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UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA ROSA

FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO

INFORME DE DERECHO
Norma Moral, Normas Convencionales y Normas Jurídicas

Estudiante: Arenas, Mariangel


C.I. V- 28696880

Carora, abril 2021


ÍNDICE

pp.
INTRODUCCIÓN .................................................................................................. 1
Norma Moral ........................................................................................................... 2
Derecho ................................................................................................................... 4
Normas Convencionales.......................................................................................... 5
Normas Jurídicas ..................................................................................................... 6
Derecho Natural y Derecho Positivo....................................................................... 7
CONCLUSIÓN ....................................................................................................... 9

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INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo trata de como interviene el derecho en la vida


cotidiana, específicamente sobre el conjunto de normas presentes en el derecho que
rigen el orden dentro de nuestra sociedad, así mismo analizando conceptos para el
mejor entendimiento.
La naturaleza del ser humano nos conduce a ser entes complejos que
requerimos trascender; esta complejidad humana es consecuencia de diversas
esferas que se entretejen: espiritualidad, sensibilidad, emotividad, voluntad,
racionalidad, conciencia, instintos, sociabilidad, entre otras. La interacción social
permite que tanto hombres como mujeres nos relacionemos, para convivir,
comunicarnos y ejercer acciones recíprocas donde energías, intereses y valores.
Ahora bien, el Derecho es el orden normativo e institucional de la conducta
humana en la sociedad a los fines de regular las relaciones sociales existentes que
determinan su contenido y carácter. Es decir, son conductas dirigidas a la
observancia de normas que regulan la convivencia social y permiten resolver los
conflictos intersubjetivos. De allí la importancia de esta investigación en cuanto a
que se pretende dilucidar todo lo relacionado a las normas y como el derecho actúa
en tales casos.

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INFORME DE DERECHO
Norma Moral, Normas Convencionales y Normas Jurídicas

El estudio de la sociedad ha tendido a presentarla en dos tipos muy generales,


como un organismo o como un conjunto de individuos, en ese sentido se concibe la
sociedad y las normas como algo natural o como algo histórico, pero, en todo caso,
algo que la voluntad humana ha de conservar. En esta situación, el hombre es
concebido como un ser racional, autónomo, libre y autosuficiente, previo a la
constitución de la sociedad y las normas; en consecuencia, ambas pueden ser
modificadas por el ser humano.
En la actualidad, es fácilmente constatable la existencia de una gran cantidad
de códigos normativos en el ámbito de la vida social. Tradicionalmente se han
señalado las normas morales, las normas convencionales y, por supuesto, las
normas jurídicas como los principales sistemas normativos vigentes en la sociedad.
Los actos humanos, son ejecutados consciente y libremente, es decir, en un
nivel racional como son la inteligencia y la voluntad, siendo estos el objeto material
de la ética y con los que pueden ser juzgados como buenos y malos desde el punto
de vista de la moral. Mientras que los actos del hombre carecen de conciencia o de
libertad, por ejemplo, la digestión, la respiración, etc. Los actos del hombre solo
pertenecen al hombre porque él los ha ejecutado, pero no son propiamente humanos
porque su origen no está en el hombre en cuanto a hombre, sino en cuanto a animal.
Estos actos carecen de moral por lo tanto no pueden juzgarse desde el punto de vista
moral como buenos o malos.
La naturaleza no somete la conducta humana del hombre ya que este posee
voluntad y entendimiento, puede llegar a gozar del libre albedrio y solo él puede
adecuar o no su conducta.

Norma Moral

Como todas las normas, las morales imponen conductas, pero no son externas
al sujeto, sino autónomas, dadas por la propia conciencia de cada uno. En general,
las personas poseen una conciencia recta que les indica lo que está bien y lo que

