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MECANISMOS DE TRANSMISIÓN Y FACTORES DE RIESGO DE INFECCIÓN CON EL

VIRUS DE LA DIARREA VIRAL BOVINA (VDVB) EN EL BOVINO.

José Antonio Rondón

2010

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1. INTRODUCCIÓN

La diarrea viral bovina (DVB) es un complejo de enfermedades asociadas a infección por el virus de
la diarrea viral bovina (VDVB). La infección natural en el animal susceptible tiene como puertas de
entrada principalmente las vías oral y nasal, actuando el bovino con infección aguda o con
infección persistente (IP) como fuente primaria de infección. La DVB está asociada con varios
síndromes clínicos que van desde infección inaparente y seroconversión hasta enfermedad clínica
severa y muerte (Tremblay 1996); es una enfermedad de distribución mundial, endémica en la
mayoría de las poblaciones de bovinos, alcanzando una seroprevalencia entre 50 a 90%. Es
responsable de importantes pérdidas en la productividad de los rebaños en países productores de
ganado bovino, especialmente durante la gestación y post parto (Lértora 2003). Chile no escapa a esta
realidad, y aunque para antes de 1986 sólo existían evidencias de actividad viral mediante pruebas de
seroneutralización, Reinhardt y col (1986) reportan el aislamiento e identificación del VDVB en Chile
por primera vez, a partir de muestras provenientes de terneros de un predio de la Región de los Lagos.
En cuanto a las pérdidas económicas que ocasiona en la población bovina, de acuerdo a estudio
realizado en Dinamarca, se ha estimado que con una incidencia anual de 34% de casos agudos de
DVB, las pérdidas anuales alcanzaron los 20 millones de US$ por cada millón de terneros ante los
efectos de una cepa de baja virulencia, mientras que con una de alta virulencia e igual nivel de
incidencia, las pérdidas correspondieron a 57 millones US$ por cada millón de terneros, en
consecuencia, el análisis costo-beneficio de los programas de control es altamente dependiente del
riesgo de nuevas infecciones bajo diferentes circunstancias y de las cepas virales involucradas (Houe
1999). En el año 2007, la Oficina Internacional de Epizoótias (OIE) agregó a la DVB en la lista de
enfermedades de notificación obligatoria en ganado bovino (Ridpath 2010). La alta prevalencia y las
consecuencias de la infección hacen que las medidas de control sean de fundamental importancia
para los veterinarios, productores y autoridades sanitarias, razón por la cual es crucial conocer los
mecanismos de transmisión y los factores de riesgo involucrados en el ingreso del VDVB a los rebaños
y en diseminación de la infección.

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2. OBJETIVO DE LA REVISIÓN
Describir los mecanismos de transmisión y los factores de riesgo del VDVB, como elementos
importantes en la epidemiología de la enfermedad que determinan la presencia de infección en el
ganado bovino.

3. MECANISMOS DE TRANSMISIÓN
En la epidemiología de toda enfermedad infecto-contagiosa o transmisible, es importante considerar
para su estudio la cadena epidemiológica, la cual se refiere a la secuencia de elementos que se
articulan en la transmisión de un agente a partir de la fuente de infección hasta el hospedero
susceptible. En relación con la DVB, los objetivos planteados en los estudios epidemiológicos para
describir la manera por la cual el virus se disemina dentro y entre rebaños son un desafío, así como
los métodos que determinan el estado de infección en los mismos y particularmente la identificación
de los animales con IP, inciden de manera relevante en la toma de decisiones relacionadas con las
estrategias de control (Houe 1999). La clave dentro del control de la enfermedad consiste en prevenir
la infección en fase temprana de la gestación con el objetivo de evitar la presencia de animales con IP
en el rebaño, puesto que constituyen los principales reservorios y fuentes de infección (Lindberg y
Houe 2005). La transmisión del VDVB puede ser horizontal y a su vez directa o indirecta mediante la
inhalación y/o ingestión del virus proveniente de un animal infectado o de materiales contaminados,
respectivamente (Smith y Grotelueschen 2004). Para comprender la complejidad del mecanismo de
transmisión y diseminación del VDVB en la población bovina y sus consecuencias luego del ingreso en
un rebaño, se deben considerar las múltiples posibilidades que surgen de la interacción entre las
fuentes de infección, vías de transmisión y el hospedero susceptible, así como los elementos que
integran cada renglón (figura 1), (Lindberg y Alenius 1999).

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FUENTES DE INFECCIÓN VÍAS DE TRANSMISIÓN HOSPEDERO SUSCEPTIBLE

Hembra
Bovino con IP Vertical Feto
Macho
Directa
Bovino con Ternero
infección Horizontal
aguda Macho
Indirecta Pre-servicio
Otras fuentes Adulto
Hembra
Preñada

Figura. 1. Transmisión del VDVB

3.1. FUENTES DE INFECCIÓN


3.1.1. Animales con infección persistente (IP):
(IP): Los fetos que sobreviven a la infección con VDVBNC
entre los 18 y 125 días de la gestación, invariablemente desarrollan inmunotolerancia al virus y por
consiguiente IP (Grooms 2004), condición que fue descrita por primera vez en un toro aparentemente
sano (Coria y McClurkin 1978); se estima que aproximadamente el 50% de los animales con IP
pueden morir durante el primer año de vida (Duffell y Harkness 1985, Smith y Grotelueschen 2004).
En algunos rebaños con historial de DVB, la prevalencia de animales con IP puede ser ≥27%
(Shimizu y Satou 1987); Ribeiro y Pereira (2004) encontraron que hasta un 24% de hembras con IP
pueden alcanzar la edad reproductiva, produciendo invariablemente terneros con IP (Grooms 2004).
Estudios en varios países demuestran que la prevalencia de animales con IP es de 0,5 a 3% (Larson y
col 2004), sin embargo, a pesar de su baja prevalencia, por el hecho de eliminar virus durante toda su
vida y en altas cantidades a través de sus secreciones, los animales con IP son considerados los
principales reservorios del virus, siendo en consecuencia la principal fuente de infección dentro y entre
los rebaños susceptibles (Grooms 2004, Smith y Grotelueschen 2004). La permanencia indefinida de
la infección en los rebaños está directamente relacionada con la presencia, cantidad y supervivencia

