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Título Capítulo tercero


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3. Muestreo y caracterización de un sitio


Palabra
Clave

Para el buen desarrollo de una investigación, así como para la obtención de resultados
confiables a partir de un diseño experimental para la remediación de un suelo contaminado, es
Búsqueda necesario, en primer lugar, llevar a cabo su caracterización. La caracterización de un sitio,
avanzada implica actividades de muestreo y análisis que tienen como finalidad determinar la extensión y
naturaleza de la contaminación; asimismo, provee las bases para adquirir la información
Puntos de Venta y técnica necesaria para desarrollar, proyectar, analizar y seleccionar las técnicas de limpieza
Formas de Pago más apropiadas. La caracterización se realiza en etapas y, debido a que su principal objetivo es
FAQ la toma de decisiones basadas en información existente, el primer paso es definir los objetivos
Sistema de del estudio (sección 3.1). La mayoría de las metodologías de caracterización incluye las
Calidad y siguientes etapas (US EPA 1991, Álvarez-Manilla et al. 2002):
estadísticas
Instrucciones para i Determinación de las condiciones del sitio antes de la contaminación. ii Definición de la
autores y revisores magnitud y tipo de contaminación. iii Muestreo. iv Análisis físicos y químicos. v Elaboración de
cartas y/o mapas con ayuda de sistemas de información geográfica.
Boletín de
novedades Para cualquier investigación relativa a la remediación de un sitio es importante definir, tanto
editoriales como sea posible, el perfil horizontal y vertical del contaminante. La información completa
acerca del alcance y diversidad de la contaminación en el sitio es crítica para la selección de
una tecnología de tratamiento. La obtención de esta información generalmente requiere de la
toma de muestras y de la determinación de sus características físicas y químicas (Van Deuren
et al. 2002). El muestreo es el primer paso a efectuar para realizar un análisis de suelos y es
la actividad por medio de la cual se toman partes representativas de un todo llamado
población, con el objeto de conocer la población total a partir del estudio de las características
de cada una de esas partes (Valencia y Hernández 2002).

3.1. Objetivos de un muestreo

El objetivo principal de cualquier operación de muestreo es colectar muestras representativas


del medio que se está investigando. Más específicamente, el propósito del muestreo en un sitio
contaminado es adquirir información que ayude a determinar la presencia e identidad de los
contaminantes presentes y el grado en el que estos podrían entrar en el ambiente circundante
(Ford et al. 1984). El muestreo de un suelo se diseña y conduce para cumplir con uno o varios
de los siguientes objetivos (Barth et al. 1989):

. Determinar el riesgo a la salud humana y/o al ambiente debido a la contaminación del suelo
por contaminantes específicos.

. Determinar la presencia y concentración de contaminantes específicos, con respecto a niveles


de fondo (concentraciones naturales en el sitio).

. Determinar la concentración de contaminantes y su distribución espacial y temporal.

. Medir la eficiencia de acciones de control o de limpieza (remediación).

. Obtener mediciones para validación o uso de modelos de transporte y deposición de


contaminantes en el suelo.

. Determinar el riesgo potencial a la fiora y fauna por contaminantes específicos.

. Identificar fuentes de contaminación, mecanismos o rutas de transporte y receptores


potenciales.

3.2. Tipos de muestreo

El muestreo representativo juega un papel muy importante en la calidad y la utilidad de los


datos analíticos. El muestreo representativo debe tener altos niveles de precisión y exactitud,

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que garanticen que una muestra o grupo de muestras sea representativa y proporcione con
precisión las características del sitio, además de que los resultados sean reproducibles. La
exactitud se refiere a la aproximación del valor del análisis de suelo con respecto al contenido
real en campo, y la precisión describe la posibilidad de reproducir de los resultados. Ambos
parámetros están determinados por el número de muestras tomadas en el campo. A medida
que se incrementa el número de muestras, aumenta la exactitud y la precisión (Mason 1992).
El diseño de un muestreo puede ser (i) a juicio (no probabilístico) o bien, (ii) aleatorio simple,
estratificado o sistemático (probabilístico) (Valencia y Hernández 2002).

