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Creatividad e Innovacion
Creatividad e Innovacion
Traducción
Esperanza Meléndez Escobar
Introducción
En diciembre de 2008, el Parlamento europeo y el Consejo de la Unión Europea deciden
proclamar el año 2009 como el “año europeo de la creatividad y la innovación”. Con ello,
la Unión Europea admite que el pensamiento creativo constituye una de las principales
claves del éxito en una economía globalizada, obligatorio para “hacer frente a los
desafíos a los que se enfrenta Europa2”. Presenta la creatividad como “el motor de la
innovación y factor clave del desarrollo de las competencias personales, laborales,
empresariales y sociales de todos los individuos en la sociedad, así como de su bienestar
social”. Los “embajadores” que fueron designados en aquella ocasión publicaron un
manifiesto en el cual declaran sin rodeos: “La crisis económica, medioambiental y social
nos desafía a encontrar nuevas formas de pensar y actuar. […] Europa y sus Estados 1
miembros deben conceder una especial atención a la creatividad y la innovación a fin
de encontrar una salida al estancamiento actual”. En Francia, este hecho pasó casi
inadvertido.
1 Philippe Durance es profesor asociado en el Cnam (Conservatoire national des arts et métiers). Marc
3
Como lo demostró perfectamente Mateus Araujo Silva, en varias ocasiones se ha intentado excluir la
imaginación del pensamiento de Descartes, a pesar de que en numerosos textos es mostrada
explícitamente como su aspecto central: “No es una casualidad que los partidarios de esta tesis nunca
hayan afrontado, ni siquiera señalado [estos textos], que constituyen claros contraejemplos de ello”
(Mateus Araujo Silva, « L’imagination dans La Géométrie de Descartes », en Serfati, 2008).
4
A propósito, resulta divertido constatar que los primeros que quisieron, en vida de Descartes,
oponerse a su pensamiento, fueron también los primeros en hablar de cartesianismo, al escribir y
difundir un libro con el título Philosophie cartésienne, o Méthode admirable de la philosophie nouvelle de
René Descartes (Martin Schook, 1643). Descartes habló de calumnia al referirse a estos escritos, y la
querella se prolongó por varios años.
5
René Descartes, Règles pour la direction de l’esprit, inconcluso, hacia 1628-1629.
6
Toda la obra metodológica de Descartes puede ser releída partiendo de esta hipótesis (cf. Sepper,
1996).
7
Jean d’Alembert, « Discours préliminaire », Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts
et des métiers, vol. 1, 1751.
8
Breton, 1970.
fuerza productora de futuro a través de los sueños y de los proyectos la que fecunda la
realidad”9.
Parece haber una conciencia ampliamente compartida de la urgencia de cambiar a la
vez nuestros modos de pensamiento y de vida, lo cual eleva a un primer plano el papel
de la creatividad. José Manuel Barroso estima que “la crisis financiera y económica han
hecho aún más importantes la creatividad y la innovación […] como factores de
crecimiento sostenible, de creación de empleo y de fortalecimiento de la
competitividad 10 ”. Y el presidente Barack Obama, haciendo un llamado a un nuevo
impulso, se fija como objetivo el de “prender la chispa de la creatividad y el ingenio” que
lleva cada americano en su corazón para devolver a Estados Unidos ese espíritu de
innovación que siempre le ha permitido avanzar11. La creatividad ya no se limita a los
campos del arte y la cultura; en estos tiempos se aplica a todos los campos, ya sean
políticos, económicos o sociales. La creatividad representa la condición sine qua non de
una evolución, ya no hacia el mejor de los mundos, sino hacia un mundo mejor12, y
permite una modificación fundamental de la relación del hombre con el cambio, puesto
que ya no se trata de imponer el cambio a la mayoría, sino de convertir a la mayoría en
actores del cambio. La mayor parte de nuestros modelos actuales generan más
contradicciones que soluciones, lo cual demuestra que ya alcanzaron sus límites. Hace
ya cuatro siglos, cuando se aproximaba una revolución global, Bacon, lo mismo que
Descartes a su manera, partía de una constatación similar. Así, pues, consideremos que
para nosotros, más que del fin de una época, se trata del comienzo de una nueva época,
y, por si fuera poco, de una época formidable, puesto que todo está por reinventarse y
cada cual puede participar en esa tarea. Con este informe esperamos contribuir a esta
3
renovación, aportando algunas pistas nuevas.
¿Cuál innovación?
El Manual de Oslo13 define cuatro tipos de innovación: la creación de un nuevo producto
o la oferta de una nueva prestación comercial o de servicio; la aplicación de nuevas
técnicas para la producción de bienes o la prestación de servicios (innovación de
proceso); la innovación de organización; y la innovación de marketing. No obstante,
sólo en 2005, en la tercera edición de este documento de referencia, fue enriquecida la
definición inicial de la innovación con dimensiones diferentes a las puramente técnicas.
9
Godet, 2007.
10
Comisión Europea, « Le président Barroso discute des moyens de stimuler l’innovation sociale »,
comunicado de prensa, IP/09/81, 20 de enero de 2009.
11
« President Obama Says GDP Numbers Show Recovery Act Working; Long-Term Investments Still
Needed », La Casa Blanca, 1° de agosto de 2009.
12
Edgar Morin, « La Voie », in Dartiguepeyrou 2010 (dir.).
13
El Manual de Oslo es la principal fuente internacional de principios rectores en materia de recolección
y uso de informaciones sobre las actividades de innovación. Se utilizó como base para las encuestas
europeas sobre innovación (CIS). La primera versión de este documento data de 1992.
El concepto de innovación se utiliza con frecuencia, según las situaciones, en acepciones
a veces demasiado amplias, otras veces demasiado variadas o, por el contrario,
demasiado restringidas (la innovación tecnológica sensu stricto). Si bien es cierto que
términos como “innovación”, “tecnología” e “I&D” parecen referirse, en un nivel general,
a nociones estrechamente relacionadas entre sí, la cosa es más compleja cuando el
análisis se hace a un nivel más particular. Con ligereza se mezclan las nociones de
inversión en investigación fundamental, creatividad, innovación y desarrollo
económico…
También surge un problema a la hora de medir este concepto, sobre todo en función de
la productividad, debido a su ambigüedad y a la multiplicidad de sus manifestaciones;
en efecto, numerosos trabajos pretenden vincular “directamente los esfuerzos de
investigación de las empresas con su desempeño general, frecuentemente con la
productividad del trabajo o la productividad global de los factores (función de
producción ampliada), pero también con su rentabilidad contable o su valor bursátil14”.
El valor de un bien o servicio depende del contexto de oferta y demanda en el territorio
y de su rareza relativa. De este modo, si se mira el precio facturado, el valor agregado
por hora de trabajo de un plomero (productividad aparente) resulta tres veces más alto
en París que en el departamento del Creuse para un servicio idéntico. Es evidente, en
este caso, que el contexto cambia los elementos de partida.
En el presente informe examinamos tanto la denominada innovación “de ruptura”, que
revoluciona un servicio o una industria, como la innovación “incremental”, que consiste
en mejorar día tras día los modos de operación o los procesos. No existe jerarquía entre 4
ellas y, a largo plazo, la una y la otra pueden ser igualmente importantes15.
14
Mairesse, Jacques, (2003). « Innovation, recherche et productivité des entreprises », in Insee,
Innovation: de l’idée à la performance, Insee méthodes, no.105, julio, pp. 75-86.
15
Cf. infra complemento de Thomas Durand, « Par-delà la R&D et la technologie: vers d’autres formes
d’innovation ».
16
Comisión de las Comunidades Europeas (2008): « Vers des clusters de classe mondiale dans l’Union
européenne: mise en œuvre d’une stratégie d’innovation élargie », comunicación de la Comisión al
Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, COM
(2008) 652, 17 de octubre.
En 2006, la Comisión hizo un llamado solemne a todas las instancias europeas para
promover “todas las formas de innovación17”.
La innovación, en efecto, es posible en todos los campos. Puede ser social, como se
comprueba con las incesantes referencias a Finlandia (en el campo de la educación y la
gestión de la edad), Dinamarca (en el campo de la adaptación fina de las competencias
de los individuos al mercado laboral) o Suecia (en el campo de la organización del
bienestar colectivo en una economía sana). Y en estos países, por ser también muy
eficientes en el terreno de la alta tecnología, estas formas de innovación social y
organizacional resultan aún más provechosas. El mundo político también innova con
regularidad en el campo social y reglamentario, pero las consecuencias
socioeconómicas de esas innovaciones no se han medido ni analizado: trabajo
dominical, edad de jubilación más tardía, trabajadores maduros, etc. En este informe
citamos innovaciones administrativas en los territorios, tales como las de la Caja
Primaria del Seguro de Salud (Caisse primaire d’assurance maladie - CPAM) del
departamento del Sarthe, que innova constantemente, bajo el liderazgo de Patrick
Négaret, en los campos más diversos, desde la comunicación orientada a los usuarios
hasta la prevención del abuso. Se podría citar también el ejemplo de la Mutualidad
Social Agrícola (MSA) del departamento de Dordoña, dirigida por Alain Cournil, que ha
dado una organización original y simple a la convivencia social e intergeneracional.
Otro campo de innovación tiene que ver con la organización social interna de la
empresa: la gestión. Es un tema que despierta el interés de un gran número de actores.
La London Business School, por ejemplo, creó en 2005 el “Management Innovation 5
Lab”, que se propone demostrar que es posible reconstruir sobre nuevas bases las
relaciones sociales en la empresa mediante innovaciones organizacionales18.
La innovación también puede ser marketing. Renault ganó su apuesta con su modelo de
precio bajo, el Logan. Pero la industria automotriz francesa, a pesar de su capacidad de
innovación, fracasó en el mercado de alta gama 19 . Los fabricantes de automóviles
alemanes, en cambio, supieron mantener el renombre de sus marcas y su lugar en los
segmentos de alta gama de los mercados mundiales, que dejan un margen mayor, con
la estrategia de deslocalizar ampliamente la producción de sus partes, lo que ayudaba
a reducir costos, pero conservando la responsabilidad del ensamblaje.
En general, pues, se trata de reflexionar en términos de ventajas competitivas y
generación de valor con el objeto de ir más allá de la simple problemática de la
innovación limitada a las actividades de punta.
17
Comisión de las Comunidades Europeas (2006): « Mettre le savoir en pratique: une stratégie
d’innovation élargie pour l’UE ». comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al
Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, COM (2006) 502 final, 13 de septiembre.
18
http://www.london.edu/newsandevents/news/2009/01/Management_Innovation_Lab_905.html.
19
La balanza comercial de la industria automotriz francesa se derrumbó literalmente en estos últimos
años, al pasar de un saldo de más de 12.000 millones de euros en 2004 a menos de 3.500 millones de
euros en 2008. Fuente: Insee, cuentas nacionales.
Francia puede moverse con éxito en varios terrenos. Con los polos de competitividad,
el país lleva a cabo una ambiciosa política tendiente a mantener una poderosa industria
de alta tecnología que le permita asegurar a largo plazo su adelanto con respecto a los
países cuya competitividad se basa principalmente en una mano de obra barata o en la
abundancia de materias primas. Para que esta ambición sea exitosa se requieren
también innovaciones socio-organizacionales, factor clave de éxito indispensable.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que los polos de producción competitiva
destinados a la exportación no representan sino del 20% al 25% de los ingresos de un
territorio. La producción local destinada al consumo y las transferencias inducidas por
la presencia de turistas, de residentes transitorios y de pensionados —categorías cuyo
número aumenta a medida que la calidad de vida en el territorio mejora— representan
entre el 75% y el 80% de los ingresos de los habitantes.
Francia deberá entonces demostrar que también puede innovar en los campos de la
gestión, el comercio, la organización, los servicios a la persona. El país puede encontrar
formas originales de innovación en los campos en los que tiene ventajas ciertas, que
hemos resumido bajo el término general de “calidad de vida” 20. Esto requiere hacer
algunos progresos que parecen evidentes pero que, en realidad, son difíciles de lograr
—por ejemplo en materia de calidad de la atención al cliente en los almacenes, los taxis,
las alcaldías o las oficinas de correos…—, así como cuidar la excelencia gastronómica,
la limpieza del espacio público, la señalización, la práctica de las lenguas europeas (y
asiáticas en los lugares emblemáticos del turismo), etc.
Todos ellos son elementos clave de la atractividad del territorio, en un país donde el
6
turismo constituye el rubro más positivo de una balanza comercial desequilibrada21. El
tema presenta un gran interés y su estudio permite mostrar cómo es posible poner al
servicio de un desarrollo sostenible otras formas de innovación, diferentes de la
tecnológica (cambios en la hotelería, nuevas formas de alojamiento, iniciativas lúdicas
o artísticas, trabajo perseverante en la imagen, la “marca” del territorio…).