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de animales con IP, así como el grado de contacto con animales susceptibles (Viet y col 2004). Bajo
confinamiento y en estrecho contacto, un animal con IP puede infectar al 90% de la población en un
lapso de 4 meses (Houe 1995, 1999).

3.1.2. Animales con infección aguda: La infección aguda se presenta cuando un animal
inmunocompetente es expuesto a una cepa del VDVB citopático o no citopático (Givens y Waldrop
2004); se estima que el 70 a 90% de los casos cursan con infección subclínica (Bolin y Grooms 2004)
con posterior generación de respuesta inmune que elimina el virus, en caso contrario, puede cursar
con depresión, inapetencia, erosiones y ulceraciones orales, disminución en la producción de leche,
diarrea y muerte (Givens y Waldrop 2004). Los animales con infección aguda con o sin signos clínicos
también eliminan virus (Houe 1995 y Tremblay 1996); poseen poca importancia como fuentes de
infección puesto que eliminan virus en poca cantidad (5 a 75 CCID50/ml) (Kirkland y col 1991) y por
tiempo no mayor a dos semanas (Larson y col 2004, Lértora 2003, Lindberg y col 2004); sin embargo,
el estado reproductivo (hembras gestantes o machos en servicio) o compromiso del sistema inmune
(estrés, nivel nutricional, estatus inmune, enfermedades concomitantes) pueden condicionar la
transmisión confiriendo importancia a los animales con infección aguda en la diseminación de la
infección por vía horizontal. En rebaños cerrados y sin animales con IP se ha detectado
seroconversión por presencia de infección aguda durante periodos de 10 meses o más (Niskanen y col
2000). También se han encontrado bovinos seropositivos con virus en sus leucocitos que bajo
condiciones experimentales pueden expresarlos y además poder transmitirlo mediante inoculación de
corderos con leucocitos de dichos animales (Gogorza y col 2005). No se debe subestimar la
importancia de animales con infección aguda como fuente de infección y mantenimiento del VDVB
dentro de una población o rebaño (Houe 1995), ya que pueden ser responsables del 93% de todas las
infecciones congénitas que resultan en nacimiento de terneros con IP (Bronwlie y col 2000), en
consecuencia y debido a que la probabilidad de que una hembra seronegativa produzca un ternero
con IP es muy alta, se estima que el 90% de ellos provienen de hembras que no poseen IP (Ribeiro y
Pereira 2004).

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3.1.3. Otras fuentes de infección.
infección.
3.1.3.1. Semen: El VDVB se elimina a través del semen cuando los machos infectados alcanzan la edad
reproductiva; los toros con IP eliminan virus en altas concentraciones durante toda su vida, siendo
muy importantes como fuentes de infección, por el contrario, toros con infección aguda son
considerados de poca importancia debido a que elimina virus en poca concentración y por corto
tiempo (Larson y col 20004). Los toros con IP pueden ser fértiles y producir semen de calidad
aceptable, así, vacas seronegativas servidas por dichos animales o por inseminación artificial se
infectan, y sólo se preñan luego de hacerse seropositivas (Kirkland y col 1994). Kirkland y col (1991)
7,6
encontraron que un toro con IP produjo 10 CCID50/ml (dosis infecciosa 50 en cultivo celular por ml)
de virus en el líquido seminal, debido probablemente a replicación viral en la próstata y vesículas
seminales; toros con infección aguda pueden eliminar virus en cantidad de 5 a 75 CCID50/ml con
aceptable concentración, motilidad y morfología de los espermatozoides. El virus puede ser aislado
después de desaparecer la viremia, pero no cuando se produce la seroconversión (Kirkland y col
1991).
3.1.3.2. Transferencia de embriones: El VDVB puede estar presente en la zona pelúcida de embriones
procedentes de hembras donantes con IP o con infección aguda. De igual modo, el embrión o la vaca
receptora pueden infectarse cuando el suero fetal usado durante el proceso de transferencia está
contaminado con el virus (Lértora 2003). En razón de que el VDVB puede estar presente tanto en el
semen, embriones o reactivos de origen animal utilizados en el transplante de los mismos, son
necesarias medidas de control que aseguren que dichas técnicas inadvertidamente sean una fuente de
infección que favorezca la transmisión del virus (Givens y Waldrop 2004).
3.1.3.3. Otras especies: Se ha detectado tanto VDVB y/o anticuerpos en ovinos, caprinos, porcinos,
alpacas, llamas, guanacos, ciervos, renos y otros ungulados (Celedón y col 2001, Van Campen y col
2001, Lértora 2003, Larson y col 2004); pudiendo ocurrir transmisión interespecie, pues el virus tiene
la capacidad de cruzar dicha barrera (Smith y Grotelueschen 2004).
3.1.3.4 Fómites: Diversas herramientas y elementos contaminados con las secreciones de animales
infectados han sido evaluados como potenciales vehículos en la transmisión del virus (Niskanen y

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Lindberg 2003, Larson y col 2004, Lindberg y col 2004), ello debe tenerse encuenta, ya que puede
sobrevivir en heces durante 3 h a 35oC, 3 días a 20oC y hasta 3 meses a 5oC (Niskanen y Lindberg
2003). Las vacunas a virus vivo, las elaboradas con suero fetal bovino contaminado y los cultivos
celulares usados en su elaboración también contaminados (Givens y Waldrop 2004), así como
medicamentos inyectables contaminados usados en forma colectiva en los rebaños, pueden ser
importantes fuentes de infección (Niskanen y Lindberg 2003). Los líquidos fetales y loquios uterinos
de animales con IP también son importantes fuentes de infección (Lindberg y col 2004).

