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Editoriales

1. La India como espejo


La India es uno de los países que más ha vacunado contra el Covid-19. Incluso ha tenido margen para
la solidaridad internacional.
A República Dominicana le hizo un donativo de 50 mil dosis de vacunas muy simbólico pues lo hizo
en momentos en que el país prácticamente no tenía acceso a dosis debido al acaparamiento de las
grandes naciones.
La India está produciendo vacunas e inoculando a sus ciudadanos.
A pesar de eso, la India ha tenido un pico de casos positivos de Covid-19 debido al relajamiento de
las medidas de prevención que disparó las alarmas de la Organización Mundial de la Salud.
Lo allí ocurrido puede repetirse en cualquier otro país, incluyendo República Dominicana.
Los dominicanos tenemos de las mejores estadísticas del Continente a nivel de personas vacunadas
por cada 100 mil habitantes. Se ha controlado el nivel de positividad y la letalidad continúa baja.
Pero simultáneamente hay un relajamiento de las medidas de prevención que puede dar pie a un
descontrol de los casos de Covid-19.
Las medidas flexibles que ahora se da el país requieren de cumplimiento estricto para evitar una ola
de contagio.
La bola está en la cancha de la ciudadanía.

2. Medio Ambiente
El medio ambiente natural cumple un papel fundamental para la supervivencia de las generaciones
presentes y futuras, de modo que la evolución de la humanidad depende en gran medida de su calidad
y de los recursos que ofrece. El planeta y su medio ambiente potencialmente corren peligro, debido a
numerosos factores causados por el hombre, y el cambio climático podría modificar
considerablemente las condiciones de viabilidad de la especie humana. En numerosas partes del
mundo, son cada vez más visibles las consecuencias del cambio climático para las comunidades. Lejos
de limitarse a una cuestión ambiental, científica o económica, el fenómeno se ha convertido en un reto
humanitario. La mayor variabilidad del clima, combinada con el aumento de la amplitud y la
frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, agrava las necesidades humanitarias en las
situaciones de urgencia y provoca un estado de escasez alimentaria y estrés hídrico, así como una
modificación del modo de propagación geográfica de las enfermedades. En los últimos años, se ha
duplicado el número de catástrofes (de unas 200 a más de 400 por año), y se ha triplicado el número
de damnificados en el transcurso del último decenio. Es muy probable que los efectos del cambio
climático tengan una incidencia mayor en los movimientos demográficos y en los lugares de
asentamiento de la población, dentro de un mismo país o fuera de sus fronteras. Si bien la migración
puede ser, para algunos, una forma de adaptación, los millones de personas que deben desplazarse
forzosamente a causa de catástrofes súbitas o de evolución lenta serán particularmente vulnerables y
tendrán necesidad de una protección y una ayuda humanitaria sustanciales. La magnitud del reto
humanitario que podría representar el cambio climático sin lugar a dudas es considerable, por lo que
los directivos de las organizaciones miembros del Comité Permanente entre Organismos y de su
Equipo Especial Informal sobre el Cambio Climático, copresidido por la Federación Internacional de
Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y la Oficina de Coordinación de Asuntos
Humanitarios (OCHA), han alertado a la comunidad internacional. Si bien la respuesta que ésta debe
dar a los problemas que plantea el cambio climático debe ser estructural y global, el componente
humanitario de esa respuesta no ha de subestimarse. Los esfuerzos tendientes a limitar los efectos del
cambio climático deben acompañarse de medidas de adaptación que permitan aumentar la capacidad
de resistencia de las comunidades a las consecuencias inevitables de ese fenómeno. *** Por otro lado,