En los sectores de los bienes públicos, o “sector terciario” de la economía social y
solidaria, numerosas innovaciones en términos de oferta de servicios o de organización
mejoran la calidad de vida de los territorios. Estos se han dotado, en su mayoría, de
“reglamentos de desarrollo sostenible” y de contratos de región o de aglomeración
donde se encuentran muchas pistas de innovaciones organizacionales cuyas
repercusiones concretas sería interesante estudiar, así como el grado de apropiación
20
En esta óptica, un análisis profundo de las dinámicas demográficas a nivel departamental debería
mostrar, en particular, que los departamentos más dinámicos no son siempre los que uno imagina: está
por supuesto, el de Haute-Garonne (alta tecnología y calidad de vida), pero también el de Alpes-de-Haute-
Provence (calidad de vida y pensionados).
21
En 2008, el saldo global de los intercambios exteriores fue de -48.000 millones de euros,
discriminados así: +3.500 millones de euros en productos de la agricultura, la silvicultura y la
pesca, -71.000 millones de euros en productos de la industria, -2.000 millones de euros en servicios
comerciales y +400 millones de euros en servicios administrados. En estas grandes masas, los únicos
saldos positivos son los productos de la agricultura y la alimentación (+6.000 millones de euros), los
bienes de capital (+8.000 millones de euros), los servicios financieros (+5.000 millones de euros) y el
comercio (+800 millones de euros). Fuente: Insee, cuentas nacionales, mayo de 2009.
por las diferentes partes interesadas o stakeholders (municipalidades, asociaciones,
empresas, ciudadanos, etc.).
Las innovaciones en estos numerosos campos tienen un doble efecto: aumentar la
satisfacción (y, aunque parezca osado decirlo, la felicidad, pues también a ella
contribuyen) de los habitantes, y desarrollar de manera pertinente una economía
“presencial” cuya importancia ha sido demostrada por Laurent Davezies en sus obras.
Cuando se pone el énfasis en actividades y sectores menos fáciles de delimitar que las
industrias de la tecnología digital o las biotecnologías, surgen preguntas con respecto a
conceptos como la productividad o la relación entre los gastos en I&D y la eficacia
económica de las empresas, y aparece el interés por los sistemas de producción de
conocimientos y de adquisición de competencias, así como por el reconocimiento de las
calificaciones, ya sea que estén o no acreditadas por un diploma.
22
Según una colaboración de Pauline Gandré (CAE), « Synthèse sur l’apport des rapports précédents
du CAE », realizada por encargo del grupo de trabajo.
23
Se trata de los siguientes informes: Innovation et compétitivité des régions, Thierry Madiès y Jean-
Claude Prager, no 77, agosto de 2008; Le financement des PME, Grégoire Chertok, Pierre-Alain de
Malleray y Philippe Pouletty, no 83, marzo de 2009; Une stratégie PME pour la France, Jean-Paul Betbèze
y Christian Saint-Étienne, no 61, julio de 2006; Private equity et capitalisme français, Jérôme Glachant,
Jean-Hervé Lorenzi y Philippe Trainar, no 75, julio de 2008; Financer la R&D, Jean-Paul Betbèze, no 53,
febrero de 2005; Productivité et emploi dans le tertiaire, Pierre Cahuc y Michèle Debonneuil, no 49, agosto
de 2004; Vieillissement, activités et territoires à l’horizon 2030, Michel Godet y Marc Mousli, no 63,
octubre de 2006; Aménagement du territoire, Jean-Louis Guigou y Dominique Parthenay, Louis-André
Gérard-Varet y Michel Mougeot, Alain Lipietz, no 31, abril de 2001; Innovation et croissance, Robert Boyer
y Michel Didier, no 10, 1998.
• Más que la proximidad geográfica, es la proximidad relacional de los actores la que
determina la amplitud de las externalidades de conocimiento (Madiès, Prager, 2008).
Así, como lo indica Pauline Gandré24, las ayudas más eficaces son las que tienen que ver
con el entorno territorial de las empresas y con el mejoramiento del tejido de
conexiones entre los diferentes actores del proceso de innovación.
• El modelo francés de la investigación privada permite sobre todo el desarrollo de las
empresas que corren los menores riesgos. La organización financiera francesa conduce
a una preferencia por proyectos más patrimoniales que empresariales (Betbèze, Saint-
Étienne, 2006).
• La innovación requiere que se desarrollen redes de empresarios que compartan su
experiencia con las empresas nacientes (Chertok, de Malleray, Pouletty, 2009).
• Un tejido empresarial denso y activo requiere que se valorice el papel del empresario
en el sistema educativo (Betbèze, Saint-Étienne, 2006).
• La financiación privada a escala local de las empresas de tamaño mediano favorece la
aparición de procesos originales de innovación a nivel del territorio. El capital de riesgo
es un poderoso acelerador de la innovación y la orienta hacia la innovación de ruptura
y hacia los nuevos productos (Glachant, Lorenzi, Trainar, 2008).
• La innovación es un concepto amplio que va más allá de los aspectos estrictamente
técnicos y abarca el cambio organizacional, comercial, incluso financiero. El modelo
lineal es cosa del pasado y el crecimiento endógeno (en el sentido que le daban las obras
—recientes en la época de publicación del informe n°10— de Aghion y Howitt, Guellec
8
y Ralle, Romer, Krugman y otros) tiene un poder explicativo del crecimiento superior
al de las teorías anteriores (Boyer y Didier, 1998).
24
Pauline Gandré, « Hétérogénéité de l’entrepreneuriat, réseaux sociaux et qualité de l’initiative locale
dans les territoires ».
25
Cf. complemento A: Marc Giget, « Dynamiques historiques de l’innovation: de la Renaissance à la
sortie de crise », informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
comunicación y la inteligencia) para subrayar el lugar que ocupan las ciencias
cognitivas en la combinación ganadora de ciencias y tecnologías del mañana. Es en esta
combinación donde encontraremos los medios para salir de la crisis.
La Europa de hoy vive de lo aprendido durante la última ola, que se remonta a los años
1870-1913. Al parecer, ha sabido mantener su posición, puesto que la mitad de las
empresas del S&P 500 son europeas. Pero, de hecho, ha retrocedido: sus fuerzas están
únicamente en los campos tradicionales, y todas las firmas europeas clasificadas en la
cabeza del pelotón nacieron hace un siglo. La clasificación se explica por el hecho de
que las firmas americanas y asiáticas se desempeñan con mucha más facilidad en los
mercados emergentes que en los mercados estructurados, donde las empresas
europeas muestran un excelente desempeño26.
Francia no es la excepción. Le resulta bien difícil mantenerse a flote. De hecho, ha sido
eliminada en campos muy innovadores, como el de los productos electrónicos para el
gran público, en cuya producción fracasó totalmente, pasando de tener en estos
mercados considerables una situación poco satisfactoria (importaba las dos terceras
partes de su consumo) a tener una situación desastrosa (importa el 100 %). Por
fortuna, su posición es mejor en el terreno de la economía digital (software y
contenidos) y en el de la distribución de productos de consumo para el gran público
(considérese, por ejemplo, el éxito de Oxylane-Décathlon o de L’Oréal).
Estas dificultades pueden explicarse por la forma de la ayuda pública, que va dirigida
masivamente a las primeras etapas de la innovación, es decir principalmente a los
grandes proyectos, mientras que los retos, las dificultades y los intereses se encuentran
9
más bien en las etapas finales (distribución y logística); además, los avances decisivos
se obtienen gracias a innumerables innovaciones realizadas por una multitud de
empresas de todos los tamaños, con muy diversos modelos de negocios, y una de las
características es la toma de riesgos por la firma innovadora, la cual se atenúa cuando
el Estado es una de las partes interesadas o stakeholders. Por otro lado, se ha constatado
que los sectores de alta tecnología no son los más innovadores; en cambio, los sectores
de la química, la industria agroalimenticia, la siderurgia y los cosméticos han innovado
considerablemente en los últimos años 27.
Por último, dado que busca mejorar el estado de lo existente, la innovación puede
adoptar formas extremadamente diversas:
• hacer mejor: mejorar el rendimiento, la eficacia, la confiabilidad, la facilidad de uso;
• hacer de manera diferente, más simple, con otros métodos o a partir de otras materias
primas;
26
Miller, Côté, 2010.
27
Hay que reconocer que esta situación no ha evolucionado mucho: ya en 1998, en un informe al CAE
para presentar el informe del grupo dirigido por Robert Boyer y Michel Didier, Pierre-Alain Muet
escribía: “Francia se caracteriza por una mejor situación en investigación que en innovación, por el peso
de la financiación pública de la investigación y por la concentración de las intervenciones en algunos
sectores y grandes grupos”, y comparaba esta situación con lo que los autores llamaban “el milagro
americano”. Decía que Estados Unidos mostraba mejores resultados gracias a una “difusión de la
innovación en la economía en general, incluso en el sector de los servicios” (Boyer & Didier, 1998).
• hacer otra cosa, desarrollando sus competencias y sus medios para suministrar otros
bienes y servicios;
• hacer más rápido, reduciendo el ciclo de producción o ganando reactividad;
• hacer menos caro, optimizando el proceso, cambiando el diseño, reduciendo el
número de piezas;
• hacer conjuntamente, aumentando las sinergias internas, asociando a clientes y
proveedores;
• hacer más resistente, más seguro, más fácil de mantener, más durable, más liviano,
más reciclable, etc.
28
Porter, 1993.
29
Cf. infra, complemento de Thomas Durand, « Par-delà la R&D et la technologie: vers d’autres formes
d’innovation ».
capital, en la mayoría de los casos, para llevar a buen término las innovaciones, y ya no
para generarlas.
En un plano más general, lo que está en juego hoy en día, más allá de la empresa, es el
desarrollo sostenible: los desafíos que éste plantea son ambientales, sociales,
económicos y políticos y, además, están muy ligados unos con otros. Francia tiene la
capacidad de moverse con éxito en varios terrenos, mejorando su desempeño en el
sector de la alta tecnología con el fin de disponer de una industria poderosa y sostenible
con respecto a otros países que sólo cuentan con ventajas no sostenibles: mano de obra
barata, materias primas, por ejemplo. También tiene la capacidad de innovar de manera
singular, casi única, en campos en los que cuenta con unas ventajas indiscutibles en
términos de “calidad de vida”.
Todos los territorios han emprendido proyectos de desarrollo sostenible que
difícilmente darán resultados satisfactorios —en términos de control de la energía, de
emisión de gases con efecto invernadero, de uso de los espacios naturales, etc.— sin
múltiples innovaciones. Nos referiremos a las perspectivas revolucionarias que se
abren con la economía cuaternaria y la economía de funcionalidad30, así como con los
enfoques recientes en materia de urbanismo, construcción y agricultura31.
El desarrollo sostenible se ha percibido durante mucho tiempo desde su dimensión
ambiental únicamente, pero también son importantes sus aspectos económicos y
sociales32. Cuando se organizó en Francia el Congreso nacional del medio ambiente, y
no el del desarrollo sostenible en su globalidad, se corrió el riesgo de reprimir la
expansión. Habría sido necesario volver a las fuentes de un desarrollo en verdad
11
“sostenible”, no solamente duradero, es decir, negociado con una visión de largo plazo
entre los actores, entre las partes interesadas o stakeholders de los tres pilares:
ambiental, social y económico.
En efecto, llevadas al extremo, las reivindicaciones ambientalistas guiadas por el
principio de precaución pueden paralizar la acción. Cada vez hay más frenos
reglamentarios para la innovación, especialmente en materia de experimentación
animal o vegetal. Los cuestionamientos sobre los OGM y la investigación médica no
deberían impedir su estudio en el país, sabiendo que de todas maneras serán
desarrollados en otras partes. Y será difícil aumentar la producción agrícola si se
impone la limitación de reducir en un 50% los productos fitosanitarios de aquí al año
2018, como nos invita a hacerlo el grupo de trabajo Grenelle del Medio Ambiente.
30
Cf. complemento E: Nicolas Buclet, « L’économie de fonctionnalité : un moyen de repenser la relation
entre satisfaction des besoins et modes d’échange » y Michèle Debonneuil, « L’économie quaternaire,
nouveau modèle de croissance et réponse immédiate à la crise », informe CAE n°92, Compétitivité et
innovation dans les territoires.
31
Cf. complemento J: Pierre Chapuy, « Le développement durable, nouveau paradigme ou continuité? »,
informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
32
El desarrollo sostenible (informe Brundtland, 1987) es “un desarrollo que responde a las necesidades
del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de responder a las suyas”. Esta
es una traducción aproximada del concepto de “sustainable development”, que no se reduce a las
problemáticas ambientales (entornos naturales, contaminaciones, recursos, riesgos, calidad de vida,
etc.), sino que también comprende otros dos pilares, económico (el crecimiento) y social (la educación,
la salud y el respeto de las libertades de las personas en las empresas, la sociedad y el planeta).
Por su parte, las empresas demoraron mucho tiempo en comprender qué era el
desarrollo sostenible. La casi totalidad de los dirigentes acogieron el término como una
fantasía más de los ambientalistas anglosajones, que no merecía consideración por
parte de quienes trabajaban seriamente. Hacia finales de los años 1990, sin embargo,
algunas grandes empresas comprendieron que les convenía mostrar cierta sensibilidad
frente a este nuevo concepto, y encargaron su gestión a sus divisiones de comunicación.
