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2 La creació n artística.
De los primeros instrumentos que utilizaron los humanos eran también objetos de
arte. Se da a los objetos una forma especial que los carga de simbolismo. Los
objetos de arte expresan los sentimientos del artista que, a su vez, son asumidos
por su pueblo. Expresan también creencias e ideas y son el centro de fiestas y
rituales.
Arte viene del latín ars que a su vez viene del griego téchne. Era la habilidad para
construir algú n objeto. El arte incluia conocimiento y dominio de una serie de
reglas de cará cter general.
Hacia 1900 la evolució n de las artes y el aná lisis mismo del concepto de arte,
dieron lugar a la aparició n de las llamadas vanguardias, en especial el dadismo y el
surrealismo, que no creían que la belleza fuera una característica necesaria y
distintiva del arte.
Las vanguardias rompieron con el arte tradicional y quisieron crear un arte capaz
de hacer surgir una nueva sociedad una sociedad en la que todos los hombres
cultivaran su capacidad creativa y no solo unos pocos artistas.
Las vanguardias fueron, pues, un grito de libertad que apostó por la creació n como
medio de conseguir un futuro nuevo, aunque con la perspectiva que da el haber
finalizado ya el sigo XX y ver lo que en él ha sucedido, se puede decir que no
consiguieron sus objetivos y que, en este sigo, lo que ha ocurrido es que el arte se
ha fragmentado y se ha encerrado cada vez má s en si mismo.
El arte es una manifestació n de la creatividad humana que hace surgir obras que
antes no existían, obras nuevas que no está n sujetas a reglas.
3.1 El simbolismo.
El simbolismo tiene sus inicios en Baudelaire y en su obra “Las flores del mal”. Es
una reacció n contra el realismo y el naturalismo y como tal exalta los sueñ os y la
imaginació n. Son también impulsores del simbolisjo Arthur Rimbaud y Paul
Verlaine.
3.2 El expresionismo.
El expresionismo surge como corriente artística a principios del siglo XX, como
reacció n contra el impresionismo. Los artistas impresionistas presentaban en sus
obras una impresió n del mundo externo, en cambio, los expresionistas quieren
reflejar el mundo interior, expresar sus sentimientos. Para ello, emplean la línea y
el color con un tono fuertemente emotivo, deforman la realidad para expresar de
forma mas subjetiva tanto al ser humano como a la naturaleza. Los temas de la
soledad y la miseria, y los colores violentos, ponen de manifiesto la amargura que
se sintió en los añ os anteriores a la Primera Guerra Mundial y en periodo de
entreguerras. Surge de un deseo de cambio, de una defensa de la libertad
individual, de lo irracional y de los temas prohibidos (Lo fantá stico, lo pervertido,
lo demoniaco).
3.3 El formalismo.
Surge en el ú ltimo tercio del siglo XIX con la teoría de la pura visibilidad de Fiedler,
destaca la forma figurativa sobre el contenido o la intenció n del autor.
Los formalistas conciben, pues, el arte como una creació n de la forma por parte de
la imaginació n, diferente y contrapuesta a la reproducció n exacta de la naturaleza.
El arte se identifica, por consiguiente, con las formas, dejando de lado todo lo
demá s.
4. La estética.
Los griegos tenían de la belleza un concepto má s amplio que el actual, puesto que
para ellos no solo podían ser bellas las cosas, sino también las costumbres y los
mismos pensamientos.
Los primeros que elaboraron una teoría de la belleza fueron los pitagó ricos en el
siglo V a.C. Su interés por la geometría los llevó a estudiar las proporciones.
Los griegos pensaban ademá s que los artistas estaban inspirados por las musas.
Plató n decía que el poeta está poseído por la divinidad, dominado por el
entusiasmo creativo que le inspira bellos poemas.
Se empezó a considerar la belleza como fenó meno subjetivo, como una impresió n
subjetiva. Hume afirmaba que la belleza no es una cualidad de las cosas mismas,
sino que se da en la mente que las contempla y , por ello, cada mente percibe una
belleza diferente. La belleza se convirtió , pues, en algo relativo a cada persona. De
manera que lo que para unos era bello, para otros podía ser feo o viceversa.
La percepció n de esa forma bella es la que produce placer y, por ello, la experiencia
estética es algo subjetivo, individual.
Kant distingue entre placer sensible, que es el placer producido por el objeto físico
que afecta a los sentidos y que es un placer interesado y el places estético, en el que
no hay estimulo físico inmediato, no existe un objeto físico que afecte directamente
al sujeto y que, por lo mismo, es desinteresado. Está producido por la percepció n
de la armonía entre la sensibilidad y el entendimiento que proporciona el
descubrimiento de la forma de determinados objetos.
A partir de finales del siglo XIX el concepto de belleza entra en crisis. Son muchos
los pensadores que sostienen que es imposible elaborar una teoría de la belleza. Lo
importante de una obra de arte es la impresió n estética que produce, no el que sea
bella. Como dice Apollinaire, nos gusta tanto la fealdad como la belleza y por tanto
el arte no tiene que ser necesariamente bello. Decir de algo que es bello es
simplemente afirmar que agrada.
En nuestros días las teorías estéticas han tomado dos caminos opuestos. Por una
parte la teoría del arte por el arte defiende la autonomía absoluta del arte y, por
otra, el sociologismo estético o realismo social que defiende la dependencia social
del arte.