3.2.1. Muestreo a juicio Un muestreo selectivo o a juicio se presenta cuando los


elementos son seleccionados mediante un criterio personal y generalmente lo realiza

un experto. En zonas heterogéneas de pequeña extensión se pueden escoger puntos con base
en diferencias típicas, como cambios notorios en relieve, textura, color superficial, vegetación,
etc. En los estudios ambientales, el muestreo selectivo, a menudo, constituye la base de una
investigación exploratoria. Sus principales ventajas son la facilidad de realización y sus bajos
costos, además de que se puede llevar a cabo en zonas heterogéneas como en zonas
homogéneas (Mason 1992).

3.2.2. Muestreo aleatorio simple

Este tipo de muestreo (figura 5a) se emplea en casos en los que se dispone de poca
información acerca de las características de la población a medir; se basa en la teoría de
probabilidades y siempre re- quiere de un análisis estadístico. Este tipo de muestreo permite
todas las combinaciones posibles de unidades de muestras a seleccionar. Los puntos de
muestreo se ubican en un plano cartesiano (Xi,Yj), en donde cada punto de la población tiene
la misma probabilidad de ser seleccionado. El medio más común para minimizar la desviación
estándar en esta selección es asignarle un número a cada unidad de población y extraer
unidades de muestras de una tabla de números aleatorios (Mason 1992).
Este tipo de muestreo es recomendable para áreas homogéneas menores a cinco hectáreas,
delimitadas por referencias visibles a lo largo y ancho de toda la zona (Valencia y Hernández
2002).

3.2.3. Muestreo aleatorio estratificado

En este tipo de muestreo (figura 5b), la población en estudio se sub- divide en estratos o
subgrupos que tienen cierta homogeneidad en el terreno y en cada estrato se realiza un
muestreo aleatorio simple. El requisito principal para aplicar este método de muestreo es el
conocimiento previo de información que permita subdividir la población

Figura 5. Tipos de muestreo: a) aleatorio simple; b) aleatorio estratificado; c) sistemático


rejilla rectangular; d) sistemático rejilla polar

Por ejemplo, la división se puede realizar con base en la topografía, los horizontes del suelo, la
mancha del contaminante, los cambios de color en el suelo, el crecimiento irregular de las
plantas, etc. Esto garantiza que los puntos de muestreo se encuentren repartidos más
uniformemente en toda la zona, en función al tamaño del estrato y permite además conocer de
forma independiente las características particulares de cada estrato. Es recomendable para
áreas mayores de diez hectáreas y cuando el terreno no es homogéneo (Mason 1992, Valencia
y Hernández 2002).

3.2.4. Muestreo sistemático

El muestreo sistemático es una herramienta que puede utilizarse para reducir la variabilidad
de la muestras. Este método consiste en ubicar las muestras en un patrón regular en toda la
zona de estudio (figura 5); puede realizarse a partir de un punto determinado al azar, a partir
del cual se establece cierta distancia para ubicar los demás puntos (a distancias uniformes
entre sí). Este tipo de muestreo puede realizarse por rejilla rectangular o polar (figura 5c y 5d)
(Mason 1992). Puede llevarse a cabo en superficies de cualquier tamaño, dado que las
muestras pueden ubicarse de acuerdo con las dimensiones y forma del terreno, es decir, la
distancia equidistante entre los puntos de muestreo pueden ser de unos centímetros, metros o
hasta kilómetros, lo cual depende del tipo de estudio que se esté realizando (Valencia y
Hernández 2002).

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3.3. Muestras representativas

Una muestra puede definirse como una parte representativa de un medio que se está
investigando. Sin embargo, representatividad es un término relativo que debe considerarse
con cuidado, junto con otros criterios, antes de la obtención de muestras. Entre los criterios
más importantes se incluyen (Ford et al. 1984):

. Representatividad. Una muestra posee las mismas características o propiedades que el


material en estudio. El grado de semejanza entre las muestras y el material en estudio se
determina por las características a estudiar y por las técnicas analíticas usadas.

