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CONTRATO DE DONACIÓN

Concepto:

Hay donación cuando una parte se obliga a transferir gratuitamente una cosa a
otra, y ésta lo acepta. (art. 1542 C.C.y C).

De la definición legal resultan los cuatro elementos específicos del contrato de


donación:

a) Es un acto entre vivos. Los actos de última voluntad son los llamados
testamentos, que tienen un régimen legal distinto.

b) La donación obliga al donante a transferir la propiedad. Implica un acto de


enajenación.

c) La transferencia es gratuita. Es un acto de beneficencia; salvo lo relativo a


donaciones remuneratorias o con cargo.

d) Animus donandi. Se trata de la intención de enriquecer o beneficiar al


donatario.

Caracteres:

El contrato de donación presenta los siguientes caracteres:

1) Es a título gratuito, porque se realiza sin que haya beneficios patrimoniales


para el donante. Si la donación es con cargo o remuneratoria, puede ser
parcialmente onerosa.

2) Es formal. Las donaciones relativas a bienes inmuebles, a muebles


registrables y a prestaciones periódicas o vitalicias son solemnes, ya que
necesariamente deben instrumentarse en escritura pública (art. 1552 C.C.y C.).

3) Es irrevocable por la sola voluntad del donante.

4) Es típico.

5) Es consensual, ya que sólo produce efectos desde que el donatario acepta la


donación.

6) Unilateral, pues sólo el donante queda obligado. Se ha discutido sobre este


carácter cuando se trata de una donación con un cargo, a cumplirse por el
donatario. En general, se entiende que si bien ese cargo tiene naturaleza
obligacional, el mismo no alcanza para definir la bilateralidad del contrato, ya que
se trata de una obligación accesoria —no principal— del contrato.

Formación del consentimiento

Para que la donación tenga efectos legales debe ser aceptada por el donatario,
expresa o tácitamente (art. 1545 C.C.).

A diferencia de lo que ocurría bajo la vigencia del Código Civil derogado (en caso
de muerte del donante antes de la aceptación por el donatario, el donatario podía
aceptar la donación, quedando los herederos del donante obligados a hacerle
entrega de la cosa donada), el art. 1545 del Código Civil y Comercial vigente
exige que la aceptación se produzca en vida del donante y del donatario.

Capacidad

De acuerdo al art. 1548del CCyC, “pueden donar solamente las personas que
tienen plena capacidad de disponer de sus bienes. Las personas menores
emancipadas pueden hacerlo con la limitación del inciso b) del artículo 28”.

Los menores emancipados están capacitados para donar todos los bienes que
no hayan recibido a título gratuito. La emancipación es la institución por la cual
los menores de edad quedan liberados de la incapacidad que pesa sobre ellos
con anticipación a la mayoría de edad y la misma tiene lugar cuando el menor
contrae matrimonio.

Poderes para donar

Para hacer donaciones se requiere poder con facultad expresa (art. 375 inc. L).

Objeto de las donaciones

Todas las cosas que pueden ser vendidas pueden ser donadas. El objeto de la
donación debe ser una cosa corporal.

De conformidad con lo dispuesto por el art. 1551 del CCyC, la donación no puede
tener por objeto la totalidad del patrimonio del donante, ni una alícuota de él, ni
cosas determinadas de las que no tenga el dominio al tiempo de contratar. Si
comprende cosas que forman todo el patrimonio del donante o una parte
sustancial de éste, sólo es válida si el donante se reserva su usufructo, o si
cuenta con otros medios suficientes para su subsistencia.

Lo que busca la ley es evitar el desamparo del donante. Es indiferente que la


donación de todos los bienes presentes se haga en un solo acto y en favor de
una sola persona o se hayan hecho en sucesivos actos y distintas personas

Forma de las donaciones

Como ya dijimos, deben ser hechas ante escribano público, en la forma ordinaria
de los contratos, bajo pena de nulidad:

1) Las donaciones de bienes inmuebles;

2) Las donaciones de bienes muebles registrables

3) Las donaciones de prestaciones periódicas o vitalicias;

En estos casos, la formalidad de la escritura pública es exigida ad solemnitatem.

