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Olga Lucía Zuluaga Garcés: 40 años de historiar y conceptualizar la Pedagogía


en Colombia

Article  in  Pedagogía y Saberes · February 2019


DOI: 10.17227/pys.num51-8204

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Miguel Ángel Martínez Velasco


Universidad del Valle (Colombia)
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Pedagogía y Saberes No. 51
Universidad Pedagógica Nacional
Facultad de Educación. 2019. pp. 145–155

Olga Lucía Zuluaga


Garcés: 40 años de
historiar y conceptualizar
la Pedagogía en Colombia

145
Entrevista

Olga Lucía Zuluaga Garcés: 40 Years of Historicizing


and Conceptualizing Pedagogy in Colombia
Olga Lucía Zuluaga Garcés: 40 anos de historização
e conceituação da Pedagogia na Colômbia

En los momentos que vive la Pedagogía, el trabajo histórico de orientación episte-


mológica debe ser parte constitutiva de sus conceptualizaciones permitiendo que la
vuelta al pasado la coloque en una apertura hacia nuevas posibilidades.

Olga Lucía Zuluaga Garcés (1999a)


Fecha de aprobación: 19 de febrero de 2019
Fecha de recepción: 8 de agosto de 2018

Miguel Ángel Martínez Velasco*

* Magíster en Educación. Universidad de Antioquia (Medellín, -Antioquia). Licenciado en Pedagogía Infantil, Universidad
de Pamplona (Pamplona, Norte de Santander, -Colombia). Estudiante del Doctorado Interinstitucional en Educación
(die-uv). Profesor e investigador en el Instituto de Educación y Pedagogía de la Universidad del Valle. Miembro del
Grupo de Investigación Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia (-GHPPC).-. Correo electrónico: miguel.marti-
nez.velasco@correounivalle.edu.co
Introducción se destacan artículos, libros, capítulos y ponencias en
eventos tanto nacionales como internacionales, son
Presentar a la profesora Olga Lucia Zuluaga Garcés algunas de las superficies sobre las que es posible
constituye todo un desafío intelectual, por cuanto ella, localizar su amplia trayectoria académica para la
como sujeto de saber (Zuluaga, 1999b) “puso en prác- emergencia de la pedagogía como campo de saber.
tica un conjunto de enunciados” (p. 149) procedentes
Olguita, como algunos de sus amigos más cerca-
de distintos campos de saber, entre ellos la historia
nos la llaman, también se ha caracterizado por su
francesa y alemana, la epistemología de las ciencias
liderazgo en la creación de instituciones de saber
y la filosofía; incluso fue seducida en sus inicios por
entre las que se destacan tres: fundadora del Grupo
el marxismo cuando estudiaba en la Universidad de
de Investigación Interuniversitario Historia de la
Antioquia para dar cuenta de otros modos de exis-
Práctica Pedagógica en Colombia (ghppc), gestora
tencia de la pedagogía. La profe Zuluaga forma parte
del primer Doctorado Interinstitucional en Educa-
de un movimiento de saber y de poder que posibilitó
ción (die) en nuestro país y cogestora del Centro de
en Colombia, hacia finales de la década de 1970, la
Memoria Educativa y Pedagógica del Instituto para
apropiación del posestructuralismo como un enfoque
la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico
epistemológico que permitió problematizar la exis-
(idep) y la Universidad Pedagógica Nacional.

Entrevista
tencia de la pedagogía más allá del enrarecimiento
a la que fue reducida por parte de las ciencias de la Como investigadora principal, ha estado al frente
educación. Han pasado 40 años desde que aquella de más de 16 proyectos interuniversitarios todos
estudiante de la Licenciatura en Educación: Filosofía financiados con recursos públicos procedentes de
e Historia se lanzó a fundar una escuela de pensa- Colciencias, del idep y la Universidad de Antioquia.
miento cuya bandera fue la recuperación de la histori- Esta entrevista es un pretexto para conversar con ella
cidad de la pedagogía, y desde allí, a desnaturalizar las y volver sobre algunos pasajes de su obra para seguir
147
verdades que se tejían (y se siguen tejiendo) en torno problematizando el presente como un ejercicio ético,
a la escuela, el maestro, la enseñanza, el método, la político y epistemológico en torno a la crisis de la
infancia, el alumno, el conocimiento, la didáctica, los pedagogía, de la escuela, del oficio del maestro y la

