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BA! Los Sonidien au Slurcio Forks Peron om ek Aifto XX BWLtiLn Enos Limes Hosta axit, aso CESAR MORO Y LA LIBERTAD DE LA PALABRA (TRES BOSQUEJOS) (César Moro nacié extranjeroen Lima en 1903 y murié en Lima, extranjero, «en 1956; sin duda la poesfa lo exiliéy el poeta termine su vida fel a este exilio cn la ciudad a la que su libre decisién y seguramente el oscuro destino que colaboré con ella lo hizo volver. Aunque nacido y criadoen el Pert es Moro uno de Tos poetas peruanos que més se sustraen a las determinaciones del medi y si bien escribié la mayor parte de su obraen francés serfaabsurdo hablar de €1 como un poeta francés; es simplemente un poeta de “otto pais” y su poesfa, poesfa de ‘iro horizonte, desatada de todo localismo, araigada solamente en la palabra, en claire y la noche: Ob Nuit libre a tot A jamais 6 parole (94)' Recordemos, antes de adentramos en la noche del poeta, algunas etapas de Ja vida de un hombre que fue uno de los principales promotores del surrealismo en Hispanoamérica. En 1925 viaja a Paris cuando todavia no ha escrito nada 0 casinada; dos ores aos después encuentra en el grupo surrealista, porentonces recién formado, la amistad en la poesia; Moro colaboraré con el grupo hasta 1944, aioen que se aleja de Breton y del grupo en tanto que cendculo, sin dejar por eso de permanecer fiel hasta su muerte a 10 que hay de esencial en ta inspiracién del movimiento, y sin romper tampoco sus vinculos personales con ‘André Breton, quien en 1952 nos hablaba aiin de Moro con el més profundo afecto, En 1933 el poeta regresa a Lima, después de 8 afios pasados en Paris durante los cuales participé en las actividades del surealismo francés, a lado de Breton, Péret, Eluard y 1os otros miembros del grupo. Irrumpe entonces en el Pend con una actividad pottica revolucionaria que trata de sacudir en sus cimientos a la softolienta literatura vernécula: “Por un arte que quite el suefio ‘contrael arte adormidera”; César Moro organiza en 1935 la primera exposicién surrealista en Lima, publica en 1936, con Emilio Adolfo Westphalen y Manuel ‘Moreno Jimeno, cinco nimeros clandestinos de CADRE (Comité de Amigos de la Republica Espafola) y, siempre producto de una colaboracién entre él y Westphalen, sale en 1939 la revista £1 uso de la palabra (Moro ya ha viajado a México) de la que no aparece sino un solo nimero, pero que en una época ‘marcada por todos los imperialismos define de una ver. por todas la irestricta, libertad del poeta: Contra los pajaros negros del oscurantismo, los cuervos sombrios dl imperialismo fascista, con sucerebro en descomposicién, de los imperialismos democraticos de lengua de hormiguero y rabo de rat6n, de la burocracia stalinista con un enjambre de moscas en cada ‘ojo, nosotros oponemos nuestra confianza en el destino det hombre ‘yen su préxima liberacién. ‘Yaen México, organiza con André Breton y Wolfgang Paalen laexposiciGn internacional del surealismo y colabora en la revista Dyn dirgida por Paalen; son losafios que sefialan su disidenciacon el grupo surrealista de Paris; de vuelta a Limaen 1948 afrenta hasta su muerte con singular valot la barbarie del medio yy lapobreza material; trabaja entonces como profesor de francés en el Colegio Militar “Leoncio Prado”, descrto por Vargas Llosa en La ciudad y los perros. Mientras tanto habia ido apareciendo una parte de su obra postica: Le chateau de Grisou (México, 1943), Lettre d amour, (México, 1944) y Trafalgar Square (Lima, 1954). Después de su muerte se publicaron Amour @ mort Paris, 1957), La tortuga ecuestre (Lima, 1957), Los anteojos de azufre (Lima, 1958), poemas y textos en castellano que vieron la Iz gracias a la dedicacién del fiel amigo del