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Las Bacantes, de Eurípides

Se trata de la última obra de Eurípides, trágico griego que tenía ideas progresistas acerca
de la esclavitud y la mujer. La preocupación de Eurípides es el hombre, reflejarlo “tal como
es” al contrario de Sófocles que lo refleja tal como “debe ser”. Eurípides es un gran
pensador y en esta obra elige como tema a Dionisio y los ritos báquicos, la magia de lo
enigmático.
Argumento:​ En Tebas gobierna Penteo. Dionisio con las Ménades llega a la ciudad para
expandir su culto y realizar fiestas orgiásticas. Penteo decide espiar y es descubierto. Luego
descuartizado por su propia madre que, cuando recupera la conciencia, se lamenta.

Dionisio:​ Es un Dios extraño y ambiguo, inventor del vino. Se lo llama también Baco,
Dioniso, Dionisio o Bromio (el que brama como una bestia salvaje, pantera, león o toro);
Lysios y Eleuthereus por su acción liberadora. Es el Dios de la máscara y la representación.
En honor a él se realizaban las Grandes Dionisiácas en Atenas. En cuatro días se cantaban
ditirambos (himnos) se representaban 3 o 5 comedias, 12 tragedias y 3 piezas satíricas.
Este Dios tiene la capacidad de producir locura, la Manía, estado de delirio que produce en
sus seguidores por medio de la danza frenética y la ingestión de vino. Su nacimiento es
extraño: Nace como Dios aun siendo fruto del amor de Zeus y una mortal; Sémele, como
nos lo relata el poeta Hesíodo. Su procedencia no es griega, es de Lidia. Es un dios de
origen asiático, comparte con Apolo el Panteón de Delfos. Es un Dios presente pero que los
griegos rechazan en el interior de sus espíritus. Homero y Hesíodo hicieron una selección
de mitos en virtud del gusto de sus patrones, y así, apenas citan a Dionisio.
Luego de atravesar Arabia y toda Asia propagando su culto, llega a Grecia acompañado de
sus seguidoras: Las Bacantes o Ménades, que usan la vestimenta del dios: piel de corzo y
empuñan el tirso, especie de caña coronada con yedra o lana. Son felices y gritan “evohé”.
El cortejo se llama Tíaso. Los “misterios” de los dioses son un conocimiento esotérico
disponible para los iniciados en el culto. El ritual dionisíaco es la “orgía” y consiste en una
danza frenética en el monte, la “oreibasía”, seguida del descuartizamiento de un animal el
“sparagmós” y la ingestión de su carne cruda, la “omophagía”.

La mujer y lo dionisíaco​: La realidad cotidiana de la mujer griega no es agradable, recluída


en una parte de la casa, “el gineceo”, realizaba sus pesadas labores, especialmente tejer.
Sus salidas de la casa eran mínimas y siempre debían ser acompañadas de un esclavo.
Dionisio es sensible a la opresión de las mujeres. Libera a las mujeres del trabajo pesado
del telar. Las mujeres son los seres que más necesitan la felicidad prometida por el dios.
En cuanto a la música, todo el delirio se expresa con la flauta frigia, la música acompaña a
la ingestión del vino y el vino tiene una función terapéutica: alivia los pesares y produce
olvido mediante el sueño.
La dura situación de las mujeres necesita de una purificación y liberación. Sin embargo
Dionisio quiere que le rindan culto todos, hombres y mujeres, ricos y pobres, quiere liberar a
los individuos de sus opresiones. Las bacantes hacen propaganda en las calles y llaman a
irse al campo, lejos de la opresión de la ciudad lejos de la organización política humana. En
la naturaleza, la tierra donde aún están presentes las divinidades, se rechaza la actuación
del hombre sobre la naturaleza, se rechaza la Polis. Es el individuo el que está al servicio de
la ciudad y no al revés. La polis ejerce esclavitud directa sobre los esclavos y el metecos,
que no es griego o es de una ciudad griega distinta, es privado de derechos políticos y paga
impuestos especiales.
La falta de libertad es por la polis. Eurípides plantea un problema fundamental del Siglo V
AC el Nomos que es lo dado por el hombre y la physis que es lo dado por la naturaleza.

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