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LECCION 11. LA ESTETICA.

LA REALIDAD DESDE EL ARTE, LA


LITERATURA Y LA MUSICA.

2 La creació n artística.

2.1 El arte como instrumento de comprensió n y expresió n de la realidad.

El ser humano ha ido construyendo poco a poco un mundo, un universo cultural,


en el que poder vivir humanamente. Este mundo posee diversos niveles
interdependientes y relacionados entre si. Dentro de este universo cultural creado
por los humanos se pueden distinguir, desde la perspectiva de la satisfacció n de
necesidades, dos niveles:

- Un nivel prá ctico, constituido por el conjunto de actividades y objetos con


las que el ser humano trata de satisfacer sus necesidades de alimentació n y
que constituyen, sin duda, el repertorio mayor, tanto de objetos como de
actividades de su vida.
- Un nivel desinteresado, en el que los individuos y el propio grupo social
encuentran satisfacciones má s profundas, y que es el nivel de la creació n
artística. En este nivel no se satisfacen necesidades materiales, sino que se
expresan sentimientos y, al mismo tiempo, se desarrolla una vida interior
personal enormemente sugestiva. Estas actividades producen placer y
permiten comunicar y compartir sentimientos y, con ello, enriquecen la
vida individual y colectiva.

2.2 Arte y juego.

Entre estas actividades destaca el juego. El juego es una conducta espontanea y


desinteresadda, por medio de la cual los seres humanos exploran el entorno y
despliegan su actividad física, mental y emocional.

De los primeros instrumentos que utilizaron los humanos eran también objetos de
arte. Se da a los objetos una forma especial que los carga de simbolismo. Los
objetos de arte expresan los sentimientos del artista que, a su vez, son asumidos
por su pueblo. Expresan también creencias e ideas y son el centro de fiestas y
rituales.

2.3 Arte y religió n

El arte y la religió n comparten un mundo de fantasias y sentimientos en el que los


hombres manifiestan sus aspiraciones má s profundas, crean valores y confieren
sentido al mundo y a la vida.

En los pueblos primitivos el artista representa al pueblo, comparte y expresa sus


sentimientos e ideas. Sus obras dan cuerpo a mitos y leyendas que se convierten en
objetos de culto; en torno a ellos se organizan fiestas rituales.
2.4 El arte en la historia

Arte viene del latín ars que a su vez viene del griego téchne. Era la habilidad para
construir algú n objeto. El arte incluia conocimiento y dominio de una serie de
reglas de cará cter general.

En la antigü edad el arte era un campo mucho má s amplio que en la actualidad,


incluia todas aquellas actividades que requerían el conocimiento y dominio de
reglas. Eran arte por tanto la pintura, la escultura, la cerá mica, pero también lo
eran la medicina o la estrategia militar.

En la edad media se dividieron en liberales y mecá nicas. Liberales, son las


liberadas del trabajo físico y se consideraban superiores a las artes mecá nicas o
vulgares.

En el renacimiento, el concepto de arte sufrió una gran transformació n. Se dejó


poco a poco de considerar arte a los oficios de los artesanos y se relacionó el arte
solo con la producció n de obras bellas. En el siglo XVIII se consolidó este proceso y
solo se consideraron artes las bellas artes.

Hacia 1900 la evolució n de las artes y el aná lisis mismo del concepto de arte,
dieron lugar a la aparició n de las llamadas vanguardias, en especial el dadismo y el
surrealismo, que no creían que la belleza fuera una característica necesaria y
distintiva del arte.

Las vanguardias rompieron con el arte tradicional y quisieron crear un arte capaz
de hacer surgir una nueva sociedad una sociedad en la que todos los hombres
cultivaran su capacidad creativa y no solo unos pocos artistas.

Las vanguardias fueron, pues, un grito de libertad que apostó por la creació n como
medio de conseguir un futuro nuevo, aunque con la perspectiva que da el haber
finalizado ya el sigo XX y ver lo que en él ha sucedido, se puede decir que no
consiguieron sus objetivos y que, en este sigo, lo que ha ocurrido es que el arte se
ha fragmentado y se ha encerrado cada vez má s en si mismo.

2.5 Hacia una definició n del arte.

El arte es una manifestació n de la creatividad humana que hace surgir obras que
antes no existían, obras nuevas que no está n sujetas a reglas.

a) el arte es en primer lugar creació n. El arte no sigue unas reglas estrictas


estalecidas de antemano, sino que es libre e inventa sus propias reglas.
b) El arte es ademá s creació n de formas.
c) El arte es un acto de creació n que pretende producir belleza y provocar un
determinado tipo de emociones. El arte es una actividad humana que aspira
a conseguir la belleza, una belleza que pueda producir sentimiento de
agrado.
3 El arte en el mundo contemporá neo.

En el mundo contemporá neo hay un variadisimo nú mero de maneras de entender


el arte y la expresió n artística.

Podemos clasificarlas en tres grupos de límites muy amplios: el simbolismo, el


expresionismo y el formalismo.

3.1 El simbolismo.

Se fija precisamente en su cará cter de símbolo. El ser humano entiende el arte


como la creació n de formas sensibles que se transforman en símbolos intuitivos.
Entiende el arte como el lenguaje en el que los signos verbales, figurativos o
cinéticos (poesía, pintura o mú sica) comunican y transmiten mensajes.

