Universidad de San Carlos de Guatemala

Didáctica de la Educación en Población y Medio Ambiente

M.A. Alejandro José Linares Díaz
Maestrante: Dora Dulce María Moreira Gómez - 201241779

EL ORDEN DE LOS FACTORES NO ALTERA EL RESULTADO

Conflicto, desigualdad y pobreza… Leer estas tres palabras me hacen pensar en un círculo
“vicioso”, uno nos hace llegar al otro independientemente del orden de donde lo veamos.

Hablando por términos en separado, “conflicto” dícese de la oposición o desacuerdo

entre personas o cosas, “desigualdad” dícese de la condición o circunstancia de no
tener una misma naturaleza, cantidad, calidad, valor o forma que otro, o de diferenciarse
de él en uno o más aspectos y, “pobreza” dícese de la escasez o carencia de una cosa
determinada.

Si bien se indica en el párrafo anterior, conflicto es una lucha o disputa entre dos o más
partes. También puede significar pelea, enfrentamiento armado o guerra. Usado en sentido
figurado, sin que exista el uso de la fuerza, un conflicto puede ser una oposición, discusión,
un problema, un apuro o una situación complicada (por ejemplo, conflicto laboral o conflicto
de intereses). Podemos hablar de lo que son los conflictos sociales los cuales hacen
referencia a la lucha o enfrentamiento que existe en una sociedad entre varios grupos
sociales. Normalmente la disputa se produce, por un lado, para conseguir poder, recursos o
derechos y, por el otro lado se lucha por mantener los privilegios o las situaciones de
desigualdad de las que un grupo se beneficia. Así mismo, podríamos hablar de conflictos
laborales, conflictos psicológicos, conflicto moral, conflictos cognitivos, conflictos familiares,
conflictos escolares, conflictos armados y conflictos de intereses como lo es una situación
en la que un individuo se encuentra influenciado por un interés personal, económico o
afectivo, que le impide ser imparcial al momento de una actuación o decisión en su ámbito
laboral, lo cual afecta su integridad en el ejercicio de sus funciones, como es el caso de un
Juez que conoce una caso de asesinato cometido por un familiar directo o indirecto lo cual
puede afectar su imparcialidad al momento de tomar su decisión.

Por otra parte, la desigualdad como un problema estructural, es decir, está incluida en los
sistemas sociales, políticos y económicos que determinan nuestro rumbo, y quizá de ahí
provenga la dificultad para combatir los mismos definitivamente.
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La “desigualdad” varía según las características de cada lugar, región, país o continente.
Sin embargo, si echamos un ojo al problema, podemos identificar algunas de las causas
como por ejemplo la corrupción, la cual es una causa directa de la pobreza y la desigualdad
social: lo que en principio estaba destinado a mejorar la calidad de vida de las personas, ha
acabado en manos de terceros. Cuanta más corrupción, más desigualdad social. Otro
ejemplo es la marginación de espacios públicos como una forma de desigualdad social,
cuando esto pasa, la intención de dichos grupos es excluir al resto de las personas para
que no puedan acceder a las mismas oportunidades de los demás.

La Organización de las Naciones Unidas incluyó la lucha contra la desigualdad social como
uno de los objetivos prioritarios de gobernanza mundial en los próximos 30 años,
especialmente en países en vías de desarrollo o en contextos marcados por la pobreza, la
exclusión y la marginalidad.

Por último, pero no menos importante, la pobreza como parte también de uno de los
Objetivos de Desarrollo incluido por la ONU y la PNUD en donde miden y explican la
convergencia entre la pobreza, equidad social, gobernabilidad y medio ambiente a través
de sus Informes de Desarrollo Humano, los cuales han tenido un profundo impacto en el
debate del desarrollo, en el análisis y la formulación de políticas públicas en todo el mundo.
Si bien, pobreza es el término más conocido en nuestro país, ya que la incidencia de
pobreza en el país es de 90.6%, es decir que este porcentaje de personas sufre algún tipo
de privación; el 62.4% vive en pobreza media; el 29.6% en pobreza extrema, y el 3.6% en
pobreza severa (INDH, PNUD 2011).

Como parte del primer objetivo de desarrollo se busca erradicar la pobreza en todas sus
formas sigue siendo uno de los principales desafíos que enfrenta la humanidad. Si bien la
cantidad de personas que viven en la extrema pobreza disminuyó en más de la mitad entre
1990 y 2015, aún demasiadas luchan por satisfacer las necesidades más básicas. Los
Objetivos de Desarrollo Sostenible constituyen un compromiso audaz para finalizar lo que
comenzamos y terminar con la pobreza en todas sus formas y dimensiones para 2030.
Esto requiere enfocarse en los más vulnerables, aumentar el acceso a los recursos y
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servicios básicos y apoyar a las comunidades afectadas por conflictos y desastres
relacionados con el clima.

Existen coherencias que enlazan a estas tres palabras de a cuerdo a lo planteado

anteriormente, pobreza, desigualdad, conflictos, todos conducidos al impedimento de ver al
país crecer. Para ello, es importante ser es 1% que hace lo posible al velar por lo justo y lo
que realmente le corresponde a cada quien, todo esto con el fin de desvanecer los
conflictos sociales, económicos y políticos creando igualdad para todos y, a través de una
sociedad llena de valores lograr desvanecer la pobreza poco a poco en nuestro país.

Referencias

1. Consultado en: https://www.significados.com/conflicto/

2. Consultado en: https://blog.oxfamintermon.org/desigualdad-social-ejemplos-en-la-vida-
cotidiana/
3. Consultado en: https://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-
goals/goal-1-no-poverty.html