No sería difícil poder plasmar una definición amplia, acabada y
significativa sobre el marco de vulnerabilidad en medio de tantas situaciones sociales que tenemos en nuestro. Dicho significado está entrelazado con las realidades vividas día a día de muchos individuos que viven a merced de la casualidad de la vida. Esto es lo que plantea Leandro M. Gonzáles en su artículo: orientaciones de lecturas sobre vulnerabilidad social, cuando plantea que los que el enfoque sobre el concepto vulnerabilidad pudiera englobar una interpretación multidimensional. Es decir, que este concepto no está tan limitado, pues fenómenos como la desigualdad y la pobreza en América Latina, se han convertido en campos de estudios muy particulares.
Una definición que os ayuda a comprender con una conciencia
crítica es la de Juna Moreno Crossley cuando se refiere a vulnerabilidad social como una condición de riesgo o indefensión, la susceptibilidad a sufrir algún tipo de daño o perjuicio o incluso, la de padecer la incertidumbre. Partiendo de lo que cita moreno, muchos autores consideran que una palabra que puede describir a vulnerabilidad es fragilidad o riesgo.
Como no es un concepto que no está limitado a una frase sin sentido
de juicio, debemos pensar en el entorno del individuo, es decir el hogar o la comunidad. Estos atributos que son los que nos permiten tener un concepto amplio sobre vulnerabilidad, están vinculados a procesos estructurales que, como dice M. González, “configuran situaciones de fragilidad, precariedad, indefensión o incertidumbre.”
La vulnerabilidad provoca o afecta de manera transitoria o
permanente, las probabilidades de desintegración, movilidad social, desarrollo, exclusión social. Es en este marco donde pueden intervenir las instituciones internacionales y/o nacionales. El conjunto de los factores de riesgo es una connotación que para Crossley, afectan a diversas unidades sociales para su seguridad. Es decir, que un individuo, hogar o comunidad es vulnerable, como resultado del conjunto de múltiples factores de riesgo que configuran una situación o síndrome de vulnerabilidad social. Es bueno destacar que lo que provoca esta vulnerabilidad social y que están incluidos en esos detonantes o factores, son la distribución desigual de bienes y recursos.
Como ejemplo pudiéramos mencionar el desbalance en las carteras
de nuestros gobiernos. El sector Mercantil que es la mano derecha del estado (las empresas, la banca comercial, entre otras) y el sector social, la mano izquierda del estado, (Las oficinas sociales, los bancos de alimentos, salud pública, la agropecuaria, la familia, entre otros). La primera, exige y tiene un presupuesto super elevado para su manejo y no presentas problemas presupuestarios para responder a las exigencias de su clase. La segunda, nunca tiene un presupuesto adecuado para responder socialmente a la clase pobre, específicamente en el sector salud y bienestar.
Otra definición de vulnerabilidad acabada de muy fácil comprensión
es la de Coroline Monser. En uno de sus artículos publicados en inglés advierte que las diversas situaciones de pobreza son producto de las diferentes maneras en que los hogares administran sus activos. Ella no se enfoca en lo que carecen sino mas bien en lo que los pobres poseen, un tanto contradictoria a la definición de Crossley. Ella infiere en su declaración que los activos de los que disponen las personas, es decir el conjunto de bienes, recursos y atributos, pueden administrarse de manera efectiva para para la mejoría del nivel de bienestar o para superar situaciones adversas.
Para la señora Moser, vulnerabilidad social se identifica con el
conjunto de limitaciones o desventajas que las personas encuentran para acceder y usar los activos que se distribuyen en la sociedad. Partiendo de este postulado, ella propone que se “definan políticas sociales centradas en la promoción de las oportunidades de las familias pobres para que puedan acceder a los activos”. En lo particular, este definición y enfoque de Caroline, me parece mesurable y adecuada, aunque su primera visión de que los pobres deben administrar lo que tienen para poder sobreponerse o llegar multiplicar los activos me parece un tanto descabellada. Sin embargo, cuando desarrolla su tesis de propuesta a los gobiernos de abrir nuevas oportunidades, me parece la mejor de las opciones. Pues cuando enseñamos a alguien a pescar y no solo a regalarme un pescado, de vez en cuando, tendremos individuos, hogares y comunidades menos vulnerables, porque todo comienza con las personas.
Dicha propuesta tubo acogencia, pues los miembros que integraban
para ese entonces la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) hicieron un trabajo de que se denominó “Vulnerabilidad, activos y Exclusión social en Argentina y Uruguay.” En dicho trabajo, los autores, Rubén Kaztman y Carlos Figueira, proponen analizar factores de formación y distribución de activos en tres dimensiones: Capital físico (financieros/vivienda), Capital humano (trabajo, salud y educación) y capital social (redes sociales). Sabiendo claramente que no todo es proporcionado por el Estado, sino que incurren tres agentes importantes en esta proporción: El Estado, el mercado y la comunidad, estas son las estructuras de oportunidades.
Considero que necesitamos propuestas en nuestro país de esa
naturaleza y pero que bajan a y se apliquen a la base, a la sociedad. Que sean administradas por la propia sociedad y que no descansen en los brazos de una persona o del grupismo selecto. Si la sociedad se empodera, entonces las políticas se cumplen y dan resultados.
Dentro del concepto vulnerabilidad se comprende que hay factores
de riesgo. “Cuando se habla de factores de riesgo se hace referencia a la presencia de situaciones, eventos o características contextuales o personales que, al manifestarse, aumentan la probabilidad de generar diferentes problemas, que se pueden relacionar con aspectos emocionales, conductuales o de salud.” Partiendo de esta definición de los factores e riesgo, los actores que incurren dentro del concepto vulnerabilidad, son como se menciona más arriba, el individuo, el hogar y la comunidad. Por lo tanto, la toma de decisiones colectivas puede afectar o beneficiar a estos integrantes.
En conclusión, se hace mención en el Artículo de la vulnerabilidad
demográfica, que se asume una faceta de las desventajas sociales y se define “como un conjunto de rasgos sociodemográficos que quizás generen dificultades limitaciones en cuanto a la administración de los activos en una sociedad moderna.”
Por tanto, la demografía de la pobreza se agudiza en los pueblos
latinoamericanos en cuantos a los aspectos mortalidad y fecundidad superiores a los promedios de la población total.
En vista de las lecturas y bibliografías que se dan en este ensayo,
resumimos que la prevención y mitigación de las condiciones y malestares sociales que afectan a la sociedad, visto los elementos que la integran, es el propósito de este documento.
De forma esquemática podemos arribar en lo que dice la CEPAL:
Vulnerabilidad= exposición a riesgos
+ incapacidad para enfrenarlos + inhabilidad para adaptarse activamente