. Tamaño de muestra. Se debe seleccionar cuidadosamente, con base en las propiedades físicas
de la matriz y los requerimientos y/o limitaciones del muestreo y las técnicas de análisis.

. Número y/o frecuencia del submuestreo. Estas consideraciones deben basarse en el tipo de
información estadística que se desea y en la naturaleza del material a colectar.

. Mantenimiento de la integridad de las muestras. La muestra debe conservar las propiedades


de las condiciones originales en el sitio (al tiempo del muestreo), durante la colección,
transporte y entrega al analista.

La importancia de obtener muestras representativas en campo, a través de las metodologías


mencionadas anteriormente, así como conservar su integridad durante los procedimientos
analíticos, es fundamental para la generación de datos significativos. La inherente
heterogeneidad de los suelos representa un reto particular para el personal responsable de un
muestreo; es un factor que debe considerarse durante la planeación de un muestreo, ya que
incide en diversos aspectos: (i) en la manera en la que el analista debe tomar submuestras en
el laboratorio; (ii) en la interpretación de datos y (iii) en la decisión acerca de las acciones a
seguir para la remediación de un sitio. Desafortunadamente, la completa homogeneidad de un
material particulado, como el suelo, no es posible debido a diversos factores. Sin embargo, el
grado de heterogeneidad de un suelo y su efecto en el muestreo ambiental puede minimizarse.
La industria minera desarrolló métodos que han servido como guías para el muestreo y
sub-muestreo de un suelo contaminado. Las teorías de muestreo de Pierre Gy,1 son
herramientas útiles aplicables al muestreo de una matriz compleja contaminada. El uso de las
prácticas sugeridas por dicho autor dan como resultado muestras más representativas del sitio
y datos de mayor calidad (US EPA 1999, Gerlach y Nocerino 2003).

La incertidumbre asociada al muestreo es producto de la muestra (características físicas y


químicas) y del proceso de muestreo (asociada a problemas estadísticos y a las técnicas de
muestreo). La teoría de Gy incluye siete tipos de error de muestreo y proporciona técnicas
demostradas para su minimización (cuadro 8) (US EPA 1999, Gy 1992).

1. Las teorías de muestreo de Pierre Gy, aplicadas con gran eficiencia en la industria minera
desde 1953 se basan, en parte, en el trabajo de especialistas en muestreo, incluyendo a D. W.
Brunton (1894 y 1895). Brunton demostró que existe una relación entre el tamaño de una
partícula y el peso de una muestra, que puede usarse como una estimación confiable de la
concentración de metales preciosos en un mineral (Mason 1992).

3.4. Planeación de un muestreo

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No existen reglas generales para realizar un muestreo de suelos, puesto que cada sitio
requiere de un muestreo en particular. Por esto, es importante realizar un esquema de
muestreo para cada sitio, el cual consiste en la ubicación óptima de los puntos de muestreo y
debe de ser lo suficientemente fiexible para permitir ajustes durante las actividades en campo.
Por ejemplo, la falta de acceso a los sitios de muestreo preseleccionados, las formaciones de
subsuelo no previstas o las condiciones climáticas, pueden demandar ajustes importantes en
los planes de muestreo (Valencia y Hernández 2002).

Durante el diseño de un plan de muestreo para un suelo contaminado es importante considerar


que las características físicas y químicas del sistema inciden en la transformación, retención y
movimiento de los contaminantes a través del suelo. El contenido de arcilla, materia orgánica,
la textura, la permeabilidad, el pH, el potencial redox (Eh) y la capacidad de intercambio
catiónico (CIC) del suelo, afectan la velocidad de migración y la forma química del
contaminante (Mason 1992).