3.2. VÍAS DE TRANSMISIÓN


3.2.
3.2.1.
2.1. Transmisión horizontal directa: El contacto directo de un animal susceptible con un animal
con infección aguda o con IP, a través de la vía oro-nasal, se considera como la manera más efectiva
de transmisión horizontal directa, principalmente cuando el contacto es estrecho (Lértora 2003,
Niskanen y Lindberg 2003). Es importante considerar las puertas de salida del virus como la ocular,
nasal, oral, urogenital y fecal (Smith y Grotelueschen 2004. Las puertas de entrada oro-nasal y genital
constituyen las principales y el resultado de la infección depende de la cantidad de virus presente
(Givens y Waldrop 2004). El grado de transmisión depende de la proporción de animales infectados y
de susceptibles en las diferentes poblaciones, grupos etarios, sistemas de producción y medidas de
manejo (Viet y col 2004).

3.2.2. Transmisión horizontal indirecta: Si bien el contacto directo es la manera más importante
de transmisión, se deben conocer los factores involucrados en la transmisión de la infección por vía
indirecta, con el fin de diseñar e implementar las medidas necesarias dentro de un programa de
control y/o erradicación de la enfermedad. Esta forma involucra un vehículo animado o inanimado
que permite poner en contacto al virus con el hospedero susceptible tales como fómites, fármacos de
uso parenteral empleados en la administración de tratamientos colectivos (Smith y Grotelueschen
2004), inseminación artificial, transferencia de embriones líquidos fetales y uterinos (Grooms 2004).

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Algunos rumiantes silvestres han presentado seroconversión al VDVB en ausencia de vacunación, en
consecuencia, el compartir pasturas y fuentes de agua son también un medio de transmisión
horizontal indirecta (Van Campen y col 2001).
Aunque la vía aérea no sea un mecanismo principal de transmisión y su frecuencia e intensidad no
está muy clara, se ha demostrado en forma experimental transmisión del virus en distancias cortas
ante condiciones ambientales favorables desde animales con IP a través de aerosoles por al aire
expirado y/o por estornudos (Mars y col 1999, Lindberg y col 2004, Viet y col 2004). El VDVB ha sido
transmitido experimentalmente mediante el uso de moscas hematófagas alimentadas de animales
con IP y luego de animales sanos, con asilamiento del virus tanto de algunas moscas como de
receptores seropositivos (Tarry y col 1991, Houe 1995).

3.2.3. Transmisión vertical: La transmisión transplacentaria sucede con alta eficiencia durante la
gestación de hembras seronegativas y dependiendo de la fase de la gestación en que ocurre la
infección resulta en disminución de los porcentajes de preñez, infertilidad, abortos, partos
prematuros, muerte neonatal, nacimiento de terneros con IP o con malformaciones congénitas
(Niskanen y Lindberg 2003, Viet y col 2004). Al realizar transferencia de embriones, puede sucede
transmisión vertical si la hembra donante posee IP suceder si la hembra receptoras posee IP (Grooms
2004).

4. FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo que favorecen la presentación de la DVB determinan de modo directo, el grado
de impacto que pueda tener en la población bovina, incidiendo en la rentabilidad del negocio
ganadero traducido en pérdidas económicas importantes que motivan la búsqueda constante de
nuevos métodos de manejo que redunden en minimizar al máximo las mismas. El análisis costo-
beneficio de los programas de control es altamente dependiente del riesgo de nuevas infecciones bajo
diferentes circunstancias y de las cepas virales involucradas (Houe 1999). Las crías que sobreviven a
la infección con el VDVBNC durante el primer trimestre de la gestación, al nacer presentan IP de por

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vida y a pesar de que estos casos representan entre 1 y 2% de la población bovina, son un riesgo
importante por cuanto eliminan manera continua partículas virales infecciosas al ambiente, además
los animales en el caso de los machos de alcanzar la edad reproductiva transmiten el virus y en el
caso de las hembras producen animales con IP (Fray y col 2000), en consecuencia, representan un
gran desafío por su baja prevalencia, lo cual hace difícil demostrar a los productores el nivel de riesgo
que corren al momento de adquirir semen, embriones o animales. En relación a la compra de
animales, el riesgo o probabilidad de introducir un animal con IP al rebaño puede ser estimado si se
conoce la prevalencia de animales con IP en la población de donde provendrán los animales a
número de animales introducidos
comprar; dicho riesgo es igual a 1 – (la proporción de animales sanos) , por
ejemplo, si los bovinos con IP constituye el 2% (0,02) de la población, la proporción de sanos
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corresponde a 0,98; si se desea introducir 10 animales, entonces 1 – (098) o 1 – (0,82) o 0,18 lo
cual equivale a 1 por cada 5; este método asume que los animales con IP tienen una distribución
uniforme en la población (Tremblay 1996). Los factores de riesgo se analizan de acuerdo al virus, al
animal y ambientales.

