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Marzo 30, 1901

Jesús le habla acerca de la Divina Voluntad y


de la perseverancia.
Continuando el estado de privación me sentía
como un tedio y un cansancio de mi pobre
situación, y mi pobre naturaleza quería liberarse
de dicho estado. Mi adorable Jesús, teniendo
compasión de mí ha venido y me ha dicho:
“Hija mía, en cuanto te retiras de mi Querer,
así empiezas a vivir de ti misma; en cambio si te
estás fija en mi Voluntad vivirás siempre de
Mí mismo, muriendo del todo a ti misma.”
Después ha agregado: “Hija mía, ten
paciencia, resígnate en todo a mi Voluntad, y
no por poco sino siempre, siempre, porque
sólo la perseverancia en el bien es lo que hace
conocer si el alma es verdaderamente virtuosa,
sólo ella es la que une todas las virtudes, se
puede decir que sólo la perseverancia une
perpetuamente a Dios y al alma, virtudes y
gracias, y como cadena se pone alrededor y
atando todo junto forma el nudo segurísimo de
la salvación; pero donde no hay perseverancia
hay mucho que temer.”
Libro de Cielo. Marzo 30, 1901 Volumen 4
“Hágase Tu Voluntad En la Tierra Como En El
Cielo”

“Todo, todo está unido al modo de obrar con


perseverancia, la cadena de mis gracias está
entretejida a las obras perseverantes, así que si el
alma se da sus escapadas rompe esta cadena, ¿y
quién le asegura que la unirá de nuevo? Mis
designios se cumplen solamente en quien une sus
obras a la perseverancia. La perfección, la
santidad, todo, todo va unido con ella, así que si el
alma es intermitente, siendo una especie de fiebre
intermitente, el no obrar con perseverancia manda
al vacío los designios divinos, pierde su perfección,
y frustra su santidad.” Octubre 29, 1904 Vol. 6

“Cierto que la cosa que más me agrada del alma es


la perseverancia, porque la perseverancia es sello
de la vida eterna y desarrollo de la Vida Divina.
Porque así como Dios es siempre antiguo y siempre
nuevo e inmutable, así el alma con la
perseverancia, con haberla practicado siempre es
antigua, y con la actitud de hacerla es siempre
nueva, y cada vez que la hace se renueva en Dios,
quedando en Él inmutable y sin darse cuenta.”
Abril 11, 1905 Vol. 6

“Mi Voluntad no es germen como las virtudes, sino


vida, y a medida que el alma comienza a
resignarse, a mirarla en todo y a vivir en Ella, así
viene formada en ella la pequeña Vida Divina, y
conforme se va adentrando en la práctica del vivir
en mi Querer, así crece y se va engrandeciendo esta
Vida Divina, hasta llenar al alma de toda esta
Vida, de modo que no queda de ella más que el solo
velo que la cubre y la esconde dentro de sí.” Abril
29, 1928 vol. 24

“Por eso no se necesita mucho para vivir de mi


Voluntad, el todo está en el querer, si éste se decide
y lo quiere firmemente y perseverantemente, ya ha
vencido a la mía y la ha hecho suya.” Marzo 19,
1935 Volumen 33

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