas, Ramírez (2006, p. 195) señala que, “se

consideran condiciones de trabajo los factores del entorno de producción que

influyen en la salud y rendimiento del trabajo”. Igualmente, plantea el autor,

que las condiciones de trabajo se refieren a “condiciones favorables de

higiene, racionalización tecnológica de los equipos, localización adecuada de

tableros y de puestos de trabajo, diseño ergonómico de muebles y de medios

de protección individual, teniendo en cuenta edad, sexo, características


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morfológicas y personales disminuidas”. De la misma manera, González

(2006, p. 79), plantean que:

Las condiciones de trabajo tienen primordial importancia en el


desempeño de las tareas que realiza el trabajador, debido a que
estas influyen tanto psicológica como físicamente en él; así como
también de ellas, va a depender el éxito de su ejecución laboral y
protección de su integridad.

Plantea además, el autor, que en el desempeño de la labor es

necesario tomar en cuenta, los factores que pueden ocasionar: (a) una

dolencia o contracción muscular, (b) ocurrencia de accidentes de trabajo, (c)

aumento del distrés y enfermedades profesionales, (d) disminución del

rendimiento y productividad, (e) desmotivación en el trabajo, entre otros.

De forma similar, indica González (2003, p. 5), son condiciones de

trabajo: (a) las características generales de los locales, instalaciones,

equipos, productos y otros útiles del centro de trabajo; (b) la naturaleza de

los agentes físicos, químicos y biológicos, con sus correspondientes

intensidades; (c) los procedimientos para la utilización de los agentes

citados en b, que influyan en la generación de los riesgos mencionados, y (d)

todas las demás características del trabajo, en especial las relativas a su

organización y ordenación, que influyan en la magnitud de los riesgos a que

esté expuestos el trabajador.

Al comparar todas estas teorías es de señalar la importancia que estos

autores le suman a las condiciones de trabajo, al considerar que estas

pueden tener una influencia significativa en la generación de riesgos para la

seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras en el centro de trabajo.


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También, los autores coinciden al inferir que el mejoramiento de las

condiciones y el medio ambiente de trabajo, son esenciales para el bienestar

y la dignidad del ser humano, asimismo, en cualquier empresa o centro de

trabajo factores como el tipo de actividad, contenido del trabajo, interés y

desarrollo, creatividad, experiencia, estado de salud, expectativas, entre

otros, pueden determinar unas condiciones de trabajo optimas.

De allí, pues que, es de deducir que las condiciones de trabajo son los

factores que constituyen el ambiente físico y social del trabajador y los

aspectos del contenido del trabajo, que puede tener una influencia

significativa en la generación de riesgo para la seguridad y salud de los

trabajadores. También podrían considerarse como el conjunto de factores

técnicos y sociales que participan en el proceso de trabajo y que influyen

sobre el bienestar físico y mental de los trabajadores.

Asimismo, en el ámbito docente, señala Menéndez y otros (2006, p.

29), que las llamadas: condiciones de trabajo en el nuevo contexto educativo

plantean una profunda reflexión para la redefinición de las tareas y de las

habilidades requeridas de los profesionales de la docencia desde la

globalización, el avance tecnológico y nuevos ambientes comunicacionales.

A su vez, el acelerado avance tecnológico y la nueva organización, desde la

globalización mundial, plantea la necesidad de que las organizaciones

educativas pongan en marcha estrategias eficientes, lo que implica la

optimización de todos los factores, es decir, persona, máquina, entorno,

desde un enfoque integral.


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2.1.1. Condiciones Ambientales

Las condiciones de trabajo son factor primordial en el rendimiento

humano, por lo que es necesario que el hombre no trabaje más allá de los

límites máximos de su resistencia psicofísica ni en condiciones ambientales

inadecuadas. Al respecto, Chiavenato (2007, p. 482), considera que las

condiciones ambientales de trabajo “son las circunstancias físicas en las que

el empleado se encuentra cuando ocupa un cargo en la organización. Es el

ambiente físico que rodea al empleado mientras desempeña un cargo”.

En forma similar, Ramírez (2006, p. 196), refiere que, se hace necesario

controlar que el hombre no trabaje más allá de los límites máximos de su

resistencia, y que las condiciones ambientales sean adecuadas para evitar

llegar a sobrepasar los límites de su resistencia al esfuerzo. Además, el

individuo se enfrenta en el trabajo a una serie de problemas de eliminación

de temperatura, humedad, ruido, vibraciones, iluminación y fuerzas de

aceleración y desequilibrio. Igualmente, Menéndez y otros (2006, p. 57),

plantea que las condiciones físicas y arquitectónicas de los centros

educativos son importantes, así como la adecuación de variables

ambientales que facilitan la tarea y propician bienestar o malestar en el día a

día.

En atención a lo anteriormente expuesto, es importante resaltar lo

concordante de los postulados de Chiavenato (2007), Ramírez (2006),

Menéndez y otros (2006) en relación con las condiciones ambientales, las


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cuales constituyen un conjunto de factores que actúan sobre el individuo en

situación de trabajo, determinando su actividad y provocando una serie de

consecuencias tanto para el trabajador como para la empresa. De acuerdo a

esto, el trabajador se enfrenta a condiciones ambientales que pueden afectar

el desempeño y en algunos casos la satisfacción laboral. Por su parte, la

empresa busca garantizar la salud y bienestar del trabajador, al minimizar la

insalubridad y la peligrosidad, centrándose en la higiene en el trabajo.

Sobre la base de las ideas expuestas, infiere la investigadora, que

aspectos como, la temperatura, y climatización; la ventilación; la iluminación

y la posibilidad de oscurecer en función de las necesidades; los reflejos del

sol o la falta de luz directa para tareas que exigen precisión; la insonorización

(cuántas veces se oye mejor el ruido del tránsito o al profesor del aula

contigua que al propio profesor, que grita para imponerse, ante tales

enemigos, además del murmullo de la gente hablando), entre otros, son

factores que deben ser estudiados al analizar las condiciones ambientales en

los centros educativos.

No obstante, es habitual que en el ámbito escolar se cuide poco este

aspecto. Velar por unas condiciones ambientales adecuadas supondrá una

reducción de la fatiga y, por tanto, un aumento de la calidad del docente y de

los aprendizajes del alumno. A los efectos, de esta investigación los

elementos más importantes de las condiciones ambientales en el ámbito

educativo se consideran: iluminación, temperatura, orden, ventilación y ruido,

que a continuación de analizarán.


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2.1.1.1. Iluminación

Se trata de la cantidad de luz en el punto focal del trabajo. Los

estándares de iluminación se establecen de acuerdo al tipo de tarea visual

que el empleado deba ejecutar; cuanto mayor sea la concentración visual del

empleado en detalle, más necesaria será la luminosidad en el punto focal del

trabajo. En este sentido la Norma Venezolana COVENIN - 2249-93, define

como:

1. Iluminación: es la aplicación de luz a los objetos, o a sus alrededores

para que se puedan ver.

2. Iluminación normal: es la iluminación artificial que tiene como

propósito dar la iluminación requerida para la realización de las actividades

normales específicas del área, con suficiente nivel de desempeño visual.

3. Iluminación artificial: es la iluminación producida por medio de

fuentes de luz artificial, usualmente de tipo eléctrico o de combustión, en

contraposición con cualquier medio o sistema de aprovechamiento de la luz

solar.

Al respecto, Márquez (2007, p. 46), indica que la tendencia moderna es

a incrementar los niveles de iluminación en los puestos de trabajos. Se han

demostrado la presencia de factores de riesgos asociados a la iluminación en

puestos de trabajo de oficina, específicamente el deslumbramiento cuando

hay iluminación por encima de 1000lux. Refiere el autor, “se deben

establecer dos definiciones: a) Iluminación: medida de la luz que índice sobre

la superficie del trabajo; b) Luminancia: la medida del brillo de la superficie.


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Asimismo, señala algunas sugerencias que se pueden hacer sobre la

iluminación del área de trabajo: a) Usar el nivel de iluminación adecuado a la

actividad siendo desempeñada; b) procurar un balance de la luminancia de

las superficies en el campo visual del trabajador; c) procurar una iluminación

uniforme el área de trabajo; y d) evitar el deslumbramiento con la ubicación

adecuada de las luminarias.

También, se podría considerar que la iluminación racional de los

locales de trabajo es uno de los elementos de los cuales depende la

eficiencia laboral del hombre, ya que de esta manera se incrementa la

capacidad de trabajo y del sistema visual del conjunto hombre-máquina,

evitando además errores e incrementando la productividad.

De la misma manera, Ramírez (2007, p. 167), considera que la

iluminación es un importante factor de seguridad para el trabajador. Una

iluminación suficiente aumenta al máximo la producción y reduce la

ineficiencia y el número de accidentes. Entre los defectos de la iluminación

están: el deslumbramiento; el reflejo de un brillo intenso; y las sombras.

También, la iluminación es muy importante para los lugares con riesgos de

tropezón o caída (escaleras, pasillos, salidas de escape, etc.).Es conveniente

señalar con rayas y flechas de pintura fluorescentes los lugares que señalan

peligro.

Conviene destacar que, físicamente la iluminación es necesaria para la

realización del trabajo; su concepción está en función de: a) las necesidades

de la tarea; b) contraste entre la iluminación que requiere la tarea y el


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ambiente de trabajo; c) evitar destellos debidos a la fuente de luminosa y a la

superficie de trabajo; d) color conveniente en dispositivos de iluminación y

superficies. Sociológicamente la iluminación ambiental crea impresiones que

se extienden entre la tranquilidad y la excitación.

En este sentido el uso de la luz solar es deseable no sólo desde el

punto de vista económico sino para facilitar una mayor eficacia personal. Se

puede llegar a la irritabilidad permaneciendo mucho tiempo sin ver la luz del

día. La luz solar puede controlarse mediantes pantalla, prismas, cristales,

entre otros. Además, hay cuatro factores fundamentales y variables

involucrados en la habitad de ver: tamaño del objeto, contrastes, brillo y

tiempo de exposición.

Asimismo, la iluminación es un factor importante en la prevención de

accidentes. La rapidez con la que se percibe el peligro y la reacción

consecuentes define, en gran parte, la inmunidad o vulnerabilidad hacia los

accidentes. Entonces, todo lo que impide que los sentidos den la alarma es

una causa que contribuye a la ocurrencia del accidente.

Por otra parte, los accidentes por iluminación inadecuada o insuficiente

para descubrir ocurren de dos formar: 1) Donde haya un peligro y la

iluminación sea insuficiente para descubrirlo (zanja de autos, sin iluminación

nocturna, por ejemplo); 2) La iluminación impropia causa esfuerzos en los

ojos y finalmente origina defectos en la visión (la más importante protección

aun cuando haya iluminación adecuada), reduciéndola.


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Por otra parte, Chiavenato (2007, p. 334), señala que, “la iluminación

se entiende como la cantidad de luz que incide en el lugar de trabajo del

empleado”. Infiere el autor, que no se trata de iluminación en general, sino de

la cantidad de luz en el punto focal del trabajo. Así, los estándares de la

iluminación se establecen de acuerdo con el tipo de tarea visual que el

empleado debe realiza; es decir, cuanto mayor sea la concentración visual

del empleado en detalles y minucias, tanto más necesaria será la

luminosidad en el punto focal del trabajo.

También, la mala iluminación cansa la vista, altera el sistema nervioso,

contribuye a la mala calidad del trabajo y es la responsable de una parte

considerable de los accidentes. Señala el autor, que los niveles mínimos de

iluminación para las tareas visuales son los que se muestran en el siguiente

cuadro:

Cuadro 1
Niveles mínimos de iluminación

Categorías Luxes

1. Tareas visuales variables y simples 250 a 500


2. Observación continua de detalles 500 a 1000
3. Tareas visuales continuas y de precisión 1000 a 2000
4. Trabajos muy delicados y detallados + de 2000

Fuente: Chiavenato (2007).

De igual manera, Menéndez y otros (2006, p. 60), plantea que, “un

ambiente de trabajo bien iluminado no es solamente aquel que tiene

suficiente cantidad de luz. Un bien nivel de confort visual en el puesto de


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trabajo requiere un equilibrio entre la cantidad, la calidad y la estabilidad de

la luz”. Se han de evitar los reflejos, el parpadeo, los excesivos contrastes de

luz, entre otros.

También, la distribución del alumbrado es importante, ya que muchas

veces no se pueden apagar los focos oportunos para poder realizar la tarea.

Lo anterior estará en función de las exigencias visuales del puesto de

trabajo, pero también de las características de la persona que ocupa dicho

puesto. Importan parámetro tales como: Luminancia; contrastes;

deslumbramiento; centelleo; color; y distribución del alumbrado.

Del mismo modo, otro factor importante que controlar y propio de la

iluminación con corriente alterna es el efecto flicker (parpadeo), que según

Menéndez (2006, p. 61) “consiste en la percepción que tenemos de la

variación de luminosidad de una lámpara al apagarse y encenderse unas

cincuenta veces por segundo agudiza en las luminarias fluorescentes en mal

estado, tiene como consecuencia el cansancio visual y, en función del grado

de sensibilidad de la persona que lo percibe, puede generar cefaleas,

migrañas y estrés”. El flujo de iluminancia para el interior de un aula debe ser

de un mínimo de 500lux y no superior a 1.000 lux; dicho flujo puede medirse

con un luxómetro.

Al respecto, se señalan las siguientes recomendaciones: utilizar luz

natural (ventanas) siempre que sea posible; utilizar la iluminación auxiliar

artificial si es necesario; colocar las lámparas de forma que se consiga una


43

iluminación suficiente, uniforme, evitando deslumbramientos y sombras; los

colores de las paredes techos y superficies de trabajo no deben ser ni muy

oscuros ni excesivamente brillantes; cuando sea necesario, colocar

iluminación localizada (lámparas de mesa); disponer de luces de emergencia

adecuadas y prever un mantenimiento regular del sistema de iluminación;

evitar deslumbramientos.

Sobre la base de lo anteriormente expuesto, cabe resaltar la similitud

entre estas teorías respecto a que la iluminación se trata de la cantidad de

luz en el punto focal del trabajo. También, concuerdan los autores que

cuando la iluminación del lugar donde se trabaja es débil o excesiva, puede

ocasionar problemas de salud, porque ambos extremos fuerzan la vista y

producen tensión, lo cual podría traducirse en una deficiente calidad del

trabajo y puede ser responsable de una buena parte de los accidentes de

trabajo. Además, coinciden los autores en que el uso de la luz solar es

deseable, ya que la falta o la excesiva iluminación artificial, influyen en el

desempeño y rendimiento laboral.

Partiendo de los supuestos anteriores, la investigadora infiere que la

iluminación en cada lugar deberá adaptarse a las características de la

actividad que se esté realizando. Si es posible, esta luz ha de ser natural;

deberá complementarse con iluminación artificial cuando la natural no

garantice el nivel de iluminación óptimo. Además, deberá permitir que los

trabajadores dispongan de condiciones de visibilidad adecuadas para poder

circular por ese lugar y desarrollar en él sus actividades sin riesgo para su

seguridad y salud.
44

En consecuencias, una correcta iluminación de las diferentes

instalaciones del centro docente también tendrá un papel importante sobre el

rendimiento y el bienestar del docente. Una iluminación por debajo de lo que

se necesita para la labor visual o, en su defecto, por encima, puede causar

fatiga o sobre estimulación respectivamente.

2.1.1.2. Temperatura

Las condiciones climatológicas adversas influyen en la calidad y

cantidad de trabajo realizado, cuando la temperatura es excesivamente alta

o baja. Para una carga constante de trabajo, la temperatura del cuerpo

también aumenta con la temperatura ambiental, y con la duración de la

exposición al calor. Refiere Schultz, citado por González (2006, p.81), que

los efectos a exposiciones de ambientes calurosos son: el desmayo, la

deshidratación y el agotamiento. En cambio los efectos de los ambientes

muy fríos son: la hipotermia y la congelación.

