El proceso del duelo es el que permite buscar a mi madre un lugar que merece entre los tesoros de

mi corazón, pero hay que recordar siempre con ternura y con el tiempo que compartí y compartimos

con ella porque eso es un magnifico regalo. Y esto me lleva a entender que el amor que yo le doy a

mi mamá no se acaba si ella no está presente.

No importa cuánto tiempo haya pasado y pase mientras mi mamá no está, porque siempre te

recordare, así como todos los que están presentes, todos esos bellos momentos que disfrute contigo

que me alegraron el corazón, pero al igual de esto es inevitable que mis lágrimas no rueden tanto

hoy como en cualquier momento que me recuerde a ti, al aceptar que te has ido. Siempre serás esa

persona que, aunque ya no pueda ver físicamente, sé que seguirás estando a mi lado como me lo

dijiste a las 9:49 am y sé que seguirás viviendo en mi corazón por toda la vida y es por el simple

hecho de que la muerte no es más fuerte que yo para desvanecer mis sentimientos y todos esos

momentos a tu lado mami.

Puede que te hayas ido muy pronto de mi vida teniendo 17 años y casi 18, pero siempre me

acordare de ti en cualquier momento de día o de noche, y espero que al ver el sol y las estrellas me

extrañaras como yo lo hago contigo.

Te quiero mamá y eres mi pedazo de cielo por el que desafiare a la vida y a la muerte para seguir

siendo la persona que tanto quisiste con mi papá que fuera.