Miguel Ángel Martínez Velasco


Olga Lucía Zuluaga Garcés: 40 años de historiar y conceptualizar la Pedagogía en Colombia
movimientos magisteriales, la práctica pedagógica, profesión docente. Si bien su trabajo se localiza en
entre otros objetos de saber. Colombia, sirve para que desde otras latitudes se inte-
rrogue por otras formas de existencia de la pedagogía.
Las contribuciones de la profesora Zuluaga a la
comunidad académica, tanto nacional como internacio- Miguel Angel Martinez Velasco (mamv). Profe
nal, son bastantes; sin embargo, hoy es posible señalar, Zuluaga, su pasión por la Pedagogía no es un asunto
con la madurez y la experiencia de cuatro décadas dedi- del azar. Su encuentro debió haber estado cruzado
cadas a la investigación histórico-pedagógica, aún en por asuntos que pasan por lo personal hasta lo aca-
medio de la crisis de la pedagogía moderna (Noguera, démico. ¿Podría compartirnos algunos de ellos?
2016), la consolidación de un campo de saber en el Olga Lucia Zuluaga Garcés (olzg). Profesor
que tiene existencia la pedagogía como práctica, como Miguel, mi encuentro con la pedagogía no inició en
saber, como disciplina, como campo conceptual. la universidad, se dio en el interior de mi familia.
La construcción de un campo de saber para la Mi vocación docente y pedagógica proviene de una
pedagogía en Colombia se evidencia a partir de las amplia tradición de profesores de la cual heredé mis
investigaciones que la profesora Zuluaga ha liderado a gustos por la literatura, en especial la poesía, al igual
través de la apropiación de la memoria activa del saber que las primeras preguntas que empecé hacerme en
pedagógico para llevar a cabo la reconceptualización torno a la escuela y al oficio del maestro. Mi abuelo
de las prácticas educativas y pedagógicas en la con- materno, Sacramento Garcés Escobar, maestro de
temporaneidad; la configuración de las escuelas nor- la juventud, fue una de las personas en escribir las
males, facultades e institutos de educación como ins- primeras genealogías familiares de Envigado. Mi
tituciones productoras de este saber; la construcción padre, Arturo Zuluaga, se desempeñó como profesor
del Archivo Pedagógico Colombiano (arpe) desde de español y literatura en varios colegios de secun-
la Colonia hasta la segunda mitad del siglo xx, la daria de Envigado. Mi tío paterno, Alfredo Zuluaga y
configuración de una línea de estudios científicos en Gutiérrez, fue también docente, autor de varios libros
educación en el interior del Departamento de Ciencia, pedagógicos como Alma infantil: psicopaidología
Tecnología e Innovación (Colciencias); el diseño del (1938) y Dramas infantiles (1957), a través de los
Instituto Nacional Superior de Pedagogía, la creación cuales es posible ver algunas apropiaciones esco-
del enfoque histórico de la práctica pedagógica; la lanovistas para educar a la infancia hacia la década
producción de más de 100 documentos entre los que de 1930. Emilia, Inés, Arturo y Alfredo –la familia
Zuluaga Gutiérrez– eran enamorados de la docencia: olzg. Sí, profesor Miguel, y sin terminar aún la
Número 51 / Universidad Pedagógica Nacional / Facultad de Educación / 2019 / Páginas 145–155

