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Rito Litúrgico de ingreso al Noviciado

(19 de marzo de 2021)


Introducción
+ En el nombre del Padre…
Hoy, nuestra comunidad Efesina, se viste de fiesta por la nueva etapa que hoy inicia, Yamilda Oropeza.
Ella, lleva en sus manos, el velo (que luego colocará en el altar), como signo de consagración y sumisión a
Cristo, Esposo, que, como las Vírgenes Prudentes del Evangelio, ofrecerá libremente al Señor, su corazón
indiviso, dedicándose exclusivamente a Él.
Y, contemplando a San José, hombre fiel y prudente se dedicará al servicio de los Ancianitos desamparados,
como en la Casa de Nazareth.
Nosotras, sus hermanas le acompañamos con nuestra oración y sacrificio.
Mientras, entramos en procesión, cantamos: “Me has seducido, Señor, con tu mirada” (permanecemos de
pie). (Yamilda, de rodillas, frente al altar)
A continuación, la Hna. Formadora, Hna. Graciela, sube al ambón e interroga a la Formanda, quien se pone de
pie (centro del altar)
Yamilda ¿Qué deseas? Yamilda contesta:

Animada por el Espíritu Santo, siento el deseo de esta Comunidad Religiosa. Les pido a Ustedes, Hnas., me
enseñen a seguir con más amor a Jesús, y, a partir de hoy, quiero vivir: pobre, casta y obediente. También
enséñenme a ser perseverante en la oración, y a practicar la penitencia, a servir mejor a Dios, en la
persona de los Ancianitos desamparados y a los Sacerdotes ancianos y enfermos del Clero Diocesano, y, a
procurar tener, un solo corazón y una sola alma para enriquecer nuestra Comunidad Efesina, viviendo en
la presencia de Dios. Ayúdenme a vivir las exigencias del Evangelio y a interiorizar la Santa Regla y las
normas de esta Fraternidad de Nuestra Señora de Éfeso.
La Hna. Graciela responde: Que Dios Padre, te con su gracia.
Ahora, todas respondemos: Que así sea.
La hna. Formadora intercede por Yamilda:
Que Jesús, el Divino Maestro te enseñe. Que el espíritu Santo te ilumine y te anime en este nuevo paso que
estás dando.
Que la Virgen, nuestra Sra. De Éfeso, interceda siempre por la perseverancia y fidelidad.
Todas respondemos: Amén.
La Hna. Graciela, sigue orando:

Señor de ti, nacen toda vocación religiosa. Escucha las oraciones de tu hija, Yamilda Oropeza, quien desea
experimentar con mayor profundidad, la vida de nuestra Comunidad y estar unida a ella, para poder
servirte con mayor fidelidad y perseverancia, en favor de los Ancianitos desamparados y de los Sacerdote
ancianos y enfermos del Clero Diocesano, y que nuestra vida sea para ella, expresión del amor y de la
misericordia de Dios.
Todas decimos: Amén.
A continuación, se realizará el gesto de cortar el cabello a la Formanda, como signo de despojo y
desprendimiento de sí misma, en la entrega generosa e incondicional a Cristo, esposo fiel.
(Yamilda se acerca al altar, junto a la Hna. Graciela, mientras Verónica se acerca, toma la tijera, con la bandeja
y le ayuda a la Hna. Formadora)
Ésta, le corta el cabello. Luego toma el velo, que está sobre el altar y le dice a Yamilda:

Recibe el velo, como signo de virginidad y consagración a Cristo Jesús, que ofrecerás por tu propia
conversión, por tu familia y por tu Comunidad Efesina.
Yamilda, responde: Amén.
Seguidamente, la Hna. Graciela y Yamilda, se dirigen a la sacristía para colocarle el velo mientras se coloca la
música del Ave María…
Luego Yamilda vuelve, con las manos juntas y se arrodilla frente al altar (hasta que finalice el Ave María)
La hna. Formadora, toma el crucifijo (que está sobre el altar), le entrega a la Formanda y le dice (ésta se pone
de pie):

Recibe este crucifijo: Jesús en la cruz, se ofreció por nosotras como víctima por nuestros pecados tú, a partir
de hoy, te hará de tu vida religiosa una oblación grata a Dios, viviendo en intima unión con Él, al servicio de
los Ancianitos y ofreciendo tu consagración por los sacerdotes vivos y difuntos.
Yamilda besa el crucifijo y dice Amén.
El coro canta: Dona toda la vida, como María, de pie, junto a la Cruz y serás, siervo de todo hombre, siervo por
amor, Sacerdote de la humanidad…
Seguidamente, la Hna. Graciela, toma la medalla (que está sobre el altar)

Recibe la medalla de la Virgen María, signo de protección, guía y modelo de tu vida consagrada.
De la mano de María, caminarás segura, en esta etapa de tu Noviciado.
Procurarás con la Virgen, decir Sí a la voluntad de Dios. Reza siempre para que Dios sea conocido y
amado por todos los hombres. Sé, fiel testigo de Cristo y Apóstol de la Iglesia. Ama a tu Comunidad
Efesina y sacrifícate por las nuevas vocaciones. Sé siempre feliz en tu Noviciado. Ella responde: Amén (y
vuelve a su lugar)
Ahora, Hnas., en nombre de toda la Iglesia, rezamos los Laudes:
+Dios mío, sea en mi auxilio
Como himno cantamos a San José.

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