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está mal, y actúan en consecuencia. La gente en general no roba, ni mata, ni lesiona
a otros, no por temor al castigo de las leyes penales, sino porque sienten que eso
está mal, y ni siquiera se toman el trabajo de leer los códigos penales para no caer
en el delito, simplemente actúan por su instinto de buena persona.
Las normas morales, son impuestas por la conciencia de cada uno, basadas
seguramente en la moral colectiva, que coincide en una serie de valores éticos,
considerados como positivos para la convivencia y respeto de la dignidad humana.
Para ser respetadas deben estar de acuerdo con la conciencia individual de quien
debe cumplirlas, que recibe esta imposición desde su propia conciencia. En caso de
no cumplirlas la sanción es el remordimiento.
Las normas morales pueden presentarse en forma positiva o negativa, en
ambos casos se hace referencia a un valor que en sí mismo es más rico de lo que
puede expresar el que da significado a la norma y el que constituye el verdadero
objetivo del acto moral. Por ser un valor en sí mismo y por los valores que
fundamenta en su relación con el hombre, regula la conducta de éste.
La moral es el orden de la persona, y el derecho el orden de la sociedad. Que
la moral sea el orden de la persona y el derecho el orden de la sociedad nos muestra
que la moral y el derecho son distintos, pero a la vez nos muestra que están
íntimamente relacionados, pues la dimensión social es precisamente una dimensión
esencial de la persona humana, y la armonía social es uno de los fines existenciales
del hombre en función de los que valoran la corrección moral de nuestros
comportamientos.
En general las normas morales coinciden con las normas jurídicas, o deberían
coincidir. Pero como las normas morales no tienen sanción efectiva, sino el
remordimiento, y previendo que existen personas cuya conciencia no es recta, o a
sabiendas de lo que su conciencia les indica actúan mal, se han sancionado las
normas jurídicas que castigan a quien delinque con multa, prisión, reclusión o
accesoria de inhabilitación. Si todos tuvieran una conciencia moral bien
conformada y se adecuaran a ella, las normas jurídicas no tendrían razón de existir.
En cuestiones esenciales como el homicidio, el robo, el hurto o las lesiones,
hay unanimidad sobre lo que es bueno o es malo. Sin embargo, existen dilemas o

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conflictos éticos que hacen que el límite entre el bien y el mal resulte difuso. En
estos casos es necesaria la norma jurídica que dirima la cuestión, por ejemplo, si
debe ser o no punible el aborto, o la tenencia de drogas para consumo personal, o
la imposición de la pena de muerte para delitos graves. El debate será ético, pero la
solución debe ser jurídica, ya que no a todos los jueces, seguramente la conciencia
les brindará las mismas soluciones, lo que atentaría contra la seguridad social.
Hay normas morales o de conciencia, que no están incluidas en el orden
jurídico como conductas sancionables, como sucede con las normas religiosas
prescriptas por la comunidad religiosa a la que cada persona pertenece, y la sanción
en caso de incumplimiento, es divina. Por ejemplo, si no rezas irás al infierno,
ayudar a un ciego a cruzar la calle o dar una limosna a un necesitado, son deberes
morales, pero no jurídicos.
La base del Derecho según los iusnaturalistas, son las normas morales. Una
norma jurídica inmoral, debería ser rechazada. Tal como dijo el filósofo griego
Aristóteles “El hombre podrá superar las leyes escritas, pero no las morales”.
Coincidentemente opinó San Agustín: “La ley injusta debe ser nula” y el romano
Cicerón afirmó que “el voto del Senado no puede eliminar las normas éticas”. En
torno a la vinculación de las normas jurídicas con las morales, surge la distinción
entre Derecho Natural y Derecho Positivo.

Derecho

El origen del Derecho se basa en la necesidad impuesta por la condición social


del ser humano. La palabra Derecho se originó en el vocablo latino “derectum” que
significa recto, referido al fiel de la balanza, que mantiene en equilibrio a ambos
platillos, tratando de lograr un equilibrio entre los derechos contrapuestos.
En toda comunidad surgen conflictos, y las normas que conforman el Derecho
tienen el objetivo de solucionarlos. El sistema de normas, incluye los usos, las
costumbres, las normas morales, las religiosas, y las jurídicas, requiriéndose en este
último caso, órganos públicos encargados de su elaboración, aplicación y sanción.

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Las primeras normas se transmitieron oralmente y conformaron el Derecho
Consuetudinario, para luego plasmarse en leyes escritas más seguras con gran
influencia de la religión, como las leyes de Moisés; y la moral.
La gran división tradicional del derecho distingue entre el Derecho Público y
el Derecho Privado, conocida ya desde el antiguo Derecho Romano. Según la
definición de Ulpiano, contenida en el Digesto de Justiniano, el Derecho Público
hace referencia “al estado de la cosa pública de Roma”, mientras que el Derecho
Privado, se refiere “al interés de los particulares”. El Derecho Público se encuentra
integrado por las siguientes ramas: Derecho Administrativo, Derecho
Constitucional, derecho Penal, Derecho Procesal, Derecho Laboral y Derecho
Tributario y el Derecho Privado comprende el Derecho Civil y el Derecho
Comercial.

Normas Convencionales

Las normas convencionales se aplican por convencionalismo social debido a


razones de uso y costumbres y se caracterizan por ser unilaterales, externas,
heterónomas e incoercibles, a diferencia de las normas jurídicas que son bilaterales,
externas, heterónomas y coercibles.
Unilateralidad significa que frente al sujeto a quien obligan no hay otra
persona autorizada para exigirle el cumplimiento de sus deberes, mientras que las
bilaterales imponen deberes correlativos de facultades o conceden derechos
correlativos de obligaciones.
Las normas convencionales como las normas jurídicas tienen una dimensión
externa porque no residen en la vida interior y subjetiva de las personas sino en su
dimensión social, aunque no son de la misma trascendencia para la convivencia
social que las jurídicas, tienen una finalidad que se despreocupa por la rectitud de
las personas o la pureza de sus pensamientos o sus intenciones.
Por otro lado, la heteronomía es sujeción a un querer ajeno, renuncia a la
facultad de autodeterminación normativa. Las normas convencionales son
heterónomas porque los destinatarios no participan en su elaboración, generalmente

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son producto de comportamientos regulares de grupos sociales. Asimismo, las
normas convencionales son coercibles porque existe la posibilidad de que la norma
sea cumplida en forma no espontánea, e incluso en contra de la voluntad del
obligado, pero a su vez, es independiente de la existencia de sanción.