ellos publicaron en Medellín, entre 1931 y 1945, Licenciatura empecé a cranear un proyecto de investi-
el primer periódico infantil que hubo en Antioquia gación donde la filosofía y la historia tuviesen un punto
llamado Mi amiguito: periódico infantil y del hogar de encuentro con la pedagogía con miras a ir a plan-
(Zuluaga y Gutiérrez, 1933). Aún conservo algunos teando un proyecto de largo aliento. El proyecto que
ejemplares de ellos como parte de mis tesoros. Mi presenté al Centro de Investigaciones Educativas de la
tío Hernando Garcés Uribe también influenció en mi Facultad de Educación, lo titulé Filosofía y pedagogía.
encuentro con la poesía. De él recuerdo la publicación Presentación metodológica y directrices del trabajo
de un libro amplio de poemas titulado El amor junto (1976) y dio como resultado dos folletos: Didáctica
al llanto (1948). y conocimiento (1977) y Colombia: dos modelos de su
Sin embargo, fue mi papá quien más influenció para práctica pedagógica durante el siglo xix (1978). Estos
despertar en mí el interés y el amor por la literatura. primeros trabajos se constituyeron en la apropiación
Él quería que yo fuera escritora, pero literaria. Al del primer Foucault principalmente usé La arqueolo-
concluir el bachillerato me enamoré de la filosofía y gía del saber (1982) para indagar las primeras formas
la historia, así que ingresé a la Universidad de Antio- de existencia de la pedagogía en Colombia durante el
quia a estudiar estas disciplinas; cabe anotar que con siglo xix, y Vigilar y castigar (1981) para analizar en
los años cumplí en parte el sueño de mi padre: ser este mismo periodo la relación entre la enseñanza y las
escritora... pero de textos muy académicos. Recuerdo prácticas disciplinares a partir de la apropiación del
que en mi infancia y juventud estuve rodeaba por la método lancasteriano. Filosofía y pedagogía (Zuluaga,
educación y los libros, tradición que conservo en mi 1976) representa una aproximación conceptual, meto-
biblioteca donde en diferentes estanterías conservo dológica y epistemológicamente para hacer una histo-
textos de historia, educación, pedagogía, sociología, ria de la pedagogía como saber, de allí su importancia
148 psicología, literatura, poesía, entre otros. Mi padre para la realización de futuras investigaciones, muy
era un enamorado de la docencia y cultor del idioma pertinentes para seguir enfrentando su subordinación
español, vivía rodeado de diccionarios y de grandes en la actualidad. Para la construcción de la noción de
obras de la literatura. Él me enseñó que para escribir horizonte conceptual de la pedagogía (Zuluaga, 1999c,
hay que redactar claramente y con buena ortografía. p. 50), leí El orden del discurso (1970), allí Foucault
plantea que, para pertenecer a una disciplina, una
Por otra parte, desde que empecé a estudiar la
proposición debe inscribirse en cierto horizonte teó-
Licenciatura en Educación: Filosofía e Historia, en
rico, en nuestro caso la pedagogía se ha constituido
la Universidad de Antioquia, por allá en los años
bajo un horizonte conceptual, el cual no se daría sin
1970 mi interés por la pedagogía se hizo más visible
el campo conceptual y los conceptos vigentes de los
especialmente a través del curso de Filosofía de la
pedagogos clásicos.
Educación (2003/1971) que enseñaba el profesor
Alberto Restrepo en el Instituto de Filosofía. Allí mamv. Las primeras lecturas que usted hace de
tuve mis primeros acercamientos al pensamiento de Foucault no pretendieron localizar a la pedagogía
Michel Foucault. Leímos La arqueología del saber, Las como una teoría sino como un saber.
palabras y las cosas y El orden del discurso. Recuerdo olzg. Así es. Mis primeros acercamientos a La
que las clases de historia no me llamaban mucho la arqueología del saber (Foucault, 1982) me permi-
atención. Influenciada ya por la noción de archivo de tieron localizar en el saber una forma de existencia
Foucault, la lectura de los libros sobre historia de la más local –menos universal como lo hace la ciencia–,
educación me generaban malestar, pues la recurren- más cercana para dar cuenta de la dispersión del
cia a la legislación educativa y a los cambios que se archivo pedagógico que se empezó a configurar con
producían según los gobiernos de turno no daban el proyecto Filosofía y pedagogía (Zuluaga, 1976).
cuenta de la pedagogía sino de la educación. Allí se Los primeros usos permitieron a los investigadores
empezó a gestar mi trayectoria académica o, como del ghppc, en el marco del proyecto interuniversi-
diría Foucault, se empezaron a gestar las condiciones tario “Hacia una historia de la práctica pedagógica”
de existencia para el camino que empecé a transitar. (Zuluaga, 1980), reescribir la historia de la peda-
mamv. Desde la licenciatura, usted empezó a visi- gogía en Colombia desde la Colonia hasta el siglo
bilizar un problema propio de la modernidad en xx en registros como la producción de saber de los
Occidente: la diferenciación entre la educación y la pedagogos y los maestros; los procesos de apropia-
pedagogía recurriendo a la relacionar disciplinar ción e institucionalización de la ciencia, las artes,
filosofía e historia. las disciplinas y del saber popular para educar a
través de la enseñanza, ya sea a través del Estado,
las instituciones formadoras de maestros, la prensa,
los manuales y enciclopedias; las transformaciones olzg. Yo nunca fui maestra ni de primaria ni de
de dichos saberes por efecto del poder; los registros secundaria, pero sí formaba maestros en la Facultad
propios de las instituciones; las posiciones de sujetos; de Educación de la Universidad de Antioquia, recién
entre otros tipos de registros (visuales, auditivos, había recibido el título de Licenciada en Educa-
incluso corporales). De allí que sostengo que el saber ción: Filosofía e Historia, en 1975. Yo llevaba en mi
es el espacio más plural del conocimiento, espacio mente y en mi alma a los maestros, vivía pendiente
que hoy gracias a la recuperación de la historicidad de los movimientos sindicales de ellos. Inclusive,
de la pedagogía permite establecer unos linderos hice con el doctor Julio Puig, una compilación del
epistemológicos, pero que no se cierra al trabajo con Movimiento Sindical de los Maestros Colombianos
otros saberes a través de los campos conceptuales. titulada Movimiento de maestros en torno al Estatuto
Nosotros empezamos a poner los ojos en aquellos Docente 1972. Legislación, análisis y pronunciamien-
archivos que para la historia clásica no representaban tos (Zuluaga y Puig, 1974a) y Documentos teóricos
valor; mientras los historiadores sociales privile- internos al movimiento estudiantil 1971 (Zuluaga y
giaban los archivos que provenían de las macroes- Puig, 1974b), cuando Luis Carlos Galán era ministro
tructuras sociales, el ghppc se ocupó de aquello que de Educación. Retomando la metáfora que propone
emergía a partir de las relaciones entre los sujetos, el profesor Echeverri (1998) a través de un lenguaje

Entrevista
las instituciones y los discursos, lo que nos permitió narrativo-literario me veo a mi misma y reconozco
pasar de lo macro a lo micro, es decir saltar del Estado como propios los rostros de los maestros de los dife-
a las luchas de saber/poder/subjetivación. rentes niveles de enseñanza; nunca fui indiferente
a las exclusiones, a los sometimientos de la ley, al
Otro elemento para destacar la elección del con-
desconocimiento de su individualidad, al encierro,
cepto arqueológico del saber fue su relación con
a las separaciones entre el saber pedagógico y los
la práctica. Para Foucault no existe una separación
contenidos disciplinares que le impone el poder. 149
entre la teoría y la práctica, ambas forman parte de
una misma unidad que funciona de manera indepen- mamv. A propósito de su relación con los movi-
diente sin subordinación alguna; es decir que saber mientos magisteriales, ¿cuáles fueron sus aportes

