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PROFESOR: BEDOTTI TEJEDA SIMÓN

MATERIA: CONSTRUCCIÓN DE CIUDADANÍA 3RO TT


CLASE: 2- Unidad Estado y Política.
Los partidos políticos, los derechos políticos, el conflicto, los problemas y la juventud.

Buen día. Para comenzar, esta clase toma temas que están aún en la fotocopia que
les mande. La cuestión de los partidos políticos está en la primera parte y por ahí vamos a
comenzar. Para que entiendan, los partidos políticos son agrupaciones de ciudadanos, que
poseen una plataforma definida y está ligada a una ideología en particular, lo que no impide
que varios partidos formen, en su momento, alianzas con otros para acceder al poder y al
gobierno. Los partidos políticos no son nada nuevo, e incluso podría hacerse una historia de
los partidos políticos, por ejemplo, de Argentina, y se tendría una especie de mapa sobre su
evolución, hasta llegar a nuestros días. Siempre los partidos se encuentran en una disputa
por el poder, que en este caso es el poder político, y en democracia compiten libremente, a
través de las elecciones. Esto no excluye que las estrategias para acceder al poder excedan a
veces las elecciones democráticas. Un caso reciente es, por ejemplo, el de Bolivia, donde a
través de un golpe de Estado se desalojó al partido oficialista, que había triunfado en las
elecciones, y paso a ocupar el poder un partido de oposición, que hoy sigue en el gobierno,
y aprovechando la situación de la pandemia, suspendió las elecciones lo que puede
considerase un gobierno de facto, es decir, que en ese país gobierna un partido que nadie ha
elegido. Estas situaciones, sin embargo, son condenables en tanto rompen el pacto
democrático que asegura, justamente, los derechos políticos de los ciudadanos.

En el caso de nuestro país, los derechos políticos, por más que ya se venía
ejerciendo, fueron propiamente reconocidos en la constitución del 1994. En el archivo que
les mande van a encontrar citado el artículo 38, léanlo para saber cómo están declarados.
Hay que destacar que, en la actualidad, no existe plena democracia sin reconocimiento de
varios partidos políticos, aunque muchos países tienen formas de democracias que no
admiten esta variación. China o Cuba, por ejemplo, son países que cuentan con sistemas
democráticos de partido único, es decir, sólo un partido está habilitado para participar de las
elecciones, y en estas lo que uno puede elegir son siempre distintos dirigentes dentro del
mismo partido. Otros países, si quiera cuentan con elecciones, lo que supone un grado
extremo de falta de democracia, como puede ser el caso de países donde siguen existiendo
sistemas monárquicos, o como fue la argentina durante la última dictadura militar.

Cuando en política se habla de “oficialismo”, lo van a escuchar en la televisión, se


habla del partido que ocupa el poder EJECUTIVO, es decir el partido que ocupa la
presidencia. Tengan en cuenta, que, en nuestro país, es obligatorio pertenecer a un partido
para postularse, pero hay países que no exigen este requisito, por lo que un particular puede
presentarse de forma aislada. Por otra parte, el sistema de partidos garantiza que todos los
partidos electos obtengan una cierta cantidad de dinero para poder llevar sus campañas.
Esto garantiza, supuestamente, que aquellos partidos que no poseen plata (aquellos que no
están respaldados por grandes empresas o personas que cuenten con mucho dinero) puedan
participar en pie de igualdad con el resto. A su vez, nuestro país cuenta con un sistema
según el cual, hay una elección previa, las famosas PASO, que funcionan como “filtro” de
partidos pequeños. En las PASO, lo que se vota es qué partidos podrán luego ser elegidos
en las elecciones generales, y los que no obtengan al menos 2% de votos válidos, no podrán
participar.

La ley pone ciertas exigencias para aquellos ciudadanos que quieran formar un
partido político. Los partidos, están obligados a tener ciertas estructuras democráticas
“hacia adentro”, es decir, deben tener elecciones internas para que sus afiliados puedan
elegir a sus candidatos. Además, existen exigencias para que se cumpla la paridad de
género dentro de los partidos, lo que quiere decir que un cierto porcentaje de los cargos
deben obligatoriamente estar ocupados por mujeres. Esto, que a algunos les va a resultar
extraño, obliga a que se distribuya más equitativamente el poder político en una sociedad,
ya que, como tradicionalmente la política ha sido una actividad masculina, se daba la
paradójica situación de que, en su mayoría, los representantes elegidos terminaban siendo
todos hombres, que, aun así, decidían por la vida de toda la población. A su vez, los
partidos chicos para subsistir deben hacer alianzas, ya que se debe contar con un mínimo de
afiliados para presentarse a elecciones, y a su vez, se debe mantener un cierto caudal de
votos para seguir existiendo. Esto en teoría favorece a que la dispersión no sea tan grande,
ya que se presupone que las diferencias ideológicas tampoco pueden ser tantas que no
logren ser expresadas por alianzas.
LOS DERECHOS POLÍTICOS Y LA PARTICIPACIÓN COLECTIVA.

