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10 AÑOS

DE PREVENCIÓN FRENTE A
PAPILOMAVIRUS (VPH)
Dónde estamos y hacia dónde vamos

Dra. María Garcés Sánchez


Pediatra AP del Centro de Salud Nazaret (Valencia)
Investigadora del Área de Vacunas. FISABIO
10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

SUMARIO
1 Introducción................................................................................. 3

2 Impacto de la vacunación frente a VPH,


¿Qué hemos conseguido?...................................................... 7

3 Seguridad: cuestión resuelta............................................ 17

4 Epidemiología de VPH:
Más allá del cáncer de cérvix........................................... 27

5 Vacunación frente a VPH:


¿Es el momento de la vacunación universal?......... 33

6 Conclusiones.............................................................................. 37

-1-
1
INTRODUCCIÓN

E
l Virus del papiloma humano (VPH) es el virus de transmisión se-
xual más frecuente en todo el mundo. La primera infección ocurre
habitualmente poco después de la primera relación sexual.

Las enfermedades relacionadas con el VPH son causa de una elevada


morbilidad y mortalidad a nivel mundial. Es sabido que la infección por
VPH es causa necesaria para el desarrollo de cáncer cervical. El cáncer
cervical es el segundo cáncer más frecuente en las mujeres menores de
45 años en España. A nivel mundial, se estima que su incidencia sea de
530.000 casos anuales, la mayoría de ellos en países en vías de desarrollo,
lo que supone una mortalidad aproximada de 270.000 casos (7,5 % de
todas las muertes por cáncer en mujeres). Además la infección por VPH
es responsable de otros cánceres y lesiones benignas como las verrugas
genitales. Se estima un número total de casos de otros cánceres anoge-
nitales asociados a VPH de 610.000 y 320 millones de casos de verrugas
genitales a nivel mundial.

El cáncer cervical es el segundo cáncer


más frecuente en las mujeres menores
de 45 años en España

-3-
INTRODUCCIÓN

La baja incidencia de cáncer cervical en países desarrollados se debe, al


menos en parte, a la efectividad de los programas de cribado organiza-
dos y al cribado oportunista, basados en la citología cérvico-vaginal o
prueba de Papanicolaou.

Este cribado tiene como objetivo detectar lesiones precursoras en el


epitelio cervical, que serían el antecedente del cáncer invasor.

En España, a pesar de que la mayoría de la población tiene acceso


a un cribado oportunista público, se desconoce su impacto sobre la
incidencia y la mortalidad por cáncer de cuello uterino. A pesar de su
éxito, este cribado tiene importantes limitaciones, ya que por el hecho
de ser oportunista tiene un menor impacto que si se tratara de un cri-
bado poblacional.

En nuestro país se estima que, de los aproximadamente 18 millones


de mujeres sexualmente activas mayores de 18 años, se diagnostican
anualmente 2.511 casos nuevos de cáncer de cervix y se producen 848
muertes por esta causa. Se estima que anualmente se produzcan en
España 36.565 nuevos casos de verrugas genitales, con un predominio

Figura 1. Carga de enfermedad cervical asociada al VPH en España

848 muertes por CCU


2511
CCU Estimaciones de la carga de enfermedades
6139 por infección cervical por VPH en España
CIS
54.087 - 92.423 438.358 citologías anormales
HSIL
287.067 detectadas en
159.352 cribado trianual 151.291
LSIL
32.586 247.400 7081 no detec-
210.046 en 18-24 en 25-65 en 65+ tadas
ASCUS/AGUS años años años
1.938.996
positivas para DNA VPH cervical
18.147.440
mujeres sexualmente activas >18 años

ASCUS/AGUS: células escamosas atípicas de significado incierto/ células glandulares atípicas de significado incierto;
CCU: cáncer de cérvix uterino; CIS: carcinoma in situ; HSIL: lesiones escamosas intraepiteliales de alto grado;
LSIL: lesiones escamosas intraepiteliales de bajo grado; VPH: virus del papiloma humano

Extraída de Torné Bladé, et al. Rev Esp Patol. 2014

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10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

Tabla 1. Incidencia estimada y prevalencia de Verrugas Genitales en


España para la población de entre 14-64 años en 2005a

Casos Casos Prevalencia


Nuevos casos
recurrentes resistentes global
Hombres
Nº casos al año 21.397 7313 3123 31.833
Ratio por 100.000 136,58 46,68 19,93 203,19
Mujeres
Nº casos al año 15.168 5872 3573 24.613
Ratio por 100.000 99,59 38,55 23,46 161,60
Total
Nº casos al año 36.565 13.185 6696 56.446
Ratio por 100.000 117,86 42,57 21,72 182,14
a: Estimaciones obtenidas por extrapolación
Modificada de Castellsagué X, et al. Eur J Public Health. 2009

en el sexo masculino. La prevalencia global se estima en 182 casos por


100.000 sujetos entre los 14 y 65 años de edad. El coste estimado para
nuestro sistema de salud de esta patología asciende, solo en costes di-
rectos, a 47 millones de euros anuales (Figura 1, Tabla 1).

Disponemos de dos vacunas frente al VPH profilácticas de uso gene-


ralizado en la actualidad: la bivalente (2vVPH; Cervarix®, GSK) y la va-
cuna tetravalente (Gardasil®, SPMSD, 4vVPH). Recientemente se ha
aprobado por la EMA una vacuna nonavalente (9vVPH; Gardasil 9®,
SPMSD). Todas ellas van dirigidas a la protección frente a los genoti-
pos de VPH 16/18, aunque todavía no está disponible en nuestro país.

La vacuna tetravalente frente al VPH amplía la protección a los genoti-


pos de bajo riesgo oncogénico: 6/11 y la vacuna 9vVPH además añade
5 tipos oncogénicos: 31/33/45/52/58, estos tipos son responsables de
aproximadamente el 90 % de cánceres de cérvix.

La vacuna 4vVPH fue autorizada por primera vez en el año 2006, hace
10 años. En la actualidad está aprobada en 129 países. Aunque más

-5-
INTRODUCCIÓN

La vacuna 4vVPH está indicada para la


prevención de lesiones anogenitales
(cervicales, vulvares, vaginales y anales),
cáncer cervical, cáncer anal y verrugas
genitales causadas por ciertos tipos de
VPH en sujetos por encima de 9 años

de 60 países incluyen vacunas contra el VPH en sus programas nacio-


nales de inmunización, las tasas de cobertura son variables. Está indi-
cada para la prevención de lesiones anogenitales (cervicales, vulvares,
vaginales y anales), cáncer cervical, cáncer anal y verrugas genitales
causadas por ciertos tipos de VPH, en sujetos por encima de 9 años.

Debido a que la vacunación alcanza su máximo nivel protector cuando


se administra antes de la exposición al VPH, se recomienda de forma
rutinaria durante la preadolescencia (generalmente en edades com-
prendidas entre 11-12 años).

A fecha de 31 de diciembre de 2015, se habían distribuido por todo


el mundo más de 205 millones de dosis de la vacuna 4vVPH. A pe-
sar de elevada eficacia demostrada de manera consistente en los ensa-
yos clínicos, la evaluación de la efectividad vacunal, como el impacto de
la vacunación en la población es esencial para confirmar la evidencia.

-6-
2
IMPACTO DE LA
VACUNACIÓN FRENTE
A VPH, ¿QUÉ HEMOS
CONSEGUIDO?

T
ras el inicio de los programas de vacunación frente al VPH (Figu-
ra 2), en diferentes lugares del mundo se han descrito los bene-
ficios tempranos producidos por esta vacuna.

