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¿QUÉ TANTO AYUDA A LOS GRANJEROS LA PLANTACIÓN BASADA EN LOS

DATOS?
CASO DE ESTUDIO

Al igual que muchas otras empresas, la tecnología de la información está renovando


la agricultura. En la actualidad, muchos tractores y cosechadoras se guían mediante
sistemas de
navegación basados en satélite con el Sistema de posicionamiento global (GPS). La
computadora del GPS recibe las señales de satélites de órbita terrestre para rastrear la
ubicación de cada pieza de equipo y dónde ha ido. El sistema emite instrucciones para que
las mangueras suministren cantidades precisas de fertilizante justo en las ranuras cortadas
por el arado. El sistema ayuda a dirigir el equipo, de modo que los granjeros pueden
monitorear el progreso en dispositivos iPad y otras computadoras tipo tableta en las cabinas
de sus tractores. Al colocar las semillas y el fertilizante juntos con este nivel de precisión,
los granjeros necesitan usar menos cargas de fertilizante, lo que puede ahorrar a un granjero
individual decenas de miles de dólares. Ahora, las grandes empresas agrícolas como
Monsanto y Dupont desean hacer más. Como los ajustes en la profundidad de depósito o la
distancia entre las hileras de cultivo pueden hacer una gran diferencia en el rendimiento del
cultivo, estas compañías desean que sus computadoras analicen los datos generados durante
este trabajo de plantación por computadora para mostrar a los granjeros cómo pueden
incrementar más su producción de cultivo. Esta práctica también se conoce como plantación
predictiva.
Los proponentes dicen que la plantación prescriptiva provocará una revolución agrícola que
rivalizará con la introducción de los tractores mecanizados en la primera mitad del siglo XX
y el surgimiento de las semillas genéticamente modificadas en la década de 1990. He aquí
cómo funciona la plantación prescriptiva: el granjero proporciona los datos sobre los límites
del campo, el rendimiento del cultivo histórico y las condiciones del suelo a una compañía
de análisis de datos agrícolas, la cual analiza la información junto con otros datos que
recolecta sobre el rendimiento de las semillas y los tipos de suelos en distintas áreas. La
compañía envía de vuelta al granjero un archivo de computadora con recomendaciones,
quien envía los datos al equipo de plantación computarizada. Este equipo sigue las
recomendaciones mientras planta en los campos. Por ejemplo, las recomendaciones podrían
indicar a un granjero dedicado al cultivo de maíz que reduzca la cantidad de semillas
plantadas por acre o que plante más semillas por acre en porciones especificadas del campo
que tengan capacidad de cultivar más maíz. El granjero también podría recibir asesoría
sobre el tipo exacto de semilla a plantar en distintas áreas. La compañía de análisis de datos
monitorea el clima y otros factores para asesorar a los granjeros en cuanto al manejo de los
cultivos mientras crecen Una nueva aplicación de software desarrollada por Monsanto,
llamada FieldScripts, toma en cuenta variables como la cantidad de luz del sol y sombra,
además de las variaciones en el contenido de nitrógeno y fósforo del suelo hasta en un área
tan pequeña como una cuadrícula de 10 por 10 metros. Después, Monsanto analiza los datos
junto con las propiedades genéticas de sus semillas, combina toda esta información con las
predicciones climatológicas y entrega instrucciones de plantación precisas o “secuencia de
comandos” a los dispositivos iPad conectados al equipo de plantación en el campo. Las
herramientas como FieldScripts permiten a los granjeros señalar áreas que necesitan más o
menos fertilizante, lo que les ahorra el costo de esparcir fertilizante en todos lados, al tiempo
que aumenta sus producciones en áreas que han tenido un desempeño más pobre, además de
reducir la cantidad de fertilizante en exceso que entra a la capa freática. Por ende, la
plantación predictiva también podría ser buena para el ambiente.
La plantación prescriptiva podría ayudar a mejorar la cosecha de maíz promedio en más de
200 fanegas por acre en comparación con las 160 fanegas actuales, según dicen algunos
expertos. Dicha ganancia generaría $182 adicionales por acre en ingresos para los granjeros,
con base en los precios recientes (los granjeros dedicados al cultivo de maíz en Iowa
recibieron alrededor de $759 por acre en 2013). En una escala mayor, de acuerdo con
Monsanto, la compañía de semillas más grande del mundo, la aseso- ría de plantación
basada en los datos que se ofrece a los granjeros podría incrementar la producción de
cultivos a nivel mundial en alrededor de $20 mil millones al año. Hasta ahora, la producción
de los sistemas de plantación predictiva no ha logrado esos niveles espectaculares. Los
granjeros que usan plantación prescriptiva informan que su producción se eleva de 5 a 10
fanegas por acre. Los costos de invertir en la nueva tecnología y los honorarios de servicio
de los distribuidores pueden alcanzar un monto mayor del que muchos granjeros pequeños
pue- den obtener en producción adicional de sus granjas. De acuerdo con Sara Olson de Lux
Research Inc., el problema con la agricultura de precisión es la disminución en el
rendimiento que viene con las tecnologías costosas en granjas pequeñas. Esto significa que
es probable que sólo se beneficien las granjas realmente grandes.
Monsanto estima que FieldScripts mejorará la producción de 5 a 10 fanegas por acre. Con el
precio aproximado del maíz a $4 por fanega, esto representa un aumento de $20 $40 por acre.
Una granja pequeña de alrededor de 500 acres podría recibir entre $10,000 y $20,000 de
ingresos adiciona- les. Monsanto cobra alrededor de $10 por acre por el servicio, de modo
que la granja terminará pagando alrededor de $5,000, además de pagar decenas de miles de
dólares para retroadaptar su equipo de plantación existente o comprar tractores más modernos
que incluyan el equipo electrónico que sincronice las “secuencias de comandos” que
proporciona el servicio en línea de Monsanto con los sistemas de navegación a bordo de la
sembradora. Monsanto también cobra $15 adicionales por acre por su servicio de predicción
climatológica local. Según Olson, es probable que una granja pequeña pierda dinero o quiebre
incluso durante los dos primeros años de usar un servicio como FieldScripts.
Para una granja grande con alrededor de 5,000 acres, FieldScripts podría incrementar los
ingresos entre $100,000 y $200,000. Puesto que el costo del servicio de Monsanto sería de
alrededor de $50,000, las ganancias totales de esa granja serían entre $50,000 y $150,000,
más que suficiente para compensar el costo de actualizar la maquinaria de la granja. Ya sea
que una granja sea grande o pequeña, el impacto de FieldScripts sería mínimo en los años
buenos debido a que de todas formas las producciones serían altas. Steve Pitstick, que posee
una granja de maíz y frijol de soya de 2,600 acres cerca de Dekalb, Illinois, dijo que es
probable que la tecnología tenga un mayor impacto en años en que las condiciones no son
tan buenas. Como las condiciones agrícolas en el Medio Oeste eran buenas en 2013, Pitstick
descubrió que las producciones de los campos que administró mediante FieldScripts fueron
sólo entre 1% y 2% más altas que en los campos en los que no usó el servicio.
Un vocero de Monsanto afirmó que el resultado de la planeación predictiva está menos
relacionado con el tamaño de la granja y más relacionado con el conocimiento tecnológico
del granjero. En la actualidad hay una amplia variedad de granjeros que usan varios tipos de
tecnología de agricultura de precisión. Cada vez más granjeros pequeños y de gran escala
que lidian con varias cosechas y métodos de producción buscan nuevas tecnologías y
herramientas que puedan mejorar sus producciones y al mismo tiempo controlar su riesgo
total. Según Michael Cox, codirector de investigación de inversiones en la empresa de
valores Piper Jaffray Cos., los ingresos de FieldScripts y otros productos y servicios
basados en la
tecnología podrían representar el 20% del crecimiento proyectado de Monsanto en los
ingresos por acción para 2018. Aunque algunos granjeros han adoptado la plantación
predictiva, otros la critican. A muchos granjeros les preocupa la intrusión de los Big Data en
sus negocios (alguna vez insulares) y sospechan especialmente de lo que Monsanto y
DuPont podrían hacer con los datos recolecta- dos. Otros se preocupan de que los precios de
las semillas se eleven demasiado, ya que las compañías que desarrolla- ron la tecnología de
plantación predictiva son las mismas que venden las semillas. Los granjeros también temen
que los rivales puedan usar los datos para su propia ventaja.