la degradación del medio ambiente puede acelerar el estallido de conflictos armados o incluso ser su
factor desencadenante. Por ello, no conviene plantear relaciones directas de causa-efecto entre el
cambio climático y los conflictos armados, ya que son malos indicadores que no reflejan la
complejidad de las relaciones existentes entre las repercusiones físicas del fenómeno y efectos como
la migración o los conflictos armados. Son muchas las condiciones, económicas, sociales y políticas,
que deben reunirse para que las consecuencias del cambio climático terminen provocando un conflicto
armado, de modo que establecer relaciones de causalidad simplistas puede conducir, en definitiva, a
la adopción de medidas inadecuadas. Sin embargo, se observa claramente que los más afectados por
el fenómeno son los países menos avanzados (que son los que menos responsabilidad tienen en las
causas del cambio climático) y las comunidades con menos recursos, en todas las sociedades, ya que
su capacidad de adaptación es más limitada. Esa contradicción ha inducido a forjar el concepto de
"justicia climática", que expresa la necesidad moral y económica de definir una estrategia de lucha
contra el cambio climático según la cual quienes contaminan deben pagar. Ese concepto permite
presagiar la que podría llegar a ser, en el transcurso de los próximos decenios, una característica
esencial de la relación entre el norte y el sur. Por otra parte, el medio ambiente ha sufrido las
consecuencias de la guerra; los daños considerables que le han provocado numerosos conflictos
armados no han sino aumentado la vulnerabilidad de las personas afectadas por los combates. Por
ello, el CICR considera que los Estados deberían esclarecer y fortalecer las disposiciones del derecho
internacional humanitario relativas a la protección del medio ambiente. Como primera medida, el
CICR se abocará a actualizar sus Directivas para los manuales de instrucción militar relativas a la
protección del medio ambiente en período de conflicto armado, publicadas en 1994. El derecho que
protege el medio ambiente en los conflictos armados no es demasiado claro ni está suficientemente
desarrollado. Las disposiciones del derecho internacional humanitario relativas a la protección del
medio ambiente en las hostilidades presentan algunas falencias fundamentales: la definición de la
prohibición de los ataques contra el medio ambiente es restrictiva e imprecisa; hay una vaguedad
jurídica por lo que respecta a la protección de partes del medio ambiente consideradas bienes de
carácter civil; y es problemática la aplicación del principio de proporcionalidad cuando los ataques
contra el medio ambiente constituyen daños secundarios. Por lo demás, el derecho convencional no
contiene ninguna disposición específica que permita proteger y preservar el medio ambiente en el
marco de un conflicto armado sin carácter internacional. El CICR es consciente de las
responsabilidades que le incumben por lo que respecta a la degradación del medio ambiente. Su papel,
en calidad de organización humanitaria de primera importancia, es fundamental: debe transmitir un
mensaje claro para que se tomen en cuenta los problemas ambientales que sufren las víctimas de los
conflictos armados, sin descuidar que éstas sigan siendo el centro de su acción. Su Framework for
Environmental Management in Assistance Programmes (marco para la gestión ambiental en los
programas de asistencia) es un primer paso concreto hacia la definición de un método de abordaje de
las cuestiones ambientales y responde al interés general que la cuestión del medio ambiente suscita
en toda la Institución. Alienta a sus colaboradores que trabajan en el terreno a evaluar, determinar y
comprender sistemáticamente las consecuencias y las repercusiones que sus actividades pueden tener
en el medio ambiente, así como a tomar medidas para reducir los efectos nefastos y aumentar la
eficacia, la adecuación y la calidad de los programas del CICR. Toni PfannerRedactor.