Se dio un primer giro a comienzos de la década del 2000, con la ley sobre las nuevas
regulaciones económicas (conocida como NRE), que obligó a las empresas inscritas en
Bolsa a incluir en su informe anual los resultados de su gestión social y ambiental. La
aplicación de la ley no fue masiva ni entusiasta, pero gracias a ella las empresas
comenzaron a comprender todo lo que abarcaba la expresión “desarrollo sostenible”.
Los años 2000 constituyeron un período de aprendizaje para los dirigentes
empresariales. La publicación, en septiembre de 2010, de la norma ISO 26000 sobre la
responsabilidad societal de las organizaciones, marcará la culminación de una etapa
decisiva. Dicha norma mencionará específicamente los siete campos del desarrollo
sostenible: la gobernanza, los derechos humanos, las relaciones y condiciones
laborales, el medio ambiente, la buena práctica de los negocios, las relaciones con los
consumidores y el compromiso societal. Si bien al comienzo será una simple referencia,
cabe imaginar que con el tiempo irá adquiriendo autoridad. Recordando lo que sucedió
en el campo de la calidad, es probable que dentro de algunos años las empresas que no
tengan el sello ISO 26000 serán descartadas de las licitaciones, como lo son hoy en día
las que no cuentan con la certificación ISO 9000. 12
Toda limitación es una oportunidad, y el desarrollo sostenible es una oportunidad
extraordinaria que las empresas y los entes locales dinámicos deben aprovechar. Los
retos planteados por el reciclaje, la recuperación y el ahorro de energía son portadores
de respuestas innovadoras y rentables. En el campo de la alimentación y en la ética de
producción, la trazabilidad se impondrá y obligará a reforzar la proximidad y el
acortamiento de las cadenas entre el productor y el consumidor. Además, el desarrollo
sostenible habla de una producción local (¿por qué producir afuera lo que podemos
producir aquí sin costo de transporte ni emisión de CO2?). Se trata de una barrera no
arancelaria a las importaciones provenientes de países lejanos a bajo costo.
En cuanto al principio de precaución, su aplicación maximalista podría constituir un
freno preocupante para la innovación. Si antes de lanzar un producto o de empezar una
investigación o una experimentación, es necesario probar que ello no representa
absolutamente ningún riesgo, se corre un fuerte riesgo de paralizar la acción. No hay
acción sin riesgo.
Los desafíos en el terreno social
Los principales desafíos en el terreno social son la diversidad social, la convivencia
intergeneracional y la cohesión social.
En una época en que el envejecimiento de la población es una preocupación mayor en
ciertas regiones, el tema del dinamismo de los habitantes, unido a la diversidad social y
a la convivencia intergeneracional, adquiere una importancia capital. Algunos autores
han llegado incluso a afirmar que es en la importancia y el dinamismo de su “clase
creativa” donde está la diferencia entre los territorios que no tienen futuro y aquellos
que sí lo tienen33.
Una de las principales ventajas de un territorio es la armonía social. Su atractividad, es
decir, su capacidad para atraer personas y actividades a su suelo, es multifactorial.
Entran en juego el clima, la belleza de los paisajes, la facilidad de acceso, los servicios
públicos y privados ofrecidos, su costo, pero también otros factores más subjetivos,
aunque reales, como la calidad de las relaciones sociales, la intensidad de la vida
asociativa y otros elementos comprendidos dentro de un concepto más amplio: la
calidad de vida.
No es fácil delimitar el perímetro de esta última, puesto que en ella están incluidos
algunos bienes libres: el aire que respiramos, la luz del día, la armonía de las relaciones
cotidianas, el comportamiento respetuoso, la seguridad de los bienes y de las personas.
Una vez que estos se degradan, la calidad de vida se derrumba. Algunos territorios del
Occidente de Francia se volvieron atractivos para poblaciones de pensionados, pero
también para jóvenes empleados, obreros o mandos medios que huyen de Île-de-France
y van a establecerse en ciudades y pueblos donde el precio de los arriendos es menos
elevado y las condiciones de vida son mejores.
El costo de vida es, ciertamente, un criterio ambivalente: un costo de vida bajo
contribuye a la atractividad de un territorio, pero un territorio muy atractivo se
caracteriza por tener costos de vida más altos, por lo menos para vivienda. Estas
diferencias pueden traducirse en las remuneraciones, sobre todo en el salario mínimo,
que puede variar según los territorios34. Con esta evolución, la competitividad relativa
13
de los territorios puede modificarse, ya que aumentan las oportunidades para que los
menos favorecidos atraigan actividades sensibles al costo del trabajo poco calificado.
El desafío de la cohesión social atañe a barrios enteros de nuestras ciudades, cuyos
millones de habitantes están marcados por una forma de apartheid urbano, dado que
la convivencia social va desapareciendo a medida que progresa la tendencia de las
diferentes clases a vivir entre ellas mismas 35 . Sin embargo, la concentración de las
dificultades en las zonas urbanas sensibles no es una fatalidad. En Gran Bretaña, por
ejemplo, las poblaciones de un mismo origen viven en los mismos barrios. Pero en el
barrio indio de Londres conviven ricos y pobres, lo que es cada vez menos frecuente en
Francia. En los últimos años, Francia ha impulsado políticas voluntaristas, aunque a
menudo implícitas, de discriminación positiva. La ambición es generosa, pero los
resultados son tímidos y controvertidos. Algunos autores, como Malika Sorel 36 ,
sugieren incluso que tales políticas, criticadas en Estados Unidos, donde tuvieron su
origen, provocan sobre todo efectos perjudiciales, contrarios a los efectos buscados.
Es necesario lograr la integración exitosa de las poblaciones de inmigrantes, para lo cual
se requieren fuertes intervenciones públicas tendientes a corregir las tendencias
naturales del mercado a concentrar las desigualdades y los poderes en los mismos
33
Florida, 2002, 2008.
34 Laurent Davezies propone desde hace tiempo que se estudie la factibilidad de establecer salarios
mínimos regionales.
35 Maurin, 2004.
36 Sorel, 2007.
lugares y en manos de actores más preocupados por un beneficio a corto plazo que por
un desarrollo armónico a largo plazo.
Otro desafío importante es la educación de los jóvenes provenientes de los sectores más
desfavorecidos. “No hay más riqueza que las personas educadas, realizadas y
portadoras de proyectos en una sociedad de confianza37”, y bien se sabe que uno de
cada cinco jóvenes al comenzar su educación secundaria no sabe leer y escribir
correctamente. Europa sufre de un déficit demográfico, pero Francia, además, sufre de
un sistema educativo en el cual fracasa un 20% de los jóvenes, una parte de los cuales
se demora varios años en encontrar un empleo (se requieren siete años para que una
generación nueva que ingresa al mercado laboral alcance el índice de empleo de sus
mayores).
El 8% de los jóvenes de 16 a 25 años están desempleados. Sin embargo, comparando
este porcentaje con el 40% de los miembros de este grupo de edad que pertenecen a la
población activa, el índice de desempleo en este grupo es de 20%. De manera más
positiva, se puede también deducir que más del 60% de los que fracasaron en su
escolaridad por no dominar los conocimientos básicos, demostraron que, a pesar de
todo, podían insertarse en el mundo laboral.
El apartheid urbano se fortalece en nuestras megalópolis, y el mapa escolar no
contribuye a la convivencia y a la integración. ¿Cómo alcanzar un buen desempeño en
establecimientos escolares donde del 50% al 80% de los alumnos no hablan
fluidamente el francés? 14
Francia, lo mismo que Europa, debe preocuparse por el envejecimiento; en 2025, la
edad promedio de la Europa de veinticinco Estados38 será de 50 años, frente a 42 años
en la época actual, y a 30 años en los años 1960. Van a faltar 25 millones de trabajadores
activos en la franja etaria de25 a 49 años en la Unión Europea (dentro del perímetro
“Europa de 25”) y, por lo tanto, será tal vez necesario abrir las fronteras para responder
a las necesidades de mano de obra en numerosas profesiones. Los déficits cuantitativos
y cualitativos de profesionales serán cada vez más críticos, considerando además que
el desarrollo sostenible exigirá más competencias y una mayor polivalencia. Es de
temer, pues, que se ponga un freno al desarrollo de las innovaciones en numerosos
campos.
37 Godet, 2009.
38 Comisión de las Comunidades Europeas, 2005.
Sin ir hasta el decrecimiento pregonado por algunos, la conjunción de diferentes
factores —el envejecimiento de las poblaciones, los déficits públicos y sociales, el
encarecimiento de los recursos naturales cada vez más escasos y codiciados (agua,
energía, espacio…) y las exigencias derivadas tanto de los acuerdos Grenelle del medio
ambiente como de los compromisos europeos en la materia— contribuye a que las
perspectivas de crecimiento en Europa sean débiles.
Los déficits públicos ahondan el endeudamiento, y el incremento de este último debilita
el crecimiento 39 . Ahora bien, Francia tiene el índice de gasto público más alto de la
OCDE, después de Suecia. La diferencia es de 6 puntos del PIB con respecto al promedio
comunitario, es decir el equivalente a 120.000 millones de euros. Si bien la repartición
de las cargas entre el presupuesto público y el gasto privado puede contribuir a
moderar esta diferencia, se ha comprobado que existen márgenes de mejoramiento de
la productividad de los servicios públicos, cuya modernización supone una
reestructuración del gasto público. La excelencia de las administraciones es
indispensable para la excelencia de las empresas.
Para que esta modernización de la función pública sea posible, es necesaria una
reducción de personal, como en toda Europa, así como un mejoramiento de su
desempeño. La reforma de la Ley orgánica relativa a las leyes de finanzas (Lolf) podía
hacer pensar que ése sería el comienzo del camino para llegar a ese objetivo. Los
informes de la Cour des comptes y el análisis de François Écalle40 muestran que no
basta con reemplazar solamente uno de cada dos funcionaros que se jubilan para
modernizar los servicios públicos. Esta manera de proceder puede incluso deteriorar 15
su situación sin que por ello disminuya el gasto.
La deriva del gasto público lleva ya más de treinta años. En 1970, el gasto público
representaba el 40% del PIB. A mediados de los años 1990 se rebasó el límite del 54%.
A comienzos del siglo, la recuperación de la economía permitió aligerar
provisionalmente el barco, pero la crisis financiera de 2008 no permitió contener más
el déficit presupuestal. Con un déficit cercano al 8% del PIB en 2009, la economía tuvo
que ser tratada con morfina. Imposible saber en qué estado se encontrará el día en que
sea necesario, por razones de costo y de realidad económica, suprimir el remedio. Es un
largo período de rigor que los franceses deberán aceptar para evitar que el peso de la
deuda pública ahogue a las generaciones futuras: estimada en 22.500 euros por
habitante y en el triple por habitante activo, podría llegar al doble si se tienen en cuenta
los compromisos para los cuales el Estado no ha creado ninguna provisión (según las
normas contables IFRS).
El nivel de vida de las clases medias parece ser un nuevo desafío para el futuro. En
efecto, la clases medias deberán pagar la parte más importante de la factura, con el
riesgo de una pauperización que podría verse acentuada por las nuevas
reglamentaciones energéticas y ambientales. El valor de los numerosos bienes
39
Como lo mostraron empíricamente Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, en su análisis de los vínculos
entre el alza del PIB y los niveles de endeudamiento público en diferentes épocas y en 44 países
(Reinhart, 2009).
40
Cf. complemento V: François Écalle, « Les innovations organisationnelles dans les services de l’État »,
informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
inmuebles que ya no están conformes a dichas reglamentaciones será disminuido en el
monto de las sumas necesarias para su actualización. Se podría producir una
depreciación del capital de los hogares con bajos ingresos, una tercera parte de los
cuales son propietarios de su vivienda. La fluidez del mercado laboral, que depende,
entre otras cosas, de la movilidad de la población activa, también sufrirá las
consecuencias de la creciente dificultad y los plazos cada vez más largos para la compra
y venta de vivienda.
Los desafíos en el terreno político y organizacional
La innovación en los territorios no es separable de la innovación en las empresas. El
reto es el crecimiento económico, que no puede ser el único objetivo de un territorio,
pero que es imposible no buscar. De hecho, el crecimiento económico puede conciliarse
con la innovación social, y veremos que algunas empresas innovadoras en este campo
—como las sociedades cooperativas de producción (Scop) y de interés colectivo (SCIC)
y algunas mutualidades— también son actores de la vida local y viven en estrecha
simbiosis con su región. Un ejemplo espectacular es la multinacional cooperativa de
Mondragón, en el País Vasco español, con sus 100.000 asalariados repartidos en 260
entidades y sus 15.000 millones de euros en ventas41.
Las empresas innovadoras aportan al territorio impuestos locales y empleos, pero no
solamente eso. También aportan una población activa de jóvenes (y no tan jóvenes) que
viven y consumen en las proximidades de los talleres, fábricas y oficinas. Son
asalariados a quienes se les pide constantemente que mejoren sus conocimientos, que
den muestras de imaginación y creatividad, como lo veremos en el capítulo dedicado a
16
la innovación participativa. Es toda una animación que refuerza la atractividad,
especialmente para los jóvenes.