Por ejemplo, si los granjeros cercanos vieran la información de rendimiento de los cultivos,
podrían apurarse por rentar tierras agrícolas, provocando un aumento en la tierra y demás
costos. A otros granjeros les preocupa que los corredores de Wall Street puedan usar los
datos para apostar sobre el contrato de futuros. Si dichas apuestas provocan que los precios
del contrato de futuros disminuya a principios de la temporada de cultivo, podrían exprimir
las ganancias que los granjeros pudieran asegurar para sus cultivos mediante la venta de
futuros.
Todavía no hay ejemplos conocidos públicamente en los que se haya dado un mal uso a la
información de plantación prescriptiva de un granjero. Los funcionarios de
Monsanto y DuPont dicen que las compañías no tienen pla- nes de vender los datos que
recopilan sobre los granjeros. Deere&Co., que trabaja con DuPont y Dow Chemical Co.
para formular recomendaciones de plantación de semillas especializadas con base en los
datos de sus tractores, cosechadoras y demás maquinaria, dice que obtiene el consentimiento
de los clientes antes de compartir sus datos. Kip Tom ha estado probando el sistema de
Monsanto en su granja de más de 20,000 acres cerca de Leesburg, Indiana, por cerca de tres
años. Asegura que no plantaría un solo acre sin ella. Pero vigila de cerca la forma en que los
datos fluyen hacia y desde la maquinaria de su granja. En 2013, el señor Tom desconectó un
cable dentro de una de sus cosechado- ras para evitar que capturara los detalles de su
algoritmo de plantación mientras cosechaba maíz. El fabricante de la cosechadora no
desarrolló esa información, por lo que a Tom no le pareció correcto permitirle el acceso a ella.
Algunos granjeros han discutido sobre la agregación de datos de plantación por su cuenta,
para que puedan decidir qué información vender y a qué precio. Otros granjeros trabajan con
compañías de tecnología más pequeñas que tratan de evitar que los gigantes agrícolas
dominen el negocio de la plantación prescriptiva. Steve Cubbage, propietario de Prime
Meridian LLC en Nevada, Missouri, una de estas compañías pequeñas, dice que la
independencia de su compañía de la maquinaria y la industria química le agrega credibilidad.
Alrededor de 100 granjeros usan el servicio de siembra de precisión de Primer Meridian;
Cubbage espera que esa cifra aumente drásticamente. La compañía está desarrollando un
sistema para almacenar la información de cada granja en un servicio en línea basado en Web
que pueda dar acceso a los concesionarios de las semillas, asesores financieros y demás
externos aprobados por los granjeros. La Federación estadounidense de departamentos
agrícolas, un grupo comercial para los granjeros, ha advertido a sus miembros que las
compañías de semillas que pregonan rendimientos de cultivos más altos gracias a la
plantación prescriptiva tienen un interés particular en persuadir a los granjeros de que
planten más. La Federación también dice que los servicios podrían conducir a los granjeros
a comprar ciertas semillas, aspersores y equipo para sus tierras. La Dirección de granjas ha
sostenido pláticas internas acerca de si el grupo comercial debería establecer sus propios
servidores de computadora como un almacén de datos, pero no se ha llegado a ninguna
decisión. Brian Dunn, que cultiva trigo, maíz y sorgo en 2,500 acres cerca de St. John,
Kansas, cree que las compañías grandes pueden ayudar en el corto plazo, pero se muestra
escéptico en el largo plazo. Usa el servicio Prime Meridian.
En un movimiento para calmar las preocupaciones de los granjeros, Monsanto dijo en una
ocasión que respaldaba los estándares a nivel industrial para administra la información
recolectada de los campos. La compañía busca crear un almacén de datos gratuito en línea a
donde los granjeros puedan enviar información variada, desde rendimientos de los cultivos
hasta fechas de plantación. Monsanto dice que no podría acceder a los datos sin el per- miso
de los granjeros.