Al margen de los excelentes resultados de eficacia observados en los


distintos ensayos clínicos realizados (Tabla 2), los programas de vacu-
nación puestos en marcha a nivel mundial deben demostrar efectivi-
dad sobre la patología producida por VPH. En la actualidad, ya dispo-
nemos de datos sobre el impacto de la vacunación con la vacuna sobre
la incidencia de esta enfermedad que evaluaremos a continuación.

Tabla 2. Eficacia de las vacunas


Tasa de reducción (por
% Eficacia (IC 95 %)
cada 100 mujeres/año)
Protección conferida por Gardasil® frente a la enfermedad genital en mujeres jóvenes, en los
ensayos FUTURE I y FUTURE II
Población ATP
Enfermedad genital CIN-2 100 (94,7-100) 0,3
relacionada con VPH CIN-3 96,8 (88,1-99,6) 0,3
6/11/16/18 AIS 100 (30,9-100) <0,1
VIN2/3 o VaIN2/3+ 100 (82,6-100) 0,1
Protección conferida por Cervarix® frente a la enfermedad cervical incidente en mujeres
jóvenes, en el ensayo PATRICIA
Población ATP-E
Variables relacionadas CIN-2+ 94,9 (88,7-98,4) 0,38
con los tipos VPH16 o
VPH18 CIN-3+ 91,7 (66,6-99,1) 0,09
AIS 100 (-8,6-100) 0,02
ATP: According to protocol; ATP-E: according to protocol-eficacy; AIS; adenocarcinoma in situ.
Construida de Schiller, et al. 2012
-7-
IMPACTO DE LA VACUNACIÓN FRENTE A VPH, ¿QUÉ HEMOS CONSEGUIDO?

El cálculo de la efectividad y el impacto de la vacunación tienen por


objeto evaluar el “beneficio de administrar la vacuna de la vida real”.

• La efectividad de la vacuna corresponde a la proporción de infec-


ción o enfermedad que se previene entre los individuos vacunados
y se calcula mediante la comparación de la incidencia en los vacu-
nados frente a los no vacunados dentro de poblaciones similares.

• El impacto de la vacuna, sin embargo, indica el porcentaje de la


población en la que se ha evitado la enfermedad y se evalúa me-
diante la comparación de la prevalencia o incidencia en la era va-
cunal frente a la era prevacunal o por la medición de las tendencias
de la enfermedad en la población en el tiempo. El impacto suele ser
mayor que la efectividad vacunal.

Figura 2. Programas de vacunación a nivel mundial

Países con programa de vacunación nacional Sin datos de programa de vacunación


Países con programa de vacunación implantado
solo en algunas zonas del país

Adaptada de Bruni L, et al. Lancet Glob Health. 2016

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10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

Datos de impacto sobre la infección por VPH


El impacto de la vacuna se ha empezado a observar para las infecciones
por VPH y las verrugas genitales, que tienen periodos de incubación
cortos después de la exposición al VPH.

En Australia, la implementación del programa de vacunación ha mos-


trado un marcado y rápido impacto sobre la incidencia de infección
por VPH en la población vacunada. Esta iniciativa, implementada en
mujeres de 12 a 26 años de edad, logró una alta cobertura vacunal en
las niñas en edad escolar y en el grupo de edad que recibió el catch-
up. La vacuna utilizada fue la 4vVPH, administrada en un régimen de 3
dosis (0, 2 y 6 meses).

La tendencia global, tras la introducción de la vacuna 4vVPH, muestra


una disminución constante de la prevalencia de las infecciones cer-
vicales vaginales por los tipos de VPH 6/11/16/18, verrugas genitales,
anomalías citológicas de bajo y alto grado, CIN-2, CIN-3, y AIS entre
las mujeres adolescentes y de 20 años de edad en el momento de la
vacunación (grupos diana de los programas inmunización).

La disminución fue más elevada en las cohortes más jóvenes, lo


que refleja una menor probabilidad de infección por VPH prevalente
en el momento de la vacunación.

Además este impacto se observa de manera muy temprana, 2-4 años


después del inicio de la vacunación e incluso en entornos con una co-
bertura relativamente baja.

Los datos de efectividad muestran que, tras


la introducción de la vacuna 4vVPH, existe
una disminución constante de la prevalencia
de las infecciones cervicales por los tipos
6/11/16/18, verrugas genitales, anomalías
citológicas de bajo y alto grado, CIN-2 y CIN-3

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IMPACTO DE LA VACUNACIÓN FRENTE A VPH, ¿QUÉ HEMOS CONSEGUIDO?

Tras los primeros 6 años de vacunación sistemática con la vacuna 4vVPH,


las infecciones por VPH 6/11/16/18 entre las mujeres australianas de 18 a
24 años de edad disminuyeron un 86 % después de la 3ª dosis, y un 76 %
después de ≥1 dosis, en comparación con las mujeres no vacunadas.
En EE. UU. se observaron reducciones similares (89 %), tras los primeros 6
años de vacunación, en muestras representativas a nivel nacional de mujeres
sexualmente activas de 14-24 años, que recibieron ≥1 dosis, en compara-
ción con las mujeres no vacunadas en el mismo periodo.
Además, en Australia y EE. UU. se observó también una disminución de la
prevalencia de infección entre las mujeres no vacunadas en el periodo pos-
vacunal en comparación con el periodo prevacunal, lo cual sugiere la posi-
ble existencia de protección indirecta o de rebaño (17-49 %).
En Australia, con elevadas coberturas vacunales en preadolescentes y en su
programa de catch-up, la prevalencia de infección por VPH 16/18 dismi-
nuyó aproximadamente un 75-80 % en las mujeres ≤25 años de edad en el
periodo posvacunal en comparación con el periodo prevacunal. Estos datos
son similares a los de varios estudios de EE. UU. en los que se observa una
reducción del 62 al 88 %. Esta reducción se constató incluso en rangos de
edad en donde las coberturas vacunales no fueron tan elevadas, como en
mujeres estadounidenses de 20 años que presentaron una reducción de 26-
56 % de las infecciones prevalentes por los tipos de VPH 16 y 18. En efecto, la
cobertura vacunal va a influir en las cifras de reducción como se observa en
algunos países europeos. Una disminución similar (entre 35-45 %) se reportó
en mujeres de 13 a 22 años de edad en Suecia, de 20 a 25 años de edad en
Alemania y 15 a 19 años de edad en Bélgica, en donde el impacto sobre la
infección fue menor (14 %) en mujeres de 20-24 años de edad, debido a las
bajas coberturas alcanzadas.
La prevalencia de infección por VPH 6/11 se redujo aproximadamente un
75-88 % en las mujeres australianas ≤25 años, un 70-80 % de adolescentes
estadounidenses y un 40-50 % de las mujeres estadounidenses de 20 años
en el periodo posvacunación en comparación en el periodo prevacunal.
Este impacto, aunque en menor grado debido a las bajas coberturas vacu-
nales, se observó también en Suecia, con una reducción del 40 % y 72 % de
las infecciones por los tipos de VPH 6 y 11, respectivamente en las mujeres
suecas de 13-22 años de edad (Figura 3).

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10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

Figura 3. Porcentajes de reducción de la prevalencia de infección


por VPH-6,11,16,18 en mujeres vacunadas en comparación con la
etapa prevacuna o mujeres sin vacunar

76 %
86 %
Australia, 18-24 a
(Tabrizi, 2014) 83 %
75 %
93 %

68 %
Australia, ≤25 a
(Chow, 2015)

89 %
EE. UU., 14-24 a
(Markowitz, 2016) 91 %

EE. UU., 13-26 a 36 %


(Kahn, 2012) 69 %

0% 20 % 40 % 60 % 80 % 100 %

Era vacunal: no vacunados vs. vacunados (al menos con una dosis)
Era vacunal: no vacunados vs. vacunados (con 3 dosis)
Era prevacunal vs. vacunal (al menos con una dosis)
Era prevacunal vs. vacunal (con 1-2 dosis/desconocido)
Era prevacunal vs. vacunal (con 3 dosis)

Adaptada de Garland SM, et al. Clin Infect Dis. 2016

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IMPACTO DE LA VACUNACIÓN FRENTE A VPH, ¿QUÉ HEMOS CONSEGUIDO?