poeta, André Coyné. En 1976 la Editorial Monte Avila de Caracas reedité La tortga ecuestre (dici6n de Julio Ortega) acompafadade otros textos cenprosa y verso y en 1980 aparece la Obra poética (cf. nota 1) con prélogo de ‘André Coyné y prefacio de Ricardo Silva Santisteba; ‘ya editados y algunos inéditos importantes, en particular Pierre des soleils. Después en la coleccién Altaforte dirigida por Armando Rojas, Westphalen edit6 en Lisboa en 1983 ocho poemas que datan de 1933-1934 y llevan por titulo Couleur de Bas — Réves Téte de Négre (los manuscritos, segiin nos escribe ‘André Coyné, proceden del fondo de papeles de Moro que hered6 este vtimo a Ta muerte del poeta) y el mismo Westphalen publicé el mismo afio de 1983 Vida de poeta: algunas cartas de César Moro escritas en la ciudad de México entre 1943 y 1948 (son trece cartas y una tarjeta postal dirigidas a Westphalen).. Finalmente se public6 en Madrid (Libros Maina, 1987) en edicicn bilingte otro cuaclemo de poemas, Ces poemes... Estos poemas... textos fechados de 1930 a 1936, traducidos por Armando Rojas, con posfacios de André Coyné, Armando Rojas, Julio Ortega y Jorge Néjat/ Ina Salazar/ Alfonso de Silva. Con este libro esti dada ala uz casi toda la obra de Moro. Quedan por publicar (en el momento ‘en que revisamos estos apuntes —noviembre de 1989—) otro cuademillo de oemas recopilado por André Coyné que reine textos fechados de 1948 a 1952, as{ como otros textos sueltos, piginas de un diario poético de 1936 y esbozos narrativos y tatrales reunidos también por Coyné, La poesia de César Moro se funda.en una libre sumisi6n ala fascinacién de la palabra; esta sumisién implica, entre el poeta ylapalabra, unarelaciénerstica, tun acto de amor. Al someterse a su encanto le arranca el corsé del uso ‘convencional, ta libera de su funcign instrumental que la pone al servicio de idcologias ¢ intereses ajenos a la poesfa, la deja desnuda y libre de su propio ‘movimiento; asf en Le chdteau de Grisou, en Trafalgar Square y los otros _poermarios as palabras se enfrentan, se rechazan, se aproximan, se acoplan en un ‘movimiento vertiginoso que obedece a profundos mecanismos de atraccién seménticao fonética: “Face a face le réve et'arc-en-ciel déchirent mot par mot laparole” y “L’extase délirante des mouvements 6corche les murs de espace” (126), Hay en este automatismo verbal un amor apasionado de ta libertad, una vverdadera obsesién de a libertad, la diosa que hace sangrarde luz toda esta selva de palabras posticas: “estrella libre”, “La luz de ula libres”, “la noche libre”, “el devenir de una piedra libre”, “libertad de los gests”: libertad; ¢ fntimamente ligada con ella, la fascinaciGn de 1a muerte y “Du silence qui résulte du grand cri ‘delanaissance” (110) yqueacecha ytientaal poeta desde el fondode las palabras ‘gue som a: ‘A peine un eri Et tout redevient ce grand silence Caden et vorace ‘Marqué de blessures profondes (106) El otro eje de esta poesia es la sensacién visual que, interceptada por Ia palabra, se hace imagen; la mirada siempre recién nacida del poeta se abisma cn cl especticulo delicioso del mundo (es necesario recalcar, cosa que se olvida a ‘menudo, que el poeta Moro era también un gran pintor y ha dejado una obra pléstica que parece no haber recibido la atencidn que merece); su poesia habla 10s os, hace ver: “Je fuis lesaveugles car ise pourront me comprende/ Tout le-drame se passe dans 'oel et loin du cerveau” (110) Lapoesfa de Moro, como lade Pierre Reverdy que él tanto admiraba, es por excelenciaeidética, pero este eidetismo estésostenido en vio porun sentido hondamente dramético dela vida: el sucfo, la mucrt, Ia ausencia, el jibilo y la amargura juegan en un mundo ‘maravilloso donde intervienen todos los