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PASO 11 SANIDAD DE LAS RELACIONES

La forma en que me relaciono con mi entorno es crucial para lograr tener una buena relación con
Dios.

Lucas 19:10 Jesús vino a restaurar la relación entre Dios y el hombre que se había perdido por
causa del pecado en el Edén. “El Hijo del hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido”.

Pero este pecado no solo nos hizo perder nuestra relación con Dios, sino que también afectó nuestra
relación con las personas, pues allí surgió en el corazón del hombre el egoísmo, la división y la culpa.
Génesis 3:11-13, Dios le pregunta a Adán: ¿A caso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí
comer? la mujer que me disté por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí, entonces Dios el
Señor le preguntó a la mujer: - ¿qué es lo que has hecho? la serpiente me engañó, y comí, contestó
ella.”

¿De qué manera evadieron Adán y Eva su pecado cuando Dios los confrontó?

COMO TENER MEJORES RELACIONES CON NUESTRO ENTORNO

Mateo 7:24-26 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre
prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y
golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que
me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre
la arena;

Edificar la casa no solo hace referencia a mi relación con Jesús quien debe ser la roca sobre la cual
construimos nuestras vidas, también hace referencia y especial énfasis en las relaciones familiares de
padres a hijos y viceversa y todo lo que ello implica, el matrimonio, los hijos, la familia extendida,
(tíos, primos, abuelos), el trabajo, estudio, autoridades y todo lo que representa nuestro entorno.
Construir nuestra casa sobre la roca es construir relaciones saludables con todo lo que nos rodea,
basándonos en principios espirituales, bíblicos, que solo obtendremos viviendo una vida basada en
Jesús el Cristo.

 Jesús quiso enfatizar la importancia de llevarnos bien con quienes nos rodean:
Mateo 22:37-39. Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Aquí Jesús enfatiza en la importancia de tener una excelente relación con Dios y
posteriormente con el prójimo. Estos, son las personas más cercanas como nuestra familia o
nuestros amigos, vecinos, personas de la iglesia, compañeros de trabajo o personas con las
que nos cruzamos en la calle, etc.

 La esencia de Dios es el amor y Él desea que ese amor exista entre unos y otros.
Efesios 4:2-3 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los
otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;

En este pasaje la palabra “solícitos”, significa “dispuestos”, y estar dispuestos significa hacer
todo lo posible por que así sea, por que haya unidad entre las personas a través de la
presencia y el poder del Espíritu Santo, vinculados, unidos por la paz que el Espíritu da.

 El Señor da unas señales acerca de cuál es la forma correcta de vincularnos con los demás.
Colosenses 3:9-14 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre
con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va
renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni
incircusicion, siervo ni libre, sino que
Cristo es el todo y en todos. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de
entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro.
De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas
vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.

No ser hipócritas diciéndonos mentiras, no discriminarnos sino más bien aceptándonos como
somos, nos ayuda a identificarnos con el mundo como hijos escogidos de Dios y como tal con
muy buenos sentimientos para con las demás.

 En la unidad del Espíritu podemos decir que somos un solo cuerpo y eso es lo que quiere
nuestro Señor Jesús que el mundo nos vea unidos.
Juan 17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos
sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

El Señor Jesús quiere que mantengamos la unidad en la relación con el con nuestro prójimo.

 Amar a nuestro prójimo no es fácil y el Señor lo sabía, sin embargo, debemos saber que el
amor es totalmente necesario para una correcta relación con nuestro prójimo y también para
con Dios.
1 de Corintios 13:4-8 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda
rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo
lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y
cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

Disfrutar del privilegio del verdadero amor en Cristo nos llevara también a compartirlo con los
demás y nuestro entorno.

 Relacionarnos bien con los demás demanda una gran responsabilidad pues hay que demarcar
el orden y la visión acerca del papel que se espera de nosotros.
Mateo 7:12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

¿En que nos basamos para tratar a los demás?

 Tener buenas relaciones implica poder mantener una correcta y adecuada comunicación con
los que nos rodean,
Lucas 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo,
del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la
boca.

¿Por qué somos como somos con las personas que nos rodean? ¿que hay en nuestro
corazón?

 Desarrollar la amistad se trata de estar juntos, no por obligación sino de cultivar las
relaciones.
Proverbios 17:17 En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de
angustia.

Es en los momentos difíciles donde podemos identificar quien es un verdadero amigo,


mostrar el interés en las otras personas es una buena forma de cultivar las buenas
relaciones.

 Resolver los conflictos nos ayuda a aprender a convivir con los demás y nos obliga a entender
que hay otras maneras de ver la vida aparte de la propia. Podemos aprender a ver las
diferencias, los cambios, los obstáculos y los momentos de crisis, como una oportunidad para
crecer.
Mateo 18:15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si
te oyere, has ganado a tu hermano.

Dialogar, reconciliar, poder ponernos de acuerdo, dar el brazo a torcer en determinados


momentos, denotan de nuestra parte el interés en mantener una buena relación.

 Establecer el Reino de Dios como algo principal en nuestra vida resultara en mejorar
radicalmente nuestras relaciones con los demás.
Deuteronomio 6:5-9 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con
todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las
repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al
acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como
frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

Compartir con los demás aquello que hemos aprendido del Señor en todo tiempo y con toda
persona nos hará más relacionales.

GÁLATAS 6:1-10
Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con
espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Porque el que se cree ser
algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y
entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará
su propia carga. El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo
instruye. No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso
también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que
siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien;
porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos
bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

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