3. Día Internacional de la Mujer


Las mujeres del mundo desean y merecen un futuro igualitario sin estigma, estereotipos ni violencia;
un futuro que sea sostenible, pacífico, con igualdad de derechos y oportunidades para todas las
personas. A fin de lograr este objetivo, el mundo necesita mujeres en todas las mesas en las que se
tomen decisiones.
ONU Mujeres trabaja para prestar apoyo a todas las mujeres que están en la primera línea de la
lucha contra esta pandemia; promueve soluciones laborales flexibles; y prioriza servicios para
prevenir la violencia de género contra mujeres y niñas en el ámbito privado. Ahora, también tú puedes
ayudarlas. Dona ahora.
Este año, el tema del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), “Mujeres líderes: Por un futuro
igualitario en el mundo de la Covid-19”, celebra los enormes esfuerzos realizados por mujeres y niñas
de todo el mundo a la hora de definir un futuro más igualitario y la recuperación ante la pandemia de
Covid-19, y resalta las deficiencias que persisten.
Con la participación y el liderazgo plenos y efectivos de las mujeres en todos los ámbitos de la vida
se consigue el progreso para todo el mundo. Sin embargo, las mujeres siguen sin tener suficiente
representación en la vida pública y la toma de decisiones, tal y como refleja el reciente informe del
Secretario General de las Naciones Unidas. Las mujeres son jefas de Estado o de gobierno en 22
países, y únicamente el 24,9 por ciento de los parlamentarios nacionales son mujeres. Al ritmo de
progreso actual, la igualdad de género entre jefas y jefes de gobierno tardará otros 130 años.
Asimismo, las mujeres se encuentran al frente de la batalla contra la Covid-19, como trabajadoras
del sector de la salud y en primera línea, y como científicas, médicas y cuidadoras; no obstante, ganan
un 11 por ciento menos globalmente en comparación con sus homólogos masculinos. Como señala un
análisis de equipos de trabajo sobre la Covid-19 de 87 países, solamente el 3,5 por ciento de estos
tenían paridad de género.
Cuando las mujeres están al cargo, se observan resultados positivos. Varias de las respuestas más
eficientes y ejemplares ante la pandemia de la Covid-19 han sido dirigidas por mujeres. Y las mujeres,
especialmente las jóvenes, son quienes organizan movimientos diversos e inclusivos en línea y en la
calle a favor de la justicia social y la igualdad o la lucha contra el cambio climático en todas partes
del mundo. Sin embargo, las mujeres de menos de 30 años de edad representan menos del 1 por ciento
de los parlamentarios a escala mundial.
Por todo ello, el Día Internacional de la Mujer de este año es un clamor a favor de la Generación
Igualdad, a fin de actuar para conseguir un futuro igualitario para todas y todos. El Foro Generación
Igualdad, la reunión más importante para la inversión y la adopción de medidas por la igualdad de
género, dará comienzo en Ciudad de México entre el 29 y el 31 de marzo, y se clausurará en París en
junio de 2021. Este evento congregará a personas líderes, visionarias y activistas de todo el mundo,
de manera segura en una plataforma virtual, a fin de impulsar un cambio transformador y duradero
para las generaciones venideras.
Te animamos a obtener más información sobre el Foro Generación Igualdad, a conocer al grupo de
activistas y a inspirarte con las historias de mujeres líderes a las que admiramos.