elementos, cosas y seres de todos los reinos; en un ensayo que data de 1956°, Carlos German Belli observa en la obra dde Moro una “presencia zool6gica ininterrumpida” que hace de esta obra un verdadero bestiario; adentréndonos en sus poemas asstimos a un desfile ince- sante de animales fabulosos 0 que adquieren, al toque de su poesia, dimensiones fabulosas:el gato, el tigre, el hipocampo, la medusa, la golondtrina, el pajaro lira, la holoturia, cl caballo, la onuga, ebifalo, la hiena, el hipopstamo, el buey, ef bisonte, el cisne, a Leona, cf unicorn, el bho, laalondra, a quimera.. pero la zoologia surrealisa de Moro noes sino un aspecto de un vasto universo natural/ supranatural en cl que también el mundo vegetal y mineral y cl viento y la lluvia y lanieve y la altemancia misteriosa de la noche y el dia despliegan su abanico ‘de maravillas: Je parle aux wois gnes Au tigre surtout Plus susceptible de m’entendre fhefer a 'escarille ‘Au vent qui ne se situe dans aucun des trois regnes Pour la terre il faudrait parler un langage de boue Pour l'eau un langage de ventouse Pour le for serrer la poésie dans un 6taw ot fracasser le crane atroce des églises (108-110) El pocia quisiera adaptar su lenguaje ala realidad de cada elemento, lo que lo leva a expresar im anhelo de identifieacién con el mundo vegetal y mincral, inm6vil y suntuoso: “Je voudrais éue un arbre, un cri, une pierre” (108). Elérbol y la piedra donde mora el silencio son en Le chdveau de grisou un verdadero Centro de fascinacién, y wambién el mar: Omer premitre Nourrice de l'oeil (96) Ese lenguaje mévil, multiforme, sempre inslito, se revela sobre todo — Yenparticular en Trafalgar Square yAmour dmort—como.unjucgo de palabra @! juego libre de las palabras sustenta fa libertad dela palabra; para cl pocta jugar on las palabras es dejar a ks palabras jigar entre si, lo que pone en evidencia un elemento tambinesencial de la poesia de Moro: el humor; liberados dela seriedad forzada do las retaciones 6gicas preestablecidas, los vocablosburlones se asocian inocene, gratuitamente y nos arrastran a inesperados planos de ‘ensammiento que fusionan de manera sorpre ‘Madame Dumont a deux tigres: Chrestienne la cuisinitre et Ingue- borg la chambre jaune, Chrestienne fait les incendlies et prépare les lits de justice. Ingueborg fait les hyénes et pare les tombeaux (226) Palabra liérrima de César Moro; palabra que endula en el tiempo pero arraiga en la noche intemporal y en el instante eterno del amor, et instante siempre presente en el que se gesta siempre el porvenir: ans Je tonnerre et dans la pluie L’G0oile arborescente Les vétements changeants du temps ‘Soumis l'avenir de l'amour (102) eee El surrealismo es un brote del romanticismo y quizas por eso prendis con fuerza en la poesia hispanoamericana, Tal como surge en Europa de la descom- pposicidn de Dada, entronca por encima de los roménticos franceses epigonales ‘con las obsesiones y las visiones del romanticismo orignal, tal como se dio en Jas postrimerias del siglo X VIII en los primeros ios de XIX en Novalis, Blake y Nerval, mds tarde en la violencia verbal de Lautréamont. La sed de absoluto, {a fiebre de lo desconocido, a pasiGn de forzar las puertas del suefo y a locura Jo dominan; pero es itil recordar aqui la referencia que ya hemos hecho a los “dos surealismos” que distingue Juelien Gracg: “el surealismo sin edad” que eel que se manifiestaen el romanticismo de los origenes y e “surealismo con lugar y fecha”, el del grupo de André Breton en Paris desde 1924, César Moro fue surrealista en fos dos sentidos de la palabra; de Breton y su grupo se apaits «en un momento determinado de su trayectoria postica (el grupo”, por lo demas,

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