Al respecto, Chiavenato (2007 p. 335), plantea que “una de las

condiciones ambientales importantes es la temperatura”. Refiere, que existen

puestos cuyo lugar de trabajo se caracteriza por elevadas temperaturas

como es el caso de la proximidad a los hornos en una siderúrgica de una

empresa cerámica, o de una herrería, entre otros, en los cuales el ocupante

necesita vestir ropa adecuada para proteger su salud. En el otro extremo

hay puestos cuyo lugar de trabajo impone temperaturas muy bajas, como en

el caso de frigoríficos que exigen ropa adecuada para la protección. En estos


45

casos extremos, la insalubridad constituye la característica principal de esos

ambientes laborales.

Asimismo, Ramírez (2007, p.156), indica que la temperatura “Influye en

el bienestar, confort, rendimiento y seguridad del trabajador”. Los estudios

ergonómicos del puesto de trabajo y del ambiente físico que rodea al

individuo, consideran al calor y sus efectos como una condición ambiental

importante. El excesivo calor produce fatiga, necesitándose más tiempo de

recuperación o descanso que si se tratase de temperatura normal.

Sus efectos varían de acuerdo a la humedad del ambiente. Por ejemplo,

según las curvas de confort, una temperatura de 28ºC con una humedad de

60 por ciento da sensación de calor, mientras que con humedad del 45 por

ciento la sensación es de confort. El frio también perjudica al trabajador. Las

temperaturas bajas le hacen perder agilidad, sensibilidad y precisión de las

manos. Esto, aparte de resultar un serio inconveniente para la ejecución la

tarea, es un riesgo para su seguridad, ya que aumenta el contacto con

superficies cortantes debido al entumecimiento de las manos. Por lo general,

se debe crear un entorno cuyas condiciones corresponden a una zona de

comodidad; 18ºC es una condición óptima.

Según Woodson y Conover, citados por Ramírez (2007, p. 157), en su

guía de ergonomía: a) A 10ºC aparece el agarrotamiento físico de las

extremidades; b)A 18ºC son óptimos; c) A 24º C aparece la fatiga física; d) A

30ºC se pierde agilidad y rapidez mental; las respuestas se hacen lentas y

aparecen los errores; e) A 50% son tolerables una hora con la iluminación
46

anterior; f) A 70ºC son tolerables media hora, pero muy por encima de la

posibilidad de actividad física o mental.

Por otra parte, la temperatura interna óptima de 18ºC debe conjugarse

con la temperatura externa, lo que da como recomendables las siguientes

zonas de comodidad: verano: 18ºC a 24ºC; invierno: 17ºC a 22ºC. Si además

se tiene en cuenta el tipo de actividad, las temperaturas más recomendables

para el trabajo son: profesionales sedentarios: 17º C a 20ºC; trabajos

manuales ligeros: 15ºC a 18ºC; y trabajos de más fuerza: 12ºC a 15ºC.

A su vez, Márquez (2007, p. 44), señala que los extremos tanto de frio

como de calor pueden ser estresantes. La temperatura de la piel no debe

bajar más de 20ºC debido al contacto con el aire ambiental, con el aire que

escapa e las herramientas o con materiales fríos. Tales condiciones pueden

perjudicar el sentido del tacto y reducir la destreza de las manos. Cuando las

manos están frías e insensibilizadas, se tiende a calcular mal la cantidad de

fuerza necesaria para realizar una activación. Además se producirá un estrés

adicional cuando en estas condiciones se intente realizar esfuerzos

excesivos.

El calor extremo es dañino por dos razones. La primera: el manejo de

herramientas, superficies o piezas trabadas calientes, sin utilizar guantes

protectores, puede resultar en quemaduras. La segunda, el calor ambiental,

especialmente si es acompañado de un alto porcentaje de humedad, puede

aumentar la tensión fisiológica durante los esfuerzos en que interviene toda

la musculatura, eso se debe a que la actividad muscular produce calor.


47

El impacto del calor en un trabajador depende de otros factores, tales

como: humedad, duración de la exposición, tarea siendo desempeñada,

factores individuales y ropa utilizada. En cuanto al estrés por frio, está

determinado por la exposición del cuerpo al frio, hasta el punto que la

temperatura corporal interna baja a niveles peligrosos. Los síntomas que

produce presentar un trabajador expuesto al frio incluyen: temblor corporal,

pérdida de conciencia, dolor, pupilas dilatadas y fibrilación ventricular.

Al comparar los postulados de los diferentes autores anteriormente

estudiados es evidente la concordancia entre ellos, al considerar que la

temperatura influye en la calidad y cantidad del trabajo realizado; y que es

por ello que deben evitarse las temperaturas extremas. Los autores señalan

que trabajar en medio del calor sofocante puede hacer que el trabajador se

siente mareado, sudoroso o enfermo; ya que el organismo puede perder la

capacidad para controlar su propia temperatura, al igual que el ambiente frío,

puede representar un grave riesgo para la salud del trabajador, ya que el

exceso de éste puede causar torpeza mental y poca agilidad de

pensamiento.

En atención a lo expuesto por los diferentes autores, la investigadora

plantea que, es de entender que las condiciones ambientales no deben

constituir una fuente de incomodidad o molestia para los trabajadores. De allí

que deberán evitarse las temperaturas y las humedades extremas, así como

los cambios bruscos de temperatura que constituyan un riesgo para la

seguridad y salud de los trabajadores.


48

Dentro de este marco, a nivel del sector educativo, el Manual de

Normas y Recomendaciones para el Diseño de Edificaciones Educativas

(2007, p. 84), publicado por la Fundación de Edificaciones y Dotaciones

Educativas (FEDE), establece que el comportamiento térmico del edificio, su

aumento en temperatura o grados o pérdida de calor, dependerá de su

correcta resolución, siguiendo las siguientes recomendaciones:

1. Diferencias entre la temperatura exterior e interior (véase figura 1).

Figura 1

Fuente: FEDE (2007).

2. Características de los materiales de acuerdo a la superficie

envolvente del edificio afectarán a la edificación (véase figura 2).

Figura 2

Fuente: FEDE (2007)


49

3. Una buena localización y orientación del sol y la forma y altura del

edificio, influye considerablemente en la cantidad de calor recibido y un

menor consumo de energía. Iguales radiaciones emitidas pueden originar

diferentes radiaciones percibidas, según el entorno de la edificación (véase

figura 3).

Figura 3

Fuente: FEDE (2007)

4. Características del entorno natural y construido (véase figura 4).

Figura 4

Fuente: FEDE( 2007)


50

5. La acción de los vientos sobre la superficie envolvente de la

edificación mejorará las condiciones y confort de la edificación (véase figura

5).

Figura 5

Fuente: FEDE (2007)

6. El diseño de protecciones de las aberturas para iluminación y

ventilación (véase figura 6).

Figura 6

Parasol horizontal fijo


Fuente: FEDE (2007)

Es importante señalar, que todas estas las figuras ilustran, cómo la

colocación correcta de vegetación permite la adsorción de radiación solar y


51

enfriamiento del aire que penetra en la edificación escolar, entre otros

dispositivos y soluciones, para mejorar la temperatura y lograr un confort

térmico. También, otro dispositivo lo constituye la utilización de parasoles,

como lo ilustra la figura 6, que permite la reflexión de la luz, evitando

insolación directa. Es por ello que el control térmico por medio de estos

dispositivos, en climas como el que caracteriza la región zuliana, es de suma

importancia por sus efectos sobre la temperatura entre el interior y exterior

del edificio escolar.

Asimismo, indica el mencionado Manual de Normas y

Recomendaciones para el Diseño de Edificaciones Educativas, que con el

objeto de minimizar el consumo de energía de la edificación en la escogencia

del terreno deberán tomarse las consideraciones siguientes: (a) aplicación de

la información climática de la zona y sus efectos topográficos y urbanos; (b)

localizar y orientar bien los edificios de manera de minimizar el gasto térmico

y maximizar su ventilación cruzada.

2.1.1.3. Orden

Actualmente, se presta especial atención a la reglamentación higiénica

del comportamiento del individuo respecto de los factores de producción,

determinando y eliminando la influencia de éstos sobre aquél. Al respecto,

García (2005, p. 26), considera que “el orden favorece la productividad y

ayuda a reducir el número de accidentes”. También, señala el autor que el

orden es uno de los factores principales de los cuales dependen las

condiciones de trabajo en los locales o empresas.


52

En todo caso, si en los pasillos, de una empresa o local, hay pilas de

materiales y otros estorbos se pierde tiempo apartándolos para trasladar

cargas de un lado a otro de las máquinas o locales. En las fabricas que

producen operaciones en serie, éstas pueden ser interrumpidas varias horas

si los materiales están esparcidos o en desorden. Por otra parte, tener

material desparramado, productos semiacabados amontonados en los pisos

y bancos de muchas empresas representa dinero parado que bien podría

utilizarse para reducir costos y aumentar la productividad.

Por su parte, González (2003, p. 39) considera que las zonas de paso,

salidas y vía de circulación de los lugares de trabajo deberán permanecer

libres de obstáculos, de forma que sea posible utilizarlas sin dificultades en

todo momento. Igualmente, Blanco (2002, p.80), señala que orden y

limpieza son factores importantes en la prevención de accidentes y significan

mucho más que una limpieza ordinaria, por consiguiente, deben ser objeto

de planes definidos y de atención constante. Afirma, además, que “un lugar

se encuentra ordenado cuando no hay en él cosas innecesarias, y aquellas

que son necesarias están en el lugar que les corresponden”.

De igual manera, el buen mantenimiento preventivo de una fábrica

indica: los pisos libres de grasas y de aceite; corredores y pasillos

debidamente demarcados, ventanas limpias, maquinarias y equipos nítidos y

ordenados; iluminación adecuada; y en la zona de trabajo, ningún material;

basura o desperdicio, en forma excesiva.

Por ello, el orden y el mantenimiento preventivo son requisitos

fundamentales de la buena dirección. En los lugares en que se encuentren


53

tales condiciones la frecuencia de accidentes es baja, el ambiente de trabajo

es cordial y las relaciones obrero-patronales son excelentes. Al mismo

tiempo, el orden y la limpieza producen una sensación psicológica y física de

bienestar y comodidad; el desorden y la falta de higiene afectan la eficiencia

y eficacia en el trabajo y crean situaciones potenciales de accidentes.

Al respecto, Ramírez (2007, p. 180), señala que “el orden y la limpieza

producen una sensación psicológica de bienestar”. El trabajador se siente

seguro, trabaja con responsabilidad, se concentra en su trabajo y armoniza

con el ambiente. El mantenimiento de las máquinas, instalaciones y edificios,

forman parte de ese orden y limpieza. Las pequeñas fallas son

desapercibidas. Tuercas y tornillos que faltan, tapas flojas o sueltas, huecos

en suelos y paredes, cables de luz caídos, pilotos que no funcionan, entre

otros, son deficiencias que un momento dado provocan accidentes.

Por ello es necesario que todo el personal sienta la necesidad y el

deseo de mantener limpio y ordenado el lugar de trabajo. El espíritu de aseo

y orden debe ser inculcado a todos, además de conservarlo a lo largo de

tiempo, esto es lo difícil. El desorden y la suciedad, por ejemplo, en los

talleres, se aprecia mediante ciertos indicadores tales como: rincones con

basura; bidones que rebosan su contenido y suciedad alrededor; agua y

aceite desparramados en el suelo; piezas colocadas a mitad de los pasillos y

mal alineados; piezas abandonadas durante mucho tiempo en cualquier lugar

del taller; embalajes de madera con clavos, abandonados; herramientas

dispersas; materiales que estorban el movimiento; grifos descompuestos,

filtraciones internas; insuficiencia o falta total de luz artificial.


54

Es por ello que, dichas situaciones anómalas provocan accidentes muy

variados, tales como choques con piezas y materiales, tropezones del

personal, piezas y materiales que caen en los pies u otras partes del cuerpo,

resbaladuras por grasas y materiales en los pies u otras partes del cuerpo,

heridas por vidrios, puntas o clavos, descargas electrónicas por elementos

húmedos, refriados por corrientes de aire, puestas que no cierra, entre otros.

También, afecta de manera directa la eficiencia en el trabajo, el no

encontrar las herramientas, hecho que provoca desconcentración de los

operarios en sus labores. Ahora bien, las inspecciones organizadas por los

propios trabajadores en grupos formados en distintos momentos, suelen

despertar el deseo de colaborar y participar en el mantenimiento del orden y

la limpieza.

De manera similar, los autores anteriormente señalados deducen que el

orden constituye uno de los factores esenciales determinantes de las

condiciones de trabajo en los locales o centro de trabajo, favoreciendo la

productividad y contribuyendo a reducir el número de accidentes. Señalan

además que, las áreas del centro de trabajo, en las que los trabajadores

deben permanecer o a las que puedan acceder en razón de su trabajo,

deberán conservarse libres de obstáculos, de forma que sea posible

utilizarlas sin dificultades en todo momento y no origine riesgos para la

seguridad y salud de los trabajadores. De allí que, el orden y la limpieza

deben ser objeto de planes definidos y de atención constante.

Por todas estas razones expuestas hasta ahora, la investigadora resulta

inferir que en los lugares de trabajo, las zonas de paso, salidas y vías de
55

circulación deberán permanecer libres de obstáculos, incluidos los locales de

servicios y sus respectivos equipos e instalaciones, de forma que sea posible

utilizarlas sin dificultad en todo momento y circunstancias. Se podría decir,

que se evitarían innumerables contratiempos y accidentes si se mantiene un

programa ininterrumpido y bien establecido para el mantenimiento de buen

orden del local donde funciona, contribuyendo además, a lograr una moral

más elevada del personal, así como las mejores relaciones entre los mismos

trabajadores y el público.

En este mismo orden de ideas, refiere Menéndez y otros ( 2006, p.57),

las condiciones físicas y arquitectónicas de los centros educativos son

importantes, así como la adecuación de variables ambientales que facilitan la

tarea y propician bienestar o malestar en el día a día. Se refiere ello a las

dimensiones y al estado de orden y limpieza de las aulas. No obstante, es

habitual que en el ámbito escolar se cuide poco este aspecto; de allí que,

velar por un adecuado orden, que brinde confort del profesorado y del

alumnado supondrá una reducción de la fatiga y, por tanto, un aumento de la

calidad del docente y de los aprendizajes del discente.

2.1.1.4. Ventilación

Ventilación, es la acción del viento por el movimiento del aire

produciendo renovación del aire, sea por efecto o por otra causa. Es la

renovación del aire en el ambiente de trabajo. También, la diferencia de

temperatura entre el interior y el exterior influye en el movimiento del aire y la


56

relación de presión interior- exterior. Así, que la ventilación es un método

común para reducir la exposición de las personas a los contaminantes

químicos que se generan en el lugar de trabajo o a la acumulación de gases,

vapores o polvos inflamables y/o explosivos.

Al respecto, Henao (2008, p. 91) define ventilación como “el proceso de

hacer circular aire limpio a través de un espacio, con el objeto de eliminar o

disminuir la concentración de sustancias nocivas, o el de ajustar la

temperatura y humedad de un ambiente”. De allí que, ventilar es cambiar,

renovar, extraer el aire interior de un recinto y sustituirlo por un aire nuevo del

exterior con el fin de evitar su enrarecimiento, eliminando el calor, polvo,

olores y cuanto elemento perjudicial o impurezas contenga el aire ambiental

encerrado dentro del local.