Datos de impacto sobre las verrugas genitales


Las verrugas genitales son consideradas como una de las infecciones
de transmisión sexual más frecuentes: cada año se producen 30.000.000
nuevos casos globales y se calcula que 1 de cada 10 personas tendrá
verrugas genitales en algún momento de su vida.

Es un problema sanitario importante por la frecuencia y los graves efec-


tos que causan en la calidad de vida de sus portadores.

Gracias a la vacunación sistemática, la disminución de la prevalencia de


la infección por VPH 6/11 condujo de manera rápida a la disminución de
la incidencia de las verrugas genitales.

En países con elevada cobertura vacunal (por ejemplo, Australia y Di-


namarca), se observaron notables reducciones en la frecuencia de las
verrugas genitales, sobre todo, en los grupos de edad más jóvenes.
En las mujeres de menos de 21 años de edad en el momento de la
vacunación, se observó una disminución anual, aproximadamente,
del 50 % en varios estudios y una reducción de hasta el 92,7 % tras
4 años de programa de vacunación en Australia. Además se observó
una reducción en los varones jóvenes no vacunados, en consonancia
con la protección de rebaño.

En los países con media a baja cobertura en el momento del estu-


dio (entre ellos Francia, Estados Unidos, Canadá, Suecia, Bélgica,
Alemania y Nueva Zelanda), la reducción de las verrugas genitales
fue menor (de 5,5 a 72,1 %), variando en función del grupo de edad
y el periodo de tiempo considerado. Las reducciones se observaron
principalmente en mujeres jóvenes a las que se dirige los programas
de vacunación. En cuanto a los hombres que tiene sexo con otros
hombres, no se ha observado un impacto en la reducción de infec-
ciones por VPH debido a que en ese momento no había implemen-
tado un programa de vacunación dirigido a este grupo poblacional.

La amplia mayoría de estudios publicados, muestra una elevada efec-


tividad frente a las verrugas genitales tras 3 dosis de vacuna (76-93 %).

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10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

Datos de impacto sobre lesiones citológicas cervicales y


anormalidades histológicas
Los efectos sobre las lesiones cervicales, lesiones que tardan más
tiempo en desarrollarse, están empezando a observarse. Se espera
que las tasas de cáncer empiecen a disminuir a largo plazo, porque
la carcinogénesis después de la infección por VPH, puede requerir
varias décadas para manifestarse (Figura 4).

Tras los primeros cinco años del programa de vacunación en Australia


con 4vVPH, las lesiones citológicas cervicales de bajo y alto grado por
cualquier tipo de VPH mostraron una disminución global del 34 % y
47 % respectivamente, en las cohortes de mujeres vacunadas que te-
nían entre 12 y 26 años en el momento de inicio del programa de va-
cunación. Los mayores descensos se observaron en el grupo de edad
de 20-23 años (47 % y 48 %, respectivamente).

Figura 4. Historial natural de la enfermedad asociada a VPH y


evolución potencial a cáncer de cuello uterino

0-1 Año 0-5 Años 1-20 Años

10 %
Cáncer de
Infección Infección cuello uterino
CIN-2/3
inicial por continua invasivo
VPH
• 22 % CIN-2 progresan a CIN-3
• La probabilidad de regresión CIN-3 es
CIN-1 menor
• CIN-3: estado patológico que
90 % inmediatamente viene seguido del cáncer

Infección por VPH eliminada

Adaptada de Pagliusi SR, et al. Vaccine. 2004

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IMPACTO DE LA VACUNACIÓN FRENTE A VPH, ¿QUÉ HEMOS CONSEGUIDO?

Canadá observó la disminución de lesiones de bajo grado entre 20 y


45 % en mujeres vacunadas frente a no vacunadas de 14 a 17 años.
En Dinamarca se reportó una disminución porcentual anual de la in-
cidencia de atipia citológica o peor de 13-33 % en mujeres de entre
12-20 años de edad (datos de impacto vacunal), y disminuciones del
25-60 % (datos de efectividad). En todos los estudios, los mayores
descensos se encontraban entre los grupos vacunados a edades más
jóvenes con 2 o 3 dosis. Para CIN-2, CIN-3, y AIS, se encontró que los
mayores descensos se produjeron en las cohortes que se vacunaron
a edades tempranas.

Los efectos de la vacuna sobre las


lesiones cervicales, lesiones que
tardan más tiempo en desarrollarse,
están empezando a observarse

En un análisis realizado en Suecia a nivel nacional, se siguió a las mu-


jeres vacunadas y no vacunadas durante una media de 2,6 y 5,1 años,
respectivamente. Se observó una disminución de CIN-2+ y CIN-3+
entre las mujeres completamente vacunadas antes de los 17 años de
edad del 75 % y 84 %, respectivamente, en comparación con las no
vacunadas o vacunadas parcialmente. Por el contrario, en las mujeres
vacunadas a los 20 y 29 años de edad, la disminución de CIN-2+ y
CIN-3+ fue de 22 % y 25 %, respectivamente. Este hecho se obser-
va también en Dinamarca, con descensos respectivos para CIN-2/3
y CIN-3 del 73 % y el 80 % en la cohorte de vacunadas a edad más
temprana, y del 12 % y el 22 % en la cohorte de vacunadas a edades
más avanzadas, en comparación con las mujeres no vacunadas.

En Victoria (Australia) se observó una reducción del riesgo por edad


similar: entre las mujeres vacunadas con al menos 1 dosis antes de su
primer cribado cervical y que tenían una edad comprendida entre los
12 y los 26 años en el 2007, con una edad media en el momento de la

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10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

vacunación de 21-22 años y un promedio de seguimiento de menos


de 3 años, la disminución de CIN-2/CIN-3/AIS varió de 39 % a 5 % en
los grupos más jóvenes y mayores, respectivamente en comparación
con las mujeres no vacunadas.

En Queensland (Australia), entre las mujeres de 15-18 años de edad


vacunadas con 3 dosis, seguidas aproximadamente 2 años, se observó
una reducción del 57 % en CIN-2+/AIS en comparación con las mu-
jeres no vacunadas, mientras que las mujeres de 23-27 años de edad
mostraron una reducción del 5 % en el mismo estudio (Figura 5).

Un estudio de impacto canadiense encontró una disminución del 69 %


en CIN-2+ en vacunadas de 15-17 años de edad después de la imple-
mentación del programa de vacunación frente al VPH (en comparación
con los datos de la era prevacunal), pero con una reducción de menos
del 6 % en las mujeres de 18-22 años de edad, que no eran elegibles para
la vacunación en el marco del programa escolar.

Figura 5. Impacto y efectividad de la vacunación con la vacuna


tetravalente en anormalidades cervicales histológicas y citológicas

1 dosis
100 % 2 dosis
3 dosis
80 %
Bajo grado CIN-2+/AIS
Otros casos
60 % 57 % 53 %
40 % 36 %
40 % 33 % 32 %
30 % 28 % 29 %
20 % 23 % 25 %
20 % 20 %
20 % 16 % 14 % 14 %
2% 2% 3%5%
0%
11-14 15-18 19-22 23-27 11-14 15-18 19-22 23-27

Edad elegible para el programa de vacunación (edad en 2007)

Adaptada de Garland SM, et al. Clin Infect Dis. 2016.