Miguel Ángel Martínez Velasco


Olga Lucía Zuluaga Garcés: 40 años de historiar y conceptualizar la Pedagogía en Colombia
pedagógico y práctica pedagógica son las dos caras a la consolidación del Movimiento Pedagógico de
de una misma moneda. los maestros colombianos? ¿Considera pertinente
volver a ellos para enfrentar la crisis de la escuela,
También habría que aclarar que hacia finales de
del maestro, de la pedagogía moderna?
los años 1970 me incliné a pensar la pedagogía como
una disciplina que emerge en un espacio plural como olzg. Aunque nunca busqué reconocimientos por
el saber pedagógico en aras de la sistematización del los maestros y los líderes del Movimiento Pedagógico,
discurso de la enseñanza. Fue una apuesta política y siempre he luchado por los maestros y su saber. Mi
epistemológica frente a las demandas de las histo- estrategia fue reconocerlos a través de la escritura,
rias de la ciencia que le restaban lugar al discurso principalmente a través de la Revista Educación y
pedagógico y a la instrumentalización que hizo de Cultura y de las investigaciones que dieron origen al
la pedagogía una técnica para la transmisión de los ghppc. Ahora bien, mi primer vínculo a las luchas de
discursos forjada por las ciencias de la educación a los maestros se dio en la compilación sobre el movi-
nivel social. Hoy puede seguir siendo una opción para miento sindical de los maestros colombianos, consi-
pensar otros modos de existencia de la pedagogía dero que este trabajo fue desbrozando el camino para
para quienes argumentan su epistemologización. historiar los aspectos políticos, sociales, culturales e
Yo prefiero, desde mi experiencia en el Movimiento intelectuales de las luchas de los maestros, pues era
Pedagógico y en el acompañamiento a las escuelas necesario iniciar un archivo, para la tarea de historiar
normales del país, que el camino –no el camino– para y luego conceptualizar, ya que el archivo permite
seguir construyendo una comunidad académica es la ubicar lo decible y lo visible, condición para construir
vía del saber pedagógico. un campo pedagógico que permitiera a los maestros
la reconceptualización de su práctica pedagógica a
mamv. Su relato de cómo se hizo maestra univer-
través de la memoria activa del saber pedagógico.
sitaria da cuenta, en palabras del profesor Alberto
Tanto para mí como para los miembros del ghppc,
Echeverri, de dos rostros magisteriales propios de
el surgimiento del Movimiento Pedagógico es un
nuestra cultura pedagógica colombiana: el que se
acontecimiento de saber y poder, que en palabras
configura en la escuela primaria, a través de la peda-
del profesor Humberto Quiceno (2002) nos ubica en
gogía, y el de las disciplinas, que toma fuerza en la
la recuperación de la historicidad de la Pedagogía:
escuela secundaria y se consolida en la universidad.
¿Por qué fue pedagógico? Su nombre se debe al inte- construyó para sustentar hacer una historia de la
Número 51 / Universidad Pedagógica Nacional / Facultad de Educación / 2019 / Páginas 145–155

