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Revolucion Molecular y Lucha de Clases Por Felix Guattari
Revolucion Molecular y Lucha de Clases Por Felix Guattari
REVOLUCIÓN MOLECULAR
Y LUCHA DE CLASES
Por FÉLIX GUATTARI*
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Tenemos, entonces, un sistema que integra los
problemas políticos a nivel del estado, y otro que panorama político, donde ese tipo de luchas no
integra problemas micropolíticos a nivel del indi- constituyen ya una vanguardia, una minoría. En
viduo y de la familia. Debemos admitir que este Francia surgen luchas de masas considerables como
último está dando, al menos en los países capita- la de las mujeres para imponer la nueva legisla-
listas desarrollados, muchos frutos, llegando, en ción sobre el aborto y la contracepción; las luchas
un punto extremo, a una verdadera sumisión co- en las regiones europeas como Córcega, Bretaña y
lectiva hacia el orden establecido. Esto significa los países Vascos, que movilizan varias categorías
que el capitalismo mundial integrado llegará a sociales. El capitalismo mundial integrado no tie-
producir una suerte de fascismo mundial (como ne con qué dar trabajo, en su concepto de trabajo,
el que Orwell describe en una novela célebre: al conjunto del proletariado mundial y reduce a la
1984), en virtud de que este tipo de cosas no están marginalidad categorías cada vez más amplias de
en juego únicamente en los países capitalistas la población.
desarrollados ni únicamente a nivel de las fuerzas La burguesía, desde siempre, ha intentado con
políticas tradicionales de dichos países. Muchos lujo de cuidado formar sus propias élites (la gente
otros factores decisivos intervienen y crean contra- que será la encargada de dirigir las fábricas, la
dicciones que hacen, según mi opinión, que la justicia, la universidad, los periódicos, la literatu-
estrategia de la famosa Comisión Trilateral,1 la es- ra). Pero los modelos elitistas no tienen ningún
trategia de reestructuración del capitalismo mun- valor para la masa de la población.
dial integrado, vaya al fracaso pese a sus aparen- ¿Qué significan, hoy, para un joven marginado
tes éxitos actuales. La primera de estas contradic- italiano los valores familiares tradicionales pater-
ciones es la de que, al lado de las luchas obreras nalistas? ¿Qué significan para él los valores de
en los países capitalistas desarrollados, aparecen trabajo en un mundo en pleno desasociego, con
montones y montones de desempleados? ¿Qué signi-
nuevas luchas que generalmente son mal entendi- fica cursar una carrera universitaria, cuando se
das por el estado mayor de los partidos y los sin- sabe que ésta servirá solamente para enajenar a
dicatos. Estas luchas comprenden, entre otras mu- otros? Hay dos parámetros objetivos: las materias
chas, las luchas de emancipación femenina, las de
los desempleados; las de los jóvenes que rechazan primas y la energía, que parecen amenazar parti-
el trabajo como lo conocen, por ejemplo la de los cularmente las perspectivas del capitalismo mun-
jóvenes trabajadores italianos por un nuevo modo dial. He aquí una especie de cuello de botella.
de vida; las luchas antinucleares y contra la con- Queda totalmente excluido que en los países del
taminación ambiental; contra un cierto modelo Tercer Mundo se pueda desarrollar el mismo tipo
centralista económico y cultural; las que surgen de burguesía que en los países desarrollados; para-
de regiones completamente anegadas ecológica- lelamente, queda excluido que el mismo tipo de
mente, y las luchas de las "minorías" sexuales que clase obrera se desarrolle en los países del Tercer
culminan en la ilegalidad. Mundo. Entre el norte y el sur se está dando, es-
Con altas y bajas, se está gestando un nuevo quemáticamente, una nueva lucha de clases. Este
norte y este sur, hay que entenderme bien, no son
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Ver números 2 v 3 Cuadernos semestrales C.I.D.E. solamente geográficos. En el seno de cada país exis-
ten, también, un norte y un sur; existe un capita-
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;. existe un Tercer Mundo en los países capitalistas letariado. Hay que empezar por eliminar del voca-
desarrollados. Este fenómeno está a punto de esca- bulario la horripilante palabra "lumpenproletaria-
par del poder del estado, de la burguesía, de la do" porque evidentemente no se trata de esto; el
burocracia política y sindical de todo tipo. proletariado marginal está muy lejos de ser un
Me parece, no obstante, que es necesario "dar lumpenproletariado; más aún, es a veces un prole-
al César lo que es del César" y reconocer que el tariado aristócrata, que piensa, que lee, que escri-
capitalismo en la última década fue capaz de em- be, que busca cambiar la vida y las relaciones
plear un sistema relativamente congruente y re- sociales.