Las demás donaciones de bienes muebles no registrables podrán realizarse por


la mera entrega o tradición de la cosa.

Efectos de las donaciones

A.- Obligaciones del donante: La obligación principal del donante es la entrega


de la cosa donada, desde el momento que fuera puesto en mora. En caso de
incumplimiento o mora, sólo responde por dolo.

En principio el donante no debe garantía por evicción. Por excepción deberá


responder en los siguientes casos:

a) Cuando el donante se hubiere comprometido a ello;

b) Cuando la donación fue hecha de mala fe, sabiendo el donante que la cosa
era ajena e ignorándolo el donatario;

c) Cuando la donación fuere remuneratoria, porque aquí habría un acto


parcialmente oneroso;

d) Cuando la donación fuere con cargo. Si el donatario no ha cumplido todavía


los cargos cuando fuese vencido el juicio por un tercero no podrá pretender
indemnización alguna.
e) Cuando la donación fuere mutua.

f) si la evicción se produce por causa del donante.

Alcance de la garantía

La responsabilidad por la evicción obliga al donante a indemnizar al donatario


los gastos en que éste ha incurrido por causa de la donación. Si ésta es mutua,
remuneratoria o con cargo, el donante debe reembolsarle además el valor de la
cosa por él recibida, lo gastado en el cumplimiento del cargo, o retribuir los
servicios recibidos, respectivamente. Si la evicción proviene de un hecho
posterior a la donación imputable al donante, éste debe indemnizar al donatario
los daños ocasionados. Cuando la evicción es parcial, el resarcimiento se reduce
proporcionalmente.

Con relación a la responsabilidad por vicios ocultos, El donante sólo responde


por los vicios ocultos de la cosa donada si hubo dolo de su parte, caso en el cual
debe reparar al donatario los daños ocasionados (art. 1558 CC y C)

B.- Obligaciones del donatario: La donación es un contrato unilateral que en


principio no impone obligaciones sino solamente al donante. El donatario tiene
una obligación general de gratitud, que implica una conducta permanente que es
razonable exigir de quien ha recibido un beneficio.

Por otro lado, excepto que la donación sea onerosa, el donatario debe prestar
alimentos al donante que no tenga medios de subsistencia. Puede liberarse de
esa obligación restituyendo las cosas donadas o su valor si las ha enajenado
Para que para que nazca esta obligación del donatario es preciso que:

a) la donación no haya sido onerosa,

b) que el donante no tuviere medios de subsistencia,

La obligación alimentaria puede resultar excesivamente gravosa con relación a


la importancia de los bienes donados. En tal caso la ley permite al donatario
liberarse de la obligación devolviendo los bienes donados o el valor de ellos si
los hubiere enajenado.

El incumplimiento de la obligación alimentaria brinda al donante dos acciones:


una por prestación de los alimentos y otra por revocación de la donación.
Clases de donaciones

Existen distintas clases de donaciones. Ellas son:

A) Donaciones mutuas

En las donaciones mutuas, la nulidad de una de ellas afecta a la otra, pero la


ingratitud o el incumplimiento de los cargos sólo perjudican al donatario culpable
(art. 1560 CCyC).

B) Donaciones remuneratorias: Conforme al art. 1561 del C.C.y C. las


donaciones remuneratorias son aquellas que se hacen en recompensa de
servicios prestados al donante por el donatario, estimables en dinero y por los
cuales el donatario podría exigir el pago judicial al donante.

En consecuencia, no es donación remuneratoria la donación efectuada por un


deber moral de gratitud si se hace como recompensa a los buenos servicios
prestados por un servidor o un empleado a quien se le han pagado puntualmente
sus sueldos. Tampoco importan una donación remuneratoria los obsequios que
de costumbre suelen hacerse, por ejemplo al médico.

La aceptación de una donación remuneratoria equivale a la aceptación del pago


de los servicios; en consecuencia el donatario no podrá en adelante cobrarlos
judicialmente.

