Está en la página 1de 18

'"t-

Fi fr\.r-§,*§' H KV fl

i1..r-l¡p* r.l* \i eua, sirarr"laturgo rl


rl

ffi.sr¡ u msx al ffi esu ffi"les"t

Significacio
lJoctrina Y estructura
El concePto de tragicomedia
[.as unidades
La clivisión del drama
I-.L Ati.l'l: t,','tlO Lenguaje y drama
Polirnctría
Los temas Y la intención
Sobre la rePresentaciÓn
(El lugar teatrai)

d;LA§f FICACION Y TÉE4AS DEI- TAATRÜ


i)E Í-OFH

Et Calsallero de ÜÍnzerJa
{;uenÍeoveiuna
Peribá[iez
T'[:()[tt:\ \' I'R,\('l'l('A El bastcrrlo fufudsrra
E,hJ,Á'L(; t.r \ AS {}illt,\s el re.t'
F.'l me.ior alcr.tltle,
La estrella da Seu"illa.
E! villartc en sw rincÓn
§l perro del hartelano

': ü$i
\

i
¡

I
I
j

il, ¡.,ii

iii' iiil
iri,.i,.il lii
r ii
i i trlilii i1
li iii
,l; .,, til i:l
r l.¡::
I t;.; il
iri

iii rrii. r, i'ir


ii.
rl ll
l}l lf
ii;
iii{l
l.
[-A TEÜF+-IA Dt"t.A"$,{AT.ÍCA tsARR.0CA EN EI- A§q.TE F.I{-]EV(}

Ein el tcma anicrigr veiamos la importancia que [.ope de Vega tiene en la enerucijada
literari*
la creación y la consolidació¡l de
r.[el Barrr¡cr-,. especiaimcnte en lo que átañe al teatro, através rie
que tiene la palabra ingl*-
un género t*atral nuevg quc se cleiiominó comedia, en el senticio amplio
que acudir a sul obritx
iir ta ¡sla1'. F¿rra <Jarnos ctlenta de la import¿lncia de esta creación, tenemos
de
tuórica el Arty t¡tt,\'(),1,, partienclo de ella, extraer de la doctrina allí expuesta las característieas
la er:medi¿i barroca anlerior a Calderón"

!$i6mi{icado del ,4nt* nt¡ev0

t¡iara tls ltager t,omeflic¡s en este ii'eilx{}ü aparece por primera vflz eil la edii:ión ctre l¿l:;
E\ Ar¡e
¡¡ntes- er¡ el en-
ñ.iffir¿.s de 160g. I'jo sabernt)s {ixactamente r:uando se eseribiii, pero no fue ¡nucho
t.rlr!"rü Lrx[.re mo qu* r'a cic i604.1608. En esos añers" tr-ope, c¡ue ha pasacio de lcs cuarenta' se eslá

sjtuaneiil a l¿ cabc¿;r rl* los escritores españoles, en cclrnpetencia f;oll utlos pucos rivatres' El lrle
ri¡syrr drstlucifica quc sc cscribió paralaAcademia de MadrirJ' Y sin en{rarerl ladeli*ada euestiófl
rle que A.caclcrni;i sr:n óstie, :;i hay que partir del hecho de que es lrn texio *scritrl r{e r:ar&
a ¡:na ter-
{uli;r iiLeraria. lis decir, quc no es uil texto cientificc', escrito con extensión y meditaciÓn, ni
es si-

l¿r.riera url tcxlo ¡troiogll ,l rlelicac{amente medido cle cara a lns cliscípulos v a los
1;rograinático,
u.iirr"lriplos, sino que es un poema de circunstancias y escrito ec'rmo [al en vetrso, y seguran]ente t)r]

*l transr:ursci clc unas pocas horas, para servir a un encargo del que no podia ciesentenderse. En-
cargo hcch* c{)n un¿r mecliana dosis cle mala f,e y con gaÍ}as de divertirse ante la elifícil salida de
i,lr1i* en urla cLldsti(in crucial para él : pues, ü se nega"ba a sí nrisrno canta.ndc ia palirlodia totai
de
ptlr
sil t*atro. g neg,2t.;a las n¡rmas de los teóricos clásiccls antiguos, tenieir¡s todavla üfitoficcs irt-
l l:¡. t ihl':.

I-o¡:* tr:nia que rcspt-rrrclcr a esa dualiclacl -o él o los clásicos* antc un pirblico lfinmado por
*5critores, pcrron¿is cultas, segurarrente conservadoras cn arte, y nr¡bles aflcicnactros. Corn<¡ ha
riicht¡ un cxe(rlcntc irtpista, le pedian que realizase la cuadratura del circulo. Forque si"¡ teatro r:ra
t;:o¡:ic*, ¡.rrrrciico y econórricamente un espectáculo incornpatible cor: 1a cioctri¡rr¡ ele los antigtlos.
f:'crcr.r clespues. cn Europa, se planteará de forma ciirecta, la tpterelle entre ios antiguos
y los mo
y teóricos por excelencla, llevarán ia
i!*r¡q1:;" L.os {'rance scs. para bien y para mal, acaclenlicistas
cuesrión ala,,lt,6dentít: l.'ranqaisr y lo harán sin ambngcs, urrüs a f'avor de los antiguas, olrÜs a

'3 ?1
HISTORIA DE LA LITEBATUFA I

XXVU4

y por su
por el año, el país y el ambiente en que escribc'
l¿ivor cle los moclernos. Lope c1e vega, suya clcl calderc y
pasado con aquella imagcn
propia estratcgia vital, a la que aludimos cn tema soluciona esa
lu cuestión de frente' Y a su nio<'1r¡
el pozo no puedc, ni slguran'rcnte quiere,.tu*u, cob¿irrje' palinódi
cuadratura clcl círculo á* iorru tan senciiü qu, t.,u parecido confusa, oscurii'
ea, etc., a la critica Positivista'

versos pri
ilamar parle prologal(que ocupa los 146
For un lado, rinde, en lo que podemos de muy riistinta
las dos son hermanas gemelas' si bien
nreros) y en la parte epilagcl (en realidad antiguos y clásicos'
longitu<1, pues esta útiima-ocrpa los
últimos 2? versos) tributo a ios cánones gra-
que ól ha lirltactro
Demuestra que conoce las venerada, do.trinur, que las admira, y declara que no
..los preceptos con seís llaves". y sacando de su estudio, para
vemente a ellas encerrando
ledenvoces,a..TertncioyaFlauto,,.ToclossuficientementeContentos'aunquetambiénesver' aun contra los pro-
de ircnlas contra los neoaristotélicos' )'
dad que, de vez ** ,.rluráu una serie tratado' v' cclmo tal' su'
poeme *porque poema es y no
pios oyen.res. y ta,rtlién ei verdad que el crcntif rco- encie'
jeto a los vaive',cs de ia creación ur,irti.u, n,au qu' at
ilgoi dei pensamiento c1e
irónicos' que
unos {iecuentes pareados casi siempre
rra Llna serie cle iruüoS, como el ernpleo cie
lo que una lectura en público tiene cle fepresen.
tienen una función tealt',ralizgr}ara{no olviejemos ltrrma britrlante y li
el senticlo de acabar cada párrafo de
tación) y a la ,ez drs,l.lÍonzarira,oria,en no tiene
diciendo, es todo un poco brorna de Academia'
teraria, un xloco sornbrero en alto, como que varias veces' y es-
a lo lúdico' También es verdad
in:portancia. purunao u '\,..*, de ia ironía llamado la pali-
en fin 1o que escribi"' lo que se ha
pecialmente al finai, ái** ,ry claro: "sustento y epilogafi s*
esto, las dos partes extremas Qsrologrtl
nodia de la palinodia. Fero, a pesar de todo
en busca t1e perdón y de ca¡;tatio bettet'uÍentiae'
puedcn considerar -r t*rl.lri. tu putinodia,

Docgrina y estnuctura dei Arte nuevo


ctt
propílsito conlusas' un tant{') 'sl/r¿'t'\t'(/\ \'cscritas
Mas, si clejamos esas dos partcs (tan a
unVersoyestiloquecolocanelpoema"ntu'".i*cielashoracianas,pensenl()SCI1l¿r,{¿lf,isa¡¿est:
Ar¿epoéiica),ynosentramosdecididosenloquellamaremosFartedoctrinal''tcenln¡/'verernos
1os 2l'x versos
el verso 14? hasta el 361' es deeir' en
cómo el ,panorama cambia. Porque, desde ia media hora que duraria la expo-
u."r" -ao*o es natrural' dada
centrales, nos lrallamos con una responde al uso
sición aoad¿*i"u- pl.o ":rti"¿- doctrina dramática que, en líneas generales'
que LoPe hace en su teatro'
pcdemos no-
libro, al que remito para los detalles'
Es más, corno he estudiado en un reciento
en cuatro partes nrcr.rores' de la si-
#;;;;;;-¿*u"iitu¿'
tar que Farte doctiínalse divide,
ésa
guiente forrna:

A) Fráhletnas de comPosición

l. ConcePto de tragicnmeclia
2. Las unidades
3r División delrdrarna

B) Froiblemas de la e,locut:ión

4., Lenguaje
5. , , Métrica
6., Las figuras , ¡lir-il'ic¿ts

-1 T?