Por su parte, Burgos (2003, p. 117) considera que es necesario

distinguir entre ventilación natural y artificial; en el, primer caso, el aire se

renueva sin el auxilio de medios mecánico, en el otro caso la renovación se

hace por medios artificiales y se empela comúnmente cuando la ventilación

natural es insuficiente para asegurar continuamente las condiciones óptimas

en la atmósfera requerida para la respiración de los trabajadores.

En algunos locales de trabajo, como se requiere mucho espacio abierto,

la ventilación natural es suficiente para renovar el aire del ambiente del

trabajo. En aquellos casos en que se necesite cambiar el aire porque las

condiciones de ventilación natural sean deficientes, en necesario instalar

sistema de renovación artificial de aire.


57

Asimismo, se ha comprobado de manera experimental que las

necesidades de oxígeno para la respiración humana aumentan casi

proporcionalmente con la intensidad del trabajo. Al respecto considera

García (2002, p. 27), que es necesario dotar a los centros fabriles de

ventilación natural adecuada, y si no fuera suficiente, forzarla por medio de

ventiladores o extractores de aire, no sólo para proporcionar a los

trabajadores el aire puro para su respiración, sino también para la renovación

periódica de la atmósfera de la fábrica, viciada por los productos procedentes

de la transpiración cutánea y pulmonar y por los gases y polvo procedentes

de las operaciones que se realizan en el local o empresa.

También, si en la fábrica existen polvos, gases o vapores, es

recomendable eliminarlos, no sólo para crear un ambiente agradable de

trabajo, sino porque según sea su naturaleza y concentración puede ser

tóxico y dañar seriamente la salud de los trabajadores. La ventilación ya sea

general o por extractores locales, según Ramírez (2007, p.159), permite:“1)

eliminar el polvo acumulado en los almacenes; 2) diluir los vapores

inflamables que se concentran en los recintos cerrados; 3) Templar el

excesivo calor o el frio, reduciendo la fatiga”.

Igualmente, los valores característicos de ventilación recomendables

son: a) 0,3 m³/min de aire fresco por m² de superficie en planta para trabajos

corrientes; b) 0,45 m³/min de aire fresco por m² de superficie en planta, para

trabajos difíciles; c) 0,15 m³/min de aire fresco por m² de superficie en planta

para una oficina mediana.


58

Al comparar todas estas teorías se encuentra similitud al considerar que

en los centros de trabajo, uno de los procedimientos más certeros para el

control de los agentes que contaminan el aire, es la ventilación, es decir, la

renovación del aire en el ambiente de trabajo. De no llevarse a cabo esta

renovación, la respiración de los trabajadores que laboran en el local se haría

dificultosa y molesta, siendo un obstáculo para las normales actividades que

se desarrollan. Además, afirman que en la práctica de la seguridad industrial,

se utiliza ventilación natural, que se obtiene al abrir puertas y ventanas en el

recinto; y ventilación forzada o mecánica, que se obtiene con la ayuda de

equipos (ventiladores, extractores, succionadores, entre otros).

Como se puede inferir, para mantener la atmósfera del lugar de trabajo

en condiciones y composiciones normales es necesaria una adecuada

ventilación, lo cual se puede lograr por medios naturales o mecánicos. Como

se ha expresado anteriormente, mediante una buena ventilación se logra la

eliminación de las impurezas que contaminan la atmósfera y, por tanto un

ambiente sano y agradable en los sitios de trabajo.

De la misma manera, en el contexto educativo el Manual de Normas y

Recomendaciones para el Diseño de Edificaciones Educativas, establecidas

por la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE), adscrita

al Ministerio del Poder Popular para la Educación, en Venezuela, establecen

que existen factores fijos y variables para una ventilación natural permanente

del edificio escolar, tal como se muestra en el siguiente cuadro:


59

Cuadro 2
Factores para una ventilación natural permanente del edificio escolar
Factores fijos Factores variables
- Forma - Dirección, velocidad y
- Características constructivas frecuencia de los vientos
- Localización - Diferencias de temperatura
- Orientación del local con relación al sol exterior e interior
- Posición, tamaño y tipo de aberturas
- Obstáculos existentes
Fuente: FEDE (2007).

Asimismo, indica la norma que, en un sistema de ventilación de aire

(ventilación cruzada) esta debe ser controlable para evitar los excesos de

viento o de frio. Las ventanas tendrán superficies tanto para la iluminación

como para la ventilación y estarán dispuestas preferiblemente en forma

continua a todo lo largo del ambiente. Así que, la altura del dintel de la

ventana será proporcional a la profundidad del salón, pero en ningún caso

inferior a 2.70 mts y la altura de antepecho será de 1 mts. Solo en climas

muy fríos que oscilan por debajo de 18 grados, o en caso de espacios para

niños entre 0-3 años, tendrán una altura de 1.60 mts.

2.1.1.5. Ruido

El ruido se define como un sonido no deseado y molesto, aunque

también se puede definir como aquella variación de presión atmosférica que

el oído puede detectar. Existe un límite de tolerancia del oído humano. Entre

100-120- decibeles (db) el ruido se hace inconfortable; de 130 a 140 db la

sensación se hace dolorosa y a los 160 db el efecto es devastador.


60

Asimismo, para Márquez (2007, p. 46) el ruido es cualquier sonido no

deseado. En el ambiente industrial, el ruido puede ser continuo o

intermitente, y se puede presentar proveniente de diversas fuentes. La

exposición al ruido puede producir la perdida de la capacidad auditiva de

manera temporal o permanente. También señala el autor, que en la medida

que el ruido es más elevado y la duración de la exposición incrementa, es

mayor el riesgo de la pérdida de audición. Aun mas, ruido muy por debajo del

límite que puede causar pérdida de audición, puede interferir con la

capacidad de concentración de algunos individuos.

De allí que, el oído humano puede percibir un gran rango de variaciones

de presión. A una frecuencia de 1000 Hz., el oído humano puede oír una

variación de presión de 20 micros Pascales (Umbral inferior de audición)

hasta 200 millones de micro Pascales. (Umbral superior, produce dolor). El

efecto del ruido es dependiente de la intensidad del sonido la frecuencia,

tiempo de exposición por día y duración de la exposición en años. Algunos

factores pueden ser agravantes de la pérdida de audición por efecto del

ruido: ruidos no estables, características individuales y la edad del individuo.

Igualmente, según Ramírez (2006, p.198) el estudio de la acústica de

los espacios cerrados está orientado a la disminución del ruido y el reparto

uniforme de la energía sonora. El punto de partida es el control del ruido en

su origen, y a etapas sucesivas aislar el mismo mediante elementos entre la

fuente y el auditorio, abastecimiento de equipo individual de producción y

modificando la disposición de plantas. Es más fácil el control de ruidos


61

diferenciados, intermitentes o diferentes intensidades que aquellos que son

constantes, idénticos y demasiado cercanos.

Una medida general que puede servir de punto de partida a los

responsables de la lucha contra el ruido será: planificar una organización

adecuada que permita aislar hasta donde sea posible los ruidos; concebir

estructuras que impidan su propagación; aislamiento de maquinas;

aislamiento de ambientes.

En términos de rendimiento, ciertos sonidos pueden considerarse como

inhibidores, otros como sin efecto apreciable y otros mas como estimulantes.

Más allá del límite normal de audición, el ruido tiende a acumular la tensión

muscular, con el consiguiente aumento de energía. Cuando se trata de

trabajos rudimentarios, sus efectos son poco perceptibles; en trabajos más

delicados deja sentir su acción negativa. El trabajo mental es el más afectado

en su rendimiento por el ruido.

En este mismo orden de ideas, Mondelo y otros (2001, p. 210), plantean

que el ámbito de acción del ruido es el mismo que el de la persona y ataca a

esta en cualquier sitio: en las fábricas, el hogar, el centro de estudios, los

logares de esparcimiento y descanso, y en la calle. Esto significa que cuando

un trabajador que desarrolla su actividad en un ambiente ruidoso termina su

jornada, no cesa con ello su exposición al ruido, sino que simplemente

cambia de un ambiente ruidoso a otro que también puede serlo, aunque

ocupe su tiempo en el descanso o recreación.

Como se sabe el ruido puede alternar de forma temporal o permanente

la audición en el hombre; provocar errores, daños a las actividades


62

económicas por acciones incorrectas debido a la recepción defectuosa de

órdenes, instrucciones e informaciones; potenciar el estrés; producir

alteraciones en el sistema nervioso, elevación de los umbrales sensoriales

de la persona, construcción de los vasos sanguíneos, ulceras duodenales,

problemas cardiovasculares, disminución de la actividad cerebral y, en

general, disminución de las defensas del organismo frente a diversas

enfermedades.

Según Menéndez y otros (2007, p. 65), se entiende por ruido “el sonido

no deseado, a veces desagradable, que perturba la tranquilidad y/o impide

el trabajo en condiciones adecuadas”. Cuando se habla de ruido se tiene que

distinguir dos conceptos diferenciados: 1) el volumen o la intensidad del

mismo, que se mide en decibelios (dB) y 2) la frecuencia o el tono, que

podrá ser grave o agudo, y que se mide en hercios (Hz). No obstante, el

ruido en el puesto de trabajo debería ser el menor posible.

Comparablemente, los autores anteriormente citados coinciden al

señalar, entre otras cosas, que ciertas intensidades de ruido pueden dañar el

oído; así, si un trabajador diariamente oye sonidos de cierto nivel de

decibeles durante largo tiempo, sin duda terminará por sufrir pérdida de la

audición, sobre todo si supera los 150decibeles. Por otra parte, señalan que

el ruido demasiado intenso (de más de 95 db) ocasiona daños fisiológicos; se

altera la frecuencia cardiaca, se eleva la tensión arterial y muscular; también

altera el equilibrio psicológico, ocasionando muchas veces que el trabajador

presente conductas de irritabilidad y agresividad, sintiendo cada vez más

desgaste de energía y en algunos casos presente hasta ausencia laboral.


63

Como se puede inferir, señala la investigadora, el ruido puede ser

determinante en el aumento de errores y, por consiguiente, de accidentes,

puesto que produce una disminución en el nivel de atención del trabajador y

aumenta el tiempo de reacción del mismo ante diferentes estímulos.

Igualmente, el daño que puede provocar depende del nivel sonoro y de la

frecuencia sonora, y de múltiples circunstancias propias de las actividades

que deben ser realizadas, como son: los objetivos de la actividad, la

exigencia de concentración y atención, la responsabilidad, la importancia de

la actividad, entre otras; y de circunstancias subjetivas dependientes de las

características personales, como sexo, edad, carácter y temperamento,

salud, entre otros.

En el caso especifico del campo educativo, la existencia de niveles de

ruido elevados en el ámbito escolar puede llegar a dificultar en diferentes

grados el rendimiento de cada alumno/profesor, según las características de

estos. También, la contaminación sonora tiene un papel importante en la

actividad educativa. Entre otras alteraciones fisiológicas, tiene un efecto

psicológico tanto en los docentes como en los discentes, causándole fatiga

auditiva, cuyos efectos pueden provocar modificaciones conductuales, entre

otras capacidades.

Cabe señalar, además, que el ruido es un aspecto importante en la

calidad de vida del profesorado, por la influencia que tiene el exceso de ruido

en el organismo y por las dificultades que provoca en la concentración, el

tiempo de reacción, el rendimiento intelectual, la comunicación y el control en

el grupo, además de otros tipos de malestar. Una de las consecuencias


64

negativas más frecuentes del malestar acústico es la alteración del estado de

la garganta de los docentes, que comienzan forzando la voz activando el

exceso para gritar y que llegan a la situación del estrés, afonía, pérdida de la

voz u otros problemas más graves, si la situación se mantiene con el tiempo.

2.1.2. Condiciones de Tiempo

Un dato a tener muy en cuenta es el tiempo que una persona dedica

estrictamente al trabajo, aproximadamente un tercio de todo su tiempo. En

este sentido, González (2003, p. 4) señala que, que una buena calidad de

vida en el trabajo influirá de una forma muy positiva en el individuo; de igual

forma, una mala calidad en el trabajo repercutirá negativamente en su salud.

Por otra parte, las condiciones de tiempo están referidas a la duración

de la jornada de trabajo, a la prolongación de la jornada ordinaria para la

prestación de servicios en horas extraordinarias, las pausas y vacaciones lo

cual significa un descanso continuo, lo suficientemente prolongado, para que

el trabajador pueda cambiar de ambiente, realizar una actividad reparadora

de sus energías físicas y mentales y romper la monotonía de la diaria labor.

Al respecto, el ordenamiento jurídico venezolano regula estas condiciones

de tiempo, como elemento de las condiciones de trabajo, a través de los

postulados establecidos en la Ley Orgánica de Trabajo y su reglamento.

2.1.2.1. Duración de la Jornada

En relación a las condiciones temporales, se considera que el

trabajador debe laborar en un turno (bien sea diurno, vespertino o nocturno),


65

acorde con sus expectativas, metas personales y laborales, al igual que

dependiendo del tipo de trabajo (esfuerzo físico y mental que la tarea exija)

debe cumplir una jornada de no más de 8 horas diarias de duración.

En tal sentido, González (2006, p. 90), señala que, cuando la jornada

de trabajo y los horarios no están adecuados, aparece una fatiga crónica que

trae consigo alteración del ritmo circadiano, alteraciones nerviosas i

digestivas además de otras incluyendo accidentes; es decir, que si los

trabajadores tienen un horario de turno durante un tiempo continuo, habrá

cierta adaptación fisiológica, pero la mayoría de las organizaciones aplican

rotación de turno, que hace que la adaptación sea difícil, la cual trae

problemas de ajuste individual y familiar, que puede manifestarse en el

rendimiento laboral.

Al mismo tiempo, Schultz (1996), citado por González, plantea que una

parte esencial del ambiente laboral lo constituye la cantidad de tiempo que el

trabajador pasa en su trabajo; es decir, que el número de horas (diarias o

semanales), así como el descanso o reposo permitido durante la jornada,

influye en el estado de ánimo, actitud, motivación, rendimiento y

productividad del trabajador.

Por otra parte, Mondelo y otros (2001 p. 229), plantea durante mucho

tiempo se buscó un incremento de la productividad con el aumento del

tiempo de trabajo, y aun hoy en día hay quienes piensan que tal cosa es

posible. Independientemente de que puedan existir factores como la

estimulación económica, la motivación personal, entre otros, que produzcan


66

un incremento temporal de la productividad con un aumento de la jornada de

trabajo, está demostrado que, generalmente, se presenta el fenómeno

inverso, es decir, un decremento de la productividad.

Al confrontar los fundamentos teóricos de los autores citados

anteriormente se evidencia su concordancia en cuanto a considerar la

duración de la jornada como un factor determinante en las condiciones de

trabajo, y que se refiere a la cantidad de tiempo (diaria o semanal) que el

trabajador le dedica a la actividad laboral. Además, resaltan los autores dado

que el trabajo moderno ocupa al menos una tercera parte del tiempo de las

personas, la duración de la jornada viene a ser una de las variables más

importante que condicionan la salud y el bienestar del trabajador, pudiendo

provocar patologías y alteraciones psicológicas que afectan directamente su

rendimiento laboral y por ende su productividad.

Consecuentemente, según la investigadora puede inferirse que, los

factores críticos de la organización que interferirán en la duración de la

jornada de trabajo, los horarios de trabajo, las pausas de descanso, la

alteración de los ritmos circadianos y la alimentación, son, entre otros,

determinantes en la salud de la persona y, por tanto, en la eficiencia y

calidad de su trabajo donde, en no pocas ocasiones, un error, un descuido,

una acción torpe o lenta o una reacción tardía, provocadas por la fatiga,

pueden acarrear resultados catastróficos para el trabajador, para sus

compañeros o para el sistema productivo completo.