Un reto común a los tres “pilares” del desarrollo sostenible es el de la gobernanza. El
ejercicio del poder, los procesos de toma de decisiones, requieren innovaciones
importantes. En efecto, los cambios en materia de marco de vida y de desarrollo
sostenible son difíciles de imponer. Hay numerosos frenos que bloquean la innovación
mientras ésta no se convierta en algo normal o no se inscriba de manera definitiva en
un paisaje y un modo de vida. La transparencia y el debate, incluso la participación de
todas las partes interesadas o stakeholders en la decisión son factores de éxito42.
43
Citado en Mottis, 2007, p. 27.
En su mayoría, éstas llevan el sello del FSC (Forest Stewardship Council), organismo
mundial de certificación en silvicultura, del cual la empresa es miembro desde hace
quince años.
¡En todo esto no hay ni una onza de investigación fundamental, pero sí mucho de
materia gris invertida con constancia durante más de medio siglo44!
44
Con respecto a la necesaria duración, más adelante mostraremos los testimonios de Pascal Pellan y
de André Marcon (los cuales aparecen respectivamente en los recuadros titulados “Innovar en el
aprendizaje” y ”Saint-Bonnet le Froid”).
45
Philippe Askenazy y Julien Grenet, « Les managers connaissent-ils leurs entreprises? Les leçons de
l’enquête Réponse », Économie et Statistique, no 421, 2009.
de adquirir, acumular y explotar conocimiento. El arte de los “gerentes del
conocimiento” está en facilitar los aprendizajes individuales, velar por que la
constitución de los equipos y las condiciones de trabajo favorezcan la transmisión y los
intercambios en el grupo, y realizar la adaptación fina de las organizaciones al
mejoramiento de las competencias individuales, con el fin de intentar transformarlas
en competencias colectivas. Esta innovación en y por la organización, comúnmente
llamada “aprendizaje organizacional”, se hace (o no se hace...) según procesos
complejos. Algunos autores consideran que no puede ser producida directamente por
los individuos y que debe pasar por el nivel intermedio de las “comunidades”. Algunas
de estas comunidades son internas a la empresa; otras, más amplias, tienen un
funcionamiento “global”.
Las comunidades (de práctica) y la gestión del conocimiento
Una de las tareas más difíciles de realizar en un mundo en el cual siempre hay que
aplicar más y más conocimientos es la transmisión de estos saberes de manera
horizontal (en organizaciones con frecuencia estructuradas “en silos”) y de manera
temporal (entre las sucesivas generaciones). En su mayoría, los conocimientos pueden
ser codificados, conservados en forma escrita o digital, pero una parte del valor de las
organizaciones está en el saber hacer, en las habilidades aprendidas a través de la
experiencia, en el acceso a las redes sociales, es decir, en saberes que se van con el
individuo cuando éste cambia de actividad o se jubila. Nadie, hasta la fecha, ha logrado
resolver de manera satisfactoria este problema.
Después del aprendiz y el monitor, después de la gestión del conocimiento y otras
19
tentativas ambiciosas de formalizar los saberes tácitos mediante la modelización 46 ,
aparecen formas innovadoras, relativamente modestas pero prometedoras, de
compartir las prácticas y los saberes.
Una de las innovaciones más significativas de estos últimos años es la modalidad open
source para los programas de software. Puestos a disposición de todos los internautas
por algunos apasionados de la informática, cada cual puede, respetando simplemente
algunas reglas de buena conducta, mejorarlos por su propia iniciativa en beneficio de
todos. El ejemplo más célebre es Linux, un sistema operacional que compite con
Windows y que puede ser encontrado en el computador de un estudiante impecune,
pero también en los de numerosos ministerios (de Educación Nacional, de
Agricultura…), en los de la Alcaldía de París o, aún más sorprendente, en los de todas
las administraciones chinas. “La innovación, en este caso, no está únicamente en el
software, sino especialmente en la forma organizacional, es decir, en la capacidad de
definir una comunidad de expertos que reconocen las reglas de su compromiso mutuo.
En el caso de Linux, ya existía una comunidad, la de los usuarios de Unix, que se habían
comprometido a compartir conocimientos. La innovación de la modalidad open source
consiste en haber transformado esta comunidad en una unidad innovadora capaz de
colaborar para innovar47”.
46
Como el programa MKSM (método para la gestión del conocimiento), desarrollado en el CEA por Jean-
Louis Ermine (1996).
47
Mottis, 2007, p. 164 y 362.
Las comunidades de expertos como las que se han creado alrededor de Linux se
enmarcan dentro de lo que se ha llamado de manera amplia (y un poco vaga, pero esto
forma parte integrante de los modos de innovación de la Web) “comunidades de
práctica”. Son grupos de profesionales que comparten sus prácticas y sus
conocimientos en un campo determinado o sobre un tema común48.
Estos grupos se constituyeron no solamente en torno al software open source, sino
también entre algunos investigadores, que experimentan una necesidad vital de
intercambiar con sus pares de manera menos formal y más rápida que a través de
artículos de revistas científicas y coloquios: la publicación de un artículo requiere
meses, los coloquios no son muy frecuentes y no siempre permiten pasar tiempo con
las personas que nos interesan. Para multiplicar los intercambios entre colegas de una
misma especialidad, existen otros medios más informales, más amigables y más
rápidos. El medio más tradicional es reunirse en un club de la ciudad o departir durante
un almuerzo. Aunque está reservado para las personas que se encuentran dentro de un
perímetro limitado, lo citamos aquí porque la proximidad geográfica de los expertos es
un factor tan importante para las profesiones intelectuales como para las empresas que
hacen parte de clusters. De hecho, también lo citan los autores que estudian el
fenómeno de las comunidades de práctica49, y también los que trabajan sobre el tema
de la globalización, como Saskia Sassen, quien señala la importancia de la proximidad
física para los productores de servicios de alto nivel (juristas, por ejemplo): “Another
kind of agglomeration economy consists of the amenities and lifestyle that large urban
centers can offer the high-income personnel employed in the producer services” y
subraya el interés, para esos profesionales, de estar en el lugar donde puedan
20
intercambiar fácilmente con sus álter ego, trabajando eventualmente para firmas
competidoras o para empresas clientes.
Saskia Sassen afirma que “it is not just a matter of being a lawyer, but where it is that
you are applying these skills 50 ”. Para estos profesionales de alto nivel, el territorio
cuenta de una manera distinta a como puede contar para un novelista o para un
diseñador, quienes pueden trabajar en su computador en un café en Cerdeña o en el
balcón de un chalet austríaco…
Volveremos a tratar sobre la proximidad física y sobre la capacidad de un territorio para
ofrecer ocasiones y posibilidades de intercambios, así como un estilo de vida apreciado
por la “clase creativa”. Veremos que constituye a la vez una ventaja para el desarrollo,
a juzgar por los trabajos de Richard Florida 51 , y un verdadero desafío, ya que las
48
Wenger, 1998, 2000.
49
Wenger, 2000.
50
Saskia Sassen, 2001, p. 104.
51
Las tesis de Florida no gozan de aceptación unánime. Sin embargo, son interesantes y,
paradójicamente, algunas de las críticas que han recibido son mucho menos pertinentes en Francia que
en Estados Unidos, donde la verificación empírica de la formación de la “clase creativa” no siempre es
convincente. En efecto, muchos trabajadores intelectuales que pertenecen, según Florida, a la “clase
creativa”, llevan de hecho un modo de vida pequeño burgués (familia tradicional y una casa en barrios
residenciales en las afueras de las ciudades), lo cual no concuerda con los criterios del sociólogo.
acciones no son evidentes para una administración municipal, y los resultados sólo
pueden sentirse a mediano plazo52.
Pero existen hoy en día otras maneras de animar comunidades de práctica, gracias a las
redes sociales como Facebook, Linked-In y otras, y a las técnicas de comunicación como
Skype o Google Talk, además de los considerables recursos de Internet, con sus foros,
listas de difusión y otros espacios compartidos. Estos medios ofrecen posibilidades que
pueden parecer muy superiores a las del restaurante de sushi de la esquina, pero que,
de hecho, son complementarios y permitieron el desarrollo de las comunidades de
práctica en los años 1990.
Algunas empresas han comprendido que pueden sacar provecho de este tipo de
intercambio y de funcionamiento. En efecto, sectores cada vez más amplios de la
economía se basan exclusivamente en el conocimiento; para asegurar el progreso de
este último, la Web 2.0 (sobre la cual hablaremos más adelante) tiene un potencial muy
superior al de los seminarios de capacitación. En el interior de las comunidades de
práctica, los intercambios son más ricos… y se autogestionan. Por eso mismo, cuestan
muy poco. Puede ser que la empresa ayude al mantenimiento de un sitio, asigne unas
cuantas horas cada mes a un coordinador encargado de moderar los debates, financie
la edición de documentos, facilite el acceso a expertos reconocidos... esto le representa
sumas irrisorias comparadas con las costosas máquinas de la documentación y la
capacitación53.
En estos últimos veinte años se han realizado numerosos trabajos sobre el papel de las
comunidades en la fabricación, difusión e intercambio de conocimientos. Las
21
comunidades de práctica son las más espontáneas y desarrollan nuevos conocimientos
de manera indirecta, a través de sus “prácticas” cotidianas y los intercambios entre sus
miembros. Sin embargo, también pueden desencadenar una dinámica de “desarrollo
continuo de las capacidades de hombres y mujeres, independientemente de su
localización geográfica54”, y progresar hacia un proceso de innovación global. También
han comenzado a desarrollarse comunidades epistémicas, estructuradas para la
producción de nuevos conocimientos55.
¡Y, por supuesto, es en Internet donde se encuentran las prácticas más innovadoras, que
pueden sorprender a los defensores de la organización jerárquica tradicional!
52
Cf. complemento P: Stéphane Cordobès y Raphaëlle Ducret, « Le “territoire créatif”: nouveau modèle
ou utopie? », informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
53
Entre las empresas que promueven, incluso que estimulan las comunidades de práctica, están
Schlumberger, Hewlett-Packard, British Telecom, IBM Global Services, EDF-GDF, Renault, Veritas, Valeo,
BNP Paribas, Schneider Electric, Total, Airbus, etc.
54
Mottis, 2007, p. 167.
55
Cohendet et alii, 2003.
El IETF, una poderosa organización…
sin organización, sin soporte jurídico y sin jerarquía
Internet, la innovación más extraordinaria de fines del siglo 20 (en quince años, el planeta
pasó de 0 a 1.500 millones de individuos conectados), funciona con base en normas
elaboradas entre pares (peer to peer), con tres características inéditas en organizaciones
humanas de esta importancia (y de esta eficacia): 1) Nunca ha habido un jefe: las diez o
quince organizaciones que aseguran la gobernanza de Internet no están jerarquizadas. El
IETF (Internet Engineering Task Force), que se encarga de elaborar las normas técnicas de
la red, no tiene estructura jurídica. Es “una agrupación vaga de personas interesadas en el
tema”, una “actividad” de la ISOC (Internet Society), organización sin fines de lucro fundada
en 1992. 2) La mayoría de las personas que han hecho Internet lo hicieron sin recibir pago
por ello. 3) La toma de una decisión del IETF es un proceso en tres tiempos, sin ninguna
jerarquía ni prerrequisito. Primer tiempo: el que quiera proponer una norma (cualquier
persona) emite una RFC (request for comment); la única regla es que no se propone una
norma sin acompañarla de una muestra de un programa que indique que sí puede
funcionar y cómo lo hace. Segundo tiempo: durante dos meses se habla de ella en los foros.
Tercer tiempo: al cabo de dos meses, se hace la votación 56.
La ausencia de jerarquía “interna” en la organización no le confiere une independencia
absoluta. El poder intelectual y financiero de las grandes universidades americanas, la
dominación mundial de la lengua inglesa y la localización de los principales animadores de
Internet contribuyeron a que Estados Unidos lo hubiera convertido rápidamente en una de
las numerosas palancas de su “poder blando” (soft power)57. Qué mejor para probar la
importancia de la innovación, en un campo geoestratégico y a la vez económico… 22
En materia de aprendizaje, de un modo menos “global” pero, aun así, innovador, se
puede citar la dinámica iniciada hace un cuarto de siglo en Ploufragan.
Innovar en el aprendizaje:
El Campus de artes y oficios de Ploufragan, Côtes d’Armor
La historia del Campus de artes y oficios de Ploufragan comienza en 1986. En esa época,
la Cámara de artes y oficios (CMA) se disponía a cerrar sus cursos de reparación de
automóviles debido a repetidos fracasos. Los jóvenes y las empresas consideraban que la
oferta de capacitación ya no respondía a sus expectativas.
Sin embargo, antes de suspender los cursos, los responsables de la CMA quisieron
comprender por qué estaba ocurriendo este divorcio entre el centro de capacitación, los
jóvenes y las empresas, y aceptaron hacerse un cuestionamiento.