,iiiilir,t
XXV',5
I'il§TOR¡A llE LA i.líHn¿\TUttA I

C) Problemas de la invención I l

1. 'l enrática
8. tr]uración de [a comedia
9. Uso de la sátira

10. Decorados Y trajes


a la «le las retéricas clásicas
si pensamos un rnomento veremos que esta estructura responde partes'
y peroración) en la que se ha alterado el orden de estas
tcvmpasición, elocucién, invención y dela elocutio
pues la invenciótt a invenio va siempre delante aL1*- a*positio
o dela composición
el montaje es sólo de una manera aproximada' eviden-
ct elocwción. Equiparar la peroración con
no explicito, nos debe hacer ya a priori
teinente. Este orrlen, bien claro en el Arte nuevü, aunque
y prepararnos para leer su doctrina
rellexionar soi:re Ia cor:scie ncia artistica de Lope al estribirlo
con la mayor serieclad y litcralidad posible'
profesor, y en segundo porqije
Lope, des<ie luego, en primer lugar porque no es un erudito
estas diez partes le iriie rcsan e, muy diverso irad,:,
no trata de todas con igual extensión' perfec-
cio¡r o novcdad. Irero si dice, cle la mayoria' unas veces con
tono de aforisrno' otra$ con un me-
espeCialmente en lo que atañe a lragicomedia'
ciiar¡o desarrcrllo, las lirtcas maestras de su teatro,
wfiirJades y lefigua1e. Otros puntos quedan soslayaclos
o minimizados, como el, para nue§tr0s
parte vale tantg como decir la intencionalidad
dias tan importante, Uso di ta sdtiia, que en
del cirama.

Etr eoncepto de tragicomedia

lJste conce pto quccla bastante claro en el texto lopiano' Según


Aristóteles en su Pod¿¡ca' la
distinciirn *ntr. trug..lia y comeilia es radical. La tragedia es
"imitación clc hombres esfbrzados"n
y, l;r comedia."inritacionic hombrcs inferiores". Está distinción
entre seres inferiores y es.lbríil'
rlr-r,s, apunta en rcaliclad, ya en la práctica teatral
griega, hacia la clase social, pues el esfarr'ado es
distinción de categcria soci&l se
el rey, el principe, ei noúle. el héroe. A través ¿e tos sigtos esta
l'héroes, reyes, principes-notables" a "ei
f.ur haciendo más e'iilente. Juan de la Cueva opone
Se parece ya al de Moratin: "La tragedia
sayatr grosero". Pinciano aclara, con un lenguajeque
el concepto de tragicomedia tiene
ha de tener pcrs()nas gravcs, y la comecliu, aon,unau''i Por eso,
entre los personaje§ que han de
en el ¡4 rle nu+,rtt ci0s párrafbs, uno que se refiere a la diferencia
intervenir y o1ro quc se reflere a la mezcla de elementos trágicos
y cómicos' Dice primero

l'.|íjust' ul suielo Y no se rnire


(pertlonen los preceptos) si es de reyes,

imclicando quc en la comcdia


*-hecha tragicomedia* pueden entrar reyes' es decir' persoYi*:,9u
y villanos (n9r eielnlo ' El villa'
la tragedia. Asi, pucs, la tragicomedia mezcla, por un lado, rgVe¡
y lo cómi-
trc e, su ri*cón, pr.ragonizáda por el rey y poi Juun Labrador) y, por.otro' lp trágico
con el regocijante.entremés em-
ccr, l. grave ), ¡r riclicrllr, (por ejemplo, Eicaballero de Olmedo,
potrado en su seF.undo acto y su ñnal grave, doloroso y con asomos cle !error)' '

I.us {.)ttidatle.t

Aristófeles
Con respecto a las unidades, [-ope se muestra tan seguro como.r-eno"vador'
y recomenclaba la unidad de tiempo' Fero luego'
¡lr,ponia como lunciamcnlal la uniclad de acción
'i 73
tliffiffi
HISI'ORIA D[ IA IITEñATURA I
ilffiq§
XXVI/6
tlE

proceso de lógica exccsira. l¿r unidad de


los neoaristotélicos del Renacimiento, añarlieron, por un
poclía mover prácticanlcnte Ia acción de
lugar, pues si habia cie durar [a obra url clia, en él no se
de lugar, que era apocrila cotl rcspccto a lffi#
un mismo sitio. Lope ni siquiera merrciona esta unidad
la clc tiemp.' c.n cier
o,"'rirtri;rl';;r;;'ol."amente la de accii¡n, y contradice al Estagirita err historica' que por- cie-
y Ia comedia
las salvcdaclcs, distinguiendo cnt.re la comediá dc costumbres
tlicc ai rcspcclo:
{lniciirn picie un desarrollo cle tiempo no coartado' Concretamente
l§$
No h«y que ach'erlir que pase en el período
de un sal, aunque es conseio de Aristóteles' l'$
I i;
h
.1

porque )'a le perelintos el respelo i:[i'


cuantlo tnezclcstnos la sentencia trrigica rlt;
a la hutttikla<l de ta baieza cónzica;
püse
-si en el menos tíempo que ser pueda,
no es cuattdo el poeta estribia hlstoria rtgili
i ,r iir
dn que hal'an de pasar algunos años"'

La división ctel drar¡ra

de su é1loca. qr-ie luego es-


En cuanto a la división del dranta, Lope se ajusta al lugar teatral
trair.**jr.;;;b;"sedivicieentres actosojoriadasfrentealoscincoclásicr¡s.qucsernantie'
un cntrcr¡cs' v cntre el se.
;;;;';;;;;1; y .ntr. el primeÁ y el segun<io se recita
;i;ilr.u,
haber, acler¡iis' rLl principio' una
gunclo y tercero u. *J;iu y Uuitu un entnemésbailado. Puede
épicos (brcchtiarr,s)' lo quc
in* y, árf-rnal, un fln de ñesia. Lope avisa de ia estructura de cortes
-el
y
a veces tajantemente por el cambio súbito rle lugar
ñá,J unu ,"r;* cle secuencias cortadas de que estos l'unr-licios en el teatro
fundienclo en negro muchas veces el teatro' Lope es áonsciente
vicio", pero dentro del nuevo sistema cle teatr. con un monta-
a;*oi¿tí.o) es ufl "grande
";*;;
je de cortes semejantes a tá épica "aumenta mayor
gracia y artificio""

Lenguaje y rirarna

de dar algutros cclnse'


También es interesante la parte dedicada atr lenguaje, en la que, además
con sentencias'
jr:s, lógicoS en LOpe, COmo el de evitar el Cultismo raro' o rematar las esccllas
lenguaje' que ha cle seri ir a la situación
ccntra su atención en el problema de la verosimilitud del
ciomésticas n«r se deben
V ,ip-rc""-"1e. No todas las situaciones piden iguallengua. En las cosas
en situacio¡l cle ¡rtrrsuadir o
gastar cOnCeiltos ni pensamientos, pero cuando una persona está
aconsejar alli si que ha de haber sentencias y conceptos'
Cada personaje' según sLr e<-lacl y condi-
una mancra conuisa y perfccta:
ción, ha de emplear un deterrninado lenguaje. Lope lo dice de

,5i ltublorc el rc.t', itnite cttutrto ¡xLer'!tt


Il grut'edad ratt ; si e! vieio ht¡blsre,
l-)t
(!(ttt't' tt¡ltt ¡;toJr:;ti¡r 5¿'¡¡¡7'¡¡¡'io: 1rl
tlt,:;¡'ril¡u lrts rimrtnlr':; con aÍt'clr¡,s"'

Folirnetria
de Itrótrica' I"a po'
co¡l ieual concisión, en estilo vcrdaderamente de aforismos, nos habla
l¿r

lopista, aclecuando el metro y la estrofa a la si-


ri*rtj¿";[;r+i" ruri"mental en la comedia que da Lope no respon-
;;;il; y ui p*r*"nu¡e, io misrno que el lenguaje. Las recomendaciones
y que la práctica esta-
den eétadisticárne,te a una realiduá, p"ro sia lá tendencia a la eNperiencia
Uu .*iei.nao a principios del siglo XVll' Dice así:
;

174 i¡
:lr!:i, ,r, , ir;ir ii lri.ri
r{i,i
,ii,ri
li l:i , i
iil
li
iii',., ];lil
iIr ¡
llt ri * li i,,
,lir l

iiir,i,,,i, iii ii i iii:l;i'i i!ii i,ii .:;il;


HiSTÜRIA DE LA LiTEF{Á.I'U¡14 I

Acantotie lr¡s l,e¡'sos con prudericia


rt las sujetos de t¡ue t'a lratttndo:
ias dócin¡us son bucnas para queias:
el soneto estri bien en los qtte aguardan;
lus relacianes piden los raruances
trufique efi aclav\s luten par exfre¡no;
.v¡¡t los l(r(etos p(tra cosqs 8rr.7vcs'
.i' f)üru las rle amar las rer"l*ndílkts.