Por esta tendencia, los centros educativos pueden prever diferentes

alternativas que no necesariamente siguen las normas tradicionales. Como


67

se sabe, los seres humanos experimentan diferentes curvas de productividad

durante su jornada de trabajo. Por ejemplo, hay personas que se sienten

peculiarmente lúcidas durante las primeras horas de la mañana, en tanto que

otras preferirían sus labores en la tarde. No falta, incluso, quien se incline por

las horas nocturnas. En la medida que las necesidades administrativas de la

Institución lo permitan, los empleados podrían ajustarse al horario que mejor

le convenga.

Asimismo, a algunos docentes podría parecerles que la semana laboral

siempre ha sido y siempre será esencialmente la misma: una jornada de

siete y media u ocho horas diarias, que se extiende de lunes a viernes. En

realidad se experimenta una tendencia universal a la reducción en las horas

laborales y no es imposible que dentro de unos años predomine una jornada

media de seis horas diarias o incluso menos.

2.1.2.2. Horas Extras

Tal vez el método más común para satisfacer las fluctuaciones de corto

plazo en el volumen de trabajo es el tiempo extra. Este método puede ayudar

tanto al patrón como al empleado. El patrón se beneficia al evitar los costos

de reclutamiento, selección y capacitación. La ganancia del empleado viene

de una tasa de pago más elevada.

Al respecto, Mondy y Otros (1997, p. 153), consideran que junto con

las ventajas obvias del uso de tiempo extra están los problemas potenciales.

Muchos gerentes creen que cuando sus empleados trabajan durante


68

períodos de tiempo desusadamente largos, la compañía paga más y recibe

menos a cambio. Los empleados pueden estar fatigados y carecer de la

energía para desempeñarse a una velocidad normal, en particular cuando se

necesita una gran cantidad de tiempo extra. De la misma manera, estudios

realizados por Grandjean, citado por Mondelo y otros (2001, p.230),

relacionan las horas extraordinarias trabajadas con el absentismo por

enfermedad y accidente.

No obstante, el estado venezolano limita el trabajo de horas extras, tal

como lo establece el artículo 207 de la Ley Orgánica del Trabajo (LOT).

Asimismo, doctrinas relacionadas con las consideraciones sobre las jornadas

extraordinarias de trabajo, afirman que la limitación de las horas extras se

hizo no sólo en interés al trabajador, sino en interés al futuro de la población.

Al considerar atentatorio contra esos principios el que se permitiera trabajar

un número de horas extras mayor que al determinado por la ley.

Asimismo, el trabajo extraordinario realizado debe ser remunerado

desde el momento que ha sido ejecutado por el trabajador de acuerdo con el

patrono, quien indudablemente se benefició de ese servicio. Igualmente, el

patrono deberá llevar un registro que se denominará “Registro de horas

extraordinarias”, donde anotará las horas extraordinarias utilizadas en su

empresa, explotación o faena; los trabajos efectuados en esas horas; los

trabajadores empleados en ellos; y la remuneración especial que haya

pagado a cada trabajador (artículo 209 LOT).

Por otra parte, los fundamentos teóricos expuestos por los diferentes

autores citados en los párrafos anteriores, son compatibles y ponen de


69

manifiesto la relación entre ellos, al considerar que las horas extras

trabajadas constituyen una práctica normal en el ámbito laboral, como

consecuencia, entre otros factores, de la evolución de la sociedad y de los

aspectos organizativos de la empresa. Coinciden además, en reseñar que el

exceso de jornadas extraordinarias de trabajo pueden generar graves

repercusiones, no sólo sobre la salud y el bienestar del individuo, sino sobre

el rendimiento y la calidad del trabajo.

De ahí que, infiere la investigadora, los empleados de manera

consciente o no, pueden tomar tal ritmo que les asegure el tiempo extra.

También pueden acostumbrarse al ingreso adicional resultante del pago de

tiempo extra. Los empleados pueden incluso elevar su nivel de vida hasta

donde les permita este ingreso adicional. Luego, cuando ya no se necesite el

tiempo extra y se reduzca el pago, los empleados pueden disgustarse.

Ahora bien, en el campo educativo, los maestros y maestras destinan

una gran cantidad de horas al trabajo docente; a las horas de trabajo

remunerado se deben sumar las horas de trabajo fuera del horario. En el

horario laboral queda poco tiempo para el descanso. El trabajo docente

invade el espacio domestico, afectando las modalidades de uso del tiempo

libre, el contacto con la familia y la recreación; este hecho se asume como un

aspecto natural de la profesión y no es cuestionado.

2.1.2.3. Pausas

El descanso o reposo permitido durante la jornada, influye en el estado

de ánimo, actitud, motivación, rendimiento y productividad del trabajador. En


70

relación a este punto, Mondelo y otros (2001, p. 232), plantean que las

pausas de descanso intercaladas en la jornada de trabajo, constituyen una

forma adecuada de recuperar capacidades.

De la misma manera, el artículo 185, literal (b), de la Ley Orgánica del

Trabajo (LOT) establece, “que el trabajo deberá prestarse en condiciones

que les dejen tiempo libre suficiente para el descanso y cultivo intelectual y

para la recreación y expansión lícita”. Cabe señalar, que constituye un error

sobrepasar los límites de actividad, es decir, el organismo requiere períodos

de cese de actividad, tanto en lo físico como en lo mental y lo emotivo.

De la misma manera, Menéndez y otros (2006, p.141), reseña que “hay

que evitar una excesiva implicación con el trabajo y con los usuarios de

nuestros servicios”, algo que parece difícil en el trabajo de los docentes. Otro

aspecto a considerar, es la necesidad de un distanciamiento mental del

trabajo.

Dentro de este mismo contexto, cabe señalar el criterio que en común

caracteriza a los distintos autores citados anteriormente, al considerar que

los periodos de pausas pueden incidir positiva o negativamente en el

desempeño de la actividad del trabajador, repercutiendo directa e

indirectamente en él, en la institución y en su entorno. Asimismo, refieren que

la existencia de pausas y descansos durante la jornada de trabajo posibilita

que el trabajador se recupere de la fatiga producida por trabajos monótonos,

por esfuerzos físicos, por las condiciones ambientales desfavorables, o de la

carga mental generada por los requerimientos mentales, cognitivos o

intelectuales.
71

Generalmente, infiere la investigadora, a menudo se confunde el

cansancio como consecuencia de la actividad física y se olvida que en la

actividad formativa se produce un desgaste de energía mental y emotiva que

también debe ser repuesta. De allí, que los pequeños momentos de

descanso actúan como respiros emocionales que ayudan a la relajación del

sujeto y facilitan su distanciamiento psicológico.

Asimismo, con frecuencia, los docentes dicen que una de las

características de su trabajo es que no se ciñe al horario y calendario

escolar, sino que lo llevan consigo a la casa. Es preciso que se tengan

grupos de amigos, que se realicen actividades colectivas que ayuden a la

evolución, realización y expresión personal del docente.

2.1.2.4. Vacaciones

Es importante destacar que en Venezuela la doctrina y la jurisprudencia

han mantenido invariable la opinión de que no es, pues, la vacación una

recompensa al trabajador por la colaboración prestada al patrono durante el

año, como algunos los han sostenido. Por el contrario, el propósito de la ley

es procurar al trabajador ocasión para la reposición del desgaste sufrido

durante la ejecución de sus labores. Es por ello que las vacaciones

constituyen un derecho y un deber de cada trabajador.

Al respecto, Caldera, citado por LEGIS LEc Editores, CA. (2008,

p.1009), plantea que las vacaciones “es un descanso continuo, lo

suficientemente prolongado para que el trabajador pueda cambiar de


72

ambiente, realizar una actividad reparadora de sus energías físicas y

mentales y romper la monotonía de la diaria labor”.

Dentro de este mismo orden de ideas, Chiavenato (2002, p.284),

considera que las vacaciones se cuentan entre los beneficios sociales que

las organizaciones conceden a los trabajadores como condición de empleo,

independientemente del cargo ocupado. En cuanto a la exigibilidad legal, las

vacaciones se cuentan entre los beneficios exigidos por la legislación laboral

o de seguridad social, o incluso por convención colectiva entre sindicatos. En

cuanto a la naturaleza, las vacaciones se cuentan entre los beneficios

monetarios, es decir, beneficios concedidos en dinero, generalmente a través

de nómina, los cuales generan prestaciones sociales.

De igual manera, Werther (2000, p.396), refiere que, en vista de los

efectos benéficos que un período vacacional tiene sobre el personal, muchas

empresas desalientan la práctica de “guardar” días de vacaciones de un año

a otro. La situación de un empleado que eternamente se encuentra

“demasiado ocupado” para tomar sus vacaciones constituye una indicación

para el departamento de personal de que existen uno o varios problemas

latentes en ese departamento.

Asimismo, es evidente la similitud de los planteamientos teóricos arriba

señalados, acerca de considerar las vacaciones como uno de los factores

estrechamente relacionados con las condiciones de trabajo en las

instituciones. En efecto, infieren los autores que, las vacaciones, con una

duración idónea y con un disfrute adecuado, conduce a la recuperación de la

fatiga física (imposibilidad de mantener un esfuerzo físico) y fatiga mental


73

(falta de atención, dificultad para concentrarse y, en general, falta de

rendimiento), es decir, al bienestar físico y psicológico del trabajador.

Sobre las bases de los planteamientos expuestos, la investigadora

infiere que las vacaciones en términos laborales es un derecho adquirido

que consiste en un receso temporal con goce de salario (descanso

remunerado), más una bonificación especial (bono vacacional) que le permite

al trabajador, al menos teóricamente, recuperarse del esfuerzo desarrollado

en la ejecución de su labor, ello conlleva a mayores posibilidades de

esparcimiento, cultivo personal o, simplemente, libre disposición de su

tiempo.

De ahí que, dentro del marco educativo, el periodo de vacaciones

puede y debe servir al profesional de la docencia no sólo para disfrutar de un

merecido descanso, sino para enriquecerse a nivel humano mediante viajes,

lecturas, distracciones sanas y actividades familiares. Es decir, el trabajador

de la docencia deberá disfrutar las vacaciones de manera efectiva.

2.2. Seguridad en Puestos de Trabajo

El marco jurídico venezolano estable que el trabajador prestará sus

servicios en condiciones de higiene y seguridad que respondan a los

requerimientos de la salud del trabajador, en un ambiente de trabajo

adecuado y propicio para el ejercicio de sus facultades físicas y mentales,

debiendo el patrono tomar las medidas que fueren necesarias para ello.

Asimismo, a los efectos de analizar esta variable se hará referencia al

término “puesto” como la unidad básica de trabajo en la estructura de una


74

organización; está integrado por un conjunto de actividades y requerimiento

necesarios para llevarlos a cabo. Un puesto puede tener varias plazas. Al

puesto también le es llamado cargo. Al respecto, Chiavenato (2007, p.292),

define cargo, como “conjunto de funciones (tareas o atribuciones) con

posición definida en la estructura organizacional, en el organigrama”. La

posición define las relaciones entre el cargo y los demás cargos de la

organización. En el fondo, son relaciones entre dos o más personas.

En este mismo orden de ideas, Chiavenato (2000, p. 292), define la

seguridad en el trabajo como “el conjunto de medidas técnicas, educativas,

médicas y psicológicas empleadas para prevenir accidentes y eliminar las

condiciones inseguras del ambiente, y para instruir o convencer a las

personas acerca de la necesidad de implantar prácticas preventivas”. Su

empleo es indispensable para el desarrollo satisfactorio del trabajo. De igual

manera, González (2003, p. 8), determina que la seguridad en el trabajo “es

la disciplina teórico-práctica que se sirve de un conjunto de técnicas y

procedimientos que tienen por objeto eliminar o reducir el riesgo de que se

produzcan accidentes de trabajo”.

En el ámbito educativo a estos mismos efectos, la Fundación de

Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE), como institución rectora de la

planta física escolar y que se encarga de la capacitación de las comunidades

educativas y locales, establece a través del curso ”Plan Comunitario de

Conservación, Mantenimiento y Seguridad”, dirigido a comunidades

educativas, los conocimientos y las herramientas necesarias para


75

implementar un plan de conservación, mantenimiento y seguridad, que

garantice una educación de calidad para todos los niños, niñas y

adolescentes del país.

En efecto, los planteamientos hasta ahora expuestos por los diferentes

autores, similarmente reseñan lo importante de coordinar, en todo centro de

trabajo, las actividades relativas a la seguridad industrial del trabajador, en lo

referente a disposiciones, equipos y elementos de prevención al personal,

materiales, maquinarias, instalaciones físicas y de cualquier otro tipo, contra

los riesgos de accidentes y a los daños a que pudieran estar expuestos el

personal que labora en dicho centro. De esta forma, los trabajadores podrán

asumir una actitud mental conciente ante los riesgos a que están expuestos

durante la jornada laboral y, por lo tanto adoptarán en cada caso las medidas

más aconsejables, que contribuyan a mejorar las condiciones de seguridad.

En este caso de estudio, la variable Seguridad en Puestos de Trabajo

será medida mediante las dimensiones “Riesgos Relacionados con la

Práctica Docente” y “Factores Personales de Inseguridad”, ambas

dimensiones con sus correspondientes indicadores, conllevando a la

consecución de los objetivos propuestos en la investigación.

2.2.1. Riesgos Relacionados con la Práctica Docente

La docencia es uno de los ámbitos profesionales donde menos

conciencia se tiene de la existencia de riesgos. Aunque el sector docente no

se caracteriza por elevados índice de siniestralidad, no es menos ciertos que

como trabajadores de la enseñanza, los docentes están sometidos a riesgos


76

derivados de las condiciones de seguridad, riesgos higiénicos ocasionados

por la exposición a agentes biológicos, químicos y físicos, riesgos

ergonómicos y especialmente los psicosociales, que desembocan en

patologías laborales típicas de la docencia.

Dentro de este marco, Pérez (2009, p.31), alude que, las condiciones

laborales en que se realiza el trabajo docente, no siempre son adecuadas,

provocando diferentes posturas y actitudes entre los profesionales de la

enseñanza. Refiere además, que entre los principales riesgos relacionados

con la práctica docente se encuentran: caídas al mismo nivel; caídas a

distinto nivel; caídas de objetos; golpes contra objetos; sobreesfuerzos y

contactos eléctricos, y que serán desarrollados a lo largo de esta dimensión.

Al respecto, Menéndez y otros (2006, p.29), infieren en que, la

prevención de riesgos laborales requiere anticipación, tomando decisiones

para disminuir, conducir y/ o resolver en lo posible incidentes/estados no

previstos, problemas, errores y accidentes y, para ello, es necesario conocer

qué pasa, cuáles son los factores y los procesos que intervienen. De allí que,

se está ante un problema técnico: el de proteger el medio que rodea a los

trabajadores en tal forma que las personas propensas a los accidentes

puedan desempeñar el mayor número posible de ocupaciones sin estar

expuestas a graves riesgos.

Igualmente, indica Burgos (2004; p. 3), que el postulado principal de la

Seguridad Industrial va referido a que el ser humano es el elemento más

importante y valioso dentro del conjunto social e industrial; que la dignidad


77

del ser humano obliga que velen por su salud e integridad física y mental el

Estado, empleadores y los mismos trabajadores, además, que no solamente

la seguridad se limita al área industrial sino que se extiende a la familia y al

resto de la colectividad.

Cabe señalar que, los autores citados anteriormente coinciden en que

es evidente que los trabajadores están sufriendo las consecuencias del

trabajo sobre sí mismos, ya que implica la aparición y generación de riesgos

de muchos tipos. El sector de la enseñanza no es ajeno a esta realidad y que

es necesario actuar sobre ella; aunque el sector docente no se caracteriza

por elevados índice de siniestralidad, ello no implica que debe ser tratado

como un sector de menor importancia en cuanto a los riesgos y las

consecuencias de éstos en el trabajo.

