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CERTIFICAR O VALORA UNA OBRA DE ARTE

Hoy en día el mercado del arte es muy amplio, suceden múltiples fluctuaciones y cambios,
por ello es muy importante certificar nuestras obras de arte mediante certificados oficiales
realizados por expertos en la materia del arte. De esta forma nos aseguraremos de que
vamos a adquirir una obra certificada correctamente, es decir, precisamente datada y la
adjudicación justa de la autoría de la obra. De esto dependerá indudablemente el precio
final de la obra, ya que no sería lo mismo catalogar un cuadro a un autor de prestigio que
atribuirlo a un círculo o solo mencionar escuela o época.
¿Es lo mismo certificar que valorar?
La certificación y valoración de las obras de arte es una de las actividades que se llevan a
cabo en galerías de arte, casas de subastas, anticuarios y museos fundamentalmente.
Para poder valorar una obra entran en juego muchos detalles: valorar una obra de arte de
un autor de reconocido prestigio, atribuirlo a un círculo o por ejemplo la autoría de la obra,
esto determinara su valor e interés de la obra en el mercado de arte, el precio final de la
obra arte, etc. Los expertos en esta materia deben estar muy seguros de estas afirmaciones,
ya que de esta valoración depende su reputación como profesional en el sector de las
valoraciones de arte. Para poder llevar a cabo estos estudios con plena certeza y seguridad
se deben atender dos bases fundamentales; Primero, un estudio histórico documental de
la obra. Y segundo, otro físico y científico que es fundamental hoy en día con los avances de
las técnicas tanto para identificar como para restaurar obras de arte. Aunque no se puedan
emitir certificados de autenticidad por parte del Estado, las obras valoradas son estudiadas
intentando identificarlas y valorarlas seriamente.
En países como Francia el Estado si se responsabiliza de la expertización de las obras de
arte; en definitiva valora y certifica el propio Estado. En cambio en España no sucede lo
mismo, los expertos son estudiosos que no trabajan necesariamente para el Estado, por lo
que hay que andar con cuidado y acudir a verdaderos profesionales. Los más destacados en
nuestro país, o al menos algunos de ellos son: Rafael Canogar, Carmen Laffon, Jorge Castillo,
Gerardo Pita, Eduardo Naranjo, Eduardo Arroyo o Guillermo Pérez Villalta. En ocasiones
para certificar la obra adjuntan fotos del artista con la obra o certificados del propio artista
realizados en el momento de la venta de la obra al comprador.
Las instituciones (museo de artista, fundaciones, etc), familiares del artista (por ejemplo
Maria Lopez, hija del pintor Antonio Lopez) o historiadores e historiadores del arte,
restauradores, críticos, directores de museos, profesores universitarios, etc. Sirven también
como fuente para poder realizar la certificación de una obra. El trabajo de los galeristas es
fundamental, tienen la representación de la obra de algunos artistas y controlan todo lo
que pueda verse sobre este artista en el mercado del arte.
Enrique Valdivieso González (Valladolid, 1943), Catedrático de Historia del Arte de la
Universidad de Sevilla. Es considerado unánimemente como el máximo experto y estudioso
de la pintura sevillana y andaluza en general de los siglos XVI y XVII.
¿En qué influye tener certificado o no tenerlo?
La certificación de la obra es fundamental por dos motivos claros:
– Certifica que esa obra en concreto pertenece al autor que la firma, por lo que podremos
saber si es original del pintor, si se trata de una falsificación o incluso saber si se trata de
otro pintor que tiene la misma corriente artística y firma de forma parecida.
– Le da valor a la obra en concreto, ya que al tener ese certificado podemos situar el valor
de la obra en el mercado. Este certificado da seguridad tanto al comprador como al
vendedor por lo que también es una buena baza a la hora de facilitar una venta entre
particulares.
Hay que destacar un aspecto importante dentro de la certificación de una obra, no todos
los certificados tienen el mismo valor a la hora de vender una obra. Por este motivo es
conveniente acudir para la certificación a sitios especializados en arte y que abalen con su
experiencia y nombre dicha certificación. Esto le dará más prestigio a su obra e incluso
subirá su cotización.
En el comercio del arte, para determinar el precio final de una obra, se tienen presentes
aspectos diversos tales como la antigüedad de la obra, su exposición en museos, su
autenticidad, el periodo, estilo, el autor y la calidad técnica, entre otros. Pero ¿quiere esto
decir que dos obras pertenecientes a un mismo estilo artístico o autor tienen el mismo
valor? La respuesta es no, por eso la valoración o tasación nos da un precio final de la obra
situándola en el mercado.
«El nacimiento intrauterino” de Salvador Dalí, una obra desconocida hasta ahora. Fue
certificada como la primera obra surrealista del artista español. Tomeu L’Amo, pintor e
historiador del arte, encontró el cuadro en una tienda en Girona en 1988 y sospechando que
fuera una obra de Dalí, pagó 25.000 pesetas. Pero, tras someter la pintura a las más
modernas pruebas como fotografía infrarroja, rayos X y luz ultravioleta entre 2004 y 2013,
los expertos en arte concluyeron que se trataba realmente de un cuadro de Dalí pintado en
torno a 1921 cuanto tenía 17 años. Estas pruebas revelaron que fue dibujado con lápiz azul
y negro antes de ser pintado con grandes trazos, una técnica que utilizó el artista en otras
obras explicó Carmen Linares, responsable del departamento de conservación del museo
Frederic Marès de Barcelona.
¿Cómo se puede certificar una obra?
Actualmente existen muchas formas de certificar una obra, por lo que damos las siguientes
recomendaciones para hacerlo de forma segura.
– Siempre pedir documentos originales y comprobar que están firmados por un registrador
oficial titulado.
– Certificar la obra en empresas que puedan avalar esa certificación con su nombre y
experiencia en el sector del arte, ya que eso dará mucho más valor y no se tratara de un
simple papel firmado.
– Siempre que se pueda, concertar una cita y realizarlo de forma presencial.
– Siempre que se compre una obra nueva requerir este servicio, aunque cabe destacar que
puede tener algún coste adicional dependiendo del lugar donde se adquiera la obra.
La historiadora francesa Odile Delenda presentó en 2009 y 2010 los dos volúmenes del
catálogo razonado de Francisco de Zurbarán. Ya entonces desestimo la autoría a más de
700 del millar de obras que se atribuían al artista español.
Desde entonces han seguido apareciendo nuevas obras, lo que hace que Delenda cifre los
auténticos zurbaranes en unos 300. «Recibo a la semana al menos noticias de un supuesto
Zurbarán, pero tan solo uno de cada cien es auténtico» comentó en una entrevista la
historiadora Delenda.
En el comercio del arte, para determinar el precio final de una obra, se tienen presentes
aspectos diversos tales como la antigüedad de la obra, su exposición en museos, su
autenticidad, el periodo, estilo, el autor y la calidad técnica, entre otros. Pero ¿quiere esto
decir que dos obras pertenecientes a un mismo estilo artístico o autor tienen el mismo
valor? La respuesta es no.

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