rés de rescatar la pedagogía. Este rescate apuntaba pedagogía y no de la educación tal y como se venía
a volver a poner de presente la pedagogía activa haciendo por parte de los historiadores?
que había existido en Colombia en la época liberal
olzg. Los intelectuales –aquí me refiero a los
y a volver los ojos y el pensamiento a la pedagogía
historiadores o ensayistas– se basan en las concep-
universal, a la historia de la pedagogía ya los gran-
tualizaciones que los antecedieron en busca de dis-
des pedagogos. (p. 105).
continuidades o rupturas que ellos pueden resolver,
Mi segundo vínculo a las luchas magisteriales fue o de nuevas conceptualizaciones producidas en su
plantearles a las Facultades de Educación el desafío propia obra o en otros intelectuales cercanos. La
de constituirse en instituciones productoras de saber historia debe esbozar planteamientos o conclusiones
pedagógico a partir del artículo “Las facultades de derivadas de los documentos que analiza y en mi caso
educación y el Movimiento Pedagógico” (Echeverri se trataba de combinar el estudio de los pedagogos
y Zuluaga, 1987). Allí hago un llamado a estas insti- clásicos con hechos sociales y políticos, advirtiendo
tuciones para que se articularan a los cambios que, así que la educación no está desligada de la pedago-
desde el Movimiento Pedagógico, se estaban dando gía, porque aquella puede encontrar en las prácticas
en la comunidad intelectual y en la movilización de pedagógicas formas de permanencia o de coexisten-
los maestros, lo cual significaba para ellos emprender cia que se articulan con un campo de presencia.
la búsqueda de una nueva individualidad sostenida Conociendo ya que para hacer historia de los sabe-
por un saber propio, de tal manera, que se les distin- res según Foucault se necesitaban registros (fuentes
guiera en el campo intelectual y los situara en la socie- primarias en el lenguaje de los historiadores) de
dad como trabajadores de la cultura, quienes por su diversas procedencias y que todos ellos formaban
accionar intelectual, cultural y social, encontraran su una trama de relaciones que el autor llamaba archivo
150 espacio en el saber pedagógico, ligado a las relaciones y práctica discursiva, presenté con el profesor Alberto
con otros saberes y disciplinas afines. Maestros que Echeverri un corto proyecto de tres meses para ir a
encontrasen en su práctica pedagógica una estrategia conocer los documentos de los archivos y bibliotecas
para vincular la enseñanza a la sociedad civil y un ubicados en Bogotá.
lugar de producción de su saber:
mamv. ¿De dónde vino la idea de fundar el Grupo
Entiéndase bien que el Movimiento Pedagógico Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia?
situó la enseñanza en el terreno de la hegemonía, en
olzg. El Grupo Historia de la Práctica Pedagógica
donde no es posible dar solución a los problemas
en Colombia se podría decir que es un acontecimiento
de la escuela, el maestro, el alumno, la práctica
de saber, me perdonas que sea tan foucaultiana
pedagógica y las políticas educativas, sino por
(risas). ¡Lo que pasa es que yo quiero mucho a mi
medio de una concepción pedagógica que enfrente
decididamente el despojo que sufre el maestro en
calvo! No fue algo pensando, no obedeció a una polí-
el terreno del conocimiento, sin dejar de pensar tica institucional o del Estado a través de Colciencias,
los demás rasgos de su existencia social: su ser surgió del azar, del encuentro pasional que se empezó
económico, sexual, político y lingüístico; en estos a tejer con el archivo cuando era auxiliar de investi-
territorios indudablemente ha sido víctima de odio- gación en el ceded de la Facultad de Educación de la
sos procedimientos de discriminación y exclusión. Universidad de Antioquia. Esa pasión por la historia,
(Echeverri y Zuluaga, 1987, p. 34). por la pedagogía, por el maestro, por la escuela, por la
infancia, llevó a que un grupo de profesores universi-
Si bien la situación de los maestros colombianos tarios formados en plena efervescencia de las ciencias
no ha cambiado de raíz, los intelectuales estamos de la educación de origen norteamericano asumieran
llamados a trabajar de la mano con los maestros, el desafío de investigar un objeto tan raro como la
apoyándolos en sus luchas y perfilando reformas pedagogía a través de la arqueología del saber.
que conviertan las facultades de educación en finos
soportes de las búsquedas de los maestros. Recuerdo que hicimos un pacto: Stella Restrepo,
de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá,
mamv. Un sello distintivo de su obra es la recu- se encargaría de investigar a los jesuitas; el profesor
rrencia a la historia para conceptualizar la pedagogía Alberto Martínez Boom, de la Universidad Pedagógica
a través del análisis arqueológico de los distintos Nacional, de estudiar la Colonia, y el profesor Alberto
registros que constituyen hoy el archivo pedagógico Echeverri y yo, de la Universidad de Antioquia, nos
colombiano. ¿Cuáles fueron los argumentos que encargamos del siglo xix. El profesor Humberto
Quiceno, de la Universidad del Valle, trabajaba la
historia de principios del siglo xx. Como auxiliar de
investigación se fue integrando el profesor Óscar educación. Lo primero que tendría que aclarar es
Saldarriaga, en calidad de estudiante de Historia de que me reconozco como historiadora de la pedagogía
la Universidad de Antioquia. Durante el Movimiento y no como historiadora de las ideas pedagógicas,
Pedagógico se fueron vinculando los docentes Ale- de allí que no recurro a la historia desde el pasado
jandro Álvarez, quien venía de trabajar directamente para pensar el presente, tal y como lo hacen dichos
con el sindicato de Fecode; Javier Sáenz, a quien historiadores; sino que parto de la problematización
conocimos a través de su trabajo con la Fundación del presente para encontrar un punto de partida
Foro, y Carlos Ernesto Noguera, de la Universidad donde lo político, lo social y lo pedagógico formen
Pedagógica Nacional. No puedo pasar por alto los una trama susceptible de ser historiada. El discurso
aportes del profesor Vladimir Zapata como docente oficial también forma parte de dicha relación, solo
de la Universidad de Antioquia. que no determina las condiciones de emergencia de
En el marco de la reforma a las escuelas normales, la pedagogía en sus múltiples formas de existencia.
hacia 1997, el grupo crece exponencialmente: se vin- Mi trabajo intelectual siempre tuvo como propó-
cula la profesora Dora Marín, quien venía de la Escuela sito, como usted lo señala en su pregunta, la historici-
Normal Superior La Paz, de Bogotá; como estudiantes dad de la pedagogía, mas no la historia de la pedago-
de doctorado se integran los profesores Rafael Ríos, gía. Las tensiones que experimentan los historiadores

Entrevista
Bernardo Barragán y Arley Ossa. Desde la Universi- también las vivimos los pedagogos cuando somos
dad del Cauca nos estuvo acompañando la profesora interrogados desde la exterioridad. Mi investigación
Elizabeth Castillo. El docente Javier Fayad lo hace doctoral (Zuluaga, 2000) es un ejemplo o, si se quiere
desde la Universidad del Valle. Hoy somos un grupo interpretar, una muestra de que la historiografía de
conformado aproximadamente por 30 investigadores la educación y la historicidad de la pedagogía pueden
entre profesores, estudiantes de pregrado y posgrado. encontrarse y relacionarse. Otro ejemplo más desde
Quiero resaltar la experiencia de formación llevada el orden colectivo fue la investigación de historia 151
a cabo por el profesor Alberto Echeverri quien desde comparada (Zuluaga et al., 2004a, 2004b), en la que
finales de la década de 1990 creyó en la formación y confluyeron historiadores iberoamericanos con