§-.r¡,¡i üemrss y la ira*enafión

En ci aspectei temático es rloncle desearía¡nos hoy una mayor cl¿lridad, En parte, por las pre-
propias li-
c;,rui,:iones tlue tgma Lope, al hablar, por ejemplo, de Ia sátira, y, elt parte, p6r nuestras
tritaciones para eniei:cler rina época rnuy alejada ya de nosotros. I-t:pe da rnueha irnpt'rtancia a

ciertos reilursos como el e*gaiiar run la verr{acl a el kablar equívora, y , sin embargo, nü se deti*-
ne ir e:<piiciir el p,:r qué. exactament*, tenian tanto éxito los cosos de honra y las accioiles
vit"Í¡¡a'
ejemplo que nos lo eomprendemÚs COn rnás ri-
.tús, &ilnque el de estas últirnas, a través de un Cla,
gc,r ai ,¡3r qr,re el público se apasionaba, como Lroy todavía el vulgo cinen'latográfico, identifleanclo
prrsonaje y aclür" rcatro y r.*áliduri, haciendo una apasionacla distinción en la obra entre los hue-
¡1(,s y l0s tnalos.

Muy comeriirJo se muestra I-ope al tratar del uso de la sátira. Por t;n lado, nos habla con
gran prudertr:ia clc c¡ue "piqu* sin orlio, que si acaso inf,ama / ni espere aplauso ni pretenda fa-
**"- ¡r*ru1 por otro lacic., nr¡ hay eluctra de que admite el uso de la sátira, incluso ciertasátira sobre
lrnras 6e interés, ya qLre ¡riCc: "En lá palte satírica no sea f claro, ni descubicrto".
(Al l'¡ai:lar ds
tiii E! rnejor aicalde, el rt.t'trataremos de la intencióri politica de la comedia")

üi
II Sohre §a representaciéra

ütro aspgctg qur es Íunclarnental y que L.ope soi"tea sin interés y llevado, sin eluda, tan:hién
ya al final, es el rie la representación niateri¿ll d*
¡:ur la rapi,Jez que l:r f'alra tle tienrpo le obligaba
ia libra. Se linrira ¿r lilif riar de ,los decoracios, brevisi¡na y arqueológicamente, c!ando r¡na tlibii*-
gralia sLrnraria a eiirrsi¡liilr. y cn cuanto a los trajes nos dico {¡u* en EsE:aña ncl teniali e}] ese }no-
fllrrrll() r'':rr,:il¡lilittrtl. lllrcs :.r: veia:

\{rcilr u¡t turco tttt cuella de cristíatru


.t t'ul:uí utc¿t:ttdas' un rofiu¡.no'

F*tr#ntesis; ei §ugar te fitflal

p;irqucdafi ilc noticias sobre un asutito tan importante como es el lugar teatr:rl y la re-
E,stia
pr'*sfnlaciúlr, nt:s lie r,a ¿r añariir por nuestra cuentít algunas eosas fundamentales. En ia seg,unda
;rrliaql del siglr: XVl. en muchos lugares de España, y en relación casi siernpre con cofradias
reli-
g,i,.rras; alur ui"ilizaban e I tlinero de los teatros para curar enfernios pobres, se empieza a liabilitar
patiÜs o
rÍjüt,.ils publicos. \'riigo tlabilitár y no constri,ir, porque nornralrnente se aprovecharon
crl¡-rale:; elc yecinos. pirra hacer en ellos un esce¡rario, y cletrás un leve'¿estuario, colocando ban-
co! para cl publici, e n cl patio y adecuanclo los baleones y desvanes pare un públiccl nlás clisti¡'¡-
guic.l¡. Colisiruian tin ¡lilco especial, de grandes climensiones, llamado czzue la, donde estaban las
ir1,,¡,:re, ql.¡c rio podian mcz.clarse con los hornh:res en los bancos" Farte de éstos, los rulosquete-
r{ril, \,e;¿¿n la f'url;iiin clc ¡rir. cietrás rle ios b;lncos. Erall teatrDs descutliertos' y un toirlo
prr:tegía
trtl püC(i ,.lcl u.ii,rr o tle i ll-i,l'

1?tl
HISTORIA I]E tA L FRATLJEA !

XXVI/5
I

I-af,unciónempczabaeninviernoalasdos,yenveranoalascuatro.Pcldiaempezarcon
descansos' d.s entrerneses'
loa, y siempre."int*r.*iurren entre lo, u.io.,'á lo que llamamos
una
el segundo' cantado y bailaci.'
lo que se lla'ma'
Uno, tras el primer uriá,tr*pr.rentado; ,,ro-'ñ en los
bailado d simplemenr, *' ü"il* t-"'á"tto'uáot no exiitian prácticamente
ba un entre¡nés
q'-;;'üJ;;u"' (Araniuez' Retrro) se realizaba o
si en el teatro "ult'
reatros públicos. aunque pintado' servía de
en los auros sacram.niutun del corpus.
u ;;i;, ff;;! decorado, un paisaje clc aq¡el tiernpo
De ahi que las comeclias
-;;;';t;;óri'
clecorado, igual para un exterior ou" ouru*ui';;|1il'
con palalrras el decorado inexistente'

TE'ATRO DE LOPE
Cl-A§[trICACIOI\¡ V TEfd'A§ DEL
Lrarroc¿is sirl lograr flune a'
han ensayado varias clasificaciones para las obras.dramáticas de
1a vez histórica 5' sicológica'
satisfactorio' ünu oU'u puede ser a
-§e
como es lógico, un ,ur*tiuáo
extensiórr de su produc-
teologiaydefiIosclfia,oc0stumbristay"n"",,u,unatesissocial,etc.Sientodt¡sltlsauloresoct¡-
que un*ii' un" más' la de la enorme
rren estas dificultades, en Lope hay y por haLrerla se-
la más usada' por su pormenor
ción. La clasificación de fuIenénde, r"ruvo "' de Lope se habitúa a esas
d.Á rén¡*,p.or 1o que el lector
guirlo el gran lopista ui*,liáo las obras clc clontle han saliclo
que atiende a los temas y a los lugares
denominaciones. Es una clasificación tcndrán lucgo r:n cal-
Asi, en ella, aparte ¿..to, uuior, en Lope, sin el interés qLre
los argurnentos. la historia extran-
Antiguo y Nuevo Testame.nto' de santos' de
derón, encoi-]tramor'***¿iur'del
novelescas' caballerescas' etc'
;;r,;; i;t.oirtrria 'lu"ionut, mitológicas'
que tuviese en cuenta la génesis de
la obra'
Podríamos alternar esta clasificación con otra legendario o históri-
puede- ;;r,ir de un'problema, de Lrn texto,
Fortrría ser conro sigue. Las obras cloclrinalcs y partl-
las costumtres de la época qu* tiuuto'observa' I-as primeras serán
cr-:, o ele Las segundas'
teológicas y cárnedias ñlosóficas'
cornedias
rán de un tema, y poclrán ser autos, ser: mitclógico-
que tendrán el aigumento prefijado, ;;;; históico legendarias'y podrán historia de los Aus-
bit¡licas, cie santos, á* rri*tori, "*tiun¡*oull*
ii*o.iu medieval española y de podrán ser pro-
trias. Las terceras serán costumbristas,
y';;;rt r de una circunstancia sociai, pero <1c cnrerlo" si
(villane seas)' o
corru*b;;;; ya ¿. ciu¿uA i.-p, v -rpada), o de carnpo
¡:inmenre
este predonrina, o ,i*ologi.u,
(con variante de icsis en algunos clratnalrrrpos)'

y iilosóficas de tr-ope no llte?n a lor¡"¡rar un corpus'


