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ECONOMIA EN CRISIS POR UN NUEVO CORONAVIRUS

Para empezar, a hablar de la crisis generada por un nuevo coronavirus llamado covid19 nos
remontamos al principio, cuando todavía seguíamos bajo los efluvios del Año Nuevo, la
noticia de un brote de un virus desconocido en un mercado chino parecía un problema
circunscripto a un grupo de personas que come animales salvajes. Luego, vinieron las
alarmantes cuentas de enfermos y muertos. Muy pronto, nos enteramos de que el epicentro
de la epidemia, la provincia de Hubei y en particular su capital Wuhan, es un centro
industrial clave para la economía global. Con la cuarentena, en Wuhan se dejaron de
fabricar piezas de autos, computadoras, celulares, etc. que proveen a las manufactureras
más grandes del mundo. Hubo signos de alarma lanzados por fabricantes de automóviles
alemanes y de las marcas más destacadas.
En el que paralizaría la economía en china y el país entraría en una cuarentena para evitar
un brote más extenso en la ciudad y el país asiático, pero todo duro poco por que el virus va
estaba llegando a otras partes del mundo, y pronto esto dejaría de ser un problema solo de
china para convertirse en un problema mundial, llegando a muchos países entre los cuales
se esparciera rápidamente el virus ,creando un colapso en el comercio por lo tanto en la
economía de estos, convirtiéndose en los nuevos epicentros del covid 19
Con Europa convertido en el epicentro de la pandemia y Estados Unidos en emergencia
nacional, los gobiernos están apretando el acelerador para limitar el devastador impacto
económico de la propagación del coronavirus en las familias, los trabajadores y las
empresas.
La duración y la profundidad de la crisis económica provocada por la pandemia
del COVID-19, dependerán de tres factores: la velocidad de la propagación del virus y a
cuántas personas afecte, cuánto tiempo pase antes de que se encuentre una vacuna y si las
medidas de los gobiernos logran realmente mitigar el daño.
Este es el análisis de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el
Desarrollo
Una reacción pública severa en la que las autoridades locales o la propia población decidan
medidas extremadamente estrictas en una zona determinada podría crear costos económicos
importantes, en particular en las regiones y para las industrias que se especializan en la
producción que no se puede hacer virtualmente (como la fabricación). Si muchos países
optan por este tipo de respuesta, el impacto en la economía mundial podría ser bastante
grande.
Mientras cada día que pasa más países cierran sus fronteras y declaran la cuarentena para
evitar la propagación del virus, la actividad económica se hunde, las empresas de los
sectores más golpeados como aerolíneas, hoteles y restaurantes alertan que pueden quebrar.
Muchos trabajadores están perdiendo sus empleos y las bolsas siguen en caída libre.
Las perturbaciones temporales de los insumos y/o la producción podrían poner en tensión a
algunas empresas, en particular las que tienen una liquidez insuficiente. Los comerciantes
de los mercados financieros pueden o no prever o comprender correctamente qué empresas
pueden ser vulnerables. El consiguiente aumento del riesgo podría revelar que uno o más
agentes clave del mercado financiero han adoptado posiciones de inversión que no son
rentables en las condiciones actuales, lo que debilita aún más la confianza en los
instrumentos y mercados financieros. Un posible acontecimiento (probablemente de baja
probabilidad) sería una importante perturbación de los mercados financieros a medida que
los participantes se preocupan por el riesgo de contraparte. Una posibilidad algo más
probable es una disminución significativa de los mercados de valores y de bonos
corporativos, ya que los inversores prefieren mantener los valores gubernamentales (en
particular los del tesoro de los Estados Unidos) debido a la incertidumbre creada por la
pandemia.
Aunque La transmisión en China ya ha disminuido. Aunque algunos brotes aislados se
producen en otros lugares, éstos no crean una propagación masiva de la enfermedad. A
medida que se estabiliza el número de casos a nivel mundial, la economía de China vuelve
a la normalidad, y hay poco impacto fuera de algunas áreas como Irán que no son
importantes para la economía mundial. El PIB de China se ve muy afectado en el primer
trimestre de 2020, pero se recupera en el segundo y tercer trimestre, aunque parte de la
producción perdida nunca se reemplaza. Algunas empresas específicas fuera de China
experimentan interrupciones de suministro a corto plazo, pero el impacto en la economía
mundial es pequeño y temporal.
Aunque la propagación de la enfermedad en China se ralentiza, los brotes se producen de
forma continua en todo el mundo. Cada brote requiere una desaceleración de la producción
en esa zona, y en un mundo globalizado, eso significa que se producen interrupciones
continuas en diferentes regiones e industrias a medida que se producen y controlan los
brotes. El efecto general es perturbar la actividad económica lo suficiente como para
desacelerar considerablemente el crecimiento mundial. Las empresas que sean lo
suficientemente ágiles para gestionar el cambio de proveedores y que tengan suficiente
liquidez para sobrevivir a períodos de bajas ventas e ingresos tendrán una ventaja
competitiva.