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IMPACTO DE LA VACUNACIÓN FRENTE A VPH, ¿QUÉ HEMOS CONSEGUIDO?

Figura 6. Proporción de mujeres nacidas en Australia con diagnóstico


de verrugas genitales en la primera visita, por grupos de edad, desde
2004 hasta 2011 (inicio del programa de vacunación en 2007)

20 Inicio del programa de vacunación

<21 años
16
21-30 años
p=0,89 >30 años
Prevalencia (%)

12

p=0,23
8
p=0,99

4 p=0,07
p<0,001

p<0,001
0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

Adaptada de Ali H, et al. BMJ. 2013

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3
SEGURIDAD:
CUESTIÓN RESUELTA

A
pesar de que la vacunación frente a VPH haya demostrado ser eficaz
y efectiva, y a pesar del buen perfil de seguridad observado durante
más de una década de uso de la vacuna 4vVPH y con más de 200
millones de dosis distribuidas, han aparecido muchos obstáculos que han
entorpecido la consecución de coberturas vacunales óptimas. Este hecho
impide que se pueda reducir todavía más la carga mundial de enfermeda-
des relacionadas con el VPH.

El impacto ha sido ya significativo. Los resultados de un metaanálisis pu-


blicado recientemente reflejan que, en países con coberturas vacunales
de más del 50 %, la prevalencia de infección por los VPH 16 y 18 en niñas
de 13 a 19 años ha descendido en un 68 % en el periodo posvacunal (RR:
0,32; 0,19-0,56) en comparación con el periodo prevacunal, y que adicio-
nalmente se han observado indicios de protección cruzada frente a los
VPH 31, 33 y 45 (RR: 0,72; 0,54-0,96). La incidencia de verrugas genitales
ha descendido el 61 % (RR: 0,39; 0,22-0,71) en niñas de 13 a 19 años, y se
ha observado un efecto de protección de rebaño en mujeres de 20 a 39
años y en niños menores de 20 años. En países con coberturas inferiores
al 50 % también se han registrado descensos significativos en la infección
y verrugas genitales debidas a los tipos vacunales, pero no se acompañan
de efectos de protección cruzada, ni de inmunidad de grupo.

Algunas ideas, infundadas sobre acontecimientos adversos relacionadas


con la vacuna, han sido capaces de poner en peligro los programas de
vacunación frente al VPH en algunos países como el nuestro.
- 17 -
SEGURIDAD: CUESTIÓN RESUELTA

Es del todo evidente que, cualquier intervención que implique la admi-


nistración de un fármaco, no está exenta de riesgos. Sin duda alguna,
ésto también sucede con las vacunas. Su administración no está total-
mente libre de riesgos y de acontecimientos adversos secundarios que
aparecen, de forma puntual, como resultado de la vacunación.

Aunque la mayoría de los acontecimientos adversos son menores, en


algunos casos pueden ocurrir reacciones más graves.

A las vacunas, por el hecho de ser administradas a individuos sanos, se les


exige un mejor perfil de seguridad en comparación con otros fármacos.

Todos estos productos han sido aprobados para su uso por las auto-
ridades reguladoras porque han demostrado ser seguras y eficaces en
los ensayos clínicos previos a su autorización.

Algunos de los organismos que vigilan, en la actualidad, la seguri-


dad de las vacunas frente al VPH son los siguientes:

• Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a Vacunas (VAERS)


de la US Food and Drug Administration.

• Agencia Europea de Medicamentos (EMA), así como todas las agen-


cias nacionales en los países donde han sido autorizadas.

• Agencia de Regulación de Medicamentos y Productos (MHRA) para


la Salud del Reino Unido.

• Administración de Productos Terapéuticos de Australia.

• Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas de la


Organización Mundial de la Salud.

Tras el extenso uso de la vacuna, se han investigado en detalle el perfil


de seguridad de esta vacuna y han elaborado documentos en los que
se evidencia el perfil de seguridad de estas vacunas. A continuación
recogemos algunas de las diferentes conclusiones publicadas tras la
revisión de la evidencia.

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10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

Declaraciones de organismos gubernamentales y de las autoridad


respecto al perfil de seguridad de las vacunas frente a VPH

“Las vacunas frente a VPH tienen un excelente perfil de seguridad


y eficacia. Los acontecimientos adversos después de la vacunación
frente VPH son, en general, leves y de corta duración. Las vacunas
pueden utilizarse en personas inmunocomprometidas e infectadas
por VIH. Las vacunas deben evitarse en mujeres embarazadas. La
lactancia no es una contraindicación para la vacunación frente VPH.”
OMS. Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de Vacunas
(GACVS). Documento de posicionamiento actualizado sobre vacunas
frente al virus del papiloma humano. 24/10/2014

“Entre junio de 2006 y marzo de 2014, se distribuyeron


aproximadamente 67 millones de dosis de 4vVPH en los Estados
Unidos. El 92,4% de los informes sobre acontecimientos adversos con
4vVPH se clasificaron como no graves. En general, la notificación
de acontecimientos adversos al VAERS es consistente con los datos
de los ensayos clínicos previos a la autorización y con el resumen
publicado en 2009 sobre los primeros 2,5 años
postcomercialización de las vacunas.”
Stokley S, et al. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 2014.

En el informe de ACIP de agosto del 2014, además de resumir la


epidemiología del VPH y las enfermedades asociadas y describir
las vacunas frente al VPH comercializadas, proporcionando
información actualizada de los ensayos clínicos y estudios de seguridad
postcomercialización de las mismas, se resumen las recomendaciones
para su uso. “ACIP recomienda la vacunación de rutina a los 11 o 12
años con 4vVPH o 2vVPH para las mujeres y con 4vVPH para los
hombres. ACIP también recomienda la vacunación para las mujeres de
entre 13 a 26 años y para los hombres de entre 13 a 21 años.”
Markowitz LE, et al. MMWR Recomm Rep. 2014.

- 19 -
SEGURIDAD: CUESTIÓN RESUELTA

“En base a la revisión de la información disponible por la FDA y


el CDC, la vacuna 4vVPH sigue siendo eficaz y con un perfil de
seguridad favorable y sus beneficios siguen siendo superiores a
sus riesgos.”
FDA. Vaccine Safety & Availability. 2009.

“Las vacunas frente al VPH, actualmente en uso para las niñas,


tienen un perfil de seguridad favorable, son generalmente bien
toleradas y eficaces en la prevención de la infección persistente,
el cáncer cervical y las lesiones cancerosas y precancerosas
relacionadas con los genotipos de la vacuna frente al VPH.
Las vacunas también confieren un cierto grado de protección
cruzada frente a genotipos no incluidos.”
ECDC. Guidance. 2012.

El Comité de la Agencia Europea de Medicamentos de Uso


Humano (CHMP) ha abordado las preocupaciones sobre la
seguridad de la vacuna 4vVPH y concluyó que “Esta vacuna
sigue siendo eficaz y con un perfil de seguridad favorable.”

EMA. News and press release archive. 2011.

Para asegurar la aceptación pública de las vacunas y programas de


vacunación, es esencial realizar un seguimiento exhaustivo de la in-
cidencia de acontecimientos adversos derivados de la inmunización.
Estos organismos hacen hincapié en el mantenimiento de la vigilancia
continua de los acontecimientos adversos, como sucede en el resto de
las vacunas.