4.1. VIRUS
4.1.1. Características del VDVB
El VDVB pertenece al género Pestivirus dentro de la familia Flaviviridae. Todos los virus
pertenecientes a dicha familia son esféricos, de 40 a 50 nm de diámetro; la partícula viral está
constituida por una envoltura lipídica externa que rodea a una proteína interna correspondiente a la
cápside que contiene al genoma viral. La envoltura es pleomórfica en todos los virus pertenecientes al
género Pestivirus y se deriva de la membrana de la célula infectada del hospedero, lo cual hace
susceptible al virus a la acción de solventes orgánicos y detergentes. El genoma de todos los virus que
conforman la familia Flaviviridae consiste de una cadena sencilla positiva-sense de RNA entre 9 y
12,3 kb que codifica para un único marco abierto de lectura (ORF). Las proteínas estructurales (E)
son codificadas por el 5´ terminal y las no estructurales (Ne) por el 3´. El ORF se traduce como una
larga poliproteína constituida secuencialmente por Npro-C-Erns-E1-E2-p7-NS2/3-NS4a-NS4b-NS5a-

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NS5b, la cual posteriormente es escindida en proteínas individuales cuyas características se presentan
en la tabla 1. Las proteínas no estructurales participan tanto en el proceso de separación de las
proteínas como en la replicación de las hebras positiva y negativa de RNA. La proteína Npro es una
autoproteinasa, por tanto, escinde por si misma de la poliproteína; en el hospedero suprime la
respuesta inmune innata, lo cual de acuerdo a lo sugerido por estudios, se debe a que impide la
producción de interferón tipo 1 por bloqueo de la actividad del factor 3 que regula al interferón. La
proteína Erns producida por la partícula viral infecciosa es luego secretada en forma soluble por la
célula infectada para encontrarse libre en el suero de animales con infección aguda o con IP, con
potencial uso para diagnóstico por antígeno; se considera que previene la inducción de interferón β
por unión y degradación de la doble cadena de RNA (Ridpath 2010).

Tabla 1. Tamaño, tipo, característica y función de las proteínas producidas por los virus de la DVB.
Proteína Tamaño Tipo Característica Función
(kd)
Npro 20 Ne Única del género Pestivirus Autoproteasa. Suprime respuesta
Altamente conservada inmune del hospedero
C 14 E Conservada Forma nucleocápside del virión
Erns 48 E Única del género Pestivirus Proteína viral de membrana
Glicosilada. Secretada en forma Actúa como ribonucleasa.
soluble. Detección en pruebas de Suprime respuesta inmune del
antígeno hospedero.
E1 25 E Glicosilada Proteína viral de membrana
E2 53 E Glicosilada. Producción de Proteína viral de membrana.
anticuerpos post vacunación con Posee epitopes neutralizantes
VM y con VVM dominantes
P7 7 Ne Necesaria para producir virus Desconocida

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infeccioso
NS2/3 80 Ne Altamente conservada. Detección RNA helicasa. Serina proteasa.
en pruebas de antígeno. Escinde por si misma y río abajo a
Inmunodominante. Producción las proteínas Ne de la poliproteína
de anticuerpos post vacunación viral
con VVM. En virus citopático se
escinde en NS2 y NS3
NS4a 7,2 Ne Hidrofóbica Cofactor de serina proteasa.
NS4b 38 Ne Hidrofóbica Componente de replicasa
NS5a 55 Ne Fosforilada Componente de replicasa
NS5b 81 Ne RNA dependiente RNA polimerasa

La proteína E2 es el principal blanco de los anticuerpos neutralizantes, los cuales confieren


protección post infección o vacunación. Posee gran variabilidad genética y antigénica con presencia
de regiones ricas en epitopes, lo que hace que pueda ser utilizada para estudiar la diversidad
molecular y serológica del VDVB. En relación a las proteínas no estructurales NS2 y NS3, la más
estudiada es la NS3 por estar asociada con la actividad lítica del VDVBC, ser altamente conservada e
inmunogénica por lo que es base de varias pruebas comerciales para detección de anticuerpos y del
virus. Los anticuerpos contra NS3/NS2-3 no son neutralizantes, pero pueden tener un papel
importante en la inmunidad de tipo celular. El VDVBNC no causa efecto citopático en cultivo celular,
persiste en la población bovina principalmente en animales con IP. El VDVBC produce daño citopático
en cultivo celular, deriva del VDVBNC por mutación o recombinación, con escisión de la proteína
NS2/3 y posterior expresión de ambas por separado. Las mutaciones pueden ocurrir de modo
espontáneo por inserción de secuencias de proteínas del hospedero, duplicación de los genes virales o
por mutaciones puntuales dentro de áreas claves del genoma viral, por recombinación con otras cepas
virales bien naturales o de vacunas vivas atenuadas (Brownlie y col 2000). El número de veces que
una mutación puede ocurrir en una base en un día de replicación viral puede exceder el millón