De lo anteriormente expuesto, la investigadora deduce que la

prevención de riesgos laborales en el sector de la enseñanza tiene una doble

importancia, por un lado desarrolla el trabajo en condiciones de seguridad, y

por otro lado, no menos importante, se trata del sector en el que más se

puede profundizar para el desarrollo del cambio cultural, pues los

trabajadores del mañana están en las escuelas de hoy.

Consecuentemente, en el contexto educativo siendo consciente de esta

situación y con el firme propósito de que las condiciones de trabajo no se

conviertan en elementos nocivos para la salud de los trabajadores se hace

necesario desarrollar políticas preventivas con el objeto de fomentar un

cambio filosófico y cultural necesario para integrar la prevención en los

procesos educativos y empresariales.


78

2.2.1.1. Caídas al Mismo Nivel

Las caídas constituyen la principal fuente de accidentes, en muchas

clases de organizaciones y ocupaciones. En la totalidad de las empresas, las

caídas al mismo nivel producen algo más de lesiones que las que ocurren de

un nivel alto a uno inferior. Es evidente que la posibilidad de daño por caer

en un nivel superior a uno inferior es grande; pero la frecuencia de caídas en

el mismo nivel compensa en exceso la diferencia.

En tal sentido, Pérez (2009, p. 30), indica que las caídas al mismo nivel

“son aquellas producidas por el mal estado del suelo, suelos resbaladizos,

pasillos ocupados por mochilas y carpetas, existencia de obstáculos,

incorrecta disposición del mobiliario, entre otros”. El hecho subraya, la

importancia que tiene mantener pisos, escaleras y las superficies donde se

camina, en el estado de mayor seguridad que sea posible.

Asimismo, Burgos (2003, p. 28), plantea que las caídas al mismo nivel

ocurren cuando la persona cae sobre la misma superficie donde se halla

(piso, plataforma, cubierta marítima, entre otros) y se lesiona al hacer

contacto con las misma superficie o con objetos estacionados sobre el

mismo nivel. Las lesiones a consecuencia de resbalones y tropezones que

resultan en caídas, se incluyen en ésta misma categoría. Los resbalones

pueden causar relajamiento muscular, esfuerzos excesivos, hernias, entre

otros. Asimismo, señala que las formas de evitar las caídas al mismo nivel

son:

1. Mire donde pone los pies. Creemos que ésta es la principal regla
79

para evitar caídas. Cuando camine mire la parte del camino que está delante

2. Camine, no corra. Siempre se logra alcanzar el objetivo cuando se

marcha a paso firme y seguro.

3. En los lugares oscuros y semioscuros debe tenerse especial cuidado.

La mala iluminación es fuente de caídas constantes. Cuando se camina en

áreas oscuras, es como hacerlo con los ojos vendados.

4. No cargue objetos que le impidan la visión al frente y hacia abajo. Se

debe hacer tantos viajes como sea necesario.

5. Para tirar algo, apóyese firmemente. Al tirar por ejemplo, de un cable

o de una gaveta trabada o al manejar una llave, se puede perder el equilibrio

si no se está parado firmemente.

Del mismo modo, plantea BlaKe (1976, p. 267), que la previsión de

caídas puede clasificarse bajo los siguientes renglones principales: (a)

superficies segura sobre las cuales caminar y trabajar; (b) medios seguros de

acceso a lugares altos; (c) calzado seguro; (d) formas seguras de caminar;

(e) orden, aseo y organización. Asimismo, la Universidad Nacional Abierta

(UNA) (1985, p. 111), manifiesta que:

Casi todas las caídas provienen de condiciones o prácticas cuyo


riesgo es manifiesto o fácilmente observable. Sin embargo,
realmente la prevención es difícil, ya que intervienen muchos
factores, cuyo control, individualmente considerado, puede
lograrse, pero que en conjunto adquieren condiciones
relativamente complejas. Por ejemplo, es necesario no sólo
mejorar las condiciones físicas o materiales del lugar de trabajo,
sino asimismo, ejercer control sobre los actos inseguros de los
trabajadores.

En cuanto a lo indicado por los autores anteriormente citados, estos


80

coinciden en considerar que la prevención de caídas al mismo nivel requiere

que la dirección en los centros de trabajo garantice superficies seguras sobre

las cuales caminar y trabajar; también provea de medios seguros de acceso

a lugares altos, de prendas de vestir y calzados seguros, así como vele por

el orden, aseo y organización del lugar del trabajo.

En consecuencia, la investigadora infiere que, como se sabe que el

caer desde alguna altura es probable que se lesione o mate; pero son poco

los que toman en serio las caídas al mismo nivel y descuidan tomar las más

elementales y obvias precauciones para disminuir la posibilidad de que ellos

u otros caigan. Consecuentemente, los pisos representan condiciones

peligrosas de trabajo, siendo los defectos más comunes los señalados en el

siguiente cuadro:

Cuadro 3
Riesgos y correcciones en pisos
RIESGO CORRECCIONES (indicativas)
Agujeros y depresiones: resultado del uso, roturas en la Vigilancia y mantenimiento. Se requiere de un programa de
superficie del piso, desgarramiento del piso (conservación o inspecciones y toma de decisiones inmediatas para corregir
alteraciones), cubiertas de fosos rotas o mal colocadas, por condiciones indeseables.
sobrecarga.
Pisos disparejos: debido a remiendos defectuosos, uso, mal Inspección sistemática; reparaciones oportunas; colocación de
ajuste de las cubiertas de los fosos, entre otros. avisos referentes a los limites de peso que puede soportar el
piso; buena construcción; cuidadosa mano de obra.
Tropezones: por tuberías o ductos sobre el nivel del piso, Tuberías o ductos por debajo del piso; orden y limpieza;
válvulas, partes de equipo que sobresalen, orillas levantadas vigilancia por medio de inspecciones cuidadosas para eliminar
de planchas o tablones, enrejillados con orillas que toda posibilidad de tropezones.
sobresalen del piso o con mucho espacio entre una rejilla y
otra, objetos sueltos.
Pisos resbaladizos: los causas la grasa, el agua, el jabón, Buenos drenajes; sistema de ventilación; orden y limpieza;
los líquidos que escurren, la acumulación de suciedad, poros empleo de cubiertas de piso antiderrapante; empleo de
en la madera del piso tapado con sustancias químicas, superficies corrugadas; vigilancia por medio de inspecciones
partículas sueltas (por ejemplo aserrín), desgaste de las cuidadosas.
planchas de metal.
Construcción indeseable, como declives para desagüe, Proyecto (planos y diseños) y construcción que tengan en
fosos de maquinarias, diferencias de nivel. cuenta la seguridad.
Vibración: es causada por soportes inadecuados, maquinaria Proyectos (planos y diseños) y construcción que tenga en
mal nivelada, soportes de estos sujetos en forma rígida a la cuenta las medidas de prevención de las vibraciones; programa
estructura del piso, conservación deficiente o el montaje de mantenimiento.
inadecuado de la máquina.
Iluminación defectuosa: ella es causa de sombras, se Proyecto (planos y diseño) y construcción que tengan en
apagan o se encienden, que relampaguean, luz obstruida con cuenta las medidas de prevención recomendadas (Iluminación
presencia de polvo, humo y vapores en el ambiente. apropiados al trabajo; programa de mantenimiento; sistema de
81

ventilación; orden y limpieza).


Fuente: León (2010)

Lo anterior subraya, el riesgo inherente a deficiencias del piso, el peligro

que representa toda grieta, ruptura o agujero en el piso, propiciando las

caídas al mismo nivel. De allí, la importancia que tiene mantener pisos,

escaleras y las superficies donde se camina, en el estado de mayor

seguridad que sea posible; para ello es menester que la superficie sea plana,

libres de grietas o agujeros, que sea lo bastante amplia sobre las cuales

caminar y trabajar. En este sentido, la Fundación de Edificaciones y

Dotaciones Educativas (FEDE, 2007, p. 207), establece entre las Normas y

Recomendaciones para el Diseño de Edificaciones Educativas, lo

relacionado con los pisos interiores y exteriores de la edificación lo siguiente:

1. Se exige que los pisos sean de materiales antirresbalantes y de alta

durabilidad, que no impliquen costos elevados, ni dificultad para su limpieza y

mantenimiento;

2. Deben ser resistentes e impermeables;

3. En áreas que se mojen por acción de las lluvias y que tengan pisos

de cerámica esmaltada, esta deberá ser antirresbalantes;

4. Se debe evitar el piso con cerámica picada, para exteriores; (e) los

pisos monolíticos de alta resistencia, con junta plástica se recomiendan para

ser usados en toda la escuela. El granulite es un material que sustituye al

granito y al mármol y ofrece economía, belleza y resistencia;

5. Los pisos de ambientes pedagógicos, como las aulas deben permitir


82

fácil movimiento de los equipos, mobiliarios y personas;

6. El vinil en rollos o en las baldosas que simulan el mármol y el granito,

son de fácil manutención para aéreas internas;

7. Se recomienda el piso de madera para uso interno, colocado sobre el

cemento, esto como una buena alternativa para ambientes deportivos

techados.

2.2.1.2. Caídas a Distinto Nivel

Entre las principales ocupaciones responsables de caídas, se

encuentran: labores de conservación o mantenimiento en partes altas,

labores de construcción en lo alto, instalación de aparejos, trabajos de

pintura y muchos tipos de trabajo en el exterior, entre otros. También, las

escaleras representan una fuente de caída a distinto nivel.

Según Pérez (2009, p. 31), las caídas a distinto nivel son como

aquellos riesgos provocados por el mal estado de escaleras, escaleras

resbaladizas, por obstáculos en ellas, entre otras. Estas caídas son

frecuentes y no son difíciles de evitar si se toman en cuenta las medidas de

prevención, lo que implicaría una inspección sistemática cuidando de que se

efectúen prontas reparaciones y correcciones de las deficiencias. .

Dentro de este mismo orden de idea, Burgos (2003, p.28), señala que

las caídas a distinto nivel o lo que lo mismo de un nivel a otro, es cuando el

accidente se produce al caer o ser proyectada la persona de un nivel a otro y

la lesión ocurre al hacer contacto con algún objeto o sustancia a nivel


83

diferente del original. En tal sentido, las personas pueden sufrir caídas tanto

a un mismo nivel como de diferentes niveles. Esta condición cobra relevancia

por las dificultades ergonómicas que se presentan dentro del espacio.

Asimismo, el precitado autor plantea que, las reglas básicas para evitar

caídas a diferentes niveles son las siguientes:

1. Sujétese a las barandas o pasamanos. Ellos constituye una garantía

de seguridad; úsalos siempre.

2. No salte de los vehículos en movimiento. Un gran porcentaje de

accidentes graves suceden porque los trabajadores se tiran de los vehículos

en movimiento. No corra riesgos innecesarios.

3. Tenga cuidado especial al usar las escaleras; asegúrese de que

estén en buenas condiciones y bien paradas.

De la misma manera, la Universidad Nacional Abierta (1985) , refiere

que dentro de esta categoría los riesgos más comunes son aquellos que se

presentan por: (a) los peldaños no son de la misma altura; (b) los peldaños

no son del mismo ancho; (c) los peldaños están rotos o desnivelados; (d)

peldaños demasiados estrechos; (e) peldaños resbaladizos o inclinados

hacia afuera; (f) falta de barandilla; (g) falta de espacio para colocar la mano

en la barandilla; (h) escalera con demasiada inclinación; (i) iluminación

defectuosa; (j) tramos demasiado largos. También, señala que las escalas o

escaleras de mano, sean estas fijas o portátiles, constituyen también un

factor importante decaídas a distinto nivel o a un nivel inferior. Al respecto,


84

véase el siguiente cuadro:

Cuadro 4
Causas y medidas de riesgos en las escaleras de mano
Riesgo Corrección
Barrotes rotos o no existentes Construcción basada en un diseño
Material inadecuado seguro siguiendo normas establecidas.
Barrotes mal sujetados Vigilancia para velar porque se
Falta de antiderrapante mantengan en condiciones apropiadas.
Falta de travesaños de repuestos Buen programa de mantenimiento.
Peldaños a distancias diferentes
Malas condiciones en general
Fuente: León (2010).

Asimismo, los andamios, son estructura de madera, metal o mixtas que

permiten mantener plataformas horizontales y elevadas, es evidente su

importancia como fuente de caídas a diferentes nivel. Dada su importancia

muy específica en la industria de la construcción, se han desarrollado

normas muy estrictas para disminuir y evitar los numerosos casos,

generalmente fatales, de accidentes provocados por andamios inadecuados

y la inexistencia de programas de seguridad industrial para evitar los actos

inseguros asociados al uso de los andamios.

En consecuencia, las recomendaciones que siguen pueden ser de

aplicación general al trabajo en las alturas, cualquiera que sea su naturaleza:

1. Todo equipo para trabajar en lo alto, debe ser revisado y atendido a

intervalos cortos y largos. Los factores a considerar son: (a) frecuencia de la

revisión; (b) naturaleza del servicio requerido; (c) número de trabajadores

que se necesitan; (d) peso probable de las herramientas; (e) probables

influencias adversas; (f) riesgos accidentales que pueden presentarse.

2. El trabajo en las alturas involucra peligros especiales y exige


85

capacidades y facultades determinadas. Por lo tanto, la planeación debe ser

cuidadosa y en detalle, abarcando cuando menos los siguientes aspectos:

(a) personal que se empleará; (b) instrucciones que deben darse; (c) equipo

especial de seguridad y salvaguardas necesarias; (d) entendimiento con

quienes están encargados de otras actividades o funciones; (e) posibles

necesidades urgentes o acontecimientos adversos; (f) supervisión apropiada.

En virtud de la relación estrecha entre las teoría expuestas

anteriormente, infieren los autores que en la mayoría de los casos los riesgos

derivados por caídas a distinto nivel, son proporcionados por defectos que

presentan pisos, escalinatas, escaleras, escalones portátiles, caballetes o

burros, entre otros. Es por ello, que la dirección en los centros de trabajo

requiere adoptar un conjunto de medidas preventivas con el objeto de

minimizar o controlar los riesgos, cuidar de que el servicio de mantenimiento

y conservación de pisos, escaleras y andamios sea de primera, cuidar del

orden y del aseo, evitando salpicaduras, goteamientos y filtraciones.

De lo anteriormente expuesto, la investigadora infiere que las caídas

que ocurren desde o por escaleras y andamios, cualquiera sean sus tipo o

variedad, a pesar del buen estado en que se encuentre, constituyen una

fuente constante de daños. Poco son las personas que usan la escalera y

andamios con un margen de seguridad; debe crearse hábitos de subir y

bajar de las mismas con seguridad; más son escasos quienes dan a esto la

suficiente importancia para hacer algo efectivo al respecto.

En este sentido, la educación es uno de las esferas profesionales


86

donde menos cuidados se tienen frente a este tipo de riesgos. No obstante,

como se señaló en párrafos anteriores el ámbito docente no se caracteriza

por elevados índice de siniestralidad, más sin embargo, como trabajadores

de la enseñanza, de manera latente, los docentes están sometidos a riesgos

derivados, entre otras, de las condiciones de seguridad en el recinto escolar.

2.2.1.3. Golpes Contra Objetos

Originados por situaciones de encontronazos o golpes contra objetos

estáticos o inmóviles, como por ejemplo mesas, sillas con cantos o esquinas

en ángulos rectos, partes salientes de máquinas, instalaciones o materiales,

estrechamiento de zonas de paso, vigas o conductos a baja altura, entre

otros. Al respecto, Burgos (2003, p. 28) sostiene que los golpes contra

objetos son aquellos casos en que la causa primordial de la lesión es una

consecuencia del movimiento de la persona lesionada, en vez del objeto o de

la sustancia o de la acción de otra persona. Estas características dificultan el

movimiento del trabajador y la realización del trabajo, lo cual puede causar

tropezones, caídas, heridas, fracturas y demás lesiones al trabajador.