En los ensayos clínicos previos a su autorización, más de 60.000 mujeres


participaron en diferentes ensayos para establecer la seguridad de estas
vacunas. En general, todos los estudios de preautorización reportaron

- 20 -
10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

síntomas locales y generales en los grupos de vacuna frente VPH y en los


grupos de placebo. La mayoría de los síntomas fueron leves y transito-
rios. Las reacciones más frecuentes fueron reacciones locales en el lugar
de la inyección (dolor, enrojecimiento e hinchazón), significativamente
más frecuentes en las que recibieron vacuna. Respecto a las reacciones
sistémicas se comunicaron con mayor frecuencia fiebre, náuseas y ma-
reos. Sin embargo, en este caso no hubo diferencia significativa entre
los grupos de vacunación y los grupos de control. Hubo muy pocos
acontecimientos adversos graves relacionados con la vacuna (<0,1 %),
y no fueron más frecuentes que en las que recibieron placebo. No se
encontraron diferencias en cuanto a reacciones adversas graves.

En Europa, los informes de seguridad de las vacunas se recogen a tra-


vés del sistema EudraVigilance de la EMA, como para cualquier efecto
adverso de cualquier medicamento.

Otros sistemas de vigilancia, como los sistemas de vigilancia activa,


incluyen grandes bases de datos enlazadas a poblaciones definidas y
permiten el intercambio de datos a través de plataformas, como Vigi-
base, creada por la OMS o el proyecto Vaccine Safety Datalink (VSD) en
EE. UU. Los estudios poscomercialización, incluyendo las actividades
de vigilancia, también son útiles para mejorar la capacidad de detectar
acontecimientos adversos que no fueron detectados con anterioridad
a través de grandes cohortes vacunadas.

Estas herramientas son de suma importancia, ya que se utilizan para


evaluar en profundidad cada acontecimiento adverso que se detecte
con el fin de probar o descartar una relación causal con la vacuna.

Acontecimientos adversos leves


Tras la comercialización de estas vacunas, los síntomas locales, como
dolor, enrojecimiento e hinchazón en el sitio de inyección, continuaron
siendo los acontecimientos adversos más frecuentes comunicados. El
dolor es generalmente el síntoma local al que se refieren con mayor
frecuencia después de cada dosis (aprox. 80 %), seguida del enrojeci-
miento e hinchazón.

- 21 -
SEGURIDAD: CUESTIÓN RESUELTA

Algunos estudios muestran que la proporción de sujetos que, comuni-


caron experiencias adversas, tendió a ser mayor después de la primera
dosis que de las posteriores.

Otros síntomas generales mucho menos frecuentes descritos son dolor


de cabeza, síncope vasovagal, fatiga, síntomas gastrointestinales,
artralgia, mialgia, erupción cutánea, fiebre y urticaria, después de
la vacunación independientemente del tipo de vacuna.

Klein et al. llevaron a cabo un estudio observacional retrospectivo pos-


terior a la comercialización donde se observó una asociación no inespe-
rada entre las vacunas frente al VPH y el síncope. También, en el informe
de VAERS, Slade et al. describen un aumento de los eventos de síncope
después de la vacunación 4vVPH. Concluyen, no obstante, que las tasas
de síncope después de la vacunación 4vVPH son comparables a las tasas
detectadas para el resto de vacunas administradas en el mismo rango
de edad. Los síntomas generales, como el síncope, se asocian a menudo
con la inyección y, por esta razón, se podrían evitar mediante la simple
recomendación de la administración de la vacuna en decúbito o que los
pacientes se sienten durante 15 minutos después de la vacunación.

Las tasas de síncope después de la


vacunación VPH son comparables a las
tasas detectadas para el resto de vacunas
administradas en el mismo rango de edad

Acontecimientos adversos graves


Las reacciones adversas graves se definen como cualquier ocurrencia
médica que amenace la vida, requiera o prolongue la hospitalización,
resulte en discapacidad, incapacidad o muerte. Klein et al. estudiaron
los acontecimientos adversos de una cohorte de 200.000 mujeres,
44.000 de los cuales recibieron tres dosis de 4vVPH. Este estudio tan
grande y exhaustivo no detectó ninguna evidencia de problemas de
seguridad graves secundario a 4vVPH.

- 22 -
10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

En un estudio de cohortes prospectivo de 2011, se observó un riesgo


relativo (RR) de 1,98 para el tromboembolismo venoso (TEV) entre
las chicas jóvenes (9-17 años), que recibieron, al menos, una dosis de
4vVPH. En los cinco casos confirmados de TEV se encontró que tenían
otros factores de riesgo de TEV. En un estudio tras comercialización
en Canadá el 4vVPH, no se observaron nuevos casos de TEV durante
los 4 años de seguimiento, datos que sugieren que no hay evidencia
de un problema de seguridad. Otros estudios de seguridad vacunal en
Europa no identificaron señales de seguridad con respecto a eventos
tromboembólicos venosos después de la 4vVPH había administrado.

La ocurrencia de Síndrome de Guillain-Barré (SGB), después de la


vacunación con 4vVPH, ha sido investigada por muchos autores dife-
rentes. La mayoría de ellos concluyen que, la ocurrencia de SGB des-
pués de la vacunación contra el VPH, no es sugerente de una asocia-
ción causal. Los datos de la CDC obtenidos a través de la base de datos
VAERS, indicaron que el número de casos estaba dentro del rango es-
perado por azar en la población.

Las pacientes con Lupus eritematoso sistémico (LES), probablemen-


te debido al tratamiento inmunosupresor de la enfermedad, tienen un
mayor riesgo de infección persistente por VPH en comparación con
mujeres sanas, además de mayor riesgo de desarrollar frotis cervica-
les anormales y lesiones intraepiteliales escamosas del cuello uterino.
Debido a estas razones, la vacunación frente al VPH en pacientes
con LES es especialmente importante. Ocho informes de casos en la
literatura, sugieren una asociación entre la vacunación y la evolución y
exacerbación del LES. Sin embargo, los estudios realizados no han pro-
porcionado pruebas en apoyo a esta asociación. Un estudio prospectivo
con 27 pacientes con LES, después de la vacunación 4vVPH, demostró
que esta vacuna tiene un perfil de seguridad favorable es, gene-
ralmente, bien tolerada e inmunogénica en pacientes con LES.

Las muertes súbitas han sido también presuntamente atribuidas a la


vacunación contra el VPH, no habiéndose encontrado ninguna rela-
ción causal con el uso de la vacuna. Un ejemplo fue el fallecimiento
acontecido en Reino Unido, donde una chica de Coventry en 2009
murió tras la vacunación. Tras la autopsia se comunicó que su muerte

- 23 -
SEGURIDAD: CUESTIÓN RESUELTA

se debió a un tumor mediastínico infiltrado. La adecuada gestión del


evento por las autoridades de salud pública, hizo que este evento tu-
viera un impacto muy limitado en el programa de vacunación frente al
VPH en el Reino Unido.

Por el contrario, cuando las autoridades de salud pública tienen poca


evidencia sobre la causa real de un acontecimiento adverso, el impacto
en el programa de vacunación puede ser grave.

En 2013, el gobierno de Japón retiró su recomendación para el uso de


vacunas frente al VPH en niñas después de una preocupación públi-
ca sobre los efectos adversos. En esa ocasión, el Ministerio japonés de
Salud instruyó a las autoridades de salud locales no promover el uso
de la vacuna hasta que se concluyó la investigación sobre los efectos
adversos. Como resultado, la cobertura de vacunación frente al VPH se
redujo drásticamente.

