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La otra 'Guerra de los Mundos' que sembró el caos y dejó 5 muertos en Ecuador

En La Jungla. Se cumplen 70 años de una tragedia desconocida para muchos, la muerte


de cinco trabajadores de Radio Quito mientras emitían una adaptación del clásico de
Welles.

ECUADOR EFEMÉRIDES QUITO RADIO

Orson Welles sentó las bases de lo que hoy en día conocemos como fake news el
domingo 30 de octubre de 1938. La adaptación a la radio de la novela de Herbert
George Wells, La guerra de los mundos, se emitía en la CBS, sembrando el pánico en
gran parte de los oyentes estadounidenses que se creyeron víctimas de una invasión
extraterrestre. Once años después, una versión de aquel episodio histórico se
emitió en Radio Quito y provocó cinco muertes. Esta es la desconocida historia de
la tragedia.

El relato de Welles y su impacto posterior es de sobras conocido por el gran


público. Siempre se dijo que la radionovela, emitida como una especie de broma para
Halloween, había causado pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey. Que los
teléfonos de la Policía estuvieron colapsados durante horas y que medio país buscó
protegerse de los hipotéticos gases con los que estaban asediando los marcianos.
Sin embargo, muchos estudios posteriores demostraron que la reacción se había
magnificado desde los medios creando el mito de aquella histeria colectiva.

La portada de El Nacional con la noticia de la tragedia

Una broma que les salió cara


Sea como fuere, lo que ocurrió en la capital ecuatoriana el sábado 12 de febrero de
1949 no fue ningún mito, sino una tragedia que se cobró la vida de cinco personas y
propició el cierre de la emisora durante dos años. Radio Quito, perteneciente al
periódico El Comercio, emitía ese día una adaptación de La guerra de los mundos
preparada por el director, Leonardo Páez Maldonado, y un famoso actor de
radionovelas, Eduardo Alcaraz, seudónimo de Alfredo Vergara.

Ambos acordaron que el diario publicase durante los días previos varias noticias
breves en las que se informaba del avistamiento de varios objetos en el cielo de
Quito. Así, con los oyentes en estado de alerta por las extrañas apariciones,
pusieron en marcha la teatralización. Sonaba en la emisora un concierto en directo
del dúo Benítez-Valencia cuando se interrumpió la emisión para informar sobre el
descubrimiento de un OVNI sobrevolando las Islas Galápagos.

Otro de los recortes de periódicos de la época


Otro de los recortes de periódicos de la época

La música continuó y, al rato, de nuevo el falso boletín informativo -que radiaba


el auténtico jefe de informativos- entró en antena para afirmar que un platillo
volante había aterrizado a las afueras de la ciudad de Quito, en el barrio de
Cotocollao, por aquel entonces una zona rural. Cuentan las crónicas de la época que
los actores hablaban a través de vasos para que sus voces sonasen distorsionadas,
mezclando las informaciones con audios de supuestas órdenes militares y conexiones
falsas con otras emisoras de radio.

Cinco fallecidos en el incendio


Cuando la emisión llevaba unos 21 minutos, desde Radio Quito informaron que la
invasión era global y la gente, atemorizada, se echó a las calles. El punto
culminante llegó cuando un actor, interpretando al Ministro de Gobierno, dijo en
antena que "por desgracia, compatriotas, sospecho que nuestras armas no poseen las
características mecánicas (...) para contrarrestar a las del colosal enemigo" antes
de emplazarlos a todos, irónicamente, a la misa del domingo, tal y como recogió en
1982 uno de los autores del texto, Leonardo Páez, en su libro Los que siembran el
viento.

Las calles se llenaron de gente, algunos se iban a confesar y otros a ver a sus
seres queridos convencidos de una muerte segura. Cuando trascendió el engaño, la
muchedumbre enfurecida acudió a la sede de El Comercio, donde también estaba
situada la emisora, para vengarse por lo sucedido. Empezaron tirando piedras y
ladrillos y acabaron con antorchas, que rápidamente incendiaron el edificio al
propagarse las llamas con los aceites de la imprenta y el papel acumulado en la
rotativa.

La Policía, sabiendo que se trataba de una burla, hizo oídos sordos a las llamadas
de los trabajadores de la radio y el periódico, algunos intentándose poner a salvo
en la azotea del edificio colindante. Cinco personas no pudieron salvarse y
murieron en el incendio. También se registraron algunos suicidios no cuantificados
de oyentes presas del pánico. Radio Quito se clausuró y no volvió a emitir hasta el
30 de abril de 1951.

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