Asimismo, en el puesto de trabajo, al realizar la tarea, se debe (a)

mantener la atención en los desplazamientos, evitando distracciones y prisas

que puedan provocar un accidente; (b) en el transporte manual de

materiales, evitar la obstaculización de la visibilidad del recorrido con la carga

y (c) hacer uso de los equipos de protección individual necesarios para el

desarrollo de los distintos trabajos (por ejemplo calzado de seguridad).

De igual manera, señala González (2003, p.39), que las áreas del
87

centro de trabajo, en las que los trabajadores deben permanecer o a las que

pueden acceder en razón de su trabajo, deben permanecer libres de

obstáculos, de forma que sea posible utilizarlas sin dificultades en todo

momento, evitando situaciones que provocan accidentes muy variados, tales

como tropezones del personal, choques con piezas y materiales, golpes

contra puertas que no cierran, entre otras.

Específicamente, Pérez (2009, p. 31), señala que en el ámbito escolar

éstos tienen que ver con aquellos riesgos provocados por golpes con

objetos inmóviles, como es el caso de golpes con cajones sin cerrar,

esquinas de las mesas o el propio mobiliario escolar puesto que el docente

durante la explicación de los temas se mueve por el aula. Dentro de este

apartado también habría que incluir los golpes con objetos móviles como

puede ser con alumnos en movimiento o corriendo por los pasillos en los

cambios de clase.

Coincidencialmente, todas estas teorías ponen de manifiesto que los

golpes contra objeto constituyen un riesgo para la salud y la integridad física

de los trabajadores. Asimismo, en el puesto de trabajo se deberán establecer

las condiciones adecuadas para poder circular por ese lugar y desarrollar en

él sus actividades sin riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores.

Finalmente, la investigadora refiere que, para minimizar este tipo de

riesgo dentro del recinto escolar entre las medidas preventivas a tomar

estarían: (a) el orden y limpieza; (b) delimitar pasillos suficientemente anchos

y mantenerlos libres de obstáculos, (c) evitar colocar objetos salientes y con

cantos vivos en zonas de paso, entre otros . También, los centros educativos
88

deberán:

1. Mantener en todo momento el orden y la limpieza en los locales

donde se realice cualquier tipo de tarea. Recoger toda la herramienta y el

material al finalizar la jornada. Depositar las basuras y desperdicios en

recipientes adecuados.

2. Si la iluminación es insuficiente, hacer uso de medios auxiliares y

comunicar dicha situación para proceder a su corrección.

3. No tender cables, conducciones, mangueras, entre otros, al nivel del

suelo de la zona de trabajo. Solicitar la instalación de canaletas, si fuere el

caso.

4. En relación con las puertas transparentes deberán tener una

señalización a la altura de la vista. Las puertas de vaivén deberán tener

partes transparentes que permitan la visibilidad de la zona a la que se

accede.

2.2.1.4. Sobreesfuerzos

Originados por desequilibrio entre las exigencias de la tarea y la

capacidad física del individuo, como por ejemplo: manipulación manual de

herramientas y otras cargas, operaciones de mantenimiento, trabajos en

posturas inadecuadas, con movimientos repetitivos, entre otros. Al respecto,

plantea Burgos (2003, p.28) que el esfuerzo excesivo o violentos cubre

esguinces, lujaciones, hernias, lumbagos que resultan de esfuerzos bruscos

o superiores a los que las condiciones físicas del individuo pueden


89

normalmente tolerar.

También, son frecuentes al halar y levantar objetos pesados o

voluminosos, especialmente al hacer la mayor parte de la fuerza con la

espalda y torsión de la misma, también al tratar de restablecer el equilibrio

ante resbalones y tropezones. Asimismo, González (2003, p. 98) expone que

la prevención de la sobrecarga de trabajo (física) implica mantener el

consumo de energía y el aumento del ritmo cardíaco dentro de unos valores

razonables.

De allí que, el gasto energético será más grande cuando más grande

sea el esfuerzo a realizar. Unas exigencias físicas de trabajo que sobrepasen

las capacidades del individuo (sobrecarga del trabajo) pueden llevar a una

situación de fatiga muscular, entendida como una disminución progresiva de

la capacidad de seguir realizando el trabajo al mismo nivel.

En cuanto al campo educativo señala Pérez (2009, p. 31) que los

riesgos por sobreesfuerzo se refieren a riesgos derivados de la manipulación

manual de cargas, tanto en talleres como en laboratorios, inclusive en las

propias aulas de clase. Con demasiada frecuencia las lesiones se producen

por la impaciencia al llevar a cabo el trabajo, y es conveniente tener presente

que unos cuantos minutos extra, invertidos en utilizar la carretilla para sacos,

el cargador de cilindros, o en lograr la ayuda de un colega, puede ahorrar

muchas horas, días, o incluso años de incomodidad, dolores agudos, o

incluso incapacidad.

Al confrontar las premisas de los autores señalados en los párrafos


90

anteriores, se indican su concordancias al considerar que el problema se

presenta cuando el trabajador no puede recuperarse de la fatiga acumulada

ya que sus tarea físicas o mentales sobrepasan sus capacidades, afectando

por tanto su rendimiento y salud. Por esto, señalan los autores, es importante

conocer las exigencias o cargas de trabajo de cada puesto, tanto mental

como físico, conociendo las cargas de cada puesto se podría intentar mitigar

sus efectos perjudiciales y mejorar la calidad y eficacia del trabajo, además

de su salud.

Por todas estas razones, la investigadora reseña que dentro de las

medidas preventivas, del cual no escapa el ámbito escolar, cabe indicar,

entre otras: (a) Utilizar, si es posible, medios mecánicos (grúas, sillas de

ruedas, camillas); (b) levantar las cargas flexionando las rodillas y

manteniendo la columna recta; (c) mantener la carga pegada al cuerpo

evitando giros e inclinaciones; (d) disminuir el peso de la carga y el número

de objetos que se desplazan a la vez; (e) establecimiento de pausas cortas;

(f) evitar el trabajo repetitivo alternando tareas diferentes durante la jornada;

(g), pedir ayuda de terceros; (h) utilizar ropa y calzado adecuado.

2.2.1.5. Contactos Eléctricos

La electricidad constituye un riesgo muy común en todas las actividades

industriales y comerciales. Entraña un peligro cuyas consecuencias sobre el

hombre, en caso de accidentes, se manifiestan en casos frecuentemente

fatales. Entre los riesgos de la electricidad cabe referirse aquellos relativos a


91

los contactos eléctricos, originados por los contactos directos con partes

activas de la instalación o contactos indirectos por defecto de aislamiento,

como por ejemplo: partes activas de los materiales y equipos (cables,

clavijas, bases de enchufes en mal estado, entre otros) o al contactar con

masas puestas accidentalmente en tensión (entre otros, maquinaria,

herramientas de accionamiento eléctrico).

Siguiendo este orden de ideas, González (2003, p. 40), plantea que los

accidentes eléctricos se producen cuando la persona entra en contacto con

la corriente eléctrica, pudieron diferenciarse entre: (a) contacto directo: el que

se produce con las partes activas de la instalación. Esto implica el paso de

cantidades de corriente importantes, lo que agrava las consecuencias del

choque y; (b) contacto Indirecto: el que se produce con masas puestas en

tensión, entendiéndose por masa el conjunto de partes metálicas de un

aparato o instalación que, en condiciones normales, está aislado de las

partes activas.

Por otra parte, Burgos (2003, p.55) subraya que las instalaciones

electicas deben proyectarse y ejecutarse conforme a lo establecido en el

Código Eléctrico Nacional (Norma COVENIN 200:90), única garantía de que

en estas instalaciones no ocurra ningún accidente. Así como es útil, la

electricidad puede ser dañina para la salud de las personas y peligrosa para

la conservación de la propiedad, si ella no se usa en forma racional y con las

precauciones necesarias. Cuando la electricidad se utiliza en forma

inadecuada, puede ser causa de accidentes, muchas veces mortales, como

electrocuciones, quemaduras, golpes, entre otros, y causa también de


92

incendios y explosiones.

De igual manera, señala Rojas (2001, p. 151) para la identificación de

riesgos en puestos de trabajo se utiliza la Técnica de Identificación de

Riesgos para Puestos de Trabajo(TIRPPDT), donde se toman en cuenta el

tipo de riesgo, agente, causa, medidas de prevención y control existentes así

como, las observaciones y recomendaciones para cada puesto en particular.

A continuación, en el siguiente cuadro, se presenta un ejemplo de riesgo por

“contacto con fluido eléctrico” bajo la aplicación de la TIRPPDT:

Cuadro 5
Identificación de riesgo – Puesto de trabajo

IDENTIFICACIÓN DE RIESGO – PUESTO DE TRABAJO

EMPRESA: MONACA INSTALACIÓN: MOLIENDA DE TRIGO

DEPARTAMENTO: MANTENIMIENTO PUESTO DE TRABAJO: ELECTRO-MECANICO


IV

MEDIDAS DE
PREVENCIÓN OBSERVACIONES Y
RIESGO AGENTE CAUSA
Y CONTROL RECOMENDACIONES
EXISTENTE
93

Contacto Interruptores. Flujo de Utilización de Cuando se inspecciones el equipo eléctrico,


con fluido corriente equipos de los operarios no utilizarán prendas sueltas
eléctrico. Motores y eléctrica, protección que podrían engancharse en acoplamientos,
generadores. ocasionada personal bobinas, y otras piezas en movimientos,
por una necesarios para deben quitarse relojes, pulseras, anillos,
Líneas aéreas diferencia de trabajos de lápices y plumas.
y voltaje. electricidad:
domiciliarias. Adiestrar a los operarios en los
Mal -Casco plástico. procedimientos de primeros auxilios,
Sub-estación procedimiento -Guantes de especialmente en el método de respiración
eléctrica. de trabajo. aislamiento boca a boca y en el masaje cardiaco.
dieléctrico.
Transformado Falta de -Botas de Suponer siempre que un circuito tiene
res. interruptores seguridad. corriente, a menos que se demuestre lo
de cuchilla. - Lentes de contrario.
seguridad.
Accionamient - Cinturón de Uso de las herramientas apropiadas.
o de seguridad (en
interruptores caso de trabajos Antes de comenzar a realizar inspecciones
mientras de 1 mt de o reparaciones a máquinas rotativas o
conducen una adelante). equipos de puesta en marcha automáticos
carga (motores, compresores, generadores) debe
eléctrica. realizarse una inspección de todos los
dispositivos de puesta en marcha y control
eléctrico.
Fuente: Rojas (2001)

Respecto al ejemplo ilustrado en el cuadro anterior, éste representa una

de las diferentes técnicas orientada a la prevención de accidentes, en los que

está presente la posibilidad de que se generen cuantiosas pérdidas tanto en

el aspecto humano como material y ambiental. La descripción del cargo en

referencia se corresponde al mantenimiento normal y preventivo de

maquinarias y equipos; reparación, mantenimiento y limpieza de equipos

eléctricos.

Para ello, es necesario determinar el tipo de riesgo al que está

sometido en trabajador; el agente o medios que pueden originar el riesgo;

posibles causas del riesgo; medidas de prevención que se deben tomar y el

control existente para ese tipo de riesgo, así como las observaciones y

recomendaciones para desempeñar ese tipo de cargo.

Por otra parte, la Universidad Nacional Abierta (UNA) (1985, p. 110),


94

hace referencia de algunos ejemplos de los riesgos de la electricidad y las

condiciones correctas del equipo eléctrico, que se resumen en el cuadro 6:

Asimismo, los ejemplos ilustrados en el referido cuadro representan lo

fundamental que es para cualquier planta industrial, empres o centro de

trabajo, cumplir con todas las normas relativas al manejo seguro de la

electricidad. Igualmente, se infiere que entre los principios fundamentales de

control o prevención de este tipo de riesgo, que garanticen condiciones de

seguridad, se cuentan los siguientes: inaccesibilidad, aislamiento, empleo de

medios protectores, emplear elementos aislantes, entre otros.

Cuadro 6
Riesgos y condiciones correctas del equipo eléctrico

EQUIPO RIESGO CONDICIONES DE SEGURIDAD

Los casquillos de los enchufes y las llaves En los lugares más húmedos es
Enchufes y cordones para intemperie pueden activarse a causa indispensable el empleo de enchufes y
de la humedad, polvo, uso y desgastes. llaves tipo intemperie.

El mecanismo de los enchufes puede fallar. Este tipo de enchufe es preferible en


todos los lugares.
El aislamiento puede fallar. Los cordones deben estar aislados.
Prolongaciones
Los protectores de lámparas se pueden Las clavijas serán de tipo adecuado y
activar por falta de aislamiento, por construidas con material apropiado.
humedad o por polvo.
Los enchufes deben ser tipo intemperie
Aumentan los riesgos en herramientas Los interruptores de lámparas deben
eléctricas por causa de su uso constante y ser de fibras y estar montados en forma
tener aceite o grasa. que se garantice el aislamiento eficaz.

Todas las derivaciones deben partir de


cuadros o cajas colocados en la pared.
Peligro de incendio a causa del mal estado o Toda la instalación eléctrica hacerse en
Instalaciones colocación a distancias inadecuadas. forma sólida.
eléctricas
Daños en la instalación mal colocada, por Las partes visibles deben estar
choques u otras causas. debidamente aisladas, separadas y
bien sujetas.
En los lugares húmedos debe emplearse
exclusivamente material adecuado. Ningún cordón eléctrico debe pasar a la
altura de los lugares de trabajo ni por
donde pueda sufrir deterioro.

Los interruptores y conductores nunca


95

deben estar en contacto con tuberías


de agua, aluminio, acero u otros objetos
de metal.
Por contacto. Todos los tableros de alto voltaje deben
Tableros estar aislados.
conmutadores Contacto que se produce al manipular
interruptores de aire o de otro tipo. La parte posterior de los tableros debe
estar cerrada y se emplearán aislantes
en todos.
A causa de contactos accidentales. En las máquinas deben instalarse solo
Interruptores los interruptores de seguridad.
Los interruptores ordinarios deben estar
Quemaduras por la corriente. montados en forma tal, que por las
cuchillas no circule corriente en ningún
caso cuando están abiertas.
Fuente: UNA (1985)

Asimismo, los ejemplos ilustrados en el cuadro anterior representan lo

fundamental que es para cualquier planta industrial, empres o centro de

trabajo, cumplir con todas las normas relativas al manejo seguro de la

electricidad. Igualmente, se infiere que entre los principios fundamentales de

control o prevención de este tipo de riesgo, que garanticen condiciones de

seguridad, se cuentan los siguientes: inaccesibilidad, aislamiento, empleo de

medios protectores, emplear elementos aislantes, entre otros.

En este mismo orden de ideas, Pérez (2009, p.31) plantea que en el

caso especifico de la docencia los riesgos por contactos eléctricos pueden

deberse a manipulación de diferentes aparatos que se utilizan como soporte

para impartir las clases, por ejemplo retroproyectores, ordenadores portátiles,

proyectores de diapositivas, radiocasetes, entre otros. También, se da este

tipo de riesgo en la conexión de estos aparatos a enchufes que no están en

buenas condiciones de uso o que han sido manipulados o rotos por el

alumnado.