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durante el pico de la infección, cuando la carga viral puede ser de 102 a 104 partículas infecciosas por
ml de plasma, ello supone inmensa posibilidad de crear nuevos virus, pero en la realidad no sucede,
por cuanto la mayoría de las mutaciones son deletéreas para la supervivencia del virus, pero en
cambio lo provee de posibilidades de adaptarse rápidamente a la respuesta inmune del hospedero en
algunos casos, estableciendo infecciones crónicas o persistentes mediante diversos mecanismos; ello
puede ciertamente prolongar la tasa de eliminación viral favoreciendo su supervivencia en la
naturaleza (Bolin y Grooms 2004).
La supervivencia del VDVB tanto en el ambiente y en el hospedero son aspectos importantes para su
diseminación. En general, los Pestivirus poseen pocas posibilidades de sobrevivir fuera del hospedero
(Tremblay 1996), en cuanto al VDVB es poco probable que persista en el ambiente por más de dos
semanas (Smith y Grotelueschen 2004), rápidamente pierden infectividad al contacto con solventes
orgánicos y detergentes así como a pH fuera del rango de 5,7 a 9,3 (Tremblay 1996); pueden
diferenciarse de otros virus de la familia Flaviviridae por su estabilidad ante un amplio rango de
pH, siendo principalmente resistentes a valores bajos (Ridpath 2010), sin embargo, se hace menos
resistente cuando la temperatura ambiental aumenta de 4 a 37oC. La infectividad del virus no es
afectada por el congelamiento (Tremblay 1996).

4.1.2. Especies, biotipos y subgenotipos del VDVB


Dentro del género existen 4 especies reconocidas; VDVB1, VDVB2, virus de la enfermedad de la frontera
(VEF) y virus de la fiebre porcina clásica (VFPC) (Figura 2), sin embargo, se han propuesto especies
adicionales (Tabla 2), destacando un nuevo Pestivirus aislado en Brasil a partir de suero fetal bovino;
en adelante, otros aislados de América del Sur y del Sureste Asiático han sido identificados y
agrupados con dicho virus de acuerdo a análisis filogenético. La similitud en la presentación clínica
con las dos especies del VDVB y debido a que también es capaz de producir bovinos con IP, ha
permitido que algunos investigadores propongan que dicho virus sea denominado como VDVB3. Este
nuevo aislado constituye un importante riesgo para los rebaños de bovinos donde se llevan programas

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de control contra los virus de la DVB con las actuales herramientas diagnósticas y vacunas, ya que
ante la posibilidad de ingreso del propuesto VDVB3, probablemente pueden fallar en detectarlo y en
evitar que cause infecciones.

Flaviviridae

Especies de Pestivirus

Virus de fiebre porcina clásica Virus de la diarrea viral bovina Virus de la enfermedad de la frontera
(VFPC) (VDVB) (VEF)

VDVB1 VDVB2

Biotipo Biotipo

VDVBNC VDVBC VDVBNC VDVBC


Figura 2. Familia Flaviviridae.

El VDVB1 y VDVB2 producen reacción cruzada, pero pueden ser diferenciados por sus antígenos,
ambos poseen dos biotipos diferentes; citopático (VDVBC) y no citopático (VDVBNC) (Figura 2) de
acuerdo a la actividad de cada uno en el cultivo de células epiteliales (Ridpath 2010), el VDVBC
induce la formación de vacuolas con muerte celular in vitro, mientras que el VDVBNC que no causa
lesiones aparentes (Bolin y Grooms 2004) es el más predominante en la naturaleza, mientras que el
VDVBC es raro, siendo aislado solamente en casos de una rara infección altamente fatal denominada
enfermedad de las mucosas. El VDVBC deriva del VDVBCN por mutación que da lugar a la escisión de
la proteína NS2/3 en NS2 y NS3 (Ridpath 2010); la proteína NS3 es considerada como el marcador

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molecular y la responsable del efecto citopático del virus, además el VDVBC puede revertir a no
citopático perdiendo la capacidad de expresar la proteína NS3, sin embargo, se han identificado
algunos VDVBNC que aun conservando y expresando la proteína NS3 no producen efecto citopático
(Bolin y Grooms 2004). El tipo de mutación más frecuente en la generación de un biotipo es la
recombinación donde pequeños segmentos del código genético se insertan en el genoma de una cepa
de un VDVBNC. El código insertado puede provenir de otro VDVB o de la misma célula infectada del
hospedero. Se debe tener presente que no todas las recombinaciones resultan en un VDVBC, ya que
algunos no citopáticos contienen inserciones y otros citopáticos no. Por otro lado, el efecto citopático
in vitro no se correlaciona con la virulencia in vivo, ya que la mayoría de casos clínicos severos de
infección aguda de DVB están asociados al VDVBNC; sin embargo, la significación clínica de ambos
biotipos dentro de los programas de control de DVB radica en que el VDVBNC al infectar al feto causa
IP y no el VDVBC, por ello, éste último es el usado en la elaboración de vacunas a virus vivo
modificado (VVM).
Está bien caracterizado que existen cepas del VDVB2 de alta y baja virulencia, en consecuencia, en
USA se usan cepas de baja virulencia en la elaboración de vacunas a VVM, mientras que las cepas de
alta virulencia son usadas como desafío para evaluar la eficacia de las vacunas. Actualmente, las
cepas del VDVB más virulentas caracterizadas pertenecen al VDVB2 y aunque existe variación en la
virulencia de las cepas del VDVB1, hay poca información disponible en la literatura (Ridpath 2010).
La mayoría de VDVB aislados son de baja virulencia y del biotipo no citopático, lo cual es consistente
con el hecho de que el virus está bien adaptado a su hospedero, sin embargo, la baja virulencia y
supervivencia en el hospedero puede ser un proceso de selección en contra que favorezca la aparición
de mutantes más aptas para replicarse a altos niveles que resulten en dominancia sobre la cepa
originaria llegando a ser más virulentas, causar daño tisular y mayor nivel de eliminación lo cual
puede explicar la aparición periódica de cepas virulentas que causan grandes brotes de la enfermedad.
La virulencia del VDVB constituye un factor de riesgo a considerar, y tal como se ha mencionado, el
VDVB2 es el más virulento, en consecuencia, se debe destacar que, a inicio de 1993 fue descrito un
brote en Canadá de una forma severa y atípica de infección por el VDVB de curso hiperagudo con alta