Nuestra constitución prevé, que poder político y la democracia en argentina es


siempre delegativa. Es decir, nosotros sólo gobernamos indirectamente a través de nuestros
representantes. Esta situación se compara siempre con lo que se conoce como “democracia
directa”, que era el sistema que aplicaban los griegos, donde los ciudadanos comunes se
juntaban en la “plaza” y votaban ellos mismos por las propuestas que ellos mismos
presentaban. Dado el tamaño de nuestros estados, esta práctica, al menos a gran escala, se
ha vuelto imposible. No obstante, si existen mecanismos llamados de democracia
“semidirecta”. Estos permiten que, en ciertas circunstancias, se vote directamente, aunque
solo para cuestiones muy específicas. En el libro las van a encontrar descriptas: la iniciativa
popular, el referéndum, y la consulta popular (que no es vinculante, es decir, el resultado de
la votación no es obligatorio). El primero hace referencia a la posibilidad de los ciudadanos
de presentar un proyecto de ley (con ciertas restricciones, como van a ver en el libro) para
que sea tratado por los legisladores. El referéndum hace referencia a una consulta hacia los
ciudadanos que es vinculante, es decir, que lo que voten los ciudadanos, si participa más del
35% debe adoptarse. La consulta popular en cambio no es vinculante, lo que quiere decir
que lo que decidan los ciudadanos con su voto no debe ser necesariamente aceptado.
Tengan en cuenta, que no todo está sometido a elección, los temas son amplios, pero no
permiten que cualquier cosa sea puesta masivamente a discusión. Por ejemplo, no se puede
modificar la constitución mediante referéndum, ni objeto de consulta popular (como es el
caso de Chile, donde justamente se está sometiendo, o al menos estaba antes de la
pandemia, la reforma de la constitución).

Tengan en cuenta, que la cuestión central de la política, en nuestras democracias,


pasa por la resolución de conflictos. Los conflictos no deben entenderse como algo
negativo, sino como algo que existe ya que es parte de la naturaleza de las sociedades. Por
eso estos mecanismos que venimos viendo, se enfocan en ver cómo pueden ser resueltos de
la mejor manera. Piensen que una sociedad que no vota, o que no cuenta con mecanismos
pare resolver sus conflictos, está siempre expuesta a la violencia en el sentido en que para
cambiar algo, no hay un camino amable. Por eso la cuestión de la negociación y el diálogo
político es central, así como los mecanismos de elecciones y la participación política. Una
sociedad de ciudadanos que rechacen la política, por otra parte, también tendría dificultades
para resolver sus problemas. Algo de esto, aunque más complejo sucede por ejemplo en
Chile. Aquí los mecanismos han sido tan deficientes, y el desencanto de la ciudadanía tan
grande, que no ha quedado más remedio que salir a la calle a exigir un cambio masivo del
sistema político, que ya no puede dar respuestas a la demanda de los ciudadanos. Parte de
esto se debe a que su constitución, que fue redactada durante la dictadura militar, no prevé
mecanismos que permitan la resolución de los conflictos y la posibilidad de los ciudadanos
de elegir sobre varios ámbitos de su vida.

LOS POBRES Y LOS JOVENES VISTOS COMO AMENAZA:


Este apartado refiere a una parte de Estado que se conoce como “Aparato
represivo”. Está formado por todas las fuerzas de seguridad, y hay que conocerlo bien. Es
cierto que la policía tiene atribuciones bien definidas, pero como ciudadano, especialmente
joven, hay que saber que esas atribuciones son bien delimitadas y la policía no puede hacer
lo que quiere arbitrariamente. Si se fijan, por estos días se han disparado el número de
detenidos por las fuerzas policiales en todo el país. Claro que muchas de esas detenciones
son razonables, ya que hay que cumplir con la cuarentena. Pero también es cierto que
muchas son “arbitrarias” y dan lugar a abusos. Es un clásico el abuso de las fuerzas
policiales, especialmente con la gente más pobre ya que son los que menos acceso a la
justicia tienen. La idea es que como ciudadanos ustedes sepan muy bien cuales son sus
derechos para que nunca puedan sufrir esta clase de abusos, o que sean capaces de pararlos
si ven que se están cometiendo. Sucede, y no es el único país, que las fuerzas policiales no
cumplen siempre con sus deberes, y por ser la parte del Estado que posee las armas, son
mucho más susceptibles de ejercer violencia. A este respecto, hay muchas organizaciones
de derechos humanos y otras ONG que se encargan de juntar datos sobre abuso policial, y
promover la ayuda a aquellos que hayan sido vulnerados.

