La fobia a la oscuridad es una de las más frecuentes en la población infantil.
Cualquier tipo de miedo o fobia se supera enfrentándose a aquello que da
miedo y comprobando que no ocurre nada malo.
Para superar el miedo a la oscuridad, el niño tiene que enfrentarse poco a poco a situaciones de oscuridad hasta que logra dormir solo y sin ayudas.
En el manejo de la fobia a la oscuridad es fundamental la participación activa
de los padres puesto que es en casa donde se presenta el problema.
Por medio de los juegos se pueden canalizar las fobias…
Efectividad del tratamiento aplicado en el Diagnostico de fobia a la
oscuridad:
Luego de darle instrucciones muy detalladas a los padres (entrenamiento)
sobre qué actividades o juegos deben llevar a cabo con su hijo, sobre cómo deben actuar cuando están jugando, y sobre qué hacer si el niño tiene miedo y se niega a hacer el juego. Se indica, además, que tienen que felicitarle cada día que consigue ser más valiente. Por las noches, los papás tienen que seguir además unas rutinas en el momento de acompañar a su hijo a dormir.
Finalizado el tratamiento el niño fue capaz de permanecer más tiempo en la
oscuridad y dormir a oscuras sin la compañía de sus padres de igual manera , se redujeron las conductas de miedo en gran medida Según los resultados, al finalizar el tratamiento, un 95% de los niños habían logrado superar su miedo a la oscuridad y dormían a oscuras y sin la compañía de los progenitores. Además, los investigadores aseguran que este tipo de tratamiento también tiene éxito para combatir otras fobias infantiles, como las relacionadas con los ruidos fuertes o los animales, entre otros.