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morbilidad y mortalidad caracterizado por fiebre, neumonía y muerte súbita en importante número
de animales de todas las edades, causando la muerte de aproximadamente el 25% de los terneros en
varias regiones. Los casos agudos se caracterizaron por un síndrome hemorrágico acompañado de
severa trombocitopenia, diarrea sanguinolenta, epistaxis, hemorragias en mucosas, hipema,
hemorragias en puntos de inyección, pirexia, leucopenia y muerte, habiéndose asociado con el VDVB2
no citopático (Bolin y Grooms 2004).
Aunque las diferencias antigénicas pueden ser usadas para diferenciar especies de Pestivirus, la
determinación de la secuencia de nucleótidos es el método más confiable en su identificación, y más
aun cuando las diferencias entre el genoma de ambas especies no se hallan en una u otra región
particular sino que se encuentran a lo largo de todo el genoma. Se debe destacar que la región no
traducida 5´ es la más usada para la detección y caracterización debido a que presenta patrones
altamente conservados y además son bien amplificados mediante la prueba de la cadena de reacción
de la polimerasa (PCR).
El análisis filogenético ha revelado subgenotipos agrupados dentro del VDVB1 en número de 12
(VDVB1a hasta VDVB1l); se han aislado e identificado otros subgenotipos en África del Sur y Suiza no
denominados aun, y dentro del VDVB2 se han identificado 2 (VDVB2a y VDVB2b) (Ridpath 2010). La
similitud en la secuencia de bases entre el VDVB1 y VDVB2 es del 60% y en cuanto a los subgenotipos
es del 80 al 85% (Bolin y Grooms 2004). Se ha determinado que diferentes subgenotipos son
predominantes en diferentes regiones geográficas, otros estudios han mostrado diferencias en
neutralización cruzada, unión a anticuerpos monoclonales y respuesta en animales con IP a la
vacunación, sin embargo, la significancia clínica de la agrupación en subgenotipos sigue siendo
materia de discusión (Ridpath 2010).

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Tabla 2. Especies de Pestivirus, distribución geográfica y hospederos.
Especies reconocidas Distribución geográfica Hospedero
VDVB1 Mundial: Con erradicación en algunas Rumiantes domésticos y
regiones de Europa silvestres, cerdo y conejo
VDVB2 Mundial: Más prevalente en América del Rumiantes domésticos y
Norte y Sur. Con erradicación en algunas silvestres, cerdo y conejo
regiones de Europa
VFPC Erradicada en USA y Canadá Cerdo, ovino y bovino
VEF Mundial Ovino, caprino, cerdo, bovino y
rumiantes silvestres
Especies propuestas*
propuestas*
Jirafa Kenia Jirafa
VDVB3 América del Sur y Sureste Asiático Bovino
Berrendo USA Antílope berrendo
Bungowannah Australia Cerdo
* Enumerados por orden creciente de divergencia filogenética.

4.2. ANIMAL
El primer reporte de la DVB fue realizado por Olafson y colaboradores en 1946, describiéndola como
“una nueva enfermedad aparentemente transmisible del bovino”, caracterizada por diarrea profusa
en bovinos adultos; en adelante, el VDVB ha sido relacionado con un complejo de síndromes que
afectan los sistemas reproductivo, respiratorio, gastrointestinal, circulatorio, linfático,
musculoesquelético, tegumentario y nervioso central (Brock 2004). La infección aguda por el VDVB
en vacas no preñadas, generalmente es inaparente para los productores, debido a ello, se estima que
en el Reino Unido el 95% de los rebaños lecheros son seropositivos (Brownlie y col 2000). El VDVB al
afectar el sistema inmune del animal infectado casando inmunosupresión, agrava el curso de

16
enfermedades concomitantes y/o aumenta la susceptibilidad a otras afecciones como por ejemplo
bronconeumonía, diarrea y mastitis.
La comercialización de animales sin certificación sanitaria constituye uno de los factores relevantes
en el ingreso del VDVB a los rebaños a través de animales con IP, con infección aguda o de hembras
gestando fetos con IP (Lindberg y Alenius 1999, Valle y col 1999, Mainar–Jaime y col 2001). También
puede ocurrir durante el transporte de animales, ferias, exposiciones y cualquier situación que
suponga contacto de animales portadores del virus con animales susceptibles. Otro elemento no
menos importante significa el intercambio de terneros entre productores y/o adquisición de animales
jóvenes de reemplazo, lo cual aumenta considerablemente el riesgo de introducción de animales con
IP por ser el grupo con mayor probabilidad de ser portadores de dicha condición (Viet y col 2004).
A pesar de que las infecciones por el VDVB son más comúnmente asociadas con el bovino, hay
evidencias basadas en aislamiento y serología sobre replicación del virus en una amplia variedad de
rumiantes domésticos y silvestres, siendo potenciales reservorios del virus para el ganado bovino
susceptible (Van Campen y col 2001, Ridpath 2010).
Dentro del riesgo de transmisión se debe considerar la cantidad del VDVB necesaria para constituir
una dosis infectante, la cual difiere de acuerdo a la puerta de entrada en el animal susceptible. En
relación a ello, en un estudio realizado por Cook y col (1990) reportaron que la dosis infectiva (50%)
del virus por inyección subcutánea, administración intranasal y conjuntival fue de 0,27, 2.700 y 4.600
CCID50, mientras que Kirkland y col (1997), reportaron para la vía intrauterina por inseminación
artificial una dosis infectiva (50%) equivalente a 501 a 1000 CCID50 . Tras la infección con el VDVB, los
efectos y presentación clínica en el animal susceptible además del tipo de cepa viral actuante como se
mencionó anteriormente, depende de la especie de hospedero, edad, estatus inmune, fisiológico y de la
presencia de enfermedades concomitantes. Aunque el término de “diarrea” destaca en el nombre de la
enfermedad, la afección respiratoria y reproductiva son las más reportadas. La clínica reproductiva de
la enfermedad se debe a la infección del feto, y el resultado de la misma depende de la fase de la
gestación en la cual ocurre, siendo de mayor impacto en la fase temprana; por ejemplo entre los 42 y
125 días de gestación, puede resultar en reabsorción fetal, momificación, aborto, malformaciones