lativamente coherente. Si se espera una revolución No creo, por ejemplo, que la dirección del capi-
socialista de parte del proletariado tal como hasta talismo mundial integrado pueda fácilmente loca-
hoy se ha concebido, que se extienda en el plane- lizarse en el capitalismo germano-americano. Exis-
ta y que resuelva los problemas en los cuales se ten centros de decisión múltiples dispersos en todos
debate el Tercer Mundo, lo siento mucho pero los ámbitos del planeta, un capitalismo periférico
es una ilusión. El capitalismo mundial ha integra- cuyos objetivos son dobles. Cada quien habla de
do toda una franja de la clase obrera, trabajadores sus propias fuerzas productivas para conservar una
técnicos y científicos, en los países desarrollados' economía de ganancia y de utilidad, siempre y
En este sentido, el proletariado alemán, por ejem- cuando se mantenga una segregación de clases. El
plo, en lugar de ser revolucionario y trabajar por capitalismo mundial integrado tiene que estable-
la revolución mundial, entra en un concenso re- cer alianzas y compromisos entre fuerzas comple-
presivo que amenaza hundir a Europa entera. tamente heterogéneas al no disponer de fuerzas
Existe un nuevo tipo de agrupación, un nuevo sociales homogéneas, como podría ser la burguesía
tipo de alianza que es la que debe formarse y en francesa del siglo xix; así, se hace posible la co-
cuvo seno ¡una cierta clase obrera! jugará un pa- existencia de un régimen de democracia burguesa,
pel muy importante, que no será necesariamente de regímenes fascistas como el del Sha de Irán y
el dominante, pues en este nuevo tipo de agrupa- regímenes pseudo-socialistas, entre los que se dan
ción habrá que renunciar a un cierto tipo de je- diversas formas de alianza. El ejemplo más recien-
rarquización. te es la alianza entre el gobierno de la China
Allí harán alianza la lucha de mujeres y todas Popular y el gobierno de Irán.
las formas nuevas de lucha mencionadas anterior- Ahora bien, es en relación con la nueva lucha
mente. Este nuevo proletariado hay que encon- de clases a nivel mundial que se puede pensar
trarlo, hay que llegar a él porque no es un proleta- y de hecho se dan nuevas alianzas entre las nue-
riado educado, puro, como lo fue el de la Tercera vas y las antiguas marginalidades. Hago esta ano-
Internacional. Entonces sí, evidentemente, un nue- tación porque pienso que los problemas micropo-
vo proletariado, constituido por desempleados, por líticos sólo pueden abordarse situándolos dentro
obreros especializados, trabajadores emigrados, los del marco de la política mundial, que tiende a
los assistes, etc., tendrá su lugar alterar cada sociedad especialmente en el campo
icha y un lugar fundamental. Hoy existe, que nos interesa aquí. Nosotros debemos admitir
ate, una enorme distancia entre los que el tipo de metabolismo inconsciente que apa-
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nuevas luchas no corresponde ya en bien de grupos de órganos, de grupos de funciones,
I modelo antiguo. Tenemos, pues, nece- rocesos materiales, ecológicos, fisiológicos, etno-
;i nuevo concepto del inconsciente, I c:cos, económicos y políticos de cualquier natu-
insciente freudiano se forjó en Viena, en raleza. En otras palabras, este inconsciente no está
i más o menos de la gran burguesía; el psi- hecho sólo de palabras, sino de cadenas de signifi-
isis lacaniano en barrios que bien valen cantes que ponen en juego elementos de espacio,
Hena. Sí hemos de atacar al psicoanalista elementos de percepción, elementos biológicos; ca-
iiano. lacaniano o junguiano, no es porque es- denas semióticas y económicas que las intervencio-
s en contra del análisis ni porque neguemos nes de los medios de comunicación masiva ponen
encía del inconsciente, sino porque denun- en juego. El inconsciente, me espetarán, responde-
ciamos a las personas que no hacen análisis, pues- rán ustedes, es todo lo que dicen: es imaginario,
D que ponen en circulación un concepto del in- espacial, económico. Pero diciendo esto, lo reducen
consciente que no sólo no sirve para nada en el a la categoría de lo significante de tipo lacaniano
campo social, sino que va a crearnos las peores y requieren de esa categoría que explique el funcio-
dificultades para resolver los problemas relativos, namiento del inconsciente. Poco importa, enton-
precisamente, a la noción de revolución molecular. ces, asociarlo con esto, a partir del momento en
Los problemas de salvaguarda de la vida de la que socialmente se reduce a significante de una
gente de hoy; los problemas del deseo que lleva subjetividad individualizada. La fórmula clave del
a rechazar la fatalidad y la desesperanza a las que lacanismo está en decir que un significante repre-
están condenados cientos de millones, no son ex- senta a un sujeto para otro significante; el incons-
plicables a través del esquema mecánico familia- ciente está, por lo tanto, ligado a una especie de
rista del freudismo, ni por las eternas identifica- material transemiótico que es el significante y que
ciones con el padre, ni por el logro más o menos es inseparable del sujeto. A todo eso, contestaré
completo de ese examen de graduación que es el que no tenemos necesidad de especialistas de este
complejo de castración. Toda esta mecánica exis- tipo de inconsciente, funcionarios a los que se les
te, sin duda, pero a nivel de una cierta élite tra- remunera muy bien y que, en Francia al menos, ya
dicional. no pagan impuestos. No necesitamos personas que
El inconsciente freudo-lacaniano está individua- pretenden ser neutras y se benefician con los pro-
lizado, es personológico y familiarista; pone en blemas del inconsciente. Los verdaderos problemas
juego imagos y componentes imaginarios; se dirige del inconsciente no son neutros ni benefactores. No
hacia el pasado y se apoya en una psicogénesis, existe ni un solo problema del inconsciente que no
destacando la infancia, no puede revelarse más implique una problemática micropolítica a nivel
que por la transferencia y la interpretación y es, de la familia, de la empresa, de la escuela, del ba-
finalmente, significante. Con este inconsciente no rrio o grupo social en el que se halla inmerso. Esta
demos hacer nada; no tenemos nada que ver micropolítica plantea problemas políticos funda-
"-itamos un inconsciente que nos per- mentales.