Miguel Ángel Martínez Velasco


Olga Lucía Zuluaga Garcés: 40 años de historiar y conceptualizar la Pedagogía en Colombia
en la investigación en el pregrado y cuyo resultado una amplia trayectoria académica como Gabriela
se puede ver en la conformación del grupo en Mede- Ossenbach, Luz Elena Galván, Agustín Escolano, entre
llín, sin dicho esfuerzo humano e intelectual hoy muchos otros. Paul Veyne (1984) afirma:
no tendríamos a quién heredarle la tradición de 40
La historia no es más que lo que hacemos de ella;
años. Junto a él, la profesora Rosa María Bolívar ha no ha dejado de cambiar, pues su horizonte no es
impulsado la investigación a través de los semilleros eterno. Lo que hace Foucault se llamará historia –y
de investigación en el país, especialmente a través del por ende lo será–, si los historiadores aceptan el
Semillero de Investigación en Pedagogía (sip). Junto a regalo que se les hace sin rechazarlo por inalcan-
ella se destaca la experiencia de Rafael Reyes y Óscar zable. (p. 238).
Saldarriaga, de la Pontificia Universidad Javeriana,
de Bogotá, con el semillero “El oficio del maestro” y Parafraseando a Veyne, el relato histórico que he
la llevada a cabo por los profesores Carlos Noguera venido construyendo de la mano con el ghppc forma
y Dora Marín con su grupo de estudio en la Univer- parte de un esfuerzo intelectual que hace ver en la
sidad Pedagógica Nacional. No somos una iglesia, ni historia esa otra dimensión que la caja de herramien-
una secta pedagógica, somos un grupo de personas tas de Foucault permitió develar: la historicidad de
inquietas, inconformes y rebeldes por el lugar que se los saberes más allá de las estructuras y de las prác-
le ha conferido y se le sigue asignado a la pedagogía. ticas sociales a partir de las relaciones que se tejen
entre discursos, instituciones y sujetos (ids).
mamv. Un sector de los historiadores tanto colom-
bianos como extranjeros ven como extraño el relato De otro lado, he recibido muchos cuestionamientos
histórico que usted ha venido produciendo desde hace provenientes de los historiadores sociales, quienes,
40 años, de recurrir a la historiografía francesa y ale- al no diferenciar epistemológicamente la educación
mana para llevar a cabo la historicidad de la pedagogía. de la pedagogía, reducen la complejidad de lo que
acontece en torno a la formación del sujeto a partir
olzg. Profesor Miguel, usted pone sobre la mesa
de las múltiples relaciones que establece la enseñanza
un tema bastante sensible: las tensiones entre histo-
con la cultura, la política, la ética. La influencia de la
riadores y pedagogos. Desde mi paso por la Facultad
sociología (Bernstein y Díaz, 1985) sigue situando a la
de Educación de la Universidad de Antioquia empecé
pedagogía como un mecanismo de reproducción del
a vivir en carne propia las luchas entre estos dos
Estado, de allí que
campos de saber provenientes de las ciencias de la
[...] los énfasis exclusivamente sociales para his- comprenden que unos autores necesitan de la obra de
Número 51 / Universidad Pedagógica Nacional / Facultad de Educación / 2019 / Páginas 145–155