Por el contrario, la simple donación, (hecha sin intención de remuneración) no


priva a quien prestó el servicio, es decir, al donatario, a reclamar el pago del
mismo.

El carácter de remuneratoria debe surgir expresamente en el instrumento. Si no


surge del instrumento en el que se acordó la donación, esta carece de cualquier
efecto remuneratorio posteriormente pretendido. Por lo tanto, en el instrumento
debe constar expresamente la indicación de qué servicios se están
recompensando.

En caso contrario, ante la ausencia de toda expresión sobre esta circunstancia,


se presume la gratuidad del acto y, como tal, no producirá efecto cancelatorio
por los servicios prestados y exigibles, brindados por el donatario.
3) Donaciones con cargo: Se llama cargo a la obligación accesoria impuesta por
el donante al que recibe la donación o liberalidad (donatario).

En la medida en que el valor del cargo absorba el de los bienes donados el acto
es considerado oneroso, en el excedente es reputado gratuito. En cuanto a la
parte del acto oneroso, él mismo dará lugar a las responsabilidades por evicción
y vicios redhibitorios.

Si la importancia de la donación fuese más o menos igual a la de la carga que


se impone al donatario, no se aplicará ninguna de las normas relativas a la
donación, porque el acto es oneroso.

Consecuencias de la inejecución del cargo:

* Acción por cumplimiento: En primer lugar, el donatario puede ser demandado


por el cumplimiento del cargo. Si éste ha sido a favor del donante, la acción
puede ejercerla:

a) el propio donante y sus sucesores a título universal;

b) sus acreedores en ejercicio de la acción subrogatoria.

Si el cargo ha sido establecido a favor de un tercero, la acción podrá ser


intentada:

1) por el tercero beneficiario y sus sucesores universales;

2) por los acreedores del beneficiario en ejercicio de la acción oblicua.

3) por el donante o sus herederos

* Acción por revocación: La acción por revocación de la donación sólo compete


al donante y a sus herederos. En principio, se trata de una acción personalísima
que no puede ser intentada por los acreedores por medio de la acción indirecta.

4) Donaciones inoficiosas

La porción legítima de los herederos forzosos está garantizada contra todo acto
de disposición gratuita de bienes, sea por acto entre vivos (donación) o actos de
última voluntad (testamento). Por consiguiente, si el valor de las donaciones
excede la porción disponible del donante (que va a variar según sean los
herederos, los ascendientes, los descendientes, o cónyuge) los herederos
forzosos pueden demandar su reducción en la medida necesaria para cubrir sus
respectivas legítimas. Entonces, las donaciones inoficiosas son aquellas cuyo
valor excede la parte que el donante podía disponer.

La acción de reducción por inoficiocidad únicamente puede afectar las


donaciones remuneratorias, en la medida que excedan el justo pago del servicio
y en las donaciones con cargo, en cuando la liberalidad supere el valor
económico del cargo impuesto al beneficiario.

Es decir, si bien toda persona tiene el derecho de disponer de sus bienes para
después de su fallecimiento, su voluntad se encuentra limitada en la medida en
que aquella disposición lesione la legítima de sus herederos forzosos.

La acción de reducción es la que corresponde a los herederos forzosos para


hacer declarar inoficiosas las liberalidades del causante en cuanto excedan de
la porción disponible.

La acción de reducción tiende a impedir que se vulnere el sistema legitimario por


donaciones a terceros extraños (no a herederos forzosos).

Cabe aclarar que la donación inoficiosa alcanza, en realidad, ese carácter al


momento del fallecimiento del donante; ya que es entonces cuando se computa
la masa hereditaria, entre las que se cuentan las donaciones hechas por el
causante. Asimismo, para el cómputo del valor de esa masa se considerará el
instante de su fallecimiento, y no el momento en el que la donación se
perfeccionó. Y, de ese modo, se verificará el carácter. Por eso, la donación,
cuando es reputada inoficiosa, no implica que queda sujeta a ninguna causal de
ineficacia, producto de una nulidad; sino que, por el contrario, es un contrato
válido y perfecto que —en todo caso— podrá ser objeto de su reducción
(art.2453 CCyC y ss.) por los herederos legitimarios que la reclamen, al
verificarse los extremos que la norma indica respecto de la porción legítima de
los herederos del donante (art. 2444 CCyC y ss.).