Se reunieron con los profesionales y con la red de fabricantes de automóviles, quienes les
hicieron ver que la electrónica incorporada en los vehículos revolucionaría todo el sector
automotor, desde el diseño hasta la reparación.
56
« Comment Internet change nos organisations », conferencia de Serge Soudoplatoff en el CEDAP, 4 de
julio de 2008.
57
El poder blando, o soft power, teorizado por Joseph Nye (1990).
La CMA decidió entonces apropiarse de esta revolución tecnológica para crear un centro de
capacitación dedicado a las nuevas tecnologías aplicadas al automóvil.
El éxito fue inmediato. En unos meses, el centro se convirtió en la referencia nacional en el
campo del mantenimiento de automotores y, dos años después, obtuvo la calidad de polo
de innovación tecnológica.
Más tarde inventó un concepto original de “Vitrina del futuro” destinada, según explica
René Monory, creador del Futuroscopio, a facilitar el paso del presente al futuro.
La inauguración de esta primera vitrina por el presidente y gerente general de PSA dio un
brillo particular a esta iniciativa.
En asocio con la ANFA58, el programa de capacitación condujo a la creación de Véhipole y
de un centro de formación a distancia que cuenta, sólo para esta actividad, con unos treinta
colaboradores y elabora productos de formación y de evaluación por Internet para el
territorio francés y dieciséis países extranjeros. Una empresa localizada en Rumania, que
participa en los debates sobre el sector automotor, comenzó su traslado al sitio de Véhipole
a mediados de 2009.
Este “modelo” está siendo duplicado para el tema de la alimentación (Cité du goût et des
saveurs), de la construcción (Bâtipôle) y de los servicios (Servipôle), mientras se inaugura
próximamente la Universidad de los oficios.
Este programa original, que trata conjuntamente la formación y la investigación, servirá de
referencia a la futura Universidad de los oficios y la artesanía, que la APCMA 59 piensa
reproducir en cada región de Francia.
Fuente: Pascal Pellan
23
58
Asociación nacional para la formación automotriz.
59
Asamblea permanente de las Cámaras de artes y oficios.
60
Le Loarne y Blanco, 2009.
Este esfuerzo de innovación también puede hacerse en las fábricas. La innovación
participativa es el complemento indispensable de la innovación institucional, como lo
demostró brillantemente Toyota durante mucho tiempo 61 . El fabricante japonés
producía 30 automóviles y 300 camiones en 1948, año en que Charles Erwin Wilson,
presidente y gerente general de General Motors —que vendió ese año 2.146.305
vehículos en su principal mercado, Estados Unidos y Canadá62— pronunció esta célebre
frase: “Lo que es bueno para América es bueno para General Motors y viceversa”. En
2007 se había convertido en el primer fabricante de automotores en el mundo, gracias
al TPS (Toyota Production System), un sistema basado en el mejoramiento permanente
de los procesos (kaizen) mediante la innovación participativa. Eiiji Toyoda (sobrino del
fundador de Toyota) declaraba que “una de las características de los trabajadores
japoneses es que utilizan sus cerebros tanto como sus manos. Nuestros obreros nos
aportan un millón y medio de sugerencias cada año y el 95% de ellas son puestas en
práctica. El TPS se ha convertido incluso, bajo la pluma de sus admiradores, en el
“Thinking People System63”.
Después de Toyota, los fabricantes de automotores del mundo entero decidieron
estimular la innovación en sus fábricas. En Francia, Renault, por supuesto, hizo parte
de este esfuerzo, pero considerando, con ese leve desdén de los ingenieros franceses
por los operadores… que las ganancias eran más cualitativas, humanas y
organizacionales que contables 64 . Su competidor japonés, en cambio, considera que
gana en los tres aspectos.
Incluso si esta forma de innovación puede ser considerada “espontánea”, “emergente”, 24
para emplear el término que Henry Mintzberg aplica a la parte de la estrategia
empresarial que nace en el terreno, debe ser manejada con cuidado y debe ser
respetuosa de la población a la cual se le pide mostrar cualidades de observación y
creatividad. Por ejemplo, en un sector poco habitual, el de la hotelería, “el Plaza Athénée
fundó ‘talleres de creatividad’ que recogen todas las sugerencias de los empleados; en
seguida, una ‘célula de desarrollo’ ayuda a estos empleados a transformarlas en
propuestas sólidas para someterlas a consideración de la gerencia 65”. Nótese que la
‘célula de desarrollo’ se ubica antes de la presentación de la propuesta a la gerencia. En
una fábrica de automóviles, este trabajo de profundización y perfeccionamiento lo
hacen habitualmente los directivos de proximidad. En hotelería, donde la jerarquía no
tiene la misma función, la idea de confiar a unos especialistas relativamente autónomos
e independientes la tarea de perfeccionar la sugerencia es interesante.
61
Los contratiempos que experimentó la firma en las primeras semanas de 2010 muestran la dificultad
de mantener en el tiempo una estrategia ganadora, diversificando considerablemente los
subcontratistas, los lugares (y las culturas) de producción. En la cita de Eiiji Toyoda, vemos que habla de
los “trabajadores japoneses”, no de los americanos ni de los checos, cuyas fábricas fueron acusadas en el
sonado caso “del pedal del acelerador”. La excelencia es contingente…
62
Sloan (1963).
63
Hoseus (2008).
64
Cf. complemento H: Antoine Héron, « L’innovation participative dans les entreprises », informe CAE
n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
65
Mottis, 2007, p. 128.
En todo caso, aunque la competitividad de las empresas se deriva en primer lugar de la
innovación incremental, del kaizen, este modelo tiene sus límites. “A comienzos de los
años 1990, Japón tuvo que decidir hacer inversiones importantes en su investigación
pública para construir un nuevo modelo de crecimiento… que, de hecho, aún no ha
encontrado66”.
En materia de innovación continua, una nueva etapa culmina a mediados de los años
2000, con Google y, de manera más general, con la Web 2.0, que entrega a los
internautas una serie de servicios en perpetua evolución, que permanecen meses, y
hasta indefinidamente, en “versión beta”. Ya no se invita al asalariado, sino al usuario,
a innovar, lo que puede hacer simplemente identificando los fallos, o proponiendo
modificaciones para mejorar el programa. Es un cambio de dimensión, en dos aspectos:
en primer lugar, entre los miles o decenas de miles de usuarios, varios cientos tienen
competencias técnicas por lo menos iguales a las de quienes diseñaron el programa en
cuestión; en segundo lugar, la consulta del cliente o del usuario se convierte en una
práctica cada vez menos excepcional, entra a formar parte de la costumbre y puede
llegar a convertirse en una ineludible condición para el éxito. Algunas empresas nacidas
mucho antes de Internet, como Lego, el célebre fabricante de juguetes, comprendieron
el interés de las “comunidades de usuarios” y las convirtieron en un elemento de su
innovación en materia de mercadeo de producto. En los clubes Lego de “co-creación”,
el cliente puede diseñar nuevos productos utilizando las piezas existentes. Estas
creaciones son vendidas después por Lego: así, cada semana se venden a través de su
página en Internet 2.700 modelos. A un nivel industrial e internacional, es la misma
lógica que la de las empresas emergentes (start-ups) como Golden Hook o Trendy
25
Workshop, de las cuales hablaremos más adelante67.
Esta necesidad de participación del público en las decisiones que le atañen también está
ilustrada en la colaboración de Philippe Durance 68 , donde desarrolla el tema de la
problemática de las consultas y debates públicos.
Los pocos ejemplos que ya hemos dado muestran la importancia que tienen para la
innovación los vínculos sociales, la calidad de los intercambios y la confianza. Estas
66
Cf. infra complemento de Thomas Durand, « Par-delà la R&D et la technologie: vers d’autres formes
d’innovation ».
67
Cf. infra : « Une nouvelle donne: l’innovation 2.0 ».
68
Cf. complemento I: Philippe Durance, « De la décision politique à la décision publique: participation
des citoyens et innovation sociale », informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
características no siempre se encuentran en las empresas tradicionales, motivadas por
la obtención de beneficios y estructuradas en jerarquías rígidas. Han surgido entonces
fórmulas alternativas, construidas para que el funcionamiento, la regulación y el control
sean efectuados con medios más democráticos y para que, en la combinación
tradicional de la sociedad comercial —capital + trabajo—, sea el trabajo el que domine
el conjunto69.
Entre las más sólidas de estas empresas alternativas están las Scop, Sociedades
cooperativas de producción, que nacieron como cooperativas “obreras” pero
terminaron por suprimir este adjetivo para reflejar la evolución de su población: cerca
de la cuarta parte de estas empresas están en el sector de los servicios a las empresas;
otra cuarta parte, en el sector de la construcción y las obras públicas; un 20%, en la
industria(20%); un 12%, en el comercio, el alojamiento, el transporte y la restauración,
tomados conjuntamente; y ninguna de las demás ramas supera el 10%.
En cinco años, el número de Scop aumentó un 23%, y el número de sus asalariados, un
14%. Se podría decir, considerando la coyuntura, que esta forma de organización va
viento en popa. Pero la historia muestra que le es difícil imponerse. Las cooperativas de
producción representan el 0,15% de las empresas del sector del comercio que tienen
asalariados, y el 0,2 % de los empleos correspondientes. Un resultado frustrante para
una verdadera innovación social, que tiene más éxito en algunos países vecinos como
Italia, donde las cooperativas de asalariados cuentan con más de 830.000 empleados, y
como España, donde el grupo vasco Mondragón, por ejemplo, tiene 93.000 asalariados
y facturó cerca de 17.000 millones de euros en 2008 70. ¿Qué peso pueden tener, a su 26
lado, las más grandes Scop francesas: ACOME, con sus 360 millones de euros en ventas
y sus 1.400 asalariados, o el grupo Chèque Déjeuner, con una facturación de 240
millones de euros y 1.700 asalariados?
A pesar de mostrar resultados cuantitativos poco convincentes en un país que finge dar
prioridad a la solidaridad y a la democracia por sobre la “codicia”, en estos últimos años
han aparecido proyectos innovadores que amplían la paleta de los posibles, para
quienes quieren hacer empresa de otra manera: la Sociedad cooperativa de interés
colectivo (SCIC) y la Cooperativa de actividad y empleo (CAE).
69
Cf. complemento F: Marc Mousli, « Les Scop, un modèle d’innovation sociale séduisant et imparfait »,
informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
70
Cf. complemento G: Philippe Durance, « Mondragón, une multinationale coopérative », informe CAE
n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
Al ser cooperativa, respeta las reglas correspondientes: implicación de todos los
socios en la vida de la empresa, toma democrática de las decisiones en asamblea general
según el principio de un (1) voto por persona, las utilidades se mantienen en la empresa
en forma de reservas no susceptibles de reparto, lo cual garantiza su autonomía y
perennidad.
La flexibilidad de las reglas de las SCIC facilita la participación de actores muy
diversos y hace de esta sociedad una herramienta práctica y democráticamente
controlada de asociación público-privado.
Menos de diez años después de la promulgación de la ley, se habían creado 150 SCIC
(lo que no es mucho), de las cuales 14 eran Scic HLM, es decir, con un estatuto adaptado
al sector de la vivienda social, que facilita las asociaciones en torno a proyectos locales
para promover la vivienda de los hogares modestos, y se apoya claramente en el interés
colectivo, lo que no necesariamente se menciona en una Scp de HLM o en una Scla71.
27
La Cooperativa de actividad y empleo (CAE )
La CAE es un marco económico, jurídico y social que permite el ejercicio en común
de actividades diversas, con el fin de garantizar su gestión confiable y mutualizada.
Se adapta bien a personas que quieran crear una actividad o a trabajadores
independientes que quieran agruparse.
La CAE tiene dos funciones. La primera, bastante tradicional, es la de acompañar
a los creadores de empresa. Puede ayudar a quien tenga un proyecto a crear su
empresa en buenas condiciones, puesto que desde el primer día goza del estatuto de
asalariado, con un contrato a término indefinido, y dispone del acompañamiento y
apoyo de los especialistas de la estructura hasta que pueda volar con sus propias alas.
Los entes locales y regionales subvencionan este acompañamiento, como lo hacen
con muchas estructuras de ayuda a la creación de empresa.
La segunda función de la CAE es la de una “empresa colectiva” que mutualiza los
servicios que son comunes a varios empresarios-asalariados. Asegura la gestión de
las actividades que desarrolla internamente (facturación, pago de nómina,
declaraciones fiscales y sociales, etc.), da soporte a su responsabilidad jurídica y
comercial, y lleva mensualmente una contabilidad (estado de resultados y balance)
y un flujo de caja individualizado por actividad.
71
Scp: Sociedad cooperativa de producción de Hlm; Scla: Sociedad cooperativa de arriendo-atribución.
Estos son dos formas corrientes de sociedades de HLM.
El empresario es al mismo tiempo asalariado de la CAE y propietario de su
actividad, la cual ejerce bajo su propia marca. Contribuye a la cobertura de los gastos
comunes de la CAE. Al final del ejercicio, los mecanismos cooperativos permiten
mutualizar una parte de las utilidades.