4. Cultura de Protección Animal


La Asociación para el Bienestar y Amparo Animal convocó una manifestación frente a los tribunales
para protestar por la liberación del sospechoso sin medidas cautelares. La preocupación es válida,
porque quien ejecuta tan sangriento acto de violencia contra una mascota no está lejos de volcar el
mismo desenfreno sobre un semejante, especialmente, si ya ha mostrado disposición a agredir a otras
personas.
La principal preocupación de la ley, vigente desde junio del 2017, es asegurar el buen trato hacia los
animales, pero al combatir la crueldad, la norma también educa. Es imposible formar a los niños y
jóvenes para la convivencia pacífica si se les rodea de indiferencia frente a la vida en cualquiera de
sus formas, muy especialmente las que establecen vínculos cercanos y emotivos con el ser humano.
La crueldad fácilmente cambia de blanco. Hoy se ejerce contra un perro y, mañana, contra un
semejante. Quien vence barreras inhibitorias para dar muerte a una mascota con la crueldad de un
cuchillo necesita una intervención urgente. Sin rehabilitación, constituye una amenaza para quienes
le rodean. Esa es la razón para dictar medidas cautelares mientras se consideran los medios
apropiados para modificar inclinaciones y conductas.
El trato dispensado a los animales refleja características y valores culturales. La Sala Constitucional
lo reconoció con claridad: “Los seres humanos no solo tenemos un deber moral de actuación con
respecto a las demás personas, sino también en relación con el entorno natural que nos rodea (sic).
En ese sentido, se ha considerado que el maltrato a los animales vulnera la moral, las buenas
costumbres y el orden público”.
Desafortunadamente, el país no cuenta con recursos suficientes para la verdadera rehabilitación y
tampoco para hacer cumplir la Ley de Bienestar de los Animales. La inmensa mayoría de los maltratos
quedan impunes. Los agresores no reciben rehabilitación ni castigo, ni siquiera cuando el maltrato
alcanza proporciones “industriales”, como sucede en la crianza de perros y otros animales para
pelea.
Las organizaciones protectoras de los animales hacen un aporte invaluable cuando procuran llenar
vacíos, incrementar las denuncias y ofrecer refugio a los animales maltratados. La Ley de
Conservación de Vida Silvestre, por ejemplo, fue aprobada a partir de la iniciativa popular promovida
por la Asociación Preservacioncita de Flora y Fauna Silvestres (Apreflofas) para combatir el
comercio y cacería de especies no domesticadas, mucho más valiosas en la montaña que en una jaula.
La misma ley nos convirtió en el primer país de América Latina en prohibir la cacería deportiva. En
Costa Rica, solo es lícita la caza de subsistencia, con fines científicos y de control de especies. Sin
embargo, tampoco hay recursos para educar sobre el valor de respetar la libertad de los animales
silvestres, la forma de devolverlos a la naturaleza cuando es posible y la necesidad de reconocer la
diferencia entre ellos y los animales domésticos.
5. Día de la Tierra y el país se encuentra con grandes desafíos.
Este miércoles se conmemora el Día Mundial de la Tierra y a la República Dominicana lo encuentra
con el gran desafío de las ocupaciones de áreas protegidas, la contaminación por residuos plásticos
y vertederos a cielo abierto, entre otros males, que afectan al medio ambiente y los recursos naturales.
Este año no habrá ningún acto oficial para recordar la conmemoración iniciada el 22 de abril de
1970, luego de la iniciativa del senador estadounidense Gaylord Nelson, con la finalidad de llamar la
atención sobre la importancia de conservar "la casa grande". El Día Mundial de la Tierra halla a la
República Dominicana con más de 350 vertederos a cielo abierto, algunos de los cuales se incendian,
lanzan grandes cantidades de humo al medio ambiente y los lixiviados van a parar a fuentes acuíferas
o se filtran al subsuelo contaminándolo.
También en el país durante los últimos años, ha habido una lucha de sectores que se oponen a que las
áreas protegidas sean usadas por particulares para la agricultura o la construcción de hoteles y otras
obras. El viceministro de Recursos Forestales del Ministerio de Medio Ambiente, Manuel Serrano,
dijo que el Día de la Tierra debe motivar a reflexión sobre el uso inadecuado que durante décadas se
le ha estado dando a los recursos naturales.
Para él muchos de los males que hoy afectan al mundo, como el coronavirus, guardan una relación
muy estrecha con el medio y el tratamiento que dan los humanos a su entorno.
"Debemos doblegar los esfuerzos a fin de que todos tengamos un comportamiento más responsables
frente a los recursos naturales, al medio ambiente a ver como cambiamos el patrón de consumo,
energético y cómo hacemos un uso más responsable de la materia prima para que el planeta no siga
sufriendo".
Serrano, entrevistado por Diario Libre, dijo que la República Dominicana no tiene una condición
óptima en término de recursos medioambientales, pero que sí presenta un panorama bastante
aceptable. "Lógicamente siempre hay gente que quiere aprovecharse, que actúa de manera
desaprensiva y para eso es que está la autoridad del Ministerio, para perseguir, castigar y sancionar
ese tipo de actividades y no nos debemos cansar en eso", enfatizó.
Entiende que uno de los principales desafíos que tiene el país y el mundo es eliminar o reducir la gran
cantidad de plásticos que se está produciendo, muchos de los cuales van a parar a los ríos y al mar.
El funcionario considera que el reciclaje de los plásticos no es suficientes para evitar su
contaminación, sino que se deben tomar otras medidas para evitar o reducir los daños con esos
materiales.
"Tenemos que ir más allá, tenemos que prohibir el uso de determinados plásticos, la producción de
determinados plásticos si queremos lograr un impacto positivo en cuanto al uso del mismo y el medio
ambiente, no basta con reciclar ni reusar, sino que tenemos que eliminar la producción de
determinados plásticos", precisó.

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