Lo importante es que esta acción tiene efectos reipersecutorios con respecto a


la cosa. Esto quiere decir que, en caso de transmisión de inmuebles donados a
terceros adquirentes, éstos deben sufrir los citados efectos y restituir el bien en
la medida en que se haya agraviado la legítima.
Debe tenerse en cuenta lo dispuesto por los arts. 2458 y 2459 del Código Civil y
Comercial:

Artículo 2458: Acción reipersecutoria. Salvo lo dispuesto en el artículo anterior,


el legitimario puede perseguir contra terceros adquirentes los bienes
registrables. El donatario y el sub adquirente demandado, en su caso, pueden
desinteresar al legitimario satisfaciendo en dinero el perjuicio a la cuota legítima.

Artículo 2459: Prescripción adquisitiva. En cualquier caso, la acción de reducción


no procede contra el donatario ni contra el sub adquirente que han poseído la
cosa donada durante diez (10) años computados desde la adquisición de la
posesión. Se aplica el artículo 1901. No obstará la buena fe del poseedor el
conocimiento de la existencia de la donación.

Reversión de las donaciones

Etimológicamente reversión significa la restitución de una cosa a su estado


primitivo, o su devolución a la persona que la poseía primero.

Importa una condición resolutoria que debe surgir del contrato en forma expresa.
Dentro de las condiciones resolutorias que suelen imponerse en las donaciones,
una de las más frecuentes e importantes es la reversión por premuerte del
donatario.

Se encuentra regulada en el art. 1566 del Código Civil y Comercial, según el


cual: “En la donación se puede convenir la reversión de las cosas donadas,
sujetando el contrato a la condición resolutoria de que el donatario, o el
donatario, su cónyuge y sus descendientes, o el donatario sin hijos, fallezcan
antes que el donante. Esta cláusula debe ser expresa y sólo puede estipularse
en favor del donante. Si se la incluye en favor de él y de sus herederos o de
terceros, sólo vale respecto de aquél. Si la reversión se ha pactado para el caso
de muerte del donatario sin hijos, la existencia de éstos en el momento del
deceso de su padre extingue el derecho del donante, que no renace aunque éste
les sobreviva”.

La utilidad de esta cláusula es evidente, ya que, la donación es una acto “intuito


persona”. El donante quiere beneficiar a Juan pero no tiene el menor interés en
que luego reciban los bienes los herederos de Juan, con quienes tal vez esté
enemistado.

La cláusula de reversión le asegura que si el donatario fallece primero, los bienes


volverán a su poder y no irán a manos de quien no quiere.

Forma : La reversión debe ser establecida en forma expresa en el contrato. No


significa esto que deban emplearse términos solemnes o sacramentales; basta
con que esté claramente establecida.

Los alcances de la cláusula de reversión deben ser considerados en relación a


diferentes modalidades que ella puede asumir. Es decir, las personas cuyo
fallecimiento contempla la norma a los fines de establecer si se verifica la
condición resolutoria a favor del donante son:

a) Donatario: en tal caso, si él fallece antes que el donante, la reversión opera


por cumplimiento de la condición, y la propiedad de la cosa donada se resuelve,
retroactivamente, a favor del donante. Obviamente, si el donante falleciera antes
que el donatario, se consolidaría el título a favor del donatario.

b) Donatario, su cónyuge y sus descendientes: la condición resolutoria puede


operar por la muerte del “donatario, su cónyuge y sus descendientes” antes que
la del donante.

c) Donatario sin hijos: puede imponerse como condición el fallecimiento del


donatario sin hijos. La particularidad de este supuesto lo expresa el párr. 3 del
artículo que dispone que, si el donatario —con posterioridad a la donación—
llegase a tener descendencia, el pacto de reversión queda automáticamente sin
efecto. La solución es tan categórica que la norma aclara que la cláusula no
revivirá ni aun en el supuesto de que el hijo del donatario falleciera. La
contundencia de esta disposición encuentra su justificación en la protección del
interés del donatario, quien al momento de aceptar la donación con reversión lo
hizo considerando que no tenía hijos, por lo que si a su fallecimiento los hubiera
tenido, la cláusula se extingue de pleno derecho.