toriar la educación opacan la posibilidad de hacer sus maestros o de sus compañeros de investigación. Es
historias de prácticas específicas, relacionadas con decir, quien escribe se inscribe en un grupo de intelec-
instancias sociales y políticas, pero delimitadas. Al tuales cercanos, así es como se forman las escuelas de
mismo tiempo, sobreestiman el papel de la relación pensamiento sobre cualquier tema de investigación,
educación educación-sociedad [...]. Lo que en nues- por ejemplo, la escuela de los Annales en Historia y los
tro medio se llama historia social de la educación grupos que se forman alrededor de un “fundador de
no agota todo lo que a propósito de la educación discursividad” (p. 20), como es el caso de Freud y sus
y la pedagogía puede ser objeto de historia [...], la
discípulos u opositores, permaneciendo en un mismo
educación no está desligada de la pedagogía [...],
campo, así se extiendan en un abanico de corrientes.
porque aquella encuentra en las prácticas pedagógi-
cas formas de permanencia o de cambios. (Zuluaga mamv. Otro de los sellos que distinguen su obra
y Martínez, 1996, pp. 56-57). es la recurrencia a los pedagogos clásicos para pro-
blematizar el presente. ¿Cuál es la vigencia de peda-
También tendría que aclarar que el enfoque his- gogos como Comenio, Rousseau, Herbart y Pestalozzi,
tórico de la práctica pedagógica no se lleva a cabo al para seguir pensando los procesos de formación de
margen de las prácticas sociales, parte de ellas; solo maestros?
que las condiciones de existencia para que emerja un
olzg. Para responderle esta pregunta recurro
saber, en este caso la pedagogía, no están determina-
primero a la noción saber como un movimiento en
das por ellas sino por un entramado de saber/poder/
un campo que así no sea inmediato, en términos del
subjetivación. Como diría el poeta español Ramón de
tiempo, puede haber conservado planteamientos, pre-
Campoamor (1892):
guntas, percepciones u horizontes que han abierto el
Y es que en mundo traidor paso a conceptualizaciones y preguntas que permiten
152
Nada es verdad ni es mentira: construir una memoria que merece llamarse memo-
ria activa del saber pedagógico. Esta nos remite a los
Todo se ve del color del cristal con que se mira. pedagogos clásicos tanto con un sentido crítico como
(p. 183). constructivo para problematizar el presente, como
mamv. ¿Cómo ve las críticas que han mirado como enseñanza, formación, instrucción, educación, precep-
extrañas, las referencias históricas que hace, sobre tor, maestro, infancia, experiencia, individualidad, y
todo a los historiadores franceses, en particular, a desde dicha memoria probablemente tejer el presente.
Michel Foucault? Creo que este debe ser un curso o un seminario pri-
olzg. Profesor Miguel, entiendo que ello no tiene mordial en la formación de maestros en la actualidad,
nada de extraño. Los intelectuales e historiadores se independiente del nivel de enseñanza en el que ejerza.
citan unos a otros, ya sea para apoyarse o para cues- Considero que “el desprecio por la historia es hijo
tionar. Basta con mirar la bibliografía de sus escritos de una estéril actitud que puede resumirse en la frase
para deducirlo. Michel Foucault refiriéndose a sus ‘tierra de nadie’” (Zuluaga y Echeverri, 1990, p. 185).
críticos argumentaba: “No me pregunten quién soy, ni O sea, es preciso mirar el pasado para entender el pre-
me pidan que permanezca invariable: es una moral de sente, y ubicar en el camino zanjas, rupturas, desvíos,
estado civil la que rige nuestra documentación. Que nos discontinuidades, áreas comparables, fases, etc. Por lo
dejen tranquilos cuando se trata de escribir” (Foucault, anterior, es necesario estudiar lo que llamo pedagogos
1979, p. 29). Mi trabajo en analogía a lo expresado por clásicos, quienes han elaborado conceptos, métodos y
Foucault no existe y no se construye al margen de otros problematizaciones que, aunque fueron vigentes, en
textos, sino que está cruzado por diferentes autores su época, se cruzan con nuestro presente, de una u
quienes representan a su vez tradiciones: otra manera, y cobran presencia en la actualidad. “Así
como las ciencias tienen su pasado actual, mediante la
Por más que el libro se dé como un objeto que se
historia recurrente; las disciplinas, en cambio, lo deben
tiene bajo la mano, por más que se abarquille en
hacer mediante las problematizaciones actuales, cuya
ese pequeño paralelepídico que lo encierra, su
solución se requiere para continuar en búsqueda de
unidad es variable y relativa. No bien se le interroga
sistematicidad” (Zuluaga y Echeverri, 1990, p. 87). En
pierde su evidencia; no se indica a sí mismo, no se
construye sino a partir de un campo complejo de
nuestra cultura latinoamericana, la pedagogía como
discursos. (Foucault, 1979, p. 37). saber pedagógico tiene lugar en la contemporaneidad
recurriendo a la noción de memoria activa del saber
Volviendo a lo extraño que ven en mi trabajo pedagógico (Zuluaga y Marín, 2006; Zuluaga y Herrera,
algunos historiadores, especialmente la influen- 2006; Zuluaga, 2016).
cia de Michel Foucault (2010) en mi obra, ellos no
No pretendo declarar como eternos los pedagogos entre instituciones, sujetos y discursos, hoy puede
clásicos, sino que sus planteamientos en su transitar ser susceptible de ser apropiada no solo para seguir
por diferentes sociedades y culturas se mueven y haciendo historia de la práctica pedagógica, sino tam-
pueden cambiar en sus conceptos y métodos, de este bién para pensar el campo aplicado de la pedagogía.
modo se inscriben en el saber pedagógico. Cada peda- Es una deuda que hoy tenemos con los maestros. Un
gogo clásico y criollo, como usted llama a los propios, ejemplo de ello es el que se dio en la Universidad
aporta insumos importantes para enfrentar la crisis Francisco de Paula Santander, sede Cúcuta; allí, en
educativa que hoy estamos viviendo. Para volver a medio de las discusiones que suscitó el Decreto 0272
los pedagogos, es necesario situarlos en el horizonte del 11 de febrero de 1998, se apropió la noción de
conceptual de la pedagogía. Creo importante volver práctica pedagógica para pensar la formación de
a Comenio para retomar la relación didáctica/pensa- maestros. De allí nació una especialización y hoy, des-
miento/lenguaje clave para enfrentar la enseñanza pués de muchos años de arduo trabajo, se ha venido
de los saberes escolares; de Rousseau, es importante consolidando una comunidad académica entorno a la
incorporar el concepto de libertad para enfrentar la maestría en práctica pedagógica. Por ello, me lanzo a
crisis educativa que hoy nos asiste, pues dota a los pensar otro modo de existencia de esta noción que
maestros de herramientas epistemológicas que les intenta recoger la tradición a la luz de las demandas

Entrevista
permiten liberarse de la carga opresora que hoy lle- del presente. Provisionalmente, considero la práctica
van ante la dificultad de educar en la contemporanei- pedagógica como noción metodológica que designa:
dad. Pestalozzi es vigente para pensar la educación
1. Las relaciones entre saberes, sujetos e
infantil a través de los conceptos de intuición y amor instituciones.
maternal; de Herbart, es importante la relación entre
la enseñanza, la educación y el interés como tríada que 2. Los dispositivos pedagógicos tanto teóricos
individualiza la pedagogía de otros saberes. como prácticos utilizados en los niveles de 153
Es muy importante para los desarrollos actuales enseñanza infantil, primaria y secundaria.
de la pedagogía trabajar en grupos, pues se puede ser 3. Una pluralidad de nociones y conceptos per-