17
congénitas o nacimiento de animales con IP, los cuales eliminan virus durante toda su vida siendo
los principales portadores y responsables del ingreso del virus dentro de poblaciones sanas y como se
ha mencionado antes, son los únicos que al ser infectados por un VDVBC desarrollan enfermedad de
las mucosas (Ridpath 2010). El riesgo de transmisión de la infección por parte de un animal con IP
es mucho mayor por vía horizontal y vertical, mientras que en uno con infección aguda es menor por
vía horizontal pero mayor por vía vertical (Smith y Grotelueschen 2004).
La presentación clínica de la DVB observada resulta de la infección aguda y debido al efecto
linfotrópico del virus se suprime la respuesta inmune innata con disminución de los niveles de
leucocitos circulantes reduciendo la resistencia a patógenos secundarios y aumentando la severidad
ante infecciones secundarias. La interacción del VDVB con patógenos secundarios, se cree es uno de
los factores que contribuyen con el denominado complejo de enfermedad respiratoria del bovino
(Ridpath 2010); en USA, el VDVB ha sido el virus aislado con mayor frecuencia en brotes de
enfermedad respiratoria, además, estudios experimentales sugieren que algunos aislados poseen
mayor tropismo pulmonar siendo probablemente más asociados con la enfermedad respiratoria
bovina que otros (Bolin y Grooms 2004).
Tras la infección natural de animales inmunocompetentes con cepas del VDVB poco virulentas, se
produce una viremia transitoria con aparición de anticuerpos séricos neutralizantes 2-3 semanas
después, con niveles máximos a la octava y décima semana que pueden ser detectables durante meses;
la presencia de anticuerpos neutralizantes es el principal indicador de una respuesta inmune eficiente
(Potgieter 1995). En general, las vaquillas son más vulnerables a la infección con el VDVB, aun
cuando animales adultos pueden experimentar infección grave al ser infectados por genotipos más
virulentos. Los animales no vacunados, mal vacunados o con inmunidad disminuida, son los más
susceptibles a la infección y manifestaciones clínicas. Por su parte, los vacunados pueden igualmente
ser susceptibles, cuando el virus autóctono difiere del vacunal.
En toros infectados, el virus replica en la vesícula seminal y en la próstata, por tanto, el semen
proveniente de toros con infección aguda lo contiene hasta por dos semanas post infección, mientras
que con IP lo elimina constantemente. La transferencia de embriones constituye otra forma de

18
ingresar el virus sin tener movimiento de animales, sin embargo, al observar normas de bioseguridad
en el manejo de la técnica, el riesgo es muy pequeño, siempre que la zona pelúcida esté intacta,
adecuado lavado de los embriones con suero de bovino proveniente de animales sanos, se puede
obtener un ternero sano aun cuando provenga de una madre con IP (Tremblay 1996), esto se analiza
en detalle en el siguiente aparte.

4.3. AMBIENTALES Y DE MANIPULACIÓN


MANIPULACIÓN
Los principales factores de riesgo corresponden a la introducción en un rebaño indemne de animales
con IP y el fracaso e incompetencia en los programas de vacunación (Palfi y col 1993). Para manejar
el riesgo biológico se deben considerar conceptos como bioseguridad, que se refiere a la
implementación de medidas destinadas a evitar la introducción del agente causal de una enfermedad
en un área o país determinado, mientras que la biocontención se refiere a las medidas adoptadas para
controlarlo una vez que ha ingresado (Smith y Grotelueschen 2004).
En rebaños endémicos sin ningún tipo de programa de control, se ha estimado que un 7% de muertes
fetales pueden ser atribuidas al VDVB (Rufenacht y col 2001), las mismas pueden ocurrir en cualquier
momento de la gestación, pero son más frecuentes en el primer trimestre (Sprecher y col 1991). Se
debe tener presente que la vacunación previene la diseminación del virus, pero no puede eliminarlo
del rebaño, esto se debe a la alta heterogeneidad de las cepas virales involucradas, no garantizando la
total protección del feto a ser infectado y por otra parte, la no identificación eficiente y eliminación de
los animales con IP del rebaño favorecen la permanencia del virus dentro del mismo. Además, en
cuanto al tema de la vacunación, el nivel de protección requerido para prevenir la infección aguda o
la infección fetal es ampliamente desconocido, a pesar de que se ha mostrado que títulos de 16 es
requerido para reducir la enfermedad clínica y más de 256 para prevenir la diseminación sistémica.
El diseño entonces de un programa de vacunación exige que se consideren los estresores relacionados
con la edad, fase de gestación y periodos de mayor vulnerabilidad que afectan al animal
disminuyendo su capacidad de respuesta a la vacunación. Otros aspectos que deben observarse como
posibles elementos que inciden en el riesgo de introducción y ocurrencia de infección por el VDVB está

