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Redacta una demanda de acción constitucional de Amparo Administrativo

por silencio administrativo, contra las solicitudes que son engavetadas, lo

que ha provocado la paralización de los proyectos e inversiones,

contradiciendo los principios de eficacia y celeridad establecidos en la Ley

107-13.

DEMANDA DE AMPARO INTERESES DIFUSOS

SUMILLA: Interponemos Acción de Amparo

SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO CIVIL DE TURNO

JOSÉ ALBERTO PICHARDO, identificado con cédula de identidad y electoral No.

050-0014579-2, con domicilio en el municipio de Jarabacoa, provincia La Vega;

RAMON MARÍA ABREU, cedula de identidad y electoral No. 050-0019385-3, con

domicilio en el municipio de Jarabacoa, provincia La Vega; EDUARDO FELIX

MARINE, identificado con cedula de identidad y electoral No. 050-0033275-6, con

domicilio en el municipio de Jarabacoa, La Vega; tod os fijando domicilio procesal


en la casilla No 850 de la Central de Notificaciones de la Corte Superior de Justicia

de Jarabacoa, ante usted con el debido respeto decimos:

I.- NOMBRE Y DOMICILIO DE LOS DEMANDADOS

Con la presente demanda deberán ser emplazados:

1º. El señor Titular del Pliego del Ministerio de Medio Ambiente, por vía de su sede

en la ciudad de Jarabacoa.

2º. El señor Titular de la Presidencia de Recursos Naturales, que tiene su sede

principal en la calle Obdulio Jiménez No. 45, Jarabacoa, tal como consta en la

página web del Ayuntamiento Municipal de Jarabacoa.

II.- PETITORIO

Interponemos demanda de acción de amparo, por silencio administrativo en contra

del Ministerio de Medio Ambiente, y la Presidencia del Consejo de Recursos

Naturales, por la situación de que el día 25 de octubre del 2019 solicitamos el

permiso de cortes de 500 árboles de especie de acacia, por el cual al día de hoy

19 de abril del 2021, no hemos recibido ninguna respuesta a nuestra apelación,

que evidencian que el expediente No. 95-12 ha sido engavetado ya que han

pasado casi 2 años del mismo y no nos han comunicado nada.


Ya que La Ley Nº 107-13 aplica, de esa manera, a la Administración Pública con

el sentido amplio que la expresión tiene en el artículo 2. En concreto, la Ley regula

los derechos y deberes de los ciudadanos en sus relaciones con la Administración,

lo cual abarca al procedimiento administrativo, el acto administrativo y en general,

los derechos del ciudadano frente a la Administración. La regulación del

procedimiento incluye normas de simplificación y modernización de la

Administración (artículo 1).  

Por la falta de respuesta, hemos tenido perdida millonaria porque no se ha podido

desarrollar el proyecto Vista Jimenoa donde están solicitando permisos de algunas

construcciones ecológicas en el cual los turistas puedan disfrutar de una buena

temperatura, buen ambiente, una relajación plena, buena visibilidad y mucha

tranquilidad. Viéndonos así obligado despedir algunos trabajadores por no

haberse desarrollado el proyecto por el silencio y la falta de respuesta de esta

institución. Y la ley 107-13 en el artículo 28, parágrafo II como es sabido, el

silencio administrativo surge, históricamente, para atenuar el dogma del acto

previo en el marco de la concepción objetiva e impugnatoria de la justicia

administrativa. Así, el silencio administrativo permite que, en ausencia de

respuesta a la previa petición administrativa –en el procedimiento de primer o


segundo grado- el interesado pueda ejercer los recursos siguientes,

considerándose negada la petición formulada.

Tal visión no es compatible con el Derecho administrativo centrado en el

ciudadano. Así, el acceso a la justicia administrativa no puede limitarse a la

existencia de un acto previo ni, tampoco, a la figura del silencio. En realidad, si

formulada una petición la Administración no emite respuesta dentro del plazo de

Ley, estaremos ante una inactividad contraria a Derecho que, como tal, podrá ser

controlada directamente por la justicia administrativa, sin necesidad de acudir a la

figura del silencio administrativo.

Este proyecto ha sido de sumo conocimiento de todas las autoridades

competentes y toda administración publica la cual esperamos que nuestro recurso

de amparo sea escogido como bueno y valido a la misma vez pidiéndole al

honorable juez que tome una decisión favorable ya que una decisión como esta es

un beneficio para nuestro país República Dominicana, nuestra provincia de La

Vega, Municipio de Jarabacoa, ya que contribuye con el desarrollo turístico en

nuestra zona para que nuestra economía cada día pueda mejorar.

Tal es la solución del párrafo II del artículo 28 de la Ley. De acuerdo con la norma,

si la Administración no resuelve el procedimiento dentro del plazo legalmente


establecido, el interesado tendrá el derecho a la tutela judicial efectiva

directamente frente a la inactividad administrativa. La eliminación del silencio

administrativo como “presunción” de decisión denegatoria es, a no dudarlo, una

favorable novedad dentro del Derecho administrativo.

Honorable juez sin más preámbulo le pedimos que podamos cumplir con la

constitución establecida en la ley 107-13 de nuestra constitución regula al acto

administrativo, cuya definición se asume en el artículo 8 en el doble sentido del

criterio orgánico y funcional. De acuerdo con la teoría general del acto

administrativo, la Ley regula además los requisitos de validez del acto así como su

eficacia, a partir de su presunción de validez reconocida en el artículo 10. De igual

manera, la Ley reconoce la estabilidad de los actos favorables y, por ende,

dispone los mecanismos de revisión en sede administrativa del acto

administrativo. Se regula con atención la declaratoria de lesividad (especial

garantía de la estabilidad reforzada de los actos favorables) y los recursos

administrativos (artículos 45 y siguientes).

Este régimen del acto administrativo debe ser interpretado a partir de los principios

generales de la Ley, a saber, el derecho a la buena Administración y la centralidad

del ciudadano. Ello fuerza a una interpretación restrictiva de ciertas normas, como
la referida a la presunción de validez del acto, que en modo alguno debe ser

concebida desde el privilegio y la prerrogativa.

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