Miguel Ángel Martínez Velasco


Olga Lucía Zuluaga Garcés: 40 años de historiar y conceptualizar la Pedagogía en Colombia
un buen investigador “únicamente si se está prepa- tenecientes a diversos campos de saber para
rado para trabajar con muchas teorías diferentes, y no educar, enseñar y formar a través de la memo-
con un solo punto de vista y experiencia” (Feyerabend, ria activa del saber pedagógico.
1974, p. 31). De allí la importancia de reconocer la
pedagogía como saber, por cuanto permite recorrer 4. Las formas de funcionamiento de los discur-
distintos campos de saber a través de las múltiples sos en las instituciones educativas donde se
relaciones que se pueden tejer entre lenguaje, pen- realizan las prácticas pedagógicas.
samiento, intuición, amor maternal, enseñanza, edu-
5. El entramado de tensiones y relaciones de saber
cación, interés, entre otros conceptos.
y de poder para llevar a cabo la producción de
mamv. ¿Cuáles son los problemas educativos que subjetividades del maestro y del alumno.
usted hoy requieren ser problematizados recurriendo
a la historicidad de la pedagogía? 6. Las características sociales adquiridas por la
olzg. Si bien desde hace varios años no he vuelto práctica pedagógica a partir de las relaciones
que establece con la sociedad, la cultura y los
a participar públicamente de los debates educativos y
campos conceptuales de la pedagogía.
pedagógicos, ello no significa que no esté atenta a las
discusiones que se dan principalmente a través de los 7. Las posiciones de sujeto que demandan al
medios de comunicación. Intento mantenerme al día maestro las distintas tradiciones pedagógicas.
sobre lo que pasa a través de las conversaciones que
mantengo con mis grandes amigos de la pedagogía: 8. El lugar donde el maestro produce saber peda-
Alberto Echeverri, Stella Restrepo, Alberto Martínez gógico a partir de la relación entre la expe-
Boom, Humberto Quiceno, Rafael Ríos, Dora Marín, riencia, la cultura y los campos conceptuales
Carlos Noguera, Alejandro Álvarez, Martha Cerquera, de la pedagogía.
entre otros tantos. Me he valido del Facebook y el mamv. Ante los cambios ocurridos en el lapso de
WhatsApp para intentar mantenerme al día. 40 años, ¿qué tareas son primordiales para usted?
Hoy considero que la noción de práctica peda- olzg. Aunque las luchas de hace 40 años hoy
gógica que elaboré a partir de la noción de práctica no son las mismas –como fruto de la experiencia–
discursiva (Zuluaga, 1999d, p. 35) para pensar relacio- debemos seguir acompañando a los maestros en sus
nalmente el acontecimiento de saber-poder que teje luchas por una mejor calidad de vida: saber, salud,
prestaciones sociales, capacitación, como señalan Foucault, M. (1970). El orden del discurso. Barcelona:
Número 51 / Universidad Pedagógica Nacional / Facultad de Educación / 2019 / Páginas 145–155

Martínez, Unda y Mejía (2002): “De lucha por el saber Tusquets.


y de lucha para saberse en su autonomía que libere Foucault, M. (1981). Vigilar y castigar: nacimiento de la
al maestro de las ataduras que lo han convertido en prisión. Buenos Aires: Siglo del Hombre Editores.
sujeto de controles y dependencia” que permita hacer
del movimiento pedagógico en la contemporaneidad Foucault, M. (1979). Las regularidades discursivas. En La
“un movimiento intelectual” (p. 77). Hoy nos enfren- arqueología del saber (pp. 31-127). 6a. ed. Buenos Aires:
tamos a pensar una escuela que ya no se ocupa de Siglo del Hombre Editores.
transmitir únicamente la cultura, de un maestro que Foucault, M. (2010). ¿Qué es un autor? Córdoba: Ediciones
se ve enfrentado a despojarse de la enseñanza como Literales.
su objeto de saber, unas infancias y unas adolescencias
que se resisten a ser educados –gobernados– por el Garcés, H. (1948). El amor junto al llanto. Medellín: Tipo-
adulto. En la actualidad, planteo reelaborar algunos grafía Bedout.
conceptos y dedicarlos a conversar con las coyun- Martínez, A., Unda, P. y Mejía, M. (2002). El itinerario del
turas del presente, y ponerlos a consideración de maestro: de portador a productor de saber pedagógico.
quienes tienen una mirada diferente. Actualmente, En H. Suárez (comps.), 20 años 1982-2002 del Movi-
me ocupo de reelaborar dichas instancias (isd), a la miento Pedagógico: entre mitos y realidades (pp. 61-94).
luz de nuevas conceptualizaciones, planteadas por Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio.
investigadores del ghppc, y de investigadores afines
con el fin de conceptualizar y enfrentar las dificultades Noguera, C. (2016). Una perspectiva política, ética y estética
del presente. Un ejemplo de dichas reelaboraciones para un nuevo gesto pedagógico. En A. Martínez, A. Ruíz
se sitúa en los usos de la pedagogía moderna para y G. Vargas (comps.), Epistemología de la pedagogía (pp.
154 enfrentar la crisis de la educación de las infancias 103-133). Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional,
que estoy trabajando actualmente con algunos de Doctorado Interinstitucional en Educación.
los miembros del Grupo de la Universidad del Valle. Quiceno, H. (2002). Movimiento pedagógico: posición crí-
Considero que existe una inmensa responsabilidad tica y lugar de liberación. En H. Suárez (comp.), Veinte
en las facultades de Educación que debían formar años del movimiento pedagógico. 1982-2002. Entre
docentes con aptitudes de articularse con grupos mitos y realidades (pp. 95-126). Bogotá: Cooperativa
de intelectuales en busca de una escuela capaz de Editorial Magisterio.
instalar redes entre la formación, la enseñanza, el
conocimiento, la cultura y la sociedad, recurriendo a Restrepo, A. (2003/1971). Programa de curso. Revista
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Miguel Ángel Martínez Velasco


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