L,as comeriias propiamente teológicas
Claroestáqueensuteatr0bíblicoydesantoshaynumerosastesisteológicas.corrroBarlány.Io-
una historia desde la Biblia
que naturaimen-
saÍat, pero pr*¿"*iru-u, elias la
lni.n"i* á" la cie E'l villa¿
'ont" una filosofra, como
qrá'i*uurrortun
puecre ser
te es teológica. Hay bastantes ouru, sobre la vida retirada de la
n¡ *1.-l*roen_la p.rimera,la tesis
fio etl su rincón, a El mejar alcsyJe, de la monarquía teo-
introduce en un tipo de obras ílamadas de villanos; y la hlosoña interés de
Corte, se
el rey es;;;;;;* de la época y cede ante cl indtrdable
céntrica de Et mejor alcalde, histórico legendaricr
I-ope por llevar al-te;tro una hisioria.
e* i.o, nos dirigiremos al apartadomedieval cspañola es
que es, sin duda, *i *eu propio de
Lope. Como drarnaturgo de ia hlstoria concre'
en obras
donde Lope alcanza su rnayor altura,
;; ;i, como conjunto y extensión' sino El caballero de
euuiu'ou.e¡uná' El iast{trdo Mutlarra'
tas de un valor insuper*ble, presididas ioi urbanos
Los comendadores de Córáaba' Sin olvidar por eso las obras costurnbristas
Olmedo,o dá hortelano, en las que I-ope se muestra
can-¡o El acero de Madrirl, La dama"i"l",-il irto teri"eno diacrónico'
á* u* t!.*po. En realidad, ya en el
como un receptor pcrfecto de los intereou la qrre es superior.a cualquier drama-
g.u*d*ro,
ya en elsincrónico del Barroco, I-ope;t-*l; "n espafltotra-c
dramática que recoge 1as aguas
turgo de v *urlor,, a"ru, un, *sponja llevado más de su inlui-
"uutqri"itir,ry, una muestra"uso*b'ouu -sin duda'
del pasado y de su presente, dando que nadieen la época podia ter:er- de
ción dramática que de un exacto *"n*oi*i*nto histórico,

176

ii ii
XXVI/S
I{ISTORIA DE LA LITERATURA ¡

tie*ir erl ese sentido que


io r{ue luego los del 9g gustarán de llarnar el al¡ns españala. Fodría¡tlr:rs
clei ilasado y un drarnaf"ungo del
l-¿,pe es, a 1a vez, un rJámaturgo intratristórieo, tln drarnaturgo
&s, con frecuencia, dennasiada oJíciaÍ' corno
luego vere-
lrr*,uu*r*. ,,\hora bien, esa alm* espaííola
ya establecido' En ese e§pec-
mos, §,cp* crca un te¿1trg propugudon de un sistema político-social
¿o, sólo de vez en ycz, o en pasajes stleltos de sus obras,
o entre líneas, veñl3s la otra cara de l¿l
Ltspaña oficial" Pero clesde luego la vernos un gran núrnern
de vcces, si queremos verla'

las atribuidas son unas cua-


Antc el cxubcra.tc ¡rúlnerc¡ de cornedias conservadas, que con
irocier¡tas" nos limitarcrnos a mencionar unas pocas
poi apartado. Entre las mitológiccs, de.iando
para el teatro cortesano, podernos distinguir
a un lado [-0 selyct sitl {tr.r.L{tr,bellisirna égloga escrita
lrcmb¡"es (curiosa otrra sobre las
El Perseg, E! mtirido 9tás frrnte (sobre Orieo), Las muie.res sín
apartado' E3ye la.s bíblicas pade-
Íimirzonas), y Ádanis ;,, l'e¡tr¿s, tai vez la más lograda dé este
hombre, que portrria colocarse entre las
mos riistingu ir 1.4 creut'ió¡ de I niune.lo y pt"imeraiutpa del
teo!ógicas, y ias más argurrentale. y *u¡on"u, El rotbo de Dina,
Los lrattn'ias de Jacab' l-s ltislo-
!l ri$ cl.e 'l-ohíu.s y Ltt hrr,r,,,sü f:ster. E,sta y la dc Dina son
las cle mayor belleza e interós' Si en las
li mit0lóglcas y crr ias biblic¿is [-ope no presenta una arnplia
gama -de acuerdo con el tamaño des-
rnuy considerabie en las c'rnedias dc
r:*rnunal que ticnen e n *l las ciflias-. sí presenta un número
porque además' cn tlos de ellas {Í'a'fingido
s::ilrtos hasta ¡:¡clcr irabi¡r ya ile una especialización,
\,,r:rdüd{ra -cu}'a tccnica:;e rjesarrolla mecliante ei teatro dentro clel
teatro' coll una }rabilirlai
rrr;rprcncient t:-* y trlrtt'kitt .r .lttsr.tfal -de tan gran interés
fili:sófico y de tanta trascendencia en el
'{{:atro pcsteri,r-rr - ) nos nlucstra rios autónticás crbras maestras' Scln unas veinticinco las clbras
rJe

Aclemás cle las clos destacad¿is' ci


cste apar*rad{). iilr¡1rl Lrc d* ¿rlgLlna se podría discutir su autoria.
gran (sobre Sair i}asiliO),
t*mos El rurtltttt*l tlL, ]t;:lé¡ (sobre San.trerónin:a), La colutnn*-{bgosa
La Gu*rdia (ambas
el ciclo rJc San Isid¡'t.,. .lt¡utt de llitss y Arttón Mq¡"Ííny El niíio
ittocenie de

corl un co:ilur¡)brislno ruliglosio muy logrado e interesante)'


(sc¡bre Nerórl} y las
Iin la /rjs¡rri.lrt ettruttjel.r las hay muy pintorescas, cotno Rarnu $br{tsads
El Grctn Ütrque de la Moscol'ir¿' o l-¿'¿
hay cle 'Ltn gran r altlr ilr;irllátictl' como las lnuy conocidas
desdic}ir#' que nos habla de
lntpe't'itti dc {}tt)¡t, o la oiritlada injustamente Corttra valor na
ha1;
un par de clocenas de excel¿ntes
Llirr.¡ cl üranrii:. [:n la l¿is¡r,iria medieval esp*ñola se colocan
r.rbr:i.r y algLrnas de las ireiores de Lope. Destaquenlos'
un poco al azar: El bss.tarclo lvludarret"
paces de lc¡s rq'es 1'iudía de'tr'ale&t, l-tt cs
i.,t¡,s l-eiias ¿tt,llt,ttt,¡r.,s, t.! ttrtajor alcr¡kle, el re.\,, L,as
(que se le atribuye sin rle¡xasia-
trc!!¿s deseri,i/l¿r (rr¿lirrari':cnte suya), {-,os novir¡s cle Llarnachueios
comend*dores de cór'
il;¡ fi¡ndanre¡to)" ¡cr¿ári tiez, Fuenteove;J'yno, El cahallero d.e Ültnetlo, Los
ilt,,btr y ili ¡¡t.¿e.rt; ttttt¡¡t!¡t tlcvt't¿bierttt pat'Cristóbal Coló¡t'
Nótese que' ex') torno a los §de-ves Cató
que es explicable, tanto p0r el inte-
li*r.,s s* rjan, agluti¡rad¿rs. r.rrcd!a docetla de obras n"¡ae§tras, io
que los hr:mbres cJ*l hlarno-
r*r dr lii hiltoril poiilllit ¡'social fle ese momeflto, corno BOr el inierés
c{:f, Vii;ih¿cud*l li iii dcc,rdcllcia, sentían por ese reinado
que empez&ba la hegeütonia españolii'
{-,)t: lu ltistt¡rir; ¿/r I .§iijlr; tle Oro habian, entre
otras, Carlas V en F-runcia ts lil murques de lus
\,r.t,¡;...

porque se cons-
l-as *oveli:scas clc[;cn situarse a caballo entre las histórico-legendarias,
y entre las costurnbristas, porque su lalta de his-
irrjyeil cli:scle r:n rcxtr-i e scrilcl, real o inventado,
al autor, las hacen pro.x-l\as al costum-
tr:rir:id¿id y stl ccrcani¿i al situarlas en épocas cercanas
y Moñleses (el tema
L:rir¡no. En ella:; Lope h¿ tcjido algunas muy interesantes, como Ca,s¡cJui¡¡*'s

tlt::t i?.r;*¡ey 1,.!ttlit,t.4¡, !,rt qitittta de F"tarencia,


Servir a seño¡" discreta, {il t'tts.l't¡¡"dontrt dc lr¿ Üu-
rrtg!l'i (11uc apr-inra h acia el siglo xv tr tr tr y la comeclia lae rinrosa), s i tttt ttfuru¡t lus
ruu.ie -
r¡r,r<:.g.t rlt: ,,tr

r.¿:s" ,.¡t¡r-¡ sott tr.¡tla,¡ t.uist,tiores, etc. Muchas cle éstas


proceclen de novelistas italianos especialmen-
tc Br¡ccaccio 1, lla¡r-icllo. ,Algunas cle ellas poilrian clasiflcarse, como hatrrá t¡ue h;rccr !uego colt
perfectarnentc escrl-
Clal,Jcrón, er! u¡ ¿ipart¿rc¡r de.obras cle honor, como E/ castigtt sinvertgunra,
r¡bras caslumhristas habria c¡ue scña-
l* 1 ¡rlanrearJit" 1' ntalricrista¡lente fin;rliz.ada. De¡rtro cle las
"el l-a tle cóntaro' El rwfi'án
lar entre las urbanai; E! gcera de Madrid, Santíago t'erde", ¡'¡e*za
HISTOÉll ti i;\ LITEFATURA I