Recientemente, la agencia española del medicamento (AEMPS) infor-


maba de nuevas conclusiones obtenidas por el Comité para la Eva-
luación de Riesgos en Farmacovigilancia europeo (PRAC) de la EMA.
La AEMPS informa mediante un comunicado de que el PRAC revisó
los datos disponibles con objeto de clarificar si existía vinculación en-
tre la administración de las vacunas frente al papilomavirus y la apa-
rición de dos síndromes: el síndrome de dolor regional complejo (en
inglés CRPS) y el síndrome de taquicardia postural ortostática (en in-
glés POTS), a raíz de la notificación de varios casos, particularmente
en algunos países (Dinamarca, Japón). El PRAC evaluó los casos noti-
ficados que se presentaron posteriormente a la administración de la
vacuna frente a VPH y los comparó con los casos que cabría esperarse
en la población femenina de edad similar (unos 150 casos anuales por
millón, tanto de CRPS como de POTS). Dicho análisis no apoya que
ocurran más casos con posterioridad a la vacunación aún teniendo en
cuenta la posible infranotificación de casos. Tampoco se ha apreciado
la existencia de un patrón temporal entre la administración de la va-
cuna y la aparición de los síntomas. En relación a los casos sugerentes
de POTS, algunos de los síntomas notificados podrían corresponder a
un síndrome de fatiga crónica. Un estudio de base poblacional no ha
encontrado asociación entre la vacuna frente al VPH y el síndrome de

- 24 -
10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

fatiga crónica. El PRAC analizó también la información procedente de


otras fuentes incluyendo los ensayos clínicos y la bibliografía científica.
Adicionalmente evaluó la información proporcionada por expertos en
los referidos síndromes y por representantes de mujeres afectadas y no
encontró datos que sugieran una relación causal de los mismos con la
administración de la vacuna frente al VPH. El PRAC ha concluido, por
tanto, que los datos disponibles no apoyan que la vacuna del VPH pue-
da causar CRPS o POTS. El balance beneficio-riesgo de estas vacunas se
sigue considerando positivo y no se han recomendado cambios en sus
condiciones de uso autorizadas.

La OMS también emitió un comunicado con conclusiones similares a


las emitidas por el PRAC. En la actualidad, y con los excelentes datos de
seguridad de esta vacuna, el reto para las autoridades de salud pública
y los profesionales sanitarios es conseguir mitigar o eliminar las excesi-
vas preocupaciones frente a la seguridad. Esta vacuna sigue siendo per-
cibida como poco segura por un número inaceptablemente elevado
de mujeres y hombres que, además, son sujetos en riesgo de infección
y cánceres relacionados con el VPH.

No cabe la menor duda que, por delante de la opinión pública, el ma-


yor reto a conseguir es el completo convencimiento de los profesiona-
les sanitarios sobre el perfil de seguridad de la vacuna. Sin él, es impo-
sible realizar una recomendación explícita de la misma a los pacientes,
herramienta que junto con los sistemas de recordatorio de vacunación
de salud, puede contribuir a mejorar las tasas de vacunación.

El balance beneficio-riesgo de estas


vacunas se sigue considerando positivo y
no se han recomendado cambios en sus
condiciones de uso autorizadas

- 25 -
SEGURIDAD: CUESTIÓN RESUELTA

- 26 -
4
EPIDEMIOLOGÍA DE
VPH: MÁS ALLÁ DEL
CÁNCER DE CÉRVIX

E
l virus del papiloma humano (VPH) es un virus relativamente pe-
queño, sin envoltura, de 55 nm de diámetro. Tiene una cápside
icosaédrica formada por dos proteínas: la proteína L1 o mayor,
que representa el 80 % de la cápside y la proteína L2 o menor. Se han
descrito 150 subtipos virales que, en función de su capacidad oncogé-
nica, se clasifican en subtipos de alto y de bajo riesgo oncogénico. Los
VPH 16 y 18 junto con los VPH 6 y 11 son los que con mayor frecuencia
están relacionados con la enfermedad (Figura 7).

Los VPH 6/11 son responsables del 90% de las verrugas genitales y del
100 % de los casos de la papilomatosis respiratoria recurrente.

Tanto la mujer como el hombre pueden ser portadores asintomáticos


de la infección genital por VPH. La transmisión se produce por contac-
to sexual, afectando a toda la zona perineal, pudiéndose aislar el virus
en cuello uterino, vulva, vagina, canal anal, pene y escroto y también
en la cavidad oral.

Además, este tipo de infecciones no sólo ha mostrado asociación etio-


lógica con el carcinoma de cérvix, si no que también se ha asociado con
otros tumores del tracto anogenital tanto femenino como masculino.

La historia natural de la infección por VPH está relacionada con el tipo


viral. Aproximadamente, unos 15 subtipos de VPH se asocian a alto
riesgo oncogénico.

- 27 -
EPIDEMIOLOGÍA DE VPH: MÁS ALLÁ DEL CÁNCER DE CÉRVIX

Figura 7. Subtipos de VPH

VPH 6 VPH 11 VPH 16 VPH 18

Son la causa de las lesiones benignas Están implicados en el


de la piel (verrugas), la membrana desarrollo de lesiones
mucosa de la zona genital y precancerosas y cánceres
anal (verrugas) o extragenitales de diversos órganos
(papilomas de la boca) o de las principalmente de cuello
vías respiratorias (papilomatosis de útero
respiratoria recurrente)

Los subtipos de VPH de alto riesgo oncogénico se caracterizan por ma-


yor facilidad para establecer infecciones persistentes y para progresar
con mayor frecuencia que otros subtipos. Las infecciones por VPH de
tipo 16 o 18 tienden a persistir periodos de entre 16 a 24 meses, mu-
cha más duración que el resto. También se observan diferencias en la
capacidad del grado de progresión a HSIL/CIN-3 (lesiones escamosas
intraepiteliales de alto grado) asociadas al tipo viral.

Epidemiología del cáncer de cérvix


El cáncer cervical es el segundo cáncer femenino más común en las
mujeres de 15 a 44 años de edad en la Unión Europea, en la actualidad
se asume que la infección por VPH es causa necesaria para el desarrollo
de cáncer de cuello de útero. En Europa, se estiman que se diagnosti-
can alrededor de 34.000 nuevos casos de cáncer de cuello uterino y en
2012 se produjeron 13.000 nuevas muertes por cáncer cervical.

- 28 -
10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

En España se estima que se producen anualmente 2511 nuevos casos


de cáncer de cérvix y 848 muertes por su causa.

Las infecciones por subtipos de alto riesgo producen una infección


crónica silente, en algunos casos, de carácter persistente y que genera
alteraciones citológicas en forma de neoplasias cervicales de grado 1
(CIN-1) o lesiones escamosas intraepiteliales de bajo grado (LSIL). Estas
pueden progresar a lesiones escamosas intraepiteliales de alto grado
(CIN-2/3, HSIL) y a cáncer de cérvix.

Se estima que la prevalencia del ADN de VPH en la población femenina es


inferior al 10 % en los países desarrollados y superior al 15 % en los países
en vías de desarrollo. Las prevalencias de condilomas acuminados y LSIL
oscilan entre el 1 y el 3 %.
La prevalencia de las lesiones de alto grado se estima en un 1,1%, mien-
tras que el total de las citologías anormales se calcula del 4,4 %. La in-
cidencia estimada de carcinoma in situ en los Estados Unidos, es de 55
casos por cien mil mujeres/año y la de carcinoma invasor en el conjunto
de países desarrollados (tasa cruda) se estima en 15 casos nuevos por
cien mil mujeres/año. La incidencia de carcinoma invasor (tasa cruda) en
países en desarrollo se estima en 16,6 casos por 100.000 mujeres/año.