Similarmente, los autores antes citados infieren en que cualquier

industria, empresa o centro de trabajo no puede funcionar eficientemente sin


96

el empleo de la electricidad. Así como es útil, la electricidad puede ser dañina

para la salud de las personas y peligrosa para la conservación de la

propiedad, si ella no se usa en forma racional y con las precauciones

necesarias, esto es, cuando la electricidad se utiliza en forma inadecuada,

puede ser causa de accidentes muchas veces mortales. Sin embargo, en

muchas ocasiones se desconocen los riesgos que entraña el uso de la

electricidad, y lo que es peor, en otras ocasiones se ignora. Debido a esto,

trabajar junto a la electricidad presenta importantes riesgos que es preciso

conocer y prever.

Dentro de este mismo marco de ideas, la investigadora infiere que el

control o prevención en este tipo de riesgo es fundamental, es por ello que

se debe, por lo menos, :(a) comprobar el buen estado de los cables,

enchufes y conexiones en general; (b) no sobrecargar los enchufes,

comprobar periódicamente los diferenciales y magneto térmicos; y (c) hacer

uso de la toma de tierra y revisión periódica de la misma. Igualmente, según

las Normas y Recomendaciones para el Diseño de Edificaciones Educativas,

establecidas por Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (2007,

p. 148), las instalaciones eléctricas de toda edificación educativa deben

garantizar el servicio y la seguridad de las personas y artefactos

directamente relacionados con ellas.

Asimismo, debido a que las edificaciones que se contemplan en dichas

normas son del tipo educativas, se debe ser muy estricto en el cumplimiento

de las normas de seguridad que garanticen el bienestar de los usuarios, el

correcto montaje de las instalaciones eléctricas y el adecuado uso de las


97

mismas. Así que, la seguridad en los dispositivos de protección y la

rigurosidad en las especificaciones de los materiales a utilizarse deben

garantizar su óptima instalación. Todo proyecto de instalaciones eléctricas

sigue cierta normativa y disposiciones especiales para escuelas, las cuales

se centran básicamente en la norma Covenin-200, Código Eléctrico Nacional.

2.2.2. Factores Personales de Inseguridad

Se considera factor personal de inseguridad, cualquier característica,

deficiencia o alteración mental, psíquica o física, accidental o permanente,

que permite el acto inseguro. Señala Chiavenato (2007, p. 496), son factores

personales de inseguridad problemas como visión defectuosa, fatiga física,

edad, sexo, entre otros. Por otra parte, Schultz citado por González (2006,

p.100), hace referencia a los factores personales relacionados con la

ocurrencia de los accidente, como son:

1. Inteligencia: esta sólo se relaciona con los accidentes de acuerdo al

tipo de trabajo y exigencia de la tarea a desempeñar; es decir, que mientras

la actividad requiera alto grado de juicio, en contraste con la que exija una

ejecución manual repetitiva, puede que el trabajador en su proceso de

comprensión y análisis, sea susceptible a una equivocación y ocurra el

accidente.

2. Salud y estado físico: la salud, se encuentra estrechamente

relacionado con la ocurrencia del accidente, los trabajadores que no gozan

de buena salud, tienden a ser vulnerables.


98

3. Fatiga: la fatiga física o mental eleva la tasa de accidentes y

disminuye la productividad.

4. Experiencia laboral: suele presentarse una alta tasa de accidentes

laborales cuando el trabajador no es capacitado o adiestrado para aprender

las normas de seguridad industrial en su puesto de trabajo y las actitudes

seguras correspondientes.

5. Edad: los empleados de mayor edad sufren menos accidentes que

los jóvenes, debido a su experiencia laboral; sin embargo, cuando una

persona de mayor edad sufre un percance, este tiende a ser más grave en

cuanto a las consecuencias físicas y al tiempo que se ausenta del trabajo.

6. Características personales: los trabajadores insatisfechos,

enojados, frustrados o preocupados están propensos a tener accidentes; los

estados emocionales temporales, más que patrones generales de

personalidad, parecen ser un factor causal; así, los trabajadores que sufren

de distrés pueden tener accidentes laborales.

Igualmente, Álvarez (2006, p. 169), indica que actualmente se incluyen

los factores personales dentro de las causas básicas de los accidentes de

trabajo, tales como los aspectos emocionales, la edad, el peso, fatiga, falta

de conocimiento, motivación. Estos factores, conjuntamente con los factores

de trabajo, en los cuales se identifican aspectos de las condiciones de

trabajo como herramientas inadecuadas de trabajo, uso y desgastes de los

equipos, mantenimiento de los equipos inadecuados y supervisión

inadecuada; constituyen, según el autor, las causas básicas y el origen de


99

los accidentes de trabajo.

Por su parte Burgo (2004, p. 30), considera que los factores personales

de inseguridad son severos defectos congénitos, enfermedad adquirida o

degenerativa, secuelas de accidentes o enfermedades, actitud inapropiada,

desobediencia, ignorancia, diferencias culturales. Además, falta de

experiencia en el trabajo, visión defectuosa (visión en un solo ojo,

daltonismo, nictalopía, extrema miopía), vicios como el consumo crónico de

productos tóxicos o derivados del alcohol, poca escolaridad (analfabetismo) o

desconocimiento de la lengua local, existencia de problemas familiares, entre

otros.

Al confrontar todas teorías se evidencia la semejanza de estos

fundamentos al considerar que los actos inseguros, producto de factores

personales, y las condiciones ambientales peligrosas constituyen signos y

síntomas que evidencian el fin de la cadena de causas que provocan los

accidentes de trabajo. Afirman los autores, que entre los factores personales

de inseguridad se cuenta: falta de conocimiento; incapacidad física o mental

del trabajador; baja autoestima; ausencia o altas metas propuesta; grado de

confianza; frustración; falta de buen juicio; negligencia; testarudez; falta de

valoración del trabajo; incomprensión de la norma; dificultad en la

comunicación; logro-realización; audición defectuosa, entre otros.

Al respecto infiere la investigadora que los factores personales y

factores de trabajos inadecuados se presentan en los centros de trabajo, en

general, por falta o deficiencia administrativas. Según las estadísticas, se


100

podría afirmar que se presentan más accidentes por prácticas inseguras que

accidentes por condiciones inseguras. Así, los factores personales de

inseguridad están asociados a las características personales del trabajador, y

son parte fundamentales para que el accidente ocurra.

2.2.2.1. Visión Defectuosa

En varios casos se ha reportado una relación entre la capacidad visual

y las lesiones. En cada uno de varios estudios separados, los resultados de

estas investigaciones indican la existencia de una diferencia sobresaliente en

la experiencia relativa a las lesiones entre los grupos de trabajadores que

tienen defectos en la vista y los que no los tienen. Hay varias causas que

provocan los problemas de vista en el trabajo, que podrían estar asociadas al

uso incorrecto de los equipos e instrumentos de trabajo, al entorno de

trabajo o por patologías (daltonismo, nictalopía, extra miopía, entre otras).

Al respecto Ramírez (2006, p.166), plantea que la visión es producida

por la operación coordinada de dos efectos: fisiológico (la vista), y la energía

radiante natural o artificial (ondas deluz de longitud tal sean perceptibles a

las cuales el ojos, en combinación con el cerebro, transforma en visión).

También, establece que entre los factores que afectan el grado de visión se

cuentan: a) nivel de iluminación: para sujetos con visión normal la iluminación

excesiva puede ser perjudicial, en tanto que esta misma iluminación pude ser

apta para los de visión deficiente; b) dimensión de objetos: a dimensiones


101

pequeñas del objeto de trabajo mayor iluminación.

A ello, se añade la consideración sobre los controles, esto es el que un

objeto se distinga de su entorno físico para percibirlo, pues de lo contrario se

tendría el efecto mimetizante, de su visión. Igualmente, existen muchos tipos

de problemas y perturbaciones visuales, entre otras, visión borrosa, halos,

puntos ciegos, moscas volantes y otros síntomas, que pueden declinar en

agudeza de la labor en el puesto de trabajo.

Asimismo, la Universidad Abierta Inglesa, citada por González (2006,

p.83), señala que la agudeza visual de un individuo disminuye con la edad,

cuando otros factores se mantienen iguales, esto se puede contrabalancear,

en gran medida, suministrando iluminación adicional; utilizando para

determinadas tareas visuales, ciertos niveles de iluminación que conduzcan

a una mejor ejecución.

Por su parte, plantea Burgos (2004, p.158), el ojo es parte importante

del fenómeno de la visión; recibe y transforma energía radiante. Esta energía

radiante va transmitida al cerebro donde se produce la visión. Es por ello

que, tras haber enfocado un objeto, el ojo lo ve gracias a su tamaño, su brillo

y al contraste con un fondo. Cuando dos objetos están en la misma distancia

y son de tamaño desigual, el más grande abarca más superficie de las retina

que el menor. Si tiene el mismo brillo, el más grande introducirá más energía

luminosa a la retina; por lo tanto, será más fácil de ver. El objeto más

pequeño puede tener su brillo aumentado hasta el punto de que introduzca

más energía luminosa en el ojo que el objeto más grande. Entonces los dos
102

pueden ser igualmente visibles.

Señala el precitado autor, también hay que introducir el elemento

tiempo, debido a que el proceso visual no es instantáneo. La función visual

toma tiempo. Los objetos de poco brillo y poco contraste exigen un mayor

tiempo de enfoque que los objetos de mayor brillo o contraste. El aumento

del brillo, dentro de la capacidad del ojo, acorta el tiempo para ver. Otro

aspecto importante de indicar son los principales riesgos para los ojos,

dentro del contexto de higiene y seguridad industrial, como lo son: impacto

de partículas proyectadas; polvos; vapores y líquidos químicos; salpicaduras

de metales en fusión; rayos de luz dañinos.

Como se puede apreciar, al contrastar las teorías expuestas

anteriormente, existe similitud en cuanto a que la iluminación y el color van

asociados en todo cuanto se refiere a las tareas en las que intervienen los

ojos. Los contrastes marcados de color y brillo forman una combinación

nociva para la vista del trabajador, cuando éste está expuesto a la acción de

dicha combinación durante largos períodos de tiempo. Así, para mantener

buenas condiciones visuales, en la mayoría de los centros de trabajo, debe

proporcionarse iluminación adecuada, ya que ello influye en el desempeño y

rendimiento laboral.

En consecuencia, plantea la investigadora que, es necesario conjugar el

bienestar del docente con el de los alumnos o alumnas, ya que hay algunos

de ellos presentan disfunción visual. La visión normal se presenta cuando la

luz es enfocada directamente sobre la retina y no al frente ni detrás de ella.


103

Una persona con visión normal puede ver objetos claramente estando cerca

o lejos.

Cabe señalar, que alrededor de los 65 años, los ojos generalmente han

perdido la mayor parte de la elasticidad necesaria para enfocar de cerca,

pero todavía es posible leer con la ayuda de la prescripción apropiada. Aun

así, es muy posible que la persona necesite sostener los materiales de

lectura a una distancia mayor y que también necesite una letra más grande y

más luz para poder leer.

En este mismo orden de ideas, Menéndez y otros (2006, p. 60), hace

referencia sobre este punto en el campo especifico de la docencia, donde el

hecho de llevar gafas o lentillas condiciona mucho a la hora de adecuar el

ambiente lumínico, sobre todo ante la necesidad de ajustarse a las

condiciones derivadas de las nuevas tecnologías.

2.2.2.2. Fatiga Física

La fatiga física puede ser considerada como la pérdida de rendimiento,

que aparece asociada a sobrecargas funcionales y que se manifiesta tras la

ejecución de un ejercicio físico, y que conjuntamente a otros tipos de fatiga

(mental, sensorial, local, general, entre otras) se le concibe generalmente por

fatiga.

Al respecto, González (2003, p. 207), define la fatiga como “la

disminución de la capacidad física y mental de un individuo, después de

haber realizado un trabajo durante un período de tiempo determinado”.


104

También, la fatiga física puede ser considerada como el esfuerzo que

realizaría el trabajador sometido a una determinada tarea, por lo que el

concepto de carga se debe vincular con la actividad y, el del esfuerzo, con

el trabajador.

Asimismo, hace referencia Schultz, citado por Gonzalez (2006, p.

100), que los factores personales relacionados con la ocurrencia de los

accidentes como la fatiga física o mental eleva la tasa de accidentes y

disminuye la productividad. Igualmente, Burgos (2004, p. 30), señala entre

los factores personales de inseguridad la fatiga o intoxicación aguda,

pudiendo ser voluntaria (beodez, narcosis) o involuntaria (toxo-infección,

alimentaria, medicinal).

En este sentido, Mondelo y otros (2001, p. 206), expone que tener una

actividad física o mental demasiada intensa es estresante y provoca fatiga

(física o mental o ambas a la vez), pero tener muy poca actividad física o

mental provoca los mismos resultados por aburrimiento y monotonía. Lo ideal

sería que el trabajador tenga una carga de trabajo proporcional a su

capacidad física y mental. Igualmente, el trabajo físico implica mecanismos

fisiológicos musculares, por lo que el metabolismo energético supone la

transformación de la energía química, en energía mecánica y térmica. Por

ello se podría definir la fatiga física como la sensación de cansancio o

agotamiento que se produce después de realizar un ejercicio físico.

Ahora bien, desde el punto de vista de las actividades físicas y el

deporte el término fatiga se utiliza habitualmente para definir diferentes y


105

variados estados del individuo, por ejemplo, cuando un maratoniano

abandona una prueba se dice que se debe a que está fatigado, pero también

cuando un equipo juega muchos partidos continuados y entra en una fase de

resultados negativos, o cuando un atleta no da mantenido el ritmo de la

carrera; también se puede hablar de fatiga de una persona, de un grupo o

equipo determinado e incluso de una parte del cuerpo o fatiga muscular

localizada en un segmento en concreto.

Al contrastar todas las teorías y conceptos indicados en los párrafos

anteriores se hace evidente la correlación entre ellos, al considerar que la

fatiga física o muscular está relacionada a la perdida de rendimiento, que

aparece asociada a sobrecargas funcionales y que se manifiesta tras la

ejecución de un ejercicio físico, por lo que se impone de manera ineludible la

necesidad de cesar o, cuando menos reducir la magnitud del esfuerzo o la

potencia del trabajo que se está realizando. Igualmente, señalan los autores,

en caso de que la fatiga persista a pesar de que repose lo suficiente debe

ser motivo de consulta médica, ya que este problema requiere atención

medica.

De ahí que, la investigadora infiere que, la fatiga reduce la atención del

trabajador, entorpece sus movimientos y hace descuidar las precauciones.

También, podría señalarse, que las principales causas son el exceso de

trabajo físico superando los límites de tolerancia bien sea por elevados

volúmenes del mismo o por utilizar cargas demasiado intensas, también se


106

puede deber a la deficiencia en los descansos o a no respetar los períodos

de reposo adecuados e incluso por una alimentación e hidratación

incorrectas e insuficientes, todo ello llevará a una serie de estados, carencias

y alteraciones fisiológicas.

Así que, en el espacio escolar, en el fenómeno de la fatiga hay que

tener en cuenta que existen varios factores que interaccionan entre sí para

constituir una causa. Son los siguientes: duración o intensidad del esfuerzo

físico y del esfuerzo mental; el ambiente laboral (microclima, ruido,

iluminación, vibraciones, entre otra); alteraciones de los ritmos circadianos;

problemas psíquicos presentes a las personas (responsabilidades, conflictos,

preocupaciones, malestares y enfermedades que pueda padecer el sujeto);

una alimentación inadecuada o no bien organizada. De allí que, la capacidad

de recuperación del docente dependerá, no solo de sus posibilidades

personales, sino fundamentalmente de las condiciones del trabajo.

2.2.2.3. Edad

La edad es una variable diferenciadora, pero no necesariamente en

sentido negativo. Al respecto, Menéndez y otros (2006, p. 48), plantea que

“a los cambio evolutivos derivados del declive biológico van asociadas

pérdidas, sobre todo perceptivo-motoras, pero también ganancias en las

competencias derivadas de la experiencia, el avance intelectual posformal y

dialéctico, y de los beneficios de las oportunidades formativas”.