El primer paso al planear la actividad de muestreo de un sitio contaminado es definir los


objetivos, los cuales, en un muestreo ambiental, se dividen principalmente en metas
exploratorias y de monitoreo. El muestreo exploratorio está diseñado para obtener información
preliminar respecto del sitio, mientras que el muestreo de monitoreo, generalmente, tiene
como fin adquirir información acerca de la varia- ción de concentraciones de parámetros
específicos durante un lapso determinado o dentro de un área geográfica específica. Un plan de
muestreo de monitoreo normalmente es más eficaz si va precedido del muestreo exploratorio o
si existe información histórica sobre el parámetro de interés en el sitio (Mason 1992). Los
objetivos específicos de cada plan de muestreo para un sitio contaminado se deben definir clara
y cuidadosamente antes de empezar el muestreo. Los objetivos principales de un muestreo
incluyen:

. Identificar el grado general de contaminación en el suelo, agua, entre otros, así como el
impacto potencial para la salud y el ambiente.

. Obtener suficiente información para estimar los posibles riesgos (a la salud y al ambiente)
debidos al tipo de contaminante.

. Determinar si se requieren medidas de remediación o mitigación en el contexto del uso actual


o futuro del sitio.

. El muestreo, además, busca: (i) determinar niveles de fondo (en el caso de metales y
metaloides); (ii) delimitar la distribución de contaminantes; (iii) estimar la variabilidad en las
características del suelo y (iv) el monitoreo del sitio.

3.4.1. Factores a considerar

Entre los factores más importantes que deben considerarse durante la elaboración o diseño de
un plan de muestreo se encuentran los siguientes (Csuros y Csuros 2002):

Plan de muestreo. Todo el personal involucrado debe conocer el plan del muestreo. Es también
de suma importancia capturar en campo toda la información descrita en él.

Parámetros de interés a evaluar. El interés de la investigación orientará el plan de muestreo.


Entre los parámetros a evaluar pueden incluirse las concentraciones de los contaminantes y
sus niveles de fondo, el estado de erosión o fertilidad del suelo, entre otros.

Identificación del sitio. Dependiendo del interés de la investigación, se identifica y delimita el


sitio de interés. En el caso de evaluar niveles de contaminación, se debe considerar la
migración de contaminantes a través de los diferentes horizontes del suelo.

Duración del estudio y frecuencia del muestreo. La duración del estudio y la frecuencia del
muestreo, son factores definidos por el investigador, tomando en cuenta los cambios de clima
en las distintas estaciones del año, o la temporada (siembra, cosecha o limpieza), en caso de
ser un suelo agrícola.

Tipo de matriz a muestrear. En el caso del muestreo de suelos, la matriz es sólida; sin
embargo, su consistencia y permeabilidad pueden cambiar dependiendo de la cantidad de
materia orgánica, arena, limo y arcilla que contenga, por lo que la distribución de
contaminantes es diferente en cada caso.

Número de muestras. Definida por el investigador, de acuerdo con algoritmos estadísticos,


accesibilidad a la zonas de interés, capacidad analítica y económica. Es importante que antes
de tomar una muestra, se remueva de la superficie la basura, pasto, piedras y hojas.

Tipo de muestra. En función de la información que se requiere, las muestras pueden ser
simples o compuestas y, pueden pertenecer a un estrato superficial o profundo (sección 3.5).
En cualquier caso, todas las muestras deben ser representativas del área contaminada.

Muestras control o testigo. Estas muestras pueden tomarse alejadas del sitio en estudio, pero
deben tener las mismas características del suelo de interés (origen, granulometría, etc.).

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Colección de muestras. La muestra se debe colectar mediante el uso de equipo apropiado y


limpio. Es importante que antes de la toma de cada muestra, los instrumentos de muestreo y
guantes se limpien o reemplacen. Las muestras deben colectarse en los recipientes adecuados
de acuerdo al tipo de análisis y deben etiquetarse inmediatamente.

Mediciones en campo. Algunas mediciones pueden realizarse en el sitio, directamente en el


suelo o en soluciones del mismo, por lo que es recomendable considerar el equipo necesario.
Estas mediciones, en general, proporcionan información cualitativa de algunas condiciones del
suelo, como pH, materia orgánica, sulfatos, carbonatos y cloruros, entre otros.