Para que la cláusula de reversión sea eficaz, debe ser expresa y estipularse
solamente a favor del donante. El carácter expreso se funda en la imposibilidad
de invocar ese efecto resolutorio por vía indiciaria o por presunciones. De modo
que, si no se pacta por escrito, no podrá invocarse su existencia. Además, es
establece una la limitación del efecto, exclusivamente a favor del donante.

Efectos de la reversión: La cláusula de reversión es una condición resolutoria,


sus efectos se producen ipso iure, sin necesidad de demanda y son los propios
de este tipo de condiciones.

a) Reversión pendiente: Cuando todavía no se ha cumplido el hecho del que


depende la reversión, el donatario se encuentra en la condición de un propietario
puro y simple. Sus acreedores podrán embargar y ejecutar los bienes donados,
sin perjuicio de los efectos que luego tendrá sobre el dominio el cumplimiento de
la condición. El donante, por su parte, está autorizado para ejercer las medidas
conservatorias necesarias para la protección de su derecho eventual.

b) Condición cumplida: Cumplida la condición prevista para la reversión, el


donante puede exigir la restitución de las cosas transferidas conforme a las
reglas del dominio revocable (art. 1567 C.C. y C.)

c) Certeza de que la condición no pueda cumplirse: Desde el momento en que


el donante ha fallecido antes del donatario, la condición de la que depende la
reversión se hace de cumplimiento imposible y el dominio queda definitivamente
consolidado en la cabeza del donatario o de quien hubiera adquirido de él los
bienes donados.

Pero si el donatario fuere causante voluntario de la muerte del donante, la


condición se reputa cumplida y los bienes revierten al patrimonio de los
herederos del donante, pues no sería concebible que alguien resultara
beneficiado por su propio dolo. El homicidio simplemente culpable y no
intencional no perjudica al donatario.

Renuncia de la reversión: Puesto que la reversión es un derecho de carácter


patrimonial, nada impide que sea renunciado por el donante.

A ella se refiere el art. 1568 del C.C. y C: “La conformidad del donante para la
enajenación de las cosas donadas importa la renuncia del derecho de reversión.
Pero la conformidad para que se los grave con derechos reales sólo beneficia a
los titulares de estos derechos”.
Revocación de las donaciones

En principio, la donación es irrevocable por la voluntad del donante. De lo


contrario habría una permanente incertidumbre sobre el derecho del donatario y
sus sucesores.

La ley sólo admite la revocación en los siguientes supuestos:

a) Cuando el donatario ha incurrido en incumplimiento de las cargas impuestas


en el acto de la donación;

b) por ingratitud del donatario;

c) cuando después de la donación han nacido hijos al donante y esta causa de


revocación se hubiera previsto en el contrato.

a) Revocación por incumplimiento de los cargos

Si el donatario incurre en incumplimiento de los cargos impuestos por el donante,


éste tiene derecho a revocar la donación. El incumplimiento no origina una
pérdida ipso jure del derecho a los bienes donados; es preciso un acto de
voluntad del donante. No interesa que el cargo haya sido impuesto en interés del
donante o de un tercero.

Acción de revocación: El derecho de demandar la revocación de una donación


por inejecución de las cargas impuestas al donatario sólo corresponde al donante
y sus herederos.

No tiene la acción de revocación el tercero beneficiario del cargo; él solo tiene la


de cumplimiento.