La cuestión de la delincuencia juvenil también es tratada en el libro. El abordaje es


el siguiente: la cuestión de la delincuencia juvenil, para que se entienda, al menos en
argentina, esta atravesada por el resto de las problemáticas sociales: falta de trabajo, falta de
educación, falta de posibilidades. Si uno quiere disminuir la cantidad de delitos, lo que debe
hacer no es poner más policías, como se cree a veces desde el “sentido común”, sino poner
más atención en la educación, en el acceso al trabajo, en el bienestar familiar y la crianza
etc. Piensen que ustedes mismos, no sienten la necesidad de cometer delitos, y esto sucede
no porque se vean amenazados, sino por el simple hecho de que tienen un nivel de
educación que les permite reconocer lo que está mal de lo que es correcto. A su vez, es
probable que tengan en su mayoría, las necesidades cubiertas. Esto no significa que la
policía no deba existir, pero si que no es lo ideal para combatir el delito. Para darle algunos
ejemplos, los países que mejores índices de seguridad tienen no son los que tienen más
policías, o los que tienen penas más duras, sino aquellos donde sus ciudadanos son más
iguales, a nadie le falta nada, y todos gozan de acceso a la educación y al trabajo. En mi
experiencia personal, he podido viajar a Cuba, un país muy pobre, pero, sin embargo, muy
igual, donde todos gozan de un nivel de vida parecido (que no es opulento, en el sentido de
acceso al consumo de mercancías). En ese país, nadie roba ni tienen necesidad, y si se habla
con la gente, tienen un nivel elevado de educación, es muy amable y sobre todo solidaria.
Esto lo digo porque en Argentina, por lo general, se suele opinar que penas más duras e
incluso la pena de muerte ayudaría a reducir la cantidad de delitos, lo que en realidad es una
gran mentira, y si dudan de esto, pueden buscar estadísticas. Por lo demás, es un dato
interesante, que está presente en el libro, que argentina, en comparación con el resto de la
región, no es un país violento, y sin embargo, la gente está como “paranoica” con
cuestiones relacionadas al delito. Esto está relacionado con el miedo. La cuestión del miedo
es central en la reflexión, ya que también actúa como modo de “manipular” a los
ciudadanos. Un filósofo contemporáneo, Michel Foucault, nos dice que las noticias siempre
intentan trasmitir asesinatos violentos, o hechos terroristas, para que la paranoia haga que
las personas pidan cada vez más controles, más policías, más cámaras. Esto, según el, lo
que hace es que las personas sean más controlables y en realdad terminen perdiendo la
libertad. Algo de esto puede servirnos para reflexionar durante estos días de cuarentena.

Bueno, eso es todo. Esta clase abarca desde donde dejamos la anterior, hasta el final de las
fotocopias que les mande. La próxima les mandaré algún otro archivo. Ahora, pasemos al
trabajo.

ACTIVIDADES:
1) Busquen qué partidos políticos compitieron en las últimas elecciones. Luego,
busquen y describan cuales serían las ideas principales de cada uno, es decir, su
“ideología”. Háganlo a grandes rasgos, es decir, no se detengan. Pueden
preguntarles a sus conocidos a ver que saben, o que creen saber sobre estos partidos.
2) Busquen ejemplos, de “consulta popular”, “referéndum” e “iniciativa popular” en la
Argentina. Escríbanlos y luego, quiero que escriban una opinión sobre el proyecto
que encontraron. Es decir, quiero que piensen si les parecía bien o no y expliquen
por qué.
3) Piensen en distintos conflictos que pueden surgir en un aula, y en la escuela 8entre
cursos, con sus profesores, directivos etc). Quiero que piensen, cuál sería la mejor
forma de resolverlos de manera democrática. También quiero que piensen (y
escriban) reglas que sirvan para resolver estos conflictos. (pueden ayudarse con lo
que dice la página 31 y 32)
4) Busquen casos de abuso policial en internet y trascríbanlos. Opinen sobre como
deberían haber actuado las fuerzas policiales en cada caso.
5) Busquen cuales son los países con índices más bajo de delitos. Luego, busquen
información sobre cómo hacen esos países para ser tan seguros. Finalmente,
escriban un texto donde diga qué deberíamos hacer en la Argentina para mejorar en
este aspecto.
6) Respecto del miedo, quiero que reflexionen respondiendo a las siguientes preguntas:
¿El miedo nos paraliza? ¿Cómo podemos vencer al miedo? ¿Quiénes son los que
nos trasmiten el miedo? ¿Qué miedo les parece exagerado? Pueden hacerlo en
forma de texto.

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