Conservación de muestras. Las muestras colectadas deben guardarse en un lugar oscuro y


fresco hasta su ingreso al laboratorio. La mayoría de las muestras tomadas para evaluar
contaminantes tienen un tiempo de caducidad. Cuando los análisis químicos son realizados
después de este tiempo, los resultados tiene menor con- fiabilidad; en algunos casos, el tiempo
de caducidad puede extenderse a través de la adición de sustancias químicas o conservando la
muestra en refrigeración, en caso de evaluar contaminantes volátiles.

3.4.2. Materiales e instrumentos para el muestreo

Los instrumentos de muestreo adecuados son esenciales para realizar un buen muestreo y
para las buenas prácticas de laboratorio. Pierre Gy recomienda cucharones y espátulas planos
con lados paralelos, para evitar el muestreo preferencial de partículas gruesas.
Adicionalmente, debe considerarse y evitar la introducción de errores en el laboratorio, debidos
a un mal diseño de cortadores de rifle, espátulas y otras herramientas usadas en la
preparación de submuestras para análisis (US EPA 1999, Gy 1992). A continuación se
mencionan criterios generales para la selección de herramientas, así como ejemplos de algunos
materiales comunes para el muestreo.

a) Entre los principales criterios a considerar para la selección de herramientas adecuadas de


muestreo, se encuentran los siguientes:

. Tamaño de muestra necesaria para los análisis requeridos, con base en la(s) característica(s)
o propiedad(es) de interés (sección 3.5, cuadro 9).

. Tipo de suelo (arenoso, arcilloso, etc.) y condiciones de humedad.

. Profundidad máxima a la que se va a tomar la muestra (sección 3.5, cuadro 10).

. Accesibilidad al sitio de muestreo.

. Requerimientos del personal para su manejo.

b) Instrumentos para la toma de muestras. La selección de instrumentos adecuados es esencial


para un buen muestreo y para un buen análisis de laboratorio. Para el caso de suelos
contaminados con metales, los utensilios para el muestreo deben ser de plástico, tefión o acero
inoxidable; entre los más comunes se encuentran: palas rectas y curvas, picos, barrenas y
barretas, nucleadores, espátulas, navajas y martillo de geólogo (figura 6).

Figura 6. Instrumentos comúnmente usados para el muestreo de suelos:


a) nucleadores; b) palanca “T”; c) espátulas; d) palas

c) Material de apoyo. Como material de apoyo durante un muestreo, es importante incluir:


cartas topográficas, edafológicas, climáticas y geológicas, un plano cartográfico del sitio y
mapas de carreteras. Adicionalmente, es recomendable incluir una libreta para anotaciones,
una cámara fotográfica y la cadena de custodia para las muestras.

d) Material para la orientación y ubicación de los puntos de muestreo y para medir la zona.

. Sistema global de posicionamiento (GPS)

. Lisímetro

. Cinta métrica

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. Estacas

e) Material para guardar y transportar muestras. El material a emplear debe ser compatible
con el material a muestrear, deber ser resistente a la ruptura y evitar reacciones químicas con
la muestra y/o pérdidas por evaporación. El volumen del contenedor debe ser
aproximadamente el mismo de la muestra, con la finalidad de minimizar el espacio vacío.
Algunos de los materiales que pueden utilizarse para la colección de muestras son:

. Frascos de vidrio (boca ancha y angosta): compuestos semi-volátiles, pesticidas y metales

. Viales de vidrio: compuestos volátiles.

. Contenedores de polietileno: conductividad.

f ) Conservación de muestras. Los recipientes en los que se colectaron las muestras deben
sellarse adecuadamente. En general, es recomendable evitar en lo posible el uso de agentes
químicos para conservar muestras de suelo. Para su conservación es conveniente mantenerlas
en lugares frescos (4 a 6 °C) y oscuros.

g) Material de seguridad y limpieza. Deben incluirse guantes de látex, agua desionizada, lentes
de seguridad, toallas de papel, mascarilla para polvos y franelas.

h) Material para etiquetar y marcar las muestras:

. Etiquetas adheribles

. Marcador indeleble

. Cinta adhesiva

. Bolígrafos

3.5. Características de una muestra Además de la selección de un diseño muestreo, es


importante establecer desde el inicio del plan de muestreo, la profundidad a la cual se va a
tomar la muestra (muestreo superficial o vertical), así como el tipo de muestra (simples o
compuestas) y cantidad de muestra a colectar.