Cuando la actividad alcanza un nivel en el que se puede considerar que es viable y
perenne, el creador puede elegir entre ser independiente y fundar su propia
empresa, individual o colectiva, o consolidar su empleo en el seno de la cooperativa
haciéndose socio de ella.
Esta forma de asociación ofrece numerosas ventajas. Da seguridad al empresario,
quien goza de la cobertura social de un asalariado y puede contar con la ayuda y el
apoyo de los especialistas de la CAE en caso de alguna dificultad, ya sea financiera,
administrativa o técnica. Nunca está aislado y, si llega a necesitar refuerzos para un
contrato que supere sus propias competencias, le queda fácil encontrar en la
cooperativa profesionales que estén dispuestos a trabajar con él, a quienes conoce y
en quienes confía.
72
Hurstel, 2009.
73
Hace unos diez años, Jeremy Rifkin (2000) ya describía la “nueva era” que él vislumbraba, donde
cobraba importancia el papel de las redes, donde los intercambios de bienes cedían el paso a los servicios
y donde el “acceso” (o el uso) reemplazaba la propiedad.
economía cuaternaria y la innovación en el sector de los servicios a la persona74, y la
otra, por Nicolas Buclet: la economía de funcionalidad75.
Michèle Debonneuil muestra el interés potencial de las aplicaciones de una forma de
economía que ella denomina “cuaternaria 76 ”, que consiste en aprovechar las
posibilidades que ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)
para satisfacer las necesidades de los consumidores, poniendo temporalmente a su
disposición bienes y personas en todos los lugares de vida.
De manera similar, la economía de funcionalidad busca mejorar la manera en que el
consumidor consume los bienes y servicios, haciéndole ofertas que no le impongan
comprar lo primero para beneficiar de lo segundo. Se trata, pues, de reemplazar la
posesión por el uso. No se venden objetos, sino el resultado esperado de su utilización:
una temperatura de 20°C en el apartamento, en lugar de un aparato para calefacción o
para enfriamiento del aire; kilómetros recorridos, en lugar de un automóvil, etc.
En los sectores donde ya se ha desarrollado, la economía de funcionalidad está dando
resultados bastante buenos: en Europa, Michelin ha equipado 270.000 camiones con
neumáticos que no se venden al transportador, sino que están sujetos a una tarifa por
kilómetro recorrido. La fórmula se aplica a través de un contrato de mantenimiento por
parte del industrial. Gracias a la atención constante que presta el fabricante a la
evolución de sus productos, y a diversos progresos técnicos que, en algunos casos, han
sido el resultado de las observaciones y experimentaciones al natural que es posible
realizar, la vida útil de los neumáticos se ha multiplicado por 2,5. 29
Xerox, otro prestador de servicios innovador, que pone a disposición de sus clientes
máquinas fotocopiadoras e impresoras con un contrato de alquiler-mantenimiento,
también se ve motivado a innovar gracias a este sistema. Siempre está buscando, por su
propio interés, la manera de simplificar los componentes de sus máquinas, y reutiliza
el 90% de ellos incorporándolos en equipos “remodelados”.
Del mismo modo, Air liquide vende un servicio completo de suministro de nitrógeno
líquido, que ella misma administra hasta el punto de utilización en la planta de su
cliente. El reabastecimiento se hace sin la intervención de este último: la instalación de
gas está equipada con un sistema de telemetría que registra el nivel de producto y
transmite la información a Air liquide, y éste pone en marcha un despacho cuando se
alcanza el umbral mínimo.
La economía de funcionalidad y la economía cuaternaria pueden introducir una
verdadera ruptura en una sociedad francesa aún muy marcada por la propiedad
privada, donde el individuo manifiesta poco respeto por aquello que no le pertenece.
Michèle Debonneuil señala que, en efecto, el desarrollo de las TIC facilita doblemente
74
Cf. complementos D y S: Michèle Debonneuil, « L’économie quaternaire, nouveau modèle de
croissance et réponse immédiate à la crise »; « L’innovation dans les services à la personne », informe
CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
75
Cf. complemento E: Nicolas Buclet, « L’économie de fonctionnalité: un moyen de repenser la relation
entre satisfaction des besoins et modes d’échange? », informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans
les territoires.
76
Debonneuil, 2007.
esta transformación de los modos de consumo y producción: por una parte, con las TIC
resulta fácil localizar objetos “comunicantes”, dirigir y controlar aparatos, hacerles
mantenimiento y registrar consumos a distancia; por otra parte, la civilización Internet
y el software open source, la economía de lo gratuito77, favorecen la evolución rápida
de las mentalidades. Así, es de esperar que los comportamientos también evolucionen
y que cada usuario termine por utilizar los equipos que no le pertenecen “como un
diligente padre de familia”, tal y como obliga al arrendatario el artículo 1728 del Código
civil francés.
Estas fórmulas, sin embargo, no presentan solamente ventajas, ya que confieren al
proveedor un fuerte poder, asimilable a un monopolio de hecho, sobre el consumidor,
quien no tiene acceso alguno al proceso de producción del servicio que está utilizando.
El costo de salida resulta entonces muy elevado y el cambio de proveedor puede ser
difícil.
Es más fácil manejar las relaciones entre empresas (B to B) —donde se encuentran los
más bellos ejemplos exitosos de la economía de funcionalidad— que las aplicaciones
dirigidas al gran público (B to C), terreno privilegiado de la economía cuaternaria. Un
ejemplo muy difundido por los medios de comunicación es el del autoservicio de
bicicletas (VLS por sus siglas en francés).
Ecologistas críticos
Por su parte, algunos ecologistas radicales denuncian “operaciones de imagen muy
costosas y con resultados por lo menos discutibles en materia de transferencia modal y de
huella de carbono. Los ambientalistas calcularon la huella de carbono del autoservicio de
bicicletas y no la encontraron muy convincente: las estaciones y las bicicletas requieren
77
Anderson, 2009.
mucha electrónica para su operación, lo cual produce fuertes emisiones de gases con efecto
invernadero, y el sistema utiliza camiones en todo momento para equilibrar el número de
bicicletas en las estaciones”.
Y, aunque parezca paradójico, se declaran a favor de los bienes privados: “Se debe
fomentar el uso de la bicicleta particular, mediante políticas de comunicación y de gestión
eficaces, así como de una adecuada planificación de las vías78”.
80
Cf. complemento E: Nicolas Buclet, « L’économie de fonctionnalité: un moyen de repenser la relation
entre satisfaction des besoins et modes d’échange? », informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans
les territoires.
81
Cifras de 2008. Insee, octubre de 2009.
necesariamente permanecer allí), se comprende que exista un flujo importante de
“turistas” que, de hecho, están sólo en tránsito.
Allí es donde deberían entrar en juego la creatividad y la innovación: cómo convencer
a estos viajeros de detenerse algunos días… El buen comerciante es aquel que
transforma en comprador al transeúnte que entra en su almacén… ¡y son miles los que
entran en el almacén Francia! Y la creatividad resulta aún más necesaria en estos días
en que el progreso técnico puede hacerle contrapeso a este objetivo: el tren de alta
velocidad y los viajes aéreos a bajo costo traen más visitantes, pero también les
permiten acortar su estadía: con Eurostar, un aficionado al arte puede viajar de Londres
a París para ver una exposición, almorzar en un restaurante afamado, caminar una o
dos horas en los barrios pintorescos o comerciantes de la capital francesa, sin
convertirse en un turista según la definición internacional, porque habrá vuelto a su
casa esa misma noche. ¿Cómo, para hacer que se quede una o dos noches, jugar con
otros motivos diferentes de los atractivos turísticos tradicionales?
82
Cf. complemento U: Jean-Luc Michaud, « Le tourisme, élément clé de la dynamique des territoires »,
informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
83
Cf. infra, complemento de Laurent Davezies, « Quels gisements de croissance dans les territoires? ».
Para hacer una amplia cosecha de innovaciones de todo tipo, basta con pasar unas
cuantas horas navegando en Internet. La herramienta está en sus comienzos, pero
muchos jóvenes creativos se han apoderado de ella. Desde hace unos cinco años, el
paradigma reinante es la Web 2.0, una innovación de contorno impreciso que entra bien
en nuestro marco, puesto que su aspecto tecnológico es bastante secundario. La
expresión fue utilizada por primera vez por Tim O’Reilly, en un artículo de septiembre
de 2005 (« What is Web 2.0? ») donde el autor redefine Internet —considerado hasta
entonces como un medio de comunicación— como una plataforma en la cual
diseñadores, comerciantes y usuarios hacen intercambios sin ningún tipo de jerarquía
y con papeles vagos, ya que el comprador puede ser a la vez diseñador o vendedor, el
lector se transforma en periodista cuando es necesario, y los “posts” o comentarios,
versión moderna del “Correo de los lectores”, se convierten en el atractivo principal de
la gran mayoría de blogs84… e incluso de los portales de numerosos diarios y revistas.
Secret Défense
(http://secretdefense.blogs.liberation.fr/defense/)
El blog de Jean-Dominique Merchet, sobre la página en Internet del diario Libération, es un
monumento de sociología militar, y su audiencia entre las fuerzas militares es
incomparablemente más importante que la de cualquier publicación del Ministerio de
Defensa.
A título de ejemplo (tomando al azar algunos artículos publicados la semana anterior a la
redacción del presente recuadro), el 7 de diciembre de 2009 J.-D. Merchet publicó una nota 35
de cinco líneas titulada “Las ‘vivas inquietudes’ del personal del Ejército”, donde citaba una
acta cualquiera de una reunión del Consejo de la función militar en tierra (CFMT). Noventa
y nueve lectores escribieron comentarios. El 11 de diciembre, un artículo de veinticinco
líneas (en una columna estrecha) sobre el primer vuelo del futuro avión de transporte
militar europeo Airbus A400M provocó noventa reacciones, la mayoría de ellas tres veces
más largas que el artículo. Una noticia con un título tan poco atractivo como “La Fuerza
Aérea de los Estados Unidos revela su drone secreto: ¡es un RQ-170 Sentinel!” (5/12/2009)
provocó veinticuatro comentarios, desde el más técnico hasta el más pasional, algunos de
ellos con vínculos a otros artículos publicados por varios diarios extranjeros.
La riqueza de las enseñanzas que se pueden sacar de la utilización de este tipo de páginas
en Internet ha llevado a Serge Soudoplatoff a decir que, en nuestra época, hay que tener
dinero para despilfarrar si se quiere pagar una encuesta de opinión…
84
Eso no es totalmente nuevo: una encuesta realizada hace algunos años para el diario Libération sobre
los motivos de compra demostró, para sorpresa de los redactores, que el atractivo principal del diario
era su sección Correo de los lectores.
comenzó con un minúsculo almacén en San Francisco— y pide al internauta que elija el
modelo y la talla de su morral, y que luego elija y combine él mismo los colores.
Algunos cibercomerciantes dan una participación aún mayor al internauta: después de
haber diseñado y comprado un suéter a través de la página en Internet de Trendy-
Workshop, el comprador-diseñador se transforma en proveedor virtual: si a otros
clientes les atrae el modelo, que es presentado en el almacén de la empresa, el “cliente-
diseñador” recibe una comisión del 5%85.
Otros van aún más lejos: Golden Hook86 ofrece al consumidor fabricarle sobre medidas
su gorro o bufanda, permitiéndole elegir no solamente los colores, la puntada y el
material (lana, angora, cachemira o alpaca), sino también la “abuela” que lo tejerá. A la
relación vendedor/comprador, se agrega la relación con las proveedoras: para ellas,
tejer es un pasatiempo que se convierte en fuente de ingresos, con una dimensión
adicional de vínculo social. En efecto, se motiva a las “tejedoras” a reunirse en “veladas
de tejido”, y los clientes pueden, a través de la página en Internet, enviar mensajes a
“su” abuela.
No vamos a pronunciarnos sobre el futuro de estas innovaciones, pero sí reconocemos
que ilustran bien la tendencia a la desaparición de las fronteras entre los diferentes
actores, marcando un progreso significativo con respecto a las páginas de comercio
tradicionales (Amazon, Fnac, eBay o PriceMinister…). Los usos de Internet constituyen
hoy en día una prometedora fuente de innovaciones que no se asocia espontáneamente
con los territorios. Pero el ejemplo de las “abuelas tejedoras” de Golden Hook nos
muestra cómo podrían tejerse asociaciones entre la empresa emergente (start-up) y
36
algunos municipios o asociaciones locales que necesitan nuevas animaciones —no
solamente gratuitas sino también rentables— para sus pensionados.
93
Referimos el punto de vista de Christian Blanc. El presente informe completa ese punto de vista con
la afirmación de que la innovación tecnológica, muy al alcance de grandes países como China, India o
Brasil, no será suficiente, y que será absolutamente necesario complementarla con otra innovación,
diferente de la que se da en el terreno de la alta tecnología.
94
En una literatura abundante se puede citar el hermoso libro de Lucio Fabi (1992), que cuenta la
historia del “Triángulo de la Silla”, en la región de Friuli, desde la segunda mitad del siglo 19 hasta finales
del siglo 20.