Por su parte, Schultz, citado por González (2006, p. 100), hace


107

referencia a la edad dentro de los factores personales relacionados con la

ocurrencia de los accidentes. Plantea que los empleados de mayor edad

sufren menos accidentes que los jóvenes, debido a su experiencia laboral;

sin embargo, cuando una persona de mayor edad sufre un percance, este

tiende a ser más grave en cuanto a las consecuencias físicas y al tiempo que

se ausenta del trabajo.

No obstante, Romero, citado también por González (2006, p.94),

refiere, que la edad en sí misma no es fuente de riesgo; se convierte en un

factor de riesgo psicolaboral acompañado de situaciones de discriminación

en el trabajo o de actitudes sociales negativas que contribuyen al

menosprecio o a la preferencia de unas edades sobre otras.

Asimismo, Mondelo y otros (2001, p. 207), señala que la edad es un

factor importante en un trabajador. Con los años en un mismo puesto las

personas ganan en experiencia y en actos reflejos condicionados. No

obstantes, pierden en capacidad de trabajo físico, velocidad de movimientos,

resistencia física en general, capacidad auditiva y visual, entre otra.

Por ejemplo es raro encontrar personas de más de 25 años de edad

sirviendo en una hamburguesería, ni en la caja de un supermercado que

tenga un alto flujo de compradores, ya que la intensidad del trabajo es muy

elevada. Las líneas de montaje de las fábricas de automóviles,

electrodomésticos, son otro buen ejemplo del sesgo que proporciona la edad

al tipo de actividad a desarrollar.


108

Es por ello que, la mayoría de medidas en relación con la edad de los

trabajadores se plantean tanto individualmente como de forma colectiva y se

relacionan generalmente con: a) adaptación de puestos de trabajos: rediseño

del trabajo, cambio de trabajo, ayudas tecnológicas; b) promoción y

prevención de la salud; c) establecimiento y ajuste de planes de carrera; c)

mejora en condiciones de trabajo y cambios en la organización del trabajo.

En efecto, para entender las repercusiones del envejecimiento en el

trabajo, conviene considerar la importancia que la ocupación profesional

tiene para el individuo desde un marco más general. El trabajo es una

actividad fundamental en la estructuración de comportamiento humano:

ocupa nuestro tiempo, configura con nuestras vidas con horarios, jornadas,

hábitos, vacaciones; permite sentirnos miembros de un grupo, es fuente de

valor personal y de autoestima, nos aporta relaciones personales, y en

condición importante en la adquisición de poder, estatus, dinero, entre otros.

A lo largo del ciclo vital, la significación del trabajo para la persona varía, así

como su consideración social.

Por otra parte, el edaísmo actual (discriminación por la edad) afecta

tanto al desempleo juvenil como al de los trabajadores de edad mediana

(más de 45 años) y es un fenómeno que hay que añadir al sexismo

(discriminación por el género). Este hecho parece contradictorio, al ocurrir en

una época en la que, como consecuencia del envejecimiento poblacional, la

edad media de la población activa aumenta en la mayoría de los contextos

laborales. Dos tendencias son claras: la población activa es de más edad y


109

aumenta la incorporación de mujeres.

También, las dificultades económicas para mantener las presentaciones

sociales derivadas de diferentes factores (dificultades de reemplazos

generacionales por el bajo índice de natalidad, cambios en las implicaciones

del estado del bienestar, economía mundial y movimientos migratorios, entre

otros.) han provocado la revisión de las condiciones de la jubilación.

Por otra parte, el empleo juvenil plantea dificultades, de modo que se

retrasa la incorporación de los jóvenes a los puestos de trabajo acordes con

su formación. Pero, a partir de cierto momento, es el adulto joven el que tiene

mayores posibilidades de contratación. Las personas de más de 45 años se

encuentran con dificultades para encontrar un nuevo puesto de trabajo en el

caso de salir de una empresa por cualquier motivo.

Asimismo, la autonomía de los jóvenes actuales contrasta con las

dificultades para ser independiente económicamente, lo que supone para los

padres una mayor responsabilidad económica (la salida del hogar familiar se

retrasa, los padres ayudan en los gastos de la formación especializadas,

sobre todo universitaria, el consumismo juvenil eleva los gastos).

Además, las características del mercado de empleo y sistema de los

contratación aumentan las dificultades de los adultos en mediana edad

cuando, situados en la etapa evolutiva de la generatividad, deberían estar en

una fase vital satisfactorias y productiva apoyando a la generación anterior,

los padres ya mayores, y la siguiente, los hijos, abriéndose camino en el


110

trabajo y en las relaciones con el reto de la paternidad/maternidad.

Dentro de este marco de referencia, es evidente la aproximación de

todos estos postulados al considerar que la edad es relativa, como factor

personal de inseguridad, ya que todas las personas no presentan la misma

actitud, ni física, ni mentales, debido a que los roles a nivel laboral son

distintos y los tipos de trabajo también, unos más pesados o estresantes u

otros con menos trabajo. Sin embargo, en el ámbito laboral, por ejemplo, los

trabajadores con 40 años de edad en adelante son considerados viejos o de

edad avanzada; no obstante, suelen tener una experiencia que les permiten

ser creativos, unido esto a la madurez del control de su equilibrio

psicoemocional.

Coinciden también los autores al considerar que la edad con tal, no es

tan importante como los problemas específicos que las personas

experimentan como resultado de su edad tales como: sentirse inútil, deterioro

físico y mental, las presiones y limitaciones a las que están sometidas las

personas por la sociedad. Al igual, indican los autores que la influencia de

factores hereditarios, de dieta y de hábitos personales, influyen

significativamente en el proceso de envejecimiento.

De todo este contexto, la investigadora infiere que el trabajo en sí

mismo ha cambiado; las tecnologías de la información y de la comunicación

(TCI), la robótica y los nuevos sistemas de producción exigen una

información específica y continua. La carga de trabajo biopsicosocial

derivada de dichos cambios provoca replanteamiento en las características


111

de la eficiencia laboral y en la consiguiente formación de los trabajadores. La

consecuencia de todo ello es que en la actualidad, en la mayoría de los

países, se plantea un importante problema con la contratación y el

mantenimiento en los puestos de trabajo de acuerdo a la edad del colectivo

económicamente activo.

Ahora bien, en el campo laboral de la docencia Menéndez y otros,

hacen referencia a que según un estudio de Comisiones Obreras sobre la

enseñanza pública, la distribución de los docentes organizada en intervalos

de edad entre los 20 y los 65, se reparte de modo en el 43% de la muestra

tienen 35 y 44 años, el 27% entre 45 y 54 años, y el 22% son menores de 35

años y el 7% son mayores de 54 años. A partir de estos datos se podría

afirmar que la población docente de centros públicos es una población joven:

casi un 66% tiene menos de 44 años. Cifra que se eleva al 93% si se incluye

hasta 54 años. Esto significa que en los cinco años previos a la jubilación

anticipada o en las 10 para la jubilación forzosa solo hay un 7% de la

población docente.

De igual modo, las estadísticas relativas a otros niveles educativos,

tanto públicos como privados, son necesarias para conocer la situación de

los otros colectivos. Se podría decir que la situación no coincide en la

mayoría de los casos con los datos expuestos. Ya que la proporción de

docentes universitarios mayores de 45 años da la impresión de ser más

elevada. La coincidencia en el tiempo de la edad de jubilación de alguno de

estos grupos, como por ejemplo en algunas de las universidades públicas,


112

será un fenómeno interesante que considerar en la renovación de las

plantillas y las nuevas perspectivas para profesores y profesoras jóvenes.

Entonces, importa la adaptación profesional del colectivo de más de 50

años y la adaptación a su propio proceso de envejecimiento su salud y su

calidad de vida, desde una situación profesional personal determinada, con

diferentes tipos de contratación, la mayoría estable, algunos con más de 25

años de actividad docente y con posibilidad de prolongar la vida profesional

de 15 a 20 años más.

2.2.2.4. Sexo

El sexo es una variable a considerar para ayudar a mejorar aspectos

productivos en el trabajo, al respecto Mondelo y otros (2001, p. 207), plantea

que las personas, en algunos casos, actúan y reaccionan distinto en función

del sexo: no mejor ni peor, sino distinto”. Por ejemplo, generalmente las

mujeres son más meticulosas y esmeradas en trabajos que exigen

delicadeza, sus tiempos de reacción son ligeramente mayores, son más

sensibles a los ruidos, soportan menos la sobre carga térmica, poseen una

capacidad de trabajo físico y capacidad vital menores que los hombres, su

metabolismo basal es menor, los ángulos de los movimientos articulares son

más amplios, su piel es menos gruesa, más delicada y más fina al tacto.

Además, la mujer posee menos masa muscular y mayor concentración

de grasa en glúteos y caderas, al poseer menos glóbulos rojos en su sangre

requiere de una frecuencia cardíaca mayor, poseen mayor razonamiento


113

verbal, entre otros. Referencia Mondelo, que esta especialización sexual

tiene su base en que estamos diseñados por la naturaleza para cumplir con

éxito una función natural: garantizar la supervivencia humana.

De igual manera, señala González (2006, p.110), hoy en día la mujer se

encuentra presente en la población económicamente activa; pero aún los

hombres y mujeres no son iguales en términos de identidad, existiendo

diferencias en las oportunidades de convivir como iguales. Por su parte,

Robbins, citado por González (2006, p. 111), reseña que la mujer usa un

estilo de liderazgo en su rol laboral, diferente al usado por el hombre, más

democrático, fomenta la participación, comparte el poder y la información y

trata de reforzar el auto valor a sus seguidores.

Sin embargo, refiere González que en Venezuela los cambios en las

estructuras económicas y sociales han generado una mayor oferta de la

mano de obra femenina, lo que ha propiciado que cada vez más la mujer se

inserte en el sector formal de la economía; logrando además, la convivencia

con los hombres en el campo laboral en condiciones de equidad y respeto.

Partiendo del acuerdo entre los diferentes postulados referidos

anteriormente, es de señalar que los autores corroboran que en la actualidad

en muchas organizaciones existe una cultura laboral que reconoce la

igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades para ambos sexos.

Restándole merito a la segregación que existe a partir del análisis de la

distribución porcentual de hombres y mujeres en las distintas ocupaciones y

en los diferentes niveles de remuneración, así como participación en el


114

mercado laboral.

En cuanto al contexto educativo Menéndez y otros (2006, p.40), que la

desigualdad en la distribución de hombres y mujeres docentes en las

diferentes etapas educativas es muy significativa. Es evidente lo que

muestran los diferentes estudios realizados: cuanto es menor la edad del

alumno, mayor es el número de mujeres docentes. Señala la citada autora,

que según el informe de Comisiones Obreras del 2000 referido a la

enseñanza pública, en educación infantil hay un 85% de mujeres, en

educación primaria un 73% y en la educación media un 49%.

Generalmente, la distribución de géneros en la educación superior varía

en relación con las diferentes carreras y, aunque la presencia femenina

aumenta sin parar en estudios antes realizado mayoritariamente por

hombres, aún está clara la desproporción de géneros que se da en los

distintos niveles de las áreas educativas y sanitarias.

Igualmente, en cuanto a los puestos de trabajo, informes recientes

señalan que hay desproporción a favor de los hombres jóvenes en cuanto a

contratación (sobre todo la empresa privada) y también en cuanto al sueldo

(se habla de un 34% de diferencia media, por supuesto a favor de los

hombres), consecuencia en algunos casos del menos número de horas

trabajas por la mujer. La diferencia son menores en el sector público y en

tramos de dedicación de 35-39 horas semanales. Según dichos datos, la

dedicación parcial es mayoritariamente femenina.

En fin, infiere la investigadora que la desigualdad del mercado laboral

hace pensar la significación que puede tener la distribución de hombres y


115

mujeres en el sistema educativo y las probabilidades de incorporación de un

modo más equilibrado. La presencia de más hombres en educación infantil

daría unas condiciones de trabajos interesantes tanto para los profesionales

como para el alumnado.

3. SISTEMA DE VARIABLES

3.1. Variable de Estudio 1: Condiciones de Trabajo

3.1.1. Definición Conceptual

Se consideran condiciones de trabajo los factores del entorno de

producción que influyen en la salud y rendimiento de trabajo. Ramírez (2006,

p.195).

3.1.2 Definición Operacional

Son los factores que constituyen el ambiente físico y social del

trabajador y los aspectos del contenido de trabajo que actúan sobre la salud

y bienestar de los trabajadores.

3.2. Variable 2: Seguridad en Puestos de Trabajo

3.2.1. Definición Conceptual

Conjunto de medidas técnicas, educativas, médicas y psicológicas

empleadas para prevenir accidentes y eliminar las condiciones inseguras del

ambiente, y para instruir o convencer a las personas acerca de la necesidad


116

de implantar prácticas preventivas. Chiavenato (2000, p.292).

3.2.2. Definición Operacional

Es la aplicación de medidas adecuadas y procedimientos necesarios

para la continua identificación de peligro, evaluación de los riesgos e

implantación de medidas de control necesarias, requiriendo de la ayuda de

todo el personal para la prevención de incidentes y accidentes de trabajo.


Cuadro 7
Operacionalización de Variables
OBJETIVOS ESPECIFICOS VARIABLES DIMENSIONES INDICADORES Items

 Iluminación
Identificar las condiciones ambientales del puesto de trabajo del  Temperatura
Condiciones 1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,
docente en Instituciones Educativas, del Municipio Escolar San  0rden
ambientales 11,12,13,14,15,
Francisco 1, Parroquia Francisco Ochoa, Estado Zulia.  Ventilación
 Ruido
Condiciones de
Trabajo
 Duración de la jornada
Describir las condiciones de tiempo de trabajo del docente en
 Horas extras 16,17,18,19,20,21,2
Instituciones Educativas, del Municipio Escolar San Francisco 1, Condiciones de Tiempo
 Pausas 2,23,24,25,26,27,
Parroquia Francisco Ochoa, Estado Zulia.
 Vacaciones

 Caídas al mismo nivel


Caracterizar los riesgos relacionados con la práctica docente en  Caídas a distinto nivel 28,29,30,31,32,33,3
Riesgos relacionados con
Instituciones Educativas, del Municipio Escolar San Francisco 1,  Golpes contra objetos 4,35,36,37,38,39,40,
la práctica docente
Parroquia Francisco Ochoa, Estado Zulia.  Sobreesfuerzos 41,42,
Seguridad en puestos  Contactos eléctricos
de Trabajo
 Visión defectuosa
Analizar los factores personales de inseguridad de trabajo en
Factores personales  Fatiga física 43,44,45,46,47,48,4
docentes en Instituciones Educativas, del Municipio Escolar San
de inseguridad  Edad 9,50,51,52,53,54.
Francisco 1, Parroquia Francisco Ochoa, Estado Zulia.
 Sexo

Establecer la relación entre las Condiciones de Trabajo y


Seguridad en puestos de Trabajo del docente, en Instituciones
Para el logro de este objetivo se aplicará la fórmula del Coeficiente de Pearson
Educativas, del Municipio Escolar San Francisco 1, Parroquia
Francisco Ochoa, Estado Zulia.

Proponer lineamientos teóricos para el mejoramiento de las


Objetivo General: Determinar la relación entre Condiciones de Trabajo y Seguridad en Puestos de Trabajo
Condiciones de Trabajo y Seguridad en puestos de Trabajo del
del docente, en Instituciones Educativas del Municipio Escolar San Francisco 1, Parroquia Francisco Ochoa,
docente en Instituciones Educativas, del Municipio Escolar San
Estado Zulia.
Francisco 1, Parroquia Francisco Ochoa, Estado Zulia.

Fuente: León (2010).

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