Las estimaciones en la población mundial de mujeres mayores de 15


años supondrían, en función de estas cifras, 500 millones de casos para
países desarrollados y 1.600 millones para países en vías de desarrollo,
una cifra de portadoras de ADN de VPH de 310 millones, 27 millo-
nes de pacientes con lesiones condilomatosas genitales, 27 millones
de mujeres afectadas por LSIL, 1,5 millones de mujeres con lesiones

En España se estima que se producen


anualmente 2511 nuevos casos de cáncer
de cérvix y 848 muertes por su causa

- 29 -
EPIDEMIOLOGÍA DE VPH: MÁS ALLÁ DEL CÁNCER DE CÉRVIX

escamosas intraepiteliales de alto grado y cerca de 400.000 casos de


carcinoma invasor.

Los tumores del tracto genital femenino representan una quinta


parte de los tumores de la mujer según estimaciones mundiales.
El tumor más frecuente es el de cáncer de cuello uterino (9,9 %), segui-
do del cáncer de ovario (1,0 %), endometrio (4,0 %), y de los cánceres
de vagina y de vulva (1 %).

La infección persistente por los VPH oncogénicos es el primer requisito


para el desarrollo de una neoplasia cervical. Además, existen cofacto-
res que pueden modificar la persistencia y la progresión neoplásica.
Algunos de ellos son: deficiencias inmunes adquiridas (infección VIH,
tratamientos inmunosupresores en receptores de trasplantes o con
patologías autoinmunes) o congénitas, multiparidad, anticoncepción
oral, otras infecciones de transmisión y el consumo de tabaco.

Respecto a la incidencia estimada de verrugas genitales en ambos sexos


asciende a 182 casos por 100.000 pacientes de edades comprendidas
entre los 14 y 64 años, con un coste directo estimado de 47 millones
de euros anuales.

Las infecciones por subtipos de alto riesgo


producen una infección crónica silente,
en algunos casos, de carácter persistente
y que genera alteraciones citológicas
en forma de neoplasias cervicales de
grado 1 (CIN-1) o lesiones escamosas
intraepiteliales de bajo grado (LSIL). Estas
pueden progresar a lesiones escamosas
intraepiteliales de alto grado (CIN-2/3,
HSIL) y a cáncer de cérvix

- 30 -
10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

Epidemiología de otros cánceres anogenitales


El ano es una localización anatómica que incluye una región de transi-
ción epitelial semejante a la observada en el cuello uterino. El estudio
de la incidencia del cáncer anal en varones homosexuales es com-
parable a la incidencia estimada para el cáncer de cuello uterino
en poblaciones de mujeres de riesgo, no protegidas por progra-
mas de cribado establecidos. La tasa de infección genital por VPH
entre los hombres es similar a la de las mujeres. En un periodo de 12
meses, la probabilidad de que un varón sexualmente activo adquiera
una nueva infección genital por VPH es de un 0,29 a 0,39, cifra similar
a las estimaciones realizadas para las mujeres.

El cáncer de vulva en la mujer menor de 50 años parece estar ligado


etiológicamente al VPH, manifestándose con lesiones coexistentes de
neoplasia vulvar intraepitelial (VIN) y compartiendo los mismos fac-
tores de riesgo característicos del cáncer cervical. El porcentaje de
casos de relacionados a VPH se estima entre un 30 y un 70 % de
los casos.

El cáncer de pene muestra marcadores virales en un 70-80 % de los


casos y el cáncer de vagina en un 40-50 % de los casos.

El VPH está también implicado en la etiología de una fracción de


los casos de cáncer de cavidad oral y de orofaringe. Los cánceres
de cavidad oral y orofaringe están principalmente asociados al hábito
de fumar y a la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas. No obstante,
existen evidencias de que el virus del papiloma humano está implicado
en la etiología de estos tumores. La contribución del VPH en los cán-
ceres de cabeza y cuellos es sustancial pero altamente heterogénea en
función del lugar anátomico, la región y el sexo. La mayor prevalencia
del VPH se observa en los cánceres en la orofaringe (24,9 %), seguidos
de faringe no especificada (21,4 %), nasofaringe (7,9 %), cavidad oral
(7,4 %), laringe (5,7 %), e hipofaringe (3,9 %).
La fracción atribuible a los distintos tipos de VPH también tiene una
marcada heterogeneidad geográfica, que es muy evidente para el cáncer
orofaríngeo. En Sudamérica se estima que sea muy alta (48,4 %-53,6 %),

- 31 -
EPIDEMIOLOGÍA DE VPH: MÁS ALLÁ DEL CÁNCER DE CÉRVIX

Europa Central y del Este (44,9 %-50 %), Europa del Norte (25 %-50 %),
y más baja en Europa del Sur (7,6 %-9,4 %).

Probablemente esta heterogeneidad refleje las distintas tendencias


temporales, geográficas y sociodemográficas a los cambios en la expo-
sición de la población al tabaco y la infección oral por VPH, llevando a
una rápida evolución de la epidemiología de los cánceres de cabeza y
cuello que son positivos a VPH.

El VPH 16 es el tipo más frecuentemente asociado al cáncer oral, espe-


cialmente en orofaringe y amígdala.

El siguiente tipo más frecuentemente detectado es el VPH 18, pero en


mayor prevalencia en laringe (ocho veces más elevada que en orofa-
ringe). El tercer tipo más prevalente es el VPH 6, considerado de bajo o
moderado riesgo oncogénico. Además, el VPH está también relacionado
con otras entidades clínicas de la cavidad oral: la papilomatosis oral (VPH
6 y 11), hiperplasia epitelial focal (VPH 13 y 32) y eritroplaquia (VPH 16).

- 32 -
5
VACUNACIÓN FRENTE
VPH: ¿ES EL MOMENTO
DE LA VACUNACIÓN
UNIVERSAL?

L
a vacunación de las mujeres adolescentes es, sin duda, el uso priori-
tario de las vacunas frente al VPH, dada su eficacia cercana al 100 %
en esta población y la incidencia de la enfermedad asociada a VPH
en esta población.

Desde 2008, los programas de vacunación frente al VPH se han im-


plementado en la mayoría de países de la UE en ese rango de edad.
Existen datos que indican que, la realización de cath-up sobre cohor-
tes de otras edades, es útil por la extremadamente baja posibilidad
de haber sido infectada por los cuatro tipos de VPH incluidos en la
vacuna (<1 %) y porque existe evidencia de que la vacuna protege
frente a los tipos de VPH para los que las mujeres tenían una infec-
ción previa resuelta (seropositivas, pero con ADN negativo). Además,
la vacunación en mujeres (a cualquier edad) es una opción atractiva
para conferir protección frente a lesiones precancerosas y cancero-
sas. En Suecia y en algunas regiones de Italia se ha implementado
la vacunación universal. En la actualidad, Austria y Reino Unido han
decidido también incorporarla a sus calendarios (en este último,
solo para hombres que tienen sexo con hombres).
Fuera de Europa, algunos países han iniciado un programa de vacu-
nación universal: EE. UU., algunas provincias de Canadá, Australia e
Israel han optado por la vacunación tanto de niños como de niñas.

- 33 -
VACUNACIÓN FRENTE VPH: ¿ES EL MOMENTO DE LA VACUNACIÓN UNIVERSAL?

¿Es por tanto el momento de implementar la vacunación universal a


nivel global?

Las consideraciones económicas y sociales asociadas con la vacuna-


ción masculina han sido ampliamente discutidas. A pesar de ello, y a la
vista de los datos actuales, la epidemiología y la carga de enfermedades
relacionadas con el VPH en niños y hombres, es sustancial como para
justificar su vacunación. No hay que olvidar que el cáncer anal tam-
bién está muy relacionado con los tipos virales VPH 16 y 18.