Efectos de la revocación:

Al respecto, el art. 1570 dispone: “Incumplimiento de los cargos. La donación


puede ser revocada por incumplimiento de los cargos. La revocación no
perjudica a los terceros en cuyo beneficio se establecen los cargos. Los terceros
a quienes el donatario transmite bienes gravados con cargos sólo deben
restituirlos al donante, al revocarse la donación, si son de mala fe; pero pueden
impedir los efectos de la revocación ofreciendo ejecutar las obligaciones
impuestas al donatario si las prestaciones que constituyen los cargos no deben
ser ejecutadas precisa y personalmente por aquél. El donatario que enajena los
bienes donados, o imposibilita su devolución por su culpa, debe resarcir al
donante el valor de las cosas donadas al tiempo de promoverse la acción de
revocación, con sus intereses”.

En relación con los terceros adquirentes de bienes que fueron donados


anteriormente con cargo pendiente de cumplimiento, este solo será oponible si
el tercero es de mala fe. Sí así ocurre, el tercero debe restituir la cosa donada al
donante como efecto de esa oponibilidad. En esta regulación no hay ninguna
distinción entre cosas muebles e inmuebles. Se presume la buena fe del
adquirente, si la donación con cargo fue sobre cosa mueble, y por el contrario,
rige la presunción de mala fe en el supuesto de inmuebles, siempre y cuando el
cargo surgiera del instrumento en el que consta el título adquisitivo.

b) Revocación por ingratitud

Fundamento: El donatario tiene un deber de gratitud hacia el donante. Lo que se


sanciona son los actos que revelan ingratitud. En un solo caso se exige un hecho
positivo: la prestación de alimentos al donante que carece de medios de
subsistencia.

Cuando el donatario ha faltado al deber de gratitud, la ley le permite al donante


revocar la donación.

Cualquier donación puede ser revocada por ingratitud, aún las remuneratorias y
las hechas con cargo. Pero en estos casos, sólo pueden ser revocadas en la
parte que excede el valor del cargo cumplido o del servicio prestado.

Causales que configuran ingratitud:

No cualquier hecho permite al donante revocar la donación, por más que desde
el punto de vista moral indique ingratitud. La ley ha querido dar firmeza al acto
de donación. Por ello, se puede dejar sin efecto una donación sólo por causa
graves, que el Código enumera taxativamente. Ellas son:

a) si el donatario atenta contra la vida o la persona del donante, su cónyuge o


conviviente, sus ascendientes o descendientes;

b) si injuria gravemente a las mismas personas o las afecta en su honor;


c) si las priva injustamente de bienes que integran su patrimonio;

d) si rehúsa alimentos al donante

Ninguna otra causal es admitida. Sin embargo, hay que notar que la enumeración
no es tan rígida ni limitativa como parece, pues las injurias graves son un
concepto flexible que incluye cualquier atentado, con tal que tenga la gravedad
suficiente como para ser reputado injurioso.

a) Atentado contra la vida del donante.

Si la tentativa de homicidio es causal suficiente de revocación, tanto más lo será


el homicidio consumado. Los golpes o heridas que fueran hechos
intencionalmente pero sin el propósito de matar (delito preterintencional) no
caben dentro de esta causal, pero sí en la de injurias graves.

El hecho debe ser moralmente imputable al donatario; por lo tanto, no autorizan


la revocación el homicidio culposo, ni el hecho por un demente o un menor
impúber, o por una persona que por causa accidental estuviere privada de su
discernimiento, ni el acto llevado a cabo en legítima defensa.

b) Injurias graves.

Las injurias deben ser graves. No cualquier ataque contra el donante, por
insignificante que sea, da lugar a la revocación. La apreciación de la gravedad
queda librada al prudente criterio judicial.

Tampoco en este caso la noción de injurias se vincula con el delito criminal del
mismo nombre (agravio contra el honor de una persona). Las injurias que ahora
consideramos pueden consistir en un ataque contra la persona o su libertad, o
su honor, o sus bienes.