xxvt/l0

etc., porque Son lrecl¡elltes las tle


tltt r,alor
Castrucho, La clama boba, Et perro del lrcrtelano, o incluso dc
Las clos últinlas citaclas podrian considerarse como obras sl¿'("1ri'r¡tlril
considerable. e nat..ratio' luc mu1'
/csis, ias clos stibrc e;;;;;, leministas ,J.-iu ¿;;"u, a lo que LoR1"c33.
señalar El t'illun.a t'tt ttt t'ittcti¡t'
/]r¡t;i"
cle
scnsiblc" En cuanto a las costumbres ticrtcn a veces
poariu'""1p.í"ariamos
qr're
lás pasloriles' si bien es verdacl
llana de Geta.lb,.r.., -"[, O,r. u. ''"'i'-La-Arcadia'Belardo'fttrioso (com.',tras rnuchas dc
pic cn las mitológicas, camr¡ La ro,'oini"d'-'io'¡nto'
un etc' No hay que olrid¿tr que alguno
clt:
Lope. con pequenas rorá, uu,oniogran.rrl' las
de Períbdñez' se cncLrcnlran entre
los pasajes rurales *a, l"gru¿or, "o*o los dificultaci de una
"uotr*uJrtas lo que maniñesta' una vez' más' la
obras incluicl¿ls en tu, a" historia meclieval, en los costurnhristas' hallamos
clasificación. Por últims. en todos ro, upu'ruaos' especialmente intrigas cle cnreclo" cu1'<l
no quiro r.i u, especia.tista de complejas
obras .c enredo, aunque l-ope y Alarctjn' Citenios' conro
está en la misma dilicultad det *n"Jo, to*o l" fueron Tirso y las
interés de Celauro' Prtr la pttcttte 'luntta
obras cn cirrto modi;;p;;ir,.,,, ¿. un"¿o-'-i'o'-n*bu"n'
l-* uro,a di ctittturo' El ttcero de Madrid y La
dama brtbu'
ya citarias

T.EOI{[AYPR.ACTIC,ATEATRALETi.¡ALG{.JNASoBRASFUNDAMENTAI-ES

El caba!&eno de Olmredo, eomo tragieomedia


que.presenta el drama lopista cs la
de haber
sin duda alguna [a renovación más aparente lo estilistico' y haber creado asi
y cómicos, tantá en 1o social como en
Ítn<Jiclo plemerrtos trágicos un nuevr: gé-
la tiagicomeclia. Deberíarnos decir mejor consolidactro en España
un gónero nlrevo, el nrundo de los
nero, pues en toda Európa, a partir
d.l l{;;;;;iento, lá tragicornedia -que en o no' segLrn
qlel teatro' triunfasc
á* f os procesos viiales
grecorromanos sólo lue un chiste- ., ono
las escuelas Y los Paises'

Unejemploper{.ectoeleloquesepodíaentenderportragicomediaenelBarrocolodaElctt
lsalieratleolnlecto'Eliiq:estaolrraporqueensuestr¡'}Cturaseclistinguenmuybienlaspartespro-
y adenr*s pclrqtre es
* intt"" de una farsa o entremés'
pias dc una tr*g.aiJ;''tr, ;; un, "o*udii, tragicorlredia' L'ope par'
obra grande rie teatro que se llamó
un hoincn4 e a LctbáU't¡uo,prirncra leyenda' li-
unu historia real que se había hccho
te de una cancioncilla tradicional o** ,.riJ*u,
teratura, folklore' I-a coPla es:

Que de nache lo tnrtaron


al caballero'
la gala de Med'ina'
la.fior de Olmedo'

de la obra: a un caballero lo
asesinarofl una no'
poemilla está el trágico argurnento
En este el f,rnal de la
orn,iJ" v-"* ru gala de Medina' Lope tiene asi
che; este .uirult"ro *ra natural a. donde ha si<10 la gala
el sombrío tercer acto' E'l caballero vuelve de Medina'
obra, corlcretamente por celos, por
celebrado ante el rey, y es asesinado,
y el galán de las fiestas taurinas que Se han una voz en c'ff
a olmedo. El caúaliero ha oído
l: l§

de lvledina, cuando votoia u uu


u* caballero "*uu,un lai:rador misterioso que le ha advertido' Tras iñ
que cantaba la caneién, y se ha enco.n;;;;;
i

culpable' N*s
el criado se encuentra ur d"n'n"iu el hecho' y el rey ajusticia al i ,fri
el asesinato, "¡á',
que;;;;f;;;.r9"11ir1'i. unut'ugedia' Pero al buscar la
enconrramos, pues, ante un acto y al hacerlo, quiere
I,ope va a tejer una historia de amor, i,$,
causa del odio que motiva ese asesinato, comedia
plunt*t üa situación de comedia -pero ile
rli*r

ofrenclar un homenaj e a La Celestina, i*u y doña trnés' i,,El

seria- en la cuai una vieja Fabia sirve i"


i"tt'*t¿iaria en los amores de don Alonso teatro barro- ;ltfi
suelen se¡vir de distanciadores
en el i,t*
Los pe¡sonaj.u ,r"*Jorios, los "ri"d;J*;;; al siglo XVtrl
tff
, co* son per*ctaffi:H";,Ji;;;-*" átan haciendo una paroclia trasplantada ¡ ir ilt
IItfl
illü
I iill
178 iitffi
i, :; ¡
i ri,i.l iil
,: lrl
!
r :! 1i l :i iiil§
l'-ii lil :r ii
,rll
:,iri,;]ii I ::1, l
ri
I,iI§TÜRIA DE I-"A. L¡TERATUFiA i XXVI/I 1

de la tragicr¡tncdia de Calixto y Meiibea" El enamoranniento de Alonso e trnés ller"la de rabia al


i:rrete*diente otlcial. lievánclole al asesinato. Ei tono cle los actos pn"imero y segundo es de corüe-
ili* *rnorcs¿t, y junio r:on el tercer acto frlrrnarí* una tragieornedia, urla en reatridad comeclia que
ác{tl ¡ á- [ráEi e;i nt rir i e.

Fcro si ahora contempian:os con detalle las escenas y, por abreviar, nos situamos justo *n
cl ci:ntro ii* la. obra. nos encontl'amos corl un verdailero entremés puesto a rnodo cJe descansactre-
r,¡ *:¡.1 l* mitarJ de la l:orr:eclia, ei cual llega a tener suficiente entidad cornü para representarlo, con
ui1{.i:; pocüs r*tut;ues, de f,or¡na independlente. En esa secuencia, Fabia y Tello, el gracioso, irrurn-
pijrx .ir-r cas;a dc Inós. una ve¿ que elia flnge querer s*r rnon"ia para e,ritar a su novio olicial, disf,ra-
rn*lo él de maestro tle lati¡l para la novicia, y ella de rnaestra de virtudes. Corno Fabia es la nega-
cian rie [a sanrid¿rd y Tello la negación rJe la sabicluria, la escena, entre la picarclia de todos y la
:sin.;*ra e irgenua picrjacl clcl paclre de Inés, resulta un verdadero entremés, con su lenguaje ert
lalirr rnaearronieo. sus alL¡siones picar:tes y eróticas, etc. Asi" este trozo entremesil choca profun-
q.,l¡rn:ent* cr¡n l¿r tnig*rlia dcl lerccr acto, estructurándose ambos en un sistenta de amos y criaclos,
(Ji ll) g.rdvc I lt: j iu't,,o. {-lu J6 noble y lo bajo, quC eS la tragiComedia tlarroCa.

1i §*i¡ ur¡irjacl c{e ae ción: §-'uemteovej*ana


il
ili [-a segr-rrrrla ruptLlra con lcls clásicos la produce ei empleo de l¿ls unidades a gusto <Jel siste-
rna r.eairal nue vo. Descie iuegc, como se ha dicho, no cuent& ni la unidad rJe lugar ni la de tien:-
iirl ¡:,r,". Y lo mas im¡rrortante: se crea un nuevcr concepto de unidad de acción, que consiste en que
lii
I l, I
una acción ¡";rinci¡ral pueric estar ayuclada, comparacla, compulsada o enfientadÍr a rJnÍ[ y aún a
r.!il:i iir:cic'r"i,.is uL:cr.nl(iari:rs. Observón:oslt¡ en Llfla obra r:umbre corflo l,"wenteove.iufrCI, peftrirc¿ii-
rncnie seieecir¡niiblr. pi)rquc se ha representaclo con ficres polític<ls nlás de una vez eon un cürte
;li:solulr.-¡ de ia s,:¡uni1a acción. I-a prirnera acción, en esencia, cuenta lo sigr-riente: l) La tirania
d; ur: ci;me.ndador rie l¿r Orcien de Calatrava sobre su encr:mienda" con avasallamieirto de los bie-
nr:r, y ,Jci hc¡ll,ir tl; sus r asallos. 2) El niotín de estos vasallos, actuando conio un person:lje colee-
i tivo -^-honrbres. iriiijcr':s, niños-- acab¿lndo cc¡n la "ejecución" turbulenta del comendaclor. 3) H[
rr,)-!r'niñficlá un ir;lt¡Liisickrr para. qus atorrnente e iriciague. Pero el rey debe perdonarlos, porqLxc
ir,
icrlc el ¡:uetil* iirsiste en que ¡o¿l*s l¡an sido "culpables". Este esquemátieo a,rgumento se huiflani-
'¿¿i uü'r-;tflto a tl¿iiós dc rrnos personajes concretos, pero qu0 están siempre a[ servicio clel persona-

j* cerleeiivo. Fin la obra no rlirs anlor -cosa extraña en el teatro de {-ope-- que lo ,argümental-
nlijiiie imprescitrdiblc; t.lo ha¡, nlegría, y la única canción popular qire se oye es de guerra. Ei
r"ri,rinpl,: tnfi¡linlo tfe desamor es la pareja de enamorados, Laurencia y Frondo§o, que pasan por
¡:rrt.;:.pr"rnlst;ts. f rrurcnsil no e s nilnca urra bland¿r en&nrürada, cs un¿ fluncién teatral que busea Ia
il*{eslsa úlr su hürlor ¡, de su libe rtad. For eso, sélo consi*rul.e en el rnatrimonic con Fründoiia, que
la *:orie^ja ele;dc ''irinprr:" cuando vc LIue óste es capaz de pon*rle al cr:mendadc¡r, al ñnal cle la jor-
*artra prirncra" Lr hrillesi¿r en el pecho.