Normas Jurídicas

Las normas jurídicas son aquellas que conforman el ordenamiento legal de un


estado, dictadas por órganos específicos del mismo, y aplicadas también por
instituciones, integradas generalmente por jueces. En el caso de estas normas, que
deben necesariamente estar escritas, si el individuo no las cumple, tienen prevista
una sanción o castigo. El conjunto de estas normas conforma el Derecho Positivo.
Por ejemplo, si robas te corresponden determinados años de prisión, o si no respetas
las normas de tránsito, serás castigado con una multa. La más importante de las
normas jurídicas de un estado democrático es la Constitución. Si el resto de las leyes
no la respetan, pueden ser declaradas inconstitucionales.
Las normas jurídicas que impone el ordenamiento jurídico son reguladores de
la conducta humana en acciones posibles, por tanto, el Derecho es el único que
destina al ser humano a las normas jurídicas (derecho positivo) creadas por él
mismo para regular su conducta (normas que solo él puede obedecer).
Las normas jurídicas con bilaterales, externas, heterónomas y coercibles. Son
bilaterales porque imponen deberes correlativos de facultades o conceden derechos
correlativos de obligaciones. En estas normas siempre existe una persona,
generalmente una autoridad, que puede exigir su cumplimiento, puesto que estas
normas poseen una estructura imperativo-atributiva (imposición de deberes a otro
y correlativamente la concesión de un derecho subjetivo del que puede exigir).
Asimismo, las normas jurídicas se refieren esencialmente a los actos externos
de las personas y después a los de carácter íntimo, pero únicamente en cuando
poseen trascendencia para la colectividad, es decir, las normas jurídicas tienen que
ver con la relación de valores colectivos de carácter social y no principalmente
individuales. Las normas jurídicas con heterónomas porque son elaboradas por

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autoridades (representantes) o personas ajenas a la propia conciencia del individuo
y su cumplimiento es forzoso, se pueden hacer cumplir en contra de la voluntad del
obligado.
A continuación, se resumen las semejanzas y diferencias entre las normas
jurídicas, morales, convencionales y religiosas:
Norma Bilateralidad Externas Heterónomas Coercibles
Unilateralidad Internas Autónomas Incoercibles
Jurídicas Bilaterales Externas Heterónomas Coercibles
Morales Unilaterales Internas Autónomas Incoercibles
Convencionales Unilaterales Externas Heterónomas Incoercibles
Religiosas Unilaterales Internas- Heterónomas Incoercibles
Externas

Derecho Natural y Derecho Positivo

El derecho positivo (escrito) proclama el cumplimiento de las normas


jurídicas, sin tener en cuenta su contenido, para lograr, sobre todo, la seguridad
colectiva. Si pudiera cuestionarse la validez de las leyes, opinan, alegando normas
éticas, que pueden diferir de un grupo de personas a otro, aún dentro de la misma
comunidad, la finalidad misma del ordenamiento jurídico, de lograr la paz social,
podría desvirtuarse. Los que sostienen esta posición, llamados positivistas,
consideran que las leyes no son en sí mismas, buenas o malas, justas o injustas, sino
válidas o inválidas, según sean dictadas por autoridad competente, de acuerdo a los
procedimientos legalmente establecidos, o no, respectivamente.
Los positivistas no niegan la existencia de los derechos humanos, pero como
creaciones del legislador, y no como reconocimiento de facultades naturales, que
posee el individuo desde su nacimiento. Niegan sí, por lo tanto, el derecho natural.
El filósofo griego Trasímaco, afirmaba, hablando del concepto de justicia,
que justo es lo que impone el más fuerte. O sea, que es la autoridad la que determina,
lo que a cada uno le corresponde. Hans Kelsen (1881-1973), expuso en su Teoría
Pura del Derecho que toda norma emana de otra norma que la fundamenta, siendo
la primera un presupuesto, la norma hipotética fundamental, que luego ubicó en el
derecho Internacional.