El simbolismo tiene sus inicios en Baudelaire y en su obra “Las flores del mal”. Es
una reacció n contra el realismo y el naturalismo y como tal exalta los sueñ os y la
imaginació n. Son también impulsores del simbolisjo Arthur Rimbaud y Paul
Verlaine.

3.2 El expresionismo.

El arte es expresió n de sentimientos. En la obra de arte se encuentran la


sensibilidad del artista y la sensibilidad de quienes contemplan la obra y se
produce un contagio afectivo que abre horizontes y crea valores nuevos que todos
experimentan como suyos.

El expresionismo surge como corriente artística a principios del siglo XX, como
reacció n contra el impresionismo. Los artistas impresionistas presentaban en sus
obras una impresió n del mundo externo, en cambio, los expresionistas quieren
reflejar el mundo interior, expresar sus sentimientos. Para ello, emplean la línea y
el color con un tono fuertemente emotivo, deforman la realidad para expresar de
forma mas subjetiva tanto al ser humano como a la naturaleza. Los temas de la
soledad y la miseria, y los colores violentos, ponen de manifiesto la amargura que
se sintió en los añ os anteriores a la Primera Guerra Mundial y en periodo de
entreguerras. Surge de un deseo de cambio, de una defensa de la libertad
individual, de lo irracional y de los temas prohibidos (Lo fantá stico, lo pervertido,
lo demoniaco).

Uno de los exponentes má s representativos de esta corriente es Vicent Van Gogh.


Tambien el noruego Edvard Munch con un estilo que refleja su interior torturado,
con un colorido fuerte y arbitrario. Su obra el grito muestra la angustia en un
ambiente de soledad e incomunicació n.

3.3 El formalismo.

Los formalistas ponen el valor artístico en la forma. La forma racional o


imaginativa que el artista plasma en los colores, la materia o los sonidos es lo que
hace que algo sea una obra de arte. De manera que el contenido profundo de la
obra de arte consiste en la forma como dice Konrad Fiedler.

Surge en el ú ltimo tercio del siglo XIX con la teoría de la pura visibilidad de Fiedler,
destaca la forma figurativa sobre el contenido o la intenció n del autor.

Los formalistas conciben, pues, el arte como una creació n de la forma por parte de
la imaginació n, diferente y contrapuesta a la reproducció n exacta de la naturaleza.
El arte se identifica, por consiguiente, con las formas, dejando de lado todo lo
demá s.

4. La estética.

4.1 La reflexió n sobre la belleza.

En el siglo XVIII la estética se convierte en una disciplina filosó fica independiente


que tiene como objeto el estudio de la belleza o de la perfecció n del conocimiento
sensible.

4.2 La belleza como algo objetivo.

Los griegos tenían de la belleza un concepto má s amplio que el actual, puesto que
para ellos no solo podían ser bellas las cosas, sino también las costumbres y los
mismos pensamientos.

Los primeros que elaboraron una teoría de la belleza fueron los pitagó ricos en el
siglo V a.C. Su interés por la geometría los llevó a estudiar las proporciones.

Afirmaron que la belleza consistía en la proporció n de las partes, una proporció n


que se basa en las relaciones de armonía. La belleza se encontraba en el orden y la
proporció n. Establecieron un canon o modelo de perfecció n.

Los griegos pensaban ademá s que los artistas estaban inspirados por las musas.
Plató n decía que el poeta está poseído por la divinidad, dominado por el
entusiasmo creativo que le inspira bellos poemas.

4.3 La belleza como algo subjetivo

Los primeros romá nticos hacían consistir la belleza en la vitalidad y en la


expresió n de las emociones. Para ellos, el artista estaba poseído por una
inspiració n que iluminaba y estimulaba su fuerza creadora. Pero esta inspiració n
no venía de fuera, como ocurría en la tradició n plató nica, sino de dentro, de lo má s
profundo del alma del artista,

Se empezó a considerar la belleza como fenó meno subjetivo, como una impresió n
subjetiva. Hume afirmaba que la belleza no es una cualidad de las cosas mismas,
sino que se da en la mente que las contempla y , por ello, cada mente percibe una
belleza diferente. La belleza se convirtió , pues, en algo relativo a cada persona. De
manera que lo que para unos era bello, para otros podía ser feo o viceversa.

La percepció n de esa forma bella es la que produce placer y, por ello, la experiencia
estética es algo subjetivo, individual.

Kant distingue entre placer sensible, que es el placer producido por el objeto físico
que afecta a los sentidos y que es un placer interesado y el places estético, en el que
no hay estimulo físico inmediato, no existe un objeto físico que afecte directamente
al sujeto y que, por lo mismo, es desinteresado. Está producido por la percepció n
de la armonía entre la sensibilidad y el entendimiento que proporciona el
descubrimiento de la forma de determinados objetos.

4.4 Crisis del concepto de belleza.

A partir de finales del siglo XIX el concepto de belleza entra en crisis. Son muchos
los pensadores que sostienen que es imposible elaborar una teoría de la belleza. Lo
importante de una obra de arte es la impresió n estética que produce, no el que sea
bella. Como dice Apollinaire, nos gusta tanto la fealdad como la belleza y por tanto
el arte no tiene que ser necesariamente bello. Decir de algo que es bello es
simplemente afirmar que agrada.

En nuestros días las teorías estéticas han tomado dos caminos opuestos. Por una
parte la teoría del arte por el arte defiende la autonomía absoluta del arte y, por
otra, el sociologismo estético o realismo social que defiende la dependencia social
del arte.

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