,,\hora birn. hay L¡na acción ser:unclaria muy irnportante, aunque breve, que efi *l arte r{*
l-*pe resulta Í'i-rnda¡lient¿rl" l"los cueüta tres cosas: 1) El rnaestre de Caiatrava y el cor¡endsdcr"
prrcisamente r1c Fuentcovejuna, deciden atacar una eiudad del rey, Ciudacl t{.eal. 2) I-a conquis-
{an, "';iendo ir:juslcrs con los vasallos que en eltra moran. 3) fil rey rnanda trüpas y rescata la cir¡-
cjaii, Vrmos que si en esta segunda acción, el maestre, al atacar a Ciuci¿d F{eal ataca tanrbién a!
rey. ), qi.r*, pür tanto, el rey y Ciudad Real se unen, dentro cie la legaiid¿xd, cclntra el tir*no; en la
prrimera, el comcndador, al atacar a sus rrasallos de Fuenteovejuna, ataca indirectarnente al rey
ílile c$ el ;:esp*nsable. incluso ante Dios, de los vasailos que deja en custodia a señores y comen-
.'laciorei;. üe tal forma que se establecen en las dos acciones tres f"uerzas que süíl sumabies en [re§
nue\,'as: *l re 1," scñor dc Ciudad Real directa o intlirectam¡ente cie Fue*teov*juna, la Or-den rie Ca-
iiiira-ra, repÍese ntad¿l crl sLr maestre y en su cornenclador, y los vasallos directou de Ciudad ll.eal *

1,'d
HISTOBIA DE LA LIIERATUfiA I

XXVil]Z

nrrir-:stre para
que er cornencrador es el persuasor crel
inairectos cre Fuenteovejuna. (Es de ciestacar Pt¡r eso" ciu-
cuentas' rcy / nobles / vasallt;s'
que at¿rquen juirtos a ciuctad Real.) En resumidas (luc cs más intra-
general, más histórico' que.Fuenteovcjuna'
dad lteal es un caso paraielo y más
histórico, más particular. Se produce, Ur"t,
.,* .*iá*¿ clá ácción bifronte' bipolar' (Váase en el
tcm;i XXX ull comentario áetailaclo dc
Fuenleoveiuna)'

§-irismo Y folklore: Feribáñez

otranovcdatJlunclarnentaldelacomediabarrocaeslapolimetría'E'ntcnclen.losporello'cle
1a sittiación y los
una f,orrna estricta, el que haya muy
¿lu"rro, *"tros y estrofas de acuercio con li'
personajes. pero, o. ui* rorÁu *a, u*pli",
,* pura, *ntender como la büsquecla de Ia belleza
esta belle
riea y épica en f'uneión de lo dramátiro
uirlre. de un lenguaje poético vario' Veam.s
t;;p; que nos plu*t"u'o' una obra de comendador'
za polinrétrica en Períbdñez' al mismo principin' vemos que pareceir tener
,"t
nruy distinta Iuetzteoveiutta, sila comp.araáo' ton ésta" En
"i,lónriror. Crrild;,;;jer áe periUáñei' labraclores' e s rcquebrada por el
plariteanrienuo, V nrJo, noche intenta lograr el amor
conrenctraelor de ocaña, su señor'
cor-, *nsááás ateja al marido' y cle
de eila. Vuelve Feribáñez' y mata al
comendaelor'

§imiramosconmáSdetaliearnbasobras,comprendemOsqueeicaso.dePeribañeze§un3u. político' Est<¡ se


que *1 hecho rke F'uenteopeiuna es un hecho
ceso azaroso y particular, mientfas y at de ocaña'
ve compal ando al comendado, ¿.
ru.,-,t.*ru;*u, que no.tienJ ni una sola virtud'Ya Lope' en el
su culpabiliclad'
.ri,'iáíá, t**o""ciendo
amable, simpático, que rn.Iere' "o*o de violen-
planteamiento, nos inoi*u que ha sido un
duro rlestino -el ataque de un tc'ro' simbolo
donde se enamorará inmediatamente
cia- el que le fra ¡"ra¿, a lasa d" Cuuifáu J *omentlador'
de eiia.

Yaqueelplanteamientonoestangravepolíticamente,enPeribáñezLopesedeleitaenio poesia ya pcpu-


costumbrista, en lo iolklárico, en lo
hogieño, realzáneJolo con una cuidadisima
conro cl bellisi-
lar -incluso tradicional*, ya culta.
I-op" *p*"echa una base poética tradicionai' co¡no de
campestres
Esta po*sía nqs muestra tanto escenas
mo 'trélsate, puru u*bi*niá, tu obra. lleno de cuadros'
como_ei taller de un pintr:r
bodas, csmo una ;;iil cle una
frecuentes' como Wiisot"l
co¡¡.lo l*s animales dornésticos.
O"orr^oá?iigiouu,
tu p,e'*nciJ¿el toro' Hay imágenes natural'
una vida
ya negativas *el toro-, qr-L simbolizan
ha estudiado, ya positivas -el trigo-, ha surgido una loca paslon
a* r,u",,"nioad y belleza, en la que, por casualidad,
ilena de bondad,
pu'lán del comendador' en su vida y en
su muerte'
que ¿esencar¡ena un drama, Pero hasta "ru
tienen un halo elevador, embellecedor'

l-a f,orc§ls épica en E[ bastardo Mudarra

Uncuartoelementoforrnalqueesimportanteenlanuell:"-T:*-T::',:::lestructuraépi- breehtia-
u p.uui del concepto mental aristotélico^ !:.1..t:*t'ou
ca a que tiende en bastantes casos, actuació, a l*s actores' y'
Lope, en e\ Ar.te nt¿e,vo, exige una
no) que *, g*n*r*i ;;;;;. Fn efecto, y la conclencia clel mome,to politico y de
por tanro, *n ***áj*, aristotélico y nJáiuiur.iador,
ái ot"*¿er los argumentos de la comedia'que
cn
los tiempos *ri l.-.*üi*n. Pero rrr*"uü"**,
textos épicos (crónicas, romancero'
etc')' los autofes' y Lope más
muchísimas se dat¡a a
""urio*.iAe en el ,"niitl' vulgar de la palabra'
otros, lé daban ," **ril¿" épico dobie.;ñ-;;-#.te y en segunclo lugar, y es lo que
tra comédia un aire heroieo,
de propaganda de la historia nacional,
nosintbresaahora,seestructurabaelmaterialdeformasemejantealaépica'porescenassueltas'
y aun de lugar y tiempo' a tlase
que facilitaban el carnbio continuo de escenarios,
¡:or secuencias
en la accién' rnuy propios del
reportaje' For eso
cie unob funciidos en négro, de
unos *i;i;;
"";;;-
180
il
I'i
1i
iii
¡ii
1l', il I !!i
ll,;l ;l
liril
j1:lr¡i
ltil
liISfÜftIA DE LÁ LITERATURA I