Michael Porter, profesor de Harvard, se sitúa en la misma línea de Marshall, con sus
trabajos sobre los clusters 95 . Porter introduce en sus modelos los centros de
investigación y analiza los fenómenos de cooperación y de competencia, con su
herramienta clásica de las “fuerzas” (firmas competidoras en el sector, proveedores
especializados y clientes), complementada con el papel que desempeñan quienes
aportan habilidades y conocimientos —prestadores de servicios, universidades,
normalizadores—y, a pesar de las concepciones muy liberales de este ex asesor del
Presidente Reagan, con el papel del Estado, ineludible cuando se trata de territorios.
El credo de Porter es que mientras más encarnizada es la competencia, más se ven las
firmas motivadas a superarse, y más oportunidades tiene el cluster de prosperar.
95
Porter, con sus estudiantes, lanzó en 2002 un gran programa, denominado Cluster Mapping Project
(Proyecto de descripción de los clusters), que recoge una masa considerable de datos sobre todos los
clusters americanos. En 2006, lo extendió al mundo entero. Se puede consultar el Cluster Mapping Project
en la página en Internet del Institute for Strategy and Competitiveness (http:// www.isc.hbs.edu).
96
Cf. complemento M: Bernard Pecqueur, « Le territoire comme entité d’innovation et de mobilisation
des populations face à la mondialisation des échanges », informe CAE n°92, Compétitivité et innovation
dans les territoires.
sus competidores en estos campos. Se trata de una situación de “coo-petencia”, que sólo
puede resultar exitosa en circunstancias especialmente favorables (costumbre de
trabajar conjuntamente en proyectos menos sensibles, confianza entre los equipos de
trabajo, respeto mutuo entre los directivos, etc.).
Esta dificultad para compartir conocimientos vitales se multiplica cuando las empresas
son de muy diferente tamaño, lo que ha dado lugar a críticas y polémicas sobre la
situación de las empresas pequeñas y medianas (PME) en los polos.
97
Cf. complemento Z: François Guinot, « Les Instituts Carnot, un dispositif original de recherche partenariale »,
informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
“fragmentación de los saberes”. El segundo es el desarrollo de la innovación abierta, la
open innovation: el industrial compra las ideas que puede aprovechar, así como las
patentes con las cuales espera “innovar” sensu stricto (es decir, sin haber participado
él mismo en la investigación), y vende o subcontrata con socios el desarrollo de aquellas
que ha registrado pero que él mismo no puede utilizar, por carecer de los medios
necesarios o de la oportunidad. También puede externalizar su I&D98 u organizar un
“ecosistema”, compartiendo un campus, una incubadora o cualquier otra estructura con
otros actores que tengan centros de interés más o menos cercanos a los suyos99. Thomas
Durand presenta en su colaboración una visión aún más amplia de la innovación abierta,
que consiste en ir más allá de los actores tradicionales de la innovación y “nutrirse de
las diferentes fuentes de ideas y de habilidades accesibles en el mundo entero para
innovar”, saliendo a buscar “ideas y habilidades” y “esforzándose por movilizar la
inteligencia, la inventiva y el conocimiento humano, vengan de donde vengan 100”, en
particular con la herramienta Internet.
98
Sachwald, 2008.
99
Chesbrough & Garman, 2009.
100
Cf. infra, complemento de Thomas Durand, « Par-delà la R&D et la technologie: vers d’autres formes
d’innovation ».
El desarrollo del territorio casi siempre goza del apoyo de instituciones públicas y privadas,
desde organizaciones profesionales de tipo consular o sindical hasta asociaciones con fines
socioeconómicos, políticos y culturales. En general, más allá de las habituales divergencias
en cuanto a la finalidad y de opinión, todos los actores individuales e institucionales
comparten un mismo sistema de valores y apoyan sus empresas y sus actividades.
101
Cf. complemento O: Marjorie Jouen, « Rôle et place des facteurs endogènes dans le développement
des territoires », informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
102
Cf. complemento T: Marc Mousli, « Vers un système de santé adapté à la France du XXIe siècle »,
informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
En los territorios, numerosas reglas jurídicas, administrativas y financieras
reglamentan la innovación social. La pregunta que hay que formularse es, pues, cómo
mejorar un determinado aspecto de la vida en el territorio, o cómo mejorar la gestión
local respetando las reglas globales pero haciéndolas evolucionar según las
necesidades.
103
En medicina general, la actividad de las mujeres es menor que la de los hombres (-25,4%): ellas
trabajan menos días (-10%) y realizan menos consultas por día (-19,6%) (Fivaz & Le Laidier, 2001).
colectivo, más cooperativo y más organizado de la medicina y de la atención en salud,
así como unas condiciones de trabajo que se ajustan a las aspiraciones de los jóvenes
profesionales. Además, estas innovaciones organizacionales facilitarían las
innovaciones tecnológicas y dejarían abierto el camino para implementar cambios
profundos, como dar prioridad a la prevención, con la herramienta del salario o del
pago por capitación. Hay bastante aceptación de estos cambios en cuanto a su principio;
la principal dificultad se ha encontrado en su implementación, para la cual las
autoridades responsables no han dado muestras de un saber hacer suficiente.
104
Cf. complemento R: Julien Damon, « Une innovation pour la politique sociale, la simplification par
unification et intégration », informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
objeto de un control sistemático, tuvo un resultado sorprendente: al año siguiente, el
66% de las personas señaladas no reportó a la CPAM ninguna ausencia del trabajo.
En el campo de la prevención, la caja, con su concepto de "Salud activa", llevó a cabo
numerosas acciones sobre los determinantes de la salud, entre otras, la creación de
talleres de acompañamiento terapéutico para sus asegurados.
105
Cf. complemento W: Claude Seibel, Yves Farge et alii, « Éducation et formation tout au long de la vie
au service de l’innovation dans les territoires », informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les
territoires.
innovaciones organizacionales y “de proceso” al servicio del desarrollo económico
territorial endógeno106.
La innovación consiste en el hecho de interesarse por los “proyectos durmientes” de las
empresas y formar eventuales creadores de empresa, poniéndolos a trabajar en esos
proyectos. Una de las particularidades del sistema es que se concentra en las personas
y en la adquisición de competencias, más que en el enfoque financiero o en el estudio
de mercado. En una escala modesta, este método es innovación abierta: la empresa
tiene una idea y encarga su desarrollo a una persona externa.
106
Cf. complemento X: Jean-Claude Bouly y Jean-Christophe Teobaldi: « Des “projets dormants” au
développement d’activités nouvelles: l’exemple du CNE », informe CAE n°92, Compétitivité et innovation
dans les territoires.
107 Héber Suffrin, 1992.
108
Van Den Abeele Maryannick, Le réseau d’échanges réciproques de savoirs, une innovation à La poste
Courrier, seminario « Vies collectives » de la École de Paris du management, sesión del 15/10/2009. El
acta de esta sesión se encuentra en la siguiente página en Internet: http://www.ecole.org
109
Cf. complemento Q: Laurent Gille, « Les industries de réseau dans l’innovation territoriale », informe
CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
Les territorios dependen fuertemente de las redes. En primer lugar, y sobre todo, de las
redes físicas estructurantes (carreteras, vías férreas, canales, puertos, cables, etc.): la
historia del ordenamiento del territorio está marcada desde su origen por la voluntad
de favorecer el desarrollo con políticas voluntaristas de desenclavamiento. Pero
también, hoy más que nunca, de las redes virtuales. Estas últimas han alcanzado un
nivel de desarrollo tan alto y han adquirido tanta importancia en nuestra vida
cotidiana110 que hay que preguntarse si siguen siendo herramientas (como lo vimos
arriba a propósito del turismo), “prolongaciones posibles de los territorios existentes”,
o si se han convertido, de hecho, en “nuevos territorios, por lo tanto, nuevos
competidores”.
Para los territorios “físicos”, esta pregunta implica retos capitales: se logrará o no
aprovechar estos nuevos espacios virtuales y reforzar la atractividad territorial
mediante la utilización innovadora de los servicios cada vez más numerosos e
integrados que ofrecen las redes.
113
Cf. complemento K: Jean-Michel Charpin y Bernard Morel, « La nouvelle attractivité des territoires »,
informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
razonado de la competencia entre las diversas funciones territoriales (producción,
vivienda, entretenimiento,…) en relación con el uso del suelo.
En su colaboración, Bernard Pecqueur señala que “no hay un modelo único, aun menos
un paradigma del desarrollo local. Cada éxito regional es una especie de milagro, un
nuevo hallazgo, difícilmente transportable, exportable o imitable: por ejemplo, muchas
regiones han intentado tomar como modelo el Silicon Valley o la Tercera Italia, pero los
imitadores han fracasado sistemáticamente. En cambio, la atmósfera114 —que, por lo
menos esquemáticamente, no es más que el producto de la vida social y de las
convenciones culturales— puede beneficiarse con una buena gobernanza local y, por
tanto, con la acción política. Así, una regulación social local y mecanismos informales
de coordinación pueden contribuir a las economías de aglomeración. Por regulación
social local entiendo todo lo que tiene que ver con la planificación urbana y regional,
con la organización del transporte y el equipamiento, con los servicios públicos y
privados, con la formación de la mano de obra o incluso con el marketing territorial. En
cuanto a la coordinación informal, corresponde simplemente a los habitus, a las
convenciones, a la cultura local”.
Más allá de estas prácticas de buena gobernanza local, Laurent Gille manifiesta que los
territorios no pueden, hoy en día, desentenderse del riesgo de dilución de su identidad
en los universos virtuales. Los territorios físicos deben poder ser “aumentados” (en el
sentido de la realidad aumentada) mediante el control de sus universos simbólicos de
identidad (denominaciones de origen geográfico, regiones, el pueblo…) en los espacios
virtuales y su desarrollo al servicio de la realidad física. “A partir de ahí, pensar en la 51
innovación territorial como la reapropiación y la utilización de estos universos
simbólicos —en forma de marcas, denominaciones, leyendas, ritos, juegos, etc.—
dentro del marco de servicios únicamente asociados a uno u otro territorio, puede dar
una pista de la innovación territorial. Hay quienes creen hoy que los universos
simbólicos e imaginarios serán uno de los motores de la innovación del mañana115”.
114
La noción de atmósfera se encuentra en Alfred Marshall (1906), p. 138, quien incluye, entre las
ventajas de la concentración, el hecho de que “los secretos de la industria dejan de ser secretos; de alguna
manera están en el aire y los niños aprenden inconscientemente muchos de ellos”.
115
Cf. complemento Q: Laurent Gille, « Les industries de réseau dans l’innovation territoriale », informe
CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
informaciones, de reunión de los saberes, en pocas palabras, del ‘general intellect’. Hoy
en día es virtualmente posible que la utilización de la fuerza de trabajo que posee cada
persona conduzca a un desarrollo fantástico de la autoactividad y que la riqueza ya no
necesite ser producida en empresas capitalistas con un capital fijo, una dirección, un
departamento de mercadeo, etc. Así, la demanda debe ser la de lugares de vida, de
actividades, de intercambios, donde las personas puedan producir, además de la
socialidad116, la riqueza, material e inmaterial”.
¡Qué bella definición de los territorios creativos, estos “lugares de vida, de actividades,
de intercambios, donde las personas puedan producir, además de la socialidad, la
riqueza, material e inmaterial”! ¿Cómo “producirlos”? André Gorz, filósofo de la ecología
política, tenía respuestas innovadoras para esta pregunta. Pero, sin adentrarse en
caminos utópicos, contentándose con los medios existentes de la acción pública, nos
parece que es posible transformar territorios ordinarios, o casi, en “territorios
creativos”, en lugares donde se expresen libremente la creatividad y la innovación.
116
Socialidad “Es la forma y el hecho de que los hombres se relacionan entre sí, organizan grupos y
movimientos, establecen normas de convivencia y protegen sus instituciones colectivas con
aportaciones individuales". Definición tomada de
http://servidor1.lasalle.es/catequesis2/S/SOCIABILIDAD.html. (N. del E.)
117
OCDE, PISA 2006.
En suma, podríamos decir que la creatividad, como dijo George Bernard Shaw del genio,
es “90% de transpiración, 10% de inspiración”. ¡Esto es una buena noticia para la acción
pública, que suele dar más espacio al trabajo que a la inspiración!
118
Dyer, Gegersen & Christensen, 2009.
Richard Florida119 integra en sus instrumentos de medición de la capacidad creativa un
“índice gay”: la presencia significativa de una comunidad LGBT120 es muestra de un alto
grado de tolerancia en un territorio e indica a todos (incluso a los creativos “straight”)
que allí se encuentran gentes de gran diversidad, personas originales, así como lugares
de reunión, de cultura, vida nocturna, bares, galerías y teatros121…
Con frecuencia es necesario, para innovar, disponer de una libertad que no es permitida
por las normas administrativas restrictivas. Gérard Barras, fundador de cooperativas y
dirigente empresarial (Ardelaine), quien tiene una larga historia de innovaciones en
numerosos campos, incluso en la educación popular, propone que se ofrezca un marco
de seguridad a los innovadores que llevan a cabo proyectos que, en algunos aspectos,
se salen de las normas administrativas. Este mecanismo, al que ha dado el nombre de
ECRIN (Espacio concertado de realización innovadora), consistiría en “sustituir la
tolerancia por una forma de ‘elasticidad reglamentaria’, en torno a una mesa de
negociación, un observatorio compuesto por miembros de derecho —representante de
la gobernación, alcaldes y personalidades de la sociedad civil— que concedería
capacidades al margen del derecho general, para un proyecto dado y de manera
provisional (renovables según resultados)122”.