iprender no solamente lo que sucede a Estando como estoy convencido de que existe un
dúos aislados, sino colectivamente; continuom inevitable que necesariamente debemos
nd de grupos de individuos, sino tam- asumir entre el problema del capitalismo mundial
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integrado y el de la sintomatología relacionada con psicoanálisis dependa únicamente de castas pro-
el inconsciente, no es incongruente de mi parte onales y se reduzca a una especie de sistema de
decir que, hoy en día, nuestra lucha contra la psi- n: usted aprende la lengua secreta de los
quiatría y el psicoanálisis dominante involucra sicoanalistas y, si es bien disciplinado y suficien-
a todo tipo de personas: a los psiquiatrizados, a los emente rico para seguir un análisis durante mu-
trabajadores de la salud mental, a todos los grupos rao tiempo, entonces, quizá, un día puede
sociales que están ligados a este problema, e inclu- hacerse psicoanalista.
so, también, a aquellas personas que, como los ca- Este inconsciente es reductor y esta reducción
niaradas sandinistas de Nicaragua, luchan con las es un golpe de estado contra el inconsciente. No
armas en la mano en este frente contra el capitalis- í más que una manera de imponer la forma-
mo mundial integrado. ción de poder constituida por los especialistas y
Las sociedades en el seno de las cuales estamos que está asentada no en las cámaras ni en el go-
implicados no ponen ya en juego sujetos indivi- bierno, sino en las fábricas, en las escuelas, en las
duales sino lo que yo llamaría agencements (agru- eles y en todos los lugares donde se presentan
pamientos colectivos), es decir, conjuntos en los que blemas de producción y de control social. Lo
ciertamente hay individuos, pero donde existen importante ahora es saber si este modelo de incons-
también componentes sociales sean éstos de la na- ;:ente reductor se va a reproducir en la práctica
turaleza que sean; sistemas de intercambios econó- o si va a encontrarse para cuestionarlo. ¿Se com-
micos, de formación profesional, etc. Lo que el portarán ustedes como especialistas o como aliados
capitalismo pone a trabajar no es nunca un indi- de todo lo que en el campo social tiende a cam-
viduo total, sino una función u otra que entra biar este poder?
en relación con sistemas de máquinas o conjuntos Para concluir diré, simplemente, que el modelo
sociales. Estos agencements constituyen el incons- de inconsciente que necesitamos no puede ser re-
ciente, que no está habitado por imagos familiares ducido ni a imágenes, ni a familias, ni a lengua-
ni por formaciones del yo, como dicen los psico- je, ni a una técnica de lectura ni de interpreta-
analistas anglosajones. El inconsciente no es un ción a través de la transferencia. El inconsciente
pequeño teatro en el que se representan graciosas real de hoy está hecho también de problemas eco-
escenas entre papá, mamá e hijo. nómicos, monetarios, de espacio; problemas del
Un movimiento que lleva a la ruptura radical cuerpo, biológicos; de problemas de represión so-
en el campo social histórico trabaja en el incons- cial. Es un inconsciente heterogéneo al que sólo
ciente más individualizado. El sueño, el fantasma puede tomársele colectivamente. Está delante de
bolo ya no son el camino real del incons- nosotros, al alcance de la mano; no detrás, en los
iente. El camino real del inconsciente no pasa arquetipos, en la estructura, en los complejos,
• imaginario; pasa por la práctica real social, cuya llave la tendrían sólo los especialistas.
>aal o colectiva, que puede poner en juego El análisis de este inconsciente es, a la vez, un
¡des enteras. De ninguna manera es lo problema político y un problema micropolítico,
de él los estructuralistas al reducirlo que compromete a todas las estructuras represivas
r significantes, a una especie de mate- con las que habrán de enfrentarse, allá donde us-
rre más que de barrera para que tedes trabajen.
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