nü fiüs exrraria que Be r-tolt llrecht ct¡nsiderase al teatro español barroco -*elásicc¡
lo llarna é[*
de esta mansra ápica ci*
ur;n.lo éilico" juntanrentr con el teatro isabelino. Una muestra excel*¡rte
r:*ttlttrunahist¿iri;¡ t:sii! husta¡'doMudarra.Frc¡cedentedeunahistcli"iaúonestrLlcturadefiistl,
rJos tiempo.s rnuy alejado§ para realizarse, llues en cl pritnern,
1, que l'orzosarnentc nccesitaba
joven suficienteniente fuerte conio para
Ir{,.ir{rrnu llo ha ilacidti i.iirtr, y en cl scgundo ha de ser un
cic reportaje, en la que en
¿(!iliar vcr¡gan¿a elc la ¡ttr¡crlc cle sus hermanos, se irnponía una técnica
perg nr¡ pOr Un enlaCe $OnSe-
i.¡ilr¡ stri* ¿e secut¡tci¿ts itislaclas, sólo unidas por el hilcargumental,
le va tlien esa estruettt-
0uiivo, nos contasc la iristr.¡ria. A la sombria grandeza épica de la histr:ria
ofenden a Su tia Doña {-arnhra' tssta pid*
ra dc ske¡riiI) apürentt:rl-rc¡"lle aislados. [-os hermenos
,,,*rrLl¿rfi:¿ír. §u niari,.iu tiaiciona al padre cle los infantes y lo rnancla a tierra de moros para que k:
moros'donde
h*g*n prisionero.'['raiciu¡ra a sus sobrinos metiéndc¡los en unaemboscada-:?'l"-t
hijel, Mudarra, que irá
l.,jurren ios siete. [rn cl e ncierro, el patlre engendra en una mora un nuevo
a Castitla a vcil!,&rse )i ii conocer, ya rnuy viejo y acabado, a su padre'

ftl potencial ipict; ric la oLrra nos lo ha demostrrado hace años ur: aclaptador tan perspicaz y
en el '['eatro Es¡rañcll de
ec¡nscicr¡te ceinl6 Scirr(icdcr. quien presenté una versiÓn épica de [a obra
(luego, en el rnontaje de ivlarsiil¿lch
h,§arlric{, tras¿incjosc err Ia siguiente técnica: creó un narraclor
l.¡.¡,;ron c1rls) que adr:lantal¡a io que Ia crónica o el romancerc decian
del caso que iba a suceder e*
Dc ia cró-
*l rsc*nario" Cr:rl l<; qur: clislaneiaba, preparaba y cortaba épicamente más las escenas'
*icil y rjel roma¡rccrt¡ hahia sacado Lope la Otlra, y, ¡:or tanto, nacla se f'aiseaba; al cclntrr¿ri0, se

mi¡sniaba su giinesis ;' la tscricia cie su estructura'

f",a n'm*m*lrqo¡ia teocéntrie;1, eje cle la *ouaedia: El rele.lon alcatrde, e! rey

[-a con:ecf ia cic L-ope. y con leves variantes, la cie sus discipulos, se apoyíi en una idea cen-
irai: ia rnoilarquia tr,t,cintrica" Es clecir, la idea rJ* que el rey ha heredado el plder abssiuto
de

t.)ii.rs y,que, fior tarlto. lgs vasallos le obedecen, en prinler lugar, por url sentido religioso' f,uerte-

r-r.1cilie mantcnick¡ ciurairte ei goLrierno de los Austrias. Cualquier


person& r-le hoy, religiosa o atea'
.";ifliltr un evidente purjor ante expresiones de i-ope c¡:n¡o ésta: "El rey es el
vice-Di*s". For esol l;l
presentaba un
¿llirineeiór¡ conservaclo¡:a )', io que es peor, tergiversaelora, de que el §iglo de Oro
desdc [os presilpueslos políticos de los dos últinrr:s si-
{,;¿¡trü <j*mocrático, cs f-alsa radicalmente
gl*r. §i se ¡:ucde llarn:rr popular en el senticlo que Conglega a tr:do el puebl*, en una época cle las
apsrece ese puebio'
ll*m¿lcias cclmpactas cs¡riritualmente, y quc alli, si Lrien de fr:i"nra iclealizacla,

i-¿r injea tjc Ia nronarquia teocéntrica se ve rnuy l¡ien en tndo el teatro histtinico de [.ope y, es-
Esla segunrla acción pürt(]ncct una pre-
¡i;ciallucnto. rn cl I'r-rncir¡narnientr: de la seguncla acción.
¿l

proCuce *n el cris-
r,,-nr:ia otnnimoda dcl rcy en Ias cr¡nciencias, tal ccmo [a irresencia de Dios sc
trirriu. L.,rt.a itjr-:a {a¡¡ inlpL}rtante de la monarqr-ría. tcoc&ntrica l;r podcmos ver ci*i'arnen!een F'uen'
{t:,..ite.¡t¿tyt. f,r'riltLitit,z, {i! ta!ru!let'o cle Olrneda, ya arraliaadas, y en v¿rrias,-i0cenas
tjc comedias
iriotori;as, pe i'c v¿urlo1) a Carle un b,reve apartado rnonográfico siguiendo el tcrccr aclo dc iil me-
i.ul-lquc áslc nrl
.ii;r rtir:ttlde, eí rt,_t,. Irs ósta una con-rcdia asirnilable a las del tlpo de i-:':mentl¿¿clor'
'i-ello, apasiona'Jo por
eefl tf;l, sinr¡ ei señr¡r cle vas¿illos cle un pueblo de Galicia. Esle señor, Don
usiar-loliccllaqur:je\aaeasar,yacuyabodaenprincipioDonTeilcysuhernrntla. lloñaFeii-
ciara. acudep c¡¡n buenas intenciones como padrim*s, la rapta y pretende violarla en stl *:astillt¡'
[.ilitr:¡'lce:1, niicfitras quc trlvira se resiste, Sancho, su novio, v¡r etr busca clel rey a la CÜrte v
ést* lt:
Ilrirn*r*mc¡t.c manriando una carta a Don
'Iello en la que ie dice: '"Ailver{id que los t*ue
:r.j,uci;r.
r¡eis vasallos sc con()cc¡r lcjos cle los reyes, y que /os reyss llurtca esfán leias paret casligar
lss ¡ntt'
igual la 1)ios siem¡sre le ue? Corn* por
J*r"(ei subrayat¡ es nlio). ¿No es ésta una doctrina a de
lit c¿rrt¿i Don Telio n9 suella a Eiviril, entonces el rey decide acudir personalmente, conlo si fr¡ese

u¡r ;liealde dc Corrc. dc ahi cl titulo de la obra. ili ter¡centrisrno rnclnárquico se aeenlúa
nrils cqrl'¡
"tcllo. til rey llegir rle incógnito. y cutttltitt le pregutitatl "Y
su ¡rrc:scncia rn el prrlirciri rle Don

1S1
HISTORIA DE tA LITERATUFA I

xxvt/14

,,Yo,..A.|o que tre vuelven a preguntar: l.¿No tenóis nonlbre?,', y'


¿quién diré que Sois?,,, responcle
que Lope potencia' recorclanclo directamente
vuelve a responder, "¡¿o". Escena magníficaen la
t,alve¿la*scena delazarzayMoisés,delaBiblia,cuandoDioslerespontJe"Yosoyelquesoy"'
Todavía, entre otras muchas frases' que:
el porjer teocéntrico atribuido al rey en ese momento' rey:
que responde el criado de parte de Don T'cllo al
abunclan en el rriisnio se'ticlo. vemos esta

A Don Tello, mi señor'


diie que Yo os llamáis

'r,l' nf'{í, f i: í:';::',:;


la
r,,, i,"ll
li,E;i
que quien diio Por leY tll.i
'!i' {r 1,"oi'Í,','- !,'', ii í'' i,* ,i§

Y en el suelo sólo el reY'


i:$;F
Don Tello' estárl tle acttcrclti Cn que ! l,§ r-;

ljs decir, que toclos, clesde el más ínfimo vasallo hasta -l-ello
e§ (lue es preci-
el cielo y un vice-Dios en el suelo. Lo que no se figura Don il*rii
hay un Dios en
que por sus clesrnanes con Eii'ira y san-
l"{

sarnsnte el rey el que le está dicienclo estas cosasi y más r


il
e.s mandado ejecutar por el re¡'.
quc en este caso no cs el
clto, por su iJesacato a la autoridaci real,
peribáíiez,sino un d,rro ajusticiador, pues se ha irio contra el
perdonado*t" p.rnuuiiíirro'y ie
iffiit
principio básico de la socicdad barroca' iillt
I tfl [i

lrfiih
E! rey injusto: La estrella de Sevilla

ldo sienrpre el rey es un ser justo' A veces' el.'"Y' o


"' O:*:':".-'j:::Y:,:::'.:,1:il::*J1:
;Jl'ffiffi:.? ü;; i.i,,.'.-,;;"; i"; q,:.11'*?^:"T:Tj,:J:"lllTliXi;,-;1 'J,
rn,su:,;
rltifl
ii:?:,?['T;,:lil';-il;ffiñji;;:,:*T:ri*,li--i:* :'i:::l';;,il]i,iii:l*l;,1: iIiil
'ff:"i"ffi!il'":,';:, {.a estretta ¿e sev¡tla',oat1
:i::: :::Í J"l1;§.l,il
H J,! ffiTJ fi Ii, ;' ; ffi '* ;; ;;.;;li' *
' ; :t:::Yi:,"T1i:il
á :Y : 1X: :: ::,::1:' :?: iii ;;,',.T fi :'-:
u
r[!
::,:::§:ff:;:":"'ffiT#1il:i'ffi;J;;F;{11:i::g:",:'::::::;
res, degtroz¿l a ro{-la t..rrrrrrd' trlb*rrvv
Llrr¿r
: la justicia. :::,:';i}:;r,?:i:
pcr(). través de la ¿t
It fri