3) La cultura, la sociabilidad, las ocasiones para los encuentros y la emulación
pesan más que las tradiciones y las costumbres de la población autóctona y que las
amenidades naturales, aunque estas últimas son útiles
El atractivo del lugar (clima, densidad de población, facilidad de alojamiento, naturaleza
agradable y accesible…), cuyo interés nos ha sido mostrado por Laurent Davezies,
54
puede ser desarrollado a voluntad, pero supone algunos elementos previos.
Stéphane Cordobes y Raphaëlle Ducret 123 plantean la cuestión de la existencia del
territorio creativo como “ecosistema complejo y autopoiético” que “se caracterizaría
por su capacidad para facilitar, generar, ser por y para la innovación”. Estos autores se
interesan por las manifestaciones más visibles de la creatividad: las artes vivas o los
lugares emblemáticos como el museo Guggenheim de Bilbao, obra maestra a la vez de
Frank Gehry y del ordenamiento del territorio a través de la cultura.
Si bien es cierto que los artistas, los arquitectos, los investigadores, los novelistas, los
poetas, los actores y los diseñadores forman —junto con algunos otros creativos de alto
nivel— el núcleo de la clase creativa (“the Super-Creative Core”, para emplear la
expresión de Richard Florida), es evidente que no constituyen la totalidad de la clase
creativa. Las innovaciones que nos interesan necesitan esa efervescencia cultural,
marginales pintorescos y lugares “off”, sabor de una creación más moderada pero
económica y culturalmente mucho más importante. Gracias a la celebridad de algunos
119
Florida, 2002.
120
LGBT: Lesbian, Gay, Bisexual, Transsexual.
121
Estas tesis son criticables… y de hecho son criticadas, especialmente por quienes defienden una
definición particularmente restrictiva de la creatividad, en las antípodas de la dada por Florida (cf.
Vivant, 2009).
122
Barras, 2008, p. 163.
123
Cf. complemento P: Stéphane Cordobes y Raphaëlle Ducret, « Le “territoire créatif”: nouveau modèle
ou utopie? », informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
y a la difusión de sus actividades por los medios de comunicación, a menudo hay barrios
enteros de las ciudades que viven al ritmo de la cultura y de la creación, donde “se
instalan galerías, salas de espectáculos o de conciertos o donde, simplemente, se abren
cafés124”, lugares que animan un territorio y lo hacen atractivo para estas poblaciones
jóvenes, educadas y profesionalmente dinámicas, en las cuales se encuentran
numerosos “manipuladores de símbolos”. También se encuentran allí, por supuesto,
muchos trabajadores de cuello blanco cuya actividad cotidiana está bien alejada del
hard-rock, del circo “contemporáneo” donde se hacen juegos malabares con
motosierras, y de las “instalaciones” de las artes visuales de vanguardia, aunque las
aprecian o les parecen divertidas.
Esta combinación de talentos, de tolerancia con lo atípico y de poblaciones con
capacidades creativas muy diversas es la que hace al territorio creativo. Stéphane
Cordobes y Raphaëlle Ducret hacen referencia en su colaboración a un “territorio
creativo” bien conocido, la ciudad de Pont-Aven a comienzos del siglo 20, con su grupo
de pintores, famosos y menos famosos 125 . Era un lugar pintoresco (arquitectura,
naturaleza, trajes…) que ofrecía mucha luz, un clima templado y, sobre todo, la
posibilidad de vivir fácilmente sin ser rico, alojándose en casa de los lugareños o en el
albergue Gloanec, donde la patrona servía platos abundantes y a buen precio. Pero si
Pont-Aven entró en la historia fue gracias a haber sido escenario de múltiples
encuentros entre creativos de todos los horizontes. A mediados del siglo 19 llegaron a
instalarse allí algunos pintores americanos, quienes invitaron a sus amigos, y estos a su
vez atrajeron a otros amigos. Cuando Gauguin se instaló en el albergue Gloanec, el grupo
de pintores existía ya desde hacía medio siglo.
55
4) Para un territorio, el desafío es lograr transformar la creatividad en innovación
creadora de valor agregado
Para un territorio, el desafío es lograr que despierte la animación aportada por las
vanguardias artísticas hipercreativas; éstas impulsan la innovación, la cual a su vez
estimulará el desarrollo. La innovación territorial, en el siglo 21, “se basará no
solamente, y en gran parte, en los universos simbólicos e imaginarios que identificarán
a los productos y servicios, sino también en los modelos de negocios que propondrán
los operadores de mediación (y de integración), de los cuales podrían hacer parte los
territorios126».
¿Cómo puede entonces un territorio transformar su atractividad natural en actividades
generadoras de valor, de empleo, de bienestar y de riqueza para sus habitantes? ¿Puede
el territorio decidir “ser creativo”? Un territorio como Pont-Aven no es creativo por
predestinación. Sólo puede reivindicar este título de manera legítima por haber dado
albergue a artistas altamente creativos durante varios decenios. Es obvio que no hay en
ese lugar (ni en ninguno otro) un “espíritu” propicio a la pintura. El fenómeno hubiera
124
Vivant, 2009.
125
Cf. complément P: Stéphane Cordobes y Raphaëlle Ducret, « Le “territoire créatif”: nouveau modèle
ou utopie? », informe CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
126
Cf. complemento Q: Laurent Gille, « Les industries de réseau dans l’innovation territoriale », informe
CAE n°92, Compétitivité et innovation dans les territoires.
podido producirse en Saint-Jean-de-Luz o en Sainte-Maxime… pero probablemente no
en Vierzon o en Gandrange, en el caso del arte pictórico.
Dicho lo cual, cabe preguntarse por lugares poco atractivos como Pittsburg, en
Pennsylvania, ciudad que tiene uno de los climas más destemplados de los Estados
Unidos (allí llueve uno de cada tres días, a lo largo de todo el año), pero donde está
situado el Carnegie Institute of Technology, que cuenta en su haber no menos de
diecisiete premios Nobel. Bajo el sol de California, le anteceden Berkeley y Stanford, con
veinte y veintiséis premios Nobel, respectivamente, puntajes de segunda si se les
compara con los de la pequeña ciudad de Cambridge, en un Massachusetts que no
cuenta con las ventajas de California: cuarenta y tres laureados para Harvard y setenta
y cinco para el MIT. Estas simples comparaciones ilustran el papel determinante de las
múltiples ocasiones para el encuentro y el debate, y de la concentración de los saberes.
La sola Universidad de Harvard ofrece más de setenta bibliotecas, puntos notables de
un conjunto de doscientos centros de documentación que, como es obvio, funcionan en
red.
¿Es Cambridge (MS) un “territorio creativo”? No parece haber ninguna duda en cuanto
a que la respuesta es “sí”. Se puede, por convención, llamar creativo a un territorio
donde hay muchos creativos… Es claro entonces el papel de los poderes públicos y de
todas las instituciones que trabajan por el desarrollo del territorio: ¡atraerlos! “Hay
unos pocos lugares que producen innovaciones. Tienen la capacidad de atraer talentos
del mundo entero, de producir conocimiento, y generan la mayor parte de la innovación
mundial127”. 56
5) Un territorio puede atraer talentos y hacer despertar otros si es generoso con los
creativos, amable con los extranjeros y tolerante con los atípicos
Para atraer y hacer despertar talentos creativos, hay que organizar la estimulación, la
efervescencia cultural, por todos los medios: teatro, cine, literatura, artes gráficas,
encuentros académicos y comerciales alrededor de eventos culturales regulares.
También se debe poner a disposición recursos atractivos y numerosos: bibliotecas,
librerías, museos, galerías, sitios de encuentro y de debate (cafés, salas de reunión,
universidades abiertas…). La relativa pobreza y, sobre todo, la falta de accesibilidad de
las bibliotecas universitarias y públicas francesas, con respecto a sus homólogas
americanas, es una verdadera desventaja… que quizás algún día será superada gracias
a Google y su biblioteca digitalizada mundial128.
Para pasar de la creatividad a la innovación, es necesario facilitar la presencia de los
llamados business angels, o inversores angelicales (privados o del sector terciario), y
de administradores para relevar a los creativos y transformar las ideas originales en
proyectos innovadores. ¡Google no habría tenido el éxito formidable que todos
conocemos si Sergei Brin y Larry Page no hubieran, al principio, usado y abusado de los
127
Florida, 2008.
128
Las largas filas de jóvenes que desean acceder a la BPI, en la acera de la rue du Renard, en el escenario
sórdido de la parte trasera del Centre Pompidou, recuerdan imágenes de la posguerra inmediata. El
presidente de la República, en sus palabras de bienvenida al año 2010, deseó para los docentes
“bibliotecas universitarias modernas, abiertas los siete días de la semana, de las 8 de la mañana a las diez
de la noche”. ¡Esperemos que se aplique en ello y que sea escuchado!
recursos informáticos de Stanford y, luego, aceptado trabajar con Eric Schmidt, quien
sabía administrar una empresa!
Se requiere también una atmósfera 129 de libertad y de tolerancia. Los creadores de
Google supieron conservar este lado excéntrico sin el cual Schmidt el administrador
hubiera podido desarrollar aplicaciones serias, pero sin esa pizca de genio loco que
seduce a la población de los geeks, esos fanáticos de la informática que son
consumidores y creativos a la vez.
Por último, la concentración de creativos potenciales está al alcance de muchos
territorios, con la condición de que promuevan y faciliten la llegada y la acogida de
numerosos universitarios y estudiantes extranjeros (30% de los fundadores de
empresas (start-ups) del Silicon Valley son extranjeros, en su mayoría de India u otros
países asiáticos).
6) Un territorio creativo es un territorio abierto, que absorbe las influencias, las
técnicas y las culturas que llegan a él del mundo entero
En su colaboración, Marc Giget nos recuerda que “en el Renacimiento, Europa emerge
como líder mundial gracias a su capacidad de innovación mediante síntesis creativa
humanista, pero las tecnologías que convergen en las innovaciones del Renacimiento
provienen de China, de India, de los países árabes y del Imperio bizantino (que las
transfirió al Norte de Italia antes de derrumbarse)”. Todas nuestras fábricas de
automóviles funcionan hoy en día con técnicas de producción y métodos de
administración copiados o derivados directamente del TPS (Toyota Production 57
System). Y el TPS no habría existido si los japoneses no hubieran escuchado hasta el
punto de venerarlo al americano Edward Deming, condecorado por el emperador Hiro
Hito con la Orden del Tesoro Sagrado en 1960 por haberle aportado al Japón la
administración por calidad global (TQM por sus siglas en inglés)130.
Si hemos de creerle a Bill Gates, la robótica es a los años 2000 lo que fue la informática
a los años 1970131. Nuestros robots domésticos de mañana se inspirarán en los de Corea
del Sur, el país más avanzado en robótica civil. En robótica militar, tendremos que
inspirarnos en los Estados Unidos, donde el avance en ese terreno es muy importante.
En este campo no se trata únicamente de la potencia de los microprocesadores,
palpadores y rayos láser, del reconocimiento visual, de la movilidad y del aprendizaje
con máquinas, del GPS y las cámaras de video… La robótica también plantea problemas
culturales y éticos importantes. Si bloqueamos los progresos de las nanociencias y de
las nanotecnologías, así como nos negamos a estudiar los OGM132, ¿cómo realizar los
nanosensores “inteligentes” de un mañana más lejano, que tendrían que superar a los
129
Cf. supra, nota sobre la noción de atmósfera en Alfred Marshall (1906).
130
Digamos de paso que Deming, en esa época, era perfectamente ignorado por los industriales
americanos, quienes sólo creían con fe ciega en las economías de escala y en la organización científica del
trabajo de Taylor. Además, vale la pena recordar que Joseph Juran, el otro gran maestro americano de la
calidad, también fue condecorado por el Emperador en 1981 (Mousli, 2010).
131
Scientific American Reports, 6 de mayo de 2008.
132
Es comprensible que algunas tecnologías sean rechazadas, pero es aberrante que se prohíba su
estudio mediante la experimentación… única manera de conocer sus ventajas y sus inconvenientes a
largo plazo.
mejores sensores de mañana y contribuir al progreso de la robótica, una de las claves
del crecimiento en el siglo 21?
Nuestra apertura hacia las técnicas e influencias llegadas de otras partes es un factor
que influirá mucho en el lugar que ocupemos durante las próximas décadas en el mundo
del conocimiento y de la innovación. Innovar, es tomar riesgos. Los territorios que
encabecen la carrera serán los más abiertos, los más audaces, los menos inhibidos, los
que sepan poner en práctica las tres “T” de Florida: talentos, tecnologías, tolerancia.
58