Decisiones descoordinadas país por país interrumpen el movimiento de personas y bienes.
La manufactura global declina, ya que los negocios con cadenas de suministro internacional
pueden operar sólo de manera intermitente. El turismo y las empresas conexas disminuyen
drásticamente, y las empresas y regiones basadas en el turismo se ven afectadas. Se necesita
más de un año para que la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas
elaboren una respuesta mundial aceptada que dé prioridad a las medidas sanitarias basadas
en la eficacia y el costo para la economía en general, y para que esa respuesta sea aceptada
en las principales economías mundiales. El PIB mundial se estanca, el comercio
internacional cae, y una recesión mundial es una posibilidad evidente.
Los retrasos en los envíos y en los calendarios de producción crean problemas financieros a
las empresas con grandes deudas, especialmente en los Estados Unidos. El declive de los
mercados de valores mundiales y la huida de los inversores de riesgo que venden activos
como bonos de alto rendimiento y acciones volátiles exponen a los inversores que han
subvalorado el riesgo. La preocupación por el riesgo de contrapartida acelera la
disminución y seca la liquidez en los mercados financieros. Los bancos centrales se
apresuran a gestionar el problema. Los mercados financieros -y la economía mundial- se
recuperan después de una recesión en forma de V.
al comercio internacional, y para evaluar y mitigar el impacto sanitario y económico de
dichas medidas, de conformidad con las disposiciones del Reglamento Sanitario
Internacional (2005). La OMS también ha desarrollado estrategias y directrices basadas en
los riesgos para la organización de eventos multitudinarios, y sigue trabajando con socios
clave de muchos sectores, incluidos los sectores del deporte y del entretenimiento, así como
con organizaciones confesionales. La escala sin precedentes de la crisis de la COVID-19
necesita que la comunidad internacional supere su propia capacidad. El sector privado se ha
comprometido activamente en la respuesta, con un alto nivel de participación regular en las
consultas semanales sobre la pandemia organizadas por organismos industriales como el
Foro Económico Mundial y la Cámara de Comercio Internacional
El mundo se enfrenta a una amenaza sin precedentes y tenemos la oportunidad de salir de
esta situación con unos sistemas sanitarios más sólidos y una mejor colaboración mundial
para combatir el próximo desafío sanitario. A medida que nos centramos en la respuesta
inmediata a la crisis de la COVID-19, es importante que tengamos presente el alcance y la
profundidad de las consecuencias que ya se están sintiendo por todo el planeta. Debemos
aprender las lecciones de esta pandemia ahora y, al hacerlo, garantizar que nuestra
respuesta, cuando sea posible, deje un legado positivo duradero y haga del mundo un lugar
más seguro.
Más que un frenazo es un colapso. El coronavirus ha conseguido parar en seco el comercio
mundial. El informe anual de la Organización Mundial del Comercio (OMC) confirma que
el 2020 será el peor año desde que hace 25 años nació esta institución. Estamos pues ante la
mayor contracción de la última generación.
Los intercambios mundiales han sido el símbolo de casi dos décadas de hiperglobalización.
Ahora todo indica que estamos en un punto de inflexión que tal vez va a cambiar para
siempre este modelo productivo. Las cifras que maneja la OMC son desalentadoras. Casi
todas las regiones y todos los sectores sufrirán caídas de dos dígitos en los volúmenes
comerciales en el 2020
En una situación como esta, los estados se ven obligados a inyectar grandes cantidades de
dinero para que el sistema siga funcionando: por ejemplo, que las personas que se han
quedado temporalmente sin trabajo sigan cobrando para poder pagar las facturas, o que las
empresas que no pueden producir puedan pagar a sus trabajadores.
Hay una expectativa de que esta crisis sea temporal, de que dure alrededor de seis meses.
Pero la verdad es que hay aspectos de la economía que, efectivamente, van a ser muy
difíciles de recuperar.
Sin embargo, definitivamente, está ya no va a ser una globalización de cadenas de valor.
Eso es lo que va a ser más importante: el cambio en los modos de producción y en los
modos de consumo.
apoyo financiero a los países en desarrollo, a todos, y la preparación de una estrategia
común de salida ante la crisis son fundamentales. La necesidad de crear nuevas maneras
para seguir el comercio, reinventándose para no parar ante las adversidades y los países
puedan superar la crisis, aun cuando menos poder mantener la economía y el comercio
entre países algo que no será fácil porque muchas empresas han tenido innumerables
pérdidas durante este tiempo y otras definitivamente les ha tocado cerrar, por la tanto han
tenido que despedir miles de empleados que no saben qué hacer para sostenerse.
Cada día estamos ala expectativas de noticias positivas por la reactivación de la economía
en todos los países que permita que allá un nuevo comienzo. Esperamos y todo vuelva a la
normalidad y se reactiven diferentes producciones y servicios y salir de esta crisis global.

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