3.5.1. Tipos de muestras Simples.

Las muestras colectadas en un tiempo y en un lugar particular son llamadas muestras simples.
Este tipo de muestras representa las condiciones puntuales de una muestra de la población en
el tiempo que fue colectado. Una muestra simple se puede considerar representativa cuando la
composición de los contaminantes en un suelo es estable, es decir, no varia con el tiempo
(Csuros y Csuros 2002).

Compuestas. Se le denomina muestra compuesta a aquellas muestras que son el producto de


la mezcla de muestras individuales o submuestras, es decir, el resultado de la muestra
compuesta es un promedio de la composición de muestras simples. Cada submuestra, que
conforma la muestra compuesta, debe ser del mismo volumen y representar el mismo
horizonte del suelo muestreado, por lo que solo deben mezclarse muestras obtenidas de la
misma profundidad y mediante el mismo diseño de muestreo, documentando el origen y
tamaño de cada una. Las sub-muestras deben mezclarse en recipientes de acero inoxidable o
de plástico (dependiendo del tipo de contaminante) en campo y posteriormente se debe
realizar el procedimiento de cuarteo. La preparación de muestras compuestas puede disminuir
costos y tiempos en los análisis, debido a que el número de análisis fisicoquímicos y/o
mineralógicos se reduce (Valencia y Hernández 2002).

3.5.2. Tamaño de una muestra

La teoría de Gy para el “muestreo de materiales particulados” proporciona las bases para


extraer una muestra a partir de un material y ayuda a definir el tamaño necesario para
caracterizar un material como el suelo. La teoría relaciona directamente el tamaño de partícula
de un material con el tamaño de la muestra a tomar para una unidad a evaluar, de tal manera
que la cantidad de material necesario para el análisis de parámetros específicos puede
determinarse a través de conceptos desarrollados en la misma (US EPA 1999, Mason 1992,
Gerlach y Nocerino 2003).

El número total de muestras para determinar en un estudio ambiental depende directamente


de: (i) el tipo de estudio; (ii) el tamaño del sitio a muestrear; (iii) el diseño de muestreo
seleccionado; (iv) el tipo de muestras (simples o compuestas); (v) la exactitud y la precisión
requerida, y (vi) los recursos económicos disponibles. Asimismo, la cantidad de suelo a colectar
por cada muestra está determinada por el tipo y número de parámetros a analizar. En el
cuadro 9 se muestran las cantidades de muestra requerida para cada tipo de análisis.

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Cuadro 9. Cantidad de muestra requerida en función del análisis a realizar

Un muestreo correcto implica la minimización de los efectos de todos los errores de muestreo
que pueden controlarse a través de técnicas de muestreo. Esto incluye todos los errores
mencionados en la sección 3.3, excepto la varianza relativa del error fundamental, la cual solo
puede reducirse incrementando la masa de la muestra o reduciendo el tamaño de partícula
mediante trituración o molienda (Gerlach y Nocerino 2003).

3.5.2. Profundidad de muestras

La profundidad de un muestreo depende directamente del objetivo del mismo, es decir, si está
diseñado para determinar afectaciones a la salud o ambientales (cuadro 10). Las propiedades
físicas del suelo, su tamaño de partícula, cohesión, humedad, y factores como la profundidad
del lecho rocoso y del manto freático, limitarán la profundidad a la que las muestras pueden
tomarse, así como el método para su recolección (Ford et al. 1984).