Con respecto a la vacunación del varón, se ha demostrado que la


vacuna es capaz de prevenir lesiones genitales externas (verrugas ge-
nitales) con más del 90 % de eficacia. El impacto y la relevancia de la
vacunación masculina es extremadamente alta en hombres que tienen
sexo con otros hombres. Desde un punto de vista equitativo, los hom-
bres que tienen relaciones sexuales con hombres no se benefician de
la protección indirecta que genera la inmunidad conferida por la vacu-
nación de las niñas. La eficacia frente a lesiones anales intraepiteliales
se estima en 92 %. El elevado riesgo de contraer verrugas genitales en
este grupo, convierte en una prioridad su inmunización frente a VPH.

Sin embargo, dadas las claras dificultades para la identificación de la


orientación sexual en los adolescentes varones y las bajas coberturas
obtenidas en todos los programas orientados a la vacunación de gru-
pos de riesgo, es probable que sólo a través de un enfoque universal de
vacunación frente al VPH se pueda conseguir una adecuada protección
a este grupo de alto riesgo.

Con respecto a la vacunación del varón, se


ha demostrado que la vacuna es capaz de
prevenir lesiones genitales externas debidas a
los tipos incluidos en la vacuna con más del
90 % de eficacia

- 34 -
10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

Es importante recordar que la respuesta inmune del varón al virus es


mucho menor que en la mujer. Además, el riesgo de adquirir una infec-
ción VPH en el varón permanece estable a lo largo de la vida.

Además, por una cuestión de eficiencia, se ha demostrado que los pro-


gramas de vacunación universal alcanzan coberturas vacunales mu-
cho más elevadas que los específicos a grupos de riesgo, como podría
considerarse también la vacunación exclusivamente de la mujer.

Cuando se evalúa la cobertura alcanzada durante un periodo tras el ini-


cio de un programa de vacunación, a través de modelos matemáticos,
se observa que la inclusión de la vacunación sistemática de los niños
y la vacunación combinada con catch up de los varones incrementa la
resistencia del programa en 7,2 y 12,6 veces respecto a la vacunación
de mujeres solamente. En concreto, la adición de la vacunación siste-
mática de los niños de 11 años de edad, podría proteger contra una
pérdida de efectividad resultante de la reducción de la cobertura tem-
poral. La inclusión de la vacunación del varón en los programas parece
ser crucial a la hora de asegurar una robusta efectividad a largo plazo.

La vacunación universal, de niños y niñas, es probablemente una for-


ma de mejorar la cobertura y contribuir a la disminución, todavía ma-
yor, de las enfermedades asociadas a VPH.

A este respecto, en relación con la vacunación universal del varón


adolescente, los estudios económicos realizados hace algunos años
sugerían que, en comparación con la inmunización de la mujer ado-
lescente, la vacunación de los niños resultaba económicamente poco
eficiente, a menos que se demostrara el impacto de la vacunación so-
bre la transmisión de la infección, cuestión complicada por las bajas
coberturas de vacunación actuales.

No obstante, en estos 10 últimos años el precio de la vacunación ha


disminuido de manera importante, haciéndola más accesible para los
programas de vacunación, y además se ha reducido a dos dosis el
número necesario de vacunas para considerar correctamente vacu-
nados a los niños menores de 13 años.

- 35 -
VACUNACIÓN FRENTE VPH: ¿ES EL MOMENTO DE LA VACUNACIÓN UNIVERSAL?

La disminución de costes por número de dosis, la evidencia cre-


ciente sobre la carga de enfermedad en hombres por VPH, el
impacto sobre los cánceres masculinos y lesiones precancero-
sas, la falta de herramientas para diagnóstico precoz de la enferme-
dad relacionada con VPH en los hombres y la mejoría potencial de la
aceptación de la vacunación son las principales bases para la inclu-
sión de un programa de inmunización universal independientemente
del género.

- 36 -
6
CONCLUSIONES

• La vacunación frente al VPH representa un hito en la histo-


ria tanto de la vacunación como de la prevención del cáncer
y otras enfermedades asociadas a la infección por el VPH.
La OMS reconoce la importancia del cáncer de cérvix y otras en-
fermedades relacionadas con el VPH como amenazas globales de
salud pública y ha reiterado su recomendación de que las vacunas
frente al VPH sean incluidas en los programas nacionales de vacu-
nación. El impacto positivo de la vacunación frente al VPH en sa-
lud pública depende de la aceptación de la vacuna por parte de la
población, con el fin de alcanzar una alta cobertura de vacunación.

• Actualmente hay dos preparados comerciales disponibles en


Europa: la vacuna tetravalente (VPH 6, 11, 16, 18) Gardasil® y
la bivalente (VPH 16, 18) Cervarix®. Una vacuna de nueva gene-
ración, la vacuna nonavalente, ha sido recientemente aprobada
por la EMEA. Esta nueva vacuna ampliará la cobertura frente a 5
más tipos oncogénicos de VPH (31, 33, 45, 52, 58), además de los
4 tipos originales incluidos en Gardasil®. Los tipos incluidos en la
vacuna son responsables del 90 % de los cánceres de cuello uterino,
vulva, cáncer vaginal y anal y 80 % de las lesiones precancerosas.

• La inmunización actual de las adolescentes tiene el potencial


de reducir drásticamente la incidencia de cáncer de cuello ute-
rino y la mortalidad, tanto en el mundo industrializado y el mun-
do en desarrollo, donde los programas de cribado para la detección

- 37 -
CONCLUSIONES

precoz de las lesiones precancerosas son a menudo imposibles de


establecer. Incluso en el mundo occidental, hay amplios sectores
de la población femenina que no se realizan screening para la de-
tección del cáncer de cérvix de modo regular o incluso que nunca
han acudido.

• Tras 10 años de vacunación, es evidente, a la luz de los datos


de efectividad obtenidos, que la única esperanza real de derro-
tar el cáncer de cérvix es la implementación de la vacunación
universal en todos los países. Para conseguirlo es necesario lle-
var a cabo todos los esfuerzos posibles, a través de programas que
acerquen las vacunas a precios accesibles a los países en desarrollo
y a través de iniciativas de comunicación que ayuden a informar
adecuadamente a los padres y las niñas para mejorar la aceptación
de la vacunación frente el VPH.

• En muchos países industrializados, se han comunicado algunos


casos de reacciones adversas graves desde el inicio de las cam-
pañas de vacunación sistemática. En todas ellas se ha demostra-
do una asociación sólo temporal y ninguna relación causal
con la vacuna.

• A pesar de ello, estos eventos suscitan gran atención por parte de


los medios de comunicación y, en muchos casos, un impacto ne-
gativo en los programas de vacunación debido a la gran preocu-
pación del público. Por tanto, además de mejorar la calidad de la
investigación de acontecimientos adversos para la evaluación de
causalidad, es necesario desarrollar habilidades de comunica-
ción para aportar la información en términos adecuados a los
medios para evitar que se siembren dudas de seguridad en donde
no las hay.

• Cada vez disponemos de más datos de que el cáncer de cérvix,


(sin duda, la enfermedad más importante relacionada con el VPH),
no es el único objetivo potencial de la inmunización para salud
pública. Nos enfrentamos al hecho de que el mayor conocimiento
de este virus ha permitido descubrir que el VPH se encuentra im-
plicado en otro tipo de patologías, en su mayoría tumorales,

- 38 -
10 años de prevención frente a Papilomavirus (VPH). Dónde estamos y hacia dónde vamos

que afectan tanto al hombre como la mujer. La evaluación de to-


dos los posibles efectos positivos, que la vacunación frente a VPH
puede tener sobre la salud de la población global, es fundamental
para poder valorar el impacto real de un programa de vacunación
universal que incluya a ambos sexos.

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10 AÑOS DE PREVENCIÓN FRENTE A PAPILOMAVIRUS (VPH)
Dónde estamos y hacia dónde vamos
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