19
referido con el nivel de circulación de cepas virales, densidad de las poblaciones animales,
movimiento de animales, contacto de susceptibles con animales de vida silvestre, nivel de
cumplimiento de los productores con las medidas de bioseguridad establecidas dentro del programa
de control y/o erradicación según sea el caso y tipo de unidades de producción e industrias
predominantes (Ridpath 2010). En un estudio donde se introdujo el VDVB en un rebaño susceptible,
se presentó una tasa de abortos de 21% durante los siguientes 6 meses (Roeder y col 1986).
El VDVB sobrevive a la criopreservación y al procesamiento del semen, en consecuencia, constituye un
importante factor de riesgo para vacas susceptibles sometidas a inseminación artificial con semen
procedente de toros con infección aguda y más aun con IP (Givens y Waldrop 2004). Guerin y col
(1992), reportaron que el semen congelado de un toro con IP resultó en disminución significativa de
la fertilidad, baja segmentación y tasa de desarrollo del blastocito cuando al ser usado en la
producción de embriones.
Es patente el riesgo de contaminación de embriones utilizados para transferencia, pero ante un
manejo adecuado como el lavado de los embriones con tripsina, el riesgo es muy bajo. Debido a que
la zona pelúcida del cigoto posee poros grandes que pueden permitir la penetración parcial y posterior
atrapamiento del virus en ellos, hace que el tratamiento con tripsina no sea totalmente efectivo, en
consecuencia, se deben aplicar métodos sensibles de uso rutinario que garanticen la inocuidad de las
gestaciones desarrolladas a partir de la fecundación in vitro, como PCR en tiempo real para detección
de RNA viral, con resultados más confiables y de mejor interpretación ante resultados negativos,
cuando la prueba es realizada a partir de cultivos realizados de los diferentes elementos involucrados
en el proceso. Algunas estrategias dirigidas a disminuir los riesgos de infección por el VDVB y otros
patógenos incluyen:
1. Realizar pruebas tamiz a todo material de origen animal.
2. Lavado mecánico de ovocitos y lavado o tratamiento con tripsina de los embriones
desarrollados.
3. Uso racional de antibióticos y antivirales.
4. Análisis de patógenos de muestras de cultivo, maduración y fecundación in vitro.

20
5. Establecimiento y aplicación de normas mínimas estándar de saneamiento en laboratorios y
en mataderos (Givens y Waldrop 2004).
Los detalles del diseño de un programa de vigilancia y/o de control varían de acuerdo a la región o
país y para ser efectivos, deben contemplar medidas de bioseguridad y biocontención dirigidas a evitar
el ingreso o el control según el caso, del VDVB al rebaño (Smith y Grotelueschen 2004, Ridpath 2010).
En resumen, la dinámica de la diseminación dentro y entre los predios susceptibles tras el ingreso del
VDVB depende de la combinación de diversos factores y condiciones tales como:
1. Biotipo, genotipo y virulencia del VDVB involucrado.
2. Tamaño, densidad, conformación, sistema productivo y manejo del predio con el número de
contactos entre los animales.
3. Población de animales con IP existente en el predio.
4. Estatus sanitario, nivel inmunológico de los animales y aplicación de plan de vacunación.
5. Edad, estrés y estado fisiológico de los animales susceptibles.
6. Administración de fármacos por vía parenteral y prácticas de manejo de animales jóvenes
simultáneamente con hembras gestantes seronegativas.
7. Uso de praderas compartidas o comunitarias.
8. Concentración del virus en las secreciones.
9. Presencia de otras especies animales domésticas o silvestres.
10. Selección de reproductores, semen y hembras donadoras de embriones.

21
5. CONCLUSIONES
El VDVB está presente en la mayoría de las poblaciones de bovinos de todo el mundo con niveles de
seroprevalencia generalmente mayor al 60%; Chile, que no escapa a esta realidad considerando que
posee un importante rebaño de bovinos de leche y carne, no dispone de estudios que indiquen el nivel
de seroprevalencia que sirva como punto de partida para analizar en detalle la dinámica de la
infección por el VDVB en el rebaño nacional que permita determinar y jerarquizar los distintos
factores de riesgo que pueden estar incidiendo en la presentación o no de la infección. A pesar de los
esfuerzos de erradicación, las infecciones por el VDVB siguen siendo causa de importantes pérdidas
económicas para los productores de todo el mundo, debido a que la presentación clínica, patogenia de
la infección y biología del virus es compleja.
La presencia y prevalencia del VDVB1 y VDVB2 así como de los diferentes subgenotipos varía por
región geográfica y aunque las infecciones son asociadas principalmente al bovino, también pueden
presentarse en una amplia variedad de rumiantes domésticos y silvestres con implicaciones
económicas, ecológicas y de control. Aun cuando el mayor impacto económico del VDVB se debe a la
infección aguda, los animales con IP son la fuente más común del virus y responsables de su
introducción en los rebaños.
Una de las herramientas que se dispone para el control y/o erradicación es la vacunación, la cual es
efectiva para disminuir la diseminación del virus dentro y entre las poblaciones de bovinos, pero es
insuficiente como única herramienta para tales propósitos si no se consideran los mecanismos de
transmisión y los factores de riesgo involucrados dentro de la dinámica en la ocurrencia de infección
que permitan diseñar e implementar medidas de bioseguridad dirigidas a evitarla o minimizarla al
máximo.

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