Una razón de las sospechas arraigadas entre algunos granjeros es la de un aumento repentino
en los precios de las semillas debido a que las compañías más grandes aumentaron su
participación en el mercado durante los últimos 15 años, en gran parte mediante
adquisiciones. Monsanto y DuPont venden ahora el 70% de toda la semilla de maíz en
Estados Unidos. En 2013 los granjeros pagaron alrededor de $118 por acre por semilla de
maíz, un aumento del 166% en comparación con el costo ajustado por la inflación de $45
por acre en 2005, según las estimaciones de la Purdue University. Las compañías de venta
de semillas dicen que los precios más altos reflejan los beneficios de usar sus semillas
genéticamente modificadas, que incluyen mayores cultivos y más resistencia a insectos y
herbicidas, lo cual ha ayudado a reducir el uso de pesticidas dañinos.

PREGUNTAS DEL CASO DE ESTUDIO


1.-Liste y describa las tecnologías utilizadas en este caso de estudio.
2.-¿Cómo proporcionan inteligencia operacional los sistemas descritos en este caso?
3.-¿Cómo apoya la plantación predictiva la toma de decisiones? Identifique tres decisiones
distintas que puedan tener apoyo.
4.-¿Qué tan útil es la plantación predictiva para los granjeros individuales y la industria
agrícola? Explique su respuesta.

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