Por consiguiente, entran dentro de este concepto las lesiones inferidas al


donante, el secuestro de su persona privándola de su libertad, las calumnias e
injurias propiamente dichas, la destrucción de los bienes del donante, el robo,
etc.

El delito contra un miembro de la familia del donante (homicidio, lesiones,


privación de la libertad, calumnias, seducción de la esposa o hija, etc.) puede
también configurar una injuria contra el donante, a quien se hiere gravemente en
sus afectos.

c) Privación injusta de bienes que integra su patrimonio

En este caso, también la revocación alcanza a los supuestos en que la privación


atenta, no solo contra el donante, sino contra los bienes de las personas
mencionadas en el inc. a.

d) Negación de alimentos:

También hay lugar a la revocación cuando el donatario rehúsa pasar alimentos


al donante que los necesita para su subsistencia. Pero la obligación alimentaria
del donante tiene carácter subsidiario; la revocación sólo es procedente cuando
el donante careciere de parientes obligados a dárselos o cuando éstos no
estuvieren en condiciones de hacerlo.

Así lo dispone el art. 1572 del CCyC: “La revocación de la donación por negación
de la prestación de alimentos sólo puede tener lugar cuando el donante no puede
obtenerlos de las personas obligadas por las relaciones de familia”.

No habrá lugar a la revocación si el donatario ignoraba la necesidad del donante,


porque no se le puede imputar ingratitud. También las donaciones
remuneratorias pueden ser revocadas por este motivo en la parte en que han
sido gratuitas.

Acción de revocación: La revocación de la donación por ingratitud sólo puede


ser demandada por el donante contra el donatario, y no por los herederos de
aquél ni contra los herederos de éste. Fallecido el donante que promueve la
demanda, la acción puede ser continuada por sus herederos; y fallecido el
demandado, puede también ser continuada contra sus herederos.

Prescripción: La acción prescribe al año desde que se produjo el hecho o llegó


a conocimiento del donante o sus herederos. Es decir, puede ocurrir que,
conocida la conducta que origina la posibilidad para el donante de revocar la
donación por ingratitud, este se mantenga pasivo, sin ejercer el derecho que la
ley le reconoce, ni accionar en consecuencia. Si ese lapso de tiempo computado
—desde que el donante supo de la conducta ingrata del donatario— se extiende
hasta alcanzar el año, el derecho de aquel a revocar la donación por esa causa,
se extingue.

Efectos de la revocación:

Entre las partes, la revocación obra como condición resolutoria con efectos
retroactivos.

Respecto de terceros: Aquí hay una diferencia notoria con respecto a la


revocación por inejecución de los cargos. Mientras que ésta obra
retroactivamente como co ondición resolutoria, dejando sin efecto los derechos
que los terceros hubieran adquirido sobre los bienes donados, en el caso de la
ingratitud, la revocación carece de efectos retroactivos Los derechos adquiridos
por terceros quedan firmes. La diferencia de tratamiento de ambos se explica
porque en la donación con cargo, en el mismo título de la donación queda
constancia del peligro de revocación que se cierne sobre la transmisión de los
bienes. El comprador prudente, por tanto, deberá asegurarse de que el cargo se
haya cumplido para evitar la revocación. En este caso, en cambio, el tercer
adquirente no tiene forma de asegurarse contra una eventual revocación.

Si la revocación tuviera efectos retroactivos, se cerniría un permanente peligro


sobre el derecho a los bienes donados, creando así una inseguridad
inconveniente desde el punto de vista económico social. Pero si el derecho
hubiera sido adquirido con posterioridad a la notificación al tercero de la
demanda de revocación, la sentencia que hace lugar a ella deja sin efecto el
derecho adquirido por el tercero sobre la cosa pues sería evidente su mala fe.

c) Revocación por supernacencia de hijos

En nuestro derecho, la supernacencia de hijos posterior a la donación no causa


la revocación, a menos que se hubiera estipulado expresamente esa condición.

La cláusula según la cual la donación queda revocada por el nacimiento


sobreviviente de un hijo tiene el carácter de una condición resolutoria.

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