Cuadro 10. Profundidad recomendada para la toma de muestras en función del objetivo del
muestreo

Existen dos porciones de suelo que son importantes para un muestreo ambiental: (i) la capa
superficial (0-15 cm), que refieja la deposición de contaminantes transportados por aire o
depositados recientemente; y (ii) la capa sub-superficial, en donde pueden encontrarse
contaminantes depositados por derrames de líquidos o por entierros y que pueden encontrarse
a profundidades considerables (Mason 1992). Los métodos de muestreo de cada porción de
suelo son ligeramente diferentes y se describen a continuación.

Muestreo superficial. Generalmente se realiza para estudios de evaluación de riesgos a la salud


humana, las muestras se toman a una profundidad de 0 a 10 cm. El muestreo superficial busca
determinar la concentración de contaminantes depositados recientemente en el suelo y que no
tienden a migrar verticalmente bajo la superficie. Los instrumentos más comunes son
espátulas, palas rectas y cucharones (Csuros y Csuros 2002).

Muestreo vertical o profundo. Generalmente se realiza para estudios de clasificación de suelos


de acuerdo a sus perfiles verticales, es decir, requiere excavación. También se emplea para
determinar la migración de un contaminante, especialmente cuando estos son solubles y
pueden migrar a través del suelo. Las muestras son tomadas desde la superficie hasta donde
termina la migración del contaminante. Los instrumentos que generalmente se utilizan para
realizar este tipo de muestreo son nucleadores, barrenas, palas curvas y palancas “T” (Csuros
y Csuros 2002).

3.6. Ejemplos de muestreo

A continuación se presentan, de forma esquemática, dos ejemplos de un muestreo de suelos,


con la finalidad de que el lector identifique, de manera más clara, las implicaciones y
consideraciones que puede tener un plan de muestreo.

Ejemplo 1. Una empresa localizada en el punto cero (figura 7), necesita detectar una posible
contaminación por Pb debida a las emisiones de su chimenea, por lo que necesita saber la
concentración de Pb en el suelo que rodea a la empresa. Como se trata de una fuente fija, se
puede realizar un muestreo sistemático polar y, debido a que la deposición del contaminante se
realiza a través del viento, es conveniente tomar muestras simples superficiales. Es importante
ubicar cada punto de muestreo mediante coordenadas geográficas en un plano cartográfico de
la zona para evitar que alguno caiga en lugares de difícil acceso o, en su caso, se deberá
modificar su ubicación. Los puntos ubicados dentro de la ciudad tienen alta probabilidad de
caer en zonas inaccesibles; en tal caso se deben elegir parques, terrenos baldíos, etc.
cercanos. Por esta razón, en la realidad, los muestreos sistemáticos no necesariamente tienen

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forman simétrica.
En este tipo de estudios es recomendable ubicar una o varias muestras testigo fuera de la zona
delimitada por el estudio, con la finalidad de determinar el valor de fondo “natural” del
elemento o sustancia contaminante. Este valor es muy importante para comprobar la
contribución antropogénica del contaminante en el sitio.

Figura 7. Muestreo sistemático polar (muestras simples) para delimitar una zona contaminada

Ejemplo 2. Se busca determinar concentraciones históricas de contaminantes en un suelo. Para


este tipo de estudio se debe realizar una excavación del suelo, para lo cual se plantea un
muestreo sistemático en el sitio (puntos 1, 2, 3 y 4), que consiste en la toma de muestras
compuestas a diferentes profundidades (A, B y C) (figura 8): (i) con un nucleador se toman
estratos del suelo a diferentes profundidades en cada punto del terreno; (ii) las muestras
1A...4A, 1B…4B y 1C…4C se mezclan por separado en contenedores homogeneizando la
muestra; (iii) ésta se divide en cuatro partes y se toman dos extremos opuestos (cuarteo), (iv)
las muestras resultantes se consideran una muestra compuesta representativa de diferentes
profundidades de cada punto de la superficie de muestreo.

Figura 8. Muestreo sistemático con toma de muestras compuestas a diferentes profundidades

Periférico 5000, Col. Insurgentes Cuicuilco, C.P. 04530, Delegación Coyoacán, México D.F.
Última Actualización: 15/11/2007

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