Érí"tta. Desde luego, rey no es condenado exp,resam,t"'u


el ry1,^ r^. ,,,,r..rirl:¡ilnq.e sevilia
^."^ ras aut.ridadcs de sevila
fifl: ff:ffi::-,:r: llá','llo'.,"i;i;;;;;.""i*, y erconiepto que irfrli
r,! t
tienen de él como reY injusto'
ilIi
lr{ ff
i§ li
L,l villar¡o em su rincón, fnente a Ia monai"quia teoeéntrica ,1$
en sus rnirltiples r'¿rriante s' des-
otro problema cle moda en la comedia nLreva es el del '1111" unos años" Un caso extremo lic {$
por Salomon-hace
cie cl bobo al filósolo,-t.utuAo magistraimente las
gn Juan Labrador, riquisirn. agricriltor de trq ü
plantea en El villa*a'e* su ri,cón. ".tr-"tile¿ia, rler' Faga sus tri
cercanias cle paris, se precia cle no haber "";;
;r;t; ai r1v Y. de no necesitar r"e
trecesario'
lÁ vicla y la naóienda por el rey' si lucse
butcs puntualme¡lte y está dispuesto u au,
ante Ia vicla cle (].rtc' Asil' ha riejado :,üfl
pero sirno, él cs feliz án su beaiusille y siente r.pugn'**iu
p.epaÁOo' Por casualidad' el ¡cv r' 'lr-¡a¡.Labradot rti,itr{I
se
escrito en un cpitaho qile para su tumba t a
&

,;;;# lut to" quien, habla cs e I rc5 ' cn cl t¡uc rcsulta tEi
cnl'rcntan. y nacc cle ahi un cluelo -Juan de éstc se ve contrarresta- i! ¡
La posición fiiosófica
picaclo el soberano p", indifenencia de 'Iuan'
Lisarda
"ruy Feliciano, que desean ascender a la vida cortesana' pcro' sobrc torlo'
da por sus hijos, lit (-'ortc' cr'¡tr l«r
a Juan Labrador y a sus hi.jos it
por el absor.bcnte p"ilrlár-o-;;;rrr^ p,:r llevar y hasta
u"u potu colmarle cle honorcs' de distinciones
Llue vence las icleas del campesino, uurqra pone nluy de moda
labraclor' del villano' se
para sentarlo aniigablemente en su mesa. Ei tema del
cnlaEspañadetr-cpe,yunasveceslop,otugoni,.uunlolbrl,perootrasr,cccseIprotagcrnista y ele
princi¡ial es ,na mujei, la villa,a, qr. oorpui un
importante puesto en los teatros cle Tirso

1$:
HISTÜHIA DE L-A LITERATURA I

vólez. La moda responde a una preocupacién sociológica y econémica, ante los problemas que
el campo sufre en esos momentos de economía sin industria y con la inflación y la deuda,
no pa-
tiacla, iino aumentada por la llegada continua cle mone«ia arnericana.

Iil arnon en El pcrro dcl hortelano

Finalmc¡ite. c()¡r() nlu¡lstra ¿e cc¡rnedia urbana, y a la vez. de enrcrio y sicológica, exanline-


rnris /í/ perrct del ltorlekuw. La obra nos rnuestra la preocupación de Lope
por las inquietudes
sexuales de la mujer, que en el lonclo son sus propias lnquietucles, como hombre tan enamorado y
tan eomprometido en sus arnores. In{os presenta a una noble, Diana, que ha estado muy olvidada
clel amor, hasta ei momento en que, por azar' sorprende una noche que Su secretario, Teodoro,
una pa-
tiene relaciones con una de sus damas de compañia. En ese momento se despierta en ella
sién nueva que la llevará de la curiosidad al nerviosismo, y del nerviosisrno a tra pasión, en una
serie de secuencias rnagistralmente trazadas por Lope -que da aquí un alto tono de sicólogo*'
Son una serie de altibajos en los que ella se debate entre su pasión por T'eodoro lo
y que cree su
su secretario. El,
decoro como n6ble, qr. no le permite casarse con un criado, aunque sea éste
que se va dando cuenta de ese amor, y que desea también a Diana, se encierra en una cielicada in-
clit'erencia y un exageritdo respeto que produce interesantísimas alternancias en ella, desde
decidir
casarse con rrn marilués ha¡;ta dictarle cartas afilotrosas, o exasperadas, darle un bolfetórl' Es un
te rna viejo. Clervantes lo trata en l-a gitanilla, y otros dramaturgos se
preocupan tarnlrién por é]'
Iln realiáad, es erperimentar teatrahnente sobre las pasiones entre de¡s personajes de distinta cla-
se social, tal conrr: el cine está hoy experirnentando amores entre per§onas de razas distintas. A
un clrarlaturgo le interesa esa experiencia, pero socialrnente, en la épc,ca, el teroa tenía sus peli-
gros" por eso se busca un final fácil, una salida dejada al azar. La gitanilla, de Cervantes, no era
iai gitanilla, sino una noble raptada por los gitanos de pequeña. Esto, que parece hoy infantii, es
nada ment¡s que el principio de ir planteando problemas corno si existiese¡t, dejandr:, después de
haberlos visto c.ris¡i¡', tranquilos a los más conservador'es mediante un final fácil. Ahora bien, el
cle E'! perrg clel hortelt¿¡to no es tan lácil, porque una Yez inventado
un padre p«rder0so para Teo-
clorg ocurren dos cosas: que ya ellos se habian declarado su amor por encima de las barreras so-
o'apareciclo" y gracio-
ciales, y" sobre todo. que áespués del padre -todo ello un tono de farsa
en
pero lo
üo que a nadie conlence*, ellos, Diana y Teodoro, no creen en este azaroso hallazgo,
usarr para tapar ias trocas cle los que los rodean cuando deciden unir sus vidas. Hay ct¡atro
nive-
todo es una farsa y que el amor triunfa, el de algunos p€rso"
les: eidel espectador que piensa que
najes que se ríen tamblén eie la situación, otros personajes que se sienten engañados y felices ante
el ¡nantenirtiento {el stultt.s social, y, por frn, Diana y Teodoro, que se apoyen en la casualidad,
pero que han sufrir1o. especialmente Diana, que es !a que interesa a Lope, un proceso sicológico
amplio de desalienación y cle reconocirniento de [a naturaleza -y de la naturaleza del amor- des-
de aquella casu¿ri curiosiclad hasta la necesidad final y causal de entregarse.

1&3
ii
iir :i1:! li
,. !

jii, i. l
1t
it
:'ll tL
;,
1

.l
ti {l
ilt ,
i:l;
iii

ii

lI
ff
,u

ffi r§mmtmaüó n bi bt iognáfime

§I{ERGGÍ-D, N. D'; ,'1 Ílistory of tke Spanísh s/r'rge' Oxford' tr96?'


§ociedad Ge-
RüZAS, J. M.: SkniJicado y dictitna deli'At'te nttevo" de Lrspe de Veg*' Madrid'
neral Españoia ,-lc Librcria. 197Ú'
es¡sartob cr{
§,AI"iC*{EZ ESCRIiIANO. F" y PORQUERAS tulAYfr, §,.: Preceptítta dramátí',ca
R.erzadmienta 3' el Barroco. Madrid' Greders, 19"12'

Vü5i5LtsR", l<,art: Lápe rle Veg* y su tíempa. hdadrirJ, R'evista cie Occidente,
1933'
I\4O}.,ITESINO5, .,. i., Estudios sobre l-ope cl* Veg«. lvladrid. Anaya, 19tí7'
i,l (3 vols')"
iÑ"::ltÁrutgASAGUAS . J.: Estwdias sobri Í,op* de Vegc. Macirid" CSIC, 194'6-1958
ii
de Lope de Vegt't' It4adriii'
i\,tORl-EY, S. G. y BI{UÉR"T'CN, C.: Cronolog{a de las camedias
[iredos, l1]68'
SA$-,üh,lOI.{. N.: llcr'/¡r,r'¡:l:¿rs s¿¿r le thime p$ysafl dafis la "cüPnediü" üu te$lps de Lope de §legu'
Eurdeas" 1965.
Aires' Eu-
{:i! tesrrg de ;.r;pt: de l:ega. ¡\rtículos y estudios. §el*cción cl* "}' F' L}alti' }3ueni:s
deba, l9l'7'

nes, 197"1 ,

}l'ROl-Di, R.: J.4re rk Vega y lafagnacírin $e la cownedia. Ir,4adrid" Anaya, 196E"


iJl.E,C{-iA, J. },t.: lntroclucción a:, §,ope de Vegn" Übras poéticas,l' Barce}ona'
}[aneta' 1969'
A v-A{-n-E,A itc E, J. B.: trntroduceión a: El peregrina efl su patri*' Madricl' Üas.'a-
Ll
liir, I973.

'l;rl
lit I

t:!;r

También podría gustarte