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CULTURA POLÍTICA

GUÍA DE ACTIVIDADES Y RÚBRICA DE EVALUACIÓN – FASE 3: COMPRENSIÓN

LEIDY TATIANA VILLAMIZAR VILLAMIZAR


CC:10942269675

Profesor:

GUILLERMO ALEJANDRO BENAVIDES

ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS CEAD-PAMPLONA ZCORI


ESCUELA DE CIENCIAS ADMINISTRACIÓN, CONTABLES, ECONÓMICAS Y DE

NEGOCIO (ECACEN) UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA (UNAD)


Articulo

Paz con garantías de vida y territorio para los campesinos colombianos. Una lucha que
no nos cueste la vida. “Defendamos a nuestros defensores y defensoras”

El presente artículo recoge los principales resultados de una investigación llevada a


cabo por las autoras, como parte del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos
Humanos sobre la situación de seguridad de los sujetos defensores de derechos humanos
(DDH) en contextos rurales de Colombia. La investigación incluyó entrevistas con
organizaciones e instituciones que trabajan el tema de protección, la aplicación de una
encuesta a 174 DDH de 12 departamentos del país y la realización de 7 talleres regionales
con la participación de 150 defensores y defensoras, donde se utilizaron metodologías
participativas de análisis de riesgo e investigación. A partir del análisis de la información se
concluyó que la mayoría había sido víctima de algún tipo de agresión por motivo de su
labor. Sus riesgos en Colombia se relacionan con el conflicto armado, pero también con las
luchas por la tierra y el territorio. Los entes responsables de las agresiones son,
fundamentalmente, los grupos paramilitares sucesores y los agentes del Estado,
especialmente del Ejército. Como consecuencia de la investigación, se estableció que la
protección en los contextos rurales requiere respuestas diferenciales por parte del Estado;
estas deben responder a una combinación de medidas individuales y colectivas de
prevención, protección y autoprotección, que se han mostrado eficaces desde la
experiencia de la gente.

1. Contexto actual del sector campesino en Colombia

Colombia tiene dos Colombias: la rural y la urbana; ambas están atravesadas por la
desigualdad y el estatismo de las relaciones de poder de quienes las habitan. Si bien en
varios momentos de su historia, como el actual, una parte de ella busca construir el
“camino a la modernidad”, entendida de diferentes formas, siempre hay quienes se
siguen resistiendo a cualquier transformación en una estructura social profundamente
discriminatoria e inmóvil desde la época de la colonia. Además, la resistencia que muchos
colocan se ha manifestado de distintas formas, tanto legales como violentas, por medio de
muchos integrantes que sobresalen sin lugar a dudas, los grupos paramilitares que, en sus
diferentes modalidades, se han mantenido históricamente como una constante de la
realidad política y social del país y que han ejercido su accionar contra comunidades, y
contra quienes ejercen el liderazgo social y político, y las personas y órganos defensores
de derechos humanos.

Según lo anterior se puede deducir que las zonas rurales del país han sufrido una
trágica violencia, en parte como consecuencia del alto valor que tiene la tierra (y hoy
también los recursos del subsuelo) en relación con el ejercicio del poder en el país, pero
también por el abandono de las zonas rurales por parte del Estado, y el consiguiente
control de estas mismas por parte de otros actores. Actualmente se ha verificado la
cantidad de lideres rurales que han sufrido la violencia por parte de los grupos
paramilitares, además los conflictos por las tierras, que han sido los mas sujetos a la
problemática.

Frente a ello, el Estado no ha ofrecido respuestas eficaces ni accesibles para estas


comunidades, líderes y DDH. La necesidad de respuestas estatales eficaces para prevenir,
investigar y condenar las agresiones contra DDH en Colombia ha venido siendo exigida por
las organizaciones sociales y de derechos humanos, con poco éxito, pues las personas DDH
siguen siendo asesinadas; muchas de estas desarrollaban sus actividades en zonas rurales
del país. Este artículo recoge los principales hallazgos de la investigación, incorporando
elementos de contexto que resultan fundamentales para la comprensión de la situación
de los defensores y las defensoras en Colombia. Por último, aborda algunos retos y
propuestas para mejorar las garantías para las comunidades y DDH en las zonas rurales
colombianas, lo que se considera como una garantía de no repetición necesaria para
avanzar en la construcción de una paz estable y duradera.

2. Relación del sector campesino con la cultura política

Los sujetos DDH, así como las comunidades defensoras de los territorios, en las zonas
rurales de Colombia tienen una situación de seguridad precaria, como consecuencia del
problema históricamente no resuelto de la tierra en Colombia (al que se suman nuevas
problemáticas) y de la falta de respuesta adecuada por parte del Estado. La construcción
de una paz estable y duradera en Colombia requiere que se garanticen los derechos de
DDH y las comunidades de una forma eficaz, incluido el derecho al territorio. Se han
mantenido históricamente como una constante de la realidad política y social del país y
que han ejercido su accionar contra comunidades, y contra quienes ejercen el liderazgo
social y político, y las personas y órganos defensores de derechos humanos.