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Por el contrario, los defensores del derecho natural, no niegan el derecho
positivo, en sí mismo evidente. El derecho escrito es palpable (está escrito), pero
afirman que por sobre éste está el Derecho Natural, que los romanos definieron
como aquel que pertenece tanto a los hombres como a los animales. Es el Derecho
que existe antes que el legislador y el jurista, el que ellos tienen que descubrir, al
redactar, o aplicar la norma. Si la norma elaborada es contraria a la verdad y a la
justicia, debe resistirse a la aplicación de la ley, de lo contrario, estaríamos a merced
de la arbitrariedad de los legisladores. Los partidarios del derecho natural, pueden
ser religiosos, sosteniendo que estas normas provienen de Dios, o laicos, que las
hacen proceder de la propia naturaleza humana.
Cuando en la antigüedad se aceptaba la esclavitud, los romanos reconocieron
que era contraria al derecho natural, concepto que aprendieron de los griegos, pero
la reconocieron por el derecho de gentes, que es el común a los distintos pueblos.
Observamos, por lo tanto, que, como siempre, la supremacía de las normas está
dada por la conveniencia. La institución de la esclavitud era muy provechosa a los
intereses de sus amos, pues proporcionaba mano de obra barata, y entonces, el
derecho de gentes, primaba sobre el derecho natural.
La diferencia fundamental entre estas dos concepciones podría resumirse así:
Para los positivistas el legislador crea los derechos, para los iusnaturalistas,
simplemente los reconoce. Por lo tanto, si los omite, está obligado a incorporarlos.

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CONCLUSIÓN

A partir de lo presentado en este informe sobre las normas morales,


convencionales y jurídicas, se puede inferir que el derecho es una regulación de la
conducta. Esa conducta será el objeto del derecho, o más concretamente, el objeto
de la norma jurídica.
La norma es el concepto que orienta la conducta. Las normas morales
establecen los deberes del hombre para consigo mismo y su violación consiste en
el remordimiento de su conciencia en forma voluntaria. Las normas morales nacen
con nosotros, pero las vamos rearmando día a día, en base a nuestras experiencias,
de lo que nos enseñaron que se hace y qué no, y de los valores que se nos transmiten
en el mundo en que vivimos. La moral social influye decididamente sobre la moral
individual. La conciencia moral y sus normas, por ejemplo, sobre la fidelidad, no
son iguales en el mundo occidental que en los países musulmanes.
No se puede dejar de reconocer que, si bien en algunos casos las normas del
derecho natural son fáciles de descubrir, como cuando están en juego valores
fundamentales, como el de la vida, la libertad, o la seguridad de las personas, en
otros, pueden existir choques de valores. Por ejemplo, en el caso del aborto. Una
ley que prohíba el aborto, penalizando a la mujer que se lo practica, puede ser
considerada contraria al derecho natural, si se piensa que penalizar el aborto sería
impedir que la mujer concurra a centros asistenciales adecuados, y ponga en riesgo
su propia vida. Otros podrán decir, que impedir el aborto, y obligar a la madre a
criar un niño que no desea, podrá exponer a éste a riesgos tan grandes, carencias y
padecimientos, que será como matarlo de a poco. Una ley que liberalice el aborto
también podrá ser cuestionada como contraria al derecho natural, pues no tendría
en cuenta el derecho a la vida de un ser indefenso: la persona por nacer.
En efecto, en un primer momento del desarrollo cultural de las sociedades,
los seres humanos actúan conforme a un patrón fundamental: la costumbre,
considerada de origen divino. Durante este primer momento el Derecho se
subordina a la moral. Ello se refleja en la doble situación imperante durante este

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largo período: por una parte, la juridificación de las normas morales y, por otra la
moralización de las normas jurídicas.
La conducta humana también se ve regulada en su dimensión social por un
tipo de normas que ordenan la práctica social, las cuales se manifiestan en forma de
costumbres, hábitos o usos sociales, y que en muchas ocasiones tienen una gran
incidencia en las relaciones interpersonales. En relación con el Derecho, las normas
de trato social pueden diferenciarse fundamentalmente por el carácter institucional
de las normas jurídicas frente al no institucional de los usos sociales. Esto implica
que el Derecho contiene un sistema de sanciones concreto, determinado y
típicamente establecido, que incluso puede llegar a ser impuesto coactivamente
(fuerza institucionalizada) en caso de incumplimiento, frente a la indeterminación,
imprecisión y espontaneidad que revisten los usos sociales y la posible sanción que
puede, en determinados supuestos, acompañarlos.
Creo en definitiva que, si el fin perseguido por el Derecho es la búsqueda de
un orden social justo, no se puede desconocer que debe ceñirse al derecho natural:
El problema es ponernos de acuerdo sobre el contenido de este derecho, escrito
sobre el alma humana, que en muchas de éstas está muy confuso. Todas las normas
regulan conductas. Nos dicen lo que es posible o necesario hacer, o no hacer, en
determinadas circunstancias. Estas reglas son necesarias para lograr una
convivencia social armónica.

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