Por consiguiente, no es casualidad que sea precisamente “el tema agrario” una de las
causas del conflicto armado interno y el surgimiento de las guerrillas; pero el problema no
resuelto de la tierra sigue siendo también un elemento fundamental del todavía no
resuelto conflicto social; al día de hoy, el 0.4% de los sujetos propietarios rurales acaparan
el 61.2% de la propiedad rural. La concentración del conflicto armado en las zonas rurales
del país hace que las poblaciones que las habitan vivan en una situación de inseguridad y
violencia, teniendo que afrontar numerosos riesgos; esta situación se ve intensificada para
aquellas comunidades, organizaciones y personas que ejercen un liderazgo social y
defienden los derechos humanos y el territorio.
A partir de entonces, y hasta el presente, puede decirse que se encuentra en auge la
labor de análisis que consiste en considerar por separado cada una de las organizaciones
que emplean la violencia, su lógica al acudir a ella, discernir su racionalidad, así como las
bases sociales que le han permitido surgir, implantarse en un determinado territorio, y
acumular poder. Se procura examinar su relación con la sociedad, en suma (y sin que lo
anterior signifique, desde luego, validar sus fines) se tiende a aplicar los desarrollos de la
teoría de la acción social implícitos en la mencionada noción de actores sociales. El auge
actual indica una contratendencia que pone el acento en la pluralidad, aplazando una
visión de conjunto con tal de percibir las interacciones, las interferencias que se presentan
entre las distintas modalidades de la violencia colombiana.

En la medida en que el escenario principal de la confrontación armada son las áreas


rurales, los efectos desintegradores de la guerra han afectado, ante todo, al campesinado,
coartando sus mecanismos de movilización y sus formas de representación,
desarticulando sus organizaciones; aun así, no todos los efectos de la guerra son
negativos. Las guerrillas son rurales, pero no por ello campesinas, así el agrarismo se
mantenga como un núcleo argumentativo de su plataforma ideológica y predomine
dentro de sus concepciones insurreccionales la idea estratégica de “cercar a las ciudades
desde el campo”.

3. Cómo el sector campesino aporta a la construcción de la democracia

A pesar de su constante aporte a la nación, el campesinado no ha logrado que se


reconozca su importancia como sujeto histórico. Esto concluye el informe de desarrollo
humano, que prestó especial atención a la situación de las zonas rurales de Colombia. Allí
se aseguró, de manera contundente, que hay una falta de reconocimiento de los
campesinos y campesinas como actores sociales plenos, y se recomendó avanzar en
procesos de inclusión social, política y económica del campesinado como pasos necesarios
para profundizar la democracia en las zonas rurales donde los campesinos debemos ser
protagonistas.

Según lo anterior, el Artículo 64 de la Constitución Política consigna medidas


especiales para proteger al trabajador agrario, imponiendo al Estado el deber de adoptar
medidas que promuevan el acceso a la tierra y a otros servicios a los trabajadores del
agro. Esta norma, junto con el artículo 65, que protege la producción de alimentos, y el
artículo 66, que adopta medidas frente a los créditos agropecuarios, constituye el corazón
de la Constitución para la protección específica del campesinado. Sin embargo, los
campesinos y campesinas colombianos continuamos siendo sujetos excluidos social y
políticamente, mientras el Estado continúa adoptando medidas que han contribuido a
debilitarnos y a hacer más difícil nuestra capacidad organizativa.

Para concluir es indispensable conocer cómo, se ha dado a conocer un poco más sobre
la problemática que emerge el sector campesino, sin embargo, no se le ha otorgado la
importancia correcta a este sector (Castilla, 2015). Por ello resulta necesario promover
una reforma que reconozca al campesinado como sujeto de especial protección
constitucional. La reforma tiene los siguientes elementos:

 Transforma la concepción del campesinado al abandonar la categoría de


“trabajador agrario” y adoptar la de “campesino” y “campesina”.
 Pasa de consagrar el acceso a la tierra a reconocer el derecho a la tierra individual
y colectiva, reconociendo además la construcción social del territorio por parte de
comunidades campesinas.
 Reconoce el derecho a las semillas.
 Reconoce a las mujeres campesinas y garantiza la equidad de género en la
distribución de recursos productivos. 
 Protege la cultura y valores campesinos.
 Ordena adaptar los derechos sociales reconocidos universalmente a las
necesidades particulares del campesinado y de la vida en el campo.
EXPLIQUE LA RELACION DE LA TEMATICA INVESTIGADA CON EL CONCEPTO DE
CULTURA POLITICA

Dentro de la cultura política colombiana encontramos que uno de los mayores quebrantos que
acarrea dicho sistema, es la gran corrupción que existe desde hace más de 50 años ya que el
sistema político la cultura ciudadana y los intereses particularistas no dimensionan el gran
problema que acarrea dentro del sector campesino la falta de ingresos que solventen cultivos
que a futuro se convierten en un renglón de exportación ya que no se dimensionan que el
sector campesino es uno de los pirales fundamentales dentro de la economía nacional, la
cultura política debe dar un giro de 180 grados en pro del campo

EXPLICAR COMO EL SECTOR SOCIAL SELECCIONADO APORTA A LA


CONSTRUCCION DE LA DEMOCRACIA.

Cuando existe un pueblo alimentado se puede decir que existe un equilibrio pacifico dentro de
una sociedad al hablar de democracia se establece claramente que la opinión del pueblo tiene
poder así pues se genera un ambiente normal dentro de un sector campesino que genere los
insumos necesarios para alimentar una sociedad la decoración juega un papel preponderante
dentro de la lección de gobernantes que le apunten a sectores que necesitan una mayor
proyección dentro de la economía y el bienestar social
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Campos. (2017). Paz con garantías de vida y territorio para los campesinos colombianos. Una lucha
que no nos cueste la vida. “Defendamos a nuestros defensores y defensoras. Revista